Las palabras mueren  muchas veces cuando se transforman en conductas, y en simple  este hecho, está la diferencia entre la vida y la muerte de  muchísimos jóvenes ;que podrían estar vivos, simplemente , si hubiésemos transformado aquello que  tanto predicamos en actos reales , visibles y tangentes.
Estamos  a tiempo  de lograrlo; y debemos intentarlo; es nuestra responsabilidad realizar lo imposible   si es necesario para evitar la muerte  de más  adolescentes y niños; especialmente de aquellos que son diferentes por su orientación sexual, pero deberían ser iguales en derechos.
Todos tenemos derecho a vivir, y a vivir plenamente, satisfechos y orgullosos de nosotros mismos, en sociedades  donde se nos trate con dignidad y respeto.
Nadie puede ni debe tener la potestad  de decirnos a quien  debemos amar, porque ese es un derecho inalienable  de cada ser humano, y como tal debe ser respetado.
Pongamos entonces nuestro granito de arena  para que todos los jóvenes del mundo, sin distinción de ningún tipo sean tratados como lo que son, seres humanos, y entonces  estaremos contribuyendo  a la lucha contra uno de los flagelos más grandes a que se enfrenta actualmente la Humanidad:
El Suicidio, y en este caso , como veremos, terriblemente agravado porque se refiere a personas que tienen mucho por vivir y mucho por dar, que necesitan   apoyo, y no rechazo.
Comencemos ahora, ya mismo trabajar  en este propósito. Luchemos contra el Suicidio de Jóvenes y Niños.
Prólogo
El  24 de enero del año 2009 la cadena televisiva Lifetime estrenó la película “Prayers for Bobby” , la cual es un  película biográfica basada en la novela Homónima de Leroy Aarons que a su vez se basa en una historia real ocurrida en los años 70.
Bobby Griffith era un chico adolescente gay que se suicida a causa de la intolerancia  por su orientación sexual, especialmente concebida por la persona que debía estar más cerca el: Su madre.
Mientras que el padre, su hermano y hermanas, comienzan aceptar lentamente su homosexualidad, no ocurre lo mismo con ésta, la cual  intenta curarlo por todos los mecanismos posibles, incluidos la oración.
Bobby se suicida saltando de un puente de una autopista en un momento de depresión, y su madre Mary, dolida y profundamente arrepentida, inicia un nuevo camino, transformándose  en una ardua defensora de los derechos de las personas homosexuales. (Mary tiene una página en Facebook))
¿Se suicidó Bobby porque era gay? De ninguna manera, se suicidó por la falta de comprensión y aceptación de la persona que le dio la vida, pero que no tuvo el raciocinio  necesario para darse cuenta  que el Dios  que ella tanto  amaba le había obsequiado con  un  ser especial que debía proteger y ayudar para que fuera feliz  en su  vida.
No más “Bobbys”
Como dicen los especialista en el tema, los adolescentes gay no se suicidan por su orientación sexual: lo hacen porque los factores protectores que debían estar en su vida no lo están, porque no tiene ésta muchas cosas que hace que todas las personas, y muy especialmente los adolescentes, se sientan comprometidas y valiosas, entre los que se encuentra el derecho a amar libremente y ser amados, con el pleno reconocimiento de la Sociedad... Como  también el derecho  tener familias y amigos que los apoyen, entornos escolares comprensivos  y amigables, así como una red de adultos que los comprendan y los estimulen a seguir adelante.

