DEROUICHE Asma *
Tutora docente: Pr. catedrática ZERROUKI Saliha
Universidad Abou El Kacem Saadaalah-Alger
asmaderouiche@yahoo.com
RESUMEN:
Durante el siglo pasado la representación de la literatura del exilio republicano femenino ha sido limitada y habría que esperar el final de la dictadura de Franco para rescatar del olvido las vivencias de la Guerra Civil que llevó a miles de españoles y españolas a cruzar fronteras y mares para salvarse la vida huyendo de la cárcel y en peores casos de la muerte. Fue en las últimas décadas del siglo XX y a principio del corriente cuando se marcó una producción literaria prolífera en el exilio femenino verbigracia Desde la otra orilla de Helia y Alicia Beltrán y Los diablos Sueltos de Mada Carreño. De modo que, es importante ver cómo la historia se vuelve literatura y cómo el testimonio coge nuevas formas literarias y nutre los diferentes géneros literarios como la autobiografía, las memorias y las novelas. Así, el estudio de la experiencia del exilio femenino en Argelia y Francia a través de esas obras literarias basadas en testimonios pone de relieve la importancia de la literatura en la recuperación de la memoria histórica de España.
PALABRAS CLAVE: Exilio femenino, Argelia, Francia, escritoras, memorias, novela testimonial.
ABSTARCT:
During the last century the representation of the literature of the republican feminine exile has been limited, and it would be necessary to wait for the end of the Franco dictatorship to rescue from oblivion the experiences of the Civil War that took thousands of Spaniards and Spaniards to cross borders and seas to save their lives fleeing from prison and in worse cases from death. It was in the last decades of the 20th century and at the beginning of the current when a prolific literary production was marked whose leitmotif was the female exile, such as Desde la otra orilla of Helia and Alicia Beltrán and Los Diablos Sueltos by Mada Carreño. Therefore, it is important to see how history turns literature, and how the testimony takes new literary forms and nurtures the different literary genres such as autobiography, memories and novels. Thus, the study of the experience of female exile in Algeria and France through these literary works based on testimonies highlights the importance of literature in the recovery of the historical memory of Spain.
KEY WORDS : Femal exile, Algeria, France, writers, memories, testimonial novel.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
DEROUICHE Asma (2020): “Estudio comparativo del exilio republicano femenino en Desde la otra orilla y Los diablos sueltos”, Revista Contribuciones a las Ciencias Sociales, (mayo 2020). En línea:
https://www.eumed.net/rev/cccss/2020/05/estudio-comparativo-exilio.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/cccss2005estudio-comparativo-exilio
El interés por la recuperación de la memoria histórica de España tras la Guerra Civil ha dado a luz la llamada literatura testimonial que durante décadas pululó en los sótanos de la amnesia. Muchos testigos tras su experiencia del exilio decidieron afrontar su pasado y hacer audible su voz silenciada a través de la novela, el teatro, la poesía, el ensayo o las memorias, pero en nuestro caso vamos a destacar dos subgéneros narrativos que más auge tuvieron: la novela testimonial y las memorias autobiográficas.
Nos proponemos plantear la cuestión de lo que distingue el testimonio de la narrativa, tanto como nos interesa presentar el perfil de las autoras narradoras a través de sus obras, ya que si las hermanas Beltrán optaron por la autobiografía, Carreño prefirió la biografía, pero todas enseñan el mismo leit motiv, la lucha femenina en el exilio.
Para entender cómo las autoras se valieron de su experiencia en el exilio para convertir sus testimonios en obras literarias, nos valdremos de las opiniones de literatos que reflexionaron en el tema.
A la luz de los estudios de Javier Zapatero, entendemos que “cuando un escritor exiliado escribe sobre su experiencia, está también escribiendo la de los demás exiliados, él vuelve voz de quienes fallecieron y no pueden tener voz. (Zapatero, 2008). Entonces, estas obras testimoniales son un medio para la reescritura de la historia, un método para rectificar las falsificaciones históricas cometidas por los franquistas en contra de los republicanos, y para hacer audible la voz de todos esos exiliados.
