Yaina Martínez Viel (CV) RESUMEN
El hombre es un ser potencialmente creativo, pues la creatividad se desarrolla a
lo largo de toda nuestra vida, haciéndose necesario e importante que los
docentes puedan potenciarla desde las primeras edades, correspondiendo a la
escuela y a la educación, influir en la expresión creativa de nuestros educandos
en la actividad cognoscitiva y para la vida. La creatividad como proceso
complejo ha sido investigado desde la Psicología a partir de las diferentes
visiones que los autores han puesto de manifiesto en sus investigaciones; de ahí
que el presente material brinda al docente la posibilidad de comprender al
proceso creativo como expresión de la personalidad y por tanto posible de educar
y desarrollar en los educandos.
Palabras Claves: creatividad, personalidad, configuraciones, personológicas,
motivación, proceso.
ymartinez@ucp.sc.rimed.cu
Dariela Pérez Obregón (CV)
dariela@ucp.sc.rimed.cu
En la actualidad la creatividad ha sido objeto de estudio por parte de psicólogos, sociólogos, filósofos, antropólogos y otros que desde las especificidades de sus disciplinas han intentado definir el término; siendo el centro de diversas polémicas dado a que cada autor pone de manifiesto su cosmovisión del objeto en el resultado de sus investigaciones. La Psicología no ha estado al margen de esta problemática y sus estudiosos plantean diferentes definiciones de creatividad así como su relación con la personalidad atendiendo a las corrientes psicológicas a las que pertenecen.
Según la autora A. Mitjans (1995) existen actualmente en la psicología cinco enfoques fundamentales en el estudio de la creatividad:
• El enfoque que hace énfasis en el proceso: está expresado en aquellos trabajos dirigidos a describir e intentar explicar cómo transcurre el proceso creativo y otros que en él intervienen.
• El enfoque que hace énfasis en el producto, incluye los trabajos que abordan la creatividad a partir de precisar las características del producto creativo.
• El enfoque que hace énfasis en las condiciones que posibilitan o no la actividad creadora.
• El enfoque que destaca a la persona con trabajos dirigidos a revelar las cualidades, características, procesos psicológicos que la posibilitan;
• El enfoque que hace énfasis en la integración, en el que se intenta explicar la creatividad en función de la integración de más de uno de los elementos mencionados.
Es de interés en este artículo el enfoque que hace énfasis en la persona dada la relación que se establece entre la personalidad y la creatividad a partir de reconocer el papel que juega el sujeto en la regulación de su personalidad en el acto creativo y la posibilidad que brinda la escuela de favorecer el desarrollo integral de los estudiantes y de su potencial creativo a través del carácter productivo de las actividades y el sistema de comunicación entre otros, llevando a los estudiantes a implicarse en su propio proceso de aprendizaje y de su regulación en la actividad cognoscitiva.
La introducción del concepto de personalidad en la Psicología, significa ante todo que en la explicación de los fenómenos psíquicos se parte del hombre como ser material en sus correlaciones con el mundo. Todos los fenómenos psíquicos, en sus interconexiones, pertenecen a un hombre concreto, vivo actuante, dependen y se derivan del ser natural y social del hombre y de las leyes que lo determinan. (Rubinstein, 1965). S. L. Rubinstein enunció así el enfoque personológico: todos los procesos, propiedades y estados psíquicos sólo pueden ser analizados en el contexto de la personalidad; todos los fenómenos psíquicos pertenecen a un individuo concreto, están determinados por su ser social e individual.
Aunque existen numerosas definiciones acerca del concepto de personalidad, en ellos predomina la comprensión de la personalidad como una formación íntegra que posee diversos niveles, donde los niveles superiores regulan el comportamiento y la actividad del sujeto. Se considera que la personalidad, a través de los diferentes niveles que la integran, es el nivel regulador superior del psiquismo humano.
La relación personalidad - creatividad ha sido abordada por diversos autores que intentan precisar que caracteriza y diferencia a las personas creadoras R. Cattell y Butcher H. 1998; E. P. Torrance, 1969; A. Maslow, 1979; H. Gardner, 1987; R. J. Sternberg y T. J. Lubart, 1991; entre otros coinciden en plantear en que la creatividad no es explicable solo como producto de funciones cognitivas sino que requiere además de otros aspectos de la vida psíquica en los que se implican elementos de la personalidad.