En 1897, el Sociólogo francés Emilio Durkheim, publicó su libro “El suicidio”. En el elaboró una tasa  de suicidios en relación a los sucesos sociales de su época, e incluso hizo una importante clasificación de estos. Con su investigación, comenzó el estudio profesional del mismo y sentó las bases para  poder continuar ahondando cada vez más en éste  fenómeno social tan desbastador.
Pese al tiempo transcurrido desde su trabajo, hay un aspecto que no puede dejar de rescatarse, y es  la relación del suicidio con la integración del individuo hacia sus grupos de pertenencia: cuanto más integrado está la persona a estos, mayor contención va a tener.
La OMS señala que el suicidio es  un problema de salud pública muy importante ,pero en gran medida prevenible, que provoca casi la mitad de todas las muertes violentas y se traduce en aproximadamente un millón de muertes al año, más la devastación emocional , social y económica de numerosos familiares y amigos.(Dra. Catherine Le Galés-Camus, OMS) Se producen más muertes por suicidios que por la suma de homicidios y guerras.
Según esta Organización, el suicidio es multicausal (psicológico, social, económico) y se lleva un millón de vidas por año, cifra que podría ascender a 1.5 millones en el 2020-
En Uruguay, país en el cual resido, el número de suicidios es alarmante (estamos en segundo lugar en el Continente después de Cuba) y se da principalmente entre jóvenes que tiene  15 a 29 años. Es una  de las principales causas de muerte en los adolescentes y en las personas mayores de  65 años. Una de cada tres muertes en Uruguay  se da por suicidio. 
Adolescencia: ¿Ser o no ser?
Como oímos tantas veces, la adolescencia presenta riesgos particulares de suicidio quizá como ninguna otra etapa en la vida de las personas.
La  poca experiencia de vida, la presión social, las responsabilidades nuevas y un  descreimiento sobre las propias aptitudes cada joven tiene;  así como el miedo de generar una imagen negativa ante sus semejantes  son  factores que se han de  tener en cuenta  como situaciones de riesgo.
El adolescente vive entre una ambigüedad permanente. ¿Soy o no soy? ¿Y qué soy?
De ahí la necesidad imperiosa de sentirse querido, aceptado y respetado, seguro y apoyado  sea cual sea su condición u orientación.
Imagínese entonces, el peligro que corren aquellos jóvenes que sienten decididamente que son diferentes, que aman a quien la sociedad, (y muy especialmente  el grupo depares en los que se reflejan)  consideran que no deberían, ¿qué pueden hacer, con quien cuentan para que los ayude?
En la revista American Psychologist, Garland y Zigler (1993) presentaron un artículo sobre el suicidio entre los jóvenes LGBTQ, del cual rescatamos.  “La humillación y la frustración que sufren algunos adolescentes obligados a luchar con los conflictos generados por su orientación sexual, pueden aparejar comportamientos suicidas. Los jóvenes Gays y Lesbianas tienen  de dos a tres veces más posibilidades de suicidarse, y muchas más posibilidades de sufrir depresiones severas”.
 Cuidando los afectos.
Tres son los grupos  más importantes en la adolescencia,  cuya aceptación o rechazo podrían traer al joven un desarrollo personal inadecuado o convertirlo (si logra superar todos los efectos negativos) en un ser humano frustrado y resentido, con una vulnerabilidad perpetua.
Veamos.
A-La Familia.
Es el primer agente de socialización, donde  el individuo irá generando proyectos y pautas de conducta que lo marcarán durante toda su vida. El trato que el adolescente percibe en este primer núcleo  humano es fundamental para su desarrollo personal, para su autoestima, para su integración social, y en muchos casos será crucial para establecer límites entra la vida y la muerte…
Destaquemos  lo siguiente: El hogar es el lugar más difícil para los jóvenes Gays o Lesbianas, es a su propia familia a la que más temen, porque es el lugar que más debería  aceptarlo y amarlo; si los seres que le dieron la vida no lo comprenden ¿Qué expectativa podrán tener de los demás?
B-El Grupo de pares.
Otro de los grupos más  importantes en la adolescencia que podrán ser quienes  marquen en última instancia la decisión o impulso suicida, o lo inhiban.
Como vimos , el suicidio entre jóvenes homosexual es mayor que  el de heterosexuales, ya que tal como señalamos en el antiguo pero siempre presente  estudio de Durkheim ,el miedo al rechazo por el grupo es crucial  en las personas, así como el rechazo del grupo  de pares e s desbastador en la adolescencia. En los mejores casos, lleva  al separación del antiguo grupo, y la búsqueda  de aquellos pares con los que s e identifique, ya que al tener los mismos gustos  e intereses le da seguridad y promete un futuro en compañía, disminuyendo así el impacto del rechazo anterior. La aceptación de estos grupos van sustituyendo en importancia poco a poco a la familia, y los jóvenes pasan largas horas con ellos.

