Naurys Arencibia Castellanos
Ana Estrella Comendador Prol (CV)
anacp@ult.edu.cu
Filial Universitaria Julio Antonio Mella
Resumen
El presente trabajo se realiza en la comunidad de Bracito, municipio Jobabo con la finalidad de conocer las tradiciones culturales que introdujeron los nativos antillanos y que aún subsisten, aportando y enriqueciendo su acervo cultural. Presenta un enfoque dialéctico materialista basado en la complementariedad metodológica. Se asume para este trabajo el paradigma interpretativo hermenéutico y se emplearon métodos generales como el histórico y lógico, análisis y síntesis y la inducción y deducción. De los métodos empíricos cualitativos: el etnográfico y la observación participante Para la indagación de las tradiciones culturales existentes en la comunidad se aplicaron diferentes técnicas como entrevistas y encuestas. La investigación está estructurada en resumen, introducción, tres capítulos con sus epígrafes correspondientes, conclusiones, recomendaciones, referencias bibliográficas y anexos. La aplicación de las técnicas permitió conocer la tradiciones culturales existentes en la zona: religiosas, mágico- danzarias, culinarias y agrarias. Queda demostrado cómo el Vodú y el creole han permanecido en esta comunidad por más de 100 años, lo que los identifica como elementos aglutinadores. Por la importancia de preservar las tradiciones culturales se hace necesario que las instituciones realicen proyectos donde las mismas se divulguen y sean dadas a conocer a las presentes y futuras generaciones.
Palabras Clave: tradiciones culturales, identidad cultural y comunidad oral.
Introducción
Investigar un hecho cultural relacionado con las tradiciones culturales de origen haitiano de los inicios del siglo XX, en la comunidad de Bracito, se enmarca en el estudio de la identidad pues constituye una manifestación de la cultura popular tradicional de la cual son portadores sus descendientes, teniendo como marco la reflexión de procesos sociales complejos que se manifiestan en la realidad social cubana de hoy. En los momentos actuales en la arena internacional el proceso globalizador al que asistimos y sus ingredientes económicos, políticos y culturales, junto a los modos en que se abre camino, ha acentuado la alerta ante los peligros de una cultura consumista y uniformizante, que trata de cambiar a los pueblos, dejándolos sin memoria y con la renunciación a las identidades y tradiciones culturales, ante lo cual nuestro estado ha respondido con la masificación de la cultura y con la no renuncia a lo heredado de los antepasados y que se requiere revitalizar en estos tiempos como aporte a las nuevas generaciones que son las llamadas a mantener la memoria viva de los ancestros.
Es necesario incrementar el conocimiento de la cultura y la historia de Jobabo. La cuestión radica en realizar una aproximación al estudio de las tradiciones de origen haitiano de los inicios del siglo XX presentes en la comunidad de Bracito, desde la perspectiva de la historia y la antropología, vistas a partir de la modernidad y su influencia en la formación de la identidad local, aportando riqueza cultural.
Han servido de referentes teóricos al trabajo estudios realizados por M. Bube Hama, Fierre Fatunde y Federico Mayor Zaragoza, con sus obras “África”, “Tiempo Mítico“ y “Tiempo Histórico”, en los que se realiza un estudio histórico cultural de la cultura haitiana, su diáspora y componentes fundamentales. Federico Mayor realiza un bosquejo histórico del éxodo africano, los elementos históricos culturales; además de su presencia en el carácter pluricultural del Caribe como escenario primero de esta fusión de culturas.
El concepto de transculturación dado a conocer por Don Fernando Ortiz, en su obra “Contrapunteo Cubano del Azúcar y el Tabaco“, es un proceso que no se queda estático en el tiempo sino que se encuentra en constante evolución histórica, condicionándose en cada etapa a factores concretos históricos y estructurales”, es decir, todo ello trajo como resultado la interacción de diferentes matices étnicos.
Desde la década del 70 del pasado siglo un numeroso colectivo de especialistas, rectorado por el Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello, desarrolló una investigación por más de 20 años, sobre las tradiciones etnográficas bajo la dirección del Dr. en Ciencias Juan Alvarado Ramos; se publicó el Atlas de la Cultura Popular Tradicional donde se obtuvo importante información sobre el componente étnico haitiano de la nación cubana. De igual manera estudios precursores de las tradiciones realizadas por personalidades de la cultura como Fernando Ortiz, Argelier León, Isaac Barreal, Jesús Guanche Pérez y Miguel Barnet, constituyen punto de partida teórica para este trabajo.
Constituye un referente importante la obra del filósofo, historiador y antropólogo Joel James Figarola a través de su Institución en la Casa del Caribe, donde realizó significativas aportaciones para el estudio de la presencia haitiana en nuestra cultura y sobre todo sus estudios fundadores sobre el Vodú como creencia mágico religiosa haitiana, practicada por los emigrantes y descendientes, así como sus símbolos, instrumentos mágicos religiosos, cantos, prácticas y rituales, publicando numerosos textos dentro de los cuales se destaca el Vodú en Cuba
En la provincia Las Tunas, receptora de esta emigración, en los inicios del siglo XX, se han realizado algunos estudios sobre la presencia haitiana, entre ellos se destacan, los trabajos de la profesora Serafina Ronda y Aleida Bets. En el caso de Serafina sobre el grupo Piti Dance y la Sacerdotisa Titina. La otra autora, relacionado con la emigración antillana, haitiana, y anglófona, es por ello que se plantea que esta temática tiene mucho material que investigar y sacar a la luz. En el municipio Jobabo, Aldo Leyva Cabrera, realiza una investigación sobre la presencia haitiana en las comunidades de Bracito y Macagua, haciendo énfasis en la tradición de la Danza de la Guinea, de la cual no existe evidencia de presencia en otros lugares y es algo autóctono de la localidad.
