LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS EN EL AULA: LA ASAMBLEA
Nuria Otero Martínez
jmariohv@yahoo.es
La violencia se puede definir como el uso de una fuerza abierta u oculta con el
fin de obtener de un individuo o grupo lo que no quieren libremente.
El tema de la violencia está estrechamente vinculado al poder, toda situación de violencia es una situación de poder.
Foulcault señala que existen redes sociales en las cuales el poder circula y que el ejercicio del poder se fue modificando a lo largo de la historia. Antiguamente se ejercía el poder sobre la totalidad de la sociedad, pero al complejizarse la red de relaciones hay elementos que se escapan a su control; se hace necesario, entonces, un nuevo mecanismo que controle las cosas y las personas en cada detalle, de esta forma el poder se ejerce sobre el individuo y no sobre el cuerpo social en su totalidad.
Esta técnica de individualización se ve aplicada en el ejército y en la educación.
En la escuela se hace cotidianamente uso de técnicas de mantenimiento de poder y control del otro sin siquiera notarlo. Al concentrar cientos de alumnos, se busca la forma de que cada educando este bajo la vigilancia constante del docente; así aparecen las notas cuantitativas, los exámenes, los concursos, etc., que representan la posibilidad de " clasificar a los individuos de tal manera que cada uno esté exactamente en su lugar, bajo los ojos del maestro o en la clasificación – calificación o el juicio que hacemos de cada uno de ellos" (Foulcault, "Las redes del poder"). Por ejemplo, la ubicación en fila no es casual, permite individualizar a cada uno y ejercer un control sobre ellos.
La violencia es un fenómeno sobre el cual experimentamos muchas vivencias.
Nos rodea y la mayoría de las veces como una presencia " invisible" acompaña nuestras interacciones diarias.
No debemos de olvidarnos de los medios de comunicación, que día a día ponen frente a nosotros su dosis de violencia. Cuando ésta aparece en filmes es sencillo explicar que no es más que una película, pero hay otro tipo de violencia que se ejerce sobre el adolescente, quien en busca de su identidad toma a veces como modelos esos prototipos de violencia para manejarse en el medio social en el que actúa.
Es necesario que desde nuestro rol de educadores estimulemos el desarrollo de una visión crítica frente al manejo de la información que realizan los medios de comunicación masiva.
Desde hace algunos años vemos como noticia en los diarios distintos hechos que hablan de la violencia dentro de las escuelas; todo ha llegado al punto que, lo que antes nos sorprendía, hoy parece un dato más, una anécdota más dentro de las aulas.
Para comprender estas situaciones de violencia debemos reflexionar sobre ellas, teniendo en cuenta el contexto social, es decir, el marco en el cual se desarrolla la vida de la institución escolar y las relaciones internas que existen.
Una vez que se ha realizado dicho análisis podemos buscar soluciones a las mismas y de ahí que nazcan diferentes propuestas educativas.
Por todo ello me veo en la necesidad de hacer una práctica educativa que compartir con otros compañeros/as para afrontar las distintas situaciones de violencia escolar que suceden en nuestros centros. En este caso se trata de un Centro de Educación Secundaria Obligatoria y la práctica educativa que voy a describir se está llevando a cabo con alumnado con necesidades educativas especiales que poseen un nivel característico de los alumnos/as de Educación primaria, aunque sus edades oscilan entre los 12 y 16 años; este método se denomina la Asamblea y paso a explicar su uso en los sucesivos párrafos.
Una asamblea es una actividad escolar cuya finalidad principal es que los alumnos y el profesor analicen, reflexionen y debatan acerca de todo tipo de temas vinculados con la convivencia y las tareas escolares.
Da lugar a que tanto los alumnos como los docentes expresen sus propias ideas y opiniones sin ningún tipo de represión para llegar a un consenso entre todos.
A través de estas prácticas educativas conseguiremos que nuestros alumnos sean capaces de:
-Dialogar y debatir de un modo ordenado.
-Comunicar sus propias opiniones.
-Comunicar sus sentimientos y su implicación al resto de sus compañeros.
-Respetar las opiniones que sean contrarias a las de ellos mismos.
-Tener como única estrategia para que los demás acepten sus ideas y opiniones como las más apropiadas, la argumentación de las mismas.
Además nosotros como docentes debemos tener en cuenta lo siguiente:
-Saber conectar la temática a trabajar con los intereses y necesidades de los alumnos.
-Hacerles ver que lo que estamos trabajando les va a servir para interpretar la realidad y poder transformarla.
-Que la implicación del alumnado sea lo más completa posible.
-Debemos mantener una conexión lógica de las actividades.
Otro aspecto a tener en cuenta en la práctica educativa de las asambleas es la organización del aula que atenderá a las siguientes dimensiones:
Organización espacial: Es preferible organizar a los alumnos en forma de corro para que los alumnos puedan ver al resto de compañeros en su totalidad y se facilite entre ellos el diálogo.
Organización temporal: Es imprescindible destinar un espacio específico de tiempo para llevar a cabo esta actividad, puede ser integrada dentro del área de Lengua Castellana y Literatura puesto que e fomenta el uso del lenguaje oral.