Quizá otro motivo tras la aparición de este tipo de literatura, sea un alivio para que los escritores aguanten el dolor vivido en el destierro, desprenderse del peso de la memoria que les apesadumbraba a lo largo de años y quitarse el polvo a los recuerdos relacionados con las atrocidades vividas, en esta línea, Zapatero añade: “el mero relato de su pasado fue para el autor la mejor forma de expresar su denuncia de los horrores a los que el ser humano sometió a sus congéneres”. (Zapatero J. S., 2008). La investigadoraJosebe, cuando entrevista a la autora de Los diablos Sueltos, en México su último país de acogida, anota que Carreño ya había tomado distancia con el episodio del exilio: “Me habló de la guerra y de España y de su libro, con el distanciamiento de quien dejó ya esa etapa superada. Casi en el olvido.” (Carreño, Los Diablos Sueltos, La novela testimonial, 1994-1995) De allí, entendemos que una obra testimonial además de ser un documento que denuncia injusticias y tragedias ocurridas en tiempos pasados, sirve también de liberador del exilio y la libera de cargos sociales y psicológicos indeseados.
Un breve vistazo de las dos novelas es imprescindible, Desde la otra Orilla, es una obra conjunta de dos hermanas, Helia y Alicia Beltrán, hijas de un republicano alicantino refugiado en Argelia al final de la Guerra Civil que hacen el relato de sus vidas y Los Diablos sueltos de Mada Carreño, narra la vida de una periodista que huyó hacia las fronteras francesas con un grupo de mujeres en los últimos momentos de la contienda civil española.
No existe una definición exacta de la narrativa testimonial o de testimonio. Según Todorov no se puede establecer una definición definitiva al testimonio, porque no es concentrado en un periodo de tiempo determinado, sino siempre existió, (Freire, 2010) o sea, su índole variable e indeterminada estorba darle una definición precisa.
Las obras testimoniales pueden representar tales acontecimientos con una narración apoyada por documentos, es decir, se inclinan hacia una representación totalmente referencial de la realidad como, o bien se optan por historias ficcionales pero ambientadas en una época histórica verídica. Paula Simón lo confirma diciendo que “el corpus de esta literatura se compone de textos con diversos grados de ficcionalización…que van desde lo que podría denominarse el grado cero de la escritura hacia la total elaboración ficcionalizada o la realización estética de la experiencia”. (Simon, 2014) Este es el caso de Desde la otra orilla y Los Diablos Sueltos construidas a base de testimonio sobre la Guerra Civil y el exilio, así que en la primera obra las autoras se limitan en narrar hechos y experiencias reales en su exilio en Argelia, mientras que en la segunda la autora agrega los elementos ficticios verosímiles a su testimonio.
El exilio femenino es el elemento de comparación fundamental que existe entre Desde la otra orilla y Los Diablos Sueltos, las dos obras están ubicadas en el mismo contexto histórico, y tienen semejanzas en la experiencia del exilio vivida por los personajes femeninos. Sin embargo, esto no impide que existan ciertas diferencias, en cuanto a la forma y al contenido, es decir, el género narrativo al que pertenecen y la estructura de cada obra, y otros elementos como los personajes y el espacio, etc.
En Desde la otra orilla, memorias del exilio de dos narradoras –testigos, se relata de una manera alternada los recuerdos sobre el exilio vivido en la Argelia francesa desde una mirada personal. Hacen al lector entrar en lo más profundo de sus pensamientos, compartiendo con él los problemas de la sociedad refugiada, focalizando la narración sobre la situación humana de los exiliados republicanos, desde la llegada a Argelia hasta el regreso a España.
