Dunia Pino Bermúdez (CV)
dpino@ucf.edu.cu
Yanet Alfonso Gallegos
Universidad de Cienfuegos, Cuba
RESUMEN
En el siguiente trabajo se analizan las principales teorías sociológicas que abordan las características, funciones y formas de interacción social. La interacción social ha sido, aunque no el elemento fundamental, un basamento teórico-práctico fuerte en la sociología clásica y contemporánea, entre los teóricos clásicos que se interesaron por la interacción social como nivel de la realidad social, se encuentran Durkheim, Simmel, Schutz y Mead. La sociología contemporánea profundizó en lo relacionado a la interacción, lo cual se puede apreciar en el funcionalismo estructural de Parsons, Blumer, Berger y Luckmann.
El análisis de la interacción social desde las teorías sociológicas, permite mayores niveles de flexibilidad hacia la comprensión de los procesos subjetivos y objetivos del contexto real en que se desarrollan, además del reconocimiento de determinadas pautas culturales y modos de comportamientos, a través de la cual se expresan e interactúan en el contexto donde se insertan.
Palabras Claves: interacción social, teorías sociológicas, sociología, contexto cultural
INTRODUCCIÓN
La interacción social determina formas de comportamiento, de relaciones sociales entre los individuos, estos y los grupos, las instituciones y la propia comunidad donde interactúan. Las relaciones se presentan y desarrollan de acuerdo con las percepciones y experiencias comunitarias y grupales, las tendencias para asumir los entornos y escenarios en sus más diversas dimensiones e incluso su influencia en las transformaciones políticas, sociales y económicas.
El análisis de la interacción social desde una perspectiva sociocultural, permite mayores niveles de flexibilidad hacia la comprensión de los procesos subjetivos y objetivos del contexto real en que se desarrollan..
En el siguiente trabajo se analizan las principales teorías sociológicas que abordan las características, funciones y formas de interacción social. Entre los teóricos clásicos que se interesaron por la interacción social como nivel de la realidad social, se encuentran Durkheim, Simmel, Schutz y Mead. La sociología contemporánea profundizó en lo relacionado a la interacción, lo cual se puede apreciar en el funcionalismo estructural de Parsons, Blumer, Berger y Luckmann.
DESARROLLO
Durkheim abordó la interacción, aunque los estudiosos de su obra afirman que no profundizó en ella. Una de sus ideas fundamentales acerca de la interacción es la afirmación de que los cambios en el nivel de los macrofenómenos sociales producen cambios en el nivel de la acción y la interacción individual. (Ritzer, 2007:241)
Sin embargo, el núcleo fundamental de su teoría lo constituyen sus ideas acerca de los hechos sociales, que distinguió en materiales e inmateriales. Durkheim enfatizó sus estudios en la socialización y los hechos sociales inmateriales, y analizó entre ellos la conciencia y las representaciones colectivas. A pesar de que estos conceptos están relacionados a la acción y la interacción social, Durkheim apenas analizó estas últimas.
Georg Simmel, quien fue de los primeros en afirmar que la comprensión de la interacción entre la gente era una de las grandes tareas de la sociología, es reconocido por sus contribuciones a la comprensión del concepto y las diferentes formas de la interacción social. Uno de los niveles de la realidad que más le preocupó fue el interaccional.
Al abordar las interacciones, Simmel refiere que pueden ser momentáneas o permanentes, conscientes o inconscientes, superficiales o profundas, pero mantienes constantemente el vínculo entre los hombres. A cada momento estos lazos de relación se alargan, se quiebran, se retoman otra vez, se sustituyen por otros, se entrelazan con otros. (Ritzer, 2007:308)
Lo anterior demuestra su interés por la interacción social, también llamada por este autor asociación, y el carácter psicológico que le atribuye a la misma; sus esfuerzos fueron dirigidos a observar diversas interacciones y luego describirlas, así como a los actores conscientes, entre los que distinguió diferentes tipos de interactores.
A diferencia de Durkheim, Simmel no le presta atención a los hechos sociales, sino que resalta la importancia de la interacción en la sociedad, incluso llegó a equipararla con esta cuando afirma: La sociedad… solo es la síntesis o el término general para la totalidad de esas interacciones específicas… La sociedad es idéntica a la suma total de esas interacciones. (Simmel (1978) citado en Ritzer, 2007:308)
Simmel consideraba que el mundo real está compuesto de innumerables acontecimientos, acciones e interacciones, y como le preocupaba la forma por encima del contenido, consideraba que las personas (actores) ordenaban la realidad (contenido), a un número ilimitado de de formas. Esto significa que la interacción para él no constituye un conjunto confuso de acontecimientos específicos sino las disímiles formas en que estas se llevan a cabo.