En el territorio se observa una representación haitiana desde el mismo momento antes señalado, concentrados, principalmente en la zona rural, cuya actividad económica fundamental era en los campos cañeros, agrupándose en barracones, en lugares como: El 55, El 60 y El 49; pero sobre todo en las comunidades de Bracito y Macagua, en las que se concentró la parte más importante y perdurable en el tiempo de esta emigración.
La representación del componente étnico haitiano en la comunidad de Bracito, los procesos migratorios de inicios del siglo XX, sus aportes culturales, la creación de mitos y tradiciones, religiosidad, forma de pensar y actuar de los actores y un análisis desde el presente resultan de gran valor para la proyección de la política cultural y el enriquecimiento de la identidad jobabense.
A partir del análisis anterior resulta evidente que en la bibliografía científica consultada sobre el hecho cultural que se investiga, no existe un estudio sistemático sobre el tema, constituyendo esta la situación problémica que da lugar a formular el siguiente problema científico: ¿Cuáles son las tradiciones culturales de origen haitiano presentes en la comunidad de Bracito que inciden en su formación identitaria?, siendo su objeto de estudio: Las tradiciones culturales y su campo de acción: La formación identitaria haitiana.
En el proceso de investigación se plantea el siguiente objetivo general: valorar las tradiciones culturales de origen haitiano en la comunidad de Bracito y como objetivos específicos: Determinar la incidencia de las tradiciones culturales haitianas en la formación identitaria de la comunidad de Bracito y caracterizar las tradiciones culturales haitianas que se manifiestan en la comunidad de Bracito.
Como propuesta en la solución del problema se plantea la idea a defender: La Danza de la Guinea, el Vodú y sus manifestaciones demuestran el mantenimiento de las tradiciones culturales de origen haitiano en la comunidad de Bracito.
Para la realización de este trabajo se tuvo en consideración el sistema teórico conceptual que posibilitó fundamentar científicamente el mismo, conformado por: identidad, comunidad y tradiciones culturales lo que permite profundizar en los elementos cualificadores del tema seleccionado, que unido a las teorías: Representaciones Sociales de Moscovici y a la Teoría del Enfoque Histórico Cultural de Vigotsky posibilitaron establecer el marco teórico conceptual en el que se inscribe la presente investigación.
Para lograr un mejor resultado y realizar un trabajo con un orden lógico y coherente que posibilitara obtener mejores resultados fue necesario seleccionar un instrumental metodológico que permitiera alcanzar este propósito. Es por ello que la investigación descansa en la síntesis multimetodológica, lo que posibilita utilizar técnicas y métodos de ambas perspectivas, la cualitativa y la cuantitativa
En el abordaje del tema se utilizan los métodos generales: el histórico y lógico, análisis y síntesis, la inducción y deducción, como métodos empíricos cualitativos, el etnográfico y la observación participante y las técnicas: entrevista enfocada, encuestas, la revisión bibliográfica y el análisis de contenido.
La importancia que tiene este trabajo es que permite conocer cuáles son las tradiciones, costumbres y cuestiones de la vida de los nativos y descendientes de origen haitiano presentes en la comunidad de Bracito que inciden en su formación identitaria para dar continuidad a su permanencia y a la vez constituye un camino hacia nuevas investigaciones en este campo.
Como resultado científico de la investigación se obtuvo un estudio de las características de la Comunidad de Bracito, así como las tradiciones culturales de origen haitiano presentes en la misma y su influencia en la formación identitaria de la zona.
Desarrollo
El término identidad ha sido abordado desde diferentes interpretaciones por filósofos, antropólogos e investigadores. Leopoldo Zea expone por identidad hombres iguales todos por ser entre sí distintos, por poseer una identidad, una personalidad, por ser hombres concretos y no reflejo de una abstracción(-Zea l990-,p-34)
En este concepto se expresan ideas globales no especificando las diferencias y semejanzas entre los hombres, careciendo de un enfoque dialéctico en el término aunque se considera válida su afirmación al ver en el hombre la concreción y tomar distancia de lo abstracto.
El intelectual cubano Roberto Fernández Retamar tiene una mirada a la identidad como el universo, lo significativo y le otorga un papel significante en el devenir histórico al aplicarlo a la identidad latinoamericana expresa: ‘’ Cuando se piensa en la identidad latinoamericana, no se piensa en una monotonía de pueblos sino en lo que somos al mismo tiempo uno y diverso una compleja unidad histórico-cultural pero real. “(Retamar l979; 45
En estas ideas de Retamar se encuentra el arraigo de lo plural en la identidad latinoamericana y esto es llevado a la composición de cada uno de los pueblos caribeños y latinoamericanos lo que se recrea en el fenómeno cultural que se investiga, existiendo una coincidencia entre los criterios de este intelectual y nuestro Héroe Nacional José Martí cuando anota ¨ a propia historia, soluciones propias, a vida nuestra, leyes nuestras ¨.-Martí l877
El maestro sobre la identidad planteó:
¨ Es una verdad extraordinaria el gran espíritu universal, tiene una faz particular en cada continente. Así nosotros, con todo el raquitismo de un infante mal herido en la cuna tenemos toda la fogosidad generosa, iniquidad valiente y bravo vuelo de una raza más original, fiera y artística
En estas ideas martianas se reafirman disímiles aspectos de la identidad dentro de ellos resaltan: autonomía, variedad y diversidad de género humano, con estos rasgos que hacen al cubano diferente de otros pueblos a la vez que tiene lazos comunes con los mismos. A partir de la visión de un pasado que constituye un patrimonio de creación individual y colectiva, compartir el presente en este espacio y mirar hacia el futuro, hace presente la evolución constante de la identidad cultural.