C-El Sistema Educativo.
 No podemos engañarnos diciendo que efectivamente, el sistema educativo ofrece un ambiente de tolerancia, respeto y protección. Desde los mismos compañeros hasta docentes, y algunos directores acosan al joven homosexual. Es imprescindible trabajar con todos  los integrantes de dicho sistema (incluidos padres de alumnos)  para lograr un ambiente libre de homofobia, ayudando a los jóvenes LGBTQ  a salir del  armario   y a vivir fuera  de el, participando   activamente en un  ambiente en el cual se sienta aceptado y respetado, dejando de lado su orientación sexual orientación sexual.
Se debe buscar la forma de evitar   de todas formas el acoso por esta causa, crear políticas anti-bullying  que incluyan protección  basada en la orientación sexual; pero tanto o más importante es crear una conciencia de tolerancia  en aquellos que aún  no aceptan la diversidad sexual como algo natural.
La homofobia puede ser el origen de este acoso escolar, ya sea  físico, psicológico, moral, etc.,  y debemos tener en cuenta que los insultos, rumores  descalificativos, burlas, etc, suelen ser más peligrosos que las agresiones corporales
.Y nuevamente vemos aquí la terrible diferencia: los jóvenes LGBTQ  suelen ser acosados dos o tres veces más que los heterosexuales.
Este trabajo, no pude ser solo una tarea realizada solo  por colectivos  de reivindicación por los derechos de las personas LGBTQ, sino que es imprescindible la participación todos los ciudadanos, sea cual  sea su orientación sexual, porque   tal como dice el libro “Cuerpos equivocados” en la página 58(Adrian Helien-Alba Piotto) todos somos Seres Humanos.
¿Qué debemos hacer?
Si Usted está de acuerdo con lo expuesto anteriormente ya   puede  comenzar  a realizar algo para mejorar la calidad de vida de estos jóvenes, porque un adolescente LGBTQ puede estar formando parte de su vida sin que Usted lo sepa. Preste atención a las señales y esté listo a acudir ante cualquier reclamo que perciba.
Y si no  está de acuerdo con lo que ha leído sería interesante que reflexione, que investigue  y se informe acerca de todo esto que he querido humildemente plantear, porque de nosotros depende la felicidad  de muchos jóvenes que nos necesitan imperiosamente.
Es cierto que en los últimos tiempos están creciendo los programas dirigidos a padres y madres  de Gays y Lesbianas adolescentes, pero también hay que extender los esfuerzos a los colegios y planes de estudio. Por más que un adolescente haya asumido su homosexualidad, y sea apoyado por su familia, será muy desgraciado si  se  siente rechazado por amigos y compañeros de clase, o profesores. Recuerde que estos, son más importantes en la adolescencia que la propia familia...
Ser homosexual  no es una elección como  tampoco lo es ser heterosexual, ni tampoco es una enfermedad que necesite cura.
Por el contrario, cualquiera de nosotros puede estar necesitando ayuda médica si no logramos  comprender que la diversidad sexual no es una enfermedad; tal vez estamos incubando  una de las peores enfermedades del siglo XXI: La intolerancia y  el desamor que tantos problemas nos está causando. Y cuidado, estas enfermedades pueden ser contagiosas.

Glosario:

Páginas web:
http://www.monografias.com/trabajos10/suiad/suiad.shtml
http://new.paho.org/hq/
http://vocesdelarcoiris.blogspot.com/2008/04/el-problema-del-suicidio-en-la.html
http://www.thetrevorproject.org/

Bibliografía:
 Adrían Helien-Alba Piotto-   -Cuerpos Equivocados- Hacia la comprensión de la diversidad
 Sexual-Editorial Paidós-mayo, 2012
Emilio Durkheim- El suicidio-1897-Editoriales varias.