Alexander Acosta Garrido (CV)
alex@ baracoa.cug.co.cu
Centro Universitario de Baracoa, Guantánamo.
Resumen
La universidad es abordada como institución social, a través de la socialización interacciona e incide en la transformación de representaciones sociales negativas en la comunidad rural. Es un tema a tono con los esfuerzos en aras de eliminar conductas desviadas y continuar fortaleciendo la calidad de vida de la población. Con esta relación la universidad tributa al desarrollo social de la comunidad, potenciando el diálogo de saberes en un sentido integrador.
Posiciones teóricas que actúan como redes, desde lo psicológico, sociológico y en ocasiones pedagógico para explicar la interacción, se justifica con el análisis interdisciplinario contemporáneo, donde los límites entre las ciencias sociales son en ocasiones difusos, pero explican y argumentan el fenómeno social que se estudia.
Abstract
The university is approached as social institution, through the socialization interaction and it impacts in the transformation of social negative representations in the rural community. it is a topic to tone with the efforts for the sake of to eliminate deviated behaviors and to continue strengthening the quality of the population's life. With this relationship the university pays to the social development of the community, developing the dialogue of knowledge in an integrative sense.
Position theoretical that act as nets, from the psychological, sociological and in pedagogic occasions to explain the interaction, is justified with the interdisciplinary contemporary analysis, where the limits among the social sciences are in diffuse occasions, but they explain and they argue the social phenomenon.
Introducción
La universidad con pleno compromiso en incidir en las problemáticas y fenómenos de su entorno de manera positiva, no pretende percibir las relaciones humanas de manera estática; sino que brinda las herramientas para llegar a incidir en fenómenos que florecen en la vida cotidiana de manera negativa, como son algunas representaciones sociales; en este sentido se coincide con el cubano José Martí Pérez cuando expresa: “La educación ha de ir adonde va la vida. Es insensato que la educación ocupe el único tiempo de preparación que tiene el hombre en no prepararlo. La educación ha de dar los medios de resolver los problemas que la vida ha de presentar.”1
Con esta relación la universidad tributa al desarrollo social de la comunidad, potenciando el diálogo de saberes en un sentido horizontal e integrador, que contribuye a elevar su calidad de vida, incidir en sus problemas y promover cultura. En Cuba, el trabajo comunitario es una prioridad del sistema educacional; los centros docentes tienen las condiciones para aglutinar y contribuir a crear una red de multiplicadores en su propia transformación y la de la comunidad con que interactúan. Según la doctora Argelia Díaz Fernández (2001) “(…) Dichos centros encarnan y expresan los intereses comunitarios, promoviendo la participación y la búsqueda de nuevas fórmulas en todo tipo de expresión humana, en un amplio abanico de posibilidades y realizaciones concretas, a partir de sus propios esfuerzos y gestando la voluntad de cambio necesaria2 .
En el seno de comunidades rurales en Baracoa se aprecia fenomenológicamente un conjunto de manifestaciones que recogen en esencia cómo piensan y actúan las personas en la vida cotidiana. Los registros realizados permiten apreciar representaciones sociales que no se corresponden con el ideal del desarrollo del ser humano, pero que son asumidos en ocasiones como lo deseado, como lo conocido, como lo correcto y bueno: sexismo, crianza de los hijos con prejuicios y mitos, estereotipos de género que descansan en mitos. Tales hechos sociales son construcciones cotidianas que nos acercan a la idea de DurKheim “(…) de que en una sociedad sin escuela todo se aprende viviendo”3 , lo que no indica que se carezcan de ella; incidir en la transformación de esta realidad es posible desde la relación universidad - comunidad.
En este artículo se enfatiza en la función de la universidad como espacio de socialización y difusión que permite relacionarse con el entorno comunitario de manera interrelacionada, también aparece el sustento filosófico, sociológico y psicopedagógico expresado fundamentalmente en el paradigma histórico cultural de Lev Semionovich Vigostky (1896-1934), así como en la educación popular del educador brasileño Paulo Freire. Aparece la definición del término representaciones sociales y la manera en que se manifiesta , quedando claro que las informaciones construidas socialmente en dicha población han seguido un proceso de racionalidad, divergente a la aspiración que se tiene con el desarrollo humano en su máxima expresión .
El objetivo estriba en establecer la relación universidad – comunidad, donde se aprecie la capacidad de la primera en convertirse en agente socializador activo y su contribución al fortalecimiento de l calidad de vida de la población.
La universidad, como institución social, y su incidencia en la transformación de representaciones sociales negativas en la comunidad.
Las instituciones se van transformando en la medida que las sociedades lo hacen. Sus funciones e interacción solo pueden ser analizadas con coherencia si se tiene presente el marco histórico –contextual en el que ellas se encuentran. Concebirlas de tal forma, permite comprenderlas en estrecha interacción con el medio social del cual ella forma parte. Las universidades, son instituciones cuyas estructuras emergen como respuestas funcionales a diferentes necesidades sociales.Llevar la cultura a la mayoría de la población se ha convertido en los últimos tiempos, en el motivo de múltiples análisis, enfoques y actividades prácticas.
