Leonardo A. Caravaggio *
Universidad Nacional de Quilmes, Argentina
caravaggio@gmail.com
Resumen
El presente trabajo se propone analizar la idea de desterramiento en la “Carta sobre el Humanismo” de Martín Heidegger. Podría resultar interesante hacer un análisis de la idea de desterramiento en Heidegger, pero esta empresa resultaría demasiado extensa. Las ideas de Heidegger fueron cambiando a lo largo del tiempo, como cambian las de cualquiera. Hacer un análisis de como su forma de entender un determinado concepto fue variando en el tiempo, no sería tarea sencilla. Es preciso entonces acotar esta intención a un período particular. Para esto, se analizará la Carta intentando comprender el significado que la idea de desterramiento tiene en ella. Por otro lado se buscará descubrir lo que otros autores hayan escrito al respecto. Es decir, las diferentes interpretaciones.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Leonardo A. Caravaggio (2018): “Concepto de desterramiento en la carta sobre el humanismo de Heidegger”, Revista Contribuciones a las Ciencias Sociales, (febrero 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/cccss/2018/02/humanismo-heidegger.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/cccss1802humanismo-heidegger
Concepto de desterramiento en la Carta sobre el Humanismo de Heidegger
Introducción y limitaciones
El presente trabajo se propone analizar la idea de desterramiento en la “Carta sobre el Humanismo” de Martín Heidegger. Podría resultar interesante hacer un análisis de la idea de desterramiento en Heidegger, pero esta empresa resultaría demasiado extensa. Las ideas de Heidegger fueron cambiando a lo largo del tiempo, como cambian las de cualquiera. Hacer un análisis de como su forma de entender un determinado concepto fue variando en el tiempo, no sería tarea sencilla. Es preciso entonces acotar esta intención a un período particular. Para esto, se analizará la Carta intentando comprender el significado que la idea de desterramiento tiene en ella. Por otro lado se buscará descubrir lo que otros autores hayan escrito al respecto. Es decir, las diferentes interpretaciones. No las concepciones de otros autores sobre la idea de desterramiento, lo que también resultaría en una tarea prácticamente inagotable, sino apenas lo que otros autores entendieron que Heidegger quiso expresar al respecto, en la Carta sobre el Humanismo. También quedará por fuera, toda idea previa a Heidegger que pueda haberlo llevado a escribir lo que escribió. Algunos escritos de Höderlin, Zambrano, Nietszche, Marx, Rousseau, Hegel, Platón, Aristóteles, Sócrates, Eurípides, y otros podrían resultar muy interesantes en ese sentido. Si bien serán considerados, su análisis en profundidad deberá quedar para futuros estudios.
Martín Heidegger
La palabra en el original alemán que este trabajo se propone analizar es “heimatlosigkeit”. Al castellano, en contexto, fue traducida como desterramiento, apatricidad, o falta de morada. Puede entenderse también como: desarraigo, falta de hogar, rumbo o dirección, ausencia de patria, o de origen. En el siguiente apartado se presenta una discusión respecto a la traducción. El término aparece en la carta 1 un total de nueve veces 2, todas entre las páginas 50 y 56.
Se propone en contraposición al concepto de “patria”3 . Antes de describir la apatricidad, Heidegger habla de la patria. La patria es la proximidad del ser del “ser-aquí”, del Dasein. Y aclara que no se refiere a patria en un sentido “patriótico ni nacionalista”, sino de la historia del ser. El hombre moderno puede vivir desterrado, es decir, alejado de su historia del ser, distanciado de su patria. Luego nombra a Nietzsche como el último de los desterrados. Nietszche supo describir el destierro. Este destierro es la metafísica, y Nietzsche intentó escapar invirtiendo la metafísica. Heidegger entendió que esto es una prueba de que desde dentro de la metafísica no hay salida para el destierro. Ni siquiera Nietzsche logra encontrar el “camino de regreso a la patria” (parafraseando a Hölderlin4 , quien es presentado por Heidegger como quien sí supo reconocer el origen). Este origen no es lo patriótico o la alemanidad, en un sentido chauvinista, sino el destino de occidente. Pero tampoco como región geográfica, sino en el sentido del desarrollo de la historia. De la cercanía al origen, “cercanía al Este” (también citando a Hölderlin 5, como lo hace Heidegger6 ). Es una invitación a vivir de acuerdo al destino. Para que se produzca este retorno, para que el hombre deje de vagar sin rumbo, el ser debe ser abierto en su claro y ser experimentado en su verdad7 . Debe descubrirse a sí mismo.
El desterramiento es el abandono del ser de lo ente8 . La patria es el ser en sí, la verdad del ser. El vagar sin rumbo es la confusión entre el ser de lo ente, y la verdad del ser. El estar en la patria puede ser entendido con la cercanía con Grecia, por lo que Grecia significa para la historia universal. Y el estar en la patria permite describir el futuro. Por eso Hölderlin (más cercano a Grecia) está “preñado de futuro”, y no el humanista Goethe 9.
