Eyedelkis Medina García (CV)
eyedelkism@fcs.cug.co.cu
William del Rey (CV)
ydelrey@cug.co.cu
Yenis Sánchez Matos (CV)
ysánchez@cug.co.cu
Universidad de Guantánamo
Resumen:
Si miramos con detenimiento la historia y la tradición de los diferentes espacios donde el hombre desarrolla su actividad moral, vemos que este cuenta con mitos como elementos de identidad no siempre expuestos a miradas de elementos ajenos a su actuación, ellos actúan como reguladores conductuales a partir de que forman parte de lo moralmente instituido como un valor que puede ser positivo o negativo según el hombre los incorpore a su actuar cotidiano.
Palabras claves: pensar, mitos, tradiciones, costumbres.
Introducción.
En la investigación desarrollaremos las coincidencias y las diferencias en los ámbitos teóricos - metodológicos con respecto a los mitos y los valores, específicamente los de connotación moral, resultando importante encontrar las aportaciones de los mitos a los valores morales para conformar el universo del hombre fascinante y complejo.
Se propone recuperar la trascendencia del tratamiento ontológico de los mitos con el fin de contribuir de manera notable junto con los valores a la formación integral de los individuos.
Para el acercamiento teórico desde la filosofía fueron consultados diferentes autores tales como:
Miguel Barnet. Arturo Cardona Sánchez, Samuel Feijoo, Ernest Cassirer, Pierre Grimal, José Manuel Guarch Delmonte, Luís López Bombino, Rollo May, Levi-Strauss, José Ramón Fabelo Corzo, y otros quienes aportaron los referentes que sustentan nuestra investigación.
Es inevitable comprobar que el mito en la actualidad sigue teniendo el mismo protagonismo de sus inicios, que en muchas ocasiones sirven como útil recurso al hombre, para poder explicarse situaciones que no tienen una explicación lógica y que van más allá de los sentidos. Y que de una manera no conocida proporciona una sensación de seguridad y goce a las personas.
En los mitos podemos encontrar un ámbito lúdico dentro de un mundo que, sin ellos, seria aburrido.
Otro aporte importante que presentan los mitos, se encuentra en la necesidad que tiene el ser humano de internalizar enseñanzas morales y éticas. Se trata que tales enseñanzas queden no solo en la comprensión racional, sino que se interioricen para que el actuar del hombre con las personas que conviven y con la naturaleza sea cada vez más armónico y feliz.
Vindicar al mito es necesario desde la filosofía, para verlo tal y como se nos presenta en la vida, con sus aciertos y desaciertos, como un paso a una nueva calidad en las relaciones morales, con sus contradicciones que deben ser resueltas de la mejor manera para seguir conformando nuestra moralidad sin fetiche, ni los simbolismos fantásticos de nuestra imaginación, presentes y necesarios en ocasiones, obsoletos y distorsionadores en otras.
Los mitos, consensos, aproximaciones y distanciamientos teóricos.
El hombre es el resultado de su interrelación dialéctica con el entorno natural y cultural en un sistema de producción determinado, la misma está básicamente mediada por su conciencia, aunque también influida por los procesos inconscientes ya que es conocido que en la gestación de toda obra donde intervenga la fantasía están presentes fuerzas inconscientes. El fondo irracional de nuestro ser es decisivo en cualquier aspecto de la creatividad.
El mito, que es básicamente creación poética, vive inmerso en el inconsciente humano. Lo que busca y persigue, a su manera, es penetrar hasta las últimas realidades de la vida. Su esencia es valorada como el resultado de la integración, de sus características constitucionales así como de la incorporación de otras, gracias a mecanismos de aprendizaje condicionados, instrumentales e imitativos que operan sobre todo a partir de relaciones interpersonales significativas establecidas en el hogar, la escuela, el centro laboral y el resto del entorno en el contexto de un sistema de producción social específico.
