Contribuciones a las Ciencias Sociales
Noviembre 2011

LA TRINIDAD DE CUBA: MEDIO MILENIO DE VENTURAS Y DESVENTURAS



Orlando Martínez Rodríguez (CV)
Profesor de la Filial Universitaria de Trinidad, S.S, Cuba
orlandomartinez@suss.co.cu
Teresa Turiño López (CV)
Profesora de la Filial Universitaria de Trinidad, S.S, Cuba
teresa@suss.co.cu



A manera de introducción

En el año 2014, la ciudad de Trinidad, la tercera de las villas fundadas por el adelantado Diego Velásquez de Cuellar en Cuba,  conmemorará el Medio Milenio de su fundación. Casi cinco centurias de duro bregar, unas veces contra las desencadenadas fuerzas de la naturaleza y otras contra los designios humanos, resultarían por sí solas, razones suficientes para el modesto homenaje que significa esta obra.

No hemos querido en esta oportunidad exaltar sus valores patrimoniales y las peculiaridades arquitectónicas sobre las cuales tanto se ha escrito, sobre todo, a partir de que su centro histórico y el cercano Valle de los Ingenios fueran declarados por la UNESCO “Patrimonio Cultural de la Humanidad”. Hemos preferido, basándonos en su pasado y aplicando como método el estudio regional, acercarnos a la contemporaneidad y tomar el pulso actual a un pueblo que ha vivido – y vive-  venturas y desventuras durante quinientos años.

Trinidad, la Ciudad Museo,  está dotada de un sello especial: cinco siglos para ella no han significado decrepitud. Al contrario: en las estribaciones de la Sierra de Guamuhaya en el centro sur de la isla de Cuba, acariciada por las inigualables aguas del Mar Caribe, permanece erguida, con el orgullo de su pasado, el esplendor de su belleza y la humildad de sus virtudes, de cara al porvenir, abierta al mundo en su tercer milenio...



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Martínez Rodríguez y Turiño López: La Trinidad de Cuba: Medio milenio de venturas y desventuras, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, octubre 2011, www.eumed.net/rev/cccss/14/

I. EL TERRITORIO Y SUS PAISAJES.

Situación geográfica, extensión y límites.

El municipio Trinidad está situado en la región central de Cuba, al sur de la provincia de Sancti Spíritus. Se extiende desde los 21°05´ hasta los 21°15´ de latitud norte, y entre los 79°45´ y los 80°07´ de longitud oeste. Por la ciudad de Trinidad pasa el meridiano 80° oeste de Greenwich.

Por su eje más ancho de oeste a este, entre las montañas de Sitio La Rosa en el límite con Cienfuegos y las montañas de Ciego Ponciano, en el límite con el municipio Sancti Spíritus, el municipio mide unos 45 kms, y por su parte más ancha de norte a sur, desde el puente sobre el río Seibabo, en el límite con el municipio de Manicaragua, hasta la Punta Manatí, en la desembocadura del río Agabama, mide unos 40 kms.

El  municipio tiene una extensión superficial de 1 155.4 kms cuadrados y aunque pueda parecer  pequeño, es mayor que 25 países independientes del mundo: 7 de América, 6 de Europa, 3 de Asia, 2 de Africa y 7 de Oceanía.

Trinidad limita al norte con los municipios de Fomento ( provincia de Sancti Spíritus) y Manicaragua ( provincia de Villa Clara); al sur con el Mar Caribe; al oeste con el municipio Cumanayagua (provincia de Cienfuegos) y al este con el municipio cabecera de la provincia de Sancti Spíritus.

Costas

Hacia el sur, el municipio tiene 62 kms de costas al Mar Caribe, en las cuales se distinguen dos tramos bien diferenciados. De oeste a este, desde la desembocadura del río Cabagán en el límite con la provincia de Cienfuegos, hasta la Punta de María Aguilar, en la Península del Ancón, existen cerca de 16 kms de costa alta, en ocasiones acantilada, donde predominan los arrecifes o seborucos costeros, sujetos a los procesos abrasivos.

En este tramo desembocan los ríos Cabagán, Guanayara, Cañas y Guaurabo, los cuales forman barras en sus desembocaduras que en ocasiones interrumpen su comunicación con el mar formando pequeñas playas de arena gruesa y guijarros, que los propios ríos hacen desaparecer durante sus rápidas crecidas cuando llueve en las cercanas montañas donde tienen su nacimiento.

Frente a las pedregosas playas de María Aguilar se produjo el 1884, la captura y aniquilamiento del negro cimarrón Caniquí, cuyas desventuras lo convirtieron en un personaje de la historia local.

Desde la Punta de María Aguilar hasta la desembocadura del río Higuanojo, en el límite con Sancti Spíritus, a través de 46 kms, la costa es baja, pantanosa, arenosa, con características biogénicas y deltaicas en algunos tramos. A lo largo de la misma predominan los procesos acumulativos.

Se destacan en este tramo la bella playa Ancón, situada en la península del mismo nombre, la cual se extiende por más de 5 kms, y cuyas finas arenas la han hecho merecedora del calificativo de “Varadero del sur”. En este tramo se localizan además varios cayos y cayuelos, como Ripiado, Ratón, Puga, Guayo, Tabaco, Machos de Tierra y otros.

Relieve

En el relieve del municipio se distinguen dos grandes estructuras: hacia el norte, la zona de montañas y premontañas fuertemente diseccionadas que componen las Alturas de Trinidad, pertenecientes al Macizo de Guamuhaya, e históricamente conocidas como las Montañas del Escambray, aunque la verdadera Sierra del Escambray se ubica al norte del macizo, en el territorio de la provincia de Villa Clara. Esta zona montañosa abarca más del 70% del área total del municipio.

La altura de estas montañas oscila entre los 400 y los 800 metros, y muestran laderas abruptas con pendientes inclinadas que dificultan el acceso. La Máxima altura es el Pico Potrerillo, al sureste de Topes de Collantes, que alcanza los 931 metros.

Una forma particular del relieve, existente tanto en las montañas como en las alturas monoclinales del sur y el tramo costero del oeste, lo constituye la topografía cársica, que alcanza sus mayores manifestaciones en el sistema de cuevas del Valle de La Cantoja, al norte de la ciudad, algunas de las cuales tienen galerías que sobrepasan los 500 metros. Dentro de ellas, ha alcanzado notoriedad local la llamada Cueva de Carlos Ayala, pues durante los primeros años de la década del 80 en el siglo XIX, sirvió de escenario para las fechorías del bandido así nombrado, el cual fue sometido al garrote vil por rapto y asesinato en febrero de 1882. En la actualidad, la cueva se ha convertido en un centro nocturno de gran atracción para los trinitarios. Existen otras no menos impresionantes como la Cueva Maravillosa, la Cueva de Los Masones y la Cueva del Hato.

Hacia el sur del territorio, se localiza una llanura que se extiende desde Trinidad hasta los límites con Sancti Spíritus (Llanura de Trinidad a Tunas de Zaza), cuya anchura es mínima en los alrededores de Trinidad y alcanza su mayor amplitud al este del cauce del río Agabama.

Entre las premontañas del norte y una pequeña sierra de alturas monoclinales que se extienden desde la ciudad de Trinidad hasta el río Agabama, se encuentran situados los fértiles valles de Santa Rita y San Luis, que conforman el histórico “Valle de los Ingenios”, declarado, junto al centro histórico de la ciudad, Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Las alturas monoclinales anteriormente mencionadas, resultan miradores naturales desde los cuales se observa el Valle en todo su esplendor. De oeste a este, las principales alturas son las lomas de La Vigía, del Puerto, Pan Redondo, El Güiro, Buenavista, El Amparo y Marín. Ninguna de ellas sobrepasa los 200 metros de altura.

Clima

Las condiciones climáticas territorio están determinadas por su latitud (en la zona tropical), su posición geográfica (en la costa sur de la región central de la isla), así como por su relieve (llano hacia el sur y que se eleva hasta formar las premontañas y montañas fuertemente diseccionadas del norte). La combinación de estos factores provoca diferencias en el régimen de temperaturas y precipitaciones, no sólo estacionalmente, sino también entre las zonas montañosas y del llano.

Los vientos predominantes en el territorio son del este noreste durante todo el año. En la ciudad propiamente, se siente el régimen de brisa y terral, sobre todo en los meses de verano.

Las temperaturas medias del aire en la llanura son de 26°C a 28°C en el verano, y entre 22°C y 24°C en el invierno. En las montañas, estos valores son de 5°C a 6°C inferiores como promedio. No obstante, en la propia estación meteorológica de Trinidad se han registrado valores extremos, tales como los 37°C a la sombra el 30 de mayo de 1992, y sólo 7°C en el invierno, el 20 de enero de 1977.

Las precipitaciones también reciben una marcada influencia del relieve, alcanzando valores mínimos hacia la zona costera, donde caen entre 700mm y 1000mm de lluvia como promedio. Estas cifras se van  incrementando paulatinamente hacia el norte, llegando a registrarse en las zonas montañosas de 1800mm a 2200mm de lluvia como promedio.

En la ciudad, el promedio histórico anual de lluvias es de 1368,4mm. Junio es el mes en que más llueve, con valores promedio de 273,9 mm, y enero el mes en que menos llueve, con sólo 16mm como promedio. Las lluvias están sujetas también a grandes fluctuaciones anuales. En un año relativamente lluvioso pueden duplicarse los niveles de lluvia caída en relación con u n año relativamente seco, como sucedió en 1995 (1773mm) con respecto a 1994 (835,9mm).

Los ciclones tropicales son las contingencias más severas a las que se encuentra sometido el municipio, no tanto por la fuerza de los vientos, sino por las intensas lluvias que algunos de estos fenómenos provocan. En el último siglo no pasó por Trinidad el vórtice u ojo de un ciclón, aunque algunos han pasado cerca, como el Lily en el año 1996, que en su trayectoria por la provincia de Cienfuegos, llegó a situarse aproximadamente a 90 kilómetros de la ciudad, al igual que el “Michelle” en el mes de noviembre del año 2001, que aunque un poco más alejado, dejó sentir la fuerza de sus vientos con rachas de hasta 125 kilómetros por hora. Pero en el año 2005 el vórtice del  poderoso huracán “Denis” pasó por los mares del sur de Trinidad, a escasos 30 kilómetros de tierra firme, provocando cuantiosos daños en viviendas, en los cultivos y en la infraestructura económica en general.

No obstante, al ser los ciclones organismos meteorológicos que abarcan en ocasiones centenares de kilómetros de diámetro, casi siempre, sobre todo cuando se trasladan por el occidente de la isla, las grandes áreas de nublados y de lluvias que las acompañan, localizadas generalmente en el cuadrante de la derecha del organismo, afectan en mayor o menor medida todo el territorio. Las montañas de Guamuhaya se convierten entonces en una barrera natural para las bajas nubes ciclónicas cargadas de humedad, exacerbando en el área las precipitaciones, y provocando las avenidas de los  350 afluentes de la extensa cuenca del río Agabama, el cual, una vez que se libera de las bridas que le imponen las lomas, se expande por la llanura inundando extensas zonas en los alrededores de Caracusey,  Cayama y otras áreas, donde el agua llega a alcanzar hasta 2 o 3 metros de altura en lugares que quedan a más de 1 kilómetro del cauce principal del río.

Hidrografía

En el municipio existen tres de las nueve zonas hidrográficas de la provincia de Sancti Spíritus.
                                                                                                               
La Cuenca o Zona de Trinidad, con un área de 220,7 kms  cuadrados   compuesta por el conjunto de pequeños ríos que desembocan en el tramo costero al oeste de la ciudad: Cabagán, Guanayara, Cañas y Guaurabo, este último con sus afluentes Táyaba, Caballero y la Pica Pica. Son todos ríos cortos, que se alimentan de las lluvias que caen en las montañas de los alrededores de Topes de Collantes, y que crecen rápidamente, disminuyendo su caudal con igual rapidez.

La cuenca del Agabama, que atraviesa el municipio por su centro, de norte a sur, tiene un área de 1069 km cuadrados , parte de la cual se encuentra fuera del territorio de Trinidad. A la misma pertenece el río principal, el Agabama, que corre en sentido meridiano por más de 105 kms, el cual cambia su nombre por el de Manatí desde su confluencia con el río Ay hasta su desembocadura, así como los ríos Jibacoa y Caburní, cuya confluencia forma el río Ay, y el río Caracusey con su afluente Unimazo. Todos ellos tributan al cauce principal Agabama Manatí, al igual que un sinnúmero de arroyos y cañadas que se originan en las montañas y que alimentan al Agabama y sus afluentes, conformando una tupida red hidrográfica en la cuenca, muy activa sobre todo en el período lluvioso.

Durante el período de seca, la mayor parte de estos arroyos deja de correr, dejando al descubierto sus lechos de piedras pulidas a lo largo de los estrechos pasos intramontanos. Entre ellos pueden citarse el Yaguaramas, el Bijabito, el Velázquez y el Polo Viejo, aunque quizás el más conocido sea el arroyo Magua, afluente del río Ay, porque en él se encuentra la Poza de Ma Dolores, que nunca se seca, ni aúnen los períodos de más escasa lluvias, lo cual ha dado origen a una de las leyendas trinitarias más divulgadas.

Por último, en los límites orientales del territorio se localiza la cuenca del río Higuanojo, cuya presa abastece de agua la zona de cultivos en los llanos del sur.

Suelos

La roca madre (calizas cristalinas, esquistos micáceos y arcillas del Jurásico inferior y medio), que han sufrido un intenso metamorfismo, unido a otros factores como el relieve, el clima, los agentes erosivos, han determinado en el municipio la existencia de suelos pardos con carbonatos típicos, húmicos calcimórficos esqueléticos y poco evolucionados y productivos, en un 60% del área. Coincidiendo con la zona de montañas y premontañas, estos suelos de perfil poco profundo, sólo son aptos para la ganadería, el café y las especies forestales.

Los suelos originados por planos aluviales recientes, generalmente con un basamento calcáreo, con un drenaje desarrollado, típico en los valles de Santa Rita, San Luis y del Agabama, presentan mejores características para la agricultura, y en ellos se destacan los suelos de la serie “Trinidad”, que junto a los de las series “Palmarito” y “Caracusey”, presentan una variada composición loam-arcillosa-arenosa fina que los hace medianamente productivos y muy productivos en pequeñas áreas.

Ha sido histórico el cultivo de la caña de azúcar en la mayor parte de estos suelos, intercalándose con pequeñas áreas de frutos menores, entre ellos plátanos, yuca, tomates y otros.

Hacia el sur se ubica una franja de suelos hidromórficos de gley húmicos típicos, y vertisuelos oscuros plásticos, que pasan a ser pantanosos y turbosos hacia la costa.

Vegetación

En la mayor parte del área montañosa predomina una vegetación seminatural secundaria, compuesta por bosques, matorrales y comunidades herbáceas secundarias, aunque en la zona de Topes de Collantes se encuentran  bosques mesófilos submontanmos, siempre verdes, y bosques mesófilos típicos semideciduos, en los cuales abundan el pino macho (Pinus Caribaea), el eucalipto (Eucalyptus Saligna), el mantequero (Magnolia Cubensis) y el cuajaní (Prunus Occidentalis).

La vegetación natural de las montañas alterna con las plantaciones de café (Coffea arábica), cultivadas a la sombra de las albizias (Albizia berteriana), casuarinas (Casuarina fraseriana), guamos (Inga vera) y pinos entre otras especies.

En las estrechas gargantas intramontanas, bordeando los cauces de arroyos y cañadas, las esbeltas pomarrosas (Syzygium jambos) tejen tupidas galerías junto a las caobas (Swietenia mahagoni), helechos arborescentes (Cyathea arborea), cedros (Cedrela adorata) y algarrobos (Albizia lebbeck), en cuyos troncos se encuentran frecuentemente algunas de las más de cincuenta especies de orquídeas que han sido clasificadas en la zona, acompañadas de lianas, musgos y líquenes en una atmósfera permanentemente saturada de humedad.

En las abruptas pendientes, entre las más de un centenar de plantas ornamentales que pueblan el distrito, se distingue entre todas la Mariposa (Hedychium coronarium), nuestra flor nacional, de inmaculada blancura y exquisita fragancia.

Por la riqueza florística y faunística, sobre toda la zona montañosa se mantiene una vigilancia y protección especial a fin de realizar un manejo económico ecológico de la misma.. Basta decir que “... sólo en el Pico Potrerillo, en un área geográfica relativamente pequeña, se localizan seis endémicos de la flora, especies que sólo pueden hallarse allí y que no existen en el resto de Cuba ni en ninguna otra parte del mundo.” ( Ayala Castro, Norberto

Hacia el centro, ocupando los valles y la llanura, existe una zona de vegetación cultural, con cultivos y focos de pastos y de vegetación secundaria, bordeado a su vez por una zona de pastos con focos de cultivos, sabanas naturales y pastizales que llegan hasta el borde de la costa.