Para Heidegger este desterramiento no debe ser entendido como algo eludible. Sino, por el contrario, se convierte en un destino universal. Dicho esto, compara el desterramiento con la dialéctica Hegeliano-Marxista, el materialismo (bien entendido) y la idea de alienación. Hay una inevitabilidad: occidente debe extraviar su camino, perderse, para poder luego retornar. Hay un proceso histórico necesario para el ser. Y critica a la Fenomenología (Husserl) y al existencialismo (Sartre) por no haber advertido esto 10.
Ni nacionalismo, ni internacionalismo (que es simplemente un nacionalismo elevado a sistema), ni el colectivismo ahistórico logran descubrir la verdad del ser, y producir el avance del destino universal. Son todos subjetivismos alejados de la humanitas. En este destierro, el hombre no logra encontrar el camino del desarrollo, en el sentido occidental del destino universal. “Expulsado de la verdad del ser, el hombre no hace más que dar vueltas por todas partes alrededor de sí mismo en cuanto animal rationale”11 .
Algunas cuestiones referentes a la traducción
La palabra heimatlosigkeit no es fácil de traducir. Se trata en realidad de una palabra compuesta. La terminación losigkeit puede entenderse como falta, o carencia. Y la palabra heimat no tiene traducción directa a ninguna de las lenguas romances, ni tampoco al inglés. Si bien podría traducirse como hogar patrio, es importante destacar que lo esencial no es la patria, sino que puede referirse al hogar, la comunidad, la tierra, la nación, y que va unida a un sentimiento de aprecio, amor, o añoranza. Se refiere entonces a una pertenencia emotiva a un lugar de origen. A sus instituciones, sus costumbres, sus cosas. La carga emotiva de la palabra no es menor. Por ejemplo las palabras heimatland (país patrio) y heimaterde (tierra patria) son una unión de las palabras land (país) y erde (tierra) con heimat (hogar) de forma de incluir el amor por el propio país, por la propia tierra. Por ejemplo, cuando al salir de Alemania a alguien le preguntan “Zurück in die Heimat?” lo que podría traducirse en forma directa como “¿De regreso al hogar patrio?” la pregunta suena rara. En realidad es una forma común, algo como “¿De regreso a su país?”, pero con una carga emotiva que da por descontado el amor a la propia tierra12 .
Peter Sloterdijk
En “Sin Salvación”13 Sloterdijk dice que la descripción que hace Heidegger sobre el desterramiento es anticuada, pero correcta.
Su interpretación comienza comparando las situaciones de “apocalipsis del hombre”14 con un destierro. Los campos de exterminio, la tortura, alejan al hombre de lo que podría llamarse humanismo15 . Estas atrocidades son prueba de que Heidegger estaba en lo cierto, el hombre vive desterrado. Alejado de su morada en el ser. Pero también alejado de “morar en el lenguaje”. Para Sloterdijk, parte de este desterramiento es el vagar sin morada que implica la transformación del lenguaje. Con las nuevas tecnologías, el lenguaje deja de ser una casa donde refugiarse haciendo cercano lo lejano, transmitir y comunicarse. En este sentido la descripción de Heidegger es anticuada, ya que no habla de la era digital o los horrores que sí describe Sloterdijk. Pero correcta, porque lo importante es la pérdida del lenguaje como morada del ser. La pérdida del ser.
Sloterdijk dice que para Heidegger el desterramiento es un “rasgo ontológico sobresaliente del modus essendi del hombre contemporáneo”16 . Esta “errancia”, este caminar sin morada, no es ni mérito ni culpa del hombre. Pero es clave para comprender el proceso histórico.
Vicente Solano Díaz
Vicente Solano Díaz afirma17 que “en la sociedad moderna totalitaria no se admite otra realidad que no sea la práctica productiva que sólo repara en los entes” 18. Hay un olvido del ser. Ni las cosas, ni los seres humanos tienen “ser”. Lo han perdido. Y explica que justamente a esto se refiere Heidegger cuando habla de desterramiento. Es un olvido de lo esencial. La verdad del ser queda sin ser pensada. Alejado de esta morada, de este hogar, que es su tierra natal, pero al mismo tiempo su destino, el hombre vaga sin rumbo.
A continuación, Solano Diaz dedica un apartado a comentar como Heidegger encuentra en el nazismo una vía de escape a este olvido del ser. Tanto en los industrialismos capitalistas como comunistas, hay desterramiento. En la actitud “codiciosa, egocéntrica, abstracta y calculadora” 19 del capitalismo, hay desterramiento. En la alternativa niveladora, espiritualmente vacía, y sin rostro del comunismo, también. Así encuentra en el pueblo alemán, el “pueblo metafísico”. Y en Adolf Hitler el líder que lleve al pueblo de regreso a su morada. Como respuesta a este descubrimiento, se afilió al partido nazi, y durante un año fue rector de la Universidad de Friburgo. Período después del cual, se aleja parcialmente y mantiene una relación neutra.