La comunidad universitaria no debe quedar al margen de este proceso, no solo por su potencial interno, sino también, principalmente, por la alta responsabilidad que la sociedad le impone, lacual tiene como premisa la disposición de los sujetos para involucrarse en él, algo que está relacionado con el anhelo de formar un mejor ser humano.
La sociedad crea o provoca la creación de estructuras sociales e instituciones sociales específicas para alcanzar ciertos propósitos y metas. La universidad constituye una institución donde se producen un conjunto de interacciones en aras de cumplimentar varias funciones. Como hecho social, puede ser estudiada pues ella se nos da como algo que existe más allá de nuestra voluntad. En tal sentido, ella cumple una función general como la socialización, término que se aprecia como el proceso mediante el cual se inculca la cultura a los miembros de la sociedad. La cultura se va transmitiendo de generación en generación; los individuos aprenden conocimientos específicos, desarrollan sus potencialidades y habilidades necesarias para la participación adecuada en la vida social y se adaptan a las formas de comportamiento organizado, característico de su sociedad.
En otros términos, los beneficios de la apropiación social del conocimiento no solo son tecnoproductivos y económicos, sino que atienden al desarrollo social visto integralmente; así lo precisa Jorge Núñez Jover cuando plantea: ¨ La sociedad que se encamine por los derroteros del desarrollo social sostenible basado en el conocimiento debe actuar como una “Sociedad del aprendizaje”, donde la educación de todos, no de algunos, se conciba como educación continua o educación para toda la vida. 4
A lo largo de la historia educacional la idea de la interrelación centro docente–comunidad ha sido una preocupación permanente. José Martí Pérez, en su quehacer pedagógico, planteaba al respecto: “(...) Quien no tenga conciencia de que la escuela ha de adquirir un ritmo dinámico de cambio para seguir y adaptarse al ritmo de la vida que lo rodea, al estilo de vida de la época; no llega a comprender el sentido de la función educacional que la escuela ha de llevar a cabo (...)” 5 Además señaló:“(...) Todo esfuerzo por difundir la instrucción es vano, cuando no se acomoda la enseñanza a las necesidades, naturaleza y porvenir del que la recibe (...)”6
La preparación que recibe un comunitario será más efectiva en la medida en que se le educa para vivir en su propia comunidad y más aún si contribuye a transformarla, en función de su beneficio y de la propia comunidad donde vive.
Por otro lado, Manuel Valdés Rodríguez, pedagogo de ideas avanzadas, expresaba: “(...) La necesidad suprema con todo, es armonizar el medio en que se educa al hombre con la obra misma de la escuela. Querer educar al hombre divorciándolo de las influencias de su tiempo y de su sociedad, es pretender un absurdo. Los cargos que algunos formulan contra la escuela nacen propiamente de la inocente opinión de que ella, por sí sola y única, es la panacea de los males de la humanidad (...)”7
Refería también: “(...) Señores, no es necesario repetirlo, cortar la corriente de solidaridad y simpatía entre la escuela y los factores sociales, equivale a convertir aquella en una especie de mecanismo arbitrario, artificial y armónico, propio solo para romper la ley de la unidad8 . ¿Comprometen estos factores el problema y la obra de la escuela? No cabe duda alguna en afirmarlo (...)”9
Relevante idea, expresa la necesidad de la unidad entre todas las agencias y agentes socializadores, en función de lograr una armonía entre ellos para educar en función de los mismos intereses, dejando bien sentado, que esta unidad no compromete la labor de la universidad , todo lo contrario, la garantiza. Esto es un elemento esencial para poder establecer la interrelación Sede Universitaria Municipal -comunidad rural, con énfasis en la transformación de las representaciones sociales negativas.
En fecha tan lejana como 1899, Enrique José Varona planteó “(...) en la sociedad todo educa y todos educamos (...) Pero aún nos faltará mucho para llegar a ese fin, mientras la colaboración de la familia y la sociedad en general, en la obra de convertir a los niños en hombres, no sea aferrada y no conspire en la misma dirección (...)” 10.Como se aprecia las influencias educativas están diseminadas en toda la sociedad, el fruto que se obtiene está relacionado por lo general con factores socioculturales que se convierten en medio para adquirir cultura.
El Marxismo, también sustento teórico al relacionar la universidad con la comunidad, reconoce que la sociedad es el producto de los actos recíprocos del hombre que son expresión de las relaciones sociales en que vive, y por tanto, tienen un carácter activo y creador. El hombre es no solo parte de la realidad, sino que él mismo la crea continuamente. Este presupuesto pone en relieve la posibilidad de incidir desde la universidad, a través del cumplimiento de las funciones relacionadas con la extensión universitaria, en la transformación o modelación de la realidad comunitaria rural teniendo presente sus características.
Todo intento de transformación que se quiera realizar sobre un objeto o fenómeno determinado tiene que considerar las características propias del objeto en sí. De ellas depende el tipo de cambios que puedan hacerse, la duración de los mismos y las posibles consecuencias. Poner en práctica este principio para impulsar un proceso de transformación en la comunidad es positivo, basta recordar que las representaciones sociales negativas construidas socialmente en la población, han seguido un proceso de racionalidad, en ocasiones divergentes al modelo que de manera ideal se tiene o dicho en otras palabras, contrastan con las aspiraciones de un país o estado. Tenerlas presente es una manera efectiva de garantizar el éxito y permanencia de los cambios positivos logrados en la calidad de vida de la población a través de la transformación de las representaciones sociales negativas.