En los alrededores de la desembocadura del Agabama-Manatí, la vegetación es de ciénaga típica y de manglares, que alteran con áreas de manigua costera.

Población animal

De acuerdo a la regionalización faunística (J. de la Cruz Lorenzo), el municipio de Trinidad pertenece al distrito Cuba Central, y en su territorio se localizan dos subdistritos: Guamuhaya y la Costa de Cienfuegos a Trinidad. En ambos existe una  rica variedad faunística que incluye especies de invertebrados, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, algunos de ellos endémicos o con características únicas, como es el caso de la más pequeña de las aves: el zun zún (Mellisuga helenae), el más pequeño de los anfibios: el sapito (Sminthillus limbatus), o uno de los mamíferos más pequeños: el murciélago mariposa (Natalus lepidus).

En las montañas encontramos varias especies de moluscos, entre los que se destacan la Sacrysia petitiana y los caracoles del género Polymita, mientras que en el mar son característicos el cobo (Strombus gigas) y el ostión (Ostrea rizophorse), este último fuertemente afectado hasta casi desaparecer por la contaminación provocada por los vertimientos tóxicos  en el río Agabama durante la década del 80 realizados por los centrales Ramón Ponciano, F.N.T.A. y la Papelera Pulpa Cuba.

Por doquier una miriada de insectos y arácnidos pueblan la montaña y el llano. Desde el voraz comején hasta la utilísima abeja (Apis mellifera), pasando por variadas especies de mariposas diurnas y nocturnas, escarabajos, saltamontes, cigarras y grillos que ofrecen un permanente concierto de vida aún en los parajes que puedan parecer más desolados.

Una variada población de peces y crustáceos habitan en nuestras aguas costeras, ríos y lagunas. En el mar la cubera (Lutjanus cynoreptus) y la preciada langosta (Panulirus argus), mientras que en los ríos y arroyos es frecuente el langostino de río (Macrobrachium carcinus) Es todo un espectáculo la presencia de miles de cangrejos que en su ida o regreso hasta el mar, atraviesan la carretera de Trinidad a Cienfuegos por algunos de sus tramos, desafiando con sus muelas los veloces neumáticos que en muchas ocasiones salen averiados de tan singular y desigual enfrentamiento.

Escondida entre la hojarasca del monte o bajo la piedra de cualquier patio, la pequeñísima ranita colín colín (Eleutherodactylus auriculatus) deja escuchar su peculiar canto al caer la noche.

Entre los reptiles, se destacan diversas especies de lagartijas y jubos. El más popular es el majá de Santa María (Epicrates angulifer), que puede llegar a medir hasta cuatro metros y puede encontrarse lo mismo en lo intrincado del monte como en los cañaverales o maniguas del llano. En la costa alta y pedregosa se encuentra ocasionalmente alguna iguana (Cyclura nubila), amenazada de extinción por la irresponsable acción depredadora del hombre.

Las aves encuentran seguro refugio en los paisajes trinitarios. En los esteros y lagunas costeras se pueden encontrar, junto a las sevillas (Ajaia ajaia) y cayamas (Mycteria americana), alguna colonia de centenares de vistosos flamencos (Phoenicopterus ruber), mientras que en los intrincados recovecos del monte, el tocororo (Priotelus temnurus), símbolo nacional, exhibe entre el verdor de la floresta los colores de nuestra Bandera Cubana.

Las cotorras (Amazona leucocephala) y pericos (Aratinga euops), pasean en estridentes bandadas entre las lomas, acallando los sonoros golpes de los pájaros carpinteros (Colaptes ferdandinae), y los cantos de los tomeguines del pinar (Tiaris canora), del versátil sinsonte (Mimus polyglottes) o del valiente pitirre (Tyrannus dominicensius), mientras que en la altura, con su majestuoso planear en forma de círculos, las auras tiñosas (Cathartes aura) escudriñan el panorama en busca de alguna carroña.

Pero sin lugar a dudas, el ave más querida por los trinitarios es el negrito (Melopyrrra nigra nigra), presente en todo el territorio, cuyo canto agudo y alegre sobre todo en época de reproducción, lo hacen presa codiciada de los pobladores, que lo mantienen en cautiverio y lo cuidan con esmero en artísticas jaulas que exhiben orgullosos, colgadas de las coloniales rejas de las casas, en las calles y establecimientos, formando tal costumbre parte del folklore local.

Para que se tenga una idea de la gran riqueza faunística del territorio basta decir que sólo en la zona de Topes de Collantes – Caburní – Potrerillo han sido reportadas 13 especies y 19 subespecies endémicas.

Los mamíferos en el territorio están representados por las variedades de jutía conga (Capromys pilorides) y catabalí (C. Prehensiles), que habitan en las cuevas, en el monte y algunos cayos, así como varias especies de murciélagos entre los que se distingue el murciélago pescador (Noctilu Leporinus) y el de las casas (Molossus molossus).

Introducido en el pasado siglo, el venado (Odocoileur virginianus) se ha adaptado perfectamente y en algunas zonas su presencia se ha extendido hasta las llanuras del sur.

II-. UNA RICA HISTORIA DE CINCO SIGLOS

Los habitantes del territorio antes de la llegada de los conquistadores españoles pertenecían a un grupo de origen arauco asentado en el cacicazgo de Guamuhaya, los cuales practicaban la recolección, la caza, la pesca, así como una agricultura y una cerámica muy rudimentarias, empleando artefactos líticos y de concha, fundamentalmente como adornos.

Asentados en las márgenes del río Guaurabo, los primitivos habitantes recibieron pacíficamente a los conquistadores españoles comandados por el Adelantado Diego Velázquez de Cuéllar a finales del año 1513.

No existen documentos que permitan datar con exactitud la fundación de la villa. La Asamblea Municipal del Poder Popular en su 4ta sesión ordinaria del 4to período de mandato el 2 de julio de 1996 acordó, a propuesta del entonces  Historiador Oficial de la Ciudad Carlos Joaquín Zerquera y Fernández de Lara (+), conmemorar la fecha de la fundación de la ciudad el segundo domingo de enero de cada año. Por su extraordinario valor, se reproduce el documento que obra en los archivos del Museo Municipal de Historia sobre la fundación de la entonces Villa de La Trinidad:

“El viernes 23 de diciembre de 1513 arribó Diego Velázquez de Cuéllar a la ría del Guaurabo en camino hacia Jagua en donde estaba previsto fundar la villa de La Trinidad, tercera fundación cubana.
Por insistencia del cacique del pueblo llamado Manzanilla, ubicado en donde existe Trinidad actualmente, Velázquez cambió de planes y se quedó en Manzanilla en donde oyó la misa de Navidad el 25 de diciembre, bajo un jigue que estaba al centro del batey de Manzanilla, oficiada dicha misa por Fray Juan de Tesín, franciscano que venía como capellán de Velázquez.
Velázquez hizo venir de Jagua a los que lo esperaban allí y habían sido prisioneros de los indios en Matanzas, con los que se entrevistó en Manzanilla.
Pasado el fin de año, Velázquez se trasladó a Jagua, se asentó en un cayo de la bahía al que llamó Sanlúcar y mandó reconocer los alrededores para escoger el sitio de la fundación de La Trinidad, que al fin fundó en las márgenes del río Arimao, al que encontraron muy bueno para hacer dicha fundación.
Velázquez, que es el único que relata sus propios hechos no da en la carta que escribió a la corona el 1ro de abril de 1514, información de qué día fue la fundación de La Trinidad. Hay que presumir que durante la primera quincena del mes de enero.
Por el propio Velázquez sabemos que el 10 de febrero ya estaba fundada la tercera villa.
Por todo lo anterior, Trinidad no tiene información de la fecha de su fundación, por lo que propongo a la Asamblea Municipal del Poder Popular en el Municipio, fijar como fecha de conmemoración de dicha fundación, el segundo domingo de enero del próximo año y que así quede establecido para el futuro.
La propuesta del segundo domingo está basada en que el primer domingo de enero de 1514 fue el primer día del año y el segundo domingo loo fue el día 8, fecha más aproximada a la que debió ser la fundación. También he tenido en cuenta escoger el domingo por ser un día feriado y no interferir cualquier día laborable con la festividad de dicha conmemoración

Firmado por:
Carlos Joaquín Zerquera y Fernández de Lara
Historiador Oficial de la Ciudad.

Muy pronto se agotaron los yacimientos de oro que habían estimulado el asentamiento de los conquistadores españoles en el territorio. Comienza entonces un largo proceso de despoblamiento estimulado por varios factores, a lo largo del siglo XVI. En 1534 sólo quedaban unas 6 familias españolas y diez años más tarde la ciudad se consideraba despoblada de colonizadores.

Paralelamente se produce una asimilación de la cultura de los conquistadores por parte de la población aborigen, lo cual unido a la entrada de los primeros negros esclavos, conformaron el caldo de cultivo en el cual se gestó la heterogénea composición étnica que aún caracteriza la población trinitaria.

En el último cuarto del siglo XVI Trinidad volvió a poblarse paulatinamente por los españoles, que asumen ya de manera definitiva el control de las propiedades y del gobierno.

El férreo monopolio económico impuesto por la metrópoli española a sus colonias y las frecuentes guerras con otros países europeos por el control del Nuevo Mundo, determinaron en gran medida que el comercio de rescate o contrabando, la práctica del corso, la preparación militar y el enfrentamiento contra los ataques de corsarios y piratas, se convirtieran en los signos distintivos de la vida en la que ya, a partir de 1585, comienza a ser denominada en los documentos públicos como Ciudad de Trinidad.

Durante los siglos XVI, XVII y XVIII las actividades relacionadas con el comercio ilícito y el corso, a la par que contribuyeron al florecimiento de la ciudad, provocaron en determinadas etapas fricciones y desavenencias con el gobierno de la Isla, las cuales llegaron en ocasiones hasta el desacato y el enfrentamiento directo a la autoridad de los Gobernadores Generales.

A mediados del siglo XVIII la ciudad de Trinidad ha alcanzado determinado auge que la distinguen del resto de las ciudades del centro y sur de Cuba.

El incremento sostenido del comercio con América y las islas del Caribe, la entrada masiva de esclavos, las favorables condiciones físico geográficas, la existencia de abundantes bosques que proporcionaban la energía necesaria para desarrollar la rentable producción azucarera que se desarrolla bajo los efectos de una agricultura de plantación y de la naciente revolución industrial y otros factores, influyeron para que a finales de este siglo comience en Trinidad un acelerado crecimiento económico y un desarrollo social sin precedentes.

Al finalizar el siglo XVIII Trinidad es la tercera ciudad más importante de Cuba, con un gran peso en el orden económico, político y administrativo. Se produce en el territorio un acelerado proceso de concentración de los capitales y se adoptan medidas en todos los órdenes encaminadas a desarrollar la floreciente industria de la caña de azúcar: varias docenas de ingenios diseminados por los cercanos Valles, en los cuales laboraban de forma inhumana miles de esclavos, constituyeron el pedestal sobre el cual se erige la época de mayor esplendor y opulencia de la ciudad.

A partir del inicio del siglo XIX las favorables condiciones económicas atraen a emigrantes de varias partes del mundo. La ciudad crece rápidamente, tanto demográfica como constructivamente. Se diseminan ideas que contribuyen al desarrollo del pensamiento político. Hasta Trinidad llegan las ideas de la Revolución francesa y de las gestas independentistas de la América española encabezadas por el Libertador Simón Bolívar. En 1822 aparece, en uno de los muros de la ciudad, un pasquín que reza: “BIBA LA INDEPENDENCIA POR LA RAZON O LA FUERZA SEÑOR ALLUNTAMIENTO DE TRINIDAD, INDEPENDENCIA O MUERTE”.

En el censo de 1827 se empadronan en Trinidad, sólo en el área urbana, 12 543 habitantes. Comienzan a erigirse los grandes palacetes, las plazuelas, los parques y las calles de piedra que dotan a la ciudad de una peculiar configuración.

Los potentados trinitarios también erigen en el Valle  amplias casonas de recreo, no menos opulentas que sus residencias de la ciudad. Se estimula entre los patricios el culto a la suntuosidad y se propicia el desarrollo de la cultura y las artes. Importantes personalidades visitan la ciudad durante la primera mitad del siglo XIX, y en la misma se asientan además, representaciones consulares de varios países.

Pero este esplendor estaba llamado naturalmente a no perdurar, pues se basaba en dos frágiles soportes: el sistema de producción esclavista por una parte, que además de constituir un freno para el desarrollo de las fuerzas productivas del naciente capitalismo, acentuaba el temor de los ricos hacendados a perder todas sus propiedades producto de una sublevación general de la cual existían sobrados precedentes, y por otra parte, la sobreexplotación de los suelos y de los recursos energéticos comenzaron a incidir pronto en los bajos rendimientos agrícolas e industriales, en momentos en que otras producciones azucareras de Europa comienzan a ocupar el espacio tradicional del azúcar cubano.

Se inicia así, a partir de la cuarta década del siglo XIX la decadencia de la hasta entonces floreciente ciudad, que no puede ser evitada ni aún con el proceso de modernización que algunos potentados pretenden introducir en sus ingenios. Los grandes propietarios comienzan a trasladar sus capitales  hacia otras regiones más florecientes y de mayores perspectivas como Cienfuegos, Sancti Spíritus y Puerto Príncipe. Por último, el decrecimiento de los precios del azúcar en el mercado mundial en medio de un proceso inversionista que pretende evitar lo inevitable, constituye el golpe final que abre las puertas a la crisis económica en el territorio.

La ciudad se encierra entonces en sí misma y pierde los privilegios que había ostentado. A mediados del siglo XIX la Comandancia General del Departamento es trasladada a Puerto Príncipe. Tal es el aislamiento en que queda la ciudad que Tacón condena a José Antonio Saco al “destierro” en Trinidad.

Algunos potentados azucareros consideran que la salida para recuperarse del golpe sufrido es anexarse a los estados esclavistas del sur de los Estados Unidos. Bajo esa óptica se produce el alzamiento de Isidoro Armenteros en 1851, que es rápidamente abortado por las autoridades españolas.

La guerra de independencia iniciada por Céspedes el 10 de octubre de 1868 no tuvo eco en Trinidad, territorio fuertemente dominado por los españoles, sino hasta seis meses más tarde cuando Juan Bautista Spotorno encabeza los levantamientos armados del 6 de abril de 1969.

Las acciones independentistas durante esta primera etapa de la lucha se limitaron a la destrucción de cafetales y plantaciones. La ciudad, fuertemente custodiada, no pudo ser tomada por las fuerzas insurrectas, y en 1871 el territorio estaba prácticamente fuera de beligerancia.

Después del vergonzoso Pacto del Zanjón que dio un duro golpe a los propósitos independentistas, durante la Tregua Fecunda que precedió a la contienda de 1895 organizada por Martí,, en Trinidad se gestaba también la nueva etapa de luchas, en medio de una situación aparentemente controlada por la presencia de poderosas fuerzas hispanas.

En julio de 1895 se producen diversos alzamientos independentistas en el territorio. Las fuerzas insurrectas, bajo el mando de los Generales Juan Bravo y Lino Pérez, y el Teniente Coronel José Téllez, ponen en jaque a las fuerzas españolas acantonadas en la ciudad durante los años 1896 y 1897. En agosto de este último año, la propia ciudad es atacada.

Las acciones bélicas, a la par que contribuyen a la ruina de la ya maltrecha economía trinitaria, conducen inevitablemente a la derrota del poderío militar español. En febrero de 1898 los Estados Unidos intervienen en la guerra y en agosto se firma el armisticio mediante el cual España entrega sus posesiones en Cuba y Filipinas. Cuatro meses más tarde, el 3 de diciembre de 1898 las tropas españolas abandonan Trinidad, y entran a la ciudad por la calle llamada desde entonces “Independencia”, las fuerzas mambisas comandadas por Lino Pérez y Juan Bravo. Ya en el Ayuntamiento ondeaba la bandera norteamericana.

Durante las últimas décadas del siglo XIX la presencia del capital norteamericano fue catalizadora  de un proceso de concentración de la industria azucarera en el territorio. Los ingenios del Valle comenzaron a desaparecer y la bancarrota económica de los antiguos hacendados, acentuada por la guerra, los obligó a vender tierras y propiedades a muy bajos precios. La aparición de los latifundios cañeros y la construcción del Central Trinidad, que inició sus zafras en 1909, ponía definitivamente nuestra principal riqueza en manos foráneas.

La República mediatizada nacida el 20 de mayo de 1902 no trajo para Trinidad ningún cambio sustancial en la precaria situación. Los desgobiernos acentuaron la decadencia y la miseria, y el rejuego político por encima de los intereses elementales del pueblo constituyeron, como en toda Cuba, el telón de fondo de una ciudad en la cual, sin embargo, el apego de sus habitantes a la herencia de sus ancestros, contribuyó a conservar intactos los valores patrimoniales aún en medio de la mayor pobreza.