Esta metodología de análisis permite por lo general, según Simmel (1959), obtener un estracto de las características comunes que se encuentran en un amplio frente de interacciones específicas. Por ejemplo, las formas interactivas de supraordenación y subordinación se basan en una vasta gama de relaciones, tanto en el estado, como en una comunidad religiosa, (…) tanto en una escuela como en una familia. (Ritzer, 2007:309)
El interés de este autor por las formas de interacción social ha sido objeto de varias críticas, autores como Rudlph Heberle y Lewis Coser señalan que sus criterios apuntan a la concepción de sociedad como un juego de factores estructurales, en el cual los seres humanos aparecen como objetos pasivos más que como actores vivos y con voluntad. (Ritzer, 2007:315)
Sin embargo, Ritzer destaca como una de las propuestas más importante en relación al interés de Simmel por las formas de interacción, el hecho de que este descartaba la idea de que la sociedad es solo un conjunto de individuos aislados, más bien adoptó una posición intermedia frente a esta concepción, al considerar la sociedad como un conjunto de interacciones.
Según esto propone que la sociedad es meramente un nombre para un conjunto de individuos conectados por medio de la interacción. (Ritzer, 2007:315). La esencia de este planteamiento está en que para este autor las estructuras e instituciones dependen y son el resultado de esta interacción social, considerando la sociedad como una suma de factores estructurales. Precisamente esta concepción fue criticada por algunos estudiosos de la obra simmeliana. Sin embargo, a pesar de esta visión de la sociedad como una estructura social coercitiva e independiente, es válido destacar el punto de vista interaccionista que tuvo la sociología simmeliana.
George H. Mead propone sus ideas acerca de la interacción a partir de su teoría sobre los símbolos significantes. Un símbolo significante es para Mead una especie de gesto, aunque consideraba que no todos los gestos constituyen símbolos significantes. Según este autor estos se convierten en símbolos significantes cuando surgen de un individuo para el que constituyen el mismo tipo de respuesta, lo cual logra una comunicación.
Mead considera que el conjunto de gestos vocales que tiene mayor posibilidad de convertirse en un símbolo significante es el lenguaje: un símbolo que responde a un significado en la experiencia del primer individuo y que también evoca ese significado en el segundo individuo. (Ritzer, 2007:343)
Este autor ofreció las primeras ideas de los que sería denominado por Herbert Blumer como interaccionismo simbólico. Así Mead afirma que los símbolos significantes también hacen posible la interacción simbólica. Es decir, las personas interactúan con otras no sólo con los gestos, sino también con los símbolos significantes. Esto, por supuesto, marca una diferencia y hace posible el desarrollo de pautas u formas de interacción mucho más complejas de organización social que las que permitirían los gestos. (Ritzer, 2007:345)
Para Mead, un acto social implica dos o más personas, y el mecanismo básico de este es el gesto, esto implica que sin estos, ejecutados en un determinado contexto, donde coexistan estas personas, no existiría interacción.
Alfred Schutz identificó cuatro reinos diferentes de la realidad social, aunque realmente prestó un interés especial a dos de ellos: el umwuelt (la realidad social directamente experimentada) y el mitwelt (la realidad social indirectamente experimentada). El umwuelt, también llamado porSchutz relaciones-nosotros, implica la interacción cara a cara, y en esta existen muchos indicadores de la experiencia subjetiva. El mitwelt, implica distancias espaciales que hacen imposible la interacción cara a cara, las personas tratan solamente con personas tipo o con grandes estructuras sociales. En el mitwelt las relaciones son impersonales y anónimas. Las personas que no tienen una interacción cara a cara con otras, no pueden saber lo que estas piensan. Su conocimiento se reduce a “tipos generales de experiencia subjetiva”. (Schutz (1967) citado en Ritzer, 2007:385)
T. Parsons, desde sus teorías del funcionalismo estructural, relacionó a la interacción con el sistema social, que definió: un sistema social consiste en una pluralidad de actores individuales que interactúan entre sí en una situación que tiene, al menos, un aspecto físico o de medio ambiente, actores motivados, (…) y cuyas relaciones con sus situaciones –incluyendo a los demás actores- están mediadas y compartidas por un sistema de símbolos culturalmente estructurados y compartidos. (Parsons (1951) citado en Ritzer, 2008:118)
Lo anterior expone la idea de este autor de que un sistema social es todo tipo de colectividades, resaltando a la sociedad como sistema de gran importancia, en el que un conjunto de individuos interactúan y pueden satisfacer sus necesidades individuales y colectivas.
A pesar de que Parsons no tomó la interacción como unidad fundamental en su estudio del sistema social, esta definición evidencia la concepción de sistema social como un sistema de interacción. El núcleo de la obra de Parsons son sus cuatro sistemas de la acción, conocido como su esquema AGIL. Los sistemas de acción constituyen herramientas analíticas para el análisis de la realidad. Estos son el sistema de la acción, el sistema social, el sistema cultural y el sistema de la personalidad.
El sistema cultural era, para Parsons, el más importante y, por las características de esta investigación, que tiene un componente cultural desde el seguimiento de pautas o patrones, también se resaltarán sus particularidades. Según Ritzer (2008), Parsons concebía la cultura como la principal fuerza que ligaba los diversos elementos del mundo social o, dicho en sus propios términos, del sistema de acción.