Con la participación de la población se logra que se tenga presente sus opiniones sobre las transformaciones que se implementen en la comunidad rural, lo que es necesario para que sienta como suyos las acciones a desarrollar y en el proceso de interacción se puedan ir transformando los diferentes símbolos negativos. Ideas que encuentran respaldo en las ideas del filósofo y sociólogo alemán Carlos Marx, quien aporta en sus Tesis sobre Feuerbach elementos que permiten expresar la posibilidad de que el hombre sea capaz de enriquecer su cultura, en este caso la preventiva y provocar cambios positivos no solo en las ideas, sino también en las circunstancias en que viven y por ende en su conducta en general. Es decir, son los hombres, precisamente, los que hacen que cambien las circunstancias.
De la idea anterior se infiere que aún cuando existe un fuerte arraigo a ciertas representaciones sociales negativas, profesores, estudiantes y grupos formativos (agentes de cambio) pueden incidir en dicha realidad a través de su participación activa, planificada y enfocado hacia el trabajo educativo, que pasa además por el nivel de información que se tenga.
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Desde lo sociológico se asume que el hombre vive continuamente acosado por los impulsos, que solo a través del sistema de normas y valores sociales son encauzados por la sociedad hacia las más aceptables. El sistema de normas y valores ha de ser aprendido por todos los miembros de la sociedad, este sistema adopta entonces la forma de una conciencia colectiva. La universidad, por lo tanto, deviene en una institución que favorece el proceso de socialización metódica donde los profesores, alumnos y grupos formativos actúan como representantes y mediadores del medio social.
La universidad puede moverse de un sistema a otro mediante la difusión, a través de la socialización y el aprendizaje y, por tanto, esta institución cuyas funciones trascienden los muros no solo de manera latente; sino también, de manera manifiesta, es decir, intencional, a través de diferentes roles que se proyectan esencialmente en lo que se llama extensión universitaria, tiene la capacidad funcional de relacionarse con la comunidad rural.
Es necesario, en esta investigación, dejar claro el concepto de comunidad como un nivel de intervención donde se perciben elementos micro y macrosociológicos y entre ellos las representaciones sociales negativas.
En el nivel comunitario se produce un proceso de intervención que persigue la solución de los problemas compartidos entre los grupos y las instituciones de la comunidad, en diferentes aspectos de la realidad social, o sea funciona como una estructura de relaciones entre organizaciones y grupos. Aquí se percibe un conjunto de representaciones sociales sobre las cuales las personas interactúan.
Al asumir el término comunidad se parte de la idea de que no solo se trata de un espacio geográfico, este en sí mismo no abarca todos los matices. Las ideas compartidas, mitos y prejuicios sustentan la existencia de la misma, por eso se comparte la idea de Ferdinand Tonnies (1944) cuando expresa: “(…) todo espacio no es una comunidad; si bien es necesario vivir en un espacio, esto no es por sí suficiente para que exista comunidad. Es imprescindible la interacción, la conciencia de la posibilidad de alcanzar la satisfacción de alguna necesidad, de compartir una serie de intereses comunes (…).” 11
Otro elemento a tener presente, es la aproximación que caracteriza al vecindario, pero este no es una comunidad, porque carece del sentimiento que la conforma. La comunidad aparece entonces como una categoría de análisis que facilita una base para muchos tipos de estudios y como algo que existió primitivamente, antes de la aparición de la propiedad privada, cuando la tierra era de todo el grupo humano que la ocupaba y usufructuaba. Las relaciones cooperantes y solidarias fundadas en la vecindad se transformaron en relaciones distintivas, competitivas, de rivalidad, a pesar de la existencia de problemas comunes cotidianos, como por ejemplo, la insalubridad del medio, robos e insuficiencia de servicios
Para la transformación de las realidades y no solo apreciarla de manera contemplativa, es aconsejable el conocimiento de las complejidades de la vida colectiva de los hombres. En este sentido se asume de Porzecanski, "(…) Conocer la realidad, como señala no es entonces propiamente conocer una zona, los índices de desempleo, analfabetismo, enfermedad o crecimiento, aún cuando ellos puedan dar al científico social una idea generalizada que traduce, de alguna manera, algunos aspectos de la realidad. Conocerla, es conocer al hombre que vive en ella, las relaciones que lo vinculan a otros hombres, la forma como piensa, como trabaja (…)”12 .
Es en esencia conocer las razones que dan sentido a sus interacciones, determinar las causas de diferentes actitudes, limitar el conocimiento y campo de las representaciones sociales por las que se movilizan las personas en la interacción social .Por tales razones conocer va más lejos de datos cuantitativos, es importante indagar sobre el sentido de la acción, elemento importante cuando se trabaja en la comunidad rural.