Se asume como posición científica acerca del concepto de identidad el proceso de herencia múltiple, ligada indisolublemente a la cultura de cada pueblo, construida sobre la base de las diferencias respecto a otros grupos culturales.
En el contexto cubano la importancia del estudio de las comunidades se ha multiplicado, acentuándose el mismo en el ámbito rural, al respecto Samuel Feijoó plantea que los antropólogos y sociólogos se interesan cada vez más en el estudio del sistema identitario rural pues es donde verdaderamente se pueden apreciar sus tradiciones, costumbres, formas de vida, hábitos y otros elementos que lo conforman, manteniéndose y enriqueciéndose a través de los distintos escenarios que se crean, reflejados en la comunidad como espacio genuino de creación cultural (citado por Silvia Padrón Jomet en su texto La Dimensión Cultural de Samuel Feijoó,2005,p 99).
En este sentido vale la pena señalar la acentuada relación de arraigo, apego y pertenencia así como su capacidad de aglutinamiento en torno a sus tradiciones y La investigación está abordada desde el enfoque o concepción dialéctico materialista que se refiere a que todos los fenómenos de la realidad social se encuentran en relación y dependencia mutua, sobre un soporte metodológico etnográfico y culturológico lo cual hace más evidente las relaciones identidad-tradición. Ve la realidad social como un todo interrelacionado y no un conjunto de cosas y procesos aislados, separados uno de otros, se encuentra en permanente cambio, movimiento y transformación, por tanto la realidad social es un proceso y su conocimiento también lo es.
La práctica social concreta es la base del conocimiento, criterio de la verdad de nuestras representaciones teóricas y la única forma de transformar el mundo, lo cual se ve evidenciado en el arraigamiento de las tradiciones culturales haitianas en la comunidad de referencia y que ha permitido que los habitantes de origen cubano hayan asimilado estas costumbres como propias.
En la investigación también se utilizó el enfoque socio-filosófico del problema que tiene como fundamento general del Materialismo Dialéctico e Histórico, la objetividad, monismo materialista, enfoque sistémico y del desarrollo.
Existen dos teorías en las cuales se basa la investigación y se escogieron teniendo en cuenta lo que plantea cada una de ellas y la relación que guardan con el objeto de estudio: La Teoría de las Representaciones Sociales de Moscovici y el Enfoque del desarrollo histórico cultural de Vigotsky. La primera plantea en síntesis como las representaciones colectivas son mecanismos explicativos que se refieren a una clase general de ideas y creencias, mientras que las representaciones sociales son fenómenos que necesitan ser estudiados y explicados (Moscovici 1991; 32. ¨ Las define como el conjunto de conceptos y explicaciones originados en la vida cotidiana en el curso de las comunicaciones interindividuales. Equivalen en nuestra sociedad a los mitos y sistema de creencias de las sociedades tradicionales… ¨ (22)
Según Moscovici estas formas de pensar y crear la realidad social están constituidas por elementos simbólicos que no solo son formas de adquirir o reproducir el conocimiento, sino que tienen la capacidad de dotar de sentido a la realidad social. En este caso dicha teoría permite llegar a conocer el papel de los actores, a descifrar y entender sus símbolos, ideas, relaciones y el rol jugado por ellos en el tiempo acercándonos a su cultura y tradiciones.
Una de las funciones que se le ha dado a la Teoría de las Representaciones Sociales desde la perspectiva de Moscovici es la de un "conocimiento cuyo objetivo es crear una realidad" (Moscovici, 2003; p. 91). Facilita ver y entender lo que se quiere investigar en este estudio aportando realidades de los miembros de la comunidad en estudio acerca de sus costumbres y tradiciones y el papel que desempeñan en dicho entorno.
Vigotsky, plantea que la cultura es el producto de la vida y la actividad social del hombre, lograda a través de la experiencia histórica social, en las diferentes manifestaciones.
El paradigma de construcción del conocimiento es el hermenéutico interpretativo que se denomina además naturalista o humanista. Se adscribe a la perspectiva metodológica cualitativa por el peso que se le asigna a la interpretación, el análisis inductivo y el estudio histórico de formas culturales. El mismo, engloba un conjunto de corrientes humanístico-interpretativo, cuyo interés va dirigido al significado de las acciones humanas y de la vida social. Aspira a penetrar en el mundo personal de los hombres, comprende la realidad como dinámica y diversa. Dirige su atención a los aspectos no observables, ni susceptibles de cuantificación, da mayor importancia, no a lo que es, sino a la interpretación de los fenómenos. Le interesa el conocimiento consensuado y no el conocimiento objetivo.
Basa la verdad de su conocimiento en descubrir los elementos que estaban interviniendo en los acontecimientos y procesos que se investigan. En el presente trabajo se utiliza para conocer, las tradiciones haitianas presentes en la comunidad de Bracito.
Los presupuestos teóricos metodológicos en los que se sostiene la indagación son los siguientes:
Toda investigación requiere de la selección de métodos y técnicas. Los métodos costumbres. La muestra seleccionada para recoger la información fue de 198 pobladores de la Comunidad de Bracito, del municipio Jobabo, 2 emigrantes, 20 descendientes, el Delegado de la Circunscripción, la promotora cultural de la zona y a la Instructora de Danza de la Casa de Cultura Municipal. El muestreo empleado fue el aleatorio simple que se empleó al aplicar técnicas a pobladores al azar.
El muestreo aleatorio simple es la modalidad de muestreo más utilizada y conocida y alcanza mayor rigor científico. Permitió elegir a cualquier elemento de la población sin especificar su condición. Puede realizarse con o sin reposición. Este muestreo fue el que más se adaptaba a la investigación porque permitió escoger la muestra al azar, o sea, por sorteo lo que dio la posibilidad de obtener una información abierta al poder entrevistar y encuestar a cualquier miembro de la comunidad de Bracito.