El aislamiento del resto del país, pues las comunicaciones con la capital y otras ciudades se realizaba sólo por vía marítima, contribuyó aún más a convertir a Trinidad, durante las primeras décadas del siglo XX, en un refugio vedado a los aires renovadores procedentes del exterior que, sobre todo en el plano arquitectónico, barrieron con lo más autóctono en muchas ciudades cubanas, en especial aquellas que se beneficiaban con el paso de la carretera Central.

Pero no fue ese el principal factor que impidió la modernización de la ciudad, sino la pobreza económica –que no espiritual- de sus habitantes, que hizo de Trinidad una de las ciudades con mayor índice migratorio de Cuba durante esta etapa.

En 1936 se inicia la construcción del sanatorio antituberculoso de Topes de Collantes y posteriormente se inician las obras para comunicar Trinidad con las ciudades más cercanas. Las carreteras a Sancti Spíritus (inaugurada en 1950) y a Cienfuegos (1952), garantizaron la comunicación de la ciudad por vía terrestre con el occidente y el oriente del país.

El sanatorio antituberculoso se inauguró en 1954, y Trinidad comienza a ser visitado frecuentemente por personas de todo el país. Muchos se percatan del inexplotado filón que podía convertir la ciudad en un centro de atracción turística sin parangón en  todo el país, pues en ella se combinan factores que difícilmente se encuentran juntos en cualquier parte del mundo: clima paradisiaco; playas de finísimas arenas; montañas con atractivos geográficos y biológicos insospechados... y sobre todo, un legado histórico tan rico y cuidadosamente conservado, que el andar por sus calles de piedra se convierte para el visitante en un salto temporal que sobrepasa cualquier expectativa. Con estos objetivos, se amplía la capacidad hotelera del Motel Las Cuevas y se construye una pista de aterrizaje para aviones de pequeño porte.

Sin embargo, otras son las realidades que vive la mayoría del pueblo. La dictadura de Fulgencio Batista Zaldívar agrava la situación de los sectores más pobres y desata una feroz represión contra todo intento de oposición a su brutal régimen.

A partir de 1953, después de los asaltos a los cuarteles Céspedes y Moncada en el oriente del país, algunos jóvenes trinitarios son detenidos y torturados. Letreros subversivos comienzan a aparecer con frecuencia en los vetustos muros de la ciudad y se implanta una férrea censura de prensa.

En octubre de 1957 se producen los primeros alzamientos armados de jóvenes trinitarios opuestos a la dictadura, lo cual incrementa el descontento y la oposición a la dictadura en amplios sectores de la población. A lo largo del año 1958 se producen nuevos alzamientos y se multiplican los sabotajes y los enfrentamientos de las fuerzas rebeldes contra las tropas del ejército, sobre todo a lo largo de las carreteras de acceso a la ciudad.

En noviembre de 1958 fracasan estrepitosamente las elecciones fraudulentas que trataron de dar un viso de legalidad a la caótica situación enfrentada por el gobierno. Las acciones revolucionarias incomunican varias veces a Trinidad con el resto del país por vía terrestre.
El 28 de diciembre de 1858 comienza la ofensiva final de las tropas rebeldes del Directorio Revolucionario 13 de marzo, dirigidas por el Comandante Faure Chomont Mediavilla, que ocupan diversas posiciones claves como el aeropuerto y el Ayuntamiento. Dos días más tarde se rinde la Cárcel Real, último reducto del ejército de la dictadura.

Con el triunfo de la Revolución se abren para Trinidad, al igual que para el resto del país, enormes posibilidades de desarrollo. Sin embargo, los precedentes en que se había desarrollado la lucha guerrillera en las montañas, que en determinados momentos había provocado fricciones entre los diversos grupos de combatientes que operaban en la zona, la equivocada creencia de que la población trinitaria no apoyaba firmemente la naciente Revolución, así como las propias características físico geográficas del municipio, hicieron creer a la contrarrevolución interna y externa que podían convertir a Trinidad en la plaza fuerte para poder desarrollar sus planes de abortar la definitiva y total independencia de los cubanos.

En una fecha tan cercana al triunfo revolucionario como agosto de 1959, las fuerzas del Ejército Rebelde con el apoyo de todo el pueblo trinitario, y dirigidos personalmente por el Comandante en Jefe Fidel Castro, aplastan la intentona de invasión contrarrevolucionaria organizada y financiada por el dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo. En esta acción que se desarrollo en el aeropuerto de la ciudad, se le ocuparon a los invasores numerosas armas y pertrechos.

A partir del ejercicio de una política digna y vertical en defensa de la soberanía nacional y de los genuinos intereses del pueblo por parte del Gobierno Revolucionario, el gobierno de los Estados Unidos de América comienza a desplegar una intensa campaña contra la Revolución cubana, que incluye la organización, el financiamiento y el suministro de armas a las bandas contrarrevolucionarias que comienzan a operar en las montañas de Trinidad y en otros puntos del país.

También se planeó una invasión directa al territorio con fuerzas mercenarias, que se conoció como “Plan Trinidad”, pues en su primera variante la invasión desembarcaría por un punto costero del municipio. La movilización de miles de milicianos y de combatientes del Ejército Rebelde hacia las montañas, en la operación de Lucha Contra Bandidos conocida como “Limpia del Escambray”, cuya comandancia fue establecida en Topes de Collantes, hizo desistir a la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (C.I.A.) de ejecutar esta variante, y la invasión se produjo en abril de 1961 por Playa Girón, convirtiéndose en un sonado fracaso militar y político para las fuerzas contrarrevolucionarias y su protector, el gobierno de los EE.UU.

Las montañas de Trinidad se convirtieron en el escenario en el cual llegaron a operar decenas de pequeñas bandas  contrarrevolucionarias, autoras de decenas de sabotajes contra la economía y el asesinato de muchas personas simpatizantes de la Revolución.  Símbolos de esta etapa de lucha son los maestros Manuel Ascunce y Conrado Benítez, el campesino Pedro Lantigua, el combatiente de la Seguridad del Estado Alberto Delgado “el hombre de Masinicú”, y el Comandante Manuel “Pity” Fajardo, que abonaron con su sangre generosa, al igual que muchos otros, el suelo trinitario.

Las operaciones militares  del Ejército Rebelde y las Milicias Nacionales Revolucionarias permitieron desarticular definitivamente todas las bandas que operaban en la zona en el año 1965. Hoy, como memoria viva de esta heroica gesta, en el local del antiguo convento de San Francisco de Asis, radica el Museo Nacional de la Lucha Contra Bandidos (L.C.B.).

Sólo a partir de erradicadas las bandas contrarrevolucionarias pudieron potenciarse los proyectos de desarrollo concebidos por el Gobierno Revolucionario para el territorio. Son construidos decenas de kilómetros de carreteras y caminos en las zonas rurales; surgen nuevas comunidades; se inauguran escuelas, hospitales, puestos médicos, tiendas del pueblo y otros elementos de la infraestructura económica y social que se diseminan por los lugares más apartados de las montañas trinitarias.

En 1976 se crean, al calor del proceso de institucionalización desarrollado en el país, los órganos locales del Poder Popular. Este proceso contribuyó a desarrollar todas las ramas económicas existentes, y surgen otras que aceleran la producción mercantil del municipio. Paralelamente comienza a ejecutarse una intensa y delicada labor de rescate y conservación del patrimonio cultural y arquitectónico de la ciudad.

El paciente y abnegado trabajo de restauración es reconocido internacionalmente cuando en 1988 el centro histórico de Trinidad y el cercano Valle de los Ingenios son declarados por la UNESCO “Patrimonio Cultural de la Humanidad”.

A toda prisa se  inició la construcción de una infraestructura que permitiera responder a las exigencias de un turismo nacional e internacional cada vez más creciente. Lamentablemente, a partir de 1990 los efectos negativos del llamado “período especial en época de paz”, se dejaron sentir en la pujante y creciente economía del territorio.

Disminuyó la producción mercantil y algunos sectores económicos entran en una forzosa inactividad, fundamentalmente por la carencia de materias primas de importación, así como el déficit de combustibles y piezas de repuesto. No obstante, la estrategia revolucionaria de potenciar al máximo el desarrollo de los sectores emergentes como forma de reanimar paulatinamente el resto de los sectores económicos, propició en Trinidad, sobre todo a partir de 1995, un auge sin precedentes de la actividad turística. Se construyen nuevas instalaciones dedicadas a tal fin y se propicia el desarrollo en esa dirección, llegando la ciudad a convertirse en un importante polo a nivel de país.

En 1998 fue creada por Decreto Ley del Consejo de Ministros la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad, entidad con personalidad jurídica propia subordinada al Consejo de la Administración Municipal, la cual, apoyándose en el financiamiento que le aportan las diversas cadenas turísticas y el resto de las empresas que radican en el territorio, lleva adelante un ambicioso plan de restauración y conservación de la ciudad y el Valle de los Ingenios.

Trinidad vuelve a ser hoy, como antaño, una floreciente ciudad, orgullosa de las incalculables riquezas de su patrimonio tangible e intangible, que se abre al mundo en los umbrales del Tercer Milenio con la más absoluta confianza en el futuro.

III- APUNTES PARA UN ESTUDIO ECONÓMICO REGIONAL

La población

Diversos grupos raciales integrados armoniosamente al desarrollo socioeconómico, constituyen la población trinitaria en las últimas décadas del siglo XX. En el censo oficial de población efectuado en el año 1981 habitaban en el municipio 65 634 habitantes, de los cuales 42 312 eran blancos, 11 480 negros, 11 742 mestizos y 100 asiáticos.

Los índices de natalidad y mortalidad de las últimas décadas de la centuria pasada, arrojan una tasa de  crecimiento natural promedio de alrededor de 2,87%.

Los datos más recientes indican que residen en el territorio 74 972 habitantes, de los cuales 53 152 lo hacen en áreas urbanas y 21 820 en el sector rural.

La población se encuentra muy desigualmente distribuida en el territorio. Las franjas norte y sur, de relieve montañoso y de llanuras costeras bajas respectivamente, están relativamente despobladas, y la población se concentra hacia la faja central de este a oeste, coincidiendo con el eje vial principal, así como con la ciudad cabecera.

La densidad demográfica promedio es de 64,7 habitantes por km  cuadrado   aunque esta cifra llega a 6 698 hab por km cuadrado en el Reparto Armando Mestre de la ciudad, y en muchas zonas montañosas no rebasa la de 1 habitante por km. cuadrado.

Al realizar un análisis por sexo, existe un ligero predominio de los varones (38 136 habitantes) sobre las hembras (36 836 habitantes), para un índice de masculinidad de 103,5 el cual se acentúa en las zonas rurales, donde habitan 10 703 varones y 9 179 hembras

La pirámide de edades de la ciudad cabecera del municipio muestra que el mayor número de personas está comprendida entre los 35 y los 39 años (7 217 habitantes), y entre los 40 y 44 años (7 323 habitantes). En estos dos grupos de edades se concentra el 19,3% de la población total.

En las últimas décadas se ha manifestado un decrecimiento de las tasas de natalidad, lo cual unido al incremento de las expectativas de vida, conducen a un paulatino envejecimiento de la población. Una muestra de ello es que existen en Trinidad más personas mayores de 60 años (12 656 habitantes) que niños menores de 5 años (4 131 habitantes), y esta tendencia continúa. Los índices de natalidad y mortalidad en la primera década del presente siglo, arrojan una tasa de  crecimiento natural promedio  de 2,87%.
La población económicamente activa al cierre de 2010 ascendía a 46 123 personas, el 53,1%  de las cuales pertenece al género masculino.

El habitat

El fondo habitacional del municipio es de más de 26 263 viviendas, el 72,3% de ellas en buen estado.  El índice ocupacional promedio es superior a 4 habitantes por vivienda.

Durante los últimos años se han incrementado las viviendas, sobre todo en nuevas comunidades rurales, con el objetivo de asegurar la fuerza de trabajo necesaria para las actividades agrícolas. De esta forma, cada año se construye un determinado número de viviendas y han surgido en el territorio nuevos asentamientos como La Ermita, Los Cocos en Casilda, La Media Legua, La Palomita.

En la ciudad de Trinidad existen más de 10 000 viviendas ubicadas en el área residencial que se extiende por 430 hectáreas. El proceso de expansión urbana se desarrolla hacia el sur de la ciudad.  El coeficiente de utilización del suelo es muy bajo, pues existen en el interior de las manzanas de casas, grandes espacios libres que son empleados como patios en los cuales abundan numerosas variedades de árboles frutales que son orgullo de los trinitarios.

Al entrar el siglo XXI, las necesidades construcción, conservación y rehabilitación de las viviendas, constituye uno de los problemas más urgentes que afronta el municipio, pues el deterioro creciente del fondo habitacional se suma a la escasa comercialización de materiales de la construcción por fondos mercantiles para ser vendidos a la población durante los últimos años.

No obstante, la labor de conservación y rehabilitación emprendida durante los últimos años por parte de las fuerzas constructivas de la Dirección Municipal de la Vivienda y de la Oficina del Conservador de la Ciudad, ha permitido el mejoramiento de fachadas y el remozamiento de las viviendas con condiciones precarias en las carreteras de Trinidad a Cienfuegos y Sancti Spíritus, así como en algunas de las calles de la ciudad. Un esfuerzo meritorio ha sido realizado en los últimos años, a partir de 2005, cuando producto de los fuertes vientos del huracán “Dennis” fueron afectadas más de 1500 viviendas.

Después de las medidas adoptadas por el país para afrontar las dificultades económicas del periodo especial, muchos trinitarios comenzaron a utilizar sus viviendas para ejercer el arrendamiento, fundamentalmente al turismo internacional, y como forma también de cubrir la creciente demanda de alojamiento la cual no puede ser satisfecha en su totalidad por las capacidades de las instalaciones turísticas.

El arrendamiento de viviendas aporta significativamente al presupuesto del estado por concepto del impuesto y además constituye un ingreso que contribuye a elevar el nivel de vida de las personas vinculadas a la actividad, (que no es sólo el propietario del inmueble, sino todos los que de una forma u otra intervienen en el negocio, desde el llamado “cazador” que se dedica a la “búsqueda y captura” de turistas para llevarlos hacia el hostal recibiendo por ello una comisión del propietario del inmueble, hasta la vecina que hace la limpieza o la que ayuda en la cocina o busca los insumos necesarios). Estas actividades han pasado a ser el soporte de muchas personas a partir de las medidas adoptadas para el redimensionamiento económico del país, que considera, entre otras medidas, mayores facilidades para ejercer el trabajo por cuenta propia.
Al cierre del 1er trimestre de 2011 estaban registradas en el registro de contribuyentes124 viviendas que arriendan habitaciones y espacios en moneda nacional (pesos cubanos), y 478 en moneda libremente convertible (pesos convertibles cubanos), para un total de 602. Por tal concepto, en este periodo los arrendadores habían ingresado a la Oficina Nacional Tributaria un monto de $7 921 533 pesos.

Sin embargo, si se tiene en cuenta que más del 80% de estas viviendas se encuentran situadas en el centro histórico de la ciudad, en el cual la infraestructura (trátese de las redes de acueducto, alcantarillado, electricidad), no fue diseñada para asimilar tal actividad económica, a la larga el arrendamiento de viviendas podría convertirse en algo más perjudicial que beneficioso para los trinitarios si no se trabaja seriamente en crear la infraestructura necesaria para su sustentación.

Principales actividades económicas: breve pero necesaria explicación.

Ningún hecho económico, ni aún  el más simple proceso productivo, puede estudiarse aislado del contexto físico, político y social en que se desarrolla, no sólo directa y puntualmente, sino también a escala territorial, regional y aún mundial.

En la última década del siglo pasado, el desmembramiento del modelo socialista de Europa Oriental y el surgimiento de un nuevo orden globalizador y neoliberal a escala planetaria, ha conmocionado la economía mundial y ha obligado a encauzar por nuevos derroteros sobre todo las ya maltrechas economías tercermundistas, sujetas desde el siglo XIX  y aún antes, a un creciente intercambio desigual y a un orden internacional cada vez más injusto.

En Cuba, el derrumbe del modelo socialista europeo y la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, significó un rudo golpe para todas las ramas de la economía sin excepción. Basta recordar que producto de acuerdos mutuamente ventajosos y a precios resbalantes llegaban anualmente a nuestro país desde los países ex.socialistas, a cambio del azúcar, el tabaco, el níquel y otros productos, más de 10 millones de toneladas de petróleo, medio millón de metros cúbicos de madera, todo el acero que se necesitaba....

Si a la desaparición de la noche a la mañana de los principales socios comerciales se suma el hecho del férreo bloqueo impuesto al país por los Estados Unidos de América desde hace más de 40 años, se podrá comprender las dificilísimas condiciones en que ha sobrevivido nuestro pueblo en la última década, etapa que muy justamente ha sido llamada como “Período especial en tiempo de paz”.