El concepto comunidad proviene del latín comminis, que significa hombres conviviendo juntos en un espacio, compartiendo algo, convivencia, comunicación, unidad. Por lo tanto, en principio se trata de un sistema de relaciones sociales en un espacio definido, integrado en base a intereses y necesidades compartidas. También aparece definida como unidad social con una historia y evolución determinada, que forma parte de un contexto social mayor. Está constituida por un grupo de individuos que residen en un territorio específico, es decir, comparten un espacio geográfico común, que los lleva a un determinado grado de interacción.
Se tuvieron en cuenta definiciones de comunidad dados por Porzecanski, Teresa (1983), Ander Egg, Ezequiel (2000). Se asume la definición dada por Ander Egg, Ezequiel (2000) cuando plantea “(…) la comunidad es una unidad social cuyos miembros participan de algún rasgo, interés, elemento o función común, con conciencia de pertenencia, situados en una determinada área geográfica en la cual la pluralidad de personas interacciona más intensamente entre sí que en otro contexto (…)”13 .
Para los intereses de este esbozo teórico es necesario considerar aspectos relacionados con las comunidades rurales. Se asume del Dr. Manuel Martínez Casanova sus planteamientos acerca de que “(...) A diferencia de lo urbano, el término rural nos remite a los asentamientos y contextos que nada tienen que ver con la ciudad. Su característica principal es la poca densidad poblacional y la dispersión de los asentamientos que forman pequeños caseríos y pueden llegar a casas aisladas incluso en zonas de poco acceso y comunicación con otros territorios.” 14
Se caracteriza principalmente por el vínculo con la naturaleza menos agredida que en la ciudad. En cualquier caso lo rural implica desventajas en relación con la vida en la ciudad no solo por la situación geográfica o las condiciones físicas de existencia. La población campesina está más lastrada, es portadora de tradiciones más arraigadas. Esto tiende a favorecer tendencias conservadoras en las formas de vida y trabajo, lo que puede obstaculizar acciones generadoras de desarrollo.
A pesar de ello el contexto rural aporta elementos favorables para el trabajo comunitario tales como: Sentido de pertenencia e identidad pronunciados, profundos mecanismos de relación e interrelación social, especialmente familiar y parental (compadres, parientes) que contribuyen a actitudes solidarias y de hospitalidad más pronunciadas. En este caso constituyen premisas que no pueden ser obviadas durante el proceso de incidencia en la transformación de representaciones sociales negativas.
En este análisis se asume de S .Moscovici, psicólogo social, lo que se considera una de las aproximaciones al contenido de las representaciones sociales pues informa que posee tres dimensiones interdependientes: Información, actitud y campo de representación o imagen; la información se refiere a un cuerpo de conocimientos organizados que un determinado grupo posee respecto a un objeto social. Así es lo que ocurre en el ámbito comunitario como sucede en el de los estereotipos de género, una de las problemáticas sociales que se percibe en la vida cotidiana relacionada con la discriminación de la mujer. Aun cuando muchos no prefieran llamarla de esta forma se podría afirmar que existe una compleja estructura de relaciones, a nivel social, que sitúa a la mujer en un plano de subordinación respecto al hombre.
Por todos los elementos anteriores se define por este autor, que la representación social es un cuerpo de conocimientos y de pensamiento práctico significativos que se socializan en la cotidianidad, que un determinado grupo posee y que puede llegar a alcanzar cierta distorsión en torno a la realidad.
Las representaciones sociales son, por tanto, un hecho social inmaterial presente en nuestras comunidades rurales, que funcionan como símbolos significantes por los cuales las personas interactúan. El nivel de conocimiento sobre un campo determinado está influenciado, en alguna medida, por los espacios de socialización de conocimiento compartido que incidan en la comunidad. La universidad como agente educativo puede contribuir a transformar representaciones sociales negativas en diferentes campos brindando, sobre todo, mayor información.
Tal empeño es posible además, porque la universidad al preservar, difundir y desarrollar conocimiento hace uso de diferentes perspectivas en el análisis del hombre y su entorno, desde lo individual a lo social sin negar lo biológico.
Tomando como base estos criterios, muchas teorías han explicado el desarrollo de la personalidad bajo la influencia de la educación y el medio. Las teorías de la socialización, por ejemplo, intentan, partiendo de diversos principios teóricos, revelar la formación del hombre bajo la influencia de su medio sociocultural, entienden por socialización el proceso de introducir al individuo en la sociedad o grupo, es decir, la influencia sociocultural por parte de otras personas (padres, profesores, amigos, compañeros de escuela, etc.), ya sea el proceso de arraigo del individuo en la sociedad, o en su grupo, proceso social de aprendizaje mediante el cual el individuo se convierte en personalidad.
Desde la perspectiva funcionalista la educación sirve para socializar (adaptar) a los individuos, a fin de que se incorporen a las tareas que les asigna la sociedad, de conformidad con su preparación y méritos logrados. Es así que el autor de este artículo considera coherente con criterios anteriores, a la universidad como agente regulador o dinamizador de conductas e ideas socialmente matizadas en el seno comunitario a través de la función de Extensión Universitaria.
