Dorislay Galano García
dgalano@ismm.edu.cu
Instituto Superior Minero Metalúrgico de Moa
INTRODUCCIÓN
La humanidad en la época contemporánea enfrenta como uno de sus mayores retos la formación del hombre nuevo; este constituye objetivo de la sociedad cubana actual, en la que el máximo interés es por el hombre como valor supremo, para desarrollar en él, las cualidades que como ser social activo y sujeto de la actividad debe poseer. El hombre al que aspiramos debe ser multilateralmente preparado, de esto se desprende que hay que formar hombres cultos, interesados por la ciencia, la técnica y la cultura; sanos, alegres, preparados física e intelectualmente; capaces de pensar por sí solos, portadores de un sistema de valores que los guíe en su transformación como creadores de la sociedad socialista cubana y en ello reviste vital importancia el rescate de las tradiciones culturales.
La formación social conformó sus propias tradiciones bajo la influencia directa de la actividad diaria de los hombres, de su experiencia y observación personal. En la comunidad primitiva las tradiciones desempeñaron, la fuerza que reglamentaba los vínculos entre las personas. Luego, con el surgimiento de la propiedad privada y la aparición de las clases, los hombres ocuparon situaciones diferentes y adquirieron experiencias prácticas distintas. Sus sentimientos y estados de ánimo se condicionaron a la situación que cada uno ocupaba en la sociedad. Las tradiciones y valores éticos comenzaban a desarrollarse subordinados a la diferencia de intereses entre los diversos grupos humanos.
Las actitudes, conductas y normas morales, es decir las tradiciones, paulatinamente se fueron entrelazando más estrechamente con las concepciones y puntos de vista políticos, jurídicos, estéticos, éticos y filosóficos correspondientes a cada clase, contribuyendo así, a conformar la conciencia social de los pueblos, naciones, clases, colectivos, grupos, familias.
Las tradiciones actúan y forman parte de la psicología social y están fuertemente vinculadas con la ideología, de modo tal que se interrelacionan e interactúan. La ideología enriquece a las tradiciones, le aporta conceptos. Las tradiciones, por su parte, crean las condiciones más favorables para la comprensión, aceptación y difusión de la ideología. Ambas se encuentran en diferentes niveles de la conciencia social. En Cuba, tenemos experiencias muy cercanas sobre esta fusión
El desarrollo de las tradiciones culturales en Cuba parten del origen de nuestras comunidades. En nuestro contexto, con un proyecto social que tiene como eje central al hombre y la elevación de su calidad de vida, se necesita de un desarrollo cultural sustentable que dependa de políticas culturales definidas, lo que es un hecho real en nuestro país.
La cultura es lo primero que hay que salvar, sentenció Fidel Castro, cuando los rigores del período especial eran más intensos y ponían a prueba la propia supervivencia de la Revolución Cubana, sometida a una guerra económica despiadada. En medio de semejantes asedios se ha tenido en cuenta la defensa de la cultura tradicional, por todo lo que ella encierra de memoria histórica, raíz de pueblo y esencia de cubanía.
Estos son tiempos de audacia, de voluntad, de hacerle frente a las adversidades, y gracias a esto la maquinaria que mueve todo el sistema de la cultura ha seguido funcionando, ajustando su ritmo, e incluso incrementándolo para en condiciones muy complejas desarrollar las riquezas artísticas del país y revitalizar el Patrimonio Cultural.
El rescate de iniciativas para fomentar el funcionamiento y desarrollo de la cultura popular tradicional en las comunidades, con la participación de sus pobladores, y la búsqueda de solución a las dificultades más diversas, preocupa a organizaciones e instituciones. En Cuba la búsqueda de soluciones a los problemas con la práctica social en las comunidades se fue perdiendo por las propias necesidades y carencias económicas pero se hace cada vez más necesario su rescate, para mantener viva la memoria histórica de las localidades, fomentar valores éticos y estéticos en la formación de las nuevas generaciones; mejorando la calidad de vida de las mismas a través del placer, el entretenimiento, la diversión que los enriquece espiritualmente.
No existen antecedentes bibliográficos que aborden el tema de las tradiciones culturales de los barrios costeros: Cañete, Joselillo, Coloradas Viejas y la Playa, pues con el triunfo revolucionario comenzó un desarrollo económico y social vertiginoso que hizo mejorar las condiciones de vida y de trabajo, lo cual favoreció una mejoría en la calidad de vida y con ello el aumento progresivo de la civilización en todas las esferas sociales al incrementarse progresivamente la cantidad de instituciones y empresas que favorecían la incorporación al trabajo de un gran número de personas que se trasladaron hacia la ciudad para mejorar su estatus, pero a su vez con estas mejorías fueron desapareciendo las tradiciones y costumbres de las localidades costeras al alejarse las personas de su lugar de origen, esta situación trajo consigo que aquellas expresiones culturales se silenciaran y existiera una explosión de la música grabada y electrónica; a pesar de estos cambios las expresiones de la cultura popular estaban y siguen ahí solo esperan ser consideradas nuevamente.
Estos hechos han generado el rescate y revitalización de la Cultura Popular Tradicional en estos barrios, porque las aficiones culturales están guardadas en los hogares y, aunque Moa es una potencia cultural estas manifestaciones están pobremente representadas en el Sectorial de Cultura y en sus instituciones.
El estudio planteado ayudará a trasladar la cultura de ayer a la cultura de hoy, para que no muera lo que un día fue el sustento espiritual de los habitantes de estos sitios y, así enriquecer nuestra memoria histórica para el disfrute de las presentes y futuras generaciones.
Para confirmar lo anterior expuesto se propone el problema científico:
¿Cómo construir una memoria histórica que describa las tradiciones culturales de los barrios costeros moenses: Cañete, Joselillo, Coloradas Viejas y La Playa?
Objetivo general:
Objetivos Específicos:
- Describir las tradiciones culturales de los barrios costeros moenses: Cañete, Joselillo, Coloradas Viejas y La Playa.
- Promover las tradiciones culturales de los barrios costeros moenses.
El método aplicado es:
- Método etnográfico:
Tiene como propósito estudiar la vida social y cultural de una comunidad lo más naturalmente posible y en profundidad.
Técnicas:
- Entrevista: Individual para conocer la trayectoria histórica, origen, hábitos, costumbres y aporte social de las comunidades.
Capitulo 1: Concepciones teóricas relacionadas con la Cultura Popular Tradicional.
En el capitulo se hizo una valoración sobre la cultura tradicional cubana. Se confeccionó con el objetivo de conocer de forma político–social los valores morales y espirituales que encierran las tradiciones en el pueblo cubano, los trabajos por la revitalización de la misma; en aras de mantener las tradiciones para no perder la memoria histórica que recoge momentos de sacrificio, abnegación, dolor por la pérdida de héroes y mártires; y son estas tradiciones las que le permiten a la nueva generación continuar nutriéndose de las ideas de Carlos Marx, Vladimir Ilich Lenin y José Martí. Sin dejar de considerar que sin pasado no hay presente.
La cultura popular tradicional constituye un patrimonio de inestimable significación para todo pueblo, en el que se expresan valores de la nacionalidad que nutren y fortalecen, en un proceso de transformación, la identidad nacional.
Sus manifestaciones en la cultura material son: los asentamientos rurales, la vivienda y las construcciones auxiliares rurales, el mobiliario y ajuar de la vivienda rural, las comidas y bebidas de la población rural, los instrumentos de trabajo agrícola, los modos y medios de transporte rural, las artes y embarcaciones de la pesca marítima, y la artesanía popular tradicional. En el campo de la cultura espiritual se incluyen: las fiestas populares tradicionales, la música popular tradicional, las danzas y bailes populares tradicionales y las tradiciones orales. Todo ello precedido por el estudio de la historia étnica.
La cultura popular tradicional es un fenómeno creador y dinámico, por lo que durante la investigación se atienden especialmente los cambios que ha experimentado en el decursar histórico. Al mismo tiempo, el estudio de cada fenómeno se enfocó no sólo como expresión en sí, sino en todo su significado como elemento mediatizado en las relaciones sociales que establecen los hombres. Se tuvo en cuenta también la relación con el medio natural, sociocultural y económico en que funciona y su estrecha dependencia de las tradiciones étnicas. Todos éstos son factores que contribuyen, desde ese ángulo, a la comprensión de los procesos históricos y etnogenéticos que condujeron a la formación del pueblo cubano, puesto que la cultura lleva en sí las huellas de esa historia y de los lazos de parentesco con otros conglomerados humanos.
Antes de profundizar en el objetivo de la presente investigación se hace necesario definir una serie de conceptos que son empleados durante el desarrollo de la misma y que nutren significativamente la base teórica del tema. Para ello se comienza definiendo:
Cultura popular: es la que produce el pueblo para satisfacer necesidades, y responde en lo fundamental a las expectativas de desarrollo de una comunidad determinada en un contexto específico. Constituye un campo de la actividad cotidiana y somos una parte de ella. Se encuentra en constante movimiento y recibe influencias de cambios y transformaciones. Expresiones que aunque alcanzan gran aceptación en un periodo histórico determinado y su génesis suele incluir elementos tradicionales, por lo general se conservan poco tiempo en la preferencia y en la práctica social.
Cultura popular tradicional: Conjunto de expresiones y manifestaciones generadas, creadas y preservadas en una sociedad o grupo humano específico, con un condicionamiento histórico dado. Se transmite y difunde de una generación a otra, fundamentalmente por vía oral y por imitación. Constituye un proceso dinámico aspecto esencial que la caracterizan en: historicidad, continuidad, transmisión, empirismo, anonimato, habilidad, destreza, espontaneidad y vigencia por extenso período de tiempo.
Salvaguardar: Adoptar medidas para garantizar la viabilidad del patrimonio cultural comprendida la identificación, la documentación, la protección, el fomento, la transmisión y la rehabilitación de este patrimonio en sus distintos aspectos.
Portador de tradiciones: Se denominan así, aquellas agrupaciones o individuos cuyo condicionamiento cultural depende del proceso de formación histórico – social del que forma parte y eso le permite reflejar los valores que le antecedieron. Dentro de estas agrupaciones o individuos estarán los practicantes y los informantes.
Rescate: Proceso investigativo mediante el cual se logra el conocimiento detallado de determinada manifestación.
Revitalización: Proceso de evolución o incorporación a la práctica social de determinada manifestación investigada.
Fiestas populares: La fiesta en general, constituye una vía fundamental para el estudio integral de una comunidad en tanto resumen los principales comportamientos, creencias, hábitos y costumbres.
Conjunto de interés cultural: Agrupación continua o dispersa de vienes, inmuebles representativos de la evolución de la comunidad, por ser testimonio de su cultura o de su historia. Son grupos de construcciones cuya arquitectura, unidad e integración en el paisaje, les da un valor histórico o científico. Aquí se incluyen las zonas paleontológicas, arqueológicas y los lugares de interés etnográficos.
Conservación: Disciplina que busca evitar el deterioro de los objetos, desde un libro o bien mueble hasta un parque o catedral. Aunque la conservación incluye las intervenciones activas o restauradas, actualmente se trata de evitar tener que llegar a ellas y la mayoría de los esfuerzos de conservación se proyectan a lo que se llama orientación preventiva. Es decir, que los objetos no estén expuestos a daños innecesarios.
Cultura: Es el modo de vida de un pueblo, integrado por sus costumbres, tradiciones, normas y expresiones artísticas. Estos poseen una carga significativa que refleja una percepción y una visión del mundo específico, pues la vivencia y realidad ante lo que se está presente es distinta para cada grupo social.
Tradiciones: Conjunto de los valores culturales que, transmitidos de generación en generación, forman el sustrato básico de una colectividad. Por exposición o revelación, parte de una doctrina real, que corresponde a la interpretación que, a lo largo del tiempo, han hecho de aquellos sus adictos más relevantes.
Costumbres: Hábito adquirido por la repetición de acto de la misma especie. Lo que por genio o profesión se hace más comúnmente. Conjunto de cualidades y usos que forman el carácter de una nación o persona.
1.1- Cultura Popular Tradicional
En la labor desplegada por más de treinta años en la formación de un movimiento de aficionados al arte y la literatura, ocupan un lugar destacado las acciones dirigidas al rescate, preservación y difusión de lo más representativo de la Cultura Popular Tradicional.
