Revista: CE Contribuciones a la Economía
ISSN: 1696-8360


INICIOS DE LA FORMACIÓN DE ECONOMISTAS ENTRE LOS SIGLOS XIX Y XX: UN PANORAMA INTERNACIONAL

Autores e infomación del artículo

Carlos Alberto Cano Plata*

Universidad Nacional de Colombia

carlos.cano@utadeo.edu.co

Resumen.
El presente artículo tiene como objetivo central dar a conocer los inicios de la profesión en economía, toma relevancia por tratarse de una de profesiones que aparece con el capitalismo y que de alguna manera al ser considerada la “ciencia oscura” incita su indagación en momentos de crisis. Para la investigación se utilizó el método analítico-sintético, el primero pretendió buscar lo nuevo y el segundo, consistió en la interpretación de lo encontrado a partir de fuentes primarias y secundarias.
El inicio de la enseñanza de la economía en Europa se dio entre los siglos XVIII y XIX paralelos al desarrollo de la Revolución industrial. El caso de Estados Unidos fue diferente, ya que se trató, no solo paralelo a la misma revolución, sino también a su independencia y se desplegó en la consolidación del Estado Nación que sirvieron como modelo para América Latina.
Palabras clave: Economía, Enseñanza, Evolución histórica, Revista Estudios Gerenciales
Jel:  B10, B15, B19

Adstract.
The main objective of this article is to make known the beginnings of the profession in economics, it is relevant because it is one of professions that appears with capitalism and that in some way, when being considered the "dark science", incites its investigation in moments of crisis. For the research, the analytical-synthetic method was used, the first one sought to look for the new and the second, consisted in the interpretation of what was found from primary and secondary sources.
The beginning of the teaching of the economy in Europe occurred between the eighteenth and nineteenth centuries parallel to the development of the Industrial Revolution. The case of the United States was different, since it was discussed, not only parallel to the same revolution, but also to its independence and was deployed in the consolidation of the Nation State that served as a model for Latin America.

Keywords: Economy, Teaching, Historical evolution, Journal Management Studies.

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Carlos Alberto Cano Plata (2019): “Inicios de la formación de economistas entre los siglos XIX y XX: un panorama internacional”, Revista Contribuciones a la Economía (enero-marzo 2018). En línea:
//eumed.net/2/rev/ce/2019/1/formacion-economistas.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/ce191formacion-economistas


INTRODUCCIÓN.
Desde los inicios de la revolución industrial, los países del mundo que incursionaron en este proceso, comenzaron a acumular riqueza, eso los llevó a pensar cómo se hacia la distribución apropiada de los recursos escasos y como, esto permitía irradiar a todas las naciones. Desde Cantillón, pasando por Smith, Babbage,  Say, Quesnay, Ricardo entre otros, comenzaron a estudiar la economía con una perspectiva, teórica y evolutiva, con el propósito de solucionar estas inquietudes, sin embargo, los teóricos de la economía, solo se enfocaron en sus países o en su región, es solo a partir del siglo XIX, cuando identifican que la Economía debía ser enseñada para un desarrollo más eficaz, pero también como una necesidad de que se pudiera seguir investigando por muchos actores las problemáticas que se desprendían de las dinámicas económicas. Europa fue quien dio el primer paso, pues fue allí donde la llamada revolución industrial tomó forma1 .
El presente artículo pretende mostrar cuales fueron los inicios de los primeros programas de formación en Economía y como llegó a convertirse en ciencia. Se tomaron como punto de partida en Europa a:  Inglaterra, Alemania, Portugal, España y en América:  Estado Unidos, Argentina y México. No se pretende hacer un análisis comparado, es solo una descripción cronológica de la evolución de una de las profesiones más demandadas en el siglo XX y lo que va corrido del siglo XXI.
El marco metodológico de la investigación es de carácter cualitativo, para la investigación se utilizó el método analítico-sintético, el primero que pretendió buscar los nuevo y el segundo, consistió en la interpretación de lo encontrado a partir de fuentes primarias y secundarias consultadas.
El análisis documental, fue abordado acudiendo a la técnica de análisis de contenido en diferentes fuentes secundarias y algunas fuentes primarias.

  • Contexto Internacional sobre la enseñanza de la economía.  En la actualidad, la

formación en economía es indispensable para un mundo “globalizado” en donde todos los que se involucran en esta área del conocimiento, se deben encontrar al orden del día, puesto que la economía gobierna gran parte de la vida. Como derivación de esta ciencia se encuentran la Administración y profesiones alternas que salen de lo que han llamado los teóricos, área funcional de la Organización2 . En este sentido, es necesario tener cierto conocimiento que nos permita entender la sociedad en la que se vive, a partir de las organizaciones del entorno, sus problemas y las opciones con las que se cuenta para enfrentar el futuro, no solo desde la institucionalidad, sino desde lo organizacional. También hay que considerar que la economía no es una disciplina estática, sino que, por su carácter dinámico, implica que los profesionales de esta área estén continuamente actualizados. Este quiere decir que la económica como ciencia, cambia continuamente y que tiene muchos factores condicionantes que permiten determinar y predecir actuaciones, por lo que para poderla entender es necesario que todos aquellos que se dedican a su estudio, estén en contacto con lo que sucede en su alrededor, pero también con un profundo conocimiento del pasado, pues normalmente, se piensa en ese pasado, en la historia, no como en una causa, sino en algo que debe explicarse. Pero puede ser una causa si los acontecimientos pasados determinan resultados futuros o sitúa a una sociedad en un camino que la refuerza a sí misma a lo largo del tiempo (Hoffman, 2016). Esto por supuesto que afecta directamente el campo educativo, ya que quien decide estudiar esta profesión, debe entender la importancia de una adaptación permanente a los cambios de dicho entorno.
Algunos economistas3 , así como organizaciones nacionales e internacionales, llevan muchos años cuestionando la enseñanza de la disciplina. Cada vez se hace más evidente a través de diferentes escenarios la importancia de analizar y replantear el propósito de ella, a la luz de las necesidades de los países.
Los cambios internacionales, a nivel económico, político4 y social, son los principales detonantes del dinamismo de esta profesión en los dos últimos siglos. A partir del fin de la “Guerra Fría”, la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), y la consolidación de bloques económicos internacionales como la Unión Europea (UE), han establecidos acuerdos orientados a dar un vuelco total en sus políticas educativas, que permitan, no solo la movilidad entre los países que la conforman, sino la incursión en el campo laboral desde las mismas prácticas profesionales, esto da inicio con los acuerdos de París en 1998 y su derivación, el acuerdo de Bolonia en 1999 5.
Los pactos han traído consecuencias tacitas en los modelos de educación de América Latina. Los primeros acuerdos emanaron estudios importantes en áreas específicas del conocimiento, el estudio turniting para Europa (2004) y el correspondiente estudio para Latinoamérica (2007) fueron el resultado del interés de identificar los problemas de la enseñanza en muchos aspectos.
La economía o “ciencia lúgubre” como la llaman los ingleses, no es ajena estos estudios, es por eso que un trabajo de corte histórico permite identificar algunos aspectos que pueden ser comunes en diferentes regiones. 
Se parte entonces la pregunta que se plantea Joseph Schumpeter (1994) ¿Por qué se estudia la historia de cualquier ciencia?  En el caso de la economía, las razones son muchas, sin embargo, partir de la historia de la enseñanza de esta ciencia, es un buen inicio para entender las cogniciones que se tienen de interpretar y comprender que es a partir del pasado, donde se forjan las columnas que la soportan. Dice Schumpeter dando respuesta a su interrogante “ (…) se podría pensar que el trabajo corriente bastará para conservar la parte del trabajo de generaciones anteriores que seguirá siendo útil”  luego  diserta “(…) presumiblemente, los conceptos, los métodos y los resultados que no se conservan de ese modo no merecen mayor atención (…)” -se pregunta nuevamente-  “¿Por qué, pues, retroceder a viejos autores y volver a considerar opiniones anacrónicas?” precisamente el conocimiento del pasado permite captar la importancia y la validez de problemas y métodos que se producían en ese pasado, para  confrontarlos con el presente, de tal manera que toma valides, forma y sentido el estudio de dicho pasado y más tratándose de la economía, cuyo contenido y análisis se nutre en gran parte de la Historia. En efecto, continua Schumpeter “El análisis científico no es sólo un proceso lógicamente consistente que parte con algunas nociones primitivas y va aumentando el acervo previo de modo rectilíneo (…)” sigue “(…) el análisis científico es más bien una pugna constante con producciones nuestras y de nuestros predecesores, y solo “progresa”, si es que lo hace, en zigzag, no según los dictados de la lógica, sino bajo el imperio de nuevas ideas, o nuevas necesidades, o nuevas observaciones.” (Schumpeter, 1994)
El estudio de cualquier ciencia depende del momento para su avance, pero, saber de buena tinta su historia la puede convertir en efectiva, esto no se da sin conocer su pasado.  Agrega Schumpeter “(…) muy insensible tiene que ser un hombre para no experimentar una ampliación de su propio horizonte si se apoya en el trabajo de su época y se vuelve para contemplar las dilatadas montañas del pensamiento pasado”, no es entendible entonces que un “investigador” soporte sus argumentos solo a partir del presente y se olvide que la esencia  de una ciencia se encuentra en sus inicios, esto permite entender porque nos encontramos dónde estamos y por qué no estamos más adelantados.  Termina diciendo “Lo mejor que se puede decir en favor de la historia de una ciencia, o de la ciencia en general, es que nos enseña mucho acerca de los modos de preceder del espíritu humano”. (Schumpeter, 1994)
Sobre si la economía es o no una ciencia, depende, de la interpretación que se tenga de ciencia y aquí Schumpeter señala:
“En el hablar cotidiano y en la jerga de la vida académica, - sobre todo en países de lengua francesa e inglesa- el término se usa a menudo denotando la física matemática. Esto excluye, como es evidente, a todas las ciencias sociales y por lo tanto también la economía. Tampoco resulta ser una ciencia el conjunto de la economía si consideramos característica definitoria (definiens) de la ciencia el uso de métodos análogos a los que de la física matemática. En este caso sólo una reducida parte de la economía es “científica”.  Si definimos la ciencia de acuerdo con el eslogan “ciencia es medición”, hallaremos que la economía es científica en algunas partes y no en otras. Ésta no es una cuestión que deba suscitar susceptibilidades a propósito del “rango” o la “dignidad” de un conocimiento: llamar ciencia a un campo del conocimiento no debería implicar no elogio no denigración. (…) es ciencia cualquier tipo de conocimiento que haya sido objeto de esfuerzos consientes para perfeccionarlo. Esos esfuerzos producen hábitos mentales – métodos o “técnicas” – y un dominio de los hechos descubiertos por esas técnicas; dicho dominio rebasa al accesible con los hábitos intelectuales y el conocimiento fáctico de la vida cotidiana.  (…) es ciencia cualquier campo de conocimiento que haya desarrollado técnicas especiales para el hallazgo de hechos y para la interpretación o la inferencia (análisis). Por último, si deseamos subrayar los aspectos sociológicos, (…) Es ciencia cualquier campo del conocimiento en el que haya personas, llamadas investigadores, o científicos, o estudiosos, que se dedican a la tarea de mejorar el acervo de hechos y métodos existentes y que, en el curso de esos procesos, consiguen un dominio de los unos y los otros que los diferencia del “lego” y al final del mero “práctico” de ese mismo conocimiento.” (Schumpeter, 1994)
De acuerdo con esta aclaración schumpeteriana, la economía se puede considerar como ciencia, pues “(…) utiliza técnicas que no son de uso común por parte del público general y como hay economistas que cultivan esas técnicas, la economía es obviamente una ciencia en el sentido de nuestra definición”. (Schumpeter, 1994)
Las diferentes definiciones sobre economía y su interpretación, en ocasiones llevan a confusión a quien, de manera desapercibida, concibe el quehacer del predestinador o economista entusiasta, son muchos los autores que han querido solucionar este cuestionamiento y entregan sus propuestas en torno a la cientificidad o no le la economía.
Como marco conceptual del desarrollo de este artículo, se consideran los aportes de Joseph Schumpeter, frente a la cientificidad como apropiados para el propósito que se persigue.