En el enfoque marxista, que se ha derivado de diversas reflexiones sobre el proceso educativo y su vínculo con el medio social correspondiente, la escuela se destaca como instrumento fundamental del proceso integrador de la personalidad. No solo imparte instrucción, conocimientos técnicos, científicos, hábitos de pensamiento, actividades, y sentido del esfuerzo, sino que se erige en un espacio de convivencia decisivo, a través del cual el niño y el joven forjan y fortalecen sus sentimientos de amistad y compañerismo y logran comprender e identificarse con las exigencias de la comunidad en que comienza a vivir.
En este ámbito y viendo la universidad como espacio de socialización no solo del alumno, sino también en la comunidad , algunos autores expresan esa relación a través del término control social ; desde 1927 el sociólogo y pedagogo norteamericano W.R. Smith había intentado una definición del control social como sigue: "... interrelación activa de aquellas cualidades personales y fuerzas institucionales que estimulan y restringen la conducta humana en lo que incluía al sistema de Derecho, la Religión, la Opinión Pública, etc.” 15 .
Como puede verse, los mecanismos del control social sirven para controlar aquellas manifestaciones individuales que se alejan de lo que se considera socialmente aceptable, así como estimular las que se ajusten al sistema de normas y valores preestablecidos. No basta con que una comunidad aprecie comportamientos como dados y hasta justificarlos. La universidad debe socializar las mejores normas para lograr actitudes que se correspondan con el desarrollo social del ser humano en toda su dimensión y restringir a partir de su acción aquellas representaciones sociales que no se ajustan a lo deseado.
Desde este punto de vista el individuo bien socializado es aquel que responde a todas las expectativas de la sociedad y que forma parte de la ambiciones del sistema educativo contextualizado. El comportamiento que difiere de esta norma se interpreta como un defecto en el desarrollo de la personalidad que debe ser rechazado, corregido o excluido, mediante las agencias socializadoras o educativas, que ejercen el control social. Razones que ponen a la universidad en la necesidad de relacionarse con su entorno.
La escuela y en ella está la universidad tiene una misión específica conforme a la comunidad: la de poner a su servicio los medios de la cultura en la medida que puedan servir para el mejoramiento de la comunidad, fortaleciendo aquello que deba existir y modificando aquellas condiciones de vida y trabajo que no tengan justificación suficiente. Dicha finalidad teleológica desde el punto de vista funcional le permite tener un papel activo, pues las necesidades que emergen en el área comunitaria pueden traducirse en una constante reinstitucionalización o lo que es lo mismo, poner las funciones y roles universitarios hacia las nuevas exigencias societales, en tal sentido Olsen señala aspectos básicos que se resignifican para los propósitos de la presente tesis. Por un lado según este autor “(…) la escuela debe contribuir al mejoramiento de la comunidad mediante una cooperación en sus actividades (…) organizará sus estudios o tareas en torno a la vida de la comunidad” 16
Al respecto, la relación universidad -comunidad rural desde la extensión universitaria, encuentra sustento en postulados sobre Educación Popular de Paulo Freire, en su ideal de hombre como ser inacabado que no está solo en el mundo y que se integra en su contexto para intervenir en él, transformando con ello el mundo.
La Educación Popular promueve propuestas dialógicas, con circulación de roles y educandos, basadas en la reflexión critica y en la mirada de la realidad concreta. En este caso esa realidad concreta tiene su expresión en el seno de la comunidad donde cotidianamente se construye el conocimiento y representaciones sociales negativas que actúan como símbolos significantes. La relación universidad-comunidad rural debe iniciar partiendo del reconocimiento de estos elementos y no de su desaprobación, haciéndolos converger con los contenidos del avance científico.En este sentido se asume de Paulo Freire que es necesario “(…) una movilización permanente con los sectores de la comunidad y las redes educativas existentes que garanticen un acceso igualitario al conocimiento para ofrecerlas a las nuevas generaciones un ejercicio pleno de la ciudadanía y una participación social más activa. Este eje requiere la apertura de la Escuela (…) para que la Escuela sea asumida como un proyecto de la comunidad”¨ 17
Ahora bien, si se parte del hecho de que la universidad como institución tiene la capacidad de interactuar con otras estructuras como la comunidad y que en esta última se establece una construcción de representaciones sociales en el ámbito cotidiano, la transformación de esa realidad a lo que se apuesta desde la concepción de la pedagogía popular encuentra en la psicología de Vigotsky también fundamento.
En este sentido Abel Romo Pedraza plantea que ¨(…) los seres humanos construyen, a través de la experiencia, su propio conocimiento y no simplemente reciben la información procesada para comprenderla y usarla de inmediato 18, lo que permite entender que la realidad estudiada se mantendrá estática, como lo son sin dudas las representaciones sociales, construidas socialmente en el ámbito comunitario. Pero asumir a Vigotsky permite entender que los seres humanos construyen su propia concepción de la realidad y del mundo en que viven en situaciones sociales de desarrollo.
Cada individuo genera su propio conocimiento, sus propias reglas y modelos mentales, por supuesto en dependencia de los agentes socializadores que interactúen con los que le da sentidos y significados a sus experiencias y acciones. Son estos elementos que desde esta posición permiten entender la participación de la universidad en función de incidir en la transformación de representaciones sociales negativas en la comunidad rural.