Esta situación se refleja por supuesto, en los diferentes indicadores a los cuales se hará referencia a continuación. Quien realice un análisis poco profundo de las cifras  que reflejan el comportamiento de los mismos, aislado del contexto general en que se ha desarrollado la vida del país en los últimos veinte años, pudiera interpretar su inestabilidad y aún decrecimiento como síntomas de un retroceso irreversible. Pero nada más alejado de la verdad, pues el desarrollo de un pueblo no puede medirse nunca sólo por el incremento o crecimiento de la producción mercantil, la energía generada o los índices de consumo, sino que va mucho más allá, integrando a este concepto valores intangibles pero no menos importantes para el desarrollo como la experiencia social, la cohesión, la disciplina y la entrega mostrada en la materialización de sus propósitos, así como la voluntad política de enfrentar las adversidades, resistir y vencer. Y esas son cualidades que sobran a los trinitarios.
De manera que los autores asumimos que el desarrollo es un proceso complejo, multidimensional y dinámico, que abarca indicadores económicos, pero también socio culturales, políticos y medio ambientales, y compartimos la posibilidad de lograrlo en la medida en que las comunidades del territorio den respuesta a los retos compartidos por muchas regiones (en Cuba y en otros países) tales como el cierre de empresas, la desindustrialización y el aumento del desempleo, para lo cual se hace necesario impulsar los planes de desarrollo local, sustentados teóricamente en el desarrollo endógeno.

Como señalara el Comandante en Jefe Fidel Castro en el Aula Magna de la Universidad de la República Bolivariana de Venezuela el 3 de febrero de 1999 refiriéndose a estos últimos años: “Ahora sí hemos aprendido. En época de vacas gordas no se aprende mucho: en época de vacas flacas, y bien flacas, entonces se aprende bastante...”.

La agroindustria azucarera

La caña de azúcar, regada con el sudor esclavo, fue la base fundamental sobre la cual se erigió la opulencia de Trinidad en el siglo XVIII. Es por eso que con cierta nostalgia, es de obligada referencia  esta actividad económica, aunque ya haya desaparecido en el territorio.

El Ingeniero Manuel Lima Villar, en la Enciclopedia Cañera de la Revista “Cañaveral” (Vol. 5, Nro. 2, abril-junio de 1999, pág. 26), ofrece una descripción muy acertada de la evolución de la producción azucarera del territorio en aquella época:

“La zona de Trinidad venía insertándose discretamente en la producción desde la década de 1790 (423 tons por zafra) y logra producir más de 2 500 tons  de azúcar a finales del siglo XVIII, pero alcanza un verdadero esplendor, cuya pujanza tecnológica rivaliza con la zona habanera, en las primeras cuatro décadas del siglo XIX”.
“Trinidad no pertenecía al occidente de la isla, más desarrollado (Habana Matanzas), ni poseía grandes terrenos para el cultivo, pero tuvo dos factores muy positivos de gran significación: la existencia de valles intramontanos muy fértiles, y su ubicación geográfica, que le permitió desarrollar un amplísimo comercio de contrabando con el resto del Caribe, oportunidad vedada a la zona habanera. Este comercio de trueque fue decisivo para su acelerado desarrollo, incluyendo la introducción de la más novedosa tecnología existentes en las colonias inglesas y francesas del Caribe (Jamaica y Antillas Menores). Incluso los hacendados habaneros que pasaban por Trinidad con destino a Jamaica y otras colonias caribeñas, quedaban asombrados del uso del equipamiento que en la zona habanera era totalmente desconocido. Un ejemplo elocuente de esta pujanza es el ingenio “Guáimaro”, que en la zafra de 1827 logró 943 ton de azúcar (posiblemente la mayor producción de un trapiche en una zafra hasta la fecha y mucho después)”.
“En 1840 la zona trinitaria alcanza su mayor esplendor con 43 ingenios que en la zafra de ese año llegaron a una producción récord de 8 000 tons de azúcar. No obstante, la zona trinitaria estaba limitada en tierras de cultivo y ello impidió un aún mayor desarrollo de la producción cañera azucarera. Además, el hecho de no poseer mayor cantidad de tierras vírgenes (para ir rotando el cultivo de la caña y tener el combustible suficiente), fue la causa determinante para que al producirse la crisis de 1857 la zona iniciara un retroceso acelerado y en menos de tres décadas se convirtió en un verdadero cementerio de ingenios”.

Aún hoy, en muchos sitios quedan sus vestigios como testigos de que el esplendor y la riqueza de Trinidad tuvieron como base los verdes cañaverales  que aún en escasas áreas siguen presentes en el muy justamente llamado “Valle de los Ingenios”, declarado también por la UNESCO, junto al Centro Histórico de la Ciudad, Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1986.

Con el proceso de concentración industrial, fue fundado en 1909  un central azucarero, llamado “Trinidad” hasta 1959, cambiando desde entonces su nombre por las siglas de la “Federación Nacional de Trabajadores Azucareros” (F.N.T.A.), sigla que la voz popular ha derivado sencillamente en “Feneta”. En él laboraban alrededor de 1 300 trabajadores hasta su desactivación en la década pasada, durante el proceso de redimensionamiento de la industria azucarera en el país.
Se dedicaban al cultivo de la caña como actividad económica fundamental 8 Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC): Sabanilla, Las Tecas, Condado, Fidel Claro, El Güiro, el MICONS, Aracas y Palmarito; 3 Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA): Felipe Iznaga (La Pastora), 13 de Marzo (La Paloma) y Pedro Lantigua (Algaba), así como 2 Cooperativas de Creditos y Servicios (CCS): La Ramón González Coro (Algaba) y la Israel Lugones (Río Ay). Las  tierras dedicadas al cultivo de la caña sobrepasan entonces las 712 caballerías (1 caballería = 13,42 hectáreas).
En la actualidad, estas tierras tienen otro valor de uso, esencialmente la producción de cultivos varios, la actividad ganadera y la forestal.
La mejor zafra realizada por el central F.N.T.A. en lo que a producción de azúcar se refiere, fue en la campaña de 1983-1984, año en el que se produjeron 46 956 toneladas métricas de azúcar base 96.

La producción cafetalera

El café ha sido un cultivo tradicional en las montañas trinitarias. La Empresa Municipal Agrícola (E.M.A.), cuya principal actividad económica es la producción de café, llegó a contar a fines del siglo pasado con 118.48 caballerías en explotación y 29.53 caballerías dedicadas al desarrollo de este cultivo.
Existen en el municipio seis UBPC cafetaleras: Conrado Benítez (Comunidad 22), Enrique Villegas (El Algarrobo), Mártires de Barbados (Cudina), Alcides Armas Pomo (Vega Grande) y Félix Montes de Oca (Tres Palmas). También existen tres CPA: Victoria de Girón (Algarrobo), XXI Aniversario (Polo Viejo), y Juan González (Tres Palmas), así como cinco CCS: Conrado Benítez (Pitajones), Rafael Saroza (Algarrobo), José Ramos (Polo Viejo), Lucas Castellanos (La Chispa) y Justo M. Rguez (La Felicidad), con campesinos dedicados en lo esencial a la producción cafetalera.

A inicios de siglo, como forma de recuperar, incrementar y lograr la estabilidad de la fuerza de trabajo en las zonas montañosas dedicadas al café, se habían entregado en el territorio más de 142 caballerías de tierra a un total de 305 usufructuarios, al amparo de la Resolución Nro. 419 dictada por el Ministerio de la Agricultura. No obstante, el desestímulo por los bajos precios del producto, la falta de sistematicidad en las atenciones culturales, la aparición de la broca del café y otras enfermedades, sumado al envejecimiento de los tradicionales campesinos cafetaleros y el éxodo de los más jóvenes hacia otras labores, hizo declinar la producción  gradualmente durante la última década, y en la actualidad ha sido necesario realizar ingentes esfuerzos para revertir las bajas producciones en un cultivo que durante muchos años, al igual que la caña de azúcar, dio un sello distintivo al territorio.

La producción agrícola

El territorio dispone de una superficie agrícola de 73 836.77 hectáreas, de las cuales se encuentran  cultivadas a inicios del 2011 unas 16 500 hectáreas, para un 22 % del fondo de tierra cultivable. El 77% de la superficie agrícola está constituida por pastos naturales y tierras ociosas, que se extienden por cerca de 57 mil hectáreas

En conjunto, las producciones logradas históricamente sobrepasan los 200 000 qq anuales. Sin embargo, alrededor del 60% de esta cifra corresponde a frutales (mangos fundamentalmente) y a hortalizas (tomates), cuyos picos de producción se reducen a sólo tres o cuatro meses al año. De manera que existe un déficit de viandas y granos en el territorio durante todo el año en relación con la demanda, lo cual obliga a importar estos renglones de otros municipios y provincias. Existen varios factores que determinan esta situación. Sin hacer un análisis profundo de cada uno de ellos, lo cual rebasa los límites y propósitos de este texto, se pueden mencionar los siguientes:

Esta situación ha obligado a hacer un redimensionamiento de la agricultura en todo el municipio, de manera que se haga un mejor aprovechamiento de las tierras y se mejoren los resultados económicos y productivos mediante un uso más racional del suelo y de los recursos en general, sobre todo en la actualidad donde se han aprovechado suelos que antes eran cañaverales.
De esta manera, el sistema de la agricultura incluye dos empresas agropecuarias: FNTA y Trinidad. En la primera de ellas existen 7 unidades básicas de producción  cooperativa (UBPC), 7 cooperativas de créditos y servicios (CCS),  5 cooperativas de producción agropecuaria (CPA) y 3 unidades estatales. En la segunda la estructura está conformada por 6 UBPC, 3 CPA, 5 CCS y 3 unidades estatales.
Actualmente las principales producciones se centran en café, cultivos varios, frutales, y producción de leche y carne vacuna.
En el 1er trimestre del año 2011 las principales producciones agropecuarias obtenidas se muestran en la tabla Nro 1.

La formación  de una  Granja Urbana, que con un área total superior a las 86 hectáreas, ha logrado en los últimos años incrementar la producción, esencialmente  de hortalizas en 63  organopónicos, 74 huertos intensivos, y 1 221 parcelas y patios, lo cual ha permitido triplicar las producciones  que se obtenían a inicios de siglo.
Estos renglones  han venido a resolver no sólo un problema alimentario, sino también de educación dietética, pues las habichuelas, el rábano, las acelgas, zanahorias, remolachas y otros productos de gran valor nutricional, se utilizaban bien poco por los trinitarios antes de que este programa de amplia participación popular se hiciera fuerte en el municipio.

La producción pecuaria

Al comenzar el siglo existían en el territorio 31 853 vacunos, 8 162 equinos, 5 864 ovinos y 2 432 caprinos, para una masa total de 48 311 animales.

La producción pecuaria se  desarrolló históricamente  dos empresas estatales:  la Pecuaria San Pedro y la Pecuaria Trinidad,  la primera dedicada a la producción de leche fundamentalmente y la segunda a la ceba para la producción de carne. Sucesivos reordenamientos y cambios estructurales de la actividad ganadera, combinados con malos manejos de la masa, la escasa preocupación por la siembra de pastos y forrajes  tan necesarios en la época de seca para la alimentación animal, la carencia de fuerza de trabajo calificada y la infestación de las áreas por marabú, provocaron que los índices de producción pecuaria sufrieran un creciente deterioro durante los últimos años.
Generalmente,  el agua utilizada es insuficiente y de mala calidad, trasladándose hacia algunas vaquerías desde lugares muy distantes; a través de viales internos en muy mal estado. Esto, unido a la  carencia de recursos indispensables para el acopio de leche, como cantinas, coladores, filtros y desinfectantes, así como un alto índice de mortalidad de la masa y  el incumplimiento de normas técnicas relacionadas con  la organización, la higiene y los procedimientos adecuados para el manejo de los rebaños,  condujo a la reducción de los volúmenes de producción lechera durante la primera década de este siglo.
Lograr el autoabastecimiento de leche durante todo el año garantizando la entrega de un litro de leche diario a todos los niños hasta los siete años, el abastecimiento a los centros de salud, escuelas y otros servicios sociales, es un serio reto que asumen los ganaderos trinitarios, enfrentados además a sequías cada vez más fuertes.

La silvicultura.

Con el redimensionamiento de la actividad agrícola, a la Unidad Silvícola se incorporaron cerca de 800 caballerías de tierra que pertenecían a las empresas pecuarias y que por su infestación de marabú y malezas, no se encontraban aptas para la ganadería.
Las Unidades Básicas de Producción Forestal Puente azul, Guanayara, Topes de Collantes, San Ambrosio, El Cobrito, Pitajones y San Pedro abarcan un área superior a las 3 300 caballerías con 15 áreas de manejo. Dentro de las principales actividades que desarrolla se encuentra la producción de madera en bolo (unos 1 900 metros cúbicos), madera aserrada (200 metros cúbicos), madera rolliza (1 500 metros cúbicos), leña combustible (5 500 metros cúbicos) y carbón vegetal (9 000 sacos). Además, constituye su tarea básica la reforestación de las áreas de producción y de aquellas deforestadas que se le han agregado provenientes de otras empresas.

El índice de boscosidad en el municipio es de un 30% del área. Elevar este índice requerirá perspectivamente plantar más de 25 millones de posturas, lo cual está previsto lograr en los planes de desarrollo futuro.

La avicultura y la apicultura.

En Trinidad han desarrollado sus actividades históricamente dos granjas avícolas: una situada en Río Cañas y la otra en la salida de Trinidad a Sancti Spíritus, en la zona de Las Cuevas,  ambas  dedicadas en lo fundamental a la ceba de aves para el sacrificio.
Por otra parte, la abundancia de diversas especies vegetales cuya floración se produce a lo largo de todo el año, propicia las condiciones necesarias para llevar a cabo una de las actividades más antiguas practicadas por el hombre: la cría de abejas.

Dos UBPC, la “Pity Fajardo”, con su base de operaciones en el poblado del mismo nombre, y la “Pablo Pichs Girón”, de Pitajones, se dedican al desarrollo de esta actividad con un número relativamente escaso de trabajadores, pero ambas  sobrecumplen sus planes de producción y son rentables económicamente, a pesar de que las condiciones de transporte que poseen limitan la atención que deben prestarle a las colmenas de cada apiario periódicamente, las cuales se encuentran diseminadas desde las llanuras costeras hasta las zonas más intrincadas de las montañas, en dependencia de la especie que esté en floración.

La pesca.

La actividad pesquera forma parte de la cultura económica de los trinitarios, pues ya era practicada por nuestra población aborigen en la ría del Guaurabo desde antes de la llegada de los colonizadores españoles. Dos puertos cercanos a la ciudad, el de La Boca, en la desembocadura del río Guaurabo primero, y el de la bahía intrapeninsular de Casilda después, han servido de base a la actividad pesquera con fines económicos a través de los siglos.

En el primero de ellos radica aún una base de pesca deportiva donde están matriculadas más de 100 embarcaciones de pequeño calado, cuyos propietarios se hacen a la mar al anochecer y convierten con sus faroles en cielo estrellado las tranquilas y oscuras aguas de la plataforma, regresando a puerto con los albores del día cargados de pargos, jureles, lisas, biajaibas o en el peor de los casos, de sardinas y roncos.

A los pescadores deportivos se les permite capturar hasta 30 kilogramos de pescado por persona en cada salida, empleando como artes de pesca sólo cordel y una atarraya para la captura de la carnada, y cuando poseen autorización, un arpón de ligas. Por supuesto, no siempre los pescadores deportivos cumplen al pie de la letra estas regulaciones, y lo cierto  es que en la práctica, la mayor parte de la captura se comercializa por los propios pescadores, y no es raro ver por cualquier calle trinitaria un ciclista o caminante con varias ensartas, pregonando las bondades de su mercancía a pleno pulmón.

No obstante, la pesca como actividad económica a gran escala, se desarrolla en los mares cercanos al puerto de Casilda, donde surgió  la “Organización Económica Estatal Pesquera e Industrial de Casilda”, llamada “Pescasilda”, cuyas  instalaciones principales se han trasladado  para el cercano puerto de Tunas de Zaza, otra muestra del proceso de desindustrialización que ha enfrentado el territorio en los últimos años.

Las especies más capturadas por los pescadores de Casilda son la biajaiba, la lisa, el tiburón, el pargo, la cherna y el cají, entre otros. Ellos son los únicos del país que realizan a pulmón la captura de langostas, sumergiéndose hasta 8 brazas en las frías aguas de la plataforma durante el levante de la veda, que se desarrolla entre los meses de junio y febrero.

Diversas dificultades han afrontado los trabajadores del mar en la última década: carencia de hielo abundante y el deterioro de las embarcaciones y de las artes de pesca. Todo ello, unido a la poca manifestación de las especies durante algunos años, ha provocado un descenso en el nivel de las capturas y por ende, menores niveles de distribución de los productos del mar entre la población

La industria cigarrera y tabacalera.

El tabaco siempre fue uno de los protagonistas del desarrollo económico de la ciudad. En su pequeña joya “Trinidad aborigen y colonial” de Teresita Angelbello y Bárbara Venegas (Editorial Guanín, enero del 2001, pág. 65), se expresa que “desde principios del siglo XVIII se incrementaron las vegas de tabaco a orillas de los ríos Arimao, Caracusey y Ay y Agabama (...). En Trinidad se cultivaba tabaco a la par que en los alrededores de La Habana, Bayamo, Remedios, Sancti Spíritus y los poblados indios de Mayarí y El Caney”.