La cultura media en la interacción entre los actores e integra la personalidad y los sistemas sociales. (Parsons, (1951) citado en Ritzer, 2008). Este autor consideró también a la cultura como un complemento mediador de la interacción, teniendo en cuenta su efecto en las personas, quienes al ser parte de una determinada cultura, también poseen una latencia o mantenimiento de patrones, pues el sistema es el encargado de proporcionar, mantener y renovar la motivación de los individuos y sus pautas culturales. De este modo en el sistema social, cumple la función de proporcionar a los actores las normas y valores que les motivan para la acción.
El sistema cultural es parte de los otros sistemas, y a la vez existe independientemente, pues constituye el acervo de conocimientos, símbolos e ideas, elementos del sistema social y el de personalidad, pero que no se convierten completamente en parte de estos.
Es importante destacar la atención que brinda Parsons al sistema cultural, y su concepción de que la cultura es un componente fundamental de la interacción entre los individuos.
El interaccionismo simbólico, que surge a partir de las ideas de Mead, se inicia durante los años 20 en la Universidad de Chicago, y es representado por Herbert Blumer. Su enfoque aportó importantes ideas en cuanto a la teoría de la interacción social. Estudiosos del tema como Blumer, Manis y Meltzer, se esforzaron por exponer los principios básicos del interaccionismo simbólico, de los cuales se refieren algunos a continuación:
Este último, sin restar importancia a los otros, es a nuestra consideración el más importante, pues de este se desprende la idea de que cada sociedad con sus diferentes grupos sociales son conformadas por el propio seguimiento de las pautas, patrones, costumbres y normas que los identifican.
El interés central de los interaccionistas se sitúa en la influencia de los significados y los símbolos sobre la acción y la interacción humana. Según Ritzer (2008), los interaccionistas simbólicos consideraron que los significados y los símbolos confieren a la acción social (que implica un solo actor) y a la interacción social (dos o más actores implicados en una acción social mutua) características distintivas.
Por otra parte, al ser considerada la interacción como el proceso en el cual se conforman, internalizan y expresan las pautas, patrones, costumbres y normas de la sociedad, se debe tener en cuenta que, en casi toda interacción, los actores han de tener en consideración otros actores para decidir un determinado curso de acción. Es decir, en la interacción social los individuos emprenden un proceso de influencia mutua.
Es importante además la distinción que hizo Blumer de dos formas de interacción: la interacción no simbólica, a partir de gestos inconscientes, y la interacción simbólica., que requiere un proceso mental. Evidentemente los interaccionistas simbólicos concedían una importancia especial a los procesos del pensamiento de los individuos con respecto a las motivaciones y formas de interacción.
P. Berger y T. Luckmann realizaron su análisis de la vida cotidiana comenzando en un nivel individual. Definen las estructuras sociales como la suma total de estas tipificaciones y de las pautas recurrentes de interacción establecidas por intermedio de ellas. (Berger y Luckmann (1967), citado en Ritzer, 2008)
Estos autores se interesaron por los procesos de externalización que llevan a cabo las personas concibiendo que en estos procesos las personas suelen desarrollar pautas habituales de acción e interacción en situaciones recurrentes. La vida sería imposible sin la existencia de hábitos. (Ritzer, 2008:284)
Las acciones habituales, para estos autores son la base del desarrollo de la institucionalización, sin embargo definen institución como un proceso recíproco de tipificación, concepción micro que fue criticada y difiere de otras concepciones sociológicas, que consideran que las instituciones constituyen también fenómenos macro.
Estos autores destacan cinco elementos fundamentales que estructuran la tríada realidad interpretada/significado subjetivo/mundo coherente: 1) la conciencia, que define la intención y la búsqueda de objetos; 2) el mundo intersubjetivo, que se comparte con los demás; 3) la temporalidad, como carácter básico de la conciencia (orden temporal); 4) el lenguaje, como elemento clave objetivo (externo al individuo) que facilita la estructuración del conocimiento en términos de relevancia, y 5) la interacción social, que crea esquemas tipificadores.
Esta última constituye para Berger y Luckmann un elemento fundamental en el desarrollo del ser humano, y en especial de la formación del yo humano. Son importantes sus ideas sobre el hecho de que el ser humano se forma en interacción con su ambiente cultural y el orden cultural y social.
Por su parte, Matthew Speier (1970) señaló que la socialización es la adquisición de la competencia para la interacción. (Ritzer, 2008:307). Este es otro de los autores para los que la interacción es considerada un período posterior a la socialización, lo cual varía si tenemos en cuenta que para algunos estudiosos del tema el ser está a partir de que nace en un constante proceso de socialización.
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
autores, C. d. (2003). Historia y crítica de las teorías sociológicas. Tomo II, 1ra parte. La Habana: Félix Varela.
Ritzer, G. (2007). Teoría Sociológica Clásica. La Habana: Editorial Félix Varela.
_______ (2008). Teoría Sociológica Contemporánea. Primera y Segunda Parte. La Habana: Editorial Félix Varela.
_______ (2008). Teoría Sociológica Contemporánea. Tercera Parte. La Habana: Editorial Félix Varela.