Los autores Getzel y Jackson, 1962 demostraron un conjunto de rasgos asociados al pensamiento divergente. G. Taylor, 1987 destaca como propiedades de la creatividad a la novedad y el valor de la idea definiéndola como un proceso intelectual cuyo resultado es la producción de ideas nuevas y valederas al mismo tiempo. Según el investigador norteamericano J. P. Guilford la creatividad es resolución de problemas e implica diversas capacidades tales como sensibilidad a los problemas, fluidez, flexibilidad, originalidad, redefinición y elaboración. D. De Prado, 1996 plantea que es “un modo original y personal de pensar, sentir y expresarse que se aparta de los modelos socioculturales vigentes o circundantes y da como resultado trabajos distintos, a menudo, originales y valiosos, en distintos sujetos”. Estas y otras investigaciones que se realizan en esta dirección si bien reconocen el vínculo de la creatividad con la función afectiva de la personalidad dan un papel determinante a los aspectos cognitivos de la misma.
La teoría humanista desde su enfoque personológico revela que la personalidad creativa es sinónimo de personalidad integrada. Asume que el acto creativo se produce por la motivación, la asimilación consciente y el esfuerzo dirigido hacia un determinado problema, de forma que luego se internalice al subconsciente con lo que surge algo nuevo. Tiene en cuenta que este proceso ocurre cuando el individuo en contacto con la realidad se implica y compromete en la realización de lo nuevo, para satisfacción de sus necesidades individuales, autorrealizándose en el acto creativo. Para Maslow la cualidad expresiva del ser que posee creatividad autorrealizada, está por delante de su cualidad de solución de problemas o de la elaboración de productos. Sin embargo Carl Rogers, 1987 considera que aparte de los rasgos personológicos propicios para el desarrollo de la creatividad tales como apertura a la experiencia, capacidad de autoevaluación y regulación interna, capacidad de jugar con elementos y conceptos, la personalidad creativa también requiere como condición fundamental el generar productos observables; considerando además que el efecto de las relaciones sociales, según sea el caso, propiciarán o bloquearán el desarrollo creativo. El estudio de los sicólogos humanistas constituye un antecedente para la comprensión de la relación personalidad – creatividad pero adolece de la consideración sobre el determinismo sociohistórico de lo psíquico.
Existen definiciones en la que se enfatiza en la unidad de los componentes psíquicos cognitivos y afectivos para la expresión de la creatividad. La autora A. Mitjans, 1995 define que es “un proceso de descubrimiento o producción de algo nuevo, valioso, original y adecuado que cumpla las exigencias de una determinada situación social, en la cual se expresa el vínculo de los aspectos cognitivos y afectivos de la personalidad”. La personalidad es considerada no como un conjunto de rasgos, cualidades o dimensiones sino como un sistema complejo y estable donde se integran de forma específica lo estructural y lo funcional. Así en la actividad creativa se ponen de manifiesto aquellas características del sujeto que determinan su comportamiento creativo expresado a través de la regulación de su personalidad. Por lo considera en el libro Creatividad, Personalidad y Educación cinco elementos fundamentales del carácter personológico de la creatividad:
• El vínculo de lo afectivo y lo cognitivo como célula esencial de la regulación del comportamiento.
• La creatividad asociada a diversos elementos estructurales de la personalidad como las formaciones psicológicas motivacionales.
• La creatividad está asociada a la presencia de importantes indicadores y expresiones de la personalidad.
• La creatividad asociada a la distinción conceptual entre las categorías sujeto y personalidad.
• La creatividad como expresión de configuraciones personológicas específicas que constituyen variadas formas de manifestación sistémica y dinámicas de los elementos estructurales y funcionales de la personalidad.
