Revista: CCCSS Contribuciones a las Ciencias Sociales
ISSN: 1988-7833

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LA BASÍLICA DE EL CISNE, IMPONENTE EN MEDIO DE LA POBREZA

Introducción
El Origen de El Cisne y su devoción por la Virgen que lleva el mismo nombre tiene dos hipótesis, la primera se basa en la palabra CUIZNE de origen quechua, la que hace referencia a un lugar donde se encuentran dos corrientes neblínicas. En el siglo XIV lo que hoy conocemos como El Cisne fue un asentamiento de tribus descendientes de los Paltas, por lo tanto, al entrar en contacto con el idioma castellano la palabra CUIZNE se modificó por la palabra Cisne.
Sin embargo, otra hipótesis sobre su origen señala que el nombre de El Cisne se debe a los frailes Franciscanos, quienes llegaron desde Europa para evangelizar a los lugareños, de ahí que, introduciendo sus costumbres y valores, dieron paso a una inculturación mutua entre las costumbres europeas y las nativas, este proceso, sobre todo el europeo introdujo la evangelización mediante imágenes, una de ellas la de la virgen de El Cisne.
Estas dos teorías explicarían el origen de la parroquia El Cisne y su devoción por la “Churonita”, la Virgen que se venera en el lugar; desde distintos puntos de vista, sin embargo, recurriendo a la historia, en tiempos de la Colonia, notamos que olvidamos aspectos que darían otra explicación al nacimiento de la Virgen de El Cisne.
Loja nace como una ciudad con una gran importancia tanto para El Rey de España como para la Iglesia católica, quienes compartían el poder territorial en aquellos tiempos de conquista; lo que hoy se conoce como Loja fue denominado El cuartel General, por las rutas de acceso que proveía a la Real Audiencia de Quito y desde el que se organizaban las expediciones de conquista y explotación del oro en el Amazonas, de ahí la importancia geográfica de Loja, por lo que para obtener control de las mismas, Luis López de Solís, III obispo de la Real Audiencia de Quito, realiza la organización para la evangelización del indio, creando la necesidad de una imagen para el culto de los indígenas, con la que se aliviaría su sufrimiento por el trabajo en las minas, además que reforzaba las ideas españolas y el poder religioso y civil en el territorio.
Por lo que Monseñor López de Solís, envía a crear con Diego de Robles, artista español, las imágenes que representarían las advocaciones marianas más importantes del Ecuador, dos de ellas en Quito, que son las de Guápulo y El Quinche; y en Loja, la advocación de El Cisne, esta última lleva su nombre ya que Monseñor López de Solís, al ser miembro de la Cofradía de El Cisne de Europa, le da este nombre, a pesar de que debió ser llamado Advocación de Ambocas, gracias a los grupos indígenas que habitaban el lugar.  
Años más tarde, cuando la devoción a la Virgen de El Cisne, gozaba de un gran número de devotos, fueron estos mismos quienes con motivo de su centenario, ofrecieron como regalo la construcción de una basílica para su adoración, construcción que se decidiría en 1930 y que tardaría entre 30 y 60 años por las posteriores adecuaciones que en ella se realizaron.
Antigua administración del Santuario - Basílica
En 1944 la Congregación de Oblatos se hizo cargo de la administración del Santuario por orden del Sr. Cardenal de la Torre, Arzobispo de Quito, hasta antes de esa fecha el Padre Ricardo Fernández fue párroco y administrador del Santuario. Los Misioneros Oblatos trabajaron en la administración del Santuario por más de 50 años.
Los primeros pasos de la propagación de la devoción de la Virgen de El Cisne se dieron de la mano del Padre Luis Belisario Medina, quien fue trasladado desde Cuenca al Santuario, él hacía propaganda por la radio “Ondas azuayas” y además, pagaba buses para transportar azuayos y sus antiguos feligreses para que conozcan El Cisne. De ahí nace la profunda devoción de los cuencanos por la Churonita, quienes todos los años la acompañan y realizan eventos por la celebración en Honor a la Virgen del Cisne, de agosto a septiembre de cada año, una de las mayores representaciones de su fe, son las fiestas de Agosto, realizadas con financiamiento de los priostes.