El concepto del mito es muy polisémico. Se han acrecentado indiscriminadamente su contenido y su extensión desde la Antigüedad, por cuenta de quienes han usado y abusado, de él. Hoy sirve, incluso, como recurso efectista que remarca lo enigmático, espectacular, misterioso o impredecible que pueda resultar alguien o algo al ser valorado, manipulado, nominado como tal. Su empleo es común en publicaciones frívolas, este sentido surte un atractivo efecto entre los lectores: “La vida de…es un mito”,…es un mito “1 , son expresiones que crean artificialmente una expectativa en torno a determinado sujeto y a las concepciones que este se crea para enfrentar la realidad tan compleja en que vive.
En el momento clave de definir los mitos, de decidir lo que son y lo que no son, lo que los hace mitológicos, analíticos y filosóficos es muy difícil porque “El mito se nos escabulle cuando intentamos atraparlo como una teoría o definición. Por lo que ha sido calificado de “termino camaleónico” 2. Este criterio demuestra que no es posible reducirlo a un elemento fijo y consistente porque al parecer su esencia es racionalmente inaprensible, inexplicable. El hecho de que el mito puede ser definido de varias formas a satisfacción de tantas teorías da cierta luz. Todo ello destaca la profundidad, la esencia, que permite al mito adaptarse a todos los campos de estudio y a cualquier época, circunstancia o necesidad, evidencia su protesismo, ambigüedad y aparente contacto con lo paradójico y hasta con lo absurdo.
Son los mitos a juicio de esta investigación uno de los entes ideales más rebeldes a que pueda dedicarse un pensador. Aprehenderlos, definirlos constituye tarea para pocos. Sin embargo, rara vez se encontrara otra noción que haya estimulado tanto la fantasía, el arte y la acción de los hombres.
Los mitos no son, fenómenos solo de un pasado perdido de la humanidad, sino que constituyen también un modo esencial en la dimensión humana de la realidad ya que son inseparables de la condición humana, siempre enredada entre sus limitaciones reales y sus ilimitadas necesidades.
No explican solamente por qué el ser humano y el mundo en el que vive son como él los percibe, sino que narrar, trasmitirlos y aceptarlos llega a ser una exigencia humana no sólo para aplacar o propiciar los poderes sobrehumanos, sino también para estimular las mismas dotes creativas y espirituales que llevaron al ser humano a crearlos.
En su más antigua significación, un mito tiene necesariamente una connotación sagrada o religiosa, pero más ampliamente o como un concepto popular, tiene mas connotación en los usos y costumbres de la vida cotidiana.
El mito tiene diferentes acepciones, entre ellas se encuentran:
Estas acepciones las se consideran de gran importancia, en la primera se muestra cómo se consideran los mitos como leyendas de dioses, héroes y monstruos, que fue como primero en la historia se conocieron los mitos.
En el segundo caso se evidencia como algunas personas le atribuyen al mito carácter de cuento porque lo consideran como una mentira, un invento, pero se equivocan ya que un mito es una forma de dar sentido al mundo. Un mito puede ser visto como una invención, es cierto, como una invención colectiva que surge de los sueños y esperanzas del hombre, para dar razón de sí mismo y de lo que lo trasciende. El mito define una realidad profunda para constituir un universo de significado y valor.
La tercera cuestión evidencia las narraciones tenidas por sagradas y verdaderas en determinados contextos culturales, es cuando el mito aporta una vivencia social o tiene una referencia, un presunto espíritu, guía y protector de la comunidad o un pueblo, por lo que da una explicación de la vida del hombre y de la sociedad.
En el cuarto sentido se evidencia cómo esos personajes se convierten en figuras importantes para nosotros, porque representan a alguien que es como nosotros podríamos querer ser, por tanto el mito se convierte en paradigma.
Como se dice anteriormente este concepto es muy polisémico y complejo desde el punto de vista epistémico, por lo que se referirán a algunos de los conceptos que han sido trabajados por algunos autores que escriben sobre el tema, aun cuando, existe un consenso en muchos, de que el mito es un producto social, que carece de autor y es anónimo. Siempre teniendo en cuenta que la realidad es siempre fluida e incapaz de encerrarse en fórmulas definidas y perfectas.