El vínculo de lo afectivo y lo cognitivo como célula esencial de la regulación del comportamiento, destaca la unidad indisoluble de ambos al producirse el acto creador y desestima las distintas posiciones que defienden el predominio de una esfera sobre otra o de las capacidades como responsables directas de la actividad creativa revelando que es en el marco de las tendencias orientadoras de la personalidad, las formaciones psicológicas motivacionales complejas como las convicciones, los ideales, las intenciones profesionales, etc. que se activa el pensamiento en la búsqueda creadora.
La creatividad está asociada a la presencia de un conjunto diverso de elementos estructurales entre los que se destacan las formaciones motivacionales complejas de la personalidad. Entendiendo que estas formaciones están integradas por un conjunto de motivos y mediatizadas por las operaciones cognitivas del sujeto. Con este elemento se expone la relevancia del papel dinamizador que los diversos y complejos motivos poseen en el acto de crear por cuanto el sujeto es creativo precisamente en aquellas actividades a donde se dirigen sus principales tendencias motivacionales propiciando el desarrollo de las capacidades necesarias para su expresión.
En este sentido las intenciones profesionales y la autovaloración, consideradas formaciones motivacionales complejas, se observan en estrecha relación con la expresión de la creatividad, aunque cada una de ellas por sí sola no garantizan esta expresión es evidente que una adecuada autovaloración y desarrollo estable de las intenciones profesionales son determinantes en el sujeto creativo.
La creatividad está asociada a la presencia de importantes indicadores y expresiones de la personalidad, entendiendo esto como la expresión de la unidad de los elementos funcionales y de contenidos de la personalidad con el proceso creativo. Indicadores como la flexibilidad para reorganizar alternativas, modificar puntos de vista y comportamientos en función de las nuevas condiciones y exigencias en la actividad que se desarrolla; la individualización que se hace a partir de elaboraciones personales sobre la información que se recibe y que generan participación activa, protagonismo en la tarea; la dimensión y proyección futura de los contenidos síquicos vistos como el planteamiento de metas futuras que implican un proceso de estudio, búsqueda de soluciones, vencimientos de objetivos a corto y mediano plazo, etc., está estrechamente vinculadas con las potencialidades creativas del sujeto.
El carácter personológico de la creatividad también está determinado por la compresión de la creatividad asociada a la distinción conceptual entre las categorías sujeto y personalidad, lo que permite comprender la diversidad de los comportamientos creativos en el proceso de producción de algo nuevo mediatizado por el papel regulador de la personalidad. En este sentido es el sujeto quien utiliza sus recursos personológicos y orienta su comportamiento en la realización de planes y proyectos, en relación con las características de la situación en que está inmerso, el nivel de conocimiento y la motivación que posee, etc. para revelar un comportamiento creativo que no solo es expresión directa de la personalidad, sino también expresión del sujeto quien lo regula intencionalmente.
La creatividad es expresión de configuraciones personológicas específicas que constituyen variadas formas de manifestación sistémica y dinámica de los elementos estructurales y funcionales de la personalidad que intervienen en el comportamiento creativo y que la autora ha denominado las configuraciones creativas. El carácter único de la determinación sicológica del comportamiento creativo se enmarca en las configuraciones personológicas individualizadas como organización específica y dinámica de elementos estructurales y funcionales de la personalidad en su acción reguladora del comportamiento. Es evidente que entre las personas creativas existen diferencias en los elementos estructurales y funcionales subyacentes al proceso creativo. No significa que una determinada configuración personológica sea creativa por sí misma sino que a ella pertenecen los recursos personológicos sobre los que descansa la expresión creativa del sujeto.
La alta motivación profesional, la orientación vocacional bien definida, la valoración adecuada de su individualidad, la actitud activa en la autosuperación como persona y profesionalmente, la orientación hacia la creación de forma intencional, hacia la realización y logros de metas, entre otros aspectos, forman parte de las configuraciones personológicas individualizadas que pueden propiciar la expresión de la creatividad, considerando que no se estructuran y funcionan de forma idéntica sino que se manifiestan como condiciones necesarias para el desarrollo del acto creativo en el sujeto.
Las potencialidades personológicas para la creatividad, no se expresan necesariamente de forma inmediata en el comportamiento humano, sino que aparecen paulatina y progresivamente a nivel de cada sujeto, de ahí que el maestro debe conocer esas potencialidades y a sus alumnos para promover su desarrollo de manera diferenciada.