Dentro de la renovación de los contratos de la Diócesis de Loja con la congregación de los Misioneros Oblatos, en 1944 se detalla lo siguiente “impulsar y dirigir los trabajos de construcción de la Basílica de la Santísima Virgen y los otros indispensables anexos de la misma obra, tales como la edificación de la Casa para Peregrinos… para la realización de estas obras la autoridad eclesiástica faculta a la referida comunidad para la recolección de limosnas, administración e inversión de los fondos de ellas provenientes o legados o subvenciones de cualquier especie, adjudicados al Santuario… En 1981 se añade el rubro de la colaboración para la formación de los seminaristas de la Diócesis que en el año 2001 alcanzó en 25% de los ingresos totales” (p.84). Parte de esa distribución de ingresos de la Basílica ha ocasionado molestias en los cisneños.
Problemas administrativos del Santuario -Basílica
Sobre todo a partir del 2000, cuando la administración pasó a manos de la Congregación Eclesiástica. Para 2001 la Diócesis de Loja decidió que los nuevos administradores del Santuario serían los Sacerdotes del Clero Diocesano de Loja, conformados por el padre Juan José Guanuche Japa, rector párroco del Santuario de El Cisne, en esta ocasión, los fieles protestaron ante la salida de los padres Oblatos cerrando la Basílica; en diciembre de ese año. “Hubo problemas porque en primer lugar los Oblatos estuvieron por más de 50 años ahí entonces cuando el Obispo les pidió que salieran porque iba a ir la Diócesis como que ellos se resistieron” indicó el Padre Guanuche, en una entrevista vía telefónica.
Dichos problemas, derivaron en la toma de la Basílica, que duró dos días, ante los inconvenientes, quien en ese entonces era obispo de Loja, Monseñor Hugolino Cerassuolo, se comprometía a formar una comisión de finanzas que audite los ingresos y egresos del santuario, para canalizar obras para la parroquia. “Con ese documento se logró poner fin a la toma de la basílica que duró dos semanas e incluyó la retención de un empleado y cuatro religiosas, en rechazo a la salida de los padres Oblatos y para evitar que la Diócesis tome a cargo el santuario”. Tomado de El Universo, domingo, 5 de febrero de 2006.
Sin embargo, al no cumplirse esta disposición, en 2006, un grupo de personas encabezado por Martha Jiménez, en ese entonces, presidenta de la Junta Parroquial, se tomaron la Basílica, como lo recoge Diario El Universo en una noticia publicada el 21 de marzo de ese año: “el religioso está acusado de manejar en forma indebida los fondos que recibe la iglesia por limosnas y contribuciones, por ello un grupo quiere que ya no la dirija”, haciendo referencia al Padre Juan José Guanuche.
Por su parte el Padre Juan Guanuche, aclaró que el problema no era por el manejo de los fondos de la Basílica, sino por la realización de las escrituras de los terrenos antiguos en los que se encuentran bienes de la iglesia. “No hay ningún escrito, ni nunca me han dicho eso… A mí de lo que me han acusado es de algo, es de que se querían hacer unas escrituras”.  
Para solucionar el problema Jiménez pedía que “el pueblo administre lo económico, con un cabildo parroquial, y la iglesia solo se haga cargo de lo espiritual, con el reconocimiento de los debidos gastos”. Para sostener estas acusaciones, se basaban en un robo sucedido poco antes en el que al ser frustrado, salió a la luz que en una sola urna, la cantidad de dinero adjudicado a la Basílica era de $8.544, ante lo que los moradores sostenían que la cantidad correspondía a lo recaudado en dos días y por su parte el Obispo de la provincia, aclaraba que eran de dos meses. En ambos casos, es una cantidad considerablemente alta, teniendo en cuenta que las cifras obtenidas representan los ingresos de una sola urna de la Basílica, en palabras del historiador Luis Bernardo Cuenca, con el dinero que ha ingresado a la Basílica “se la podría forrar literalmente de oro”, claro, si tomamos en cuenta que esta iglesia lleva en el lugar 372 años.