Desde esta perspectiva, el aprender se convierte en la búsqueda de sentidos y la construcción de significados. Es por consiguiente, un proceso de construcción y generación, no de memorizar y repetir información, aunque tales funciones medien. Esos significados pueden modificarse en la medida que la interacción lo haga a partir de otros referentes que deben insertarse de manera cotidiana en la realidad. Es esta la vía en la que se construyen las ideas, mitos y representaciones sociales que se corresponden con la posición de Vigotsky al acercarnos a cómo se producen las funciones mentales superiores.
“(…) Las funciones mentales superiores se adquieren y se desarrollan a través de la interacción social. Puesto que el individuo se encuentra en una sociedad específica con una cultura concreta, Las funciones mentales superiores están determinadas por la forma de ser de esa sociedad: Las funciones mentales superiores son mediadas culturalmente. El comportamiento derivado de las funciones mentales superiores está abierto a mayores posibilidades. El conocimiento es resultado de la interacción social; en la interacción con los demás adquirimos conciencia de nosotros, aprendemos el uso de los símbolos que, a su vez, nos permiten pensar en formas cada vez más complejas.(…)” 19
Las funciones mentales se relacionan con las ideas y sentimientos, ambos son moldeados por la cultura con la que interacciona el hombre. En la comunidad rural diferentes agentes socializadores y educativos que interactúan entre sí, propiciando la adquisición de conocimientos, de ahí la importancia que se le concede a los factores sociales, sin negar en modo alguno que el hombre es un ser biopsicosocial, se asume también la idea del psicólogo Lev S. Vigostky (1896-1934) sobre los factores sociales:
“(…) Los determinantes, como fuente del desarrollo de la persona, del sujeto, del individuo, mientras que considera que los factores biológicos resultan la base, la premisa para que pueda ocurrir ese desarrollo. Consideró esta interacción como una unidad compleja, dinámica y cambiante e identificó el condicionamiento social de las propiedades específicamente humanas de la psiquis. Demostró que la influencia social en el sentido más general de la palabra es la fuente de formación de los procesos psíquicos superiores. (…)”20
La universidad, al interactuar con la comunidad, se convierte en parte de una experiencia que al tratar de transformar representaciones sociales negativas, tienen que apoyarse en los comunitarios, para que sus acciones sean significativas para los diferentes actores sociales. En correspondencia con ello es posible entender que a mayor interacción social, mayor conocimiento, más posibilidades de actuar y más robustas funciones mentales, lo que es lo mismo, la relación de la universidad con la comunidad rural se convierte en catalizador del conocimiento cotidiano y la elevación de la cultura.
Conocer la visión de los actores sociales en la comunidad rural, implica aproximarse a las representaciones de la realidad para luego analizar cómo la dinámica produce y reproduce los modos de acción sobre la realidad. En este sentido se puede decir que las representaciones sociales condensan significados y se constituyen en sistemas de referencias que permiten interpretar y clasificar lo que se observa, experimenta y piensa.
Estas representaciones sociales son juicios perceptuales sobre una realidad dada, que dan origen a categorizaciones y significados conceptuales que nos permiten comprender el entorno social. Adquieren el adjetivo de sociales, cuando se corresponden a algún discurso social disponible en una comunidad. El discurso social entendido aquí como un conjunto de construcciones que circulan en una sociedad con eficacia para la producción y reproducción de representaciones preceptúales, interpretaciones conceptuales o valorativas. En este sentido el discurso social son todas las ideas que circulan en un contexto social que bien pueden reflejarse en una comunidad rural.
De esta manera las representaciones sociales, son una forma de conocer la realidad, constituyen imágenes sociales y por lo tanto orientan las conductas respecto del objeto representado. De las representaciones sociales surgen conductas, es decir, las maneras de representar e interpretar un fenómeno incide en las maneras de actuar frente a él. Sin duda, este elemento es el más significativo para considerar las representaciones sociales entre los elementos teóricos con los que trabaja esta investigación, ya que de la manera que se conozcan las formas de representar los objetos o fenómenos sociales, se estará en condiciones de conocer las formas de conductas de los actores sociales en la comunidad rural frente a esos objetos sociales ideales y materiales y por lo tanto buscar las vías para transformarlas, como puede ser la acción educativa de la universidad a través de la extensión .
Las representaciones sociales surgen de las representaciones que los actores sociales tienen sobre un fenómeno u objeto, como ya se ha expuesto antes, pero que se comparten con los otros actores vinculados en la comunidad rural que poco a poco se transforman en representaciones compartidas por la comunidad y que finalmente se transmiten a las generaciones siguientes como verdades y así son asumidas; por ello es que la realidad que se vive , se presenta como la realidad, aunque ha sido el resultado de interacciones sociales en otros momentos, tal como son algunas interacciones que se producen hoy en nuestro contexto y que serán también realidad para las generaciones siguientes si no se transforman.
Esto explica cómo desaparecen las condiciones que le dieron origen, en algunos casos, y aún se mantiene la interacción fundamentada en mitos y prejuicios durante largo tiempo; por lo permite apreciar que ellas son producto, en gran medida, de la socialización. La universidad es un agente educativo que incide en el nivel de información, en las ideas que se hagan de un fenómeno, en la actitud que se asuma ante ellas y en su transformación.