La investigación parte de la complementariedad metodológica por lo que se puede asegurar que está enfocado de lo general a lo particular, los métodos y técnicas empleados son enunciados a continuación.
Uno de los métodos teóricos utilizado es el histórico y lógico que revela importantes peculiaridades del proceso de desarrollo, así como la correlación entre el desarrollo lógico del pensamiento y la idea real del objeto, lo histórico expresa procesos estructurados y funcionales del surgimiento del objeto dado. Un fenómeno no puede ser comprendido si no es estudiado desde su evolución histórica. Comprenderlo es reflejar la historia de su aparición y su devenir.
Lo lógico coincide en principio con lo histórico. La marcha lógica del conocimiento de una cosa reproduce el curso histórico del mismo, que va de lo innato al descubrimiento de los aspectos esenciales y profundos. Señala importantes particularidades del proceso de desarrollo y también las relaciones entre el desenvolvimiento lógico del pensamiento y la historia del objeto.
Este método facilita el desarrollo de la investigación pues a través de él; se comprende cabalmente el orden lógico que han tenido las tradiciones culturales haitianas en la comunidad de Bracito y cómo las mismas han contribuido a la formación identitaria de esta zona.
Análisis y síntesis es otro método teórico muy fructífero, en él se analiza la bibliografía utilizada y se sintetiza de acuerdo a las necesidades y el objetivo de la investigación. El análisis y la síntesis desempeñan un importante papel en el proceso del conocimiento y se dan en todas las etapas del mismo. En sus operaciones mentales aparecen como procedimientos lógicos del intelecto que se realizan con la ayuda de conceptos abstractos y se hayan estrechamente vinculados a otras operaciones del pensar: la abstracción y la generalización.
La inducción y deducción es un método teórico importante para el desarrollo de la investigación. La inducción es un medio mediante el cual a partir de hechos singulares se pasa a propuestas generales, lo que ayuda a la enunciación de la hipótesis. Este procedimiento de la investigación siempre está fusionado a la deducción, ambos son momentos del conocimiento dialéctico de las realidades indisolublemente combinadas y condicionadas entre sí. Éste es un modo que se apoya en las afirmaciones generalizadoras a partir de las cuales se realizan exposiciones o inferencias particulares.
Como métodos empíricos cualitativos, se emplean el etnográfico y la observación participante.
El método etnográfico, se utiliza para aprender el modo de vida de una unidad social concreta, a través del mismo se persigue la descripción o reconstrucción analítica de carácter interpretativo de la comunidad de Bracito sus inquietudes, necesidades culturales, formas de vida entre otros. En este método la observación, el análisis y la interpretación se dan de manera paralela, es decir, se observa, se crean nuevas cuestiones de investigación, se realizan análisis, se compara, se reinterpreta, y así se va edificando el sentido de la búsqueda y de los conceptos con los que se inició.
El etnógrafo se sitúa en el lugar de los objetos investigativos, estudia a través de la observación las relaciones sociales en su estado natural. Su preocupación central es la cultura en sí misma. Obteniendo información con mayor cientificidad acerca de las tradiciones culturales de origen haitiano que se practican en la comunidad de Bracito.
Mediante la observación participante se puede obtener la información del comportamiento del objeto de investigación tal y como éste se da en la realidad, de una forma directa e inmediata sobre el fenómeno u objeto en estudio. Para llevar a cabo este método hay que tener en cuenta sus normas. Primero: antes de comenzar el trabajo sobre el terreno el observador debe familiarizarse con los objetivos y debe memorizar una lista de control de los elementos que se propone observar. Las observaciones deben ser anotadas sobre el terreno en la medida en las circunstancias lo permitan; el observador no debe olvidar que forma parte de la actividad.
La entrevista enfocada: constituye una vía rápida y eficiente para obtener la información requerida para la indagación. En ella se consultan a los especialistas en el tema que interesa investigar y se les infiere una serie de preguntas sobre el tema en cuestión.
Siempre trata un foco de interés: una experiencia, una situación, una acción. Está dirigida a un individuo determinado, seleccionado anteriormente por haber tomado parte en el escenario objeto del análisis o haber vivido esa experiencia. Pretende responder a temas muy concretos, es una experiencia personal En esta investigación, es una técnica fundamental que requiere ser utilizada porque permitió contactar no solo con los emigrantes y descendientes haitianos sino también con otras personas relacionadas con el trabajo encaminado al mantenimiento y revitalización de estas tradiciones.
La encuesta: esta técnica consiste en recopilar información sobre una parte de la población. Ésta podrá emplearse para un análisis con el fin de determinar y conocer la magnitud de los problemas que se suponen o conocen en forma parcial o imprecisa. No requiere del contacto personal directo del investigador con los sujetos e incluso es frecuente que se realice por correo. Permite un estudio de la opinión social, de valoraciones estéticas, morales, opiniones, puntos de vista; una investigación del modo de vida, situación material.
Además posibilita el estudio de las relaciones entre las personas. La recogida de información se produce ocasionalmente, es decir, cuando existe interés en obtenerla. Está dirigida a muestras numerosas..
La revisión bibliográfica, es una técnica que se ejecuta durante el desarrollo de toda la investigación, permitió acudir a disímiles documentos como tesis de maestría, libros de textos, materiales fotocopiados, páginas en Internet; o sea a fuentes importantes de información que tienen relación con el tema para de esta forma ampliar la información obtenida posibilitando una búsqueda mayor de los aspectos fundamentales que poseen las tradiciones culturales de origen haitiano dentro de las que se destacan el Vodú y el creole como elementos aglutinantes de esta comunidad.