En cuanto al modo de narración Spang comenta que tanto las memorias como la autobiografía se caracterizan por tener como núcleo narrativo un personaje que narra en primera persona, el caso en Desde la otra orilla –nos encontramos ante dos narradoras, la hermana mayor cuenta en primera persona (narradora autodigética)-, y la hermana menor en tercera persona (narradora homodiegética). Esto nos lleva en la misma línea del investigador norteamericano John Beverly citado por Oropeza explica que: “un testimonio es una narración usualmente, pero no obligatoriamente del tamaño de una novela o novela corta-contada en primera persona gramatical por un narrador que es a la vez el protagonista(o el testigo) de su propio relato”. (Oropeza, 2001, p. 14) De estas aproximaciones constatamos que al nivel formal las dos obras disponen de un personaje femenino testigo que narra en primera persona: la hermana mayor en Desde la otra orilla y Marina en Los Diablos Sueltos.
Las narradoras se interesan menos a la narración subjetiva de su experiencia y se focalizan en la vida de los refugiados, además hay que señalar que se narra sólo el período de tiempo de la experiencia vivida durante diez años, muy al contrario a la autobiografía que generalmente ocupa más tiempo. (Spang, Apuntes para una definicion de la novela historica, s.f, pp. 66-67) y se caracteriza por la supremacía del “yo” del narrador, que en la mayoría de los casos es el mismo autor.
Las aproximaciones de Spang y de Oropeza corresponden a la temática y al estilo de ambas obras, ya que se constata que tanto las dos hermanas y Carreño revelan datos autobiográficos en sus obras, su infancia y su entorno. En Desde la otra orilla la mayoría del relato está dedicado a la lucha colectiva de los refugiados, sus preocupaciones e inquietudes en cuanto a su porvenir en la nueva tierra de Argelia de cómo iban a vivir allí, la familia de las narradoras es un ejemplo de tantas otras que vivieron las mismas circunstancias en aquel éxodo forzado.
La primera autora de Desde la otra orilla, aparece como narradora autodigética, que escribe desde la mirada de una niña, su vida en la colonia francesa con su familia ubicada en la ciudad de Sidi-Bel-Abbés y testimonia a través de vivencias personales la realidad de los refugiados republicanos, tomando a sus padres como modelo de cómo eran los buenos republicanos, trabajadores, militantes y solidarios con su comunidad, mientras que la otra hermana, prefiere el relato biográfico, por medio del personaje que está designado con la denominación de “la hermana pequeña”; relata la experiencia del exilio a través de sus aventuras y travesuras de la infancia demostrando las dificultades de los niños en adaptarse a la vida inestable impuesta por el exilio.
En Los Diablos Sueltos advertimos que Marina es el núcleo de la narración, hace referencia a sus colegas republicanos, a su esposo Ignacio y a su hermana, asimismo al estado de presión y miedo que dominaba España en los últimos días de la Guerra Civil y el estado de incertidumbre que lo invadía todo, como cuando interviene uno de los personajes: “Se mencionó la guerra y Solís se aventuró a preguntar qué podríamos hacer en caso de perderla” (Carreño, 1975, p. 12) Esa pregunta resume el estado de acecho en que estaban viviendo los republicanos en aquellos momentos de desconfianza total y sospecha de todo.
Luego, la escritura se centra en el testimonio prevalece de la diáspora femenina en el sur de Francia; a través de su narradora protagonista Marina, nos cuenta todo desde su encuentro con Ignacio, su casamiento, y su separación como consecuencia del final trágico de la Guerra Civil y el consiguiente exilio francés como única solución para salvarse la vida.
Así, en las dos obras hay una necesidad de discreción de quien escribe a la hora de dar a conocer su experiencia personal, o de pasar su testimonio a un texto narrativo, o sea la autora tiene que desprenderse de sí misma, y desiste a la protagonista el relato de los hechos según su perspectiva. (Gutiérrez, 1993, pp. 105-113).
La autora de Los Diablos Sueltos hace que la protagonista Marina y su hermana Celia sean las portavoces de su relato. Por consiguiente, por medio de Marina testimonia de la situación de la mujer republicana militante en la prensa republicana y como miembro en los partidos comunistas españoles durante la Segunda República, y con el personaje de Celia se expone la marginalización de la mujer española antes de la República y los triunfos que logró durante ésta última, su emancipación ideológica a que pudo acceder, así como su incorporación a la vida social y política del país.
