Yudenia Arias David (CV)
yudenia@ult.edu.cu
Universidad Vladímir. I. Lenin
RESUMEN
La recepción martiana es un aspecto poco trabajado en el territorio y consideramos que es de gran importancia, pues va más allá de conocer la vida y obra del Apóstol, sino que permite explicar la connotación de determinados hechos que ocurrieron en la localidad, que nos da la medida de la incorporación y aceptación de ese conocimiento. El artículo, pretende revelar la vigencia e influencia del pensamiento y la obra martiana en la sociedad cubana, como expresión “revolucionaria” en la República Neocolonial, defendiendo la idea de que la evolución histórica a la recepción de la obra y el pensamiento martiano durante la neocolonia en Las Tunas enriquece la labor pedagógica bajo el principio de que “educar, es preparar al hombre para la vida”.
DESARROLLO
Al terminar la guerra contra España, la ciudad de Las Tunas quedó totalmente destruida, en 1889 la población era de 673 personas. El 26 de octubre de 1898 Victoria de Las Tunas pasó a ser barrio distrito municipal de Puerto Padre, decisión que fue argumentada por la falta de personal elegible para cargos y de recursos más elementales para los cargos de carácter municipal que entonces se establecían.
La divulgación de la obra martiana durante la neocolonía se caracterizó por la lucha constante de algunos estudiosos por difundir lo mejor de sus ideales revolucionarios, contra aquellos que se mostraron como detractores del sentido ideológico de su obra. “No hay palabras mejores para describir exactamente lo que ocurrió con Martí. En mi vida, todos conocían el radicalismo de su pensamiento. Muerto, la burguesía trató de brindar una imagen angelical moralista y apostólica de su figura. Se le presentaba como un moralista y se subraya su carácter inclinado a la heroicidad. Se ocultaba su pensamiento político.”1
Esta limitante sería la razón por la cual el pueblo cubano y sobre todo la gran población rural desconocía la parte más sustancial de su obra, de lo cual se deriva la gran mayoría de los medios de difusión nacionales como locales respondían a los intereses de quienes veían a Martí como un enemigo ideológico potencial, limitándose en toda su dimensión.
La mayor parte de la población tunera se concentraba en zonas rurales con poco acceso a la cultura. Algunas poblaciones como Bartle desde su fundación en 1902 hasta la segunda década del siglo pasado estuvieron habitadas en su mayoría por inmigrantes extranjeros procedentes de Norteamérica, ajenos a nuestros valores nacionales. La ideología de los grandes terratenientes, latifundistas y burgueses pertenecientes a la oligarquía criolla giraban alrededor del capital, por lo que era indiferente la situación socioeconómica y la forma de pensar de los humildes.
La penetración económica de los monopolios de Estados Unidos comenzó con la adquisición de grandes extensiones de tierra y el fomento de la industria azucarera. En este momento estaban presentes las compañías norteamericanas Buena Vista Fruit Company y The Cuban Realty Company Limiten, las cuales adquirieron tierras en Omaja y Bartle.
En la industria azucarera aparece en 1902 The Chaparra Sugar Company, en 1912 en Jobabo la compañía cubana y en Delicias The Chaparra Sugar Company y en 1913 en Manatí, The Manatí Sugar Company.
El estado de la economía monopolizada y deformada repercutió en la población, la desatención de los problemas vitales por los gobiernos lacayos y sus representantes fue evidente en la región.
Es justo destacar que en los primeros años de la república a pesar de tanta adversidad, los esfuerzos por mantener vivo el espíritu martiano se proyecta sensiblemente sobre la población, fundamentalmente en los escolares quienes tuvieron la posibilidad de recibir algunas luces de patriotismo alrededor del Maestro.
En 1904, Emilio Villillo escribió la letra de la “Clave de Martí” en la cual manifiesta el sentir hacia su muerte y con ella una de las causas de la frustración de la independencia de Cuba; esta obra era aprendida de memoria por los niños sin saber la gran mayoría de estos, el contenido de la misma.
Debido al empuje social que sostuvieron algunos cubanos durante la Republica Mediatizada, en especial de aquellos hombres, que consagrados al estudio de la obra de Martí la defendían en enconada batalla intelectual, se logró que el gobierno estableciera en el año 1922, una ley declarando día festivo el 28 de enero. De esta forma en todas las escuelas comenzaron a desarrollarse ese día actividades conmemorativas, incluso en aquellos lugares que hasta ese momento parecía olvidada la imagen de Martí como lo fue el poblado de Bartle.