El análisis de contenido es la técnica que sirve para la descripción objetiva, sistemática y cualitativa del contenido manifiesto de las comunicaciones, a través de ella se hace inferencias reproductibles y válidas de los datos con respecto a su contexto. Es la fundamentación científica del arte de leer entre líneas; vía fundamental para descubrir los significados o los contenidos latentes que subyacen en los mensajes haciendo una caracterización detallada de los mismos y puede ser aplicado virtualmente a cualquier forma de comunicación.
Con el análisis que se realiza a la información, se puede deducir la importancia o relación que guarda con el tema de investigación, esto posibilita un mejor desenvolvimiento del investigador a la hora de desarrollar el trabajo. En relación con las tradiciones culturales, da a conocer la realidad sobre la permanencia de las mismas en la comunidad de Bracito. Específicamente sus características y formas de manifestarse.
En la introducción del presente trabajo se sustenta la idea de que la comunidad de Bracito nace durante el desarrollo de la colonia, pues existen referencias en el Registro de la Propiedad de Bayamo que en l883 era un hato ganadero propiedad de Vicente Machado y contaba con poca densidad poblacional; en los inicios del siglo XX se convierte en colonia cañera pues esta tierra pasa a manos de la compañía Jobabo Sugar Company en l902 y con la aparición del barracón al producirse la emigración antillana básicamente haitiana se comienza a delinear la comunidad haitiana de Bracito durante el período del boom azucarero en nuestro país y muy pegado a la construcción del Central Jobabo, por parte de la compañía norteamericana el año l9l0.
La comunidad de referencia se funda en l9l4 y es producto a un flujo migratorio que se desarrolla internamente dentro de nuestro país y que depende de oleadas anteriores, por lo que Bracito se edifica a partir de las comunidades haitianas de Fleitas en Manatí y de la llamada zona de Guaranal en Chaparra, además de estas localidades contribuyen o tributan emigrados las zonas referenciales de La Caridad, en Santiago de Cuba; de Vertientes en Camagüey. Este territorio o latifundio azucarero era propiedad del colono Dosal y lo había adquirido por contrato de compra a la compañía norteamericana de referencia anterior por la cantidad de $250.00. Este territorio cuenta con los siguientes límites: al Norte con Macagua 4, al Este con El Peladero, al Sur con El Lavado y al Oeste con La Jocuma, límites que mantiene en la actualidad. Cuenta con una población total de 650 habitantes de ellos 4 nativos de Haití, descendientes.
Esta es desde su origen una comunidad rural que posee vestigios de la época colonial en el orden de los barracones, las casas de madera de palma y guano de la misma y las construcciones de viviendas en núcleos familiares que mantienen la verdadera tradición haitiana de conformación de familias rurales en núcleos alrededor del padre o madre de familia respetando dichas líneas, conserva los caminos vecinales de la época y al mismo tiempo la construcción de uno central que va uniendo a todos los poblados o comunidades con la Carretera Central al Norte y la que lo une con Las Tunas por el Sur.
Su actividad desde la fundación en el orden económico es la agricultura, transitando después del triunfo revolucionario por Granja del Pueblo primero y Cooperativa a partir de l985, se cultiva la caña de azúcar, ahora en menor cuantía, y los frutos menores y es una tradición los llamados conucos de las diferentes familias dedicados a la producción de viandas y hortalizas, posee una tienda, una escuela, dos consultorios, carnicería y un circulo sociocultural para las actividades de sano esparcimiento de sus habitantes, lo cual es corroborado por la entrevista realizada al Presidente del Consejo Popular de la zona de referencia.
Independientemente a primar los haitianos y descendientes, en esta comunidad también habitaron en menor cuantía jamaicanos, arubeños y holandeses que se aclimataron junto a un grupo de cubanos relacionados por lazos familiares, manteniendo vivas las costumbres, ritos y tradiciones traídas desde su querido Haití y las han sumado a la realidad cubana, formando parte del gran tramado que forma la cultura nacional
En la actualidad se realizan en el territorio las Jornadas Cucalambeanas de base dentro de las cuales se insertan varias tradiciones haitianas por parte de grupos de aficionados con descendientes haitianos, en el caso estudiado se aprecia a través del Marassa que es atendido por la Instructora de Danza Cristina Gil, aportando importantes elementos en torno a la práctica danzaria voduista.
Esta comunidad es un espacio donde se refunde la cultura material y espiritual de aquel país como prueba de un ejercicio consciente de sus portadores, conservan entre sus descendientes la lengua de origen, el Creole, creando un área de bilingüismo que trae aparejado un interesante y dinámico intercambio lingüístico.
De tal manera, su historia, lengua materna empleada con familiares y amigos, el estilo de vida, las tradiciones, las costumbres, la forma de comunicación, el comportamiento, las relaciones sociales y la religión entre otros, son elementos que los grupos de haitianos utilizan en términos identítarios. Esto les permite sostener una identidad entre
sus miembros y, a su vez, constituir elementos de alteridad al proporcionar la diferenciación como medio de reafirmación o autodefinición de sí mismos.
En Bracito, los haitianos y descendientes han mantenido espacios abiertos de su cultura y práctica religioso-cultural, han dado acceso a los pobladores cubanos y caribeños que ocupan habitacionalmente esta latitud aceptando su incorporación a las ofrendas en la elaboración de comidas y bebidas en la ceremonia del loa blanché y del santo Cadé, representativos del panteón vuduista en la comunidad.
En esta comunidad existe una manera característica de celebración de las fiestas el 25 de diciembre y el 6 de enero, las mismas se caracterizan en el epígrafe siguiente.