La preservación, estudio y promoción de la Cultura Popular Tradicional, implícita en los modos de vida y de producción de amplio segmentos de la sociedad, de profundas raíces en los hábitos transmitidos de generación en generación, resultan necesario para el desarrollo de una cultura cada vez más abarcadora y universal.
Se otorga un lugar sobresaliente a los esfuerzos por destacar los valores de la cultura espiritual y material, que influye de manera decisiva en la formación de la identidad nacional, propugna de acuerdo con su perfil la voluntad integracionista latinoamericana, y tiene en cuenta las expresiones culturales traídas por emigrantes de diferentes latitudes y continuadas por sus descendientes. Reconoce y alimenta las especificidades según su origen y desarrollo, de una cultura que ayer, era subordinado y preponderante a partir del lugar que ocupa la sociedad a la que se debe. Ello implica prestarle mayor atención al papel protagónico que desempeña la comunidad en el hecho cultural.
Cuba cuenta en lo esencial, con una base histórica en la compilación de estudios y recreaciones de diferentes aspectos de la Cultura Popular Tradicional. A finales del siglo XVIII, aparecen en la prensa la descripción de bailes y la publicación de romances. El siglo XIX trae consigo un interés creciente acerca de varios tópicos de la tradición.
Notables escritos se valen de la décima y el romance, manifestaciones de origen y desarrollo oral, para describir acontecimientos de la vida local. Las leyendas son transcriptas y asimiladas con miras literarias. Los enigmas transmitidos de manera oral y de autores anónimos, son también producidos en periódicos y almanaques.
A partir del Triunfo de la Revolución Cubana en 1959, se inician nuevas investigaciones y se fundan instituciones que desde diferentes ángulos participan en el rescate, revitalización y difusión de lo más significativo de la Cultura Popular Tradicional. Se facilita así, incidir en la concientización de la cultura popular, se eliminan prejuicios y se alientan estudios que permiten situar las tradiciones culturales en el mismo rango jerárquico que otras expresiones culturales.
Los medios de comunicación como la radio, televisión, cine, entre otros, recrean y promueven las diversas expresiones de la Cultura Popular Tradicional.
Importantes estudios e investigaciones han centrado su obra y han contribuido con ella y su labor pedagógica a la formación de nuevas generaciones, entre ellos Samuel Feijoo, Argeliers León, Rogelio Martínez, Miguel Barnet, entre otros.
La Cultura Popular Tradicional se define como el conjunto de valores y expresiones de identidad que el pueblo preserva en un momento dado de su historia, así como también los que crea para dar respuesta a sus necesidades, consumo y disfrute. Es un fenómeno dinámico y emplea fundamentalmente como vía de transmisión la oralidad, imitación y otras formas. Es parte del legado sociocultural que se trasmite y difunde al menos por dos generaciones de forma continua. Abarca aspectos vinculados a la vida material como: comidas, bebidas, instrumentos de trabajo agrícola, arte de pesca, artesanía popular tradicional, así como lo relacionado con la cultura espiritual: música, bailes, danzas, oralidad, juegos y fiestas populares tradicionales.
Las manifestaciones y expresiones de la cultura popular tradicional podrán ser reconocidas como fenómenos auténticos, por los especialistas del sistema tomando en cuenta determinados aspectos esenciales entre los que se destacan:
El personal responsabilizado con su atención, deberá velar por:
Los grupos de aficionados que incluyen en su repertorio géneros de la Cultura Popular Tradicional, deben respetar los rasgos distintivos de la expresión de referencia para el trabajo recreativo en las distintas manifestaciones artísticas y literarias.
Los Centros Provinciales y las Casas de Cultura deben controlarlas sistemáticamente. En los planes de investigación se contemplaran siempre estudios sobre los procesos de manifestación de la Cultura Popular Tradicional y las diversas expresiones artísticas.
La Cultura Popular Tradicional se expresa a través de manifestaciones artísticas.
Al abordar una investigación dirigida a la cultura popular tradicional se debe iniciar con las tradiciones Patrias las que nos identifican como país y que constituyen fuerza inspiradora del pueblo cubano.
Los pueblos tienen la facultad de conservar las acciones de las generaciones pasadas en su memoria histórica, evocarlas y proyectarlas al presente convertido en emblemas, en símbolos, en pujanza. El amor a la patria, la dignidad nacional, el internacionalismo y los sentimientos de solidaridad son algunas de las mejores tradiciones revolucionarias contenidas en la memoria histórica del pueblo cubano.
No se trata de almacenar conocimientos y de mantener o conserva la memoria de lo sucedido en libros y museos. Si el recuerdo no incluye una reflexión sobre las circunstancias que causaron o motivaron los hechos o acontecimientos del pasado como los patrones de conducta, los paradigmas, las normas morales, las experiencias y los ideales que fueron acumulándose, repitiéndose, multiplicándose de generación en generación, entonces no se enriquece nuestras tradiciones patrias.
La clasificación más usual y abarcadora de todas las tradiciones es la que las divide a partir del papel que desempeñan y de la influencia que ejercen en la sociedad. Este criterio las agrupa en revolucionarias o progresistas y reaccionarias, retrogradas o contrarrevolucionarias.
Enumerar las tradiciones que atesora el pueblo de Cuba es una empresa difícil y sumamente compleja que requiere una investigación muy profunda. Sin embargo, los cubanos conocen que entre las tradiciones que forman parte de los valores de conducta de la mayoría del pueblo están: el amor a la patria, el internacionalismo, el respeto, cariño y confianza al Comandante en Jefe, la solidaridad humana y la hospitalidad, la intransigencia revolucionaria, la fe en la victoria, los sentimientos de unidad, el crecerse ante el peligro y la adversidad, el convertir los reveses en victorias, el respeto y el homenaje perpetuo a los héroes y mártires de la Revolución. Cada una de esas tradiciones tiene su expresión concreta en cada provincia, organización, institución, asociación y colectivo laboral o militar, que le imprimen sus sellos particulares. Asimismo, cada provincia tiene las suyas propias que conforman la identidad del espirituano, guantanameros, matanceros, holguineros, pinareños, santiagueros, habaneros, luego la integración de todas conforma la identidad del cubano.
La educación del pueblo cubano en sus tradiciones revolucionarias, combativas, laborales, deportivas, culturales, científicas es una manera insustituible de conservar la memoria histórica. Este es un proceso consciente dirigido a crear sentimientos de respeto por las actitudes y normas de conductas de las generaciones pasadas, asimilarlas para enfrentar, con el mismo espíritu, la realidad actual. Es transmitir, cultivar y multiplicar el contenido de las mejores tradiciones.
La educación en las tradiciones no es solo un proceso de influencia política e ideológica, es además una exigencia que asegura la propia existencia, conservación y desarrollo de las tradiciones. La ruptura de los mecanismos educativos conduce a la pérdida de la experiencia y al aniquilamiento de las conductas y actitudes acumuladas a través de los años, hasta que definitivamente desaparecen. No es casual que los enemigos de las revoluciones, siempre hayan intentado destruir el mecanismo de transmisión de las mejores tradiciones revolucionarias y de desvirtuar el sentido verdadero de ellas para imponer las suyas. Lenin lo advirtió ya en su época. Analizando una carta escrita por Carlos Marx, donde éste precisaba el papel del partido proletario y los designios de las fuerzas reaccionarias, Lenin observó que:
El objetivo de la reacción consiste en extirpar estas tradiciones en hacer olvidar a la población las formas de lucha, las formas de organización, las ideas y consignas que la época revolucionaria engendraba con toda abundancia y diversidad.
Cuánta coincidencia con la esencia de las palabras de Fidel cuando en el Informe Central al Primer Congreso del Partido destacaba:
El capitalismo yanqui dueño y señor de los medios de difusión masiva, los empleó para mistificar y aplastar nuestra cultura nacional, liquidar el sentimiento patriótico, conformar el pensamiento político y exaltar el culto de los Estados Unidos.
Un ejemplo evidente de esta manera de proceder es el proceso que se impuso al Ejército Nacional de Cuba a partir de su creación en 1899. Como el gobierno interventor norteamericano necesitaba crear en Cuba una fuerza represiva encargada de mantener el orden y defender la propiedad establecida, trató de lograr una ruptura con la conducta anterior del ejército Libertador, intentando liquidar todo lazo orgánico histórico, político e ideológico con un pasado de profundo contenido revolucionario. Los ocupantes necesitaban interrumpir la transmisión de las tradiciones independentistas y combativas de las dos guerras que libró Cuba contra el colonialismo español.
Para ello siguieron dos líneas diferentes, que al final convergían: la primera consistió en afirmar que la independencia del yugo español se había logrado por la intervención norteamericana en la guerra y que sin ella Cuba jamás hubiese obtenido el triunfo en la contienda. La segunda, fue minimizar el proceso independentista hasta despojarlo de su carácter anticolonial. Al final parecía que no había existido el Ejército Libertador, ni batallas mambisas ni invasión de Gómez y Maceo. También se trató de ignorar la fuerza y pujanza del Partido Revolucionario Cubano. El estudio de la historia y sus acontecimientos reales fue sustituido por una versión de hechos sin contenido patriótico, para brindar en el mejor de los casos, solo una información banal, libre del carácter emotivo e inspirador de las contiendas.
Entre las medidas que se tomaron en tal sentido, estuvieron las siguientes:
La aprobación del Decreto No. 45, de 13 de enero de 1912, por el cual se le prohibía a todos los miembros de las Fuerzas Armadas su asistencia y participación en las reuniones de los Centros de Veteranos de nuestras guerras de independencia. En esos centros se criticaba la labor y la conducta política que asumían los diversos partidos y sus representantes y por lo tanto los miembros de las fuerzas armadas no podían tomar parte de esas deliberaciones.
La publicación del libro Moral Militar, convertido en texto de la asignatura Instrucción Cívica de la escuela de formación de oficiales, donde estaban ausentes los valores reales, concretos y más significativos de la verdadera historia. Sin embargo se enunciaban conductas de pueblos y personajes involucrados en la Primera Guerra Mundial, ajenos a la historia de Cuba.
El Boletín del Ejército cuyo contenido estaba dirigido a liquidar todo vínculo con la tradición militar cubana. Muestra de ello es que en las páginas de este órgano no dejaban de publicarse asuntos relacionados con la moral militar que exaltaba la organización militar y los valores morales en que se basaba la disciplina del Ejército de los Estados Unidos; mientras, tuvieron que pasar nueve años después de su fundación para que, en 1925, apareciera por vez primera una sección dedicada a la vida y obra de José Martí.
A los maliciosos intereses de esta política oficial encaminada a tergiversar la realidad de nuestra historia, contribuyó también, el libro Estudio acerca de la guerra de guerrillas, texto donde se argumentaba que la independencia de Cuba se obtuvo debido a la ayuda de los EEUU y que nunca nuestros heroicos mambises hubiesen podido vencer al ejército español, cuando todos sabemos que el ejército de Estados Unidos intervino en la guerra de los cubanos contra España, solo cuando los patriotas cubanos tenían prácticamente derrotado al ejército español.
Hasta 1958 duró este fraude histórico. El compañero Fidel así lo recuerda:
¿Qué nos dijeron en la escuela? ¿Qué nos decían aquellos inescrupulosos libros de Historia sobre los hechos? Nos decían que la potencia imperialista no era la potencia imperialista, sino que lleno de generosidad el gobierno de Estados Unidos, deseoso de darnos la libertad, había intervenido en aquella guerra y que, como consecuencia de eso, éramos libres.
Pero no solo ese pasado trataron de tergiversarlo, también lo harían hoy, si tuviesen la menor posibilidad. Así lo valoró Fidel, cuando dijo:
Porque sabemos que si un día el imperialismo pudiera apoderarse otra vez de esta tierra, donde tendría que recoger, como dijo Maceo, el polvo de nuestro suelo anegado en sangre si no perece en la contienda, la memoria de nuestros mártires y héroes sería barrida, la lucha de más de 120 años, estaría pérdida, ni los restos de nuestros héroes quedarían, nada que recordara su historia, un solo símbolo, una sola estatua, una sola tumba, un solo nombre de mártir en cualquiera de nuestros hospitales, de nuestras cooperativas, de nuestras fábricas.