  • Evolución de la Enseñanza de la Economía en Algunos Países Europeos. 6

Sobre la profesión.
Antes de iniciar con la exposición de motivos que impulsaron el desarrollo y enseñanza de la economía en Europa, es necesario abordar el tema de la formación profesional desde la perspectiva histórica en el continente americano. Se debe tener en cuenta que el eurocentrismo fue la premisa de desarrollo de los países de América hasta la independencia, con posterioridad a este periodo, los países de este continente optaron en su gran mayoría seguir la corriente de los Estados Unidos de América (EE. UU), como propuesta de enseñanza y búsqueda de desarrollo, aliándose en diferentes aspectos, solo unos pocos países siguieron otra ruta. (Cano, 2016)
La construcción de la formación profesional no puede verse con claridad si no cuenta con el apoyo de los antecedentes históricos, pues como dice Irene Psifidou (2017) “la necesidad de la reflexión histórica es importante no solo para construir el futuro, sino también para situarse mejor en el presente; para comprender e interpretar correctamente los procesos y acontecimientos contemporáneos”.
En la mayoría de los países de Europa, mucho después de haberse creado los gremios, las formas de trabajo de los artesanos y su formación profesional eran muy semejantes. Fue a partir del siglo XII que los gremios agrupaban y reunían a quienes trabajaban en el mismo oficio, profesión, dentro de las villas o las ciudades.
Ellos – los gremios- tenían sus propios estatutos, normas que vinculaban a todos sus miembros. Los reglamentos definían formas de ejecutar el trabajo y establecían precios “favorables”. Las mercancías se sometían a estrictos controles de calidad. En la mayoría de las ciudades o villas, los gremios desempeñaban una función política y económica de gran importancia. Los conflictos no se hicieron esperar por su influencia en los asuntos públicos, ejemplo, la presión de los gremios sobre las personas no asociadas, impidiendo su desarrollo profesional. Entre los siglos XVIII y XIX el sistema gremial fue perdiendo su importancia en Europa, la doctrina liberal los consideraba un obstáculo a la libre competencia y al libre comercio. (Cedefop, 2004)
La formación profesional en un pasado lejano seguía en todos los rincones de Europa el mismo modelo de aprendizaje dentro de gremios profesionales, pero también es cierto que con la llegada de la “Revolución Industrial” y el abandono de las agrupaciones a los sistemas nacionales de formación profesional, comenzaron a diversificarse enormemente, afín a las características de cada país, pues cada uno de ellos poseía su propio sistema de formación profesional. Los orígenes de los tipos de formación profesional que surgieron en Europa fueron:

  • El final de los sistemas gremiales como consecuencia de los conflictos políticos.
  • La dinámica de industrialización de los diferentes países de Europa.
  • La participación e influencia de los diferentes movimientos políticos, filosóficos, culturales y religiosos.

Europa se encontraba dividido por dos tipos de pensamiento el “puritano” y el “liberal” y estos intervenían en la vida y el trabajo de la época. Sin embargo, hoy día predomina el modelo liberal del mercado, el cual establece la no intervención, ni protección por parte del Estado, cada persona es responsable de su propio destino. El liberalismo supone que el libre juego de las fuerzas del mercado fomenta el bienestar del país, así como el de sus empresas. Por otra parte, el puritanismo establece un código moral que es rígido y estricto de fuerte contenido protestante, que reclama a quien lo practica capacidad de auto sacrificio y laboriosidad. El puritanismo cree firmemente que la prosperidad es consecuencia de esa laboriosidad (Cedefop, 2004).  Los sistemas europeos de profesionalización, según Holger Reinisch y Wolf-Dietrich Greinert, (Cedefop, 2004) se pueden clasificar en tres grupos: el modelo liberal de mercado en Gran Bretaña; el modelo regulado por el Estado en Francia; y el modelo corporativo y dual de Alemania. Además, Anja Heikkinen muestra con ejemplos que la formación profesional continua en Europa del norte y Alemania, con el surgimiento y trasformación entre diferentes conceptos culturales de la formación profesional, impulsados por agentes individuales o colectivos. Concibe la educación como elemento constitutivo integral de la cultura común de proyectos y programas a escala individual, colectiva y social. (Cedefop, 2004)
A través del Tratado de Maastricht7 las diferentes organizaciones de educción en Europa han visto agrandar sus competencias, la fundación de la U.E, así como la creación y consolidación del Euro particularmente han incidido directamente en esta situación.
Otro autor Francesco Petrini en su artículo “La política común de formación profesional en la CEE 8 de 1961 a 1972” hace un aporte importante en cuanto a la voluntad política común en materia de formación profesional, dicha política no ha sido fácil de construir según el autor. Esto se explica especialmente por las reticencias de Alemania y Francia, ya que disponían   de sistemas de formación profesional bien desarrollados y no estaban dispuestos a asumir los costos que supondría la recanalización de la mano de obra de la Italia meridional.   A partir de estas observaciones históricas sobre la profesión, toma sentido y podemos abordar el tema de la enseñanza en economía y sus inicios en Europa, comenzando con Inglaterra.