Para el haitiano radicado en Bracito su religión es el tamiz a través del cual se canaliza la vida. Significa fuerza, protección, salud, enfermedad, alegría, tristeza. Es el elemento central de su concepción del mundo. Para cada comunidad haitiano-cubana, por los elementos anteriormente mencionados y como desafío ante los nuevos retos que le imponía la vida en este nuevo contexto de confrontación cultural, se hizo necesario la conservación y transmisión de esta concepción preservada en los marcos de su seno familiar. Para ello utilizaron entre sus argumentaciones, una que caracteriza su filosofía de vida: "el Vodú no se compra".
En esta comunidad se ha mantenido como tradición el respeto a las interdependencias de los santos del panteón vuduista con los católicos o congos lo que se cumple en el desarrollo de costumbres impuestas por los nativos que emigraron a sus descendientes, Emilia Luejes Laffiét, haitiana de 98 años fue la que más aportó en esta investigación por ser nativa de Haití y haber vivido en la comunidad haitiana de Bracito y al mismo tiempo ser housi de la Mambó Mami. En este sentido dijo que se cumplimentaban las creencias y ceremonias a diferentes divinidades del panteón; pero básicamente a Cadé; dentro de ellos se veneraba a :
Bracito independientemente a tener puntos de contacto referenciales con la práctica del Vodú cubano ha mantenido el apego a los ancestros y se manifiesta un proceso de asimilación de blancos que no son descendientes y se cumplimentan platos que ya no se usan en otras comunidades haitianas del país, de esta manera se ha comprobado que en la comunidad de referencia se mantienen un grupo de tradiciones oriundas de los haitianos de la primera oleada migratoria hacia estas regiones del país las que han prevalecido por la transmisión hereditaria de padres a hijos y de éstas a sus descendientes, siendo las dos tradiciones que más gustan y mantienen la denominada Pintata a la Creole, en el orden de las comidas y que no se usa en otra región del país y en el orden danzario la denominada Danza de la Guinea muy relacionado con el rito de cambio de vida que se realiza aún en la zona por los practicantes del Vodú, en los dos casos mencionados son aportes de esta comunidad .
Se mantiene como tradición la forma de cultivar la tierra en los patios dedicados a la ofrenda de los santos y utilizan la medicina verde como elemento rector para tratar las enfermedades.
Otro de los elementos que identifican a estos pobladores del resto es sin lugar a dudas su forma de vestir compuesta por saya y blusa holgadas generalmente de tela blanca, acompañadas por una pamela en las mujeres mayores de 20 años y de un pañuelo generalmente rojo para las menores de esa edad, la Mambó y todos los que viven bajo su abrigo usan un tirín de saco, los hombres en la muñeca derecha como símbolo de trabajo honrado y la mujer en el tobillo izquierdo si es soltera y en el derecho si es casada.
Identifica también a los haitianos de esta comunidad ser poseedores de una verdadera familia rural que es propio de la tenencia y apego a la tierra, heredado de Haití y que se ha mantenido aquí como una tradición.
Al observar esta referencia corroboramos con la investigación, que el núcleo de Bracito, dentro de la localidad es el que más ha respetado las costumbres identitarias haitianas pues al contactar con los habitantes nativos y descendientes se pudo comprobar que existe una casa central que generalmente la ocupa quien lleva en sus manos los fundamentos religiosos haitianos, cercada extensionalmente con ataja negro y dentro de este perímetro las casas más pequeñas de los descendientes, siempre tratando de respetar las líneas constructivas de la casa mayor, generalmente sin portal, con paredes de tablas de palma y el techo de guano, en el centro de este complejo habitacional se encuentra el árbol bajo el cual se hace el sacrificio a los Loas y se organiza la denominada mesa blanca (manye blanc), comida que se le ofrece a los dioses y que al mismo tiempo aporta a la cultura tradicional culinaria que constituye en todos los sentidos parte del patrimonio histórico de esta comunidad y que ha trascendido a nuestros tiempos, por la identidad y tradición que tienen en la zona de Bracito los nativos y descendientes
Idiosincrásicamente existe en esta comunidad una formación propia muy apegada al ritual en el sacrificio a los dioses del patrón vuduista, fieles adoradores de la guásima con la creencia en sus poderes y adoración infinita a la guinea.
En la actualidad, se refuerza el rescate sociocultural de este sector poblacional con el respaldo estatal. Por su parte, los descendientes haitianos ponen al servicio de la sociedad su cultura, elemento que durante mucho tiempo han guardado como un tesoro que se les ha transmitido por los inmigrantes que se quedaron unos por necesidad, otros por amor, pero todos cautivados por el encanto de ésta su segunda patria caribeña.
Bracito: raíces y tradiciones haitianas.
Es importante tener como principio esencial respetar la diversidad de tradiciones y características culturales producidas por la historia así como la atención y el respeto a las peculiaridades de las tradiciones propias de cada comunidad que hacen de cada una un marco irrepetible que identifica sus miembros y que una generación hereda de las anteriores y por estimarlo valioso hereda a las siguientes.
Para hablar de tradiciones en la comunidad haitiana de Bracito hay que hacer un alto en la práctica de Vodú y el Creole como elementos aglutinantes que los han mantenido unidos durante más de 100 años, así como las manifestaciones que van delineando las mismas, que la hacen ser ella y la diferencian del resto de las comunidades haitiano-cubanas de nuestro país.
Sin embargo a través de las técnicas de recogida de información se pudo conocer sobre otras tradiciones presentes en esta comunidad dentro de las que se encuentran:
En las entrevistas y encuestas aplicada a los emigrantes, descendientes, a los pobladores de la comunidad de Bracito, a la promotora cultural de la zona y a la instructora de arte de la Casa de la Cultura del Municipio Jobabo evidencia que uno de los elementos más importante allí, es la Danza de la Guinea, baile autóctono.