Estos ejemplos bastan para alertarnos acerca de la necesidad de transmitir adecuadamente nuestras sagradas tradiciones a las presentes y futuras generaciones. Los revolucionarios no podemos incurrir jamás, consciente o inconscientemente, en el grave error de romper los lazos que nos unen a nuestra historia. De ahí la importancia de mantener en el recuerdo perenne la memoria histórica para enriquecer las tradiciones, tal y como lo ha explicado el líder de la Revolución Cubana:
Los que realmente están llamados y tienen que ser los más interesados en divulgar esa historia, en conocer esa historia, en conocer esas raíces, en divulgar esas verdades, somos los revolucionarios.
El proceso de educación en las tradiciones no solo exige el conocimiento de la historia, sino reclama un profundo análisis que nos lleve a encontrar en esa fuente inagotable de conductas y valores históricos, aquellos que fueron asimilándose y repitiéndose por la mayoría, de generación en generación. Para hacer más efectivo este proceso es necesario que todo colectivo, en cualquier esfera de la sociedad pueda ser capaz de:
Reconocer cómo se manifiestan las tradiciones generales del país en los integrantes de su institución u organización; determinar las tradiciones particulares, que caracterizan e identifican al colectivo. Descubrirlas, conservarlas, desarrollarlas y transmitirlas es una premisa para la cohesión del colectivo. En ellas se encuentran los valores que los unen; crear y desarrollar nuevas tradiciones y enriquecer otras. Es tarea permanente de los educadores convertir los ejemplos aislados de conductas sobresalientes, en conductas de cada colectivo, e introducir conscientemente, una innovación que, con el tiempo, se transforme en una tradición. Muestra de ello es la patriótica tradición que cada 28 de Octubre, mueve al pueblo cubano a depositar en las aguas del mar una flor dedicada a Camilo Cienfuegos.
Reitero, que en la conciencia de los hombres se desarrolla una batalla permanente de ideas, donde entre muchos conceptos, se oponen las tradiciones revolucionarias y las reaccionarias, el espacio que una ceda lo ocupa la otra. Ya el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba destacó que: Las ideas, concepciones, hábitos y patrones de conducta del pasado, arraigados durante décadas o siglos, transmitidos de generación en generación permanecen en la conciencia de la gente aún después de triunfar el socialismo.
El propio Lenin mucho antes había señalado que ninguna muralla china ha separado jamás a los obreros de la vieja sociedad, por lo que estos conservan mucho de la psicología tradicional de la sociedad capitalista. Por eso, en el Segundo Congreso del PCC se ratificó la necesidad de:
Desarraigar viejos prejuicios y fomentar, paralelamente, las nuevas costumbres y hábitos que tienden a fortalecer las relaciones fraternales y solidarias de nuestra sociedad socialista.
Aunque también, Vladimir Ilich Lenin había aclarado que, las costumbres del régimen capitalista están tan arraigadas en el pueblo educado en esas costumbres, que reeducarlo es una obra complicada y requiere mucho tiempo.
La transmisión del contenido de las tradiciones a las nuevas generaciones debe producirse de manera continúa y no limitarse jamás a la simple repetición de la experiencia y su ciega imitación. El líder de la Revolución rusa también nos enseñó que las nuevas generaciones:
No guardan la herencia como los archiveros los viejos documentos. Guardar la herencia —dijo— no significa, ni mucho menos, limitarse a ella.
El compañero Raúl Castro Ruz, Segundo Secretario del CC PCC, en este sentido llamó la atención cuando expresó:
Cada generación necesita de sus propias motivaciones y de sus propios valores El recuerdo y la evocación del triste pasado en que vivieron otras generaciones de jóvenes tienen que ir acompañado por el precepto que les indique a los de hoy qué deben hacer en esta hora y qué les depara el porvenir.
No en vano Lenin alertó que los jóvenes tienen que:
Aproximarse al socialismo de una manera distinta, no por el mismo camino, ni en la misma forma, ni en las mismas circunstancias en que lo han hecho sus padres.
La vinculación del contenido de las tradiciones con las tareas de los colectivos laborales enriquece el proceso educativo. En cada tarea o misión asignada habrá siempre un antecedente histórico, con sus ejemplos, actitudes y conductas: ¡busquémoslo!, para emplearlo como motivación espiritual, como fuerza inspiradora que contribuirá a la obtención de mejores resultados.
1.2- Música Popular Tradicional
La música ocupa un lugar de gran importancia para el conocimiento de la cultura popular tradicional, ya que se encuentra presente en todas las etapas del ciclo de vida del hombre. Desde que nace, oye el arrullo de la madre; posteriormente canta en sus juegos infantiles y, cuando es adulto, lo hace en el quehacer cotidiano y en los momentos de alegría o de misticismo religioso.
El estudio de la música popular tradicional contribuye a profundizar en los mecanismos sicológicos y sociológicos que impulsan al ser humano a conservar su acervo cultural, por lo estrechamente ligado que éste se encuentra a su razón de ser. Ella se integra a los pensamientos y acciones del hombre, y le permite exponer sus ideas y sentimientos. En ese sentido, las tradiciones culturales coadyuvan a la transmisión y conservación de formas de expresión vitales, para que cada persona, dentro de su comunidad, se sienta parte activa de ella y pueda compartir sus preocupaciones y emociones en el grupo social al cual pertenece, así como satisfacer sus necesidades espirituales. Si esa integración no ocurre, el individuo sufre un proceso de desarraigo que puede llevarle a la enajenación. De ahí la importancia de la conservación de los valores culturales tradicionales y de la música como parte indisoluble de éstos.
Precisamente es a través de la música que el hombre exterioriza su estado de ánimo, si está triste, contento y si la labor que realiza lo motiva, por ello canta en fiestas, navidades, celebraciones religiosas y mortuorias; también mientras trabaja a través de cantos para el arreo de ganado, de carreteros, de cobijar o techar, de labores agrícolas, domésticas y marítimas, de otros oficios, así como pregones y toques de amolador, con un desglose de las mercancías que se ofrecían en los pregones.
Las agrupaciones musicales portadoras han sido capaces de mantener viva determinadas tradiciones y estados dentro de un contexto socio-histórico determinado, y responden en lo fundamental al proceso de transmisión generacional que imprimen a sus obras nuevos valores de acuerdo con la dinámica de la tradición, sin cambiar su esencia. Sus actividades constituyen una necesidad de tipo social, familiar o individual, siendo sus proyecciones predominantemente festivas y en ocasiones ceremoniales.
Dentro de los géneros musicales vigentes que abarcan la Cultura Popular Tradicional se encuentran:
Agrupaciones de rumba (cumbia, guaguancó)
1.3- Danzas y Bailes Populares Tradicionales
A través de la historia, las manifestaciones danzarías han constituido un medio para satisfacer las necesidades espirituales del hombre. Ya desde los tiempos remotos de la comunidad primitiva, estas expresiones corporales estuvieron estrechamente vinculadas con su vida, no sólo como forma de satisfacción espiritual, sino también para cumplir importantes funciones sociales al ser utilizadas como medio de comunicación y de dominio de las fuerzas de la naturaleza.
Danzas de este carácter existían en suelo cubano a la llegada de los conquistadores. Sin embargo, a diferencia de lo acontecido en el resto del Continente Americano cuyas poblaciones autóctonas, más numerosas y poseedoras de un mayor grado de desarrollo cultural, pudieron sobrevivir al embate de la conquista en Cuba, la mayoría de las expresiones danzarías, que formaban de modo paulatino, parte del areito, fue desapareciendo, en la medida en que se diezmaba la población aborigen. Igualmente, ocurrió con otras de sus manifestaciones espirituales.
Por ello, a diferencia del resto de los países latinoamericanos, donde el ascendente prehispánico desempeñó una de las funciones principales en la formación de sus bailes tradicionales, el universo danzario cubano es resultado de un largo proceso de aportes multiétnicos, cuyos principales componentes fueron las migraciones de las diversas regiones de la Península Ibérica e Islas Canarias, así como las del África occidental subsahariana, a las cuales se agregaron luego las distintas migraciones provenientes de algunas regiones de China y del área del Caribe (Jamaica y Haití, principalmente). Es apreciable en las expresiones danzarías tradicionales, elementos propios de la tradición hispánica y otros correspondientes a las diversas etnias africanas que comenzaron a llegar a Cuba desde el siglo XVI.
Las danzas y bailes populares tradicionales son aquellas que han sido trasmitidas oralmente, así como la repetición de sus movimientos de generación en generación. No tiene autor conocido y se han mantenido vigentes, de forma interrumpida, por extenso período de tiempo. Estas danzas y bailes, además de satisfacerlos espiritualmente, cumple en el contexto comunitario una función social de carácter ceremonial o festivo, constituyendo muestra fehaciente de las tradiciones de sus respectivas localidades.
Cuando estas manifestaciones tradicionales son aprendidas en sus aspectos formales por ejecutantes (aficionados o profesionales) que no están vinculados tradicionalmente con este hecho cultural, se consideran una proyección artística o escénica.
Entre los parámetros considerados para el análisis de los géneros y expresiones danzarías populares tradicionales se encuentran: origen o antecedentes ubicación geográfica, función o carácter (rituales o ceremoniales y laicas o profanas), tema o contenido y forma. Este último, abarca sobre todo la gestualidad y la modalidad que adoptan los bailadores en el momento de interpretar el baile, incluye además, la coreografía y sus variantes.
Las relaciones de trabajo de los instructores o especialistas con este tipo de agrupaciones deberán caracterizarse por el respeto hacia todos los valores de la tradición que represente; el apoyo y estímulo moral y social, así como el cuidado en cuanto a formas de presentación.
Los especialistas deben conocer cuales de los grupos portadores o tradicionales pueden salir de sus medios habituales y cuales no; en este último caso deben promoverse sus presentaciones ″ in situ″, de acuerdo a su estabilidad y autenticidad, propiciar la participación de estas agrupaciones en festivales o eventos pero con un carácter didáctico y demostrativo, nunca competitivo.
1.4- Comidas de la población rural
Dentro del estudio de la cultura material, las comidas y bebidas ocupan un lugar relevante. Al mismo tiempo que constituyen una necesidad vital del hombre, reflejan la especificidad étnica e histórico-cultural de los pueblos. Y es que las comidas y bebidas se encuentran en la frontera entre lo material y lo espiritual. Por un lado, satisfacen el hambre y la sed, pero, por el otro, poseen una función social, como elemento motivador de relaciones humanas, tanto en un contexto estrictamente familiar como fuera de él, generador de normas de conducta y tradiciones que se establecen en torno a ellas.
Las ocasiones o motivos por los cuales las personas se reúnen para comer; los alimentos consumidos y las principales vías de su obtención; los platos y bebidas preparados según la ocasión; los métodos de preparación y conservación de los alimentos; los hábitos de consumo y de horario; las normas de conducta en la mesa, las personas que participan, el orden al sentarse y servirse, así como los utensilios empleados, son elementos que revelan particularidades y diferencias etnoculturales entre los pueblos y constituyen ingredientes importantes de su identidad.
La clasificación de las comidas, según sus componentes básicos --animal y vegetal--, está muy difundida en la literatura. Sin embargo, para la elaboración de la tipología utilizada en este trabajo, se partió de un criterio funcional. Las comidas no se analizaron en sí, por su composición, ni por los procedimientos de su preparación, sino según la función social que desempeñan. Se tuvieron en cuenta, como unidad de comparación fundamental dentro del sistema alimentario, las ocasiones que motivan la reunión de personas para ingerir alimentos.
Así consideradas, cada tipo de comida integra en sí todos los demás aspectos ya mencionados, entre los que se destacan los platos y bebidas preparados según la ocasión. Desde este ángulo, se distinguen los siguientes tipos y variantes:
1.5-Artesanía Popular Tradicional
El vasto universo de la expresión artesanal tradicional, como manifestación generada y desarrollada por ciertos sectores sociales populares, constituye, en su propia fenomenología, un aspecto de insoslayable importancia para el conocimiento de hábitos y costumbres que se producen o tienen su base en la esfera de la cultura material, de la cual forman parte.
Junto con la alimentación, la vivienda y la indumentaria, el resultado de la práctica artesanal ocupa también un lugar preponderante en cuanto materializa y soluciona a diversos y, a menudo, complejos problemas, a los que se enfrenta el hombre en su actividad cotidiana, sean éstos de carácter económico, doméstico o derivados de creencias mágico-religiosas.