  • Inicios de la Enseñanza de la Economía en Inglaterra. Guillerbaud C. W (1955) documentó

como a pasar de la importancia de las Escuela Británica, así como de sus economistas durante el Siglo XIX, la enseñanza y el estudio académico como materia separada solo adquirió sus raíces de manera progresiva y a su vez lenta en las Universidades.
Las universidades de Oxford, Cambridge y Manchester en los anales de su historia reportan una cátedra en economía política con profesores de tiempo completo, pero dictada dentro de otros programas, lo mismo ocurría en el University College y King’s College de Londres, excepto que los profesores eran de tiempo parcial.
Las cátedras de economía, o el llamado chair, eran una institución común de tiempo atrás. La Universidad de Uppsala en Suecia, sección historia, da cuenta del primer chair de economía de los países nórdicos establecido en esa Universidad en 1741; pero, de nuevo, a cargo de un profesor aislado, de manera que la actividad académica en esta área iba y venía dependiendo de quién ocupara el puesto, hasta que se estableció definitivamente, como en el resto del mundo, en los años de transición al siglo XX. (Hayek, 1946)
Es así como los más ilustres miembros, por ejemplo, James Mill, Ricardo y John Stuart Mill, no ocuparon posiciones en los que tuvieran que poner en ejecución su conocimiento de economía. Cuando se fundó en 1805 un colegio en Haileybury por parte de la Compañía Oriental de la India para la formación de sus cadetes, Malthus fue asignado para la cátedra de economía política. Pero como lo dice Guillerbaud (1955), este colegio no era una universidad.
Para 1825 esta misma cátedra de economía política en Drumond se creó en Oxford, con una duración de cinco años. El primero encargado de orientarla fue, Nassau W. Senio, quien fue suplido en 1829 por Richard Whately, este últimos antes de aceptar la cátedra dijo: “Me parece que antes de mucho los economistas políticos de un tipo o de otro deben gobernar el mundo”. Hacia 1828 en Cambridge, le fue asignada la tarea de impartir la cátedra a George Pryme y le fue concedido el título de profesor en economía política, él enseñó en esta universidad hasta 1863.
Otra universidad que reseña Guillerbaud (1955), es la de Londres, que posteriormente recibió el nombre de University College, Londres, fundada en 1823, y tres años después J.B McCulloch, se convirtió en el profesor que impartía la cátedra de economía política, McCulloch venia de trabajar en Edimburgo y lo hacía desde 1823. La falta de recursos para pagar al profesor hizo que este renunciara en 1832. Sin embargo, en Londres se creó otra catedra en el King´s Collage, en 1859.   (Guillerbaud, 1955).
La primera universidad en dar un paso adelante en la incorporación de materias de economía en programas diferentes fue Cambridge al abrir un nuevo programa el Tripos o escuela de Honores de Filosofía Mental y Moral, en donde se incorporaron cursos de economía.  Luego le siguió la creación de una nueva cátedra de economía política a la que le asignaron recursos permanentes y el profesor titular fue Henry Fawcett, él fue designado en 1863. En 1866 Stanley Jovons se convirtió en profesor de lógica y Filosofía Mental y Moral y conferencista Cobden de economía política en Owen’s College en Manchester, posición que conservó hasta convertirse en 1875 en profesor de economía política en el University College, de Londres. (Guillerbaud, 1955)
Al margen de la creación de la cátedra en Edimburgo en 1871, Liverpool en 1891 y Glasgow en 1896, no hubo mayores acontecimientos hasta el principio del siglo XX, con excepción de la Escuela de Economía de Londres, que se fundó en 1875 y que para 1900 se convirtió en el colegio integrante de la recién organizada Universidad de Londres.
La creciente tendencia a la instauración de la cátedra se da a partir de 1900 en donde surgieron numerosos puestos de conferencistas en economía, la mayoría de ellos conectados con los departamentos de comercio en universidades como Manchester, Brimingham y Leeds.
En 1903 Alfred Marshall en Cambridge después de múltiples esfuerzos logró divorciar la economía de la filosofía, de la moral, de la lógica, así como de la metafísica. La universidad en su remplazo instituyó un programa separado de economía política. Señala Guillerbaud (1955) “De este modo, por primera vez en Cambirdge, a la economía le fue dado un lugar pleno en el currirulum universitario, junto a las grandes materias de estudio (Cano, 2016). Fue en el mismo año de 1903 cuando se estableció en la Facultad de Artes de Manchester una Escuela de Méritos y Ciencias Política; el año siguiente, se fundó ahí la Facultad de Comercio, en la que se consideró a la economía política como materia central en los cursos para el grado de bachiller en comercio” 
Lo cierto es que en el Reino Unido el número de estudiantes, profesores y escuelas para la formación de economistas era bastante limitado hasta antes de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), con excepción de las escuelas de Economía de Londres y Cambrige, y cuando esta se enseñaba, se ponía como complemento de los programas de Historia y la Filosofía.
El caso de Oxford es especial, ellos contaban con un diplomado en economía, pero este no era de la categoría de mérito. Después de finalizada la “Gran Guerra” en 1918, la enseñanza de la economía logró en el país una gran expansión, Oxford nuevamente tomo la iniciativa y creó una Escuela de Méritos en Filosofía, Ciencias Política y Economía, que ayudó a que en esta universidad florecieran un grupo de jóvenes economistas.
Otro aspecto importante fue la creación de la Real Sociedad Económica inglesa (Royal Economic Society) que se fundó en 1890, y que dio origen a la publicación Economic Journal en 1891. El Quarterly Journal of Economics de la Universidad de Harvard circuló desde 1886 y el Journal of Political Economy de la Universidad de Chicago desde 1892; también en otros países existían publicaciones periódicas sobre temas económicos, especialmente en Alemania. Con anterioridad a la fundación del Royal Economic Society, fue fundada la American Economic Association en 1885 por Richard T. Ely, de allí salieron varias publicaciones entre las cuales se destacaba la American Economic Review y el Journal of Economic Literature. (Guillerbaud, 1955)
Por otra parte, al terminar la guerra la Escuela de Economía de Londres contaba con 12 profesores en economía y en ciencias sociales, con la creación en 1919 del grado en comercio, el número de estudiantes aumentó y como consecuencia lo hizo el número de profesores, extendiendo la enseñanza de la economía a programas como leyes, contabilidad y geografía entre otros.
Desde 1945 la enseñanza de la economía en las universidades británicas tomó fuerza, parte de ello se debió a la inyección de recursos que el gobierno puso a disposición de ellas, con el fin de fomentar la investigación en las ciencias sociales, o lo que se llamó “subvenciones marcadas” para las ciencias sociales. (Guillerbaud, 1955).

  • Histórica y Enseñanza de la Economía en Alemania. La investigación realizada por

Friedrich Lütge y Erich Preiser (1956), muestra cómo se desarrolló de la enseñanza de la economía en Alemania aclarando, como lo hacen los autores, que solo se trata de la República Federal Alemana, ya que la zona soviética manejaba un modelo diferente de enseñanza de la Alemania Federal, pues excluía el examen de la enseñanza de la economía a toda la Nación. Los investigadores también aclaran que la información pertinente a las universidades de la Alemania Occidental les fue difícil de conseguir, esto como consecuencia de la estructura economía presentada desde 1945.
Un dato esclarecedor y diciente de la enseñanza de la economía en la Alemania Occidental es el que se sustenta en la vida universitaria alemana, y que se encuentran compendiadas en la expresión Akademische Freiheit (libertad académica).
Lo importante de esta expresión y su carácter de esencialidad es la autonomía y autoadministración de las universidades, así como el desarrollo de la cátedra en los docentes. Sin embargo, los intentos fallidos por parte del Estado de restringir este hecho han permitido desde el siglo XIX, que las universidades alemanas sean capaces de preservar su independencia de manera relevante. La Akademische Freiheit posee la particularidad que privilegia la investigación y la enseñanza. Lütge y Preiser dicen que esto incluye la Studienfreiheit, o sea la libertad de elección del estudiante de tomar cualquiera de los cursos que desee y de esta manera organizar su plan de estudio de acuerdo a su gusto, así mismo los estudiantes pueden elegir la universidad que deseen y cambiar libremente de lugar de estudio en el momento que lo quiera hacer. La educación universitaria en Alemania no solo tiene como propósito ser el medio de preparación para una profesión específica, también debe ser un instrumento de educación general, esto es acorde con los principios académicos alemanes. Lütge, F Y Preiser, E (1956)
Alemania después de la segunda Guerra Mundial, no fue la misma, la vida universitaria se enfrentó a múltiples dificultades. En cuestión de infraestructura la guerra acabó con parte de las edificaciones e institutos, los destruyó de manera parcial o total. Las bibliotecas habían encarnado la realidad del conflicto bélico y tuvieron fuertes pérdidas. Los estudiantes que recurrían a lo que quedaba de los claustros universitarios, se dedicaban principalmente a una instrucción de tipo vocacional, viéndose en ocasiones, obligados a continuar sus carreras de manera deprimente, compartiendo sus estudios con el trabajo o Werkstudenten. Pero a esto hay que agregarle que muchos de los estudiantes de la posguerra no habían completado los niveles generales de instrucción o habían declinado sus aspiraciones, en parte por el sometimiento del Raich nazi. En este sentido las universidades se vieron obligadas a introducir programas de educación general o stadium generale para subsanar esta dificultas y cubrir las deficiencias. A todos estos problemas debían sumarle los escases de profesores.  Lütge, F Y Preiser, E (1956). Pero ¿cómo fueron los inicios en torno a la enseñanza de la ciencia económica?