Potencialidades en los estudiantes creativos:
Curiosidad intelectual, motivación intrínseca.
Independencia cognoscitiva, autonomía.
Interés por resolver y proponer problemas.
Capacidad de buscar alternativas, flexibilidad.
Dominio de las de las operaciones lógicas del pensar.
Capacidad de abstracción, de síntesis, intuición, originalidad, inteligencia fuerte.
Apertura a la experiencia, actitud perceptiva.
¿Cómo reconocer a los alumnos con potencial creativo?
Sus trabajos escolares son originales y creativos.
Realiza preguntas inusuales en la clase.
Es ocurrente, enfoca de forma diferente las cosas.
Produce muchas ideas, iniciativas o contribuciones cuando trabaja en temas que le gustan.
Se le ocurren muchas maneras distintas de hacer las cosas o analizarlas.
Manifiesta una rica imaginación.
Le gusta explorar ideas, cosas o situaciones desconocidas.
Le agrada emprender tareas difíciles, le interesan los desafíos.
Se puede educar la creatividad y aunque la escuela no es la única responsable de este proceso, tiene un rol importante al organizar formalmente la educación de la personalidad de los educandos, y para ello es clave el nivel de creatividad, iniciativa e independencia de la labor educativa. El docente en la dirección del proceso docente educativo debe propiciar:
• El clima creativo favorable: que promueva una comunicación afectiva, asertiva y las relaciones empáticas entre profesor y alumnos; se respeten las ideas individuales, las opiniones divergentes, se analice cada idea propuesta como válida por el grupo. etc.
• La motivación hacia la actividad a realizar: para desarrollar en los educandos intereses cognoscitivos, nuevas expectativas hacia lo que van a aprender y se propicie el desarrollo de vivencias afectivas positivas que orienten el comportamiento protagónico en la actividad a realizar.
• Que se plantee la materia no como un contenido acabado sino como situaciones problémicas a resolver: para que los alumnos empleen los contenidos aprendidos anteriormente, las habilidades y capacidades que poseen, la imaginación y sus vivencias personales en la búsqueda de soluciones individuales y/o grupales originales, novedosas.
• Que se promueva el pensamiento reflexivo y divergente.
• Que se convierta en un propósito encontrar una respuesta creativa dada la imposibilidad de resolver el problema planteado por los medios que ya conoce.
La creatividad es inherente a la personalidad, no como un rasgo o característica de la misma, sino como expresión de la función reguladora del sujeto en la actividad. La personalidad entendida como una compleja organización subjetiva del proceso de regulación del comportamiento está estrechamente relacionada con el sujeto quien es portador de ella y de la intencionalidad de su comportamiento mediado por los aspectos extrapersonales como la situación concreta en la que se desarrolla, las condiciones y/o limitantes con las que cuenta entre otras, con lo que se determina que la creatividad no depende solo de los recursos personológicos del sujeto sino de las posibilidades y limitaciones con las que el sujeto es capaz de tener un comportamiento creativo.
La integración de lo cognitivo y lo afectivo propicia la expresión de la creatividad por cuanto en el acto creativo se evidencian los procesos de la esfera cognitivo instrumental del sujeto y esto es posible dada la fuerte motivación que existe sobre un área específica y que orienta el desarrollo del desempeño creativo del sujeto, así como las vivencias emocionales que son indicadoras de la significación que posee para sí la actividad creativa.
La flexibilidad, la individualización, la dimensión y proyección futura de los contenidos psíquicos son indicadores que caracterizan el nivel consciente- volitivo de la personalidad y están estrechamente ligados con las potencialidades creativas del sujeto. Los elementos estructurales y funcionales que conforman las configuraciones personológicas específicas que intervienen en el proceso creativo se determinan en la unidad del sistema de elementos personológicos que intervienen en el comportamiento creativo.
Lo planteado hasta ahora en la visión de la creatividad como expresión de la personalidad no es un hecho acabado. Es de interés de maestro, psicólogos, pedagogos seguir investigando al respecto y en cómo la educación puede influir en la expresión creativa en la personalidad de nuestros educandos.
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