¿QUÉ ES REALMENTE UN PROFESOR?
María Fernanda Ramírez Navarro
Universidad de Guadalajara, México
ixcoatl1@hotmail.com
Todos algún día nos hemos preguntado qué es un Profesor?; pero nunca hemos analizado el concepto que por ejemplo, la Enciclopedia Encarta brinda y el cual es: el Profesor es la persona que enseña o ejerce una ciencia o un arte. Sin embargo, podemos añadir, que el Profesor es la persona que ejerce esta ocupación, por gusto, por su propia decisión, por necesidad, por accidente, o por verdadera vocación.
De acuerdo con lo anterior, y conforme el hombre primitivo fue realizando descubrimientos que le permitieron llevar una vida más cómoda, más agradable, para que no se perdieran en el tiempo, tuvo la necesidad de transmitir sus experiencias o conocimientos a las generaciones jóvenes, como el descubrimiento del fuego, que daba un sabor más agradable a los alimentos, calentaba su caverna para no sufrir de frío y para mantener alejadas a las fieras sus depredadoras; las piedras en forma de punta o afiladas le servían para ser usadas como puntas de lanzas, flechas y hachas o como proyectiles al utilizar una honda o al lanzarlas con la fuerza de sus brazos simplemente; al reconocer los frutos o las raíces, cuales eran comestibles o medicinales y cuales no lo eran y por último la técnica para pescar. Posteriormente descubre la agricultura, la ganadería y la construcción para protegerse de las inclemencias del tiempo, todas estas actividades fueron transmitidas a las nuevas generaciones por medio de la observación y la imitación. Lo anteriormente expuesto es afirmado por Rodríguez (1994) que a la letra señala:
“En las épocas primitivas la educación se realiza de manera espontánea y mimética, así de esta forma, niños y jóvenes aprenden de los mayores las primeras manifestaciones de una cultura reglamentaria, cuyo contenido se reduce a técnicas simples, tendientes a satisfacer necesidades básicas de alimentación, vestido defensa y a ciertas prácticas de iniciación social.”
En la Grecia clásica el profesor acudía a los lugares públicos, el ágora para transmitir sus enseñanzas, participaban en esta actividad las personas que tenían el tiempo para dedicarlo a esto, tomado de Rodríguez (1994) o que tenían un protector o mecenas, como en el caso de Platón que fue apoyado por Academo.
En la Edad Media “Escolástico”, era la forma en que se denominaba a los profesores de las escuelas monásticas o catedralicias que después pasaron a ser las universidades, instituciones a las que asistían los hijos de las personas que podían pagar una educación formal para esa época, y aprendían lo referente a la doctrina cristiana, pero a los que carecían del poder económico para pagar su educación, es decir los siervos, se tenían que conformar con aprender a realizar una actividad productiva que les permitiera mal comer o mal vivir, podríamos decir que se limitaban a sobrevivir.
En el Renacimiento, (el paso de la Edad Media a la Edad Moderna), el Profesor ya no únicamente se dedicó a las clases de religión, sino que se inicio en la transmisión de otro tipo de conocimientos como son las ciencias exactas y experimentales, la historia, la geografía, la música y la formación física. Además, quien no tenía acceso a esta educación podía ser encargado con un oficial o un artista, para que por medio de la práctica, aprendiera un oficio o una actividad artística hasta dominarla y poder vivir de ella.
El trabajo del Profesor como se conoce en la actualidad, con la responsabilidad de ser el Estado quien se hace cargo de la contratación del Profesor y no la Iglesia en su totalidad, como sucedió en la Edad Media, se dio a partir del Siglo XIX. En diversas partes del mundo y sobre todo en Europa, por ejemplo en “Inglaterra se promulgó la Ley Forester, ley que da lugar a un sistema estatal de escuela de dos tipos: unos patrocinados por la Iglesia y, los otros por consejos escolares y, en Francia, a fines del Siglo se promulgó la Ley de la Educación Laica” (Palos y cols; 2003).
En cuanto al trabajo docente podemos dividirlo en dos aspectos:
Primero: el proceso enseñanza aprendizaje. La educación de antaño centraba su importancia en la enseñanza, el Profesor era el personaje central, él hablaba y el alumno escuchaba, el profesional de la educación tomaba a sus alumnos como un saco vacío, al cual había que llenar de información. En la actualidad, se da más importancia al aprendizaje, y lo más relevante del proceso antes señalado, es la preparación del maestro que debe servir de guía, como un facilitador, para que el alumno construya su propio aprendizaje con la ayuda del profesor.
Después de este análisis histórico mundial del Profesor, podemos afirmar que, el nombre de maestro, ha tenido a lo largo del tiempo varios sinónimos: profesor, mentor, educador, catedrático, pedagogo incluso enseñante, a las personas que con una preparación específica como el abogado, el doctor, el contador, han hecho de la tarea educativa una profesión y para quienes educar no es una actividad circunstancial, sino trascendente y que constituye el núcleo capital de su vida.
El Profesor es la persona que, aunque no haya estudiado en una escuela formadora de docentes tiene cultura y una preparación específica se dedica a la profesión de enseñar. En aquel que con su forma de sentir, pensar, hablar, vivir y ser, es la persona ideal para que sus alumnos lo puedan imitar, que además lleva con equilibrio su labor; y que en la actualidad, renovado en su práctica busca la preponderancia el aprendizaje más que la enseñanza, es decir, que se convierte en un guía, en un propiciador, en un facilitador de circunstancias que favorezcan a sus alumnos en la apropiación de los conocimientos.
El Profesor es el hombre incansable, fervoroso y apasionado de su trabajo, en
busca siempre de recursos, de preparación que hagan su labor eficaz e
interesante pero, sobre todo motivadora; que abra a sus muchachos un mundo de
posibilidades para enriquecer su cultura y este trabajo por humilde que sea es
el que forja mentes, es el que engrandece espíritus, el Profesor es el que
silenciosamente con su esfuerzo y con su ejemplo construye personas con sentido
común y capacidad de autocrítica.
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Los autores interesados deben enviar sus textos en formato DOC a: lisette@eumed.net junto a un resumen actualizado de su CV.
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