  • Los Inicios de la enseñanza de la Economía en Alemania.  Su desarrollo tiene sus raíces en

el sistema comercial de los siglos XVII y XVIII. Tanto los economistas clásicos como la fundación dada por Adam Smith llevaron a que se hiciera una reforma conducente a mejorar el entrenamiento en la formación universitaria.  También hay que indicar que la enseñanza de la economía había recibido desde principios del siglo XIX un estímulo fuerte de áreas del conocimiento como la Historia y la Filosofía, al igual que ocurrió en Inglaterra.
Por consiguiente, los inicios de la nueva ciencia nacen bajo el amparo de las facultades de Filosofía, por lo tanto, era considerada una rama de ésta. Trascurrido varios siglos, algunos de estos preceptos todavía existen, como en el caso de Hidlbertg.
Luego la economía se mezcló con el derecho y se formalizaron facultades conjuntas (Rechts-und Staaswissenschaftliche Fakultat o Rechtsund Wiertschftswissenchaftliche Fakultat), individualmente en la primera década del siglo XX. Las ramas fueron independientes en cuanto a la instrucción. Luego de la Primera Guerra Mundial algunas universidades crearon facultades separadas de Economía y de Ciencias Sociales (Wirtschafts-und Sozialwissenschaftliche Fakultat), como Colonia y Fráncfort, pero otras en cambio como la Universidad de Múnich, continuaron con la tradición, incluso combinando la economía con el arte forestal dentro de la Facultad de Economía Política, esto según Lütge F y Preiser. E. (1956)
Por muchos años el número de estudiantes de economía, era muy inferior al de quienes estudiaban leyes. La preparación de los futuros economistas se sustentó en gran medida en la diversidad de materias que abordaban el campo del derecho, tanto así que se les apodaba “juristas en vía angosta” o Schmalspurjuisten.  Esta situación cambió cuando se introdujo un examen que permitía acceder al grado especial para economistas o Diplim – Volkswirt.  A mayor autonomía por parte de la Ciencia económica, el número de estudiantes se incrementaba.
La otra economía que se enseñaba de manera paralela era la economía de los negocios, la que se desarrolló y enseñó en los colegios comerciales o handelshochulen que surgieron en las escuelas secundarias con entrenamiento especial comercial o Hohere Handelsschulen.
Además, para Lütge F y Preiser. E (1956), las Universidades de Colonia y Fráncfort se originaron en las Handelshochsulen.  La Handelshochsulen de Múnich se anexó a la primera Escuela de Tecnología de Múnich, y luego de la Segunda Guerra Mundial, se transformó en parte de la Facultad de Economía de dicha universidad.

  • Inicios de la Enseñanza de la Economía en España. Los antecedentes de la enseñanza

de la economía en España aparece en la Universidad de Granada, una de las más antiguas del país. Fue precisamente esta universidad una de las primeras en adaptar la enseñanza de la Economía en sus planes de estudios, como quedó reseñado en el trabajo de López C (2006).
La Ciencia de la Economía como parte de la facultad de leyes comenzó a enseñarse en 1807 con la denominación de “Economía Política”, cuando ya esta facultad contaba con nueve años de funcionamiento, luego de la primera etapa que abarcó de 1807-1845. La enseñanza de la cátedra se vio inmersa en las circunstancias que el país venía atravesando y con la Ley de Instrucción Pública del 9 de septiembre de 1857 conocida como “Plan Mayono o Ley Mayano”, se consolidó un proceso de institucionalización de la economía ligada al mundo jurídico, donde empiezan a incluir contenido económico, pero al margen de otras materias. Se destacaron algunos contenidos en asignaturas de Agricultura y Comercio que eran materias importantes para la época. Berzosa, C (2016).  Sin embargo, aparecen en los anales de la historia de la enseñanza de la economía en España otros antecedentes -  no menos importantes por su puesto -  fueron que con la Primera República en España, se introdujo en el Nuevo Plan de Estudios en 1874, concentrándose más en contenidos económicos, pero en la línea del derecho como se mencionó; decía Lorenzo Normante en la cátedra de Economía Civil y Comercio de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Zaragoza, el 24 de octubre de 1784 “la utilidad de los conocimientos económicos – políticos, y la necesidad de su estudio metódico” en su discurso de inauguración de dicha catedra. Berzosa, C (2016).
Todo inició durante el periodo de la época ilustrada en España y el primer paso para la implementación de la cátedra al estudio de la economía civil fue de la Sociedad Económica Aragonesa.  En sus inicios la cátedra era de poca monta, ya que no se consideraba que tuviera cabida en las universidades encasilladas como “viejas Bastillas” y hubo que esperar hasta los primeros años del siglo XIX, para que las facultades de derecho se convirtieran en las encargadas de incorporar en sus planes de estudios la catedra. También se enseñó a partir de los autores extranjeros, pero fue tomando su propio rumbo en la medida en que iban saliendo las primeras producciones científicas. Los problemas derivados de los primeros años de la enseñanza se vieron reflejados en una situación compleja, ya que hubo una drástica caída en la calidad de las publicaciones de los profesores y a esto se sumó el peso de la inexistencia de personas dedicadas exclusivamente al estudio y enseñanza de esta cátedra. Esto por su puesto, empobreció la formación de los economistas en los últimos años de siglos XIX. Berzosa, C (2016)
Hasta bien avanzado el siglo XVIII, en las facultades de leyes de Cánones, la atención de los docentes era mínima y escasa la asistencia de los estudiantes, como se advertía en el informe elaborado por el Claustro granadino a la instancia del Consejo de Castilla, con fecha del 3 de noviembre de 1767. Pero esto comenzó a cambiar con la Real Orden del 26 de septiembre de 1768, en la cual se concedía a las universidades y los locales del colegio de los Jesuitas de San Pablo y se donaba la biblioteca.
En Granada se introdujo la disciplina con la denominación de “economía política” -como se hizo mención en líneas anteriores- y el primer texto que se propuso para su enseñanza fue la Riquezas de las Naciones de Adam Smith, esto claro está, mientras se hacia la traducción de libro el Tratado de Say.   Finalmente, en la época de la Restauración, el Nuevo plan de Estudios en 1880 ya apareció una asignatura que incluía el nombre de “economía” en su título, aun así, siempre ligada a la rama del Derecho o complementando ramas como Geografía e Historia. Nunca fue independiente de otras materias. Berzosa, C (2016)
Ya, a inicios del siglo XX, la enseñanza de la ciencia fue muy parecida al siglo anterior. Pero fue a partir de la guerra civil española cuando la Economía empezó a tener un papel diferente. Durante la dictadura de Francisco Franco, la enseñanza de la Economía se enfocó al ámbito femenino, focalizándose en asuntos domésticos. Se enseñaba como administrar los recursos familiares siempre centrado a actividades femeninas, los contenidos eran básicos y alejados al público masculino de la época. Para 1970 cuando se aprobó la Ley General de Educación donde la enseñanza de la Economía estuvo presente por medio de la formación en Economía e Historia9 .

  • Inicios de la Enseñanza de la Economía en Portugal 10.  El hecho se remonta a la época