En esa localidad dos años después de declarada la ley, el periódico “Eco de Tunas” recogía en una de sus páginas la siguiente información:
“Allí, reunido el vecindario, donde había júbilo en la niñez y en todos los semblantes satisfacción cubana, la profesora Piedad Téllez de Hidalgo abrió el acto explicando su significación en honor a Martí, el cubano inmenso que no muere nunca en el recuerdo de los que alientan en los pechos el amor a la libertad”. 2
El conocimiento de la obra martiana a través de los medios de difusión, en esa época concordaba con las exigencias ideológicas del momento, limitándose fundamentalmente a sus ideas estéticas, mostrándolo como el hombre de su tiempo, contradictorio, místico, santo ecléctico, espiritualista, tratándolo de ocultar como fraseología que pudiera sonar nociva a los oídos de la burguesía.
Entre los medios de difusión más conocidos de Las Tunas prerrevolucionaria están. La CMKT Radio Circuito, la prensa local “Eco de Tunas” y otra de menor influencia en este sentido, como la revista “Razón” y boletines de las distintas logias, las cuales tuvieron su momento de participación en la divulgación de actividades e ideas relacionadas con el apóstol. El radio de acción de estos medios se limitaba de forma natural dada la carencia de equipos de radio y televisión, así como el analfabetismo crónico de una amplia población, que además no participaba en su mayoría en las actividades conmemorativas relacionadas con la figura de Martí por carecer de interés por ello.
Como resultado de la influencia de la Revolución de Octubre comenzó a producirse un fortalecimiento del movimiento obrero, se creó el gremio de Tabaqueros y la Unión de Trabajadores Azucareros. Desde el punto de vista laboral, la situación era crítica. En el censo de 1919 se constató que en Puerto Padre el 31% de la población económicamente activa no tenía trabajo y en Victoria de Las Tunas, la cifra era de 34,5%.
La crisis económica de 1929-1930 trajo consigo consecuencias funestas para la clase obrera, su nivel de vida decreció, por ejemplo en Manatí en 1928, el promedio de salario mensual de los trabajadores era de $ 24.60. En 1931 bajo a $ 15.67. En Jobabo por jornadas de hasta 14 horas diarias los trabajadores recibían entre 12 y 24 centavos como promedio.
El desarrollo industrial de la zona estaba matizado por la existencia de los centrales azucareros los que contaban con una tecnología atrasada. También por la presencia de pequeñas fábricas, aserríos, producciones de mantequilla y queso, fideos, galletas y pan, las cuales empleaban pocos obreros con bajos ingresos.
Esta triste situación no permitía que la población se preocupara por enriquecer su cultura. La biblioteca fue la institución que ofertó la poca bibliografía existente sobre Martí.
Es conocido que en 1930 funcionó una biblioteca pública cuyo dueño fue Manuel Antonio Herrera Martínez. En este local estuvo la edición de Trópico, que apareció entre 1935-1936, que, aunque incompleta, fue más amplia que la presentada en 1914 (con 13 tomos).
Se publicaron además en todo el periodo neocolonial otras bibliografías, en las cuales se identificaban a aquellos que osaron empañar el pensamiento del apóstol. Mella que se colocó a la vanguardia revolucionaria en la década de los años veinte, denuncia esta corrupción ideológica en 1927, considerando que:
“Es necesario dar un alto, y, si no quiere obedecer, un bofetón, a tanta canallada, tanto mercachifle, tanto hipócrita…que escribe o habla de José Martí” 3
La lucha contra la tiranía también se reflejó en el territorio, en 1929 se creó una célula del Partido Comunista en el central de Delicias, lugar donde se fundó además en el año 1931 la Liga Juvenil Comunista, la cual desarrollaba el trabajo político dentro y fuera de la localidad. En Victoria de Las Tunas se fundó al Ala Izquierda Estudiantil en 1933, mientras que en Jobabo y Manatí surge el sindicato obrero bajo la dirección del Partido Comunista.
La década del 30 constituye uno de los momentos más convulsos de la historia de Cuba, en ella brilló entre el crepúsculo, el pensamiento revolucionario representado por movimientos como el de Antonio Guiteras, que tenía sus raíces más profundas en José Martí. En varias localidades de Las Tunas el guiterismo constituyó la vanguardia revolucionaria que recogía la proyección martiana y la convertía en acción contra los “lacayos del norte”.
La obra poética de Martí, irregularmente, ocupó un espacio en la prensa tunera que, aunque aparentemente no estaba contra la línea ideológica establecida, estaba llena de rebeldía.
En 1940 se funda una biblioteca por la “Unión Estudiantil de Tunas” con el nombre “Cucalambé”, y aunque esta tuvo una vida efímera constituyó una opción donde podía conocerse la obra martiana.