En estos últimos, se puede citar como ejemplo, la amplia y variada gama de imágenes y atributos que circundan y materializan la concepción espiritual de entidades en un sinnúmero de creencias. Debido a esto se ha afirmado que la historia de la artesanía --aunque el concepto no es tan antiguo como en general se cree-- es común a la historia del hombre. Aún cuando el término no existía, toda la producción que precedió a la aparición de la maquinaria industrial llevaba la impronta del trabajo manualmente realizado. El concepto de artesanía, resulta la contraparte de la producción industrial. De aquí que también se le conozca como producción preindustrial o paleotécnica.
En general, la artesanía popular tradicional cubana posee una marcada función práctica, la cual se proyecta en la realización de un conjunto de piezas o artículos que presentan, como primera intención, la de satisfacer necesidades materiales, principalmente en las áreas rurales. Los objetos de técnicas y materiales específicos de labores de cestería, pueden agruparse por su función en: cestería de uso doméstico; cestería para carga y transporte y cestería para uso personal. La cestería de uso doméstico comprende todas aquellas piezas que tienen una aplicación directa en la cocina y el comedor y forman parte del ajuar hogareño, entre las que se encuentran, por ejemplo, los jibes, los aventadores de grano y las cestas de distintos tamaños. En este epígrafe se incluyen otros objetos que se caracterizan por su aplicación general o su utilización en la vivienda, por ejemplo: portarretratos, floreros y costureros. Además, como parte del mobiliario, comprende distintas piezas con funciones específicas en el ámbito de la casa: cestos para ropa, moisés y canastilleros.
La cestería para carga y transporte agrupa aquella parte de la producción cestera dedicada al acarreo de distintos productos, casi siempre hortalizas, viandas, frutos menores o para la recogida del café en las montañas donde se cultiva, ya sea a lomo de caballos o mulos, en vehículos con ruedas o sin ellas o con el hombre como medio de transporte. Se incluyen en este rubro, las canastas de distintos tamaños y materiales, las cestas, los cestos y los serones.
La cestería para uso personal abarca las piezas, artículos o accesorios confeccionados como medios útiles, auxiliares del individuo (hombre o mujer) que lo porte. Así, los artículos para carga y aquellos otros señalados como parte de la indumentaria que están integrados a ciertos hábitos, necesidades y costumbres en el vestir.
En el acto de creación artesanal, interviene el dominio de determinadas técnicas y habilidades manuales que pueden conservarse a través del tiempo con pocas modificaciones, o evaluaciones e incorporar nuevos elementos de la ciencia y la técnica.
1.6-Tradiciones Orales
La transmisión oral de antiguos conocimientos coadyuva a conformar las bases culturales de las comunidades humanas. Ella preserva las características de pasadas formas de vida y de relaciones sociales ya desaparecidas, pero influyentes en la memoria de los descendientes de estas comunidades. La presencia y arraigo de lo oral en las sociedades complejas actuales da a conocer las formas de pensamiento y las relaciones entre los grupos humanos en el presente. Ni siquiera con el auge de la escritura, primero, ni con la generalización de la alfabetización, ni con el desarrollo de los medios de comunicación masivos y sus técnicas de difusión, después, han podido suplantar las sociedades modernas esa vía de adquisición de los elementos específicos del saber tradicional.
En los últimos decenios, se ha advertido una falta de valoración sobre el influjo de las formas tradicionales de comportamiento y de pensamiento en el mundo moderno, especialmente, en las zonas urbanas, las que muchas veces entran en conflicto con las ideas prevalecientes en un mundo tendiente a la homogeneización económica y la urbanización mayoritaria.
La literatura de transmisión oral, como forma de producción literaria, no solo queda como reserva en la memoria colectiva; Sino que aún, en las circunstancias del país netamente letrado, su creación se mantiene vigente y en constante desarrollo.
La vitalidad de la décima improvisada es visible para todos, acompañada con música o no resulta la de más amplio divulgación entre los medios de expresión detectados en Cuba, si bien en una buena proporción es efímera, y solo se repetirán aquellos que por determinadas circunstancias quedan en la memoria. Algo similar ocurre con el cuento de humor, de raíz social o no, tiene una rápida difusión y desaparece cuando son eliminadas las motivaciones que les dieron origen. La adivinanza evoluciona mas lentamente, pues el surgimiento de nuevos acertijos en los últimos años está vinculado en lo esencial a la fórmula introductoria fija. Los mitos y las leyendas son más estáticos aunque en la transmisión oral necesitan para su revitalización y por tanto para su desarrollo constante, de acciones que propicien su práctica social y coadyuven a la promoción.
La forma de agrupamiento empleada para esta manifestación es a partir del género y forma genérica. Por ejemplo: Dentro del género narrativa, se ubican, el cuento, la leyenda, el relato, y dentro del género poesía, décima, tonada, cuartetas, romances.
1.7-Tradiciones culturales holguineras
Por ser Moa uno de los municipios de la provincia de Holguín se dedica una parte a valorar de manera general las principales tradiciones culturales de la provincia que de forma intensa influyen en la cultura de las restantes localidades y que enriquecen el acervo cultural provincial.
Las tradiciones culturales de Holguín tienen su origen a partir de la transculturación producida entre las etnias aborígenes, hispana y africana, estos dos últimos componentes como los troncos básicos de este proceso; además de la influencia de otros grupos étnicos del Caribe de habla inglesa y francesa, mayoritariamente jamaicanos y haitianos, que arribaron en el siglo XX. Dentro de las tradiciones festivas más antiguas, conocidas desde el siglo XVIII, están las fiestas patronales, los altares de cruz, los de mayo y las Romerías de la Cruz de Mayo, todas ellas con francos antecedentes hispánicos en sus inicios y a las que la población criolla le imprimió su sello particular. Los guateques campesinos se celebran aún. Las fiestas de culto sincrético más practicadas son las de Santa Bárbara y San Lázaro.
El son montuno es la música tradicional más difundida y el punto guajiro la más antigua del campesinado de la región En las montañas de Sagua de Tánamo se baila la tumba francesa que es de origen franco haitiano.
El órgano ameniza aún las fiestas populares y se mantiene la tradición en la construcción y ejecución de este instrumento musical.
Hoy se han rescatado muchas de las tradiciones danzarías, como son los bailes lanceros mayariceros y holguineros y el del chivo, entre otros. El casabe, legado aborigen, todavía está presente en la cultura culinaria y junto al lechón asado constituye una típica comida cubana. La cestería, los tejidos con fibras vegetales y a crochet son las tradiciones artesanales más difundidas y se fomenta la talla en madera. La literatura oral ha enriquecido y preservado la autenticidad en el habla culta y popular del holguinero, en su refranero, en los agüeros y conjuros, leyendas y tradiciones. Aún se habla de enterramientos de joyas y monedas, de la misteriosa ciguapa de brujas, jigües y duendes entre otros muchos mitos y leyendas que se enriquecen constantemente.
Dentro de las tradiciones festivas más antiguas en Holguín, conocidas desde el siglo XVIII, se encuentran Las Romerías de Mayo, Las Fiestas Patronales, La Fiesta de La Cruz y Los Altares de La Cruz. Estas con verdaderos antecedentes hispánicos en sus inicios, con posterioridad, la población criolla le imprimió su sello particular. En Holguín se practican además las fiestas de culto sincrético. En Sagua de Tánamo se baila aún La tumba francesa que es de origen franco haitiana. Hoy se han rescatado muchas de nuestras mejores costumbres culturales como lo es el baile de salón Lanceros mayariceros.
Todas estas Tradiciones de Cuba en su representación cartográfica constituyen una fuente de información para estudiosos, investigadores, educadores, especialistas, promotores culturales, estudiantes y todo aquel que necesite datos acerca de la incidencia étnica, social e histórica de las fiestas.
Las Romerías de Mayo
Las Romerías de Mayo es una fiesta cristiana que constituye una tradición de La Ciudad de Holguín. En 1752, cuando la misma obtuvo el Título de Ciudad, llegó a esta el primer Teniente Gobernador y con él cinco religiosos franciscanos, entre ellos el Fraile Antonio Joseph Alegre, popularmente Alegría, quien subió una cruz al cerro de Boyado o como bien se conoce por La Loma de La Cruz, el 3 de mayo de 1790, para que se pudiera observar desde diferentes puntos. Costumbre española de colocar en los lugares más altos cerca de las poblaciones una cruz con el fin de evitar epidemias, maleficios o catástrofes naturales.
De inmediato comenzaron los ciudadanos a subir la loma y rogarle a la cruz para que le concedieran milagros y los 3 de mayo cada año el pueblo holguinero da inicio a Las Romerías de Mayo.
Este evento es el resultado de una manifestación social espontánea basada en el sentir del pueblo de Holguín y en ellas hay siempre una parte de tradición, cultura, entretenimiento y religión.
El pueblo partía en procesión desde La Iglesia de San Isidoro y se dirigía a La Loma de La Cruz y en la cruz se oficiaba la misa y a continuación empezaba la fiesta que duraba hasta el otro día. Después la festividad católica trascendió y la hicieron suya otras creencias hasta convertirse en una fiesta popular.
Posteriormente para darle mayor esplendor a Las Romerías de Mayo y mejorar el acceso hasta la cruz, Oscar Albanés Carballo, Presidente de los Caballeros Católicos, propuso construir una escalinata, hecho que actualmente distingue La Ciudad de Holguín.
Para lograr este empeño se hacían verbenas para recaudar fondos y durante 23 años se estuvieron construyendo y fueron inaugurados finalmente los 458 escalones, un oratorio formado por una pequeña plazoleta en forma de balcón y la cruz encima de un pedestal como un altar, se reconstruyó el fuerte y se hizo una rotonda, el 3 de mayo de 1950.
Hoy en día, y a partir del año 1994, Las Romerías de Mayo han resurgido por el entusiasmo de jóvenes de la Asociación “Hermanos Saiz” para unir lo nuevo con lo viejo, y hacer realidad su lema “Porque no hay hoy sin ayer”.
Las Romerías de Mayo comienzan actualmente con el hermoso desfile de coches desde el parque central de La Ciudad de Holguín hasta el Bosque de los Héroes a las doce de la noche y al día siguiente en la mañana el desfile inaugural, el cual arrastra a todo el pueblo, y llevan con ellos El Hacha de Holguín, y concluye con un concierto en la cima de la Loma de la Cruz.
Sencillamente todo Holguín está de fiesta hasta el 8 por la noche cuando bajan el hacha e izan hasta el edificio más alto de la parte nueva de La Ciudad de Holguín, y siembran un árbol para que continúe creciendo esta tradición.
Cada año en el mes de mayo con Las Romerías de Mayo se conjugan la tradición y la modernidad para convertir de esa forma a La Ciudad de Holguín en la Capital del Arte Joven, presentando una muestra de lo más representativo de la cultura nacional e internacional, además de los mejores proyectos de la Asociación “Hermanos Saiz” de cada provincia de Cuba.
Las Fiestas Patronales
Dentro de las tradiciones de Holguín se encuentran Las Fiestas Patronales, expresiones culturales que también estuvieron estrechamente relacionadas con la celebración de diversas festividades no carnavalescas, donde era común la celebración de verbenas o ferias y en las que se organizaban congas y comparsas, que representaban los diversos barrios de los pueblos de Holguín.
Haremos referencia a las famosas Verbenas de San Pedro de Cacica, las cuales no son más que Fiestas Patronales que suceden dentro de esta región, que comenzaron a celebrarse a inicios de los años 40 del siglo XX, y como un rescate de tradiciones se iniciaron nuevamente en el año 2005.
Para que puedan disfrutar de estas maravillosas fiestas la dirección municipal de cultura de la Ciudad de Holguín inserta el espacio del “Cacocumense ausente”, que se realiza dentro del evento con un recorrido por las nuevas obras sociales, económicas y culturales inauguradas dentro de esta región de Holguín, donde se podrá conocer de los avances Socio-Culturales ocurridos en este pueblo durante su ausencia.
En cualquier lugar de Cuba o el mundo donde se encuentre un “Cacocumense ausente” será recibido con los brazos abiertos en las fechas que Cacocum y sus moradores celebren estas Fiestas Patronales.
Fiesta de la Cruz
La Fiesta de La Cruz se realizaba solo en salones de baile, el 1 de mayo en el asentamiento de El Mocho, La Palma, en el municipio costero de Rafael Freyre, a unos 35 kilómetros al norte de Holguín, ya en los inicios del siglo XX.