Organización temática: Se debe realizar un índice con los temas a tratarse dentro de la asamblea, pero todo ello elaborado por los alumnos por lo que podemos hacer uso de un “buzón de clase” en la que los alumnos de forma anónima expongan razonadamente posibles problemas a tratar. Es necesario elegir a los responsables de seleccionar los temas a tratar en la asamblea según su criterio de prioridad; este cargo deberá tener un carácter rotatorio para que todo el alumnado adquiera dicha responsabilidad por lo menos una vez.
Es imprescindible señalar la importancia que tiene el papel del profesor/tutor ya que la asamblea debe ser dirigida por él en todo momento, aunque debemos tener presente que siempre que sea posible será dirigida por los alumnos para así formarles como personas autónomas y responsables, exigiéndoles un alto grado de participación e implicación para la realización de las mismas.
Pero no todos los alumnos son tan autónomos y responsables para llevar a cabo de forma positiva la dirección de esta actividad por lo que es aquí donde el docente adquiere el papel de moderador, interviniendo cuando lo vea oportuno en el desarrollo de la misma para encauzarla y guiarla hacia los objetivos planteados con anterioridad; pero debemos limitar estas intervenciones a los momentos que se consideren más importantes.
En estas actividades siempre se deben respetar las opiniones de los alumnos y no criticarlas sin una argumentación de dicha crítica para así aumentar confianza de los alumnos para hablar libremente y expresar sus propias opiniones.
Debemos tener en cuenta que el docente debe evitar expresar su propia opinión ya que puede condicionar fuertemente al alumno ya que el papel principal lo debe tener él.
Todas las asambleas tienen una serie de fases que se deben respetar para que esta propuesta surja efecto; por ello es conveniente seguir una rutina u organización en la realización de esta actividad para “adiestrar” a los alumnos para dicho desarrollo y hacerles ver que los objetivos fundamentales son discutir sobre temas que les atañe a ellos mismos, solucionar los problemas y llegar a acuerdos entre todos. Además hay que dedicar a cada tema un tiempo determinado según la importancia que tenga.
Antes de comenzar la asamblea se deben nombrar a los presidentes de la misma que irán rotando poco a poco para que todos pasen por el puesto.
Las posibles fases para la realización de una asamblea serán las siguientes:
-Presentación del tema donde el presidente de la asamblea explica el tema existente del listado de temas a tratar configurando con anterioridad y concede la palabra a aquel alumno que lo ha propuesto para que lo argumente.
-Debate del tema: Se inicia el análisis y la discusión del tema; entonces se abre un nuevo turno de palabra para que todos los alumnos puedan participar.
-Búsqueda de conclusiones y soluciones: Hay que intentar llegar a unas conclusiones que serán anotadas por el secretario y leídas a toda la clase. También se señalarán los acuerdos a los que se ha llegado para que todos los alumnos conozcan el grado de cumplimiento que tienen a partir de ese momento con respecto a dichos acuerdos. Aquí es donde entra el docente que controlará el cumplimento de dichos acuerdos y en el caso de que estos sean normas es importante establecer unas consecuencias para los alumnos que no las cumplan.
Este tipo de práctica debe llevarse a cabo a través de una metodología regida por estos principios didácticos:
-Debemos dotar a nuestros alumnos de autonomía intelectual, moral y emocional.
-La relación a mantener con nuestros alumnos estará basada en la confianza y en la comprensión.
-Transmitiremos a nuestro alumnado expectativas positivas intentando crear un ambiente democrático en el aula haciendo que los alumnos participen activamente en todo lo que suceda en ella. Hacer que escuchen, acepten y respeten las opiniones de los demás; permitir que decidan qué actividad o juego quieren realizar cuando les sobra tiempo; hacer que se dispongan en el aula siendo ellos mismos los que elijan con quién sentarse. Tener en cuenta sus propuestas sobre temas que el profesor no haya tratado en clase; acostumbrarlos a respetar el turno de palabra.
-Debemos saber cómo es nuestra aula, cómo son nuestros alumnos, qué materia vamos a impartir para seleccionar la estrategia más adecuada.
-Potenciar la autoestima de los alumnos.
-Crear un clima distendido en el aula en el que se perciba la seguridad, el respeto mutuo y el afecto.
-Explicar a los alumnos por qué se considera interesante un tema o una idea, además de conectar los nuevos contenidos con los problemas y las necesidades de los alumnos para hacer que los alumnos se sientan parte activa del proceso de enseñanza-aprendizaje.
-Intentaremos proponer actividades adecuadas al nivel de comprensión y de madurez de los alumnos, estas actividades deberán ser interesantes y poseerán un sentido.
Debemos tener presente que en el desarrollo de la asamblea pueden surgir diversos problemas para los que deberemos estar preparados; entre ellos puedo destacar:
-Poco control del contexto en donde está inmerso el desarrollo de la asamblea, para ello se debe preparar de manera conjunta el papel del docente y del alumno en la asamblea.