Problemas sociales de la parroquia El Cisne
Durante este tiempo los ingresos se han generado gracias a los fieles y que contrasta con la realidad que vive la población de El Cisne, y quien visite el lugar puede corroborar. Un ejemplo de ello, es la reducción de la población, ya que según el censo de 1974, en El Cisne, existían 2296 habitantes, sin embargo, en el último censo realizado en 2010, la parroquia El Cisne cuenta con 1628 habitantes, aunque esto se debe a factores naturales como la sequía y calidad del suelo; y otros factores sociales, según los datos del Censo de Población 2010.
La parroquia de El Cisne, a pesar de su potencial turístico, tiene como principales actividades económicas la agricultura y ganadería, además en algunos meses del año cuando se llevan a cabo las peregrinaciones hacia el Santuario, como es el caso de la Feria de septiembre; las Festividades del Mes de María, durante todo el mes de Mayo; la Feria de agosto, la mayor fiesta de la parroquia celebrada en honor a la virgen de El Cisne; y las festividades de Noviembre, por el retorno de la Virgen de la ciudad de Loja. Las actividades turísticas y de comercio, generan cierta retribución económica, ya que las actividades con mayores ingresos provenientes del turismo, se concentran en manos de la Basílica.
En el Santuario, además de los ingresos de la iglesia, tienen otros servicios que les genera ganancias como las misas por intenciones, que tienen una tarifa mínima de $5, la hospedería del Santuario el costo es de $20 por persona, la librería del santuario donde comercializan libros, estampas, recuerdos, bultos, cirios, vinos, joyas, y servicio de copiadora, y el museo en el que la entrada tiene un valor de $1. En lo que respecta a los bautizos, matrimonios y bendiciones a objetos, no tienen una tarifa, reciben la voluntad de la gente. Sin embargo, hay sacerdotes que trabajan de forma esporádica en el Santuario, quienes sí cobran por estos servicios, aunque esos ingresos son personales.
En una entrevista con el Padre Armando Jiménez, nos comenta que “por razones de seguridad, el museo solo exhibe los objetos de menor valor” y que los de mayor valor se encuentran en una bóveda de un banco, para evitar robos y daños, como en otras ocasiones ha sucedido. Nos indicó que aunque los ingresos del Santuario no son fijos ya que cada año varía la cantidad de feligreses que llegan a visitar a la Churonita. Sin embargo, el Párroco menciona que: de los ingresos que hay cada año, el 40% pasa a la Diócesis de Loja, y luego, el 60% queda para el funcionamiento de Santuario, para pagar el personal, mantenimiento de lo que tenemos, para las obras sociales que el Santuario tiene.
A pesar de la labor social y de los ingresos económicos, la parroquia acumula problemas como la falta de educación, según el Plan de desarrollo y ordenamiento territorial de la Parroquia El Cisne en 2015, de la población encuestada, en el caso de la instrucción educativa, tan solo el 46.74% corresponden a primaria, el 17.15% Secundaria, el 13.45% Educación Básica, el 5.85 Bachillerato y el 7.73% Postbachillerato, Superior y Postgrado. Quisimos conseguir información actualizada, nos comunicados con el presidente de la Junta Parroquial César Uyaguari, su respuesta fue la siguiente “Debería venir y conversar, sino toda la información que manejo es la que en muchas páginas digitales está al público…” y más posteriormente señaló “cualquier cosa, debería hablar con mi secretaria y ponerse de acuerdo… cuando me encuentro acá”.
Además, otros de los problemas es que la parroquia no cuenta con un sistema de agua potable, sino que se abastecen desde una captación, mediante agua entubada, sobre todo en el sector rural, donde no se realizan ni las labores de desinfección del agua. Así como el abastecimiento de Energía Eléctrica, en varios sitios, sobre todo los más alejados, aún utilizan fuentes como lámparas de mano y velas. Según datos obtenidos del VII Censo de Población y VI de Vivienda, el 81.91% de las viviendas de la parroquia cuenta con servicio de energía eléctrica y un 18.09% utiliza fuentes alternativas.
Ojeda (2005) menciona que: “Desde ese entonces la parroquia El Cisne era considerada pobre porque no tenía mobiliario ni lo indispensable para vivir, sin luz eléctrica, sin agua potable, con solo camino de herradura” (p.80). Haciendo alusión de los años en los que empezó la construcción de la Basílica, y que en la actualidad no hay mayores cambios o mejoras sociales. 