Pierre Grimal ofrece una definición que, a juicio de la investigación, es muy interesante, y que es preciso tenerla en cuenta para el análisis.”El mito -- según el mitografo francés -- es “la defensa del espíritu humano ante un mundo inteligible y hostil”4 . Es decir que el mito es un mecanismo general de defensa de la espiritualidad humana ya que trata de explicarle al hombre de manera falseada e inventada lo que la realidad no le permite comprender de manera integra. Es una espiritualidad que es sinónimo de la vida, del sentido de la existencia con compromiso, con praxis. Establece un debate a fondo sobre la manera de vivir y de pensar, por lo que es sentido y reflexión de la vida y el actuar cotidiano.
Claude Lévi-Strauss y Jean-Pierre Vernant, máximos representantes de la corriente estructuralista en los estudios mitológicos, postularon que los mitos forman sistemas que suministran paradigmas lógicos, cada uno de cuyos elementos adquiere sentido en relación con el todo, y por el lugar que ocupan en el sistema ordenado del que forma parte.5
Otro interesante concepto de mito es el que ofrece Malinowski quien expresa que: “el mito es un ingrediente vital de la civilización humana, no es un relato inútil, sino una fuerza activa y vigorosa, no es una explicación intelectual a un producto de la imaginación artística sino una carta pragmática de fe primitiva y de sabiduría moral.”6
Esto demuestra la gran trascendencia que poseen los mitos para cada ser humano, no solo por sus relatos fantásticos sino por la gran enseñanza moral que este pueda brindar para mejorar la conducta y actitud ante la vida y los retos que se deben afrontar. También señala como los mitos viven dentro de las personas, en las zonas más oscuras de nuestra conciencia.
Cassirer otro de los autores que estudia el mito escribe: “el problema no es el contenido material de la mitología, sino la intensidad con que es experimentada, con que es creído, como solo algo dotado de realidad objetiva puede ser creído.”7
La creencia de los mitos en las personas se arraiga tan profundamente que muchas veces se olvida que no aparece nunca de forma acabada y pura y que son inventos creados por la mente humana para satisfacer ciertas necesidades espirituales que posee el hombre. Es tan creído el mito por las personas hasta el extremo que en muchas ocasiones resulta imposible delimitar claramente, en cualquier caso, lo mítico de lo que no lo es.
Maricelys Manzano 8, concibe el mito como un saber en cuya base puede encontrarse un reflejo de la realidad mas o menos acabado, falseado, distorsionado, también fabulador o divino que los hombres transmiten de generación en generación, incorporándolo a su cultura, y por consiguiente, a su conducta.9
Otros aportes importantes para los estudios e interpretación de la mitología significaron las ideas de la escuela psicoanalítica liderada por Sigmund Freud y seguida por Carl Jung y C. Kérenyi. Para Freud, los mitos expresan pulsiones y conflictos reprimidos en el subconsciente, como sucede con el conocido "complejo de Edipo". Según Jung y Kérenyi, los mitos son símbolos básicos que expresan arquetipos de un subconsciente colectivo universal.
Esto da la idea de que el mito supone el último peldaño en el desarrollo constitutivo del símbolo, su dinámica, y desde él se instaurará cualquier despliegue de sentido posterior, ya sea en el lenguaje natural, en el filosófico, en el artístico, etcétera. Los símbolos son portables, fácilmente reproducibles, multiplicables y entendibles, y a menudo forman parte de sistemas semióticos. Las mitologías son complejos sistemas simbólicos que expresan categorías de valores compartidos o al menos asumidos por la mayoría de los colectivos humanos portadores. En este caso, la oralidad es la forma de transmisión por excelencia.
Las definiciones anteriores son de gran notabilidad pues tratan de dar de un modo muy sencillo, pero profundo una definición de ese fenómeno tan complejo y contradictorio que es el mito para cualquier investigador que quiera atraparlo en un concepto y recoger sus características que lo hacen único para su estudio. Por todo lo anteriormente expuesto se considera necesario para los fines y perspectivas de la investigación redactar una propia definición del mito, este será el punto de apoyo en el que se basara la misma.
En consecuencia se considera por la autora al “mito como una narración de origen oral que implica una filosofía del ser, del existir y del actuar que se caracteriza por un saber incompleto, y por poseer un carácter simbólico que transmite valores y creencias a los individuos, por lo que al mismo tiempo un producto y agente de la cultura.”