La Danza de la Guinea, en los tiempos actuales adquiere un carácter folclórico popular, y es introducida por los oficiantes del Vodú, se ejecuta un acto de salud para un enfermo, denominado cambio de vida. Se usan como eje principal cuatro guineas que deben ser blancas con pintas negras, se emplea este animal por su vigorosidad, inteligencia, porque tiene vida libre en el monte firme y se le atribuyen dos cambios de vida al mudar dos veces sus plumas en los diez a doce años que tiene de existencia este animal.
La danza la bailan doce parejas al compás de tres tocadores de tambor y tres de maracas, nunca puede ser en número impar, se organizan en forma circular formando dos medias lunas, una de hombres y la otra de mujeres, alrededor del objeto (hombre o mujer), nunca un niño (Tifán).
Previamente se abre un hueco en la tierra que debe tener un metro de largo por medio metro de profundidad, cuya tierra se va depositando en dos bateas de latón que pueden ser sustituidas por bateas de maderas. Al toque del tamborero mayor los hombres de la media luna depositan al enfermo dentro del hoyo y la Mambó o Sacerdotisa le van pasando las cuatro guineas, una a una, por el cuerpo y va mezclando a golpe de tambor la sangre con la tierra en la batea. Las dos media luna comienzan a girar hasta convertirse en un ruedo de parejas de uno y uno. Al compás del toque de tambores de cuatro por tres los pasos se mueven y van aumentando la rapidez de estos en la medida que la Mambó o Sacerdotisa deposita las plumas que va arrancando a la guinea muerta dentro del hoyo, una vez mezclada su sangre se le va incorporando esta tierra con sangre y se va sacando a la persona entre giro y giro de la danza, finalizando con un baño de incienso a la persona que se le ha hecho el cambio. Luego pasan todos a la enramada donde se le ofrece la comida al Santo Cadé.
Esta danza tiene mucho movimiento corporal, los bailadores mueven la cabeza hacia delante y hacia atrás y de derecha a izquierda, siempre al ritmo de la música. Se destaca el movimiento rotatorio de los hombros en los tiempos fuertes (tambor mayor), cuatro toques, los brazos semiabiertos, doblados hacia la altura de la cintura con mucho movimiento de éstos y del torso hacia delante y hacia atrás.
Canción utilizada para bailar la Danza de la Guinea: Se utilizan tres tambores, seis maracas, que deben completar el número par del quórum de bailadores y tocadores, se usan cuatro toques largos de tambor y tres cortos, sumándose el de las maracas a partir de los cortos.
Letra de la canción:
La guinea viene del monte
La guinea viene de allá
A dejar su vida en la tierra
Y a dársela a él na’má
La guinea con luz radiante
En lo oscuro se queda ya
Para dársela a este enfermo
Y dejarle más vida acá
Estribillo: La guinea papá, la guinea mamá.
Lleva enfermedad.
Deja vida ahora, lleva muerte allá.
(El estribillo se repite varias veces, según dura el rito.)
Otra de las canciones utilizadas en las fiestas al santo es la dedicada a Papá Legbá y dice:
Papá Legbá, papá legba,
Con Erzulie y los Marassa,
Nos dan vida, nos dan fe,
De la loma Papá Legbá,
De los montes Papá Legbá
Agua fresca pa` to` na`ma`.
Papá Legbá, Papá Legbá,
Con Erzulie y los Marassa.
Tradiciones culinarias.
El resultado de la entrevista realizada a Emilia (emigrante) y a Daniel Matías (descendiente) sobre este tema aporta los siguientes elementos sobre el plato típico realizado por uno de los primeros haitianos que conformaron la comunidad de Bracito (
Pintata a la Creole: este plato fue introducido en la comunidad por los padres de Lucía González Noel en 1921 cuando se celebra la primera fiesta al Santo Cadé (piedra poderosa).
Ingredientes: Guineas (Pintata), Quimbombó, Ají Picante, Ajonjolí tostado, Arroz tostado, trozos de carne de cerdo, cilantro, azúcar (cucharada) y ramas de Clavo de olor.
Modo de elaboración: Se cocina la carne de guinea en el agua donde fue hervido el bejuco Curricán, con tres días de antelación a la fiesta y que ha sido ofrendado al santo Cadé proporcionando un color morado a la carne que luego de esta cocción es rellenada con los ingredientes antes mencionados.
Relación de comidas con el tipo de ofrendas al santo.
1. Manyé blanc:
Ingredientes: Carnes blancas con condimentos blancos. Los animales de pelo y plumas blancas. Los dulces blancos y con azúcar blanca.
Quien sirve la mesa vestido de blanco y se le ofrece al loa blanché
2. Manyé Lesday
Ingredientes: Pollo frito, paloma y pescado curados y fritos, taza de café, arroz con leche de cabra, natilla con leche de cabra, turrones de ajonjolí, maní, coco, panes cuadrados (babot) y bancebí (verdolaga).
Se prepara debajo de la mesa para los niños y se da a las 4 de la tarde, para los mayores en otra mesa y se sirve a las 5 de la tarde,
A los ángeles en el caso de los niños y a Cadé en el caso de los adultos 3. Manyé Puyet.
Ingredientes: Todo tipo de frijoles, gallina javada o pollo javado, maíz y maní tostados, pata de puerco, oreja, lengua y cabeza salada y pollo, plátano, yuca, boniato, malanga, calalú o tallos de yagruma.