de los descubrimientos, a finales del siglo XV y la primera parte del siglo XVI, para situar históricamente el punto de partida, la enseñanza de la economía en Portugal. Lisboa, por este motivo, se había convertido en uno del principal centro del comercial mundial. Esto sólo fue posible dada la existencia de una organización empresarial adecuada y de unos soportes contables que reflejaban las transacciones realizadas, desafortunadamente, con el terremoto de Lisboa en 1755 desaparecieron gran parte de los documentos de aquella fecha, lo que hace imposible un análisis detallado de lo que ya existía para entonces. Regojo V (1989).
A finales del siglo XV tuvo lugar, tanto en España como en Portugal, otro hecho de importantes consecuencias y fue el haber expulsado a los judíos, en este país por parte el Rey don Manuel I.  Los judíos dirigían las principales casas comerciales, y también eran los que ejercían la actividad bancaria que servía de apoyo a las operaciones comerciales. Se llevaron proactivamente la totalidad de sus libros comerciales y se creó un vacío de conocimientos económicos a raíz de esta expulsión. Esto de alguna manera explica por qué fueron los ingleses y holandeses, los que se convirtieron en los grandes beneficiaros materiales del esfuerzo de españoles y portugueses en el campo de los descubrimientos marítimos, ya que en estos dos países se exiliaron parte de los judíos que salieron de España y Portugal.  El pensar que eran despreciables e indignos de los espíritus superiores aquellas actividades comerciales y bancarias, y todo de lo que de ello de desprendiera. Regojo V (1989)
El terremoto de 1755, al que se hizo referencia, asoló Lisboa, la capital portuguesa. El marqués de Pombal, nombrado primer ministro, fue el que se encargó de levantar Portugal, que había quedado arruinado. Su política económica se basaba en la expansión comercial, en el establecimiento de nuevas industrias y en la conquista de nuevos mercados.
Después de tres años de haber ocurrido el terremoto, se elaboró por primera vez en Portugal y de pronto en Europa la primera reglamentación contable.
Para 1759, se crea el primer centro de estudios sobre la empresa. Esta se trataba de la “Aula de comercio” donde se formaban, en un curso de tres años, los cuadros superiores, tanto de las empresas como de la Administración pública. Algunos Historiadores consideran que estas “Aulas de comercio” fueron el primer lugar donde se impartieron los conocimientos económicos y empresariales de la época en el que el pensamiento económico se focalizaba exclusivamente en la macroeconomía; las empresas células del tejido económico y cuya estructura interna poco interés despertaba a los economistas. Regojo V (1989).
Con el advenimiento de la “Revolución Industrial” se hizo énfasis en las organizaciones de tipo productivo y en masa. Fue precisamente desde la contabilidad donde se dieron los primeros pasos al análisis sistémico de las empresas, así como de su estructura, también de sus actividades internas y externas. Estos contadores no solo se dedicaban a hacer los registros contables correspondientes, también analizaban la sucesión lógica de los hechos en el tiempo y los integraban en el conjunto de operaciones que se desarrollaban en a la empresa, en otras palabras, eran los primeros economistas portugueses.
La enseñanza de la economía y su consideración en la universidad portuguesa y en Europa, en sus inicios, encontró resistencia y se adhirió a los programas de Filosofía e Historia, como se hizo también en Inglaterra, Alemania y España; posteriormente se trasladó a las facultades de jurisprudencia, como materia anexa al plan de estudio, con el nombre de Economía Política. Es importante señalar que muchas de las universidades existentes en Portugal, ponían resistencia y tampoco permitían que se incorporara en sus programas. Sin embargo, en Portugal el proceso se resolvió con mayor facilidad que en el resto de Europa, dada la existencia de la “Aula de Comercio” creada por el marques Pombal, quien inició sus actividades en 1759. Regojo V (1989)
Es en 1930 dos siglos después cuando se creó la Universidad Técnica de Lisboa, y se fundó el Instituto Superior de Ciencias Económicas y Financieras, que concedía licenciaturas que comprendían cuatro secciones diferentes: aduanera, diplomacia, financiera y administración comercial. Se dio el primer paso formal de titulación en Economía en Portugal.
Para 1949, las especialidades de este Instituto se dividieron en dos: La superior de Finanzas que se enfocaba principalmente a aquellas personas que estudiaban gestión Empresarial y la Superior de Economía que centraba su atención en materia de economía política. A partir de 1972 el Instituto pasó a denominarse Instituto de Economía y Organización y Gestión de Empresas.
Previo a esto en 1953 se había creado la Facultad de Economía de Oporto, que también formaba licenciados en Economía.
Un caso al margen de Europa es el de los Estados Unidos de Norteamérica que se reseña a continuación.

  • Inicios de la Enseñanza de la Ciencia Económica en los Estados Unidos. A partir de

la llamada “Segunda Revolución Industrial” (1850-1914) fueron muchos los países, particularmente de Europa los que comenzaron a incorporarse en esta dinámica industrial: Francia, Alemania, Bélgica, por mencionar algunos. Ya Inglaterra tenía un terreno abonado que venía desde el siglo XVIII con la llamara “primera revolución industrial” (1760-1850). Pero lo más destacado fue el crecimiento y adaptación que tuvo Estados Unidos, para consolidarse luego como la principal potencia en crecimiento y desarrollo industrial. Esto ocurrió después de su guerra de independencia (1776) que al seguir los pasos de quienes los habían dominado, lograron en un corto tiempo lo inimaginable, convertirse en una potencia industrial a nivel mundial.
La escuela estadounidense de economía no es otra cosa que el legado y pensamiento de uno de sus hombres más ilustres Alexander Hamilton, quien en uno de sus escritos (Informe sobre las manufacturas) le mostró a los Estados Unidos que la autosuficiencia era condición sine qua non para tener una independencia total. Cubrir la demanda local y generar excedente para exportar, ya había sido propuesto por Adam Smith en La riqueza de las naciones, que curiosamente su publicación coincide con la independencia de los Estados Unidos.
Las raíces del sistema económico propuesto por Hamilton correspondieron primero a los sucesos de regímenes como los de Isabel I en Inglaterra y los de Colbert en Francia, pero con un rechazo frontal al mercantilismo en el sentido de la búsqueda de colonia para los mercados.  Otro importante pensador Henry Clay, se conoce en la Historia como el Padre del sistema estadounidense, quien consiguió unir el país en todos sus frentes (norte, sur, oriente y occidente), pero lo más destacado fue la unión entre el campo y la ciudad.George D. P, (1831)
Friedrich List (1786-1746) y Henry Carey (1793-1879) pueden considerarse los principales exponentes del desarrollo de la economía del país del norte. List por ejemplo fue uno de los principales economistas en Alemania y en los Estados Unidos a mediados del siglo XIX, y a él se la atribuye el uso del concepto “Sistema nacional”, que aparece en su libro “El sistema nacional de la economía política.” List, F (1997).   Por su parte Carey le dio el nombre de “Armonía de interese” Carey, H. (s.f) y los términos aparecen igual en el libro que lleva el mismo nombre; esto correspondió al hecho de que debía existir una armonía permanente en quienes dirigen y entre quienes trabajan, pero también esa armonía debe encontrarse en los sectores del comercio, la manufactura y la agricultura. Otro término que se atribuye a Clay es “sistema estadounidense” o Amerincan System y correspondió a la escuela del pensamiento, se empleó este nombre para poderlo diferenciar de la obra de Smith ya mencionada La riqueza de las naciones.  Esta escuela de pensamiento, se enfocaba en tres aspectos sustanciales: Apoyo a la industrial; Creación de infraestructura física y un sólido sistema financiero. Kaplan, A. (2014)  
Así mismo el Estado jugó un papel importante para el desarrollo de la economía de Estados Unidos, y posterior consolidación de las Facultades de Economía de ese país. La misión del gobierno de moneda fiduciaria es un ejemplo, y esta se encuentra asociada a la escuela estadounidense desde 1830 en adelante. Esta política tenía sus raíces en la época colonial norteamericana, cuando esta moneda que recibía el nombre de “Colonial Scrip” era medio de intercambio entre la comunidad local.
La Historia de los Estados Unidos, muestra que la primera escuela de Negocios asociada a la enseñanza de la economía fue la Escuela de negocios de Warton, adscritas a la Universidad de Pensilvania, que hoy día es considerada una de las escuelas líderes y de mayor prestigio del mundo; el título que otorgaba era el de Bachelor of Science economic. Cano C (2016).  Joseph Wharton fundó esta escuela en 1881 y fue como se mencionó la primera escuela de economía, con un aporte inicial de $100.000 dólar permitió la creación del centro docente. Era un innovador y visionario, su principal objetivo fue “impartir una educación liberal en todas las materias relacionadas con las finanzas y la economía”. Pero más que un visionario altruista, fue también un profesor y escritor de libros de negocios (considerado uno de los pioneros en este tema), estableció el primer centro de investigación de la escuela de economía, creó el centro para espíritu emprendedor, también se le atribuye la creación del primer programa en gerencia internacional, así mismo la creación de la maestría en administración en servicios médicos y propiedad inmobiliaria. Cano C (2016).
Ya, a inicios del siglo XX, muchos analistas y expertos estudiaron las operaciones comerciales con la esperanza de hacerlas más eficientes. Entre los más conocidos se encontraban empresarios privados como Frederick W. Taylor y sus colegas de la Taylor Society, pero las universidades también dedicaron su atención al estudio de la empresa comercial. Harvard era un líder en el estudio práctico del negocio. La Escuela de Graduados de Administración de Empresas de Harvard, fundada en 1908, creó la Oficina de Investigación Empresarial en 1911 para recopilar información sobre las operaciones comerciales. La escuela de negocios de Harvard estaba a favor del método del caso, que en realidad consistía en escribir y enseñar historias cortas y empíricas de empresas o industrias individuales. Los defensores del enfoque de estudio de casos esperaban enseñar principios de gestión al hacer que los estudiantes debatieran y analizaran situaciones y problemas específicos enfrentados por gerentes y ejecutivos individuales. Cano C (2016).
Otro esfuerzo de principios de siglo XX en Harvard para proporcionar información práctica a los empresarios fue el Servicio Económico de Harvard, una agencia de predicción alojada en el departamento de economía de la universidad. El Servicio Económico de Harvard fue guiado por economistas y estadísticos que enfocaban sus esfuerzos en la economía en general, más que en las empresas individuales. El servicio vendió una revista mensual de las estadísticas económicas y, a partir de 1922, un boletín informativo semanal sobre las condiciones económicas generales, y ofreció avances de la actividad empresarial y, con menor frecuencia, predicciones bursátiles. En 1924, el Servicio de Economía de Harvard tenía un personal de cuarenta y tres trabajadores y estaba vendiendo 2.400 suscripciones a su boletín por un precio de $ 100 por año (aproximadamente $ 1,000 hoy). Sus clientes eran principalmente presidentes de empresas, tesoreros y otros ejecutivos de empresas relativamente grandes (la mayoría con activos de más de $ 500,000). Cano C (2016).
 El Servicio Económico de Harvard fue un esfuerzo temprano en el desarrollo de las ciencias sociales. El grupo de Harvard siguió un nuevo tipo de investigación histórica, basada en datos de series de tiempo. El grupo estaba más interesado en recopilar y analizar series de datos estadísticos con fines prácticos, que en el avance de la comprensión teórica de los ciclos económicos. En 1928, el director del Servicio Económico de Harvard, Charles J. Bullock, escribió al presidente de Harvard, A. Lawrence Lowell, que "(…) el Servicio Económico de Harvard, ya ha hecho mucho para llamar a la teoría económica desde el cielo y hacer Viaja a lo largo de la carretera sólida de hecho verificable y mensurable. "11
El estadístico Warren Persons creó el modelo de predicción de Harvard en los años inmediatamente anteriores a la Primera Guerra Mundial, cuando tenía cuarenta años. Al estudiar cuidadosamente los datos económicos de 1903 a 1914, Persons desarrolló un modelo de "retraso" para explicar el cambio macroeconómico. La tabla de pronósticos de Harvard se hizo famosa por sus tres curvas (denominadas A, B y C), representando actividad en las áreas de especulación, actividad empresarial general y banca. Las personas interpretaron su gráfico de tres líneas a través de un proceso de analogía histórica, que sostenía que un estudio empírico de los ciclos de auge y caída anteriores era el mejor enfoque para entender los futuros.
Junto con Wesley Clair Mitchell en Columbia e Irving Fisher en Yale, el grupo de economistas de Harvard promovió un riguroso enfoque empírico para comprender las fluctuaciones económicas. Bullock, en especial, alentó a economistas prominentes de Europa a interesarse por el estudio práctico de los ciclos económicos. El Servicio de Economía de Harvard trabajó con John Maynard Keynes, Lucien March, Corrado Gini, Ernst Wagemann, Friedrich Hayek y otras figuras importantes. Después de su visita a los Estados Unidos a principios de la década de 1920, Hayek recordó más tarde que "gran fascinación, por supuesto, se ejercía en ese momento por los intentos de pronóstico económico en particular los barómetros económicos del Servicio Económico de Harvard"12 .
Como se pudo evidenciar los inicios de la enseñanza de la economía en Europa se dieron entre los siglos XVIII y XIX paralelos al desarrollo de la Revolución industrial. El caso de Estados Unidos es diferente, ya que se dio, no solo paralelo a la misma revolución, sino también a su independencia y se despliega en la consolidación del Estado Nación. Estos sucesos, no solo sirvieron como modelo a los países latinoamericanos para la búsqueda de su independencia, sino que se convirtieron en referente para la enseñanza de la economía, eso sí, de manera tardía como se verá en el siguiente apartado, con dos ejemplos para el análisis: México y Argentina.  