A partir de 1942 se crea una comisión organizadora con el objetivo de coordinar con las escuelas las actividades en recordación a Martí. Está compuesta en su mayoría por maestros:
Carlos Chicoy
Eduardo Barciela Hidalgo
Antonio Barciela Hidalgo
Carlos Travieso
Pedro Verdecie Pérez
Manuel Rodríguez Zayas
Rita Orozco
Estos colaboradores son indudablemente los más fervientes conocedores de la obra martiana, y hasta 1959 superaron inteligentemente los obstáculos y limitaciones de la época.
El desfile que cada año se efectuaba el 28 de enero por la carretera central, no tenía un punto simbólico donde colocar públicamente un ramo de flores al maestro, en su lugar la ofrenda era colocada ante el monumento erigido a Vicente García.
En el año 1942 miembros del Club Rotatorio de Las Tunas (organización cívica de la época) plantearon la construcción del busto en el lugar actual. Resulta significativo conocer que este modesto y sencillo monumento fue costeado por suscripción popular, hasta los niños salían a la calle con alcancías, entregándosele un recibo a cada donante. Este gesto verdaderamente ejemplarizante y conmovedor demuestra el gran sentido y sensibilidad humana presente en la infancia de un pueblo necesitado de instrucción y cultura.
No se hizo esperar el momento de su inauguración y exactamente el 28 de enero de 1942, con motivo del 89 aniversario de su natalicio, quedó erigido la figura del apóstol en cuyo pedestal está aún grabado el emblema notario, símbolo del trabajo creador y dos de sus pensamientos que le acompañan, posteriormente fueron situados otros elementos que aún se conservan para la historia.
Durante algunos años después de la construcción del monumento, este estuvo protegido por tres cadenas y pilares. El pueblo entendió que Martí no podía estar entre cadenas, razón por la cual fueron suprimidas. Ocho años después (1950), al cumplirse el centenario de la bandera, se le adicionó un mástil en el que flotaría a partir de entonces la enseña nacional, como una tradición diaria.
La figura de Martí como centro del casco histórico comenzó a irradiar como símbolo velador de los actos cotidianos, de las flaquezas de quienes sin respeto alguno rehuían de su imagen victoriosa.
En ese propio año 1942 el maestro Juan Andrés Cue, junto a su esposa, fundó la Academia Juan Francisco Manzano (único poeta blanco de la tertulia de Domingo del Monte) en la calle 10 del batey de Chaparra, donde actualmente radica la CTC Municipal.
Se hacían excursiones a lugares históricos y al final los alumnos tenían que exponer sus experiencias acerca de lo aprendido. La vida de Antonio Maceo y José Martí eran objeto de estudio. Los actos por el 28 de enero se convertían en una actividad patriótica de la comunidad. La escuela apoyaba las actividades culturales que se realizaban, los profesores participaban en los eventos auspiciados por diferentes instituciones.
Se realizaban reuniones de grupo donde los estudiantes debían auto valorarse desde el punto de vista docente y conductual, así como evaluar a los demás.
Este colegio desempeñó un rol determinante en el desarrollo de la educación en Chaparra en ese momento histórico, y fue la única posibilidad de realizar estudios de primaria superior y bachillerato que tuvieron los pobladores de esta localidad.
En enero de 1945 se fundó en Puerto Padre la Academia Fajardo. Comenzando sus labores con veinte alumnos, y el reconocimiento oficial por parte del Ministerio de Educación lo obtuvo el 5 de abril de 1948.El rincón martiano que se encontraba ubicado en el campo deportivo se utiliza para conmemorar las efemérides vinculadas con el Héroe Nacional u otras fechas patrióticas, todo esto tenía un carácter público.
El grupo infantil martiano estaba incorporado a la Fragua martiana de La Habana con el número 132. Este se dedicaba al estudio de la vida y obra de José Martí en todos los aspectos. Cada grupo estudiaba una faceta de la vida del apóstol.
Existía un rincón martiano que todos los fines de semana los estudiantes y el pueblo en general depositaban las flores, además era punto de referencia para otras actividades.
El 28 de agosto de 1947, con motivo al cincuentenario de la toma de Victoria de Las Tunas, se develó una tarja colocada frente al ayuntamiento municipal(actual Museo Provincial), en la que aún está grabada la siguiente frase martiana: “Esa es la raíz, esa es la sal de la libertad: el municipio”. 4
En el acto de develación estuvo presente el Doctor Emeterio Santovenia, presidente en aquel entonces de la Academia de Historia de Cuba. Este hecho tuvo trascendencia internacional, ya que la iniciativa comenzó en Las Tunas y se extendió a otros países de América.