-La dificultad de los alumnos para centrarse en el objeto de discusión sin desviarse del tema y, para ello, el docente tiene que jugar su papel moderador y guía.
-La falta de perspectiva de los alumnos para ver el objeto y finalidad de discusión.
-La dificultad general que tienen los alumnos para el contraste de ideas, obviando las aportaciones anteriores. El docente debe servir de modelo para su alumnado, y hacer referencia en sus intervenciones a opiniones anteriores de sus alumnos integrándolas en las suyas propias.
-Señalar que el nivel de compromiso de los alumnos es muy bajo, por lo que deben establecerse mecanismos de control sobre el cumplimiento de estos acuerdos y realizar una revisión periódica de los mismos.
Como toda propuesta educativa, esta debe seguir un buen proceso de evaluación con el que valorar lo positivo y negativo de su desarrollo, que evalúe tanto a los alumnos/as como al maestro/a y al mismo aprendizaje y que se realice en diferentes momentos de la práctica educativa, al inicio, en su desarrollo y al final para así ayudarnos en la posterior toma de decisiones viendo así las consecuencias negativas y positivas de su desarrollo.
Cuando puse en práctica este método para solucionar los conflictos que ocurren en el aula los alumnos se mostraron bastante participativos, pero al salirse de lo habitual he de señalar que fue algo caótica debido a la falta de práctica, no respetaban turnos, daban vueltas sobre el mismo tema sin llegar a conclusiones, no se ponían de acuerdo sobre los temas a tratar….la verdad es que a mí como docente se me fue un poco de las manos por mi inexperiencia en estas prácticas ya que me faltó dominar algo más la situación cercando más los diálogos y dirigiendo más el transcurso de la misma.
Pero después de realizar más asambleas puedo señalar que los resultados que se consiguen con ellas son muy positivos ya que aumenta su autonomía y la capacidad de solucionar los conflictos por ellos mismos, es una práctica que hasta ellos mismo suelen reclamar para poder poner en común la problemática y dar soluciones entre todos; aunque en muchas ocasiones les cuesta centrarse en el núcleo del tema y no dar tantos rodeos, pero esto con una práctica continua se irá mejorando.
Es increíble ver cómo cada uno de ellos defendía su posición de manera firme y con unos argumentos bastante maduros tratándose de alumnos con necesidades educativas especiales, además también me sorprendió que aunque no estuvieran de acuerdo dentro de la asamblea, su relación en clase o en el recreo no cambiaba, se respetaban gracias a los acuerdos que ellos mismos tomaban en la asamblea.
Con la práctica de la asamblea estos alumnos serán más consecuentes con sus propios actos pensando en las posibles consecuencias que acarrearán, actuando como jueces en todo momento e intentando evitar todo tipo de conflictos que es de lo que trata esta práctica educativa por lo que considero que es un método muy eficaz que puede realizarse en las hora dedicadas a tutorías por lo menos una vez cada quince días porque siempre hay temas que tratar dentro del aula y es una ayuda para aquellos alumnos que son algo más tímidos y que a través del buzón pueden dar su opinión sin miedo a burlas aumentando así su autoestima; además al tener bien definidas las reglas por las que se rigen ya va siendo más fácil conducir la asamblea de manera fluida, cada vez se van centrando más en los temas, han interiorizado perfectamente la dinámica, respetando los turnos de participación y siendo tolerantes con las opiniones diversas que se manifiestan en el transcurso de la dinámica. Es por todo ello que considero una práctica educativa muy útil con la que llevar a cabo el principio que estamos inculcando en cada uno de nuestros alumnos: la paz.
Por último y para concluir añadir la necesidad de consulta de diversas fuentes bibliográficas con las que ayudarnos a en la realización de estas dinámicas, entre todas ellas puedo destacar:
-CRUZ ROJA ESPAÑOLA/UNIVERSIDAD DE LA PAZ (1989). Seminario sobre la formación de monitores de educación para la paz. Madrid: Cruz Roja Española. Departamento de Información, Relaciones Públicas y Publicaciones.
-FERNÁNDEZ HERRERÍA, Alfonso (ed.) (1994). Educando para la paz: nuevas propuestas. Granada: Universidad de Granada, Colección Eirene n.3.
-IBÁÑEZ MONTAÑEZ, Manuel. La organización y la resolución de conflictos en el aula. Universitas.
Además es de destacar la importancia que tiene hoy en día la consulta de páginas Web ya que es un recurso muy utilizado debido a la gran variedad de información que nos ofrece y a la inmensa documentación que puede obtenerse a través de dichas consultas, entre las páginas Web que se han consultado puedo destacar:
www.eacnur.org/valores.cfm
http://averroes.cec.junta-andalucia.es
www.pntic.mes.es/recursos/primaria/transversales/index.html
www.edualter.org
www.convivencia.mec.es/
www.edex.es
www.aprendiednoaconvivir.net/es/recursos
www.cuentosparaconversar.net
www.amnestyusa.org/actuala/la-declaracion-universal-de-los-derechos-humanos
|
Los autores interesados deben enviar sus textos en formato DOC a: lisette@eumed.net junto a un resumen actualizado de su CV.
Director |
|