Ahora bien, queda patente la índole testimonial de las dos obras objetos de nuestro estudio, sin embargo, hemos de clasificar cada una en el género narrativo correspondiente, por ello es menester apoyarnos en la definición de la autobiografía dada por Lejeune:
La autobiografía es aquel relato retrospectivo en prosa que una persona real hace de su propia existencia cuando pone el acento sobre su vida individual, en particular sobre la historia de su personalidad. (Lejeune P. , 1991, p. 48)
Vamos a ver si Desde la otra orilla se somete a los criterios propuestos por Lejeune, es decir, ver si cada autora es identificada con la narradora y con la protagonista de su relato. En los siguientes ejemplos sacados de la obra conjunta, aparece la actitud narrativa de cada una de las narradoras, primero, “la narradora 1” que confiesa: “Yo estaba siempre atenta a lo que hablaban los mayores. Era como si tuviera mil oídos y mil ojos. Nada me escapaba.”(Beltran H. y., 2006, p. 30). Luego, “la narradora 2” como observadora: “la mediana se amoldaba peor a aquel modo de vivir. Causaba problemas. Le faltaba la formalidad y la seriedad de su hermana mayor y carecía de la simpatía arrolladora del hermano menor, demasiado pequeño para confiárselo a nadie”. (Beltran H. y., Desde la otra orilla, 2006, p. 43).
De la primera cita, se advierte que la historia se narra en primera persona, eso significa que “la narradora 1” es un personaje participante en la historia que está narrando y de la segunda cita notamos que “la narradora 2” no se identifica con el personaje principal, ya que está hablando en tercera persona ¿podría eso afectar su clasificación como una obra autobiográfica o más bien en otro género vecino,(…)como la memoria, ya que no cumple la categoría2, propuesta por Lejeune que estipula: “tema tratado: vida individual: historia de una personalidad?” (Lejeune, El pacto autobiografico, 1991, p. 48).
Es obvio que las dos hermanas cuentan parte de su vida personal e íntima, pero a través de su familia y de los refugiados republicanos en la cuidad de Sidi Bel – Abbés, así que se descubren sus achaques y sus preocupaciones, su presencia en la vida social y laboral del exilio que se considera una contribución a la vida económica de Argelia, colonia francesa de entonces.
Por consiguiente, el tema tratado traspasa la vida personal de cada narradora, Desde la otra orilla niega la tesis que defiende esta obra como una autobiografía por no cumplir todas las condiciones precisadas en la definición de Lejeune, entonces los resultados obtenidos nos guían hacia la clasificación de la obra bajo el subgénero “memorias”, que es un género vecino de la autobiografía según las consideraciones de Lejeune. (Lejeune P. , El pacto autobiografico, 1991, p. 48).
En cuanto a Los Diablos Sueltos , el relato es retrospectivo; todas las acciones y los acontecimientos ocurrieron en un tiempo anterior al momento de su narración, pero aquí la inadecuación de la categoría 2 implica que la narración sea sobre una persona real y focalizada en su vida individual ,la historia de la personalidad de la autora, disminuye la posibilidad de clasificar Los diablos sueltos como una autobiografía , ya que la diégesis de esta obra no se limita a la exposición de la vida de la protagonista sino que da a conocer, en gran medida el contexto socio-político en el cual se desarrolla el relato y la vida de muchos personajes : su esposo, su hermana, los colegas, los amigos y las amigas, las refugiadas y los habitantes del pueblo francés donde se refugiaron al final de la Guerra Civil.
