Yalenys Cruz Batista (CV) Los proyectos culturales comunitarios constituyen instrumentos indispensables
para la transformación de la comunidad. Son la vía mediante la cual los
individuos se insertan en su medio, realizando cambios en función de mejorar sus
condiciones de vida y de satisfacer sus necesidades espirituales. Promueven la
participación y la creatividad de los comunitarios a través de acciones
planificadas estratégicamente con el objetivo de alcanzar elevados niveles de
satisfacción. Para ello debe lograrse con anterioridad el reconocimiento por
parte de los comunitarios de la necesidad de convertirse en los protagonistas de
dichos proyectos. De esta manera no sería necesario que estos fuesen diseñados o
ejecutados desde otras instituciones que desconocen en parte los intereses,
objetivos y expectativas de los individuos, razones que entorpecen el impacto
pertinente de los proyectos en el desarrollo de las comunidades.
yalenyscb@ult.edu.cu
La realización de proyectos culturales se presenta en la actualidad como una alternativa para el desarrollo de las comunidades pues permiten satisfacer de forma coherente, dinámica y progresiva los intereses culturales de la población, provocando cambios en la actitud y el comportamiento de las personas ante la creación y consumo de los valores culturales. Al mismo tiempo posibilitan medir de manera gradual, cómo se va operando ese cambio. Contribuyen a utilizar de forma organizada y eficaz todo el potencial cultural existente, tanto humano como material, lo que influye en el logro de una mayor eficacia en la capacitación del sujeto que está a cargo de su ejecución. Ayuda a establecer mejores relaciones entre todas aquellas organizaciones e instituciones, que influyen directamente en el desarrollo social de la localidad.
En este sentido, los proyectos culturales contribuyen, de manera decisiva, al desarrollo comunitario pues tienen como uno de sus objetivos principales fomentar la participación de la población con el propósito de mejorar sus condiciones de vida. Dependiendo en todo momento de sus propios esfuerzos e iniciativas. Ello estimula a que se fomenten valores como la ayuda mutua, la cooperación, la solidaridad, el trabajo en colectivo, la defensa de los intereses comunes, la preservación de la identidad local y nacional.
Según la autora Rafaela Macías Reyes el desarrollo comunitario se define como:
Un arte, una técnica, un método y un proceso a través del cual se llegan a conocer y a priorizar las necesidades de una comunidad y se plantean y desarrollan programas y proyectos específicos que dan respuesta a dichas necesidades, impulsando la participación consciente y organizada de la población. Los agentes o actores del desarrollo comunitario se han definido como los gobiernos, las instituciones y los profesionales, entre ellos los trabajadores sociales, los especialistas de los estudios socioculturales, los promotores-investigadores que aúnan sus esfuerzos a los de la población para impulsar programas conjuntos.(2000: 6).
Cabría añadir que los proyectos culturales son vías generadoras de ámbitos sociales creados con el propósito esencial de convertir a la comunidad en un espacio en el que se compartan a menudo momentos de alegrías, se fomenten los valores personales más transparentes y fieles a la identidad nacional y a los propios intereses y pensamientos de los comunitarios; donde además surjan por iniciativa propia eventos en los que se representen los símbolos y atributos de la localidad, demostrando que a través de la cooperación y la colectividad pueden elevarse a niveles superiores las condiciones de vida. Así como resolver con sus propios esfuerzos y capacidades aquellos problemas que en un momento llegaron a ser responsabilidad de entidades gubernamentales o de servicio.
Con el desarrollo comunitario se busca mejorar las condiciones de vida de la población, desde el punto de vista social, económico, cultural, político y ambiental. Un requisito para este cambio es la formación de la cultura de participación que condicione, entre otros rubros, la elección de representantes auténticos, capaces de llevar a cabo un trabajo congruente con la equidad y la justicia social. El desarrollo comunitario se sustenta en la existencia de líderes que encabecen las comunidades en pos del mejoramiento de las condiciones de la comunidad, que coordinen sus esfuerzos con las instituciones e impulsen las acciones de mejoramiento colectivo.
Por su parte los proyectos culturales fomentan la participación dinámica de los comunitarios desatando acciones en las que se ven implicados como protagonistas de su desarrollo y responsables de su proyecto individual. En la participación se conjugan los procesos motivacionales - afectivos; los cognitivos y formativos, y las posibilidades reales de llevarlas a cabo. La conjugación de estos elementos fomenta el encuentro de los comunitarios consigo mismo y tomar conciencia de que participar no es solo un factor clave para el cambio social, sino también un proceso de desarrollo humano, de crecimiento individual, grupal y social.