El presidente de la Academia de Historia de Cuba era uno de los “martianos oficiales” que se ocultaba bajo el manto de la popularidad. Este estuvo durante años dedicado a convertir a Martí en un ser ajeno a los cubanos, hasta tal extremo de hacernos creer que el pensamiento martiano tenía su proceder de obras y personalidades norteamericanas, que no era auténtico, sino un personaje improvisado y artificial.
En el poblado de Delicias en el año 1947 se fundó el colegio Lucían Domenech, con una matrícula de 21 estudiantes de la enseñanza primaria, la cual se fue incrementando hasta introducir el bachillerato. A los estudiantes se les inculcaba el amor hacia los héroes, los símbolos patrios y hacia las tradiciones de lucha del pueblo.
Las principales efemérides tales como el 28 de enero, el 24 de febrero, 19 de mayo, 10 de octubre y 7 de diciembre se conmemoraba con actividades que no quedaban en el marco estrecho de la escuela, sino que la familia y la comunidad también participaban.
Estas escuelas a pesar de que no solucionaban todos los problemas educacionales del territorio, contribuyeron en alguna medida a aliviar los males que aquejaban la educación cubana.
Un momento en el que se manifestó un desbordante espíritu de defensa hacia la figura del apóstol fue en los primeros días del mes de marzo de 1949, cuando los marines norteamericanos profanaron la estatua de Martí ubicada en el parque central de La Habana. El pueblo de Las Tunas conoció de este abominable hecho a través del periódico “Hoy” y otros órganos de prensa que divulgaron la imagen insultante.
En el año 1951, en la biblioteca pública, se ubicaron las obras completas de José Martí, de Gonzalo de Quesada y Aróstegui. Durante uno o dos años, la biblioteca funcionó de manera eficiente y luego del Golpe de estado de Batista desapareció, reanimándose el 28 de enero de 1960.
Al arribar al 98 aniversario del natalicio del apóstol se publicó en “Eco de Tunas” (27 de enero) la imagen de la admirable fotografía del busto de Martí y la bandera nacional. En la sección Bisemanarias quedan plasmadas algunas ideas como las siguientes:
… “No estamos enseñando en estos vuelos de la mente. Estamos creyentes con el Maestro de que los buenos ganan a lo largo, calorizantes nuestras devociones, sin los huecos instrumentos del estruendo, seguros de sentirnos humanos de los que pensando bien sepan querer a Cuba”.5
… “Martí el inmenso fue como un corazón de luz sin que un solo latido en las sombras del rencor nos sirvió de guía en la senda amplia por donde encontramos estimulo en la lucha”.6
Estos elocuentes párrafos invocan no solamente las ideas del Martí, sino que anuncian un paso de avance hacia el amor sin límites por la libertad y el futuro de la Patria.
Las ideas del Maestro durante el periodo neocolonial son utilizadas para sembrar el patriotismo y el amor por la vida en un pueblo necesitado de bruscas transformaciones, que no podían ser posibles sin la unión de muchas voluntades. En estos momentos la nacionalidad cubana era ya un hecho imperecedero y se levanta sobre el pedestal de estas ideas una nueva generación de cubanos, que se disponían a hacer realidad el pensamiento de Martí.
Fueron varias las actividades que por iniciativa de muchos centros e instituciones se desarrollaron vinculadas al 28 de enero. Citamos como gesto hermoso la canastilla martiana para el niño necesitado que ofreció dar al grupo infantil martiano número dos.
El sentir martiano se manifestó con mayor fuerza en el país en ciudades como La Habana y Santiago de Cuba. En los tuneros impactaron hechos como el desfile de las antorchas en La Habana, y el Asalto al Cuartel Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en Santiago de Cuba y Bayamo, respectivamente.
En vísperas de este año se le pidió a cada niño que donara un centavo para contribuir a la construcción de un gran monumento en La Habana. Cada escuela estuvo presidida por un cuadro de Martí del pintor Jorge Arche.
El 28 de enero, los medios de difusión transmiten en homenaje al Apóstol. Algunos jóvenes que desafiando la represión, como Francisco Hernández, exhibe un poema en la televisión y luego en la prensa titulado “Epístola a José Martí”, denunciando los males existentes en el país y haciendo un llamado a revisar sus ideas.
Este poema impactó en mucha gente, encendiendo aún más la chispa de la rebeldía en los revolucionarios que por estos tiempos pensaban revivir las ideas martianas de la libertad.