El tabaco fue también un pilar básico del comercio de contrabando que tantos beneficios económicos trajo a la ciudad, junto a los productos forestales y ganaderos.

Los mejores precios del azúcar, el desestanco del tabaco y otros factores hicieron que en Trinidad este cultivo fuera cediendo terreno poco a poco ante la caña de azúcar, y la producción tabacalera fue asentándose en otras regiones como Manicaragua y Cabaiguán, con mejores suelos y condiciones climáticas más favorables. En la actualidad, excepto en muy reducidas áreas cultivadas por algún que otro campesino con fines de autoconsumo, no se observa en el municipio el cultivo del tabaco.

Sin embargo, existe en Trinidad una larga tradición cigarrera que se remonta al año 1920 cuando fue fundada la fábrica de cigarros “Eva”, propiedad de Joaquín Menéndez. De padres a hijos a nietos, se han ido transmitiendo los secretos de un oficio que han marcado con un sello de calidad los cigarros de la fábrica “Juan Dioscórides Mata Reyes”, nombre que lleva desde 1963.

Los equipos que poseen para la fabricación de cigarros y el proceso del producto terminado datan en su mayoría de las primeras décadas del siglo XX: Una zafadora de tercios, un cilindro para humedecer el tabaco, tres máquinas para cortar el tabaco en rama, 1 secadora, 1 enfriadora, 1 equipo para la extracción de polvo, 10 máquinas para producir cigarros y 4 máquinas de encajetillado. No obstante la tecnología obsoleta, el esfuerzo de los trabajadores y en especial de los vinculados al movimiento de innovadores y racionalizadores, ha permitido que la fábrica haya mantenido siempre producciones estables.

La materia prima que utilizan para elaborar los más de 8 millones de cigarrillos que producen diariamente, proviene de las zonas vegueras del centro y el occidente del país, empleando una mezcla de tabaco de diversas áreas. Actualmente con las condiciones que impone el redimensionamiento de la producción cigarrera a nivel del país, se  prevé el cierre de esta pequeña fábrica en un futuro, y su producción será asumida por otras plantas más modernas que emplean tecnología de punta, capaces de hacer en sólo unas horas un volumen de producción superior al que realiza actualmente la “Juan Diodcórides Mata Reyes” en un día con dos turnos de trabajo.

En Trinidad existe también un establecimiento de tabaco torcido nombrado “Piro Guinart”, perteneciente a la Empresa Provincial del Tabaco. Este establecimiento fue fundado en el año 1960 y  el mismo se fabrican más de 350 mil unidades anualmente como promedio.

La industria básica.

Esta importante rama de la economía está representada en el territorio por tres entidades: la papelera Pulpa Cuba, la Organización Básica Eléctrica (O.B.E.), y la planta extractora de arena sílice.

La Papelera Pulpa Cuba pertenece a la Unión del Papel. En los últimos años ha producido papel liner, cartulina y papel de envoltura indistintamente, y su capacidad potencial es de 24 000 toneladas anuales, ocupando el segundo lugar del país entre las fábricas de su tipo. Su producción está dirigida fundamentalmente a más de 25 empresas nacionales, entre ellas las cuatro corrugadoras que existen el país, las cuales asimilan hasta el 80% de las ventas que realiza la fábrica. Además, también se han exportado volúmenes relativamente pequeños a otros países esporádicamente.

El proceso productivo que desarrolla requiere de un alto consumo energético. La Papelera Pulpa Cuba consume una gran parte de la energía eléctrica del municipio, así como  del petróleo combustible, por lo que alcanzar una mayor eficiencia energética es importante en los resultados productivos finales de la industria.

En el año 1957 la familia Azqueta, propietaria del central “Trinidad”, conjuntamente con la Refaccionaria Industrial S.A., comenzó a construir, muy cercana a dicho central, una fábrica de papel con la idea de emplear como materia prima fundamental la pulpa de bagazo generado como desecho de la producción azucarera.

La  fábrica comenzó a laborar en junio de 1959, con posterioridad al triunfo de la Revolución, y aunque jurídicamente no fue hasta junio de 1961 que por resolución de la Junta Central de Planificación fue intervenida a favor del Estado Cubano, de hecho ya desde 1960 la fábrica operaba dirigida por los trabajadores, pues los Azqueta, como muchos otros magnates, habían emigrado hacia los EE.UU.

En la fábrica se había instalado una tecnología norteamericana en la cual a partir del procesamiento del bagazo en la planta de pulpa, se obtenía la materia prima necesaria para producir papel de impresión y para escribir. Sin embargo, la “sofisticada” tecnología no incluyó las calderas de recuperación, por lo que las aguas negras de desecho, con alto contenido de sosa cáustica, fueron a parar a las aguas del río Agabama-Manatí, provocando un impacto ecológico de graves consecuencias en la biomasa del delicado sistema del delta. Este estigma gravitó sobre la fábrica hasta que en el año 1987 dejó de funcionar la planta de pulpa. Sin embargo, las consecuencias las sufren aún los trinitarios, que han visto desaparecer de las ofertas gastronómicas el apreciado ostión, a pesar de ser un pueblo costero.

La fábrica, bajo las presiones del mercado, la tecnología y las propias exigencias medioambientalistas, reconvirtió su producción de papeles de bajo gramaje a papel linner y cartulinas. La complejidad de la producción de papel, la necesidad de modernizar el equipamiento y los oscilantes precios del mercado, han provocado que en varias etapas la fábrica haya disminuido sus producciones. En los últimos años, la carencia de un mercado ha incidido también en que la producción de haya detenido durante algunos meses.

Favorablemente, las nuevas tendencias en la organización del proceso productivo, la eliminación de la autosuficiencia empresarial y la búsqueda de mercados estables para sus producciones, están llamadas a revertir el deterioro de los índices de producción y eficiencia que se observaron en los últimos años.

La Organización Básica Eléctrica (OBE) se encarga de comercializar la energía eléctrica en el municipio. Para ello cuenta con cuatro instalaciones en las cuales laboran 76 trabajadores en total. La OBE brinda servicios a más de 20 mil consumidores a través de una subestación de 110 KV, 14 subestaciones de 33 KV, 631 transformadores de distribución, 1 grupo electrógeno de 1000 KV y más de 500 kms de líneas eléctricas a diferentes niveles de  voltaje.
La electricidad constituye más del 40% de toda la estructura de consumo energético de las empresas nacionales , locales, presupuestadas y del sector residencial en el municipio. Corresponde al petróleo combustible , al combustible diésel  y a la gasolina motor en ese orden completan dicho consumo. De ahí la importancia del suministro estable de electricidad para la buena marcha de la economía de todo el territorio.
En los últimos años la O.B.E. ha desarrollado parte del programa de Ahorro de Electricidad en Cuba (PAEC), dentro del cual se inscribe la venta de bombillos fluorescentes, llamados también  ahorradores, para sustituir los incandescentes, mayores consumidores de energía eléctrica. El 98% de las viviendas en el municipio están electrificadas. Existen aún menos de quinientas  viviendas sin electrificar, ubicadas en su mayoría en zonas apartadas y lejos de las líneas de transmisión.

El amplio movimiento de la minería popular llevado a cabo por el Gobierno Revolucionario en la década de 1960 con el objetivo de impulsar la búsqueda de minerales útiles, tuvo también en Trinidad entusiastas seguidores. Uno de ellos, Abel Pérez Mainegra (23-3-1930), sanitario, fotógrafo, pintor autodidacta e investigador por vocación, reportó el hallazgo de extensos yacimientos arenosos al norte de Casilda.

En 1980 se instaló muy cerca de este poblado la Planta Procesadora de Arena Sílice, encargada de explotar un yacimiento con reservas calculadas de más de 3 millones de metros cúbicos de este mineral, perteneciente a la Empresa Geominera del Centro, del Ministerio de la Industria Básica. En la planta la producción se destina en su mayoría a las fundiciones de la industria sidero mecánica  y del Ministerio del Azúcar en todo el país.

La arena sílice  se emplea fundamentalmente en la fabricación de moldes para la fundición, en la limpieza de superficies afectadas por el proceso de corrosión mediante el sistema “Sand blasting”, en el corte de mármoles, el  tratamiento de aguas, la fabricación de barcos de ferrocemento y como material para la construcción. La arena extraída de los yacimientos de Casilda no se emplea en la fabricación de vidrio, pues tiene una mayor granulometría y contenido en hierro, lo cual hace preferible utilizar la de los yacimientos de Guane, con la cual se obtiene un producto más transparente.

La planta, de tecnología cubana, tiene una capacidad instalada de 100 000 metros cúbicos de arena anualmente. La misma fue concebida inicialmente para suministrar a Planta Mecánica en Santa Clara y a la Industria de materiales ligeros de la construcción (Siporex) de Sancti Spíritus, aunque hoy sus clientes son de todo el país.

La arena producida es trasladada por carretera hacia el punto ferroviario de San Román, en Sancti Spíritus, donde se carga en vagones de ferrocarril para ser enviada a Nicaro, Moa, Holguín, Guantánamo, Camagüey y  otros puntos de destino. El mayor nivel de producción logrado por la planta fue de 80 113 metros cúbicos de arena en el año 1989. Sin embargo, el nivel de producción de los últimos años ha oscilado  en unos 20 000 metros cúbicos anuales. Esto se debe fundamentalmente a la contracción que ha tenido el mercado en el último decenio, al reciclaje de la arena que realizan los consumidores a fin de reducir los gastos, así como a la tendencia de sustituir la arena por otros productos. Por otra parte, cada vez más los clientes exigen que se les suministre arena seca en lugar de la arena húmeda que tradicionalmente ha producido la planta.

El yacimiento de arena sílice de Casilda cuenta con dos grandes áreas. La primera, de 3,2 kms cuadrados    está situada al oeste de la carretera de Trinidad a Casilda, es la que se explota actualmente. La segunda área se extiende hacia el este hasta las cercanías de la Bahía del Masío. El área que actualmente está en explotación está compuesta por arenales de 80 cms a 1 metro de profundidad, con muy poca o ninguna cubierta vegetal, sobre un sustrato de arcilla plástica impermeable con concreciones ferrosas y de limonitas.

Al impacto ambiental provocado por la explotación del mineral a cielo abierto que genera grandes cráteres, se le buscan actualmente soluciones multisectoriales con la participación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, la Unidad Silvícola y la propia Empresa Geominera.

La industria alimentaria.

La industria alimentaria en el municipio mantiene como producciones básicas  el pan diario que se suministra a la población, galletas, dulces, cakes, dulces en almíbar, siropes, turrones y conservas de diversos tipos.

A toda la población se le garantiza diariamente una ración de pan de 80 gramos.  El pan que se distribuye por la cuota normada es elaborado siguiendo la tecnología del “pan polisch”, cuya elaboración requiere de menos harina y más azúcar. Se emplea también menos grasa, por lo que resulta un producto de corteza suave, con alto contenido de humedad, y su consumo es preferible hacerlo durante las primeras horas de elaborado.

La venta de pan a la población se realiza en los mostradores de las panaderías o en las tiendas de comercio, a las cuales se lleva empleando diversos medios de transporte.
Existen otras dificultades que afectan el mejor desempeño de esta organización, pues tanto los locales como su equipamiento técnico están muy deteriorados. Por otra parte, no existe estabilidad en el suministro de las materias primas, y en ocasiones las mismas presentan muy baja calidad. A esto se une el déficit de tártaras de hornear, lo cual limita la producción en cantidad y variedad. A pesar de ello alrededor de 85 mil raciones de pan son producidas y distribuidas  cada día, no siempre con la calidad que requiere un producto tan necesario en la mesa de los cubanos, además de la producción de repostería destinada a la red gastronómica y a centros educacionales y de la salud principalmente.

La industria ligera.

La amplia gama de producciones de la industria ligera está representada en el municipio por la Empresa de Producciones Varias (EMPROVA), el Taller de Confecciones (Unidad Básica No. 105 de la Industria Textil), la Fábrica “Thaba” (Establecimiento No. 106), así como por el Poligráfico y Cubartesanía.

La EMPROVA cuenta con nueve talleres localizados en diversas partes de la ciudad: la carpintería “El Martillo”, donde se fabrican y reparan utensilios y muebles; el taller de “Yarey Fino”, especializado en sombreros, pamelas y otros objetos tejidos tan finamente que constituyen verdaderas obras de arte; el taller de “Yarey Típico”, que fabrica sobre todo sombreros de empleita, muy usados en las faenas agrícolas, así como jabas y otros artículos; el taller de Taxidermia, ubicado en Casilda, especializado en confecciones, bisutería, caracoles, coral y otras materias primas recolectadas de la naturaleza.

En el Combinado Industrial se confeccionan artículos textiles y funciona también como sastrería; el Taller de Minusválidos, cuyos trabajadores son discapacitados físicos y se dedican a elaborar artículos de papel y cartulina fundamentalmente (vasos para granizados, cajitas para alimentos, etc), así como velas cuando existe la materia prima; la Academia de Corte y Costura, con fines instructivos pero también productivos, y la Imprenta, en la cual aún con antiguos equipos se realizan impresiones diversas con gran profesionalidad.

Por último, a la EMPROVA pertenece también el taller “El Alfarero”, de reconocido prestigio en la elaboración de una gran gama de artículos elaborados con arcilla roja, que van desde minúsculos souvenirs hasta tinajas y los típicos porrones para agua, tan útiles sobre todo para losa hombres que trabajan en los cortes de caña durante la zafra. “El Alfarero” no es sólo el más conocido y el mayor de todos los talleres, sino que el volumen de su producción mercantil iguala a la suma de la realizada por el resto de los talleres.

La fábrica de confecciones por su parte, con una alta composición del sexo femenino entre sus trabajadores, varía sus producciones  en dependencia de la entrada de materia prima y a solicitud de los clientes. Las camisas, blusas, sábanas, fundas y componentes de uniformes escolares son algunos de los renglones que produce. Para ello emplean 40 máquinas textiles de factura soviética, atrasadas tecnológicamente.

El Establecimiento No. 106 “Mario Guerra” situado en la carretera a Casilda, es más conocido como “la fábrica de guantes”, pues esa era su producción fundamental cuando se fundó en 1989. El mismo pertenece a la Empresa del Calzado, y actualmente se especializa en la fabricación de artículos de talabartería industrial: guantes, bolsos, mochilas y estuches.

La industria de la construcción.

El sector de la construcción es una de las ramas que más impetuoso desarrollo ha tenido en el territorio producto del gran auge constructivo que se despliega en torno a la conservación y restauración de la ciudad, el mantenimiento y construcción de múltiples obras sociales, y en los últimos años, debido a la creación de la infraestructura necesaria para el desarrollo del turismo. En Trinidad radican varias entidades relacionadas con la producción de materiales de construcción, así como las que se dedican a la ejecución directa de las obras.

La fabricación de tejas y ladrillos se desarrolló en Trinidad gracias a la arcilla roja impermeable que abunda en sus alrededores, así como a disposiciones legales y a la ocurrencia de fenómenos que obligaron a los trinitarios a hacer un uso más frecuente de estos materiales, tales como el bando publicado en 1793 que prohibía cobijar las casas con guano, o los destructores efectos del ciclón del 14 de octubre de 1812 que derribó más de 500 casas. Lo cierto es que la fabricación de ladrillos y tejas, primero realizada manualmente y después introduciendo técnicas modernas, han formado parte de la tradición laboral trinitaria desde hace más de dos siglos

Los diez tejares que operan se encuentran en las cercanías de la ciudad o en su propia periferia. Produce tejas las unidades “La Estrella”  y “Mercedes” ambas en La Chanzoneta, sí como el “Camilo Cienfuegos” y “Fidel Claro en La Pastora. Esta última entidad produce tejas francesas y criollas. Los talleres “La Milpa”, “Panadés” y “Santa Bárbara”, muy cerca uno de los otros en la calle Anastacio Cárdenas (Reforma), se especializan en la producción de ladrillos, así como el “Carlos Marx” en Pity Fajardo, el “Angel Gil” de La Pastora y el tejar “San Francisco” de La Media Legua.
A pesar de la carencia de recursos materiales que le permitan cumplir los planes propuestos en cada año, el deterioro de los equipos y de las máquinas herramientas, la labor desarrollada por los trabajadores de la Unidad Básica de la Construcción es altamente reconocida por los trinitarios.

Los servicios.

