Contribuciones a las Ciencias Sociales
Septiembre 2011

DEMOGRAFÍA CATALANA: BREVE ACERCAMIENTO



Luís Hector Bailón García (CV)
bailon_lui@gva.es


RESUMEN

Históricamente,  Cataluña siempre ha sido una región bastante más poblada que la media de la península. Y además, desde que existen estadísticas de población, Cataluña se ha mantenido en la media de las tasas de crecimiento del resto peninsular. Pero Cataluña tiene grandes diferencias entre las zonas más industriales y las agrarias, que tienen una evolución demográfica distinta. Lo cual se remarca en el siglo XX.

Tag: demografia, Cataluña, Barcelona, poblacion



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Bailón García, L.H.: Demografía Catalana: breve acercamiento, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, septiembre 2011, www.eumed.net/rev/cccss/13/

Demografía Catalana: breve acercamiento

Desde mediados del siglo XIX el área de Barcelona recibe inmigrantes de las zonas agrarias, que llevan sus tasas demográficas, pero la situación de exceso de mano de obra, que genera pobreza, hace retrasar el descenso de las tasas de mortalidad frente a otras zonas industriales. Así pues, no es en las zonas más industrializadas catalanas donde se produce la demografía industrial, sino en las de industrialización media.

Una de las características de la población catalana que más ha marcado la actitud cosmopolita de su sociedad es la inmigración. La fuerte industrialización de Cataluña, acelerada a comienzos del siglo XX, produce la llegada de inmigrantes, tanto regionales como del resto peninsular fuerte y constante.

En la década de 1920 recibió una inmigración masiva, que elevo una tasa de natalidad mucho más baja que en el resto de España. La crisis de 1929 redujo la llegada de inmigrantes, y dado que era la población que elevaba la tasa de natalidad, esta descendió. Hubo un periodo de recuperación que se vio definitivamente frenado por el estallido de la guerra civil.

En 1959, el plan de estabilización da comienzo al gran desarrollo económico, que genera una corriente migratoria desde las zonas rurales de España a las zonas industriales, siendo Cataluña una de sus principales receptoras. Cataluña recibe millones de inmigrantes, gracias a su alto grado de industrialización. La importancia de la inmigración nacional oculta la migración regional. Cataluña sufrió un éxodo rural similar al castellano o Aragonés, lo que desequilibraba la distribución de la población catalana. Además, al igual que el resto de españoles, los catalanes emigran a Europa en busca de mejoras económicas y laborales. El impuso migratorio iniciado en los años 60 se desacelera para finalmente volver a detenerse en la década los 1980. Actualmente, desde mediados de los 90, con la aparición de la inmigración internacional, ha vuelto a subir. Este ascenso de la inmigración extranjera, ha traído a Cataluña una desintegración cultural, ya que cerca de 1/5 de la población no es de origen, ni de cultura catalana. Si a ello le incluimos los inmigrantes interiores del resto de España, nos encontramos que un tercio de la población catalana ha procede de fuera de la comunidad. Así pues, actualmente, probablemente la mitad de la población catalana sea inmigrante o hija de inmigrante, lo que puede llegar al 60% si incluimos al cerca de millón de inmigrantes extranjeros oficialmente afincados en la comunidad.

Distribución de la población

El 70% de la población catalana vive en los 45 municipios que superan los 20.000 habitantes. Ha sido un fenómeno relativamente reciente, ya que hace poco más de un siglo, en 1857, la población urbana no pasaba del 28%.