Estas interacciones de los actores en un plano ínter subjetivo que se objetivan en el discurso social, es decir, las representaciones sociales se forman desde el compartir las formas de interpretar la realidad y ciertos fenómenos que se incorporan a un discurso social del contexto en el que se vive. Las representaciones sociales son entonces, el resultado de las interacciones de grupos.
La teoría muestra que en la construcción de la representación social en un grupo, (que puede ser desde un pequeño grupo hasta una comunidad rural, como en este caso), una influencia decisiva la tienen los líderes de opinión, es decir, las personas que por su condición en el grupo, sea por una posición formal que lo determina como líder del grupo o por una influencia desde una liderazgo no formal, legitiman las opiniones del grupo. En este sentido, conocer las representaciones sociales de los líderes de opinión de una comunidad permite conocer sobre la representación social de esa comunidad. Es por eso que es provechoso también conocer los criterios que se tienen de los pobladores y de los líderes formales e informales de la comunidad.
Es necesario tener presente que los miembros de un grupo reflexivo elaboran colectivamente, en su práctica diaria, las reglas, justificaciones y razones de las creencias y conductas que son pertinentes para el grupo. Tendrán que reelaborar sus reglas y elaborar nuevos conocimientos cuando se encuentren en conflicto con otros grupos o cuando se enfrenten con un nuevo fenómeno relevante que entre en conflicto con el conocimiento establecido.
Un resultado de estos procesos comunicativos y discursivos son las representaciones sociales, que caracterizan el estilo de pensamiento de los miembros del grupo. Razones por lo que debe apoyar a cualquier intervención, un conocimiento que abigarre paulatinamente el establecido, cuando sea necesario, de ahí la pertinencia de la universidad como agente educativo a través de la labor extensionista en función de transformar representaciones sociales negativas en la comunidad rural.
La identidad social también permite a las personas dar verosimilitud a sus creencias cuando disponen de alguna evidencia. Las representaciones sociales necesitan corresponderse con alguna realidad externa, en el sentido científico de entidad objetiva. Su verdad y racionalidad resulta de la relación entre el conocimiento representado y la evidencia disponible, y no de la relación entre el conocimiento y el mundo.
En la vida social, los grupos a los que se pertenece y las identidades asociadas definen la reserva de evidencia a la que un individuo puede referirse. La evidencia es el consenso social, es decir, las creencias que son compartidas por los otros en un grupo.De este modo, como bien asevera y se asume de José Luís Alvaro las "representaciones tienen una verdad fiduciaria, que es generada por la confianza que depositamos en la información y en los juicios cuando los compartimos con otras personas"21
El discurso que elabora las representaciones sociales, al igual que el conocimiento de sentido común, para que sea efectivo necesita ser público. Esto quiere decir que el proceso de comunicación debe extenderse potencialmente a través de todos los miembros de un grupo, comprometiéndolos en tanto que se conviertan en productores y receptores del sistema de conocimiento. El mínimo requerimiento es que los resultados de la elaboración colectiva de conocimiento sean accesibles a todos los miembros del grupo. Si no fuese público para todos los miembros de un grupo, el saber elaborado colectivamente no podría cumplir completamente su función de base para la comunicación, no formaría el núcleo de la identidad social y no convertiría el consenso en la principal fuente de evidencia.
El carácter del pensamiento colectivo implica que las representaciones sociales deban relacionarse con el metalenguaje (por ejemplo, el conocimiento acerca del conocimiento representado) acerca de su grupo de referencia. Esto posibilita que las personas puedan tener una idea más o menos concreta de con quién más (por ejemplo, de entre los miembros del grupo) pueden esperar compartir partes especificas de su conocimiento cotidiano y de sus representaciones sociales. Sabiendo lo que piensan los endogrupos y exogrupos relevantes. Es evidente que las representaciones sociales se relacionan directa y exclusivamente con el sentido común de las personas, debido a que parten de la propia realidad de los seres humanos. Son un producto social y, por lo tanto, el conocimiento generado es compartido colectivamente.
Se puede entender a partir de los elementos anteriores que la representación social en tanto proceso es la transformación de una realidad social en un objeto mental. Desde este punto de vista, no restituye en su integridad los datos materiales, sino que los selecciona y los distorsiona, en función del puesto que ocupan los individuos en una determinada situación social y de las relaciones que mantienen con los demás y su finalidad es la de producir informaciones significativas sobre la que se interactúa.
La representación también implica una relación. Es una elaboración mental que se desarrolla en función de la situación de una persona, de un grupo o una institución de una categoría social, en relación con la de otra persona, grupo o categoría social y en el actuar de las personas la considera lógica.
En relación con el contenido de la representación, es en primer lugar cultural, se trata de un conjunto de informaciones, relativas a un objeto social, que pueden ser más o menos variadas, más o menos estereotipadas y viene marcado por su carácter significativo. Así, las significaciones pasan por imágenes y estas imágenes producen significaciones. El símbolo constituye un elemento de la representación, en la medida en que, por una parte, el objeto presente designa lo que está ausente de nuestras percepciones inmediatas y, por otra, lo que está ausente adquiere significación apoyándose en él y confiriéndole cualidades que le dan sentido.