Bajo este concepto se desarrolla un conjunto de actividades económicas cuyo principal objetivo es satisfacer las necesidades de la población, tales como el comercio, la gastronomía, los servicios personales y técnicos, los servicios comunales, y otros no menos importantes como los de acueducto, transporte y comunicaciones. Todos ellos están de una forma u otra, ligados a las expectativas e intereses de las personas, y en no pocos casos, la calidad, prontitud y eficiencia con que se prestan, pasa a ser un índice importante del nivel de vida de la población.
Hasta el año 2000 la actividad comercial y la gastronómica se ejercían por dos entidades independientes: la Empresa Municipal de Comercio Minorista y la Empresa Municipal de Alimentación Pública y Alojamiento respectivamente. Estas se fusionaron y comenzaron a operar como una sola entidad a partir del año 2001.
La red de instalaciones del comercio en el municipio está integrada por 99 unidades o tiendas de víveres, 20 casillas donde se expenden productos cárnicos, 11 tiendas industriales y 1 tienda de ventas por comisión.
La Gastronomía, por su parte, tiene como  misión prestar el servicio gastronómico a la población en sus diversas modalidades: el sistema de atención a las familias (SAF), y la llamada gastronomía tradicional, dirigida a los sectores de más bajos ingresos, con productos subsidiados y que se elaboran y se venden a muy bajos precios; el sistema de atención a los trabajadores (SAT), que oferta servicios de alimentación y meriendas a los trabajadores de las entidades estatales que operan en moneda libremente convertible y pagan el servicio en este tipo de moneda, y por último la gastronomía de la Organización Económica Estatal (OEE), cuyos productos son adquiridos en divisas y se venden a un precio ligeramente inferior a los que se venden los mismos en las tiendas de recuperación de divisas (TRD).

Para prestar servicios gastronómicos en el municipio se cuenta en total con 36 círculos sociales, 16 restaurantes, 26 cafeterías, 4 bares,  1 mercado agropecuario y otras instalaciones de apoyo.

La poca asignación de productos por el balance, la carencia de insumos, el deterioro de las instalaciones y la rotura de los equipos de transporte, entre otras causas, han condicionado que la actividad gastronómica, sobre todo aquella que se desarrolla en la red popular, haya sufrido un retroceso en la cantidad y calidad de los servicios que prestan, espacio que han ido ganando para sí los trabajadores por cuenta propia que en número creciente se han incorporado a este tipo de labor.

Los servicios personales y técnicos.

Los servicios personales y técnicos abarcan una amplia gama de más de 37 actividades que van desde la barbería, peluquería, manicure, hasta el llenado de fosforeras, pasando por la reparación de fogones, enseres menores, calzado, televisión, refrigeración, chapistería, sastrería, etc. Esta entidad vende además ropa de uso rediseñada por sus propios atelieres, con muy buena aceptación popular.

La encargada de desarrollar estas actividades es la Unidad Básica Estatal (UBE) de Servicios, establecimiento subordinado a la Empresa Provincial de Servicios. Para ello cuenta con más de cincuenta instalaciones, algunas de ellas arrendadas a personas que desarrollan el trabajo por cuenta propia.

Los servicios comunales.

La Unidad Presupuestada de Servicios Comunales  cuenta con 5 establecimientos: Higiene y necrología; Transporte y Abastecimiento; Áreas Verdes; Floricultura y Atención al Cordón Playa.

Para el mejor desempeño de sus funciones, han sido creadas por la Dirección nueve zonas comunales que radican en Condado, Caracusey, San Pedro, Pitajones, Manacas-FNTA, Casilda, Armando Mestre, Monumento y Centro, estas tres últimas en la ciudad cabecera.

Las instalaciones subordinadas a la U.P. de Servicios Comunales son la funeraria municipal, la fábrica de coronas, 1 florería, el complejo de recreación infantil, la plaza cultural “13 de agosto”, 2 viveros y 5 jardines. La entidad atiende también los nueve cementerios que existen en el municipio: el de la calle Boca (llamado también el cementerio católico), y el de la calle Desengaño, ambos en la ciudad de Trinidad, así como los de Condado, Río de Ay, Caracusey, San Pedro, Casilda, Topes de Collantes y Polo Viejo.

El crecimiento de la ciudad y el incremento de la población hacen insuficiente el parque de equipos utilizados tanto para los servicios fúnebres como en la recogida de desechos. De igual forma, gravitan en contra de los servicios prestado, el deterioro y antigüedad de los equipos, la carencia de colectores de basura, tanto fijos como móviles y la falta de mobiliario para los servicios fúnebres.

Los servicios de Acueducto y Alcantarillado.

El sistema de abasto de agua a la ciudad de Trinidad data del siglo XIX. Con el crecimiento y expansión en población y área respectivamente, la exquisita fuente subterránea de San Juan de Letrán, que emerge de una cueva situada en las montañas a más de 200 metros de altura y es conducida por gravedad hasta la planta potabilizadora del Acueducto, se hizo insuficiente para la ciudad desde hace ya varios años.

Al sur de la ciudad, en la llanura costera fueron abiertos 12 pozos que aportan unos 25 litros por segundo de agua cada uno la cual se bombea hacia las nuevas zonas residenciales y hacia las instalaciones turísticas de la península Ancón. Estos pozos, ubicados en tres campos (Santiago Escobar, Las Piñas y Los Mangos) están perforados en una zona que actualmente está sometida a estudios hidrogeológicos, pues no está claramente determinado el flujo de las aguas del manto freático de acuerdo al buzamiento de los estratos. De ahí que aunque teóricamente pudieran ser sometidos a una explotación más intensa (de hasta 50 o más litros por segundo), no es conveniente hacerlo, pues se correría el riesgo de que se salinicen, sobre todo si se tiene en cuenta la cercanía relativa al mar de los mismos.

La demanda de agua de la población (350 litros por segundo), sólo se satisface actualmente al 45% en el período seco y al 78% en el período húmedo, pues la fuente de San Juan de Letrán sólo aporta  desde 20 hasta 110 litros por segundo según el período. A partir del año 2000 se puso en explotación una conductora para trasladar los 100 litros por segundo que aporta el campo de los pozos de Santiago Escobar hasta el tanque de La Chanzoneta, comunicado a su vez con los filtros de la Planta Potabilizadora. Cuando esta instalación funciona como está previsto, sin averían ni interrupciones, la ciudad puede disponer del 100% de su necesidad en el período húmedo y de hasta un 85% en el período seco. No obstante, errores en la instalación de la conductora, así como pérdidas por el mal estado de la red que provoca numerosos salideros, hacen que todavía el abasto de agua a la ciudad de manera satisfactoria no se haya logrado totalmente, aunque la situación ha mejorado en los últimos años.

Con el objetivo de abastecer de agua potable corriente a las comunidades de mayor población, se inició la construcción en el año 2000 de varios acueductos rurales que beneficiaron a más de 10 mil habitantes de las zonas de Palmarito, La Paloma, Crucero Manacas, Algaba, Meyer, La Pastora, La Pedrera y La Chispa.

Los servicios bancarios

Los servicios bancarios se prestan a la población a  través de la Sucursal 5152 del Banco Popular de Ahorro y el de la Sucursal 5181 del Banco de Crédito y Comercio. También operan en el municipio dos Casas de Cambio (CADECA), que realizan operaciones de compra y venta de moneda libremente convertible.

En el Banco de Crédito y Comercio (BANDEC) presta servicios tanto a personas jurídicas como naturales, aunque sus clientes son en su mayoría las personas jurídicas. A estas se les presta servicios de cuenta corriente, tanto en moneda nacional como en moneda libremente convertible; depósitos en efectivo y cheques; financiamiento para inversiones y capital de trabajo; control de la ejecución del presupuesto y de los mecanismos de cobros y pagos en las unidades presupuestadas; control y asesoramiento en los mecanismos de cobros y pagos; servicios técnicos así como el control y codificación del dinero efectivo.

A las personas naturales se les presta servicios de ahorro ordinario en ambas monedas; depósitos a plazos fijos y a término; canjes de cheques de viajeros; negociación de tarjetas de crédito; transferencias desde el exterior; financiamiento a los agricultores y ventas de sellos y tarjetas.

El Banco Popular de Ahorro realiza operaciones similares, pero fundamentalmente a las personas naturales, las cuales constituyen la mayoría de sus clientes. A través del B.P.A. la población  puede adquirir créditos personales  en efectivo  con intereses muy bajos y a largo plazo.

Los servicios de seguro.

La Empresa del Seguro Estatal (ESEN) tiene en el municipio un representante y varios agentes  no profesionales. Entre los trinitarios aún no está muy difundida esta importante modalidad de los servicios, pues no existe una cultura acerca de las ventajas del seguro.

Más utilizadas son otras modalidades, como el seguro a vehículos y motos, así como los seguros agropecuarios. Estos últimos son realizados de oficio por los bancos cuando se gestionan créditos para la actividad agrícola.

Los servicios de seguro abarcan también otras modalidades tales como la responsabilidad civil, las bicicletas y las viviendas. Las cuotas que deben pagarse por un seguro son relativamente módicas, y cubren los gastos o pérdidas que pueda tener el asegurado en determinada línea.

El transporte público.

Tres entidades se encargan de prestar el servicio de transporte de pasajeros: la Dirección Municipal de Transporte, la Asociación de Transporte por Ómnibus (ASTRO) y el Ferrocarril. Existen otras agencias como TRANSTUR y TRANSGAVIOTA dedicadas en lo fundamental al transporte de turistas, así como la Empresa de Ómnibus Escolares que como su nombre indica, presta servicios principalmente al sector educacional.

La actividad de transporte de pasajeros ha sido muy afectada por las limitaciones del período especial, sobre todo por la carencia de piezas de repuesto y las limitaciones en el combustible. Durante algunos años de la última década el coeficiente de disponibilidad técnica no rebasó la cifra del 60%

Antes del año 1986 las rutas de ómnibus cubrían todas las comunidades del municipio, todas ellas con una o varias salidas diarias. Para Sancti Spíritus, la cabecera provincial, se producían 21 salidas diarias, una salida cada una hora desde las 3.00 am hasta las 11.00 pm. En la actualidad las rutas se han reducido a sólo 19 y algunas de ellas, como la de Sancti Spíritus ha reducido sus salidas a tres diarias.

La Asociación de Transporte por Ómnibus (ASTRO) cuenta  con un parque de 3 microbuses, 2 minibuses y  varios   ómnibus   que el pueblo conoce como “las amarillas”. Su función fundamental es prestar servicios en moneda libremente convertible a las diversas entidades del turismo para la transportación de sus trabajadores aunque también presta servicios en moneda nacional previa contratación.

La Empresa de Transportes Escolares tiene `por su parte un parque de 18 ómnibus  tipo “Girón”, y su misión fundamental es transportar los estudiantes desde y hacia los centros internos, los campamentos de las escuelas al campo, así como otras actividades en su mayoría relacionadas con la actividad educacional.
En el año 2010 se realizaron en el municipio más de 24 mil viajes, transportándose una cifra superior a un millón 300 mil pasajeros, con una recaudación cercana a los $700 mil pesos.

Las Comunicaciones: teléfonos, correos, prensa y la radiodifusión.

Teléfonos.

Los centros telefónicos de Trinidad, Casilda, FNTA, Topes de Collantes y la Central Digital de la Península de Ancón, posibilitan la comunicación de Trinidad con el resto del país y del mundo. En los últimos tres años se ha logrado un mejoramiento sustancial de los servicios telefónicos al poner en marcha 21 estaciones públicas internacionales, 20 públicas con acceso nacional, así como la automatización de varias públicas situadas en las zonas rurales. En el municipio existen en total más de 3 000 abonados al servicio telefónico con más de 3 000 capacidades instaladas. En Trinidad se realizan como promedio mensual unas 35 000 llamadas telefónicas. En la actualidad se desarrolla un trabajo encaminado a la ampliación de los canales telefónicos con una nuevo sistema digitalizado, lo cual, además de incrementar en unos pocos años las capacidades, permitirá elevar considerablemente la calidad de los servicios.

Correos   y  Prensa.

La distribución de la correspondencia, la venta de sellos, tarjetas postales, la distribución de la prensa, la entrega de bultos postales, giros, el pago a jubilados, así como el cobro de las cuentas de electricidad y agua así como las multas impuestas a los ciudadanos, son las principales actividades que realizan los correos.

La prensa se distribuye hasta los lugares más apartados, bombardeándola desde avionetas en las zonas de más difícil acceso, como sucede en el caso de las zonas de Topes de Collantes.

La radiodifusión.

La tradición radial trinitaria se remonta a 1939 cuando Kiki Valle y Jesús Béquer fundaron la planta radial cuyas siglas eran CMHT, que radicó primero en la calle Jesús María (donde actualmente se encuentra la pizzería “Tosca”), y posteriormente en el Palacio Brunet (hoy Museo Romántico).

Esta empresa tuvo que ser disuelta por falta de rentabilidad económica y la planta fue vendida a empresarios espirituanos poco después, por lo que Trinidad quedó sin emisora, aunque desde Topes de Collantes la emisora “Radio Topes” difundía el acontecer del lomerío y de la unidad estudiantil en la voz de Pedro Pérez Madrigal. Esta emisora funcionó hasta 1986.

En el año 1990 se inauguró en el municipio el estudio de radio, que durante una década sirvió de enlace a las voces trinitarias con la emisora provincial y otras emisoras de la cadena nacional. En el año 1995 se confeccionó el proyecto de la puesta en marcha de una emisora en Trinidad cuyo nombre sería “Radio Cadena Sur”, el cual se cambió posteriormente por “Radio Trinidad”. En septiembre de ese propio año se acordó acometer los trabajos de remodelación de la tienda “Las Novedades” situada en la céntrica esquina de Jesús María y San Proscopio, frente al parque Céspedes. Paralelamente en la emisora provincial se inició la preparación técnica del personal que trabajaría en la misma.

La emisora quedó terminada y su primera salida al aire ocurrió el 28 de diciembre de 1999, en la banda de 1 190 kilohertz, en amplitud modulada, empleando un transmisor de 1 KW de potencia situado en La Media Legua.  La programación de la emisora fue diseñada para servir de vehículo informativo y de facilitación social sobre todo para la zona montañosa del Plan Turquino. A pesar de su relativo poco alcance, se han recibido mensajes de recepción desde Nicaro, Vertientes, Varadero, Isla de la Juventud y Jamaica.
A pesar del empeño, nunca la remodelación de un local inicialmente concebido como tienda, logró satisfacer los requerimientos técnicos que exige una verdadera emisora de radio. Por eso fue una buena noticia los trabajos  realizados para construir la nueva emisora, que quedó terminada en su ejecución civil en la calle Mercedes (Antonio Guiteras), a sólo dos cuadras de su posición original. La obra se dio por concluida el 19 de julio del  2001.
Radio Trinidad, transmite diariamente por frecuencia modulada y amplitud modulada, entre las 7.00 a.m. hasta la 1.30 pm, con una variada programación musical e informativa que tiene como centro la propia vida de la comunidad.

La Industria Turística.

La industria sin humo ha pasado a ser la rama motriz de la economía trinitaria, sobre todo a partir de la estrategia adoptada por el país para enfrentar el período especial.

En Trinidad se conjugan como en pocos lugares de Cuba elementos físicos, naturales, históricos y culturales que son ideales para el desarrollo de las múltiples modalidades del turismo: hermosas playas y límpidos y cristalinos ríos ideales para los bañistas durante todo el año; fondos marinos con barreras coralinas, pecios y peces para la práctica del buceo; las montañas, con paisajes casi vírgenes, en las cuales la riqueza y variedad de la flora y la fauna, sin alguna especie peligrosa para el hombre, permiten desarrollar todas las modalidades del turismo de naturaleza o ecológico; cavernas con galerías que sobrepasan centenares de metros y ocultan de la luz del sol impresionantes formaciones espeleológicas; historia rica y enjundiosa de casi cinco siglos, que ha dejado un acervo cultural tan variado que es capaz de satisfacer las exigencias de los más entendidos; un conjunto arquitectónico  urbano heredado de la conquista y colonización hispana en América que es uno de los mejores conservados del área del Caribe, y que determinó que el centro histórico de la ciudad fuese declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad...

A pesar de todos esos valores y de los intereses desarrollados sobre todo a partir de la segunda mitad del pasado siglo por algunas asociaciones o personas privadas para promover el turismo hacia Trinidad, al triunfar la Revolución en 19598 sólo existía una instalación con las condiciones necesarias para tal fin: el motel Las Cuevas. Posteriormente se inauguraron el Hotel “Costa Sur” y el restaurant  “Colonial”, pero aún así, en el año 1985 la actividad turística en el municipio aportó ventas por algo más de 3,5 millones de pesos, y de ellos sólo $53 500. 00 en divisas.

Quince años después, en el año 2000, sólo en divisas, el polo turístico de Trinidad, que ha pasado a ser el 5to a nivel de país, aportó $22 000 000. 00 (CUP), lo que en números redondos da un crecimiento anual promedio del 148%, aunque ya en 1995 se habían alcanzado ingresos del orden de más de $9 000 000. 00 (CUP), y las utilidades sobrepasaban los dos millones.  

