Sheina Lee Leoni Handel (CV)
davidlee@adinet.com.uy
“Muy buenas noches, Queridos Amigos.
Chris Bade y Alex Runo le dan otra vez la bienvenida a Ciber Noche 25, su resumen diario de los principales acontecimientos ocurridos en este día 30 de mayo del año 2050.
A continuación algunos de los titulares más importantes:
-Fueron detenidos una mujer y dos hombres extranjeros sin documentación interplanetaria, los cuales habían siendo vistos deambulando varios días por la ciudad con fines misteriosos. Al ser detenidos, manifestaron que habían escapado de su colonia por ser considerados opositores políticos. Las edades oscilan entre 25, 30 y 10 años respectivamente.
-Se rebelan habitantes del lado norte de nuestra colonia: Solicitan más escuelas, servicios de salud y programas de alimentación. Ante este estallido de violencia, nuestros jerarcas máximos han decidido extender el muro de separación entre estos y el resto de la sociedad, para evitar mayores disturbios. Asimismo, se ha decidió frenar el proceso de integración social de los 30 seleccionados para el próximo mes de junio, hasta que todos depongan su actitud-
Más problemas: Se ha decidido trasladar a las parejas del mismo sexo a las periferias de nuestra ciudad, para que no perturben el orden social. Mientras no de desistan de su comportamiento estrafalario y provocador, serán confinados a las zonas más alejadas de nuestro conglomerado urbano, para evitar así más brotes de violencia por su causa. Reclaman además el derecho a casarse y tener hijos.
Alegría: El próximo domingo 1 de junio, se celebrará una Nueva Convención sobre Derechos Humanos, organizada por el Consejo Internacional de Planetas Unidos. Participarán las excelsas autoridades de las colonias más cercanas a la nuestra para compartir con nuestros magistrales ciudadanos esta importante celebración.
Se invita a todas las personas habilitadas por nuestros principales jerarcas a dicho acto; aseguramos a éstas que se aumentarán los controles en las zonas más peligrosas de la ciudad, impidiendo que inadaptados sociales como los mencionados anteriormente perjudiquen el esperado festejo.
A continuación, más detalles.”
¿Ficción o realidad?
Seguramente usted, Estimado Lector, se preguntará qué significado podrá tener esta simulación de noticiero. Pero le pregunto, ¿no hay nada que le recuerde a la realidad que vivimos actualmente?
Por favor, vuelva a leer. Tal vez, y solo tal vez encuentre muchas similitudes con diferentes situaciones que se viven este siglo XXI. Y si no encuentra ninguna quizá necesite caminar un poco más por las calles de su ciudad y observar que es lo que está pasando a su alrededor, siempre y cuando usted no forme parte de alguna de las minorías mencionadas con anterioridad y ha sufrido en carne propia los atropellos mencionados.
¿ A qué nos referimos cuándo hablamos de minorías?
El término minoría no indica que estas personas sean siempre grupos numéricamente pequeños, sino más bien que, por sus características personales tiene una posición subordinada en la sociedad en que viven. Muchas veces, los miembros de una misma minoría tienden a identificarse y a unirse entre sí, tratando de esta manera de tener una posición más favorable en su comunidad.
Más grave aún, suele ser ,que muchas veces estas personas son utilizadas como chivos expiatorios por muchos miembros de la sociedad, por ejemplo, cuando en algunos sitios se ha dicho que el desempleo ha ido en aumento desde que la mujer ha entrado en el mercado de trabajo, o cuando en los comienzos de los años ochenta se empieza a conocer la enfermedad del sida y se mira a los homosexuales como una de las principales causas del problema. Los chivos expiatorios son personas o categorías de personas con poco poder o prestigio en la sociedad en que viven, y a quiénes otros, en forma irracional culpan de sus propios problemas.
Estos individuos, lamentablemente, quedan muchas veces estigmatizadas, es decir, obtienen una marca negativa que el resto de las personas utilizará para definirlas o ubicarlas en la sociedad durante mucho tiempo, o tal vez toda su vida. Estos marginados sociales, se convierten en personas que, poco a poco son apartados de las actividades políticas, económicas, culturales y educativas de la sociedad en que viven, transformándose en parias sociales. (Estigmas, Irving Goffman, 1963) Lamentablemente, por las características diferenciales con el resto de la sociedad, las consideradas minorías quedan confinadas a menudo de un círculo vicioso, que se repite constantemente y que los hace cada vez más vulnerables dentro de la sociedad en que viven.