Lo religioso de La Fiesta de la Cruz consistía en la visita a la ermita para encender velas a la virgen, pues el resto de las actividades tenían carácter laico. Por lo general, comenzaban después de las 2 de la tarde con la celebración de diferentes juegos y competencias.
La Fiesta de La Cruz se celebraba en el antiguo barrio de Auras (hoy Floro Pérez), a 15 kilómetros al norte de La Ciudad de Holguín, y se celebraban entre el 1 y el 3 de mayo, en las calles, el parque del poblado y las sociedades, desde inicios del siglo XX. Asistían personas de los lugares cercanos que se trasladaban en automóviles, carretas, a caballo o por ferrocarril.
El día 1º se realizaba una verbena, el 2 era el Baile de las Flores, donde las mujeres debían adornarse con ellas o portarlas, y el 3 se adornaba la Santa Cruz y se realizaba una procesión por las calles principales del poblado. Ese día, además, los creyentes pagaban promesas hechas y cumplidas en la parroquia de Jesús del Monte, una de las más antiguas de la provincia de Holguín
Los Altares de la Cruz
Los Altares de la Cruz o festividad de La Cruz de Mayo es una tradición de alto contenido popular, vivo reflejo de la idiosincrasia de la naciente sociedad en Cuba y de sus ancestros andaluces.
Los Altares de La Cruz eran fiestas que se celebraban en la parte oriental de Cuba a mediados del siglo XIX (1858).
La Ciudad de Holguín fue partícipe de estas celebraciones que se realizaban en el mes Mayo y se extendían hasta el día 31 del propio mes.
En esos días La Ciudad de Holguín vivía momentos de intensa actividad y regocijo motivo de reuniones familiares, encuentro de amistades, era una auténtica fiesta del hogar.
Los Altares de La Cruz se centraban en un altar que se colocaba en el centro de la gran sala de la vivienda. Este se adornaba con cirios, y bellísimas flores que en el mes de mayo abundaban y alcanzaban su mayor esplendor en los patios de las viviendas.
En el suelo y sobre una alfombra, jícaras o bandejas, según los cambios que las distintas épocas impusieron, brindaban a la concurrencia innumerables frutas, muchas de ellas autóctonas de Cuba, entre las que se encontraban: platanitos, naranjas, piña, corojos, guayabas, mameyes colorados, mangos, ciruelas, manzanitas rosas, etc. La fragancia de las flores y las frutas llenaban la sala de un cálido y especial aroma.
Se colocaban búcaros, porcelanas, estatuillas como adorno, lo que se llamaba Altar nunca estaba adornado ni con la Cruz cristiana ni con ninguna imagen o estampa religiosa, era una fiesta social sin matiz religioso.
El baile comenzaba exactamente a las 8 de la noche para terminar invariablemente a la media noche, hora en que se apagaban las pocas farolas del alumbrado público.
Ante de la media noche en el comedor de la morada se servían dulces. Como bebida algún que otro vino dulce y a finales de siglo alguna que otra cerveza.
Poco antes de terminar el baile, una joven escogida de antemano hacía acto de presencia portando una linda moña de la cual colgaban dos cintas de color morado o rojo de al menos medio metro de largo y de forma sorpresiva la prendía a la solapa de uno de los caballeros, el que sorprendido agradecía el gesto y con ello tenía la obligación de organizar la próxima fiesta, lo cual implicaba buscar la casa, costear la música, el alumbrado y todos los demás gastos del próximo baile.
Estaba terminantemente prohibido anunciar el nuevo padrino sin antes enmoñarlo. Posteriormente él a su vez escogería mediante envío de un broche lujoso quien lo acompañaría en la fiesta y sería la madrina de la próxima celebración.
Con la aparición del nuevo siglo y la neocolonia, la celebración de Los Altares de La Cruz fue perdiendo auge hasta quedar olvidada en las sombras de la época colonial en Cuba.
Los Altares de La Cruz, tradición pasada de moda, quizá olvidada, resurge en uno de los atrios de La Catedral de San Isidoro en La Ciudad de Holguín el 3 de mayo de 1997 y desde entonces, año tras año, una buena parte de la comunidad y numerosos curiosos, motivados por la ruptura de la monotonía, se acercan para participar de esta.
Los Altares de La Cruz es una tradición rescatada gracias a la feliz iniciativa del Grupo de Mujeres de La Catedral de San Isidoro en La Ciudad de Holguín, celebración que durante años animó la religiosidad de este pueblo y que aunque su origen fue cristiano, específicamente Católico, poco a poco fue derivando y fundiéndose con otros elementos culturales hasta convertirse en una mezcla de actividad de fe y sano esparcimiento.
La Tumba Francesa
La Tumba Francesa nació del seno de la dotación de esclavos del colono francés José Eugenio Revé Founsamné y la población francesa de familia. A lo largo del siglo y medio que lleva de fundada, varios de sus integrantes se unieron a las tropas mambises de Antonio Maceo, en su paso por Saga de Tánamo durante la Guerra de los 10 años y la Guerra del 95.
La festividad de La Tumba Francesa que en voz Conga significa "Fiesta ruidosa con tambores", tiene un tronco común musical en ciertos cantos y bailes del Congo y Dahoney influidos por la cultura francesa del siglo XVIII, la música de esta fiesta es ejecutada por una orquesta o grupo musical de instrumentos de percusión.
La Tumba Francesa como danza y fiesta popular tradicional también tiene sus orígenes con el advenimiento a Cuba de los colonos franceses con sus siervos cuando la revolución de esclavos en Haití contra sus amos franceses. Estos colonos se refugiaron fundamentalmente, en la zona oriental de Cuba y aquí comenzaron a fomentar el cultivo del café que prendió en la zona montañosa oriental.
La Tumba Francesa de Bejuco de Sagua de Tánamo en la provincia de Holguín tiene su surgimiento a mediados del siglo XIX de forma espontánea.
La Tumba Francesa de Bejuco tiene su época de mayor apogeo o actividad sistemática en las décadas finales del siglo XIX y las dos primeras del siglo XX en Cuba. Aproximadamente después del año 1917 comienza un período de menor acción en cuanto a lo que a celebración de fiestas se refiere, debido fundamentalmente, al descontento que sienten en el medio social en que viven, y a la muerte de muchos bailadores mayores o veteranos.
La temática de sus canciones más antiguas se refiere a la Guerra de Independencia de Cuba, muchas a la mujer y otras son canciones de puyas a enemigos, o exaltación y gracias a un amigo.
Desde 1959 hasta hoy día. Pudiera ser considerado en la vida del grupo, período en el cual hace algunas presentaciones en el marco del carnaval del municipio de Sagua de Tánamo en Holguín, apoyados por el Consejo Nacional de Cultura y activistas del mismo que tratan de rescatar las tradiciones culturales de la comunidad para que el pueblo de Holguín presencie y valore a la vez que disfrute un espectáculo genuinamente popular, que en cierto modo se vio marginado al no tener apoyo para su desarrollo por parte de los gobiernos de turno de la seudo república en Cuba.
De forma general se corrobora que en la actualidad La Tumba Francesa en Holguín ha sufrido una gradual merma debido a la avanzada edad de muchos de sus principales tumberos, así por la pérdida de solistas principales que dan fuerza y carácter al grupo dentro de lo propio y típico de la tumba francesa como expresión de la Cultura Popular Tradicional de Cuba.
La Tumba Francesa de Bejuco, de Sagua de Tánamo en Holguín se caracteriza por ser una agrupación de distracción de los viejos y jóvenes tumberos del lugar, y hoy denominado Grupo de Arte Portador de la Cultura Popular Tradicional.
Los Lanceros Mayariceros
Los Lanceros Mayariceros fueron creados por Jesús Torres (Chucho), integrante de la familia Núñez del municipio de Mayari de la provincia de Holguín. Fue iniciado aproximadamente en el año 1912. Esta familia lo tomaba como diversión, se considera un baile e galanteo, un baile de salón.
La música que acompaña a Los Lanceros Mayariceros la interpretaba la propia familia acompañándose de trompetas, clarinetes, tambores, saxofones y otros: se ejecutaba los fines de semana y en fiestas de familia, siendo bailado en los patios de sus casas y en el campo deportivo de Mayarí, provincia de Holguín. Dejó de bailarse entre los años 1933 y 1934.
Santiago de Cuba es la gran rival de las demás ciudades de nuestro país en cuanto a cultura, en especial la popular tradicional, debido a que la fusión de lo cubano, lo africano y lo hispánico es muy fuerte porque mantienen las tradiciones folklóricas en armonía total con el pueblo, enraizadas en todas las generaciones. Contribuir al crecimiento espiritual, es uno de los lineamientos más importantes de la política cultural cubana, y qué es esto sino lograr que la identidad, la idiosincrasia, las raíces, se revitalicen cotidianamente en las calles, centros y comunidades de nuestra ciudad.
Por estos días, para más exactitud, el 19 de octubre, dichas instituciones-sedes cumplen 30 años de fundadas, son nueve en nuestra ciudad: las centenarias (Cabildo Carabalí Izuama, Cabildo Carabalí Olugo y la Tumba Francesa, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad), los paseos (Tivolí, Sueño y La Placita) y las congas( Paso Franco, ganadora del Premio "Memoria Viva", San Padrito y Los Hoyos), quienes ofrecerán acciones culturales referentes a la cultura popular tradicional, lo que constituirá un ambiente festivo para la celebración de su aniversario.
Además de promover nuestras raíces folklóricas a través de los grupos portadores y reproductores, accionan sobre la base del conocimiento que en cuanto a las tradiciones e identidad cubanas poseen las comunidades de su radio de acción, por medio del intercambio y fortalecimiento del trabajo comunitario con niños, jóvenes y adultos, contribuyendo así a la preservación de esos valores identitarios.
Entre las actividades que se realizarán para festejar este acontecimiento, se cuenta con la participación de los integrantes del Paseo La Placita, el Cabildo Carabalí Izuama, los Hombres Carroza y la legendaria Conga Los Hoyos. Se hará una exposición de objetos de valor popular tradicional en la sede del Sistema de Focos Culturales ubicada en Los Maceo, que resaltará fundamentalmente fotos, vestuario, instrumentos, atributos, accesorios y otros exponentes tangibles e intangibles de la cultura autóctona santiaguera. También será ocasión propicia para la entrega de la Placa "José María Heredia" a la investigadora Gladis María González Bueno.
El público agradece grandemente la existencia de esos grupos portadores y reproductores que ponen en su más alta expresión la fusión de lo cubano, lo africano y lo hispánico que, desde el proceso de transculturación, forma parte de nuestra identidad.
El 24 de febrero 1862 surge la Sociedad de Tumba Francesa con el nombre de Lafayette, en honor al general francés. Esta no fue, sin embargo, la única asociación creada por estos años. Otras agrupaciones de esclavos también se habían sumado como las de los Vennet y Danger, un apellido que sobrevivirá como tradición permanente en las sucesivas generaciones.
"Tumba", es una voz conga que significa «jolgorio o fiesta» en términos de lengua bantú. Existe el término "Tambú" del francés Tambeur. En Cuba se entiende por "Tumba" la unión de tambores, bailes y cantos, dándole el matiz refinado de los negros franceses.
La Tumba resultó a la larga, una gran mixtura cultural de base en las tradiciones haitianas, el folclor urbano que había tomado elementos de las viejas costumbres francesas, y la asimilación del acento rítmico proveniente de instrumentos africanos.
Entre estos instrumentos se hallan tres tambores grandes: el Premier que es un tambor de sonido grave encargado de protagonizar la controversia con el bailador; el Secund que resulta una especie de tambor complementario de la orquesta, por ello es más pequeño mientras que su sonido es más agudo que el del Bula; el Bula también de menor tamaño que el Premier, de sonido agudo y que mantiene el patrón rítmico de la tumba.
Asimismo se encuentra el inconfundible Catá, que es un tambor hecho todo de madera, un tronco ahuecado sobre cuya superficie cilíndrica se toca con dos palitos. El sonido del Catá, que es muy penetrante, constituye una especie de llamada a despertar. A estos tambores se agregan los cha chá o maracas metálicas, adornadas con cintas policromas.
Por su lado los cánticos son también una canción de nostalgia de los esclavos franceses procedentes de Haití, tomados por los negros y mulatos santiagueros, y enriquecidos por la tradición oral. En definitiva, toques, cantos y danza, fueron permeando elementos de la musicalidad popular cubana, y su variabilidad percusiva está presente en las estructuras del son y las comparsas actuales.
