Contribuciones a las Ciencias Sociales
Noviembre 2011

FUNCIONES Y ESTRUCTURA DE LA COMUNICACIÓN COMO CATEGORÍA HUMANA



Juan F. Tejera Concepción (CV)
Profesor Titular. Ciencias Médicas Cienfuegos
jtejera@ucf.edu.cu


Resumen.
La educación médica superior de pregrado en Cuba sintetiza y materializa estas tendencias en ideas concretas que caracterizan la formación del Médico General Básico.
Por ser la educación médica un subsistema del sistema nacional de salud pública, el modelo del especialista en Medicina General Integral (etapa profesional siguiente a la de Médico General Básico) e importantes documentos rectores del proceso de formación de este especialista, como son la Carpeta Metodológica de la Atención Primaria de Salud  y Médico de la Familia y el Programa de trabajo del Médico y la Enfermera de la Familia, aportan los principios y estrategias políticas para el trabajo y formación de dicho especialista, los cuales a su vez son determinantes en la definición del modelo profesional del médico general formado en Cuba y en la precisión de las características y condiciones necesarias para el proceso formativo de estos.
De forma resumida, los siguientes elementos caracterizan el proceso de formación actual de médicos generales integrales básicos en Cuba, cuyo modelo profesional tiene como principal referente teórico el pensamiento del compañero Fidel: 

Palabras Claves: it structures, informative, affective, passive, guided, mutual.
estructura, informativa, reguladora, afectiva, pasiva, guiada, mutua.



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Tejera Concepción, J.: "Funciones y estructura de la comunicación como categoría humana", en Contribuciones a las Ciencias Sociales, noviembre 2011, www.eumed.net/rev/cccss/15/

 

Desarrollo.
Funciones y estructura de la comunicación.    
Otro aspecto importante en el estudio de la comunicación lo constituyen sus funciones. Varios autores consideran que las funciones de la comunicación son múltiples, dentro de ellos podemos mencionar Andreieva (1974), Radames (1990), Durán (1995), Fernández González (1995), Ojalvo (2004), y Sánchez (2007), pero se destacan tres fundamentales: la informativa, la reguladora y la afectiva muy relacionada con los componentes estructurales de la comunicación: informativos, perceptivos e interactivos, constituyendo elementos esenciales para la formación de habilidades comunicativas.  

Comprende el proceso de recepción y transmisión de informaciones que incluye no solo ideas, conceptos y conocimientos, sino además actitudes, intereses, estados de ánimo y sentimientos entre el médico y el paciente y que constituye un fenómeno complejo bidireccional en que cada interlocutor se manifiesta con un carácter activo.
En la práctica docente asistencial, esta función adquiere particular relevancia ya que a través de ella se logra que el paciente informe en la entrevista médica, su estado de salud en sentido general, mediante el interrogatorio médico, y el examen físico.El paciente debe ser  capaz de comunicar al médico sus principales síntomas, e inquietudes. La relación empática por parte de ambos ayuda al médico a dilucidar el problema diagnóstico lo más breve posible.

Constituye el aspecto afectivo de la comunicación, que determina los estados emocionales del hombre en el proceso de interacción interpersonal, donde se toman en cuenta los motivos, propósitos y actitudes del paciente, para compartirlos emocionalmente y las relaciones de empatía, afecto, seguridad, para propiciar la comprensión mutua que determina la calidad de la función informativa y regulativa.
Su concepto central es el de comprensión mutua, el que representa el aspecto afectivo, determina los estados emocionales del paciente, sus preocupaciones, relacionados con la enfermedad, el diagnóstico, pronóstico y evolución. Juega un papel de suma importancia la comunicación que el médico utiliza con cada uno de los paciente, al tomar en consideración lo personológico, afectivo, emocional, y terapéutico, sin caer en conductas de complacencias y expectativas que no van a ser cumplidas, esencialmente las que pueden estar determinadas por el diagnóstico del paciente.
Se refiere a la comprensión clínica y terapéutica en ambas, implica aceptar a los pacientes y analizarlos como una unidad bio-psico-social-espiritual y cultural. Para la comprensión clínica y terapéutica juega un papel fundamental las imágenes que los pacientes se forman de su médico, lo que se llama percepción interpersonal.
Radames (1990), llega a conclusiones importantes, sobre la dimensión afectiva, donde pone de manifiesto que: 

Este vínculo afectivo es conocido como afinidad o empatía y depende en alguna medida,  para el autor, de las habilidades de comunicación verbal y extraverbal. 

Los planteamientos anteriores permiten inferir la necesidad de formar en los futuros médicos, cualidades que permitan  una adecuada comunicación a través del cumplimiento de las funciones informativa, regulativa y afectiva, esta última es la más importante para el éxito en la calidad de la atención médica, contribuyendo al nivel de satisfacción de la población.