Este círculo vicioso implicaría:
Hablemos de prejuicios…
Según el texto de sociología de Plummer y Macionis, prejuicio es un juicio hecho en relación a una categoría de personas, a las cuales juzgamos y evaluamos en forma indiscriminada de acuerdo a ciertas creencias sobre la calidad de esas personas, e independientemente de sus cualidades reales, ya sea por el sexo, orientación sexual, creencias, raza o cualquier otra característica que la distinga. Los prejuicios son parte de la cultura de una sociedad, y se aprenden, mediante la socialización a través de la familia, amigos, instituciones educativas y los medios masivos de comunicación. Suelen ser muy emotivos e irracionales, lo que puede llevarnos a tener ciertas conductas violentas o de rechazo hacia las personas que consideramos diferentes. En una palabra, suelen llevarnos a la discriminación.
La discriminación implica en cambio, tratar en forma diferente a las personas según a la categoría a la que pertenecen, o al grupo en el cual las ubicamos. Prejuicio y discriminación suelen ir juntos, pero no son la misma cosa.
Mientras que tener prejuicios implica juzgar sin conocer realmente ciertas condiciones atribuidas a determinadas personas o grupos de personas, discriminar es manifestar conductas diferenciales hacia esas éstas.
Los autores mencionados anteriormente consideran a los prejuicios como generalizaciones rígidas e irracionales hacia un grupo o categoría de personas...
En definitiva, significa juzgarlos, por ciertas cualidades que nosotros les imponemos y que creemos ciertas antes de conocer la realidad. Es una construcción social basada en lo que aprendimos y creemos, pero no tiene base científica.
Lamentablemente, es algo que la mayoría de las personas hacemos, más allá de que solemos sostener y defender las diferentes declaraciones de Derechos Humanos como algo imprescindible para la buena marcha de las sociedades democráticas en las que la mayoría de nosotros vivimos
Minorías y diversidad…
La existencia de las minorías constituyen hoy uno de los asuntos más complejos e importantes en la agendas de las autoridades gubernamentales actuales, y debe ser tratado concienzudamente en beneficio de todas las personas del mundo, recordando muy especialmente que cualquiera nosotros podemos formar parte de las llamadas minorías en cualquier momento(si ya no formamos, como dijimos con anterioridad)En un siglo donde la diversidad social, cultural , étnica , sexual…etc. va en aumento no parece posible diferenciar a los seres humanos en ciudadanos de primera y de segunda, confinando a estos últimos a la discriminación , marginalidad y pobreza, y usurpándoles su reconocimiento social y político y menoscabando sus derechos.
La diversidad es inherente a la humanidad, y enriquece las sociedades, las cuales deberían aprender a respetar las singulares características de todos los seres humanos convirtiendo a la diversidad en la esencia de la sociedad.
En definitiva, es hora de que los Estados Democráticos inicien un proceso de cambio y mejora, reconociendo que la diversidad es una realidad social incuestionable; y que lejos de perjudicar a cada uno de nosotros permite crear comunidades plurales y progresistas, caracterizadas por una educación que fomente la tolerancia y el respeto hacia otras formas diferentes de vida.
Es hora de poner definitivamente en práctica todas las Declaraciones de Derechos Humanos que por siglos hemos aprobado y festejado; todavía estamos a tiempo de reconocer la diversidad como algo favorable, riquísima para el desarrollo de las sociedades actuales encargadas de promover la pluralidad de ideas y posiciones ideológicas en todos sus aspectos. La riqueza y la permanencia del sistema democrático en toda su magnitud dependen de ello.
No podemos volver a perder otra vez el Jardín de Edén por el engaño de una serpiente venenosa, estamos en el siglo XXI, el siglo del conocimiento, de las comunicaciones, de las Nuevas tecnologías y ojalá de la tolerancia y el sentido común.
Poco a poco estamos cediendo nuevamente el paraíso en manos de creencias sin ningún rigor científico, ideas ignorantes y prejuicios sin sentido. La serpiente continua viva en cuanto no logremos desterrar definitivamente estas terribles concepciones de un mundo aburridamente homogéneo en vez de cultivar la riqueza de la diversidad.
Quiero creer que estamos a tiempo, quiero tener un sueño tal como Martin Luther King manifestó en su visionario discurso del 28 de agosto de 1963, pero cuya validez está vigente en la actualidad; y del cual transcribo la última estrofa: “Suene la libertad. Y cuando esto ocurra y cuando permitamos que la libertad suene, cuando la dejemos sonar desde cada pueblo y cada aldea, desde cada estado y cada ciudad, podremos acelerar la llegada de aquel día en el que todos los hijos de Dios, hombres blancos y hombres negros, judíos y gentiles, protestantes y católicos, serán capaces de juntar las manos y cantar con las palabras del viejo espiritual negro ¡Al fin libres! ¡Al fin libres! ¡Gracias a Dios Todopoderoso, somos al fin libres!”