Luis Fernando Moreno Claros
En una reciente bibliografía sobre Heidegger20 el ensayista español Luis Fernando Moreno Claros interpreta este alejamiento como una disyuntiva entre dos posibles humanismos, uno falso y otro verdadero. El desterramiento es el falso humanismo, alejado del ser, caído, inmerso en lo ente 21. Para explicar este desterramiento recurre, como Heidegger, a Hölderlin. “Este poeta de los poetas supo cantar la pérdida del ser por parte del hombre como ninguno”22 . Así, hay dos caminos: la pérdida del ser como destino, y el verdadero destino. Los signos del desterramiento son la técnica, el materialismo y el americanismo (muy emparentado con los dos primeros). Este americanismo se caracteriza por la vida rápida y vacía. Y por eso, amenaza al hombre con expulsarlo de su morada, de su tierra y su destino. Esta morada, recuerda Moreno Claros, es el lenguaje (coincidiendo en esto con Sloterdijk), el pensamiento. El americanismo es puro ente, es el olvido del ser. Alejamiento del lenguaje y el pensamiento. Para Heidegger, la vida moderna, en particular la ciudad y las fábricas, son desarraigo y pérdida de la patria. Y este es el destino del animal rationale, como mero “señor de lo ente”. Pero el hombre está llamado a ser más que solo cálculo y razón, está arrojado a la “ex-sistencia”. El hombre puede ser pastor del ser. Este es el “verdadero humanismo” de Heidegger. Llamado a morar en la proximidad del ser 23.
Arturo Leyte
En la Introducción a “Identidad y Diferencia”24 Arturo Leyte, editor de la edición bilingüe de Anthropos, hace algunas aclaraciones respecto al término Heimatlosigkeit. Lo explica como un estar fuera del ser, haber abandonado el hogar. Y es el cálculo el que dirige el abandono. Y el cálculo es considerar a la metafísica como algo real. La metafísica es la que saca al hombre del tiempo, del tiempo real en el que ex-siste. Lo lleva a un plano fuera del tiempo, en el mundo de las ideas. Y el capitalismo es este sistema único, sociedad única, donde espíritu, matemática, y trabajo se dan como parte de un solo mecanismo, un complejo unificado, teológico. Dentro de este sistema el hombre vive “extrañado”, cosificado, vive como ente. En un grado máximo, hasta el punto de pensar que es libre. Pero no lo es en realidad, sino que es un ente más en la gran maquinaria. Habiendo abandonado la morada, vive fuera del ser25 .
Luis César Santiesteban
El profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, Luis César Santiesteban 26 identifica desterramiento con nihilismo. Es decir, con el sufrimiento, el desamparo, que tiene que padecer “el ente por parte del ser y de dios”27 . Por haberse alejado del ser y de dios, el hombre sufre. La idea de dios no aparecía en otras interpretaciones. Dios, que es entendido en semejanza con la noción de “ser”, también es responsable del regreso a la morada. El hombre no puede volver por sí mismo, sino que el movimiento parte desde dios y el ser. El hombre no es agente de movimiento.
Ludwig Schajowicz
Tal como se mencionó anteriormente, otra de las formas de traducir el término en cuestión es “apatricidad”. Esta es la decisión que toma Schajowicz en un libro que no trata directamente sobre Heidegger 28. Dice que es un neologismo que pareciera no terminarlo de convencer. Tal vez lo utiliza para reafirmar la idea de abandono de la patria. Interpretación que algunos prefieren evitar por la connotación negativa que pudiera tener. Habla de desarraigo, de olvido del ser, y citando la “Introducción a la Metafísica” de Heidegger equipara apatricidad y nihilismo (como también hace Santiesteban). En este sentido vale comentar que en la “Carta sobre el Humanismo” Heidegger critica el nihilismo, pero no lo menciona al explicar el desterramiento. Este nihilismo es el destino del hombre. Luego interpreta que la experiencia de lo sagrado es la que ayuda al hombre a volver a su morada. Hay así un corrimiento desde el animal rationale al homo religiosus. No dios, sino la experiencia religiosa. Es decir que la mirada está aquí puesta más en el hombre.