  •  Evolución Histórica de la Enseñanza de la Economía en algunos países de América Latina.

La enseñanza de la economía como disciplina al igual que muchas otras profesiones en América Latina inició de manera tardía, es tanto, surgió como una preocupación por parte de la CEPAL, que se vio reflejada en un pronunciamiento en 1949 así:

“LA COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMÉRICA LATINA, EN JUNIO DE 1949 EMITE EL SIGUIENTE COMUNICADO:
En el segundo periodo de sesiones la comisión cepalina, consideró importante abordar el tema de las investigaciones económicas, así como la formación de economistas, en su resolución del 10 de junio de 1949 decía:
“La comisión económica para América Latina, considerando, que es indispensable un mayor conocimiento de las orientaciones modernas de la economía, especialmente en cuánto a problemas económicos concretos; Considerando: Que muchos países latinoamericanos carecen del número necesario de economistas debidamente preparados, lo que dificulta la formación y ejecución de planes de fomento de la economía, y especialmente la utilización de los recursos económicos de los países  de América Latina;  Considerando que las investigaciones económicas llevadas a cabo principalmente por los países industrializados no siempre utilizables en la interpretación correcta de los problemas económicos latinoamericanos;
Reconociendo: que existe intima correlación entre la labor de investigación de la Secretaría de la Comisión y el desarrollo general de las investigaciones económicas en la región;
Solicita del secretario ejecutivo, que, en la colaboración de los órganos especializados competentes y en consulta con el Consejo Interamericano Económico y Social:

  • Lleve a cabo un estudio acerca de los medios disponibles en América Latina para la investigación económica y la formación de economistas, con el fin de determinar las necesidades de este proyecto;
  • En vista de este estudio, formule propuestas concretas al secretario general sobre las necesidades conducentes a la satisfacción de dichas necesidades.” Cepal (1949).

Luego las directrices emitidas por la CEPAL parece que algo cambión, ya que los países latinoamericanos comenzaron a consolidar sus programas en economía. Algunos ya lo habían hecho como México, Chile o Argentina, pero Colombia se había quedado rezagada.
En este apartado se abordará precisamente ese impacto y recorrido que ha tenido la economía y su enseñanza en países como México y Argentina.
Para América Latina era importante tener en cuenta aspectos sobre la enseñanza de la economía en las universidades, pues ya habían transcurrido algunos años desde que algunos países y universidades, comenzaron a enseñar la ciencia económica en Latinoamérica, como se verá más adelante los programas que recogían materias en economía, “economía política” o “economía del hogar”, fueron el derecho, la geografía o historia. Pero había un área interesante de esta ciencia que para 1952, era objeto de análisis la “Economía Industrial” el egresado de estos programas en América Latina, tenía dentro de sus objetivos planear eficientemente la industria nacional, esto quiere decir que la propuesta iba orientada a acercar a los países a la industrialización. También buscaba promover con éxito la creación de una industria específica; resolver adecuadamente problemas de organización científica de estas actividades económicas; y administrar correctamente empresas productoras de materias primas, servicios y productos manufacturados. En otras palabras, no existía una diferencia claramente marcada entre la administración de empresas y estos programas; también habría que sumarle a esto, la similitud con la profesión de ingeniería industrial.
Se consideraba que quienes tuvieran formación en esta disciplina específica, tendría las suficientes capacidades para analizar y darle curso a las organizaciones, pero por encima de esto, mejorar la situación económica de la producción industrial de la región, para enfrentar la producción mundial. Ortega, M. R (1952)
Las diferentes universidades tenían presente que era de vital importancia darle preferencia a la Cátedra de Economía Industrial, sobre todo dentro del grupo de economía aplicada, permitiendo así, hacer un ajuste a los diferentes programas de economía, buscando la factibilidad de formar personal, que más adelante, serían los encargados de enseñar la cátedra.
Se entendía que los profesionales en Economía, debían tener conocimientos para localizar correctamente un establecimiento industrial y empezar a aplicar las normas en la producción, era también indispensable, ayudar a reducir los costos de producción para que pudieran competir en los mercados locales e internacionales. Pero no bastaba con esto, también era necesario entregarles herramientas de racionalización industrial en aspectos referentes a materias primas, también en energías naturales, el trabajo y el capital. El propósito era que las organizaciones fueran más eficientes y brindaran a los inversionistas rendimientos económicos superiores. Ortega, M. R (1952)  Esto contemplaba incluir entonces un volumen adecuado de enseñanzas que tuviese relación con los sistemas económicos que requería la industria para poder desenvolverse. Es claro que ya las universidades de América Latina habían identificado el vacío que existían para insertar la industria en el ámbito mundial. Los programas no estaban cumpliendo con las condiciones que demandaba el medio y era urgente hacer los cambios correspondientes para solucionar esta dificultad - Se sigue aquí ratificando que no existía diferencia marcada entre el accionar de los Economistas, los Administradores de Empresas y los Ingenieros Industriales. Cano C (2016).
Solo fue después de la década del sesenta con la creación de los centros de estudios económicos, cuando se estableció una clara diferencia entre cada una de estas disciplinas.
Para 1965 13 en la tercera reunión de Facultades y Escuelas de Economía de América Latina, que se llevó a cabo entre el 7 y el 11 de junio en la Ciudad de México, los temas se orientaron hacer un examen crítico sobre el estado de la enseñanza de la Economía en los países latinoamericanos, enfocados en la forma de alcanzar que los economistas, unidos, pudieran cumplir con la responsabilidad que la disciplina demandaba. 
En el acto inaugural un delegado el licenciado Flores de la Peña expresaba “(…) La mayoría de las contribuciones teóricas sobre el desarrollo económico tienen un carácter apologético y dogmático(…)” “(…) Somos los economistas de los países subdesarrollados los que tememos la obligación de formular un cuerpo de conocimientos que sean resultado de la observación y la experiencia(…)Esta no es una responsabilidad pequeña ni exenta de peligros, pues es fácil que aun con un razonamiento riguroso se llegue a conclusiones erróneas si se parte de premisas falsas (…)”
A esta reunión asistieron universidades de México, Venezuela, El Salvador, Perú, Honduras, Guatemala, Ecuador, Chile, Bolivia, Argentina y Colombia. Fue entonces a partir de estos encuentros como se identificaron los problemas existentes entre la academia y las organizaciones, pero también se reiteraba la necesidad de salir del subdesarrollo e insertarse en el ámbito mundial, hoy todavía el discurso va orientado a lo mismo y esto es parte del de la propuesta de quienes cuestionan la profesión.