Sin embargo, el sacerdote Jiménez señala que el Santuario ha realizado varias obras de ayuda social, entre ellas destacan: La Unidad Educativa Corazón de María, plan de Cáritas, dispensario médico y la casa del peregrino. En lo que respecta a la escuela, el Santuario aporta con el pago a 9 profesores y como parte de la ayuda social, a pesar de ser fiscomisional, no cobran matrículas, ni pensiones contribuyendo así a la educación de la niñez y la juventud. Así mismo, ayudan con el mantenimiento de las instalaciones y transporte para aquellos estudiantes que viven en zonas alejadas y en coordinación con los padres de familia, estos aportan con el 40% del gasto y el Santuario con el 60%. 
Desde un punto de vista de obligación social y moral, estos problemas pueden ser solucionados parcialmente con la ayuda de los ingresos de la Basílica, el Santuario Basílica Nuestra Señora de El Cisne, genera cuantiosos ingresos, según el párroco Jiménez, tanto la Diócesis de Loja y la Basílica tienen un departamento contable que se encarga de manejar los ingresos y egresos de la Basílica, por las mismas razones de seguridad antes mencionadas, no nos pudo revelar los montos aproximados que tiene la Basílica, sin embargo en palabras de él los ingresos son “bien altos”. Esto se puede corroborar, observando la urna de la Virgen del Cisne que se encuentra dentro de la Basílica, donde literalmente se cubre la Imagen con billetes, monedas y estampas, en busca de un milagro o por agradecimiento de ello.
Eso explica que el convento parroquial, sea un edificio con las mayores comodidades que se puede ofrecer, como comedores, oficinas, adornos de gran valor, ascensores y que tenga una gran extensión. Así como un museo en el que se exhiben cuantiosas donaciones a la Virgen, recalcando como antes lo hicimos, que son las de menor valor.
Así como la pertenencia de 14 predios entre urbanos y rurales, entre ellos la casa parroquial, colegio, escuela y casas barriales para los que la Diócesis de Loja, en 2006 hizo trámites para actualizar las escrituras de esos bienes a su nombre, otra de las razones por las que se llevaron a cabo las protestas, ya que muchos de estos predios, fueron donados para obras, en agradecimiento a la Virgen del Cisne. Mario Macas, quien en 2006 fue secretario de la Junta Parroquial, señalaba en aquella ocasión que “se quiere privatizar los bienes de El Cisne. Que se hagan escrituras pero en favor de la población y no de la Diócesis”. Un ejemplo de ello, es el campanario, que ahora pertenece a la Diócesis, pero fue construido por los moradores de la parroquia.
Al igual que sucede con las obras construidas por la parroquia para beneficio de la Iglesia Católica, los ingresos de la Basílica deberían retribuirse al pueblo que los genera gracias a su fe, y así como se estipulaba en el contrato que se firmaba con los Padres Oblatos durante su administración, es importante el compromiso de la Diócesis para que se contribuya al desarrollo de una de las parroquias más pobres de Loja, como lo pudimos observar en una visita a la misma, donde a pocos pasos de la imponente Basílica, la población vive en casas de abobe y sin servicios básicos, a los ojos de una religión que profesa la ayuda al prójimo, la humildad y el desprendimiento de lo material.
Metodología
La Basílica de Nuestra Señora de El Cisne, cuenta con ingresos que permitirían realizar obras en beneficio de la parroquia El Cisne y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, sin embargo, su administración ha sido cuestionada en varias ocasiones por el mal manejo de sus recursos. Esta investigación se realizó bajo los métodos investigativo, analítico, descriptivo y explicativo, los resultados se obtuvieron a través de la recolección de información de archivo, datos estadísticos y entrevistas con los sacerdotes administradores del Santuario y la población.
Para obtener las cifras de referencia y dar una idea aproximada de los ingresos de la Basílica, se ha realizado un análisis con el monto obtenido en un robo en una de las urnas del Santuario.
Además, se realizó 100 encuestas dirigidas a los habitantes de la parroquia El Cisne arrojando resultados que fueron tabulados e interpretados.