De manera que ha de entenderse que la cultura proporciona las orientaciones que estructuran el comportamiento de los individuos, consecuentes con lo expuesto anteriormente por Vigotski. Lo que los seres humanos perciben como deseable o no deseable depende del ambiente, de la cultura a la que se pertenece, de la sociedad de la cual se es parte, de ahí que la universidad deba y puede moldear aquellas representaciones sociales negativas que no son deseadas y hasta cierto punto disfuncionales.
Las representaciones sociales, en tanto que proceso social, solo pueden aparecer en grupos y sociedades en las que el discurso social incluye comunicación. Una comunicación que implica tanto puntos de vista compartidos como divergentes sobre diversas cuestiones.
Al respecto se asume de Lev S. Vigostky sus consideraciones en relación con que:
“(…) la cultura es el determinante primario del desarrollo individual. Los seres humanos son los únicos que creamos cultura y es en ella donde se desarrollan, y a través de la cultura, los individuos adquieren el contenido de su pensamiento, el conocimiento; más aún, la cultura es la que proporciona los medios para adquirir el conocimiento. La cultura dice qué pensar y cómo pensar; nos da el conocimiento y la forma de construir ese conocimiento, por esta razón, Vygotsky sostiene que el aprendizaje es mediado. La zona de desarrollo próximo, que es la posibilidad de aprender con el apoyo de los demás, es fundamental en los primeros años del individuo, pero no se agota con la infancia; siempre hay posibilidades de crear condiciones para ayudar a las personas en su aprendizaje y desarrollo (…).” 22
Todo lo anterior, con la participación de la universidad, no se agota en lo instructivo, sino también que contempla lo educativo y lo desarrollador, que se fundamenta en la unidad de las tareas básicas de los actores sociales para instruir y educar en interrelación con el desarrollo, las diferentes acciones a través de la participación de los comunitarios, en los que se incluyen las diferentes organizaciones que la conforman posibilitando desarrollar hábitos, habilidades y capacidades de forma tal que formen convicciones y un pensamiento flexible que le facilite su transformación y la de su entorno, lo que redundará en una orientación activo-transformadora y no pasivo-descriptiva de la personalidad.
Hernández Calderón, Ernesto E. Metodología de la Investigación Educativa. Instituto Central de Ciencias Pedagógicas. Habana, Cuba, 2000
2 Díaz Fernández Argelia. Tesis en opción al grado científico de Dr. en Ciencias de la Educación. Una propuesta para el perfeccionamiento de la interrelación de los centros docentes con la comunidad. Ciudad de la Habana .2001.
3 Quintana Cabanas José María. Sociología de la Educación. Reimpresión. Dikinson Madrid. 1993 .Pág. 49.
4 Conferencia Jorge Núñez Jover VIII Junta Consultiva sobre el Postgrado en Iberoamerica14 de Febrero de 2006
5 Martí, José.- Ideario Pedagógico. Ed. Pueblo y Educación. C. Habana, 1990 P.13
6 Acosta, Alberto. Cuaderno de Avanzada. Impreso Talleres Pedrito Valdés. Habana, 1972. P .30
7 Escalona, Dulce María. El maestro y la educación popular Manuel Valdés Rodríguez, De. MINED, La Habana, 1959. P. 121
8 Ibidem. P.125
9 Ibidem. P.129
10 MINED. Enrique José Varona. Trabajos sobre educación y enseñanza. Editorial Pueblo y Educación. Ciudad Habana 1992. P. 145
11 Tonnies, Ferdinand: Comunauté et Societé. París, Press Unnniversitaires de France 1944, p. 9-11
12 : Desarrollo de la comunidad y subculturas. Bs. As. Humanitas. p.82
13 Ander Egg, Ezequiel , Metodología y práctica del desarrollo de la comunidad en selección de lecturas de trabajo social comunitario. Curso de Formación de Trabajadores Sociales de Cojímar. Habana, 2003. pág 8
14 Manuel Martínez Casanova, El trabajo social en los contextos urbano y rural en Sociología y trabajo social aplicado. La Habana, 2003, pág 5
15 Meier, A. Sociología de la Educación. La Habana, Ciencias Sociales, 1984, p. 54
16 Quintanas Cabañas José María. Sociología de la Educación. Dikinson. Madrid .1993 Pág. 68
17 Proveryer Cervantes Clotilde y Yixel Rivero Baxte. Selección de sociología y política social de la Educación. Editorial Félix Varela .Pág. 416
18Romo Pedraza Abel. El enfoque sociocultural del aprendizaje de Vigotsky. Material. Pag1.
19 Romo Pedraza Abel. El enfoque sociocultural del aprendizaje de Vygotsky. Material. Pag12.
20 García María Teresa. La Concepción histórico – cultural de L. S. Vigotsky en la Educación Especial. Pág. 3
21 Alvaro José Luis. Las representaciones Sociales .Universidad complutense de Madrid. Pág. 59
22 http://www.monografias.com romo09@yahoo.com.mx