Jacinto Choza
Para Jacinto Choza 29 la clave está en el abandono de la contemplación, la meditación, lo admirable y misterioso. Al poner la atención solo en las cosas, y en lo que se puede hacer con ellas, solo en lo ente, el hombre se olvida del ser. Se produce un ocultamiento del ser, que es la esencia de las cosas. Y el camino del desocultamiento, es posible por la vía de la poesía. Heidegger lo encuentra en particular, en Höderlin. Critica a Goethe, porque como representante de un humanismo de raíz greco-romana y renacentista, tiene un conocimiento de las letras y el arte que lo llevan a enfocarse en el ente de las cosas y no es su ser. El pensar de Höderlin en cambio es más inicial, más cercano a la patria, y por tanto al futuro (está “preñado de futuro”, diría Heidegger). Höderlin es un presocrático. Por esta vía es que Heidegger encuentra en el nacional-socialismo el desocultamiento del ser. Pero a diferencia de la interpretación de Solano Diaz, Choza entiende que al escribir la “Carta sobre el Huanismo” Heidegger ya estaba desencantado con la experiencia nazi.
Luego, también se compara el desterramiento con la idea de Marx (desarrollada desde Hegel) de la alienación. Al mirar una mercancía no es posible ver lo que realmente es, sino que se ve una máscara, se ve lo ente, se la convierte en un fetiche. Su ser, y su secreto, permanecen ocultos. Y entiende que es por esto que Heidegger exalta la forma de Marx de entender la historia. Acepta la dialéctica que este proceso implica. Como destaca Heidegger, esto es lo que no vieron ni Husserl, ni Sartre.
Alberto Constante
Otra posible interpretación del “desterramiento” es leerlo como un no saber habitar. Así lo lee Alberto Constante30 . “Para el Hombre, ser es habitar”31 . La apatricidad también es nihilismo, es decir, se lo entiende en el sentido de Nietzsche. Pero el camino de regreso a la patria no se expresa como responsabilidad de dios, sino de los hombres. Y debe buscarse primero en lo sencillo, en las cosas. La modernidad trajo consigo el olvido del ser de las cosas. Para el hombre moderno, las cosas ya no son cosas. Esto está vinculado con la técnica. En la medida en que el hombre se apodera de las cosas, y de su proceso de fabricación, las cosas dejan de ser cosas. El hombre olvida su ser. Con el acortamiento de distancias que permite la tecnología, el hombre pierde de vista lo cercano. Y en lo cercano está el ser de las cosas. Habitar sería entonces reconocer que las cosas son cosas. Reconocer el ser de las cosas. Habitar en un mundo cerca del ser de las cosas.
Conclusiones
La expresión heimatlosigkeit utilizada por Heidegger en su “Carta sobre el Humanismo” fue desde entonces ampliamente comentada y discutida. En general se entiende que refiere a una descripción de la humanidad de su tiempo. Este vivir sin patria, alejado de la casa paterna, es una imagen del olvido del ser. El hombre vive alejado de su ser, y del ser de las cosas.
En algunas interpretaciones no todos los autores están de acuerdo. Por ejemplo Santiesteban, Schajowicz y Constante vinculan este estado de apatricidad, con lo que Nietszche llama nihilismo. Otros soslayan esta vinculación. Heidegger en la carta, dice que Nietszche fue el último en lograr describir este estado, pero no lo vincula directamente con el nihilismo. Santiesteban ve en este desterramiento un vivir alejado de Dios. Al vivir alejado de su creador, el hombre está desentendido de su esencia y vaga sin rumbo, sin un sentido en la vida. Choza y Leyte comparan el desterramiento con lo que Marx llamó alienación (tal como hace Heidegger32 ), mientras que el resto de los autores estudiados no mencionan esta vinculación.
Otro de los puntos en los que las diversas interpretaciones analizadas difieren es en el camino de retorno a esta tierra natal. Algunos entienden que el camino propuesto por Heidegger es por la vía del redescubrimiento del ser de las cosas (por ejemplo, Constante), otros por el redescubrimiento del propio ser (por ejemplo, Moreno Claros). Santiesteban en cambio resalta la necesidad del ser (que interpreta como Dios) de intervenir, de revelarse, para que el hombre pueda emprender el camino de regreso. Schajowicz interpreta esto en un sentido parecido, pero remarcando la participación del hombre en su experiencia religiosa. Choza ve este retorno en el arte, en particular en la poesía. Por último, Solano Diaz y Choza, ven en el nazismo la respuesta de Heidegger al desterramiento. El americanismo y el comunismo son parte del extravío del hombre. Y frente a esto, Heidegger habría encontrado una tercera vía que devuelva al hombre a su ser.
Para futuras investigaciones se proponen dos trabajos que serían complementarios al presente. Uno que analice las influencias que llevaron a Heidegger a la idea de desterramiento. Y otro que intente describir como fue modificándose el concepto a lo largo de su vida y sus trabajos.
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*Magister por la Universidad de Buenos Aires en Economía. Actualmente estoy cursando la maestría en Filosofía por la Universidad Nacional de Quilmes.