A continuación, seguimos nuestro análisis por medio de la doble ecuación de Lejeune (autor =narrador/ autor = protagonista/ narrador = protagonista) (Lejeune P. , El pacto autobiografico, 2006)
Intentamos aplicar dicha ecuación para probar deductivamente que Marina la protagonista es la narradora de Los diablos sueltos, y por consiguiente si su obra fuera una autobiografía, la autora debería ser idéntica a la narradora y a la protagonista que es Marina, es decir, abarcar la categoría 3 (identidad de la autora y la narradora, cuyo nombre reenvía a una persona real).
Recordamos que Marina es la narradora y el personaje principal creados por la autora Mada Carreño que aunque esté ausente, se manifiesta como una voz exterior, es decir no se identifica con la protagonista que es Marina. La ecuación es inviable en este caso, no sólo por el hecho de superar la narración de la vida individual de Mada Carreño (categoría 2) sino también porque la autora y la narradora no se identifican (categoría 3) según la definición propuesta por Lejeune para que una obra sea una autobiografía. Se desvela que Los diablos sueltos no es una autobiografía sino una biografía novelada, debido a la carencia de la categoría 2 y 3 (el relato no se limita en narrar la vida individual de la protagonista, tampoco la narradora se identifica con la autora) hace que ese tipo de biografía se clasifique bajo la llamada novela de testimonio. (Lejeune, El pacto autobiografico , 1991, p. 48)
A continuación, el hecho de que Los diablos Sueltos sea una novela testimonial, no impide que sea una novela histórica, por su ubicación primero en un contexto histórico real y de tanta importancia en la historia de España por la Guerra Civil, la autora está historiando acontecimientos y citando a personajes y eventos reales, como el encuentro de Marina con uno de los símbolos de la Segunda República el presidente Azaña unos días antes del final de la guerra. La autora se vale de la guerra civil como un trasfondo para crear un nuevo texto, o quizá sea una intención para probar su talento literario, combinando elementos reales, de su propia vida y de la historia de España: “es biográfico, todas las fechas, lugares y accidentes son exactos…la historia amorosa es parte novelada” (Carreño, Los Diablos Sueltos, La novela Testimonial, 1994-1995)Esta técnica coincide con una aproximación de Ismael Gutiérrez de que: “la novela testimonio hermana las estructuras básicas que le permiten fundar una relación de continuidad entre historia documental y ficción narrativa ” (Gutiérrez J. I., 1993)
De allí, se puede decir, que el propósito de Mada Carreño al escribir su libro; es testimoniar por medio de su experiencia personal sobre la guerra y el exilio con un toque de imaginación como la creación de un personaje femenino irreal “Marina”, para dar un efecto literario y liberarse al mismo tiempo de la autobiografía. La historia de amor con Ignacio. Esa combinación entre lo real y lo ficticio verosímil, afirma tanto la intencionalidad literaria e histórica de la novela.
Ahora bien, comparamos la situación de las mujeres exiliadas en ambas obras, a través de los personajes femeninos: la hermana mayor, la hermana menor y su madre en Desde la otra orilla, y Marina y Celia en Los Diablos Sueltos. En principio ambas obras tienen tramas parecidas, no obstante destacamos las similitudes existentes en cuanto al contexto histórico y la situación del exilio femenino republicano en Argelia y Francia, denominador común y el hecho catalizador en las obras de índole testimonial es la Guerra Civil Española.
La guerra es la causa de la diáspora y la salida hacia el exilio de los personajes en los dos relatos. El objetivo de la madre de las narradoras en Desde la otra orilla es proteger a su familia y sobrevivir a toda costa y el de Marina es salvarse la vida y la de muchas mujeres republicanas reencontrarse de nuevo con su esposo y emprender un viaje hacia otro exilio.