  • Inicios de la Enseñanza de las Ciencias Económicas en México. Según los estudios

realizados por Silva J. H (1954) en México se da inicio a la idea de consolidar la enseñanza de la economía en su país cuando se ve la necesidad de encontrar respuesta a una serie de comportamientos económicos que necesitaban interpretación, análisis y pronostico; un grupo de licenciados en derecho que se habían formado de manera autodidacta en los estudios económicos, en 1925, encontraron después de la revolución, que su país necesitaba capacitación desde lo técnico y científico para que aportaran y ayudaran a concreta la política económica, de tal manera que se encausara a la nación por un nuevo rumbo acorde con el pensamiento contemporáneo.
En 1928 se organizó por iniciativa de las Bibliotecas y de los Archivos Económicos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en México, una biblioteca que contaba con más de cinco mil libros, y abrió sus puertas a los lectores el 1 de octubre de ese año, entre esa fecha y 1954, prestó unos servicios muy valiosos para los estudiosos que allí se concentraban, y contaba con las últimas novedades de los autores de mayor renombre en el campo de la profesión. Luego fue tomando forma este proceso hasta que se publicaron cuatro números de la Revista Mexicana de Economía, que tenía un tiraje trimestral y en donde se analizaban buena parte de los problemas económicos nacionales.
A partir de la iniciativa de estos jóvenes brillantes, nació la idea de crear en México una escuela que se encargara de la enseñanza de la Economía. Silva J. H (1954)
Para 1929 ya la idea había tomado forma y empezó a operar la Escuela Nacional de Economía, cuyo primer rector fue Don Antonio Castro Leal y el director de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Don Narciso Bassols. Fue difícil llevar a cabo las primeras actividades ya que no se contaba con el número de profesores necesarios o en otras ocasiones como la ocurrida en el año de 1930, muchos profesores para un solo estudiante, Silva J. H (1954). Esta situación hizo pensar en varias oportunidades en cerrar la sección de Economía. Pero a esta situación descrita también había que sumarle el inconformismo por parte de algunos grupos de profesionales que veían a estos futuros economistas como sus competidores. Estas dificultades se fuero solucionando poco a poco, aunque en algunas oportunidades parecían insuperables. Para 1934 ya el número de profesores, así como el de estudiantes estaban en buena proporción e iniciando el año 1935, cuatro de los estudiantes cumplieron con el requisito para obtener su licenciatura en Economía. Por el interés y entusiasmo de Don Enrique Gonzáles Aparicio ese mismo año la Sección de Economía y se trasformó en Escuela Nacional de Economía, que era un centro de enseñanza independiente dentro de la Universidad de México. Esto permitió que se asegurara el desarrollo autónomo de la Escuela y se comenzó a elaborar el plan de estudios; también se reforzó la planta de profesores y estudiantes y por encima de todo, quedaron claros los propósitos que perseguía la Escuela, que no era otra, que formar economistas profesionales al servicio del país.
Para el año de 1940 fueron organizados los laboratorios, así como el instituto de Investigaciones Económicas, cuyo propósito era prestarle ayuda a los estudiantes para que ellos conocieran todas las fuentes de información a las cuales podían acceder, también para capacitarlos en asuntos concernientes a la interpretación, análisis y elaboración de estadísticas y la escritura de monografías, así como en la producción de tesis profesionales.  Esto permitió que surgiera la revista Investigaciones económicas en 1941, que es un órgano de divulgación perteneciente a la Escuela.
El señor Daniel Cosío Villegas, en 1936 fundó una pequeña editorial que ponía al alcance de los estudiantes de ciencias económicas, en lengua castellana los libros escritos en la disciplina. Este era el Fondo de Cultura Económica que sigue vigente hasta el día de hoy, y se consolidó como una de las más importantes editoriales de América Latina 14.
Con estos antecedentes fueron tomando forma los diferentes programas de economía en México que luego se atomizan en todas las regiones cubriendo la falencia que había identificado la CEPAL en América Latina a finales de la década de los cuarenta. Otro país que dio inicio a sus programas de formación en economía fue Argentina y se abordará a continuación.

  • Inicios de la Enseñanza de las Ciencias Económicas en Argentina.  Al igual que los

otros países la enseñanza de las ciencias económicas en Argentina no surge de la noche a la mañana, tiene sus antecedentes centrados durante el periodo de la colonia a finales del siglo XVIII e inicios del XIX. Actis D. E. (2005)
Lo mismo que otras profesiones en Latino América la ocupación no contaba con un estatus social como la medicina, la ingeniería o el derecho; era considerada una profesión de menor categoría. 15 En 1890 se creó la Escuela Superior de Comercio “Carlos Pellegrini”, pero no fue sino hasta 1913 cuando se dio el primer paso para la consolidación de la primera Facultad de Ciencias Económicas en la Universidad de Buenos Aires (UBA) a través de la Ley Nacional No. 9254 de ese año. Actis D. E. (2005).   Con este paso la Facultad fue evolucionando y con el trascurrir del tiempo ciudades como Córdoba y Mendoza, ya contaban con Escuelas de Comercio, sin embargo, no fue sino hasta 1945 con la gestión y persistencia de Raúl Prebisch, cuando se logró separar las carreras de Contador Público y Licenciado en Economía.
Pero no todo fue fácil como aparenta. Manuel Belgrano (1770-1820) cuando ocupaba el cargo de secretario del Real Consulado de Buenos Aires, fue quien quiso dar el primer paso e intentó darle estatus a la Ciencias Económicas en Argentina. El primer proyecto de creación lo presentó en la “memoria” del Virreinato del Rio de la Plata el 15 de junio de 1796. Buscaba la creación de una escuela mercantil. Sus intentos fueron recurrentes y en diversas publicaciones dejó ver su deseo, un ejemplo se encuentra en el “Correo del Comercio”, sin embargo, esta iniciativa fue rechazada por la Corte de Cádiz, quien para la época era la mayor autoridad en la materia. 
Con el correr del tiempo hubo otros intentos, el caso del ex militar napoleónico que se exilió en Argentina, Amadeo Brodart, fundó una escuela de comercio que no duró mucho tiempo, puesto que los recursos que solicitó para su funcionamiento le fueron negados, esta situación se presentó durante el gobierno de Las Heras (1824 – 1826). Actis D. E. (2005)
Durante la administración de Bernardino Revadavia en la Universidad de Buenos Aires, el profesor Pedro José Agrelo, utilizó como texto guía el libro de James Mill, primer texto traducido al castellano sobre teoría económica, con este se enseñó economía a partir del 8 de febrero de 1822. Pero el entusiasmo de Rivadavia no para allí, a partir del 28 de noviembre de 1823 comenzó la enseñanza de Economía Política de la UBA.
En 1826 Vélez Sárfierld comenzó a enseñar con el texto de Juan Bautista Say, esto se hacía en la Escuela de Leyes. El paso de la escuela Superior de Comercio al Instituto de Altos Estudios Comerciales. Se dio luego de la crisis de la década del 90 del siglo XIX, cuando llegó al poder Carlos Pellegrini y Viencente Fidel López, quienes eran defensores del proteccionismo. López fue profesor de tratados de economía, este curso encontró un enlace, o se articuló, después de los 90 y congenió con lo que discurso socialista del Estado.  Después de este periodo el capital extranjero comenzó a llegar a la Argentina de manera importante y esto permitió el nacimiento del mercado de consumo, y se dieron fuertes negociaciones comerciales que con el tiempo se iban haciendo más sofisticadas y los conocimientos para su desarrollo eran limitados. Para 1887 Buenos Aires presentaba una falencia de profesionales en Ciencias Económica.  La situación trató de solucionarse en 1889 con el proyecto presentado por el Legislador Víctor Molina, quien mostró la fundamentación para la escuela de Comercio. Así fue como el 19 de febrero de 1890 Carlos Pellegrini firmó el decreto que permitía la creación de una academia de comercio, como se dijo. Fue entonces el inicio de la Escuela Nacional de Comercio, que cuando falleció el señor Pellegrini, trasformó su nombre a “Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini” Actis D. E. (2005). Para Actis con la creación de esta Escuela y el diseño de los planes de estudio, fue más que evidente que las condiciones eran apropiadas para el desarrollo y enseñanza oficial de las ciencias económicas, situación que se dio, luego de múltiples discusiones y ordenanzas entre 1909 y 1910, cuando se fundó el Instituto de Altos Estudios Comerciales (IAEC).
El Doctor Carlos Rodríguez Etchart, fue el primer decano de la Facultad de Ciencias Económicas, además fue el promotor del IAEC.
Por último, la Ley Nacional No. 9254, que fue sancionada el 30 de septiembre de 1913 y promulgada el 9 de octubre del mismo año, fue la que permitió la creación de la Facultad de Ciencias Económicas _FCE. Esta Facultad otorgaba el título de Doctor en Ciencias Económicas y contemplaba un plan de estudios de 26 materias, el plan de estudios fue aprobado el 28 de noviembre de 1914, la carrera ere de cinco años. Conseguido el estatus que pretendía y que la ponía en el mismo nivel de las otras profesiones, las Ciencias Económicas, se buscó mejorar la reglamentación y después de la gran depresión, el Estado intervino e inmediatamente se fomentó y se incrementaron los programas de Ciencias Económicas, en 1935 se creó la Escuela en la Universidad de Córdoba, el año siguiente la UBA reformó el plan de estudios; en 1939 se creó en Mendoza la Escuela de ciencias económicas y Organización Industrial, esta dependía de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional. En 1946 la Escuela se transformó en Facultad; en 1951 se organizó la Escuela Superior de Economía, que luego se trasformaría en la Facultad de economía de la Universidad Católica de Argentina.
El periodo comprendido entre 1955 y 1965 fue considerado en Argentina como la “época de oro de los economistas” y es durante este periodo precisamente cuando nace la Asociación Argentina de Economía Política (1957) y también se da el paso a la profesionalización. Actis D. E. (2005)
Estos dos ejemplos mostraron que, en América Latina, los intentos por formalizar la profesión de economista y darle el estatus que requería no fueron fáciles, pero también muestran que el conocimiento del modelo europeo y estadounidense irradiaron de manera directa, las intenciones de cubrir un vacío que no se logra cubrir sino, en los inicios de siglo XX en países como México y Argentina,