Otro de los autores que ha abordado este tema es Ezequiel Ander-Egg quien en “Metodología y práctica del desarrollo de la comunidad” señala que son: “aquellos procesos en cuya virtud, los esfuerzos de una población se suman a la de su gobierno para mejorar las condiciones económicas sociales y culturales, de las comunidades, integrándolas a la vida del país y permitiéndoles contribuir plenamente al progreso nacional”. (1989: 67)
Este autor argumenta además, que el término desarrollo comunitario se ha utilizado como método de intervención social, pues tiene como objetivo principal
…la promoción y movilización de recursos humanos e institucionales mediante la participación activa y democrática de la población, en el estudio, programación, ejecución y evaluación de programas que se desarrollan a nivel de comunidades de base, destinados a mejorar el nivel y la calidad de vida, en cuanto a sus modalidades operativas es una acción de la comunidad. Actúa a nivel sicosocial mediante un proceso de sensibilización y motivación que desenvuelve virtualidades latentes y desarrolla potencialidades en individuos, grupos y comunidades, para mejorar sus condiciones de vida en el ámbito donde se realizan su vida cotidiana, en cuanto residentes de un determinado ámbito geográfico. (1998: 84-86)
El desarrollo comunitario y su relación con los proyectos culturales como instrumento de la política cultural cubana también está dada porque estos últimos permiten hacer operativos los planes y programas orientados por las entidades superiores como las direcciones provinciales de cultura, el Ministerio de Cultura, y el Estado como órgano rector. Además posibilitan pasar de los deseos a las realidades, dándole a los comunitarios los pies forzados para que con sus propias ideas creen, desarrollándose de esta manera sus potencialidades, lo que favorece en gran medida que reconozcan que en sus manos está la solución de problemáticas que afectan a menudo su cotidianidad.
Los proyectos están constituido por un conjunto de actividades que se realizan de manera coordinada para lograr objetivos y metas en un tiempo determinado través de su participación social, en las tareas y decisiones en la vida de la comunidad, lo que reafirma su identidad personal, trasciende en la confirmación de la identidad cultural y nacional del pueblo cubano.
En una rápida asociación de ideas, se puede relacionar el término proyecto cultural comunitario con:
1. Sueños realizables
2. Planes, planificación
3. Perspectivas, futuro
4. Caminos, vías
5. Estrategias, soluciones
6. Objetivos, metas, productos
7. Logros, solución de conflictos
Es importante señalar la importancia de estos elementos en el proceso de transformación de la comunidad. De la eficacia con que se materialicen dependerá en gran medida que se alcance o no el desarrollo deseado. El desarrollo comunitario es precisamente el proceso mediante el cual los individuos pueden hacer realidad sus sueños, proponerse metas y plantearse objetivos con el fin de dar solución a las problemáticas que persisten en la comunidad. Estimula la creatividad, el interés por el otro, la participación colectiva y la búsqueda de alternativas para incorporar a todos los comunitarios, desde los niños hasta las personas de la tercera edad, de manera tal que se logre la integración de todos los sujetos portadores de una diversidad cultural que haga diferente a la comunidad del resto.
El desarrollo de la comunidad constituye un proceso social porque tiende al mejoramiento colectivo de la comunidad, de ahí su condición de parte indivisible del desarrollo económico y social. Pero, al mismo tiempo, es una técnica social que, en aras de lograr la máxima participación de las personas, las prepara, apoyándose en los más variados métodos y procedimientos provenientes de las ciencias sociales, para identificar y solucionar sus problemas, organizarse y aprovechar los recursos de que dispone; al mismo tiempo que moviliza el suministro de servicios técnicos que la comunidad debe también aprender a manejar en función de sí misma. Resultan factores fundamentales en el desarrollo de la comunidad:
1. La satisfacción de las necesidades fundamentales de las mismas.
2. La activa participación de la población.
3. El propiciar un cambio de actitud en la población con respecto a su rol protagónico y su dinámica.
4. El desarrollo de proyectos multidireccionales e integrados asentados en principios de cooperación y solidaridad.
5. Estímulo y apoyo técnico y material a los proyectos nacidos de la propia comunidad.
6. Identificación y formación de líderes comunitarios.
7. Preparación del personal que tiene poder de decisión en el territorio.
8. Aprovechamiento de los recursos económicos, materiales, financieros, culturales y humanos.
9. Fomentar la participación de mujeres, niños y personas de la llamada tercera edad.
10. Propiciar la autogestión de las comunidades sobre la base de la flexibilización y la adecuación de conceptos y estructuras.
En el proceso de desarrollo comunitario es fundamental el estudio y desarrollo de la identidad comunitaria, entendiéndose por identidad no sólo aquellos elementos comunes o la conciencia de ellos, sino la existencia de una conciencia de la comunidad en sí misma y de su continuidad y distinción con respecto a otra, lo que presupone un sentimiento de pertenencia que se manifiesta en la satisfacción, compromiso y participación en las prácticas sociales y culturales propias.
Uno de los agentes primordiales de enraizamiento social y un instrumento privilegiado para el desarrollo de la identidad, es la educación. Una educación que aporte sólo información científica y cultural, o que esté desvinculada de los valores fundamentales que rigen la comunidad, que no parta de un intercambio consecuente con su realidad inmediata y sus necesidades, fundamentos históricos, lengua, artes, tradiciones y valores, entre otros aspectos, será una educación incapaz de propiciar el fortalecimiento de la identidad.