Para el desarrollo de la actividad turística existen en el municipio cuatro territorios principales: la propia ciudad de Trinidad, el Valle de los Ingenios, la Península de Ancón y Topes de Collantes. En cada una de ellas pueden practicarse diversas modalidades del turismo.
En el territorio de Trinidad  operan  6 instalaciones hoteleras (Hoteles Costa Sur, Trinidad del Mar, Ancón, Las Cuevas, Iberostar y Ma Dolores). En estos momentos se construyen dos nuevos hoteles de ciudad: La Ronda y Pansea.  También operan varias instalaciones extrahoteleras como la Marina Mailing, el Grupo Empresarial Palmares y la cadena de tiendas Caracol entre otros.
Sólo las instalaciones del territorio Trinidad recaudaron durante el año 2010, un monto de 14 millones 944 mil novecientos pesos, de ellos, más de 12 millones en divisas (Pesos cubanos convertibles: CUP)

Existen en Trinidad además varias entidades que apoyan toda la actividad turística desde el punto de vista del aseguramiento material, técnico, financiero y de recursos humanos, que con carácter creciente demanda lo que ya, desde hace algunos años, ha desplazado a la actividad agropecuaria como la principal rama de la economía trinitaria.

Entre ellas merecen destacarse la Escuela de Hotelería y Turismo (Formatur), los dos establecimientos de ABATUR (Abastecimientos al Turismo), los establecimientos de EMPRESTUR (Prestación de servicios al turismo), el FINTUR (Banco financiero para el turismo), la OTET (Oficina Territorial de empleo para el turismo) y el Centro de Información para el Turismo (INFOTUR). También en la ciudad han abierto representaciones diversas Agencias de Viajes, tales como Cubatur, Habanatur, Paradiso, etc, así como diversas empresas para el transporte turístico como Transtur, Transgaviota, Astro, y otras.

 Alemania, Francia y  Canadá han  sido los principales emisores de turistas hacia Trinidad, alternando España, Italia y Gran Bretaña con estas posiciones.

El sector emergente.

Existen otras entidades del territorio que están autorizadas a operar en moneda libremente convertible. Las mismas no se subordinan al Ministerio del Turismo, aunque generalmente prestan servicios a turistas, sino que lo hacen a sus propios ministerios. Estas entidades han sido agrupadas bajo el término de “sector emergente”. En Trinidad a este sector pertenecen las tiendas de recuperación de divisas (TRD) “La Colonial” y “El Encanto”; la tienda “Amistad” del CIMEX; la EMSUNA (Empresa mayorista de suministros nacionales); el Bazar y la imprenta del Poligrágico de la Industria Ligera;; Cubalse con sus tiendas “El Fénix”, “El Alba” y “Dita”; la cadena de tiendas “Universo”; el Fondo de Bienes Culturales y ARTEX del Ministerio de Cultura, este último con su casa matriz “Casa Fischer”, la Casa de la Trova y otros puntos de venta distribuidos en diversas instalaciones culturales del municipio; Cubartesanía, también de la Industria Ligera; ASTRO (Asociación de Transporte por Ómnibus); la Casa de la Música de la EGREM; el ICAP (Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos) y DIVEP (Comercializadora de piezas y accesorios).

IV – INDICADORES IMPRESCINDIBLES DEL DESARROLLO HUMANO.

La educación

Para desarrollar los servicios de la educación gratuita y materializarla como uno de los grandes derechos humanos, cuenta Trinidad con 5 Círculos Infantiles, 48 escuelas de primaria, 2 escuelas de enseñanza especial, 8 secundarias básicas, 3 centros politécnicos (Economía, Agronomía, Informática), 2 escuelas de Oficios, 3 institutos preuniversitarios, 1 escuela de artes, 1 facultad obrero campesina, 1 escuela superior de hotelería y turismo, 4 Filiales Universitarias para la formación de profesionales (Cultura Física, Pedagogía, Ciencias Médicas y Humanidades) y una Facultad Universitaria de Agronomía de Montaña)

Vinculados al Ministerio de Educación hay 2 496 trabajadores, de los cuales 1 728 son docentes, aunque hay además trabajadores vinculados a la docencia y la actividad formativa que no pertenecen a otros ministerios como el Ministerio de Educación Superior en el caso de la Facultad de Montaña y al Ministerio del Turismo en el caso de la escuela de hotelería y turismo.

En la zona de “El Castillito” de Topes de Collantes, funciona desde el año 1993 la Facultad de Agronomía de Montaña del Escambray (FAME), centro de enseñanza superior subordinado a la Sede Universitaria de Sancti Spíritus perteneciente a la Universidad Central de Las Villas. En dicho centro se forman ingenieros agrónomos especializados en los cultivos propios de las montañas: el café, el cacao y los forestales, y sus egresados constituyen  la fuerza de trabajo calificada que nutre las empresas que trabajan en el desarrollo económico del macizo montañoso, no sólo del municipio Trinidad, sino también de los municipios montañosos de Sancti Spíritus, Cienfuegos y Villa Clara.

La matrícula del municipio en todas las enseñanzas supera los 14 000 estudiantes, por lo que en la práctica, uno de cada 5 trinitarios recibe clases en algún centro educacional.

La Salud Pública

La cobertura de los servicios de salud en el territorio se  realiza a través de 173 instalaciones , en las cuales laboran  2 149 trabajadores. El sistema de la salud está integrado por una Dirección Municipal a la cual se subordinan 1 hospital general , 1 hospital rural, 1 hospital general de montaña,  4 policlínicos, 1 clínica estomatológica (con 34 sillones en ubicados en varias comunidades, incluyendo uno móvil), 1 hogar materno, 1 hogar de ancianos, 1 clínica internacional para atención a turistas, 5 puestos médicos, 93 consultorios del Médico de la Familia, 1 unidad de control de ambulancias con  16   vehículos, 20 farmacias (12 comunitarias, 2 pilotos y 6 especiales), 1 óptica, 1 laboratorio de medicina verde y 1 centro de Higiene y Epidemiología.

Un total de 2 149 trabajadores laboran en la esfera de la salud en el municipio, de ellos 270 médicos especialistas en Medicina General Integral, así como 67 especialistas en otras ramas, entre ellos  pediatras,  clínicos,  cirujanos,  anestesistas,  obstetras,  psiquiatras,  alergistas,  neonatólogos,  maxilofaciales,  dermatólogo,  ortopédicos, y  especialistas en Higiene  y Epidemiología. Para apoyar el trabajo de los médicos, trabajan 315 enfermeras.
En Trinidad existe un médico  por cada 277 habitantes, y un estomatólogo por cada 1783.

Han prestado su colaboración como profesionales de la medicina en 12 países del mundo  203 médicos y enfermeras del municipio.

Las enfermedades que más incidencia tienen en la población trinitaria son, en primer término, las cardiovasculares, entre ellas la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y el asma bronquial. No obstante, los diversos programas que desarrollan los trabajadores de la salud en el territorio ha permitido mantener indicadores de morbilidad en los parámetros normales. Dentro de esos programas se sigue con especial atención el Programa de Salud Materno Infantil (PAMI), a través del cual se da seguimiento y atención priorizada a las mujeres desde la detección de su embarazo hasta el nacimiento del hijo y posteriormente a los primeros años de vida del mismo.

El resto de los programas son el de enfermedades transmisibles, el transporte sanitarios, el programa de atención al adulto mayor, el programa de atención hospitalaria, el sistema integrado de urgencias médicas (SIUM), las enfermedades no transmisibles, el programa de producción de medicamentos, la atención primaria de salud, el programa de la sangre y el de atención estomatológica.

En Trinidad durante el año 2010 existió una tasa de mortalidad infantil inferior a 6  fallecidos por cada 1000 nacidos vivos, la más baja en la historia de la salud pública en el municipio. En las zonas montañosas del Plan Turquino no ocurrieron fallecimientos de niños menores de un año. Tampoco ocurrió en el municipio ningún fallecimiento materno.

El grupo básico de trabajo de la Salud, compuesto por varios especialistas de las especialidades no básicas, visita sistemáticamente las comunidades y de esta forma se logra acercar aún mas los servicios de salud a la población. Se ha logrado vacunar al 95%

El deporte

Existen en el municipio 1 academia de ajedrez, 1 pista de atletismo, 23 canchas de baloncesto, 2 de balonmano, 9 estadios de beisbol, 1 gimnasio de boxeo, a terrenos de futbol, 2 gimnasios de lucha, 1 área de ciclismo, 1 área de kárate, 1 gimnasio de pesas, 1 campo de tiro, 8 canchas de voleibol, 1 gimnasio fisioterapéutico, 2 bases de pesca deportiva, sendas áreas de Cultura Física, Terapéutica y Pioneril, así como un beisbolito (stadium de béisbol para niños)..

Trinidad ha aportado excelentes deportistas al país en los últimos años. De ellos los más destacados han sido:

La escasez de medios deportivos ha sido una de las dificultades a las que han tenido que enfrentarse los profesores de Educación Física y de las diversas áreas deportivas para seguir manteniendo el interés y la práctica y los resultados deportivos de los trinitarios en el deporte.

En el municipio se practican sistemáticamente 16 de los 32 deportes que se practican en la provincia oficialmente, para un 50%. Practican deportes sistemáticamente 14 749 trinitarios, 11 938 en educación física para adultos, 156 en el gimnasio de cultura física, 237 en el área terapéutica, 25 discapacitados, 638 incorporados al deporte social y 1 755 en áreas deportivas.

Los deportes practicados por los trinitarios en los tres niveles de competencia (pioneril, escolar y juvenil) y que han tenido tendencia a mejorar los resultados en los años anteriores han sido el atletismo, el kárate Do, el Voleibol y el boxeo en los 3 niveles; el fútbol y la natación en los dos primeros niveles; la lucha en el segundo nivel (escolar) y el ciclismo en el segundo y tercer nivel.

El rango potencial deportivo del municipio es mantener el 3er lugar en la provincia por los resultados competitivos en los diversos deportes que se practican de los niveles pioneril, escolar, juvenil y el deporte social.. Para ello, la Dirección de Deportes trabaja en el Programa de formación integral del deportista y la enseñanza deportiva, el cual a su vez está integrado por 4 proyectos fundamentales: el proyecto de control y superación científico técnica y metodológica de la enseñanza deportiva; el proyecto para la detección, selección y control del talento deportivo; el proyecto de accionar del trabajo político ideológico en las áreas y combinados deportivos y el proyecto de sistemas competitivos o régimen de participación.

La cultura.

La Dirección Municipal de Cultura, con todos sus    trabajadores se ha propuesto como misión la promoción de los valores más autóctonos en aras de la satisfacción de las necesidades espirituales de todos los que viven o pasan por Trinidad, ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Un total de 53 instalaciones culturales componen la infraestructura sobre la cual se desarrolla esta encomiable labor, dentro de las cuales encontramos 5 museos; 1 biblioteca municipal con 20 minibibliotecas, 2 sucursales, 1 bibliobús (actualmente sin funcionar) y 21 puntos de servicio; 2 librerías y 2 librerías sociales; 1 casa de la cultura; 3 casas comunales; 4 cines y sendas instalaciones para la galería de arte, la escuela de arte, la casa del joven creador, la tienda del fondo de bienes culturales, el teatro, la casa ARTEX, la casa de la trova y la casa de la música.

El potencial artístico con que cuenta Trinidad actualmente está compuesto por un numeroso grupo de agrupaciones y solistas en variadas manifestaciones del arte.

En las artes escénicas se destacan el Conjunto Folklórico, el Conjunto Leyenda Folk, el Grupo Folklórico Kokoró, el Proyecto Teatral Sur y el grupo humorístico Electro Show.
El quehacer cultural de Trinidad debe mucho a los más de 300 aficionados que agrupados en 52 unidades artísticas de las diversas manifestaciones aportan valiosas experiencias en el trabajo cultural diario. Ellos están atendidos por  instructores de arte, aunque en esta labor son de gran importancia los promotores culturales y naturales.

En los últimos años la dirección de Cultura en el municipio ha dado pasos sólidos en el rescate de las tradiciones populares del territorio, algunas de las cuales se habían prácticamente perdido o se habían despojado de sus atributos originales. De esta forma, se ha rescatado el San Juan Trinitario, la más importante de las festividades, caracterizada por los paseos de comparsas, las carrozas, comparsas, carreras a caballo y coches engalanados. Estas festividades se celebran durante todo el mes de junio, fundamentalmente los fines de semana, aunque el fín de semana más cercano a los días 22, 23 y 24 de junio se celebra el carnaval trinitario.

Otras fiestas significativas que se han rescatado han sido La Candelaria, que se celebra en Condado los días 2 de febrero, y el San Blas en el poblado de Caracusey al día siguiente. Ambas son fiestas campesinas y en ellas el baile tradicional es la siribinga. En mayo, se celebra la “Cruz de mayo” en San Pedro, que además de música campesina, incorpora torneos a caballo y competencias de bailes.

En junio, coincidiendo con las fiestas de carnaval o del San Juan, se celebra en novenario de San Antonio, que se efectúa en el Cabildo de San Antonio, tradición sustentada en los ritos africanos del palo monte, y en la cual se realizan diversas ceremonias y cantos.  En agosto, los días 17 y 18 los casildeños celebran las fiestas de Santa Elena, patrona del poblado y de los pescadores, en la cual además de las competencias marítimas, se llevan a cabo bailables y torneos a caballo, que en los últimos años han ganado en popularidad y atraes más público que las propias competencias marítimas.

El 9 de octubre se lleva a cabo la única fiesta tradicional gremial del municipio: San Crispín o fiesta de los zapateros, con música tradicional y competencias entre los practicantes del oficio. Casi al finalizar el año, el 22 de noviembre, los músicos celebran el día de Santa Cecilia, patrona de todos los que practican este arte.

Todos los segundos domingos del mes de enero de cada año, se conmemora la fecha de la fundación de la ciudad de Trinidad. Coincidiendo con esta conmemoración, se celebra la Semana de la Cultura, evento del cual la ciudad de Trinidad fue pionera en el país. Cada año, la semana de la cultura está dedicada en lo fundamental a una manifestación determinada. Durante esa semana se desarrolla un proyecto que abarca no sólo la ciudad, sino también las comunidades rurales del municipio, y en el cual juegan un papel importante las instituciones culturales, sobre todos los museos y la Casa de la Cultura.

Muy destacada ha sido desde su fundación la Escuela de Arte de Trinidad, la cual tiene como sede el antiguo Cuartel de Dragones, imponente edificación del tiempo de la colonia que durante muchos años fue la estación de ferrocarril de la ciudad. Los alumnos graduados en sus talleres en la manifestación de Artes Plásticas, han participado en diversos trabajos en la ambientación y embellecimiento de la ciudad y sus trabajos se han exhibido en diversas exposiciones nacionales e internacionales.

Lamentablemente, algunas instituciones culturales del territorio como el Museo de Arqueología, la biblioteca municipal Gustavo Izquierdo, las tres Casas Comunales y  las dos Casas Museos se encuentran en muy mal estado constructivo. También en ese caso están los dos cines, el Guamuhaya, que no presta servicios desde 1998 y el Romelio Cornelio que requiere también de reparaciones.

El trabajo y la seguridad social.

La Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social es la encargada de atender múltiples actividades relacionadas con el empleo y los recursos humanos de forma general en el territorio. A 46 mil 123 personas asciende la población en edad laboral a inicios de 2010 en el territorio.
En correspondencia con la nueva política económica y social puesta en práctica a partir del  año 2010, la reducción de las numerosas “plantillas infladas” en las empresas estatales, el proceso de análisis y declaración de los trabajadores disponibles en este proceso, la apertura de nuevas formas de empleo que pueden ser ejercidas mediante el trabajo por cuenta propia, han sido parte de las complejas tareas que ha desarrollado el “Órgano del trabajo”, como es conocida esta entidad comúnmente.
Bajo el principio de no dejar desprotegido a ningún ciudadano, pero confiados en que el reajuste de la fuerza laboral es absolutamente necesario si se pretenden elevar los niveles de eficiencia de la economía estatal socialista, hasta el momento en el municipio se han desarrollado los procesos de disponibilidad en cinco de los organismos de la administración central del estado: los ministerios del azúcar, salud, agricultura, industria alimentaria y el turismo.
Un total de 1 154 trabajadores de estas organizaciones han sido declarados como disponibles, de los cuales más de la mitad han sido reubicados en otras tareas.

La apertura del trabajo por cuenta propia como fuente de empleo, ha sido una solución para muchos trinitarios. 2 805 personas ejercen alguna de las actividades autorizadas, entre ellas, las más representativas son  la de personal doméstico (150), bordadora tejedora (136) y elaborador vendedor de alimentos y bebidas no alcohólicas al detalle en punto fijo (416).

La Justicia y la tranquilidad ciudadanas.