Expresan una filosofía del ser en cuanto existen mitos de connotación ontologicas, a la filosofía del existir por la revelación que brindan de los problemas y las existencias, y del actuar porque muchos de ellos generan conducta y valores a seguir.
El mito es la respuesta del hombre ante un obstáculo, es la expresión de un deseo de hacerse dueño de un sistema difícil y dominar a las circunstancias. Por su misma naturaleza psicológica es obvio que el mito surge en todo tipo de circunstancias alienadoras, opuesta a la plenitud y equilibrio de la naturaleza humana. Los mitos proporcionan puntos de apoyo y descanso en que los individuos, como las culturas, encuentran su estabilidad.
La exploración del mito puede resultar fascinante si se parte de la intuición, cada vez más firme en la conciencia, de que el fenómeno mítico llega a los niveles más profundos de la naturaleza humana y se encuentra, difuso, en los últimos resortes de las creencias, actitudes y actos.
El hecho que se diga que el mito es una concepción (o idea, o impresión, sentimiento, experiencia, creencia, o todo eso al mismo tiempo) de carácter colectivo, implica que en cada individuo toma cuerpo (o conciencia, o vida) personal. En cada individuo adquiere distinto matiz.
El mito es una parte esencial de la dimensión humana de la realidad. Frecuentemente se impone y se convierte en cristal a través del cual se ve dicha realidad, porque está presente en las raíces mismas de su concepción. Por eso es una realidad operante que mueve al hombre a la acción como proyección de sus deseos, ideales y esperanzas. El resultado, se verifique o no, importa poco. Lo que cuenta es el esfuerzo, la acción, y el mito es uno de sus motores.
Es necesario destacar el carácter explicativo del mito, pues de la justificación adoptada se deducirá su naturaleza. Aquí conviene apuntar que la utilidad de esta explicación es la de resolver una contradicción. Pero, esta resolución no satisface las contradicciones cuando estas son reales, sino que intenta explicándola mistificándolas, el mito da una explicación de las contradicciones, pero no las resuelve en la práctica. Con ello se nos presenta como un fenómeno ideológico, como una producción mental que esconde una realidad cuya desmitificación será precisa para aclarar y poner de manifiesto los fenómenos reales que pretende encubrir y las razones sociales de su pervivencia.
En esta investigación se considera a la desmitificación como el saber real o verdad objetiva sobre el aspecto de la realidad que se aborde que no siempre contradice al mito, puede ser que lo enriquezca o que lo desmienta. Esto significa que hay mitos que son necesarios desmontar ya que en ocasiones son dañinos para la vida del hombre y su actuar en la sociedad donde vive.
Cuando se expresa este criterio de la desmitificación no se refiere a una desaparición de los mitos porque sería acabar con siglos enteros llenos de historias que han enriquecido el acervo cultural de muchas regiones del mundo, ya que a través de los mismos puede ser interpretado el pasado, comprendido el presente y encontrada también la orientación para el futuro.
Los mitos se dan en todas las partes y todos los pueblos del mundo, a pesar de su asombrosa variedad comparten ciertas funciones de gran relevancia para todos los seres humanos, como son:
Estas funciones de los mitos demuestran como estos viven en completa armonía con el ser humano y con los imperativos de orden social e incluso con exigencias prácticas de la vida cotidiana del hombre.
Hay que reconocer que al hablar del mito se hace referencia a fenómenos que se presenta bajo innumerables aspectos muy distintos entre sí. O sea que hay muchas clases de mitos, a continuación se presenta esta clasificación que de una manera u otra aparece como un consenso general de varios autores que escriben sobre el tema.
Se distinguen varias clases de mitos, los hay de muchas formas:
Estas clasificaciones de los mitos muestran su gran diversidad y dan un ejemplo de como desde sus orígenes los mitos tienen sus raíces hundidas en la naturaleza del hombre y responde a humanas necesidades. Las imágenes míticas en los hombres continúan como siempre, informando las ideas, actitudes y acciones humanas en todos los rincones de la tierra donde el mito vive, reencarna y adquiere nueva vida en cada ocasión en que aparece.
También es significativo apuntar la clasificación de los mitos morales que se presenta, ya que estos nos dan una idea de la gran enseñanza moral que transmiten y su manifestación concreta del comportamiento del individuo, dirigida a hacer el bien a otros, así como a promover el desarrollo del potencial humano de manera equilibrada.