Modo de elaboración: Los frijoles se cocinan con la gallina o pollo javado picados en cuartos y se envuelven en los frijoles, y el calalú o tallos de yagruma, se tuesta maíz y maní y se riega en la mesa con una ofrenda en dinero debajo, se puede sustituir por fricase de cerdo de monte o paloma perdiz. Se prepara otra comida que debe cocinarse fuera de la casa, sola sin nadie verla cocinar, no se puede fumar, lleva pata de puerco, oreja, lengua y cabeza salada y pollo, plátano, yuca, boniato, malanga, se pilan la viandas solas cada una, se van mezclando en un pilón y por último se le incorporan las carnes, se sirve en platos en forma de bola. Se sirve haciendo cruces de ceniza y los presentes donan algo para que caminen mejor.
Es ofrendada Santo Patrono, también a los muertos de la familia que la mambó o el hougan le prestan el cuerpo como caballo.
Tradiciones festivas religiosas.
En la entrevista realizada a Emilia y Matías hacen referencia a este tipo de tradiciones festivas religiosas que se desarrollan en esta comunidad donde existe una manera característica de celebración de las fiestas el 25 de diciembre y el 6 de enero, pues la localidad se engalana con pencas de coco a la entrada de cada casa y se ubica por encima una penca de guano con una bandera blanca o roja como símbolo de respeto al santo Cadé, hasta cierto punto patrono de la ella, generalmente las casas de madera se pintan de blanco y los habitantes se visten con ropa de este color como homenaje al loa blanché, elaborándose por cada casa familia un dulce u ofrenda que debe servirse en vasijas blancas o de cristal transparente (manger blanc),el día 24 se coloca a la entrada de la comunidad un paño blanco con la imagen de dos guineas símbolo de la vida y la transformación, animales sagrados para los representantes de la cultura haitiana y que se ofrenda al santo pero además es el animal que se usa para realizar el denominado cambio de vida. (Ver anexo 1)
Tradiciones Agrarias.
Se considera necesario resaltar que en esta comunidad se mantiene como tradición la forma de cultivar la tierra en los patios dedicados a la ofrenda de los santos que se realiza de forma circular para la hortalizas y rectangular para las viandas, mientras que las legumbres se deben sembrar en las cercas y en el caso del fríjol caballero debe realizar entre las plantaciones del maíz para agradecimiento del santo y recoger una buena cosecha.
Bebidas típicas.
Estos tipos de bebida permanecen aún vigentes según los resultados de las técnicas aplicadas sobre todo la Calabaza a la Haitianaza, que es la que identifica al haitiano
1. Mafuco: se prepara fermentando el Maíz por 45 días con hoja de pendejera mansa, guásima y clavo de canela.
Forma de elaboración: Se cuela esta mezcla en un colador de saco al que se le ha echado adentro ceniza de la hoja del Maíz alcanzando un color amarillo al que se le agrega azúcar parda. Para beberlo se mezcla con miel y leche de coco que lo convierte en una bebida dulce.
2. Vino de calabaza: es la bebida más fuerte que preparan los haitianos y es utilizada por los que adoran al santo Criminel para embriagarse y tener alucinaciones. Se elabora dentro de la calabaza cuando es para el santo y en trozos en vasijas de cristal para ocasiones familiares.
Para el primer caso se abre la calabaza por arriba y se le saca las tripas luego se llena de azúcar que ha sido dejada al sereno por tres días para acelerar su fermentación. Se coloca de bajo del altar durante 45 días y se cubre con un paño rojo o blanco en un lugar oscuro y cada tres días se enciende una lámpara de aceite encima de la calabaza.
Para el segundo caso se coloca en una vasija de cristal dos calabazas en trozos sin pelar, solo se saca las tripas. Se le hecha un vaso de miel de siete a diez libras de azúcar y una cucharada de bicarbonato. Se tapa con un tapón de almacigo durante 27 días y al cabo de esto se retira este y se cubre con un amarre de tela de cualquier color y se le coloca un pedazo de panal de abeja tenga o no miel; estos elementos fueron aportados por el 85% de los entrevistados.
En la entrevista realizada a la haitiana Emilia refiere que en Bracito se prepara la denominada Calabaza a la Haitianaza que debe ser de las llamadas Sello de Oro u otra redonda, se le saca la tripa y se rellena con carnes de todo tipo y una sazón picante aromatizada con clavo de olor, solo se elabora cuando en la casa hay visitantes importantes, la calabaza se sella, se mete dentro de un saco de yute y se hierve durante una hora en una olla grande con agua de río.
CONCLUSIONES.
El ejercicio del criterio contribuyó a establecer el posicionamiento científico de la investigación que se traduce en que la tradición cultural es una categoría fundamental para comprender los procesos de desarrollo cultural tradicional.
La comunidad de Bracito es portadora de tradiciones culturales provenientes del componente mágico-religioso haitiano, que se expresan a través de la cocina, el lenguaje, el vestuario, la danza y el canto; siendo un aporte importante en la creación culinaria el plato Pintata a la Creole y la expresión danzaria específica conocida como Danza de la Guinea, que son consideradas un aporte autóctono.
Los métodos y las técnicas utilizadas, posibilitaron obtener toda la información necesaria para conocer cuáles son las tradiciones culturales de origen haitiano vigentes en la comunidad de Bracito y cómo las mismas forman parte de su formación identitaria.
Aún cuando sólo existen 4 emigrantes que fundaron a Bracito, sus descendientes mantienen el Vodú y el Creole como elementos del folclor haitiano que los une como componentes aglutinadores de la haitianidad.
En esta comunidad se respetan las líneas patrineales, continuándose la transmisión de los conocimientos de padres a hijos, siendo significativo que en las ceremonias o consultas individuales permiten la participación de personas de la zona que no practican su religión ni son descendientes.
Se puede afirmar que en la comunidad de origen haitiana radicada en Bracito se conservan las tradiciones culturales para así mantener viva la memoria cultural haitiana y venerar a sus ancestros.
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