En Trinidad funcionan varias instituciones subordinadas al Ministerio de Justicia, encargadas del control y los procesos legales que deben realizar los ciudadanos residentes en el territorio. Existe un Registro Civil Municipal, así como centros registradores en Topes de Collantes, Caracusey y Condado; dos Notarías, una Consultoría Jurídica y un Registro de la Propiedad.
En el Registro Civil, encargado de registrar los nacimientos, defunciones, así como la realización de diversos trámites legales como los antecedentes penales, control y aportes al presupuesto estatal por concepto de decomisos y otros.
La Consultoría Jurídica,  presta mediante la formalización de un contrato, asistencia y asesoría legal a todas las entidades administrativas del territorio que no cuentan con su propio asesor jurídico. Sus abogadas pertenecen por derecho propio a los Consejos de Dirección de las organizaciones a las cuales prestan su asesoría, y desarrollan una valiosa labor de orientación fundamentando legalmente la actuación de las administraciones.

En el Registro de la Propiedad, es el encargado de realizar el registro de todos los bienes patrimoniales, tanto de las personas naturales como de las jurídicas en el territorio, trátese de viviendas, fincas, inmuebles, medios básicos u otros tipos de propiedad. El trabajo del Registro es relativamente reciente. Comenzó a funcionar en el último año del siglo pasado y actualmente está iniciando una importante labor que durante décadas fue prácticamente inexistente y que sin embargo es absolutamente necesaria a los efectos de mantener la legalidad y el control.

Prestan servicios en Trinidad dos Notarías, y funciona en la ciudad una Fiscalía, que representa los intereses del Estado en los diversos procesos de carácter legal que se desarrollan ante los Tribunales. La Fiscalía contribuye además, a restablecer la legalidad en aquellos casos en que esta ha sido lesionada, tanto por personas jurídicas como naturales, desarrollando múltiples acciones que van desde las charlas profilácticas en audiencias públicas hasta verificaciones y controles fiscales a entidades administrativas.

La Asociación Nacional de Bufetes Colectivos tiene en Trinidad una representación que agrupa a  varios    abogados, los cuales prestan asistencia en materia legal, mediante contratos, a personas, tanto jurídicas como naturales que así lo soliciten. De igual forma, realizan la representación de oficio ante los tribunales de aquellos casos que así lo requieren. Existe también un Bufete Internacional, que presta servicios en moneda libremente convertible, sobre todo a personas naturales o jurídica de otras nacionalidades.

En el Tribunal Municipal trabajan los jueces encargados de dictar sentencia sobre los diversos procesos que le son presentados. El Tribunal conoce además de otra amplia gama de procesos, entre ellos los de divisiones de bienes, incidentes para variación de pensión alimenticia, divisiones de caudal hereditario, incapacidades, así como otros basados en la disciplina y mejores derechos del ámbito laboral.

Las fuerzas de la policía Nacional Revolucionaria y del Ministerio del Interior son una garantía para la seguridad y el orden interior.  Como promedio se reportan en Trinidad mensualmente entre 25 y 40 delitos, en dependencia de la época de año, incrementándose estos sobre todo en la temporada de playa, durante las fiestas de carnaval y otras celebraciones, incluyendo los que ocurren por accidentes del tránsito. Una de las tipicidades que ha tenido mayor incremento ha sido precisamente esta última.

Si se compara el número de delitos ocurridos en Trinidad  y su tipología (menos de dos delitos diarios; cero índice de asesinatos, secuestros, consumo y comercialización de drogas) con los que ocurren en otras áreas del mundo, puede decirse con sano orgullo que Trinidad es una ciudad tranquila. Sin embargo, no puede desconocerse que en los últimos años diversos fenómenos negativos de la conducta social, tales como el asedio al turismo, la prostitución, los delitos contra extranjeros y otros, han surgido en el territorio, empañando la imagen de una ciudad que se caracterizó siempre por las buenas costumbres y la tranquilidad ciudadana.

Estudios realizados recientemente permitieron determinar que las principales causas que han propiciado un incremento de la actividad delictiva, están vinculadas a deficiencias y morosidad en la adopción de medidas económicas y organizativas que contribuyeran a disminuir el impacto social del turismo, el resquebrajamiento del papel que debe jugar la familia  como célula base de la sociedad, las deficiencias en el trabajo educativo desarrollado por la escuela y la sociedad en su conjunto, así como la carencia de un plan coherente e integral que abarcara la acción mancomunada de todos los factores políticos, sociales y administrativos.

La defensa del Patrimonio Histórico.

Durante sus casi cinco siglos de existencia, Trinidad ha atesorado un rico patrimonio tangible e intangible, cuya conservación, defensa y preservación para las generaciones futuras, es una de nuestras más valiosas conquistas. A mediados del siglo XIX, después de la caída estrepitosa de la producción azucarera, sustento de la opulencia trinitaria, la ciudad, sumida en la pobreza y aislada por carretera del resto del país, se “encierra en sí misma” y por suerte, no se ve envuelta en la vorágine de las influencias renovadoras, de las modificaciones y remodelaciones que afectaron la arquitectura original en la mayoría de las poblaciones de Cuba.

Aisladas voces se alzaron durante las primeras décadas de la República abogando por la protección de las riquezas de carácter excepcional atesoradas por la pobre ciudad. En el año 1940 se constituyó la Asociación Local de Turismo, para fomentar el desarrollo de esta actividad económica en Trinidad, y dos años más tarde se funda la Asociación Cívica Pro – Trinidad, creada con estos mismos fines. Para este empeño se basaba en las bondades de la geografía y el clima del territorio, pero sobre todo en su riqueza arquitectónica, fielmente conservada, pero con signos evidentes de un creciente deterioro que exigía la atención de las autoridades gubernamentales. Ese mismo año (1942), el notable historiador Emilio Roig de Leuschenring publica en la revista “Carteles” el artículo “Cuba por Trinidad, Trinidad por Cuba”, en el cual aboga también por el rescate de las riquezas trinitarias.

Sin ningún apoyo oficial, la labor de conservación y restauración en la ciudad era prácticamente nula y muchas edificaciones sufrieron por el abandono. En 1958 la prensa de la capital inicia una campaña en defensa del mantenimiento de las construcciones coloniales de Trinidad, algunas de las cuales estaban ya al borde de las ruinas, pero la carencia de fondos y de un presupuesto estatal para estos fines limita las acciones de los trinitarios, empeñados desde siempre en el cuidado y conservación de su ciudad.

No es hasta el triunfo de la Revolución que comienza con seriedad un trabajo encaminado al rescate del patrimonio. Se crea una Oficina de Restauración anexa a la dirección de Cultura y se emprende una cuidadosa labor para relacionar todos los valores, muchos de los cuales se habían perdido definitivamente. Dirigida personalmente por Carlos Joaquín Zerquera y Fernández de Lara, nombrado Historiador de la Ciudad desde 1967, se comenzó una paciente labor de rehabilitación y conservación de los principales inmuebles de la ciudad.

En 1974 se celebró por primera vez en el país la “Semana de la Cultura”, durante la cual queda inaugurado después de una intensa labor de restauración, el Palacio de los Condes de Brunet, convertido en el Museo Romántico.  Esta tradición se ha mantenido y a lo largo de las siguientes Semanas de la Cultura, se han ido dejando abiertas al público, totalmente restauradas, un gran número de joyas del patrimonio local. La intensa labor de rescate del patrimonio tangible e intangible, y la conversión de la mayoría de las casonas antiguas rescatadas de las ruinas en museos e instalaciones de carácter cultural y social de diversa índole, hicieron posible que en 1993 el municipio alcanzara la condición de “Módulo Cultural”.

Como colofón, en 1988 la Convención Internacional de Patrimonio de la UNESCO celebrada en Brasilia, acuerda incluir el centro histórico de Trinidad y el cercano Valle de los Ingenios en la lista de Patrimonios de la Cultura Mundial.

El 28 de marzo de 1997 aparece publicado en la edición ordinaria de la gaceta Oficial de la República de Cuba (página 101) el Decreto Ley Nro. 216.

En su primer Por Cuanto, el referido Decreto Ley expresa: “La conservación del Patrimonio Cultural y Arquitectónico es hoy tarea de primera línea cuya compleja estructuración en función del logro de sus propósitos, en las condiciones actuales del país, requiere de la creación de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad, institución cultural con personalidad jurídica propia, autoridad y jerarquía adecuada que le permita la obtención de recursos financieros que posibiliten el desarrollo de su trabajo, entre otros objetivos”.

De esta forma fue creada la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad, subordinada al Consejo de la administración de la Asamblea Municipal del Poder Popular, investida de las facultades necesarias para hacer cumplir sus objetivos y materializar su estrategia, la política y los planes dirigidos a la restauración del centro histórico y el Valle de los Ingenios y las demás áreas monumentales de <trinidad.

En el artículo Nro. 7 del decreto Ley Nro. 216 se plantean las atribuciones y funciones principales de la Oficina del Conservador de la Ciudad.

También se establece en el decreto que las entidades radicadas en el territorio deben contribuir a la restauración y preservación de la ciudad, aportando el 2% de sus ingresos en divisas y el 1% de sus ingresos en moneda nacional a la Oficina del Conservador.

La promulgación de este Decreto Ley constituyó un gran paso de avance en las aspiraciones de proseguir desarrollando aceleradamente la rehabilitación, cuidado y conservación de las excepcionales riquezas de la ciudad de Trinidad y su Valle de los Ingenios cuyos valores históricos son apreciados por un número cada vez mayor de visitantes de todo el mundo.

La Oficina del Conservador de la Ciudad surge a partir de un núcleo integrado por la Oficina de Restauración, dependencia hasta entonces de la Dirección Municipal de Cultura. Dentro de las misiones principales de la Oficina se destaca la fiscalización de las actividades que con relación a los bienes que integran la zona priorizada, realizan las entidades que no pertenecen a la Oficina, así como las acciones que sobre el patrimonio inmueble ejercen por sus propios esfuerzos, los habitantes, a fin de garantizar la pervivencia de los valores que han llevado a Trinidad a ser declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

A pocos años de constituida, la labor de la Oficina del Conservador se ha hecho sentir en el entorno trinitario. La rehabilitación de viviendas del barrio de las Tres Cruces, en la parte antigua de la ciudad; la reanimación de la calle Rosario; la reanimación de las fachadas de las calles San Proscopio; la construcción y habilitación de la escuela de oficios relacionados con la restauración; la rehabilitación de inmuebles de alto valor histórico y arquitectónico como las casas de Amargura No. 62, Frank País No. 34, Boca No. 463; el mejoramiento y restitución del empedrado de las calles del centro histórico; la reanimación y señalización de la carretera de Trinidad a Sancti Spíritus; la construcción de los murales de bienvenida en las dos entradas de la ciudad que remedan la torre del convento de San Francisco por la entrada desde Sancti Spíritus y la torre de Manaca Iznaga por la entrada desde Cienfuegos; la reanimación de la Alameda de Concha con sus fuentes; el rescate de la Casa Hacienda Guáimaro en el Valle de los Ingenios; los trabajos de investigación y conservación en numerosos sitios arqueológicos del Valle como en San Isidro de los Destiladeros; la construcción de diversas obras que completan las necesidades de su infraestructura como una cafetería, la base de aseguramiento...

La defensa del patrimonio tangible e intangible de la ciudad, es un deber del cual todos los trinitarios deben ser celosos cumplidores, pues la riqueza y el desarrollo de la ciudad se deben en gran medida al inestimable legado que nos hicieran nuestros predecesores, legado que todos estamos en la obligación de conservar y multiplicar para nuestras generaciones futuras.

El trabajo científico técnico.

El trabajo científico técnico que sintetiza el Fórum de Ciencia y Técnica constituye una estrategia política cuyo objetivo fundamental es agrupar a las masas de talento en la solución de los problemas que constituyen barreras en el cumplimiento de los objetivos de trabajo de las organizaciones administrativas e incluso estudiantiles y de masas.

En el municipio existen 361 centros en cada uno de los cuales está creada una comisión del Fórum, y que trabaja en base a un banco de problemas existentes en cada entidad. En total, suman 10 688 problemas registrados a los cuales los integrados a este movimiento tratan de encontrarle solución. Sobre ellos se han confeccionado 8 465 trabajos, generando 656 ponencias que han sido presentadas a los diversos niveles en los cuales se desarrollan los eventos del Fórum.

Han sido premiados a nivel municipal 276 trabajos, 34 a nivel provincial y 2 a nivel nacional. Una vez premiados en algunos de los diferentes niveles, los trabajos se divulgan para lograr su generalización y aplicación en los lugares donde puedan aplicarse.

Algunos de los trabajos desarrollados que han obtenido la categoría de relevantes y se encuentran generalizados son: La multimedia de la Trova Trinitaria, de Fidel Puertas y otros, del Centro de Informática;  Extractor de humedad para trabajos de laboratorio de anatomía patológica, de Jorge Ruiz y Olga J. Nip, del Hospital General; Validación de un plan de estudios para Secretarias Ejecutivas, de Norberto Pelegrín, de FORMATUR, así como Extractor de humo para caldera checa de Pedro Zerquera, de la Papelera Pulpa Cuba.

En Trinidad radica también un centro de Meteorología, adscrito al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, así como una estación territorial del CITMA, la cual radica en Topes de Collantes.

BIBLIOGRAFIA UTILIZADA

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12*Documentos circulados al Consejo de la Administración de la Asamblea Municipal. Secretaría del Consejo de la Administración, Trinidad, 1995 – 2001.

13*García Brigos, Jesús: Gobernabilidad y democracia: Los órganos del Poder Popular en Cuba. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1998.

14*García Sánchez, Andrés: El Escambray en ascenso. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1973.

15*Gutiérrez González Aurelio: Trinidad, guía turística y cultural, Mec-Graphic s.a.s., San Mauro, T. ce Torino, Italia 1997.

16*Gutiérrez, Pedro Juan: Contra viento y marea, revista Bohemia No. 12, junio de 1986.

17*González Cabana, Ana María: Efectos económicos y sociales de la guerra de los Diez Años en la Región trinitaria. Fondo del Museo Municipal de Historia.

18*Informes de la Evolución de la Economía en el territorio. Archivos de la Dirección de Economía y Planificación, Trinidad. 1986 – 2001.

19*Informe de rendición de cuenta a la IV Sesión ordinaria del IV período de mandato de la Asamblea Provincial del Poder Popular.  Colectivo de autores, 1986.

20*Lara Echemendía, Teodoro: trinidad y el Turismo. Editorial Gente , La Habana, 1954.

21*Lima Villar, Manuel: Enciclopedia cañera. Revista Cañaveral, Vol. 5, Nro. 2, abril – junio 1999.

22*Marín Villafuerte, Francisco: Trinidad, apuntes históricos y tradiciones, imprenta La Lucha, Trinidad 1934.

23*Pérez Cancio, Carlos: Escudo de Trinidad: recopilación de datos históricos de la guerra de 1895 en el término municipal de Trinidad realizada por el autor, Alférez del Ejército Libertador, ayudante del General Juan Bravo Pérez, Jefe de la Brigada de Trinidad. Fondo de la Biblioteca Gustavo Izquierdo.

24*Plan de Ordenamiento Territorial de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios. Dirección Provincial de Planificación Física, Sancti Spíritus, año 2000.

25*Pola, J. A: Trinidad: historia y cultura, revista Bohemia, enero de 1984.

26*Rivera, Juan Carlos:
-Trinidad: tradiciones dormidas ¿o muertas?, revista Bohemia, diciembre de 1994.
-Restauración de Trinidad: la virgen perdida. Revista Bohemia, octubre de 1995.

27*Rodríguez, María de los Angeles: Al rescate de la cal. Revista Bohemia, abril de 1994.

28*Sánchez y Sánchez, Emilio: Recuerdos del tiempo viejo: tradiciones trinitarias. Cienfuegos, 1936.

29*Sección Especial de Tropas Serranas:
-Bandidos que se ocultaban en el Escambray. Documento clasificado, Museo de la L.C.B.
-Cronología, localización y captura de las principales bandas contrarrevolucionarias. Documento clasificado, Museo de la L.C.B.

30*Serpa, Enrique: Días de Trinidad, editorial Alfa, 1939.

31*Tesoro Susana:
; -La consagración de volver. Revista Bohemia, septiembre de 1991.
-Trinidad, pasado y porvenir. Revista Revolución y Cultura, junio de 1986.
-Trinidad de Cuba. Revista Revolución y Cultura, febrero de 1983.

32*Torres Cuevas, Eduardo y Loyola Vega, Oscar:  Historia de Cuba 1492 – 1898. Formación y liberación de la Nación. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 2001.

33*Torres Morell, Claribel: La tercera villa: historia dormida. Revista Bohemia, agosto de 1992

34*Valdés Negrín, Elaine: Acercamiento a la historia del Partido Comunista trinitario.

35*Valenzuela, Lídice: Trinidad: un museo al aire libre. Revista Prismas, julio de 1986.

36*Venegas, Bárbara y Angelbello, Teresita: “Trinidad aborigen y colonial”, editorial Guanín, Trinidad, 2001.

37*Zerquera y Fernández de Lara, Carlos Joaquín:
-Propuesta de fecha de conmemoración de la fundación de la ciudad, archivo del Consejo de la Administración del Poder Popular, Trinidad.
-Trinidad, la añeja. Revista turística Trinidad de Cuba, 1995.