El tema de la salvación consistió en cruzar el mar en Desde la otra orilla y en atravesar las fronteras francesas en Los diablos sueltos, aquí destacamos pasajes de las dos obras respectivamente que atestiguan ese paso hacia el exilio: “Sóloun barco atracado en el muelle y una pasarela no muy ancha por donde subía a bordo mucha, mucha gente. Se tambaleaba…Llegamos hasta el control de documentación y rápido, rápido nos vimos pasando la distancia hasta el barco” (Beltran H. y., 2006, pp. 15-16) y “Tenemos un mapa de caminos. Hay tres salidas posibles, de las cuales la mejor es la del centro…y emprendemos la marcha por la Diagonal…Pisamos por la última vez la gran avenida barcelonesa, abandonada en toda su extensión, adusta. Todas las ventanas y las puertas están cerradas” (Carreño, Los Diablos Sueltos, 1975, pp. 64-65)Dos caminos diferentes que tienen el mismo destino: el exilio.
En cuanto al contexto histórico en el que se desarrollan los relatos de las dos obras; la protagonista de la novela-testimonial Marina, por su parte narra los hechos anteriores a la Guerra Civil y brinda más detalles sobre los últimos momentos de esa última, que nos permiten fechar el relato a finales de marzo de 1939, (este dato coincide con la huida de las narradoras con su familia hacia el puerto de Alicante para embarcar hacia Argelia). Carreño evoca la situación de la mujer antes de la II República denunciando la opresión y la omisión de la vida social, representada por la figura de la madre sumisa al padre y a sus decisiones, incapaz de contradecirle, como en el siguiente pasaje de la novela, cuando Celia la hermana mayor de Marina rechazó casarse con su primo, lo que provocó la insatisfacción de su padre, reacción que atemorizó a la madre: “Mama temía encontrarse con los ojos de papa". (Carreño, Los Diablos Suletos , 1975, p. 24).
Asimismo, otro ejemplo muy característico de la mujer sumisa es representado por Celia, que se vio obligada a abandonar sus estudios, desistiéndose de su sueño de cantante, para luego perder los mejores años de su vida esperando el hombre ideal. En cuanto a esa mentalidad, según André Bachoud y Josefina Bustillo: “habrá que esperar a la Segunda República para que las mujeres puedan expresarse gracias a las leyes que fueron adoptadas entonces.” (Bustillo, 2010, p. 581). Efectivamente durante la Segunda República Celia pudo incorporarse en la vida laboral y social: “Celia ha ido a trabajar por primera vez en el Ministerio…lo que importa es que está incluida desde ahora en la nómina oficial, con derecho a cartilla de aprovisionamiento” (Carreño, Los Diablos Sueltos, 1975, p. 28).
Incluimos este hecho de la lucha por la identidad femenina, mu y influyente en Los Diablos Sueltos y representado porMarina descrita como una intelectual con un nivel académico bastante alto, muy activa en la sociedad madrileña antes de exiliarse ya que fue miembro en un partido político, dando un modelo de la mujer republicana emancipada, lo que confirman Bachoud y Bustillo: “En la Segunda República también se abrió camino al derecho de las mujeres al trabajo extra doméstico”. (Bustillo A. B., 2010, p. 582).
Durante su exilio a Francia, Marina trabaja de intérprete y coordinadora de los asuntos de las refugiadas republicanas allí, demostrando la resistencia y la persistencia de la mujer, no sólo para sobrevivir sino también para ser un elemento activo y eficiente en cualquier sociedad del exilio afrontando todo tipo de obstáculos sociales.
De modo igual en Desde la otra orilla, la lucha femenina y la participación eficaz y positiva de la mujer exiliada es representada por la madre de las narradoras que trabaja dentro y fuera de la casa, cuida de los niños y participa al mismo tiempo en la obra teatral al lado de su marido y otros refugiados, también, actúa como actriz y cantante en la tropa teatral y se desplaza para los espectáculos en otras ciudades.
Así, el exilio es una continuación y consolidación de la emancipación de la mujer republicana. La madre recibió a republicanos en su casa ofreciéndoles tanto la comida como el cobijo y celebrando fiestas nacionales inculcando los principios de la República a sus hijas. De modo que el exilio no hizo perder fe en los ideales republicanos, sino contribuyó más en su consolidación a través de la conciencia y la resistencia de la mujer en el exilio en preservar dichos ideales.