Pero volviendo a los orígenes de la Tumba hay que destacar que al principio, los franceses se admiraron de que «sus negros» imitaran la pompa de los bailes de la corte de Versalles y poco a poco fueron «ayudándolos» con trajes elegantes, chales finos, pañuelos de seda y encajes, collares y aretes. El lenguaje utilizado era el francés haitiano (patois o créole). Luego, en libertad, todo ese sustrato empezó a formar parte del universo de la Tumba, con una distinción especial.
¿Imitación, parodia o adaptación? Podríamos preguntarnos y profundizar todavía más en la polémica que existe en torno al tema, aunque por el momento nos acogemos a la variante de adaptación que es la más aceptada por investigadores y descendientes.
Para 1905 la Tumba Francesa abandona su nombre original de Lafayette para adoptar el de Sociedad de Tumba Francesa "La Caridad de Oriente". La Tumba Francesa se distingue de otros bailes africanos no sólo por el vestuario que exhiben sus integrantes, sino también por sus bailes, esencialmente aquellos que son llamados de salón, en los cuales la mujer y el hombre se mueven con facilidad, como si estuvieran dormidos.
Estos descendientes de esclavos africanos o afro haitianos que se convertían en libres, fueron formando cabildos o asociaciones de ayuda mutua, y lograron una cierta autonomía de los colonialistas españoles. Mientras que en los bailes al aire libre, en las plazas, por ejemplo, las Tumbas suelen bailar su minué. Una muestra de la fusión de dos culturas emblemáticas.
En el 2000, recibieron el Premio Nacional de Cultura Comunitaria y en el presente año, la UNESCO la declaró "Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad", tras el expediente presentado por el Centro Nacional de Patrimonio. Es sin dudas la Tumba Francesa huella infinita de la presencia francohaitiano en Cuba.
En el centro sur de cuba se trabaja en el rescate de tradiciones culturales olvidadas y la promoción y desarrollo de las existentes, lo que constituye una actividad priorizada por las instituciones culturales del territorio.
Cuando usted busca el concepto de cultura en un sentido amplio de la palabra equivale al nivel de desarrollo alcanzado por la sociedad en la instrucción de las ciencias, la literatura, la moral, el arte y la filosofía, por ello nuestras tradiciones y costumbres son un patrimonio que sólo con inteligencia y una obra creadora pueden perdurar de generación en generación.
En la provincia de Cienfuegos existen múltiples ejemplos de cuánto se puede hacer por elevar el nivel cultural y la recreación de sus habitantes por un trabajo sistemático y creativo de los promotores culturales e instructores culturales. Todo lo hecho no basta; hay que potenciar el movimiento cultural para el rescate de nuestras tradiciones, ya sea el desarrollo de torneos de rodeos, el arte del repentísimo, los cantos populares o los juegos tradicionales.
El municipio de Cumanayagua figura como uno de los territorios del país que integralmente más avance presenta en la actividad del rescate de nuestras tradiciones culturales, ello obedece a los amplios y variados proyectos culturales de esta localidad con la participación de todos los sectores de la sociedad.
Por ello en Cienfuegos se habla de que Cumanayagua es uno de los territorios de la provincia que más riqueza ostenta en la actividad de mantener viva las tradiciones y costumbres.
Con el debate franco y abierto de 13 trabajos especializados en los géneros de Historia y tradiciones, se celebró en Morón el Quinto Encuentro de Identidad Cultural, en lo que devino oportunidad para incursionar en la vida y obra de un territorio que recientemente arribó a sus 465 años.
Investigaciones relacionadas con los archivos parroquiales, el fraseologismo e idioma, las artes, los efectos de la Constitución del 40 y las vivencias de un hato mercedado en 1543, conformó la gama de análisis del evento que fundamenta todo el quehacer de historiadores en torno a los hechos que dan vida a la población.
Los dos jurados constituidos al efecto emitieron sus criterios para valorar un conjunto de obras profundas y analíticas, con el sentido común de enriquecer todo el acervo cultural del territorio con perdurabilidad para presentes y futuras generaciones.
En el género de tradiciones correspondió al trabajo Memoria de una dama de siete décadas, acerca de la radio en Morón, con autoría de Delicia Leyva Morales y Mariurka Martínez Alemán, el lugar cimero por su alto contenido dirigido a la aproximación del medio en la localidad.
Mientras, en la parte histórica se reconoció a La Campaña de la Reforma y sus consideraciones, de Félix Jorge Guerrero Vega, como el mejor trabajo del encuentro, testigo excepcional del bregar por la libertad y la justicia en la Isla de Cuba.
Capitulo 2. Valoración de las tradiciones culturales en los barrios costeros del municipio de Moa
El capítulo se inicia con la concepción de que todo cuanto el hombre crea es cultura, sobre todo, aquellas creaciones en las que se expresan sus sentimientos, sus maneras de ser y pensar, sus modos de vida y sus conocimientos atesorados a través de la historia. Ellas cumplen funciones importantes para la satisfacción de necesidades materiales y espirituales de sus creadores-portadores. Es el acervo de expresiones y manifestaciones de la creación popular, mantenido, recreado y transmitido en un proceso secular, que lo hace tradicional y en el que se emplean vías de transmisión como la palabra y el ejemplo.
En el capítulo se estudian rasgos y expresiones culturales que distinguen los barrios costeros del municipio Moa y que a la vez, se comparten con otras localidades, se realiza una valoración de las principales tradiciones culturales populares enfatizando en aquellas que son necesarias rescatar revitalizar y preservar. Se exponen por localidad todas las tradiciones culturales que las caracterizaron.
Con el desarrollo actual y las perspectivas de la cultura artística se necesita cada vez más de las investigaciones científicas en esta línea, es por eso que se trabaja en la confección de una memoria histórica para que se conozcan tradiciones y costumbres de los sitios costeros del territorio de Moa, para rescatar su valor patrimonial y así trasladar la cultura de ayer a la cultura de hoy para que no muera lo que un día fue el sustento espiritual de estas zonas.
Aunque no existen antecedentes bibliográficos como libros, revistas que recojan información sobre esta temática, se ha podido realizar la investigación gracias a la metodología cualitativa la cual tiene un carácter humano, destacando la utilización del método etnográfico y como técnica utilizada la entrevista que tiene un aire de confidencialidad cualitativa.
Los barrios costeros fueron los primeros habitados en Moa a finales del siglo XIX y principio del XX, por personas procedentes de diferentes zonas de la entonces provincia oriental. A medida que creció en habitad, sus costumbres se incrementaron.
La principal fuente de alimentación de estos pobladores fueron los productos marinos, los que cogían con cordeles a las orillas de las costas, en pequeñas cayucas primero y en barcos viveros después. Las variedades de especies eran vendidas en Cayo Mambí (Frank País) a 5 y 8 centavos; la mayoría de los peces se cambiaban por alimentos y medicinas. Esos insignificantes precios hacían penosa la vida de los hombres de mar, quienes para poder subsistir se dedicaban a la fabricación de carbón, el cual vendían a 10 centavos el saco.
Sus vidas eran difíciles, durante el día trabajaban duro, pero en sus momentos de ocio se reunían en patios de casas donde desarrollaban actividades acompañadas con sus manifestaciones culturales espontáneas, otro actividad a las que ellos le dedicaban tiempo, que llegó a formar parte de sus costumbres fue el tejido de chinchorros y atarrayas, hacían nasa, cayuca y medios de trabajo creados por ellos mismos.
Otras de sus costumbres fueron las creencias en la religión católica, por ser esta traída por los primeros habitantes al territorio , y que perdura en los momentos actuales; velaban sus muertos en los hogares, abecés se extendía en algunas ocasiones por falta de tela y madera , que era buscaba en el monte por los carpinteros de la comunidad que eran encargado de hacer el ataúd , los familiares rendían luto a sus muertos en correspondencia con la línea de consanguinidad ,ejemplo : hijos 5 años , esposos 4 años y hermanos 3 años. Los colores utilizados en la prendas de vestir eran el negro, blanco, malva y el gris.
Estas zonas rurales, a pesar de convivir con tantas necesidades como la falta de viviendas, medicamentos, alimentos, otros utensilios de primera necesidad, y de tener un nivel escolar bajo, mantenían los valores morales por encima de sus dificultades como son el amor, respeto, la solidaridad, humanismo, el patriotismo, los cuales fortalecieron su sentido de pertenencia.
Con el triunfo revolucionario cesaron las algarabías infantiles al encontrarse incorporados los niños en las escuelas, los pequeños barrios pesqueros se fueron incrementando con personas procedentes de Cananova, Baracoa y casi toda la población de Yaguaneque, instalándose en las Coloradas Viejas. Estas zonas se han convertido en bellos poblados con casas muy bien construidas, pero las aficiones culturales están debilitadas y pobremente representadas en la Casa de Cultura, dificultando la cultura general integral de los jóvenes los que deben conocer su historia, para que no muera el sustento espiritual de los habitantes de estos sitios, ya que la zona costera de Moa son proclives a las drogas que expulsan los barcos extranjeros en las costas, existe la proliferación del delito, ilegalidades y corrupciones que debemos combatir ocupando el tiempo libre de los diferentes grupos etarios.
Para lograr el desarrollo y preservación de todo lo concerniente a la cultura popular tradicional en todas las manifestaciones se tendrán en cuenta los siguientes aspectos:
2.1-CAÑETE
Se considera el primer asentamiento poblacional en el territorio de Moa, se encuentra ubicado a 22 Km del centro de la ciudad, hacia la zona este del municipio y tiene una extensión de 20 Km, pertenecieron estas tierras al magnate Francisco Cañete, quien con su apellido dio nombre al lugar.
Al principio de la primera década del siglo XX en pequeñas embarcaciones llegaron nuevas familias para habitar el lugar; una de ellas fue la de Apolónia Reynosa, procedente de la República Dominicana, que junto a Elías Albert había constituido su hogar en la ciudad primada de Baracoa, pero emigró para ese terruño cañetense al saber que esas tierras pertenecían a un coterráneo suyo; al llegar habían sido abandonadas y decidió quedarse convirtiéndose en el segundo grupo familiar residente en el lugar.
Las condiciones ambientales favorecían la subsistencia, por la fertilidad el terreno y la gran cantidad de árboles frutales encontrados en ella; con la tierra tan buena la agricultura se convirtió en su principal fuerte de alimentación. Además se asentaron en la costa donde adquirían los productos marinos con facilidad.
La familia de Apolónia fue creciendo hasta completar siete hijos, pero algo curioso es que siendo su esposo de apellido Albert ¿Por qué todos sus hijos se apellidaban Reynosa como la madre? Según entrevista a uno de sus hijos el anciano Zacarías en 1987, el explicaba que era costumbre de la barreada de procedencia de la Apolónia en República Dominicana que cuando una pareja no era casada legalmente quien dirigía la familia era la mujer y el apellido paterno se omitía al inscribir los hijos, con los que se fundó sin ser su intención un genuino matriarcado.
En este período habían llegado al rincón Cañetense (uno de sus repartos) la familia Girón, Gonzáles y Duranes, los que, al contraer matrimonio con los hijos de Apolóni hicieron crecer la población hasta convertir en dominante la parentela Reynosa.
Música Popular Tradicional
En la segunda década del siglo XX, específicamente el 31 de diciembre de 1925, Zacarías saca a la palestra creativa, el primer grupo musical no solo de la zona, sino de lo que es hoy municipio Moa (grupo de Zacarías y Sabor y Ritmo desde diciembre del 70). Los ritmos interpretados eran el Nengon autóctona de Baracoa, y otros sones montunos cuyos textos eran improvisados.