A pesar de las diferentes designaciones y gran variedad de los mitos, es destacable la gran uniformidad de los temas fundamentales que abordan: los referentes a la cuestión de qué es el hombre y cuál es su origen, del por qué de la vida, de la muerte y del origen del mundo y de la sociedad. En ellos, tanto los fenómenos de la naturaleza como los de la sociedad adquieren un determinado sentido, ofrecen modelos ejemplares y generan valores. A su vez, en cuanto dan explicación de los fenómenos sociales, de las instituciones y de las diversas actitudes que deben tomarse ante la vida, actúan como cohesionadores sociales.
En resumen ellos se caracterizan por:
Se consideran estas características de gran importancia. A la hora de estudiar el fenómeno del mito ya que frecuentemente se imponen y se convierten en el cristal a través la cual se ve la realidad, porque está presente en las raíces mismas de su concepción.
Es necesario añadir a las peculiaridades del mito antes mencionadas, algunas que en esta investigación a nuestro modo de ver constituyen factores precisos para su estudio como son:
Las características expuestas dan una idea de cómo el mito por ser siempre un fenómeno de proyección social fluye, cambia y se adapta al ambiente, reencarna y adquiere nueva vida en cada ocasión en que aparece. Esto indica que sin una adecuada y bien orientada mitología no hay posibilidad de eficiente y constructiva acción social. No hay posibilidad de autentico progreso en el campo de la humana convivencia. Los más nobles ideales y creencias dejan de ser efectivos cuando pierden vigor los mitos que les dan vida.
La fuerza del mito consiste en la polarización de la personalidad que su elasticidad le permite obtener El mito no se trata como la razón de abstener, sino al contrario de hacer sensible, no quiere objetivar, alejar, enfriar, sino subjetivar, acercar, calentar.
Los mitos no solo son expresión concreta de la unidad social, sino de cuanta formulación general de las opciones fundamentales de una cultura. Cada mito manifiesta en efecto los modelos culturales a los que cada cultura se adapta, y se constituye así como el alma de de la misma, que la sostiene, conserva y perpetua según la relación dialéctico de las superestructuras y la infraestructura.
Para cerrar se muestran los componentes de los mitos, según el gran mitólogo Levi-Strauss:
Este esquema que brinda Levi-Strauss resume todo lo que hasta ahora se ha analizado en el transcurso de la investigación y nos confirma una vez mas lo valioso y complejo fenómeno que es el mito, para nuestra esencia humana, la cual radica en el conjunto de las relaciones sociales y se expresa a través de los valores que humanizan y nos distinguen como especie.
Conclusiones
En el trabajo se arriban a las siguientes conclusiones:
Bibliografía
Benítez Pérez, Maria Elena:” La familia cubana en la segunda mitad del siglo XX”, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2000.
2Pañuelos Marcelino C: “Mito, literatura y realidad”, Editorial Gredos, S.A, Madrid, 1965, pp. 10
3 “Mitos”htpp://www.monografias.com/trabajos17/mitos/mitos.shtml
4 Grimal,Pierre en su obra “Mitología”, Vol.1, cap1, Editorial Planeta, Barcelona, 1982
5 Bronislaw, Malinowski, “Myth in Primitive Psychology”, New York 1926 Pág 25
6 Bronislaw, Malinowski, “Myth in Primitive Psychology”, New York 1926 Pág 26
7 Ernest Cassirer, “The Philosophy of Symbolic Forms” vol II, Uni, Press Pág5
8 Licenciada en Filosofía. Master en Estudios Culturales. Profesora Auxiliar Dpto. Filosofía UO.
9 Manzano García Maricelys:”Mito y valor Aproximación a su relación desde la perspectiva axiológica”
Inédito
10 “ Los mitos que construimos” http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/Eldesafio/Eldesafio.htm
11 Pañuelos Marcelino C: “Mito. Literatura y realidad.” Editorial Gredos, SA Madrid,, 1965Pág.-17
12 Levi-Strauss. Antropología estructural”. Editorial de Ciencias Sociales. Instituto del Libro, La Habana, 1970.