Por su lado, Marina trabaja de intérprete y coordinadora de los asuntos de las refugiadas republicanas en el pueblo francés Ravissolet -sur-Prés, demostrando la resistencia de la mujer, no sólo para sobrevivir sino también, en su persistir en ser un elemento activo y eficiente en cualquier sociedad del exilio afrontando obstáculos sociales o políticos.
A diferencia del papel importante que desempeña la madre en Desde la otra orilla, la protagonista Marina demuestra una actitud apolítica no se mete en defender ningún bando y se limita a narrar las consecuencias de la guerra y del exilio sobre el transcurso de su vida y la de un grupo de mujeres refugiadas.
En resumidas palabras, en ambas obras prevalece la identidad indeleble de la mujer, en muchas ocasiones las autoras coinciden en sus pensamientos y preocupaciones, aunque cada una desde su puesto y formación cultural; incluso, se caracterizan por su fuerza interior, su lucha al lado del hombre y su fe en la causa republicana que todas defendieron cada una a su manera, en su perseverancia en seguir adelante juntos en las tierras del exilio.
Cabe señalar que las dos obras han sido escritas con diferentes fines, la primera según aparece en la introducción del libro, es destinada a los propios nietos y para todos los jóvenes de cuya libertad las dos hermanas se sentían responsables (Beltran H. y., 2006) , mientras que la segunda, pretende ser oída buscando una autoridad en el discurso social. (Lanser, 1992).
Finalmente, hemos relevado que hay una gran similitud en las dos obras tanto en los personajes como en los hechos históricos, y a pesar de ser Desde la otra orilla clasificada como “memorias” y los Diablos Sueltos “novela”, ambas forman parte de la literatura testimonial.
LIBROS
Beltran, H. y. (2006): "Desde a otra orilla". Frutos Secos :Elche.
Bustillo, A. B. (2010): "Entre rebelion y sumision : mujeres de España". En C. Fauré, (Coord.) Enciclopedia hisorica y politica de las mujeres de Europa y América .Akal:Madrid.
Carreño, M. (1975): "Los Diablos Sueltos". NovarroS.A :México.
Carreño, M. (1994-1995, Septiembre ): Los Diablos Sueltos . (J. Martinez, Intrevistadora)
Lanser, S. S. (1992): "Fiction of authority . Women Writers and Narrative Voice" . Nueva York : Cornell University Press
Lejeune, P. (1991): "El pacto autobiografico". Anthropos: Barcelona.
Martinez, J. (2007):"Exiliadas, Escritoras, Guerra Civil y memoria". Montesinos: Barcelona .
Oropeza, R. P. (2001):"El discurso testimoio y otros ensayos" . El estudio :Mexico .
Zapatero, J. S. (2008a): "Max Aub en el contexto europeo de la literatura del exilio y de los campos de concentracion" . En J. S. Zapatero, Max Aub y la escritura de la memoria . Cátedra: Salamanca.
ARTICULOS EN REVISTAS
Freire, R. R. (2010): "Literatura y poder: Sobre el poder del testimonio en America Latina". En Atenea, N.501,enero 2010, pp. 113-126.
Gutiérrez, J. I. (1993): "Miguel Barnet y su concepcion de" la novela-testimonio". En revista de Filología de La universidad de la Laguna. 12, enero, 1993, pp. 105-113.
Simon, P. (2014): "Literaturas y catastrofes historicas del siglo XX: un novedoso objeto de estudio comparatista". Revista electronica de teoria de literatura y literatura comparada.N .10,enero 2014, p. 225. http://www.452f.com/pdf/numero10/10_452f-mis-paula-simon-orgnl.pd.
Zapatero, J. S. (2008b): "Memoria y literatura: escribir desde el exilio". En revista Literatura y signo, N.3, 2008,p. 437.
SITIOS WEB
Spang, K. (s.f): Apuntes para la definición de la novela historica. Disponible en: http://www.culturahistorica.es/spang/novela_historica.pdf. Consultado en 20/02/2020.