Fiestas y Bailes Populares tradicionales
Cañete era un poblado tranquilo, mucho trabajo, con pocas opciones para la distracción, hasta que el joven Zacarías sucesor de sus padres Elías y Eleodora y quien ya tenía constituida una familia, habló con sus vecinos, los incentivó para celebrar algunas festividades conocidas por ellos; el era músico improvisador y con dote de autor y humorista con lo que tomando fechas religiosas comenzaron sus relevantes actividades, que constituyeron las fiestas tradicionales cañetenses:
- Los Mamarrachos: Fiestas de máscaras que se celebraban los días 25 de julio (en homenaje a Santiago Apóstol) y el 8 de septiembre (día de la Caridad del Cobre), festejo que se iniciaba con una corrida de hombres que disfrazados de cerdos jíbaros a los que llamaban verracos, y a su paso cogían comestibles que encontraban en los diferentes hogares, guardándolos en un lugar previamente acordado. Detrás venía una conga que comenzaba cuando el fotuto les avisaba, haciendo un recorrido por todas las casas del barrio. Mientras el colectivo cantaba y bailaba 4 hombres disfrazados de perros hacían la segunda requicia, llevándose todo lo que encontraban guardándolo junto con lo recolectado por los animales anteriormente mencionados. Se reunían en una casa seleccionada y comenzaban el baile por parejas, cuando un hombre no encontraba compañera buscaba a otro y lo disfrazaban de mujer esto era un objeto que aumentaba la comicidad de la actividad.
Los alimentos que ingerían dependían en lo acopiado en la recogida por los improvisados actores que caracterizaban a los perros y verracos pero muchos asistentes aprovechaban la ocasión para ofrecer platos de sus iniciativas como: cazabe, buñuelos, empanadillas, tulangas, torrejas, bacanes, guanimos, pan de boniato, calalú de hierba mora, bledo y del palmito (pulpa de cohoyo de la palma nueva), pan de maíz, pan de guapén, turrón de coco, cucurucho, raspadura, frangollo.
Los mamarrachos fueron famosos en toda la zona de Moa, los instrumentos musicales que se utilizaban para ambientar la actividad eran fabricados rústicamente por los campesinos que trataban de seguir el compás de los poetas improvisadores, aunque sin ningún conjunto organizado, sino que todo el que sabía utilizar un utensilio musical lo hacía y con el sonido que hacía el bocú, bongoes, botellas, palos, latas, guatacas, guitarras y otros implementos hacían sus guateques.
Al llegar la medianoche se quitaban los disfraces, se retiraban a sus casas, o decidían continuar 2 o 3 días más mientras quedaran comestibles. A esta etapa final se le llamaba rendibúes.
Otras celebraciones tradicionales eran las que se encuentran a continuación:
- Los Montes Calvario se celebraban los 24 de junio (día de San Juan) se ejecutaban en medio del monte con canastas llenas de frutas, sábanas blancas y cestas con variedades de dulces, vinos caseros, y el guaguá como bebida fundamental, le cantaban himnos y plegarias a diferentes santos no solo al homenajeado los músicos ambulantes de forma alternada interpretaban canciones: la fiesta del mameyal, la pasión, la loma de los manantiales y otras, y entres cánticos religiosos, rezos y bailes pasaban toda la noche, dirigiendo estas acciones a deidades seleccionadas.
- Fiesta de Santa Bárbara: Día 3 y 4 de diciembre; donde cantaban cancines folklóricas.
- Fiesta de San Lázaro: Día 16 y 17 de diciembre con las mismas características que la de Santa Bárbara.
- Fiesta de Nochebuena: Día 24 de diciembre.
- Fiesta de Fin de Año: Día 31 de diciembre.
- Altares de la Cruz: fecha varía según el santo.
- Altares de promesa: fecha varía según el santo.
El famoso gavilán que aún se enseña en nuestras escuelas constituía un insustituible baile. Detalle muy importante en estos encuentros eran el vestuario de las mujeres consistentes en vestidos con vuelos en terminal de las sayas, en escotes de las blusas con una flor adornando las trenzas del peinado; vestuario muy semejante a los que hoy vemos, que lucían las guajiras o campesinas en los días festivos o tardes domingueras.
Los Mamarrachos: danza que amenizaba la fiesta del mismo nombre y acompañada por el Son Montuno muy gustado por los bailadores.
De todas estas festividades solo están vigentes las de Santa Bárbara, San Lázaro y Fin de año, las demás han pasado a ser patrimonio histórico pasivo.
Comidas Populares tradicionales
Todos estos habitantes conservando la cultura culinaria tradicional incrementaron la autóctona. Del coco sacaban la manteca para cocinar, la miel de abeja sustituía el
Azúcar de caña, el requesón lo cocinaban con viandas y arroz que traían de Baracoa en cayucas. Ejemplos de platos tradicionales:
- La tulanga
- El casabe
- El frangollo
- Buñuelo
Artesanía Popular tradicional
En cada una de estas festividades se ponían en contacto con el público otras manifestaciones artísticas como la artesanía que se mostraba con las canastas, sombreros, sandalias, centros de mesas, fruteros, adornos de pared, cestos fabricados con bejucos como: guaniquiquí, tibisí, bejuco vieja, la yagua, el yarey.
Las camas mesas y aparadores eran adornados con sobrecamas, manteles y tapetes tejidos con hilos de diferentes clases y colores, otros fabricados con tirillas y recortes.
Tradiciones Orales
La literatura de transmisión oral era otra de las opciones de estas fiestas poniéndose de manifiesto las décimas habladas y cantadas, improvisando acorde con la fecha y el hecho cultural. En los momentos que descansaban los músicos, los cuenteros populares hacían gala de sus presentaciones incluyendo los refranes, piropos, pregones y no podían faltar las tradicionales adivinanzas que hacían que las veladas nocturnas crecieran en disfrute.
A pesar de la importancia histórica de esta comunidad, porque es la madre de las tradiciones del municipio, y haber sido declarada Foco Cultural Tradicional Espontáneo en Octubre del 2004, hoy esta desatendido por el sectorial de cultura, y el patrimonio histórico y sus exponentes están en un deterioro total ya que no se promueve ni estimula y la nueva generación no disfruta de sus expresiones.
Según testimonio encontrado en el banco de información de la Casa de Cultura de Moa, se confirma parte de lo anterior expuesto. En investigación realizada en el año 1980 con la compañera Pastora Silot de 80 años, informo sobre el tema (sin corrección en el vocabulario):
- Yo vine a vivir aquí cuando ya estaba los Reynosa, los Duranes, Girón y otros, claro que los Reynosa eran los que mas había y de ellos fue que aprendimos muchas cosas como a bordar, tejer, hacer canastas y cocinar todo lo que brindamos en fiestas y lo que comíamos en casa.
- Pastora ¿Qué comidas ustedes hacían?
- ¡Ah!, imagínate que aquí no había tienda ni na, pero si coco del que sacábamos la grasa que era la manteca que usábamos y la raspa que deja el coco cuando se fríe se llama requesón que también nos lo comíamos con vianda; además había frutas, yucas, boniato, fruta bomba, palma, hojas de hierba mora, frutas de guapén y fruta de pan que hervida era muy sabrosa.
- Cuando se celebran los Mamarrachos (el día 24 de julio por Santiago Apóstol), Los Montes Calvarios (24 de Junio, día de San Juan), Altares de Cruz (3de mayo), día de la patrona (8 de septiembre), los días de Noche Buena (24 de diciembre) y 31 de diciembre se hacían fiestas en las casas de los vecinos y todas estas cosas se aprovechan, hacíamos: Tulangas, casabe, guanimo, bacán, leche de coco con pescado, turrones de coco y de semilla de marañon, calaluces con el palmito, estofado de fruta bomba y para hacer algunos dulces si no había azúcar se utilizaba miel de abeja.
2.2- Joselillo
Se encuentra ubicado al oeste de Moa centro con una extensión de 0,73 Km, sus límites geográficos son: al norte con el literal costero, al sur con el consejo Popular 26 de junio, al este con el Consejo Popular Rolando Monterrey, al oeste con el Consejo Popular Moa centro.
Sus primeros habitantes fueron las familias Liranza y Joselillo leyva. Después de la guerra de 1895, los terrenos del actual terreno le fueron otorgados a la familia Liranza procedentes de Sagua de Tánamo, los que fomentaron una finca en el lugar.
A principio del siglo XX allá por el año 1914 Gollo Leyva y su hijo Joselillo construyeron una casa junto al río que desembocaba allí y los terrenos fueron vendidos por Liranza a Joselillo Leyva; de ahí el nombre del lugar que fue llamado “Las tierras de Joselillo” el mismo fomentó allí una finca de frutos menores, mientras se dedicaba a la pesca para comercializarla, para ello adquirió una pequeña embarcación que convirtió en barco vivero para la recolección y protección de las especies.
En la década del 50 Moa se comenzó a poblar con la llegada de muchos trabajadores que venían a la construcción de la planta de Níquel contratados por la Moa- Bay- Company por ello Joselillo construyó en sus terrenos modestas casitas de costaneras o madera de pino y techo de guano
las que alquilaba a los obreros, así mismo arrendó pedazos de tierras para la construcción de viviendas. El no admitía que se hicieran en sus propiedades ni bares ni prostíbulos, solo existieron en las zonas dos cuarterías que pertenecían a Pepe Rey, así este sitio se fue habitando y comenzó a llamarse con su nombre actual.
Al triunfo de la Revolución de 1959, existían unas 200 modestas viviendas y se trazaron algunas calles rústicas. Joselillo entregó las tierras al estado y los vecinos pasaron a ser los dueños de las casas que habitaban ,se oficializó la Comunidad como reparto Joselillo, algo muy significativo es que cada habitante que se asentó ahí traía los hábitos y costumbres de su lugar de origen y así de forma inconsciente se practicaban manifestaciones artísticas y artes de trabajo que fueron formándose como tradiciones culturales tanto en el seno de la familia, en lugares públicos de forma individual y colectiva y en el transcurso de los años el desarrollo de las artes tradicionales han quedado en silencio a pesar de ser parte del patrimonio del municipio.
Música Popular Tradicional
La música era espontánea, utilizaban instrumentos musicales rudimentarios como: claves, maracas, guayo, entre otras. Cuando la algarabía se apoderaba de todo el lugar incorporaban latas e instrumentos de hierro que emitieran sonidos agradables y al compás del ritmo movían el cuerpo.
Celebraban cumpleaños y fiestas católicas, el 24 de diciembre (noche buena), fiestas de santos el 4y 17 de diciembre (Santa Bárbara) y (San Lázaro). Se declamaban décimas, hacían adivinanzas, cantaban boleros y sones al compás de las guitarras que acompañaban a solistas y trabadores. Otra de las tradiciones musicales que se practicaban eran los cantos de cunas y los cantos de rondas infantiles.
Comidas Populares tradicionales
Elaboraban distintos alimentos, tanto dulces como de sal, ejemplo: leche de coco con pescado, pulpo al golpe, enchilado de cangrejo, crudo de cobo, entre otros.
Dentro de los dulces encontramos: turrón de coco, turrón de semilla de marañón, coco rucho con corteza de guayaba y de naranja, atol de guapén, entre otros.
Artesanía Popular Tradicional
Cuando se celebraban estas festividades, en los hogares relucían los manteles, tapetes, sobrecamas, adornos de cocina. Todos confeccionados por las manos de las mujeres que, al no existir fuentes de empleo se dedicaban al tejido y al bordado a mano , en los cuales utilizaban distintos materiales , por ejemplo, el bordado necesitaba tela poliéster e hilo de la misma calidad para evitar que los decorados se dañaran, ya que al utilizar hilo de algodón podía soltar tinte.
El tejido a crochet es utilizado en vestuarios para niñas y jóvenes como: blusas, pañuelo de cabeza.
Tradición oral
La tradición oral era enriquecida por cuentos, adivinanzas, piropos y refranes.
Comentario de Ángela Argüelles Ortiz sobre el reparto Joselillo:
Yo nací el 5 de Diciembre de 1941 en Baracoa, vine a vivir para Joselillo con 16 años. Todo era laguna, monte, hicaco, guao; pero existían pocas familias por acá. El compañero Joselillo estaba vivo, cobraba $3.50 por el alquiler de los terrenos, los $3,00 eran para el y los 50 se los regalaba a la nieta.
Elaboraban distintos alimentos, tanto dulces como de sal, ejemplo: leche de coco con pescado, pulpo al golpe, enchilado de cangrejo, crudo de cobo, entre otros.
Dentro de los dulces encontramos: turrón de coco, turrón de semilla de marañón, coco rucho con corteza de guayaba y de naranja, atol de guapén, entre otros.
Cuando se celebraban estas festividades, en los hogares relucían los manteles, tapetes, sobrecamas, adornos de cocina. Todos confeccionados por las manos de las mujeres, que al no existir fuentes de empleo se dedicaban al tejido y al bordado.