En el siglo XVIII, coincidiendo con el declive de la economía castellana, se produce un resurgimiento económico catalán. Este resurgimiento, principalmente comercial, impulsa la producción y explica la aglomeración barcelonesa. En la época, igual que actualmente, la densidad de población decrece en proporción directa a la distancia a la capital. En la ciudad de Barcelona y su área metropolitana se concentra el 50% de la población de Cataluña. En su término municipal, alcanza una densidad de población de 15.992 hab/km2, uno de los índices mayores del mundo. Y aun es mayor la densidad poblacional de la ciudad dormitorio” principal de Barcelona, Hospitalet de Llobregat, llegando a 19.867 hab/km2 . Así pues, la población catalana es eminentemente urbana. Los factores medioambientales también influyen en la distribución del poblamiento de Cataluña. En general, las comarcas del litoral están más densamente pobladas que las del interior, a excepción de las poblaciones cercanas a Lleida. Así pues, las comarcas interiores, pirenaicas y prepirenaicas se encuentran por debajo de la media en densidad de población. Esto es debido al éxodo rural que produce un despoblamiento del campo. Además, la población no sólo abandona el mundo rural, sino también la agricultura. Así pues, podría llamarse también éxodo agrícola.

Sin embargo, recientemente, se observa un paulatino cambio de tendencia. El éxodo rural ha dado paso al éxodo urbano por la atracción que ejerce para vivir, el espacio rural en la población.
Terminado el gran flujo migratorio y constatada la caída de la natalidad, la población de Cataluña está estancada y tiende claramente, como el resto de zonas industrializadas y desarrolladas, al envejecimiento.
La tasa de fecundidad en Cataluña, ha estado tradicionalmente por debajo de la media española. Pero hay diferencias regionales. La Cataluña interior y norteña tiene unas tasas similares a las del resto de España, y la Cataluña litoral e industrial, con más población, tiene tasas más bajas. Coincidiendo con el descenso de la fecundidad en toda España, en Cataluña alcanzan mínimos aun mayores. Esto ha provocado un envejecimiento de la población catalana más acusado que en el resto de España.

Desde los años 70 las comarcas menos natalistas estan menos pobladas; las del interior y el norte; y las más pobladas las más natalistas. Este aumento de la tasa de natalidad es debida a la inmigración, especialmente femenina.

La distribución por sexos es desigual en la base y en la cumbre, mientras que en la base existen más hombres que mujeres (estadísticamente se ha comprobado que nacen 105 hombres por cada 100 mujeres), la esperanza de vida de las mujeres es más alta, por lo que en los tramos intermedios se equilibran y en los tramos altos superan el número de mujeres al de hombres. Pero se da el efecto migratorio, que hace que en el tramo de 25-44 años, haya un aumento de hombres significativo.

La forma de la pirámide poblacional es de bulbo,  típica de los países desarrollados, en los que la natalidad ha descendido rápidamente, y sin embargo las tasas de mortalidad llevan mucho tiempo controladas, siendo la esperanza de vida cada vez mayor. Este tipo de pirámide es típico de poblaciones muy envejecidas, en las que no se garantiza el relevo generacional.

Si bien la llegada de inmigración ha mejorado la natalidad, todavía no esta lo suficientemente elevada para lograr el relevo generacional.

Comparativa con Alicante, Comunidad Valenciana

El 90% del crecimiento de la población en la Comunidad Valenciana proviene del aporte directo de la inmigración.
Al igual que en Cataluña, la tendencia se inició entre 1992 y 1996, pero al contrario que en Cataluña, en el territorio valenciano no es hasta esas fechas que se produzcan más defunciones que nacimientos.

El envejecimiento de la población de Alicante resulta significativo, la población mayor representa el 15,5% respecto a la población total. Cifra en línea con la situación catalana, en la que los mayores suponen el 16,4%.

Alicante es la provincia que mantiene un crecimiento mayor  la Comunidad Valenciana. En el periodo 1999-2001, de los 166.000 habitantes que aumenta la población en la Comunidad Valencia en ese mismo periodo, 96.000 fueron de Alicante, (un 7,4% de crecimiento acumulado); 55.000 de Valencia (2,6%), y 15.000 de Castellón (3,4%).
Aun así, como se aprecia en la pirámide poblacional alicantina, la carga poblacional esta más repartida que en el caso catalán, debido a que a pesar de recibir gran inmigración, esta lleva menos tiempo.