Al calor de las actividades por el centenario, los alumnos de la escuela realizaron composiciones alusivas a Martí y se recitaron poemas en los actos cívicos. Hasta en las iglesias recordaron el centenario. En la iglesia adventista de Bartle se desarrolló una velada conmemorativa en la que participaron varios vecinos de la localidad, sin distinción de credos.
En este mismo año el Centro Superior Tecnológico Cívico Militar publicó en su segunda edición el Himno Oficial de los Grupos Infantiles José Martí. En la portada del plegable, aparte de la música y la letra del himno, aparecen las siguientes palabras refiriéndose al contenido del mismo:
“Recoge e interpreta los propósitos del General Fulgencio Batista, honorable señor Presidente de la Republica, de glorificar en toda ocasión posible a los hombres que como Martí, lucharon ardorosamente por la libertad de nuestra patria.”7
No hay que ser ciegos para darse cuenta de que el dictador no desaprovecha una oportunidad utilizando los valores nacionales para anunciar demagógicamente sus propósitos. Con motivo de esta fecha se emitieron y vendieron piezas numismáticas y libros con el tema martiano.
Es significativo la obra del Doctor Pedro Verdecie Pérez “El pensamiento jurídico de José Martí” (ver anexo 4), publicada en 1954 contribuyendo al mejor conocimiento sobre sus ideas y al justo papel de la labor jurídica del momento vistas a través de Martí, donde evoca su primera ley”…El culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”. Dignidad que fue mancillada a diario por una ley que no era más que el choteo general por los que velaban por la misma. Concluye Verdecie su libro con estas palabras: “… y donde cada cubano tendrá el placer y el vicio de la justicia.”8
Después de1953 las ideas revolucionarias adquirieron una nueva connotación. En el Manifiesto del Moncada se declara públicamente que la Revolución reconoce y orienta los ideales de Martí resumiendo los programas revolucionarios de la Joven Cuba, ABC radical y el Partido del Pueblo Cubano Ortodoxo.
En el año 1955 se constituye el movimiento 26 de julio en el municipio Tunas. En los miembros de este movimiento revolucionario desde el primer momento estuvo presente el pensamiento martiano y el principio de que, la base para vencer el militarismo es ser todos soldados como dijera Martí.
Lo anteriormente expresado demuestra que la ideología del pueblo cubano y de este territorio fue y sigue, ante todo, martiana, lo cual se reflejaba en diferentes artículos publicados en el periódico de la localidad, que por supuesto sobresalía por el atrevimiento de muchos artículos donde se manifiesta contra el dominio colonial yanqui en el territorio.
Como vemos, el ideario martiano ocupa un lugar cimero en el período histórico en que se realizan esfuerzos por cumplir los fundamentos programáticos planteados en La Historia me Absolverá, donde la prensa tunera constituyó el arma ideológica para atraer la atención del pueblo, utilizando constantemente y con mucha certeza el programa germinador de José Martí.
En cuanto al proceso de enseñanza tenemos que decir que el primer libro editado durante la neocolonia en Cuba, con el título Nociones de Historia de Cuba, por el doctor Vida Morales y Morales (adaptado a la enseñanza por Carlos de La Torre y Huerta, aprobado por la Junta de Superintendentes de las escuelas el 9 de abril de 1901) trata el pensamiento martiano en el capítuloXXII. La última guerra de independencia. Antecedentes. Se aborda a Martí de una forma superficial sin analizar su pensamiento en todas sus dimensiones, solo se reconoce su labor como la de un agitador político para conmover el sentimiento nacional de los cubanos.
La educación del ideario martiano ha transitado por diferentes etapas desde la época neocolonial hasta la actualidad. Durante las tres primeras décadas del siglo pasado se caracterizó por el rescate de su esencia antiimperialista y revolucionaria, por parte de los sectores más progresistas de la sociedad que se oponían a todas las patrañas de los politiqueros de turnos, que traicionaron las aspiraciones del Apóstol.
Es a partir de las décadas del 30 y el 40 en que, como consecuencia del triunfo de los movimientos progresistas en el mundo, se produce una reanudación de las luchas liberadoras en Cuba, y el ideario de José Martí recupera su espacio en la palestra política nacional.
2 “Eco de Tunas”, 30 de enero de 1924
3 Estudios sobre José Martí. La Habana. P.77
4 Información de Pedro Verdecia, participante en el acto de develación
5 “Eco de Tunas”, sección Bisemanarias, 27 de enero de 1957.p. 3
6 Ibídem, 27 de enero de 1952.p.3
7 Eco de Tunas. 31 de enero de 1951. P. 3
8 Verdecie Pérez, Pedro. El pensamiento Jurídico de José Martí. Las Tunas. p. 70