CONCLUSIONES:
Como se pudo evidenciar los inicios de la enseñanza de la economía en Europa se dio entre los siglos XVIII y XIX paralelos al desarrollo de la Revolución industrial. El caso de Estados Unidos fue diferente, ya que se trató, no solo paralelo a la misma revolución, sino también a su independencia y se desplegó en la consolidación del Estado Nación. Estos sucesos, no solo sirvieron como modelo a los países latinoamericanos para la búsqueda de su independencia, sino que se convirtieron en referente para la enseñanza de la economía, eso sí, de manera tardía.
Para América Latina fue importante tener en cuenta aspectos sobre la enseñanza de la economía en las universidades, pues ya habían transcurrido algunos años desde que algunos países y universidades, comenzaron a enseñar la ciencia económica en Latinoamérica, como se vio, los programas que recogían materias en economía, “economía política” o “economía del hogar”, fueron el derecho, geografía, historia e incluso filosofía. Pero hubo un área de interés en esta ciencia que para 1952, era objeto de análisis y fue la “Economía Industrial” el egresado en América Latina, tenía dentro de sus objetivos planear eficientemente la industria nacional, esto quería decir que la propuesta iba orientada a acercar a los países a la industrialización.
Por otra parte, buscaba promover con éxito la creación de una industria específica; resolver adecuadamente problemas de organización científica en actividades económicas; y administrar correctamente empresas productoras de materias primas, servicios y productos manufacturados. En otras palabras, no existía una diferencia claramente marcada entre la economía y la administración; también habría que sumarle a esto, la similitud con la profesión de ingeniería industrial.
Se entendía que los profesionales en Economía, debían tener conocimientos para localizar correctamente un establecimiento industrial y empezar a aplicar las normas en la producción, era también indispensable, ayudar a reducir los costos de producción para que pudieran competir en los mercados locales e internacionales. Pero no bastaba con esto, también era necesario entregarles herramientas de racionalización industrial en aspectos referentes a materias primas, también en energías naturales, el trabajo y el capital. El propósito era que las organizaciones fueran más eficientes y brindaran a los inversionistas rendimientos económicos superiores.
Estos dos ejemplos mostraron que, en América Latina, los intentos por formalizar la profesión de economista y darle el estatus que requería no fueron fáciles, pero también revelan que el conocimiento del modelo europeo y estadounidense irradió de manera directa, las intenciones de cubrir un vacío que no se alcanza sino, en los inicios de siglo XX en países como México y Argentina. 
La trasferencia de conocimiento, también fue un instrumento importante en la consolidación de los primeros programas de formación de economistas en América Latina.

BIBLIOGRAFÍA:
FUENTES:
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*Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Doctor en Historia Universidad Nacional de Colombia, Magister en Administración, Universidad Nacional de Colombia. Profesor Asociado, Grupo interdisciplinario de Estudios Histórico – Económicos Categoría A Colciencias, Trabajo derivado de investigación “El desarrollo de la educación universitaria en Colombia: el caso de economía, 1930 hasta el fin del llamado frente nacional_ 1974” apoyada por la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, mediante la convocatoria interna, abierta 2016, aprobado por la Dirección de Investigaciones DICE, con código No. 797-CP-16
1 Los procesos evolutivos de la economía, nacen con el mismo hombre, pero la relevancia e importancia de su enseñanza es reciente.
2 El término se le Henri Fayol, ingeniero francés de inicios del siglo XX, y aparece por primera vez en su obra Administration industrielle et générale, París, Dunod (1916)
3 Preguntas como ¿Qué métodos y prácticas de enseñanza se deben usar?, ¿Qué áreas del conocimiento se deben privilegiar?, ¿Cuáles deben ser los conocimientos previos?, ¿Cuáles saberes son fundamentales y cuáles son optativos?, ¿Cuál es el lugar de las teorías clásicas y cuál el de las formulaciones recientes? Son algunas de las que se hacen para poder entender y justificar la enseñanza y su método. Investigadores como los premios Novel de economía Joseph Stiglitz y Paul Krugman o académicos de prestigio internacional como Henry Mintzberg u Omar Aktouf, son solo algunos ejemplos de críticos que con su discurso buscan un cambio importante para esta disciplina; Ver: Aktouf O. (2017). Basta de derroche. Acabar con a la economía – management.  Ed. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá
4 Para ampliar esta información sobre las incidencias de la política en el desarrollo económico ver: Fukuyama Francis (2016) Los orígenes del orden político- Desde la prehistoria hasta la revolución francesa, Ed. Ariel, Barcelona _España; Fukuyama Francis (2016) Orden y democracia de la política-desde la Revolución Industrial, hasta la Globalización de la democracia Ed. Ariel, Barcelona _España
5 La revisión sobre los impactos de estos acuerdos se hace cada dos años.
6 Alguna bibliografía complementaria a la que se puede recurriré para ampliar el tema es: Becker William E Teanching Economics to Undergraduates. Journal of Economic Literature, 35 (3), 1347-1373; Barber, William J (Editor) (1993). Ecomists and Higher Learning in the Nineteenth Century: Breakin the American Mold Paperback.
7 Tratado de Maastricht sobre la Unión Europea:  consultado el 24 de agosto de 2017; alojado en https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=LEGISSUM%3Axy0026.
8 Comunidad Económica Europea.
9 Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal. Buenos Aires, Argentina. Año 9, diciembre de 1999. Pp 66 a 69.
10 El presente análisis se hace a partir del ensayo Regojo V (1989) “La enseñanza de la gestión de empresas en Portugal” Rev. Española de Financiación y Contabilidad, Vol. 18, No. 16 Portugal y Brasil, PP. 956-972
11 Records of President Abbott Lawrence Lowell, letter from C. J. Bullock to Lowell,
22 May 1928, series 1925–1928, folder 128, UAI 5.160, Harvard University Archives.
12 For a discussion of the international influence of the Harvard model, ver:  Monographs
of Official Statistics 2003.
13 III Reunión de Facultades y escuelas de Economía de América Latina: Informe general (1965). Facultad de Economía, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Rev. Investigación Económica, Vol. 25, No. 100.
14 ver: 60 años de la carrera de economía en México: actos conmemorativos; en Res, Investigaciones Económicas Vol. 8, No. 188; 1989 PP. 305-307; 309-319
15 Ver: América Latina, (prólogo de Juan José Sánchez Sosa e introducción de Carlos Tunnermann), Unión de Universidades de América Latina, México 1999, pp 63-120; Dell’ Elce, Q.P. (1998). “Facultad de Ciencias Económicas de la UBA: 85 años de historia”. En: Revista Universo Económico Nº50. Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal. Buenos Aires, Argentina. Año 9, diciembre de 1999. Pp 66 a 69; De Pablo; J.C. (1995). “Héctor Luis Diéguez, Miguel Sidrauski y los comienzos de la licenciatura en economía en la Argentina”. Fundación Banco Boston, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, Argentina; Fernández L, M (1999) “Tres siglos de economía argentina”. En: 50 años de Economía Argentina. Selección de artículos publicados en El Economista, Buenos Aires; Universo Económico (1999). “100 años de Ciencias Económicas”. En: Revista Universo Económico Nº44. Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal. Buenos Aires, Año 8, diciembre de 1998. PP. 43 a 47.

Recibido: 20/11/2018 Aceptado: 15/03/2019 Publicado: Marzo de 2019

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