Se produce en el proceso de interacción entre los participantes de este proceso comunicativo e influye en la organización de la actividad de salud, la orientación, estimulación y control de la conducta de estos en el logro de un objetivo común. 
Las interacciones que se establecen entre el médico y el paciente se clasifican según Szasz (1956), en tres tipos.

Se puede observar en distintas fases de una misma enfermedad la presencia de los tres modelos, y en un mismo paciente, en diferentes afecciones que pueda presentar, por lo que el autor de este trabajo considera que las habilidades comunicativas ocupan un papel esencial para orientar al paciente adecuadamente, y constituyen una unidad dialéctica los modelos referidos anteriormente.
En cuanto a la estructura del proceso comunicativo es necesario precisar que no es un fenómeno tan estudiado como es el caso de la estructura de la actividad. No obstante, algunos autores señalan tres componentes generales en la misma: de carácter informativo, relativo a los mensajes que se intercambian, su contenido y su transmisión-recepción; de carácter perceptivo, dado por las imágenes de uno y otro interlocutor que se forman durante el intercambio y que influyen en el decursar del mismo; y de carácter interactivo, relativo a la forma en que interactúan los participantes, el tipo de vínculo y relación que establecen entre sí. (Andreieva, 1974; Ojalvo, 1994; Durán, A. 1995; Fernández, A. 1995).
Otros autores se refieren a los aspectos referenciales y conativos de la comunicación. (Aburto, Watzlawick, 1993). El aspecto referencial se refiere a la información, al  contenido del mensaje. El conativo se refiere a la relación entre los comunicantes y manifiesta, de acuerdo a ello, cómo debe entenderse el mensaje.
Dos mensajes pueden tener contenidos muy semejantes y definir relaciones distintas entre los interlocutores. Por ejemplo, el médico puede decir al paciente: "Es importante que tomes los medicamentos " o "Si no tomas los medicamentos no te curarás y te pondrás peor”. Ambos mensajes en cuanto a contenido transmiten la misma información (necesidad de tomar los medicamentos  para tener mejor salud), pero evidencian relaciones distintas. 
En el primer caso se sugiere y en el segundo, el tono amenazante refiere un médico  autoritario e impositivo.
Se comparte la idea de considerar de manera más general estos dos componentes estructurales en la situación de comunicación, por constituir elementos de diferente naturaleza: de carácter informativo (de contenido o referencial) y de carácter relacional conativo,  donde se resumen elementos afectivo-valorativos que se desarrollan en el intercambio humano (incluyendo aquí lo perceptivo y lo interactivo).
En relación con la estructura de la comunicación, se tuvo en cuenta en el presente trabajo, su articulación con las habilidades comunicativas, están presentes los tres componentes (informativo, interactivo y perceptivo). Es la empatía,  el mecanismo para la comprensión mutua que debe centrar la comunicación que se establece entre el médico, los pacientes y familiares, debe ser la función afectiva, la que garantice el éxito de las demás funciones, para contribuir el logro de una atención médica de calidad. Estos presupuestos teóricos forman parte también de la fundamentación y definición de las habilidades comunicativas, adaptadas al contexto de la Medicina.
Conclusiones.
El informe de la WFME vuelve a hacer referencia a la toma de decisiones cuando plantea que “… las Facultades de Medicina deben identificar e incorporar en el currículo las contribuciones de cualquier otra ciencia que proporcione el conocimiento, los métodos, las habilidades y las actitudes necesarias para la comunicación efectiva y la toma de decisiones clínicas”.
Al analizar como se comportaba el tratamiento de la temática comunicativa, en el proceso de formación del Médico, en el ámbito internacional se destaca que antes de 1999 no se hacía referencia a esta, a partir de este momento se comenzaron hacer algunos intentos en esta dirección  reconociendo la importancia que tiene la comunicación en la formación de los profesionales de la salud, aunque no existen modelos diseñados, se prepara al Médico desde la óptica de curar a la persona en el momento de enfermar, a diferencia de Cuba que constituye un paradigma  mundial por contar con modelos que contemplan ejes formativos para preparar al futuro profesional de la salud con una percepción holística de la Medicina, y la pertinencia de contar con el método de enseñanza de la profesión “el método clínico”, con sus distintas etapas y formas de organización docente, que le dan respuesta a los principales problemas de salud de la población, mediante el tratamiento de las habilidades especificas de la profesión y las habilidades comunicativas, para prevenir, restablecer y rehabilitar las enfermedades y analizar al sujeto como una unidad integral, bio-psico-social-espiritual y cultural.

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