Por ello es indispensable que desde el momento que es pensado el proyecto cultural, se tenga en cuenta que además de despertar las fuerzas de la comunidad, de promover la creatividad y de fomentarse la toma de conciencia es necesario que la planificación de las actividades y su contenido esté orientada hacia la promoción de la educación en todas sus aristas, es decir, ambiental, artística, de salud, social, cultural, por supuesto asociados estos temas a las necesidades culturales de las personas, sus inquietudes y metas. De manera que los comunitarios se nutran en todo momento de conocimientos que le reafirmen su identidad y den razones del por qué y para qué se hace el proyecto cultural.
El desarrollo de la comunidad constituye un proceso social porque tiende al mejoramiento colectivo de la comunidad, de ahí su condición de parte indivisible del desarrollo económico y social. Pero, al mismo tiempo, es una técnica social que, en aras de lograr la máxima participación de las personas, las prepara, apoyándose en los más variados métodos y procedimientos provenientes de las ciencias sociales, para identificar y solucionar sus problemas, organizarse y aprovechar los recursos de que dispone; al mismo tiempo que moviliza el suministro de servicios técnicos que la comunidad debe también aprender a manejar en función de sí misma.
Como ideas generales se concluye que los proyectos culturales constituyen vías e instrumentos indispensables para alcanzar el desarrollo comunitario. A través de ellos se desatan las fuerzas de la comunidad. Promueve la participación de los individuos que es clave para el éxito de cualquier intento de práctica transformadora. Requiere de la intervención de los comunitarios como protagonistas de los cambios locales que repercuten en los de escala social. Fomenta la preservación de valores como la identidad, la defensa de los intereses, metas, objetivos y necesidades culturales. Permite que los individuos tengan la oportunidad de conocer sus potencialidades y demostrarse que pueden solucionar las problemáticas existentes en su entorno mediante la cooperación y la ayuda mutua.
A partir del análisis de estas ideas se puede afirmar que los proyectos culturales son una alternativa esencial para el desarrollo comunitario. Estos dos procesos están indisolublemente ligados pues ambos tienen como objetivo lograr el cambio para mejorar las condiciones de vida de los individuos, a partir de la participación activa de estos. El impacto pertinente de los proyectos culturales favorece el desarrollo de las comunidades y ello es posible a partir de la integración de recursos tanto humanos como materiales. Para conseguirlo, es preciso elaborar con objetividad las acciones componentes del evento y partir de un estudio de las necesidades e intereses de los comunitarios, nunca llevar un proyecto que ha sido pensado sin consultar antes las características de la comunidad. De alcanzar el proyecto resultados positivos puede suceder que después de concluido aún los comunitarios continúen organizando con frecuencia actividades, que en ese caso tendrán características diferentes ya que se habrá alcanzado como colectivo un nivel superior de madurez e integración.
En dependencia del nivel de comprometimiento de los comunitarios y su interés por cambiar el entorno se puede alcanzar mejoras en las condiciones de vida así como satisfacer las necesidades culturales existentes y las metas y objetivos propuestos en vías de alcanzar el desarrollo cultural, que tiene como uno de sus objetivos principales la movilización de recursos humanos e instituciones, mediante la participación activa y democrática de la población. Además del estudio, programación, ejecución y evaluación de programas. Es un proceso a través del cual se incrementa la participación de la población en la vida cultural y promueve la creatividad de todos los ciudadanos.
Para lograr el desarrollo en las comunidades es necesaria la integración de los actores sociales, promotores culturales, representantes de las instituciones y demás personas interesadas en lograr el cambio de la localidad implicada. El desarrollo cultural debe estar orientado a promover acciones para alcanzar mejoras en la vida de los comunitarios, satisfacer sus inquietudes y fomentar el protagonismo y la creatividad. Ello es posible a partir del impacto de los proyectos culturales en la comunidad. Estos están conformados por un conjunto de actividades coordinadas con el propósito de desatar las fuerzas de la comunidad, incentivando su desarrollo mediante la participación dinámica y la transformación de aquellos aspectos de la comunidad que desean ser cambiados. Estimula el protagonismo de los comunitarios como embajadores culturales, lo que es posible a partir del autorreconocimiento de sus potencialidades y talento para efectuar eventos representativos de su identidad.
El desarrollo eficaz de los proyectos culturales proporciona a la comunidad de un sinnúmero de alternativas para la creación de condiciones en las que se vean satisfechas sus preocupaciones. Contribuye al fortalecimiento de las organizaciones de masas, pertrechándolas de elementos renovadores y a la creación de grupos afines a intereses determinados. Promueve la ejercitación de acontecimientos propios del patrimonio local que quedaron olvidados por falta de atención. Auxilia con elementos científicos toda clase de interrogantes surgidas en el transcurso de su evolución. Insta a los individuos a su superación personal, no dándole soluciones inmediatas a las situaciones que se presenten sino estimulando a que encuentren desde su punto de vista propuestas que tributen a la obtención de resultados satisfactorios.
También a través de ellos es promovido el respeto hacia los demás, sus criterios, valoraciones, creencias y gustos. Se hace un llamado de atención sobre la memoria histórica y aquellos símbolos y mártires que constituyen emblemas representativos de su identidad, lo que refuerza los ideales de patriotismo y revolución.
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