Población y muestra
El tamaño de la muestra fue de 100 habitantes de la parroquia El Cisne. Esta población se calculó sobre la base de la fórmula para universos finitos, ya que el universo a investigar fue de 300 personas.
Resultados y discusión
Ya obtenidos los resultados procedimos a realizar el análisis e interpretación de datos con el fin de identificar el nivel de conocimiento sobre los fondos que ingresan específicamente en la Basílica de Nuestra Señora de El Cisne.
La primera interrogante de la encuesta menciona que si se conoce la razón por la que el Santuario se encuentre ubicado en la parroquia El Cisne, 75 personas, que corresponde al 75% dijeron que no, y el 25% afirmó sí saberlo. En algunas respuestas afirmativas para explicar la razón que se cuestionaba, dijeron que se trataba de una estrategia económica, ya que se facilita la presencia de peregrinos, de ciudades cercanas e incluso del vecino país Perú.
En cuanto a los ingresos anuales en la Basílica de El Cisne, la población respondió el 97% dice no saber, y tan solo el 3% asegura saber, sin embargo, es evidente que la mayoría de la población o no sabe, o no quiere hablar sobre cuáles son los ingresos anuales de la Basílica Nuestra Señora de El Cisne.
En la tercera pregunta se cuestiona sobre los considerables ingresos económicos anuales del Santuario, donde el 95% de los encuestados respondieron que no saben cómo se distribuyen los medios económicos. El reducido número del 5%, que dijo sí saber, especulan, pero no saben a ciencia cierta, sobre la distribución de los recursos.
En las 100 encuestas realizadas, los pobladores de El Cisne expusieron con un 95% no conocer la relación entre el santuario Reina de El Cisne y el Gobierno Autónomo Parroquial de El Cisne, sin embargo, el 5% afirma saber la relación que existe entre estas dos entidades.
Con respecto a las obras que la Iglesia Católica ha realizado en beneficio a la parroquia El Cisne, un 3% remotamente dice saber de dichas obras; mientras que, el 97% declaran no tener conocimientos sobre estos temas. Es notorio que la información sobre este tema es hermética por parte de los administradores del Santuario.
En el caso de la pregunta seis sobre si conocen si la Iglesia Católica ayuda económicamente a la parroquia El Cisne, el 95 % de los encuestados afirman no conocer sobre el tema, tan solo el 5% responde positivamente. Esto nos da una idea de ignorancia, casi absoluta, sobre el fin de los recursos que entran al santuario y si son compartidos con la Junta Parroquial de El Cisne.

Conclusiones
En el desarrollo de la investigación, se planteó la hipótesis sobre el desconocimiento de la población en cuanto a la administración de los bienes e ingresos económicos de la Basílica Nuestra Señora de El Cisne, ya que desde el punto de vista de desarrollo social, la parroquia vive en situación de abandono por parte de varias entidades públicas como privadas a diferencia de los grandes ingresos económicos del lugar, sin embargo, los resultados arrojados por la investigación da cuenta del desconocimiento de la población frente al tema investigado, por lo que se reafirma la hipótesis. Ello permite a los investigadores llegar a las siguientes conclusiones:

• La población de la parroquia el Cisne, desconoce la importancia y las razones geopolíticas e históricas que llevaron a construir a la Basílica en dicha parroquia.
• La población de la parroquia El Cisne, desconoce los ingresos económicos y la forma de administración de los ingresos de la Basílica de Nuestra Señora de El Cisne.
• La población de El Cisne, no reconoce que los ingresos económicos de la Basílica Nuestra Señora de El Cisne sean retribuidos a la parroquia en forma de obras o en ayuda económica.

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*Estudiante de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Loja. mariaaguilar333@hotmail.com
** Estudiante de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Loja. jhulymherrerac@gmail.com
*** Maestro de las Artes en Periodismo en la Universidad estatal de Voronezh (Federación rusa). Magister en Derecho Ambiental Internacional en la Universidad Central del Ecuador. Docente de la Carrera de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Loja. pindalito@gmail.com

Recibido: 20/08/2019 Aceptado: 23/09/2019 Publicado: Septiembre de 2019

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