En la actualidad conozco una sola compañera que esta recatando todas estas tradiciones, su nombre es Hidrohilia García de La Cruz, trabajadora de la Casa de Cultura. La compañera tiene un proyecto el cual se nombra Catauro Cultural integrado por barios exponentes de manifestaciones tradicionales que se presentan en el centro de la ciudad todos los sábados. Estos son invitados a la peña que se realiza en Joselillo el 1er domingo de cada mes, a las 4:00PM con el nombre Angelita y su patio campesino dirigida por Hidrohilia García.
Yo formo parte de esta actividad, como vez la peña lleva mi nombre, soy exponente de platos tradicionales y decimista.
Con relación a la creación del reparto la Playa, bueno todas estas costas tuvieron la misma situación que les e contado, lo que con el desarrollo social han tomado los
Nombres de reparto: la playa, brisas del mar y los mangos.
2.3-Playa
El reparto la playa se encuentra ubicado así: al norte le queda el mar; al sur Moa centro; al este el reparto Joselillo y al oeste las Coloradas Viejas. Fue surgiendo a la par de Joselillo, cobra fuerza a raíz de la existencia de un pequeño muelle que se utilizaba para comercializar frutas, viandas, entre otras cosas. También eran utilizadas embarcaciones para transportar persona desde Moa hasta Baracoa, nombre de dos embarcaciones existentes fueron “La conchita” y “La ligera”.
La situación económica, la vida social y cultural eran igual a la del barrio Joselillo. Se destacaba la artesanía en el trabajo con caracoles como: pulsos, aretes y collares. También en la literatura oral se utilizaban los cantos de cuna, los cuentos y las leyendas.
2.4 - Las Coloradas Viejas.
Las Coloradas Viejas surgió como barrio marginal. Sus casas eran con, techo de guano, paredes de costanera y piso de tierra, sin letrina sanitaria e instalaciones eléctricas.
Las primeras familias que habitaron dicho reparto fueron los Leyva y los Monteros, los cuales procedían de Cayo Burro, Yaguaneque y Cananova, construyeron sus hogares a orilla de la costa.
En el año 1903 llego’ Silvano Leiva y habitó una esquina del lugar, ahí permaneció hasta su muerte en 1993 y tales fueron sus raíces que apodo el lugar con su nombre, La playa de Silvano.
Este reparto limita al Norte y al Este con el mar, al Sur con las Coloradas Nuevas y al Oeste con el Atlántico .Su primera fuente de riqueza fue y es la actividad pesquera, actualmente mediante la. Se dedicaban a esta labor desde temprana edad y con muy pocos conocimientos teóricos .Esta arte se efectuaba con métodos rudimentarios, al principio con cordeles, después con nasas y redes, chinchorros, palangres y escopetas. Para este trabajo utilizaban rusticas embarcaciones construidas por ellos mismos llamadas cayucas o chalanas: frágil transporte que ponía en peligro sus vidas cuando eran sorprendidos por un mal tiempo. El trabajo de los pescadores carecía de seguridad .Unos años mas tarde las cayucas fueron sustituidas por barcos viveros, eran un tipo de embarcación con un tanque adaptado en el centro a la altura de la borda, sin permitir la entrada de agua dentro de la embarcación. El fondo era perfecto para permitir la circulación de agua y oxigenación.
La vida de estos pobladores era muy difícil por su pobre ingreso económico y muchos optaron por trasladarse a Cananova para trabajar en los campos cañeros, empresa en la que no tuvieron éxitos porque la fuerza laboral era suplida por emigrantes haitianos que recibían salarios mas bajos que los cañeros cubanos, cuestión que beneficiaba a los propietarios de la colonias.
Estas diferencias hicieron que los pobladores de las coloradas se dedicaran a la agricultura, la cría de ave, ganado menor, la casa alternada con la pesca como medio más eficaz de subsistencia.
Música Popular Tradicional
La música que predominaba era la folklórica representada desde1963 por La Conga Los Tabera fundada por Abel Tabera, procedente de La
Ciudad Primada, quien junto a hermanos y parientes constituyo esta afición. Esta unidad artística se ha mantenido por 46 años a pesar del fallecimiento de su fundador y la retirada de sus hermanos, pero con el incentivo a sus hijos y nietos crearon su lema “Mienta haya un Tabera habrá conga en Moa” y así se han multiplicado sus integrantes con la segunda generación.
Pero la tradición conuguera no se solidifico en ellos nada mas, nuevas generaciones han entendido la tradición y un ejemplo de ello es la conga del barrio pesquero fundada en el 2003, aunque muy joven constituyen el motivo de inspiración de esta experiencia comunitaria.
Esta conga fue nombrada con el mismo nombre del reparto en el cual pertenecen sus 19 integrantes esta necesita de mas promoción en las actividades que se realizan en el municipio debido a que constituyen una tradición de la zona norte. (Anexo 5)
Lastimosamente ninguna de las aficiones folklóricas reciben asesoramiento técnico de la Casa de cultura ni tienen espacios fijos en la promoción.
Danzas y Bailes Populares Tradicionales
En 1970 Ismaela Estrada Galiano constituye su comparsa que unió a los toques de la conga con un alto repertorio y que año tras año, fin de año, Fiesta de los CDR y 26 de Julio salen arroyando por su comunidad y por todo el casco urbano del municipio, siendo insignia de la cultura tradicional popular del territorio.
El Balse, lo practicaban los pescadores, las parejas unían sus cuerpos, en forma erguida al compás de la música iban como dos balsas llevadas por las olas del mar, llegaban hasta donde estaba situado el grupo musical, daban una vuelta y en el lado opuesto realizaban los mismos pasos has llegar al lugar de origen, era un baile muy serio, con poco movimiento en la cintura, pero si muy elegante. No se exigía un vestuario específico, pero generalmente las mujeres iban con vestidos rizos y los hombres con camisas de mangas largas, generalmente guayaberas.
Comidas Populares Tradicionales
Su alimentación bario considerablemente, de forma espontánea y planificada elaboraban platos típicos en cada familia y los días de fiesta lucían las deliciosas opciones. Dentro de ellas se encuentran:
- Pescado frito con chatino de boniato y Guapén.
También existían variedades de dulces que elaboraban con las diferentes frutas que cosechaban los pobladores en su misma zona, coma Silvano Leyva el cual sembró las matas de mangos, coco, entre otras conservadas hasta el día de hoy. Algunos de estos dulces:
Artesanía Popular Tradicional
En la artesanía se puede apreciar el trabajo realizado con recortes de tela como: servilletas, agarraderas para ollas, muñecas de trapos, javitas para mandados con distintas decoraciones.
Tradición Oral
La décima es la tradición oral utilizada, en ella se escucha temas dirigidos a la naturaleza, a la mujer, al amor, entre otros.
Todo esto se mantuvo hasta las dos primeras décadas del triunfo de la Revolución (60-70) y a medida que el barrio creció demográficamente por personas de Baracoa, se introdujeron otras aficiones que enriquecieron el acervo cultural.
Comentario de Ana de La Cruz sobre el reparto Las Coloradas Viejas:
Yo nací en 1938 y desde ese momento pertenezco a Las Coloradas Viejas. Lugar pobremente poblado. En aquellos años la vida fue dura conmigo porque perdí a mi padre a los 8 años, tuve que ayudar a mamá mucho en la casa a cocinar, lavar, planchar la ropa de mis Hermanos mientras que ella cultivaba la tierra en una finquita que tenía por Centeno de Moa que le dejo papá.
En la cocina se utilizaban distintos productos del mar como: cobo, cojinúa, pulpo, entre otros como el cangrejo.
Las actividades que se realizaban, por lo general, eran espontánea y los instrumentos musicales eran creado por el mismo hombre como: maraca, tambor y marimba.
2.5- Resultados general de las tradiciones en los barrios costeros
En el transcurso de los años la Cultura Popular Tradicional ha tenido sus debilidades y fortalezas. Antes del triunfo de la revolución los exponentes realizaban espontáneamente sus actividades a raíz de sus necesidades espirituales y materiales, luego con el triunfo de la Revolución Cubana surgió el despertar en la cultura con la creación del Sectorial de Cultura y sus instituciones.
Primero existieron los promotores naturales y después más adelante en el 2001 con el propósito de fomentar la rehabilitación de la Cultura Popular Tradicional y la masificación de la cultura en las comunidades surgieron los promotores culturales profesionales.
Las mayorías de los promotores naturales eran un baluarte en el trabajo tradicional, se han retirado por la falta de estimulo espiritual por parte de las entidades del Sectorial de Cultural, lo que ha traído como consecuencia la pobre vinculación de aficionados ha las actividades convocadas.
En la actualidad existe el proyecto Punto de Mar dirigido por la Lic. Hidrohilia García de La Cruz, la cual ha puesto todo su sacrificio y empeño en el rescate de estas tradiciones. Ejemplo de lo anterior comentado son las peñas mensuales realizadas en las que se divulga de forma práctica el trabajo que se está realizando con las distintas manifestaciones tradicionales.
En estas festividades se observa la participación de los distintos grupos etarios interesados por las expresiones de la cultura tradicional, en especial por la artesanía y dentro de esta la muñequería que agrada a las niñas, al igual que el tejido a las jóvenes.
También se manifiesta el entusiasmo por conocer, se observa a los exponentes en la preparación de actividades con un alto grado de entusiasmo para enseñar y así no muera lo que un día le enseñaron sus antecesores.
Algo muy preocupante es el poco apoyo del Sectorial de Cultura y sus instituciones en las actividades realizadas por los promotores en las comunidades, las que por falta de audio u otros recursos pierden calidad. Un caso crítico es la comunidad de Cañete porque se están perdiendo todas sus tradiciones por la falta de atención a las mismas.
El exponente por lo general, en todas las tradiciones debe ser estimulado ya sea material o espiritualmente.
Es de mucha importancia divulgar, promover las distintas actividades tradicionales, las cuales son fáciles de practicar en cualquier momento de ocio, en el caso de los niños y jóvenes pueden crear habilidades en las distintas manifestaciones haciendo más agradable el momento vivido. De esta forma se fomentan valores morales, políticos, educativos en la nueva generación. Valores de gran aporte en la formación de los jóvenes revolucionarios cubanos, que los hace más comprometidos con su principal tares: estudio-trabajo.
Con la Cultura Popular Tradicional se puede fomentar gran parte de la identidad local. Manteniendo las actividades con sistematicidad, calidad, objetividad. Crea en el hombre conocimiento, interés, hábitos y costumbres que van a estar presentes en el momento histórico en que se encuentre; y es por esta razón que se necesitan investigadores del tema para conocer lo que tuvimos y con lo que contamos. Siempre en beneficio de la nueva generación y de las que están por nacer.
Para mantener la identidad local estamos llamados a rescatar las tradiciones y costumbres de los barrios costeros, todavía estamos a tiempo pues aún existen máximos exponentes de esta cultura como puede observarse en la tabla que se muestra a continuación:
CONCLUSIONES
Los barrios costeros tienen una rica historia cultural, de la cual existen exponentes que con interés e iniciativas están dispuestos a conservar los recuerdos de sus antecesores para que estos no mueran, por ello se puede concluir que:
RECOMENDACIONES
BIBLIOGRAFÍA
http://www.angerona.cult.cu/index.php
http://www.atenas.cult.cu/
http://www.periodico26.cu/culturales/abril2009/.html
http://www.cultstgo.cult.cu/
ANEXO 1
Entrevista:
-¿Qué tradiciones culturales se practicaban en tú comunidad?
-¿Conoces el trabajo que se esta haciendo en la actualidad para rescatar estas actividades tradicionales?
-¿Crees importante que lo conozca la población, en especial la nueva generación?
-¿Te gustaría practicar algunas de estas manifestaciones culturales?
ANEXO 2
Registro de Comidas Tradicionales en los barrios costeros.
ANEXO 3
Silbano Leiva nos comenta:
El bals lo practicaban los pescadores, las parejas unían sus cuerpos, en forma erguida al compás de la música iban como dos balsas llevadas por las olas del mar, llegaban hasta donde estaba situado el grupo musical, daban una vuelta y en el lado opuesto realizaban los mismos pasos llegando al lugar de origen, era un baile muy serio, con poco movimiento en la cintura, pero si muy elegante. No se exigía un vestuario en específico, pero generalmente las mujeres iban con vestidos rizos y los hombres con camisas de mangas largas, generalmente guayaberas.