Yenia Batista Estupiñán Resumen
La presente investigación aborda la transformación territorial del Término
Municipal de Holguín a partir de la ocupación norteamericana y las tres primeras
décadas del siglo XX. El mismo pretende reflejar el papel de la industria
azucarera como condicionante para la transformación y evolución del territorio
durante el espacio temporal antes señalado.
A través de los datos obtenidos en los censos del período (1899, 1907,1931) y la
consulta de numerosas fuentes entre las que se relacionan, Enciclopedia de Cuba,
Cuba Descriptiva, La Municipalidad Holguinera y otros materiales bibliográficos
que abordan el fenómeno a nivel nacional.
Para el logro de un análisis complejo del territorio se seleccionan los
indicadores siguientes: características geográficas, evolución económica del
territorio, población, núcleos de población concentrada, las relaciones del
Término con territorios aledaños, las comunicaciones y vínculos. Todos en su
conjunto constituyen pilares a la hora de abordar el tema. El análisis de los
datos obtenidos contribuyen a la elaboración de tablas y al uso de materiales
cartográficos, útiles para comprender la evolución del territorio sustentado en
la fundación de nuevas fábricas de azúcar y una red ferroviaria que viabiliza
las relaciones territoriales con otras zonas del país en los tres primeros
lustros de la dominación norteamericana en Cuba .
Palabras claves: Holguín, transformación territorial, industria, azúcar,
población.
ybatista@ismm.edu.cu, yenia.batista@gmail.com
Introducción
Con el fin de la dominación española, la intervención norteamericana, y la instauración de una nueva República en 1902, comienzan a producirse cambios sustanciales en el orden económico, político y social del país. El Término Municipal de Holguín no queda exento a estos cambios. Con la penetración del capital norteamericano en el territorio, fundamentalmente en el sector azucarero, el cual posibilita la construcción de una red ferroviaria que facilita las vías de comunicación con otras zonas del país.
La expansión del proceso inversionista estadounidense por otros municipios de la región nororiental, entre los que podemos citar: Banes, Mayarí, y la rentabilidad del proceso productivo en estos territorios hace que la producción del dulce cubano se desplace a estas zonas. Sin embargo el aparato político-jurídico se situó en el espacio geográfico objeto de estudio para jerarquizarlo como centro del Norte de Oriente.
Características generales del territorio
El Término Municipal de Holguín, situado en la provincia de Oriente, considerado como tenencia de gobierno antes de 1878, o como municipio a partir de la división político-administrativa posterior a la Guerra de los Diez Años. El mismo se sitúa en el nororiente de la isla .Al norte limita con los términos municipales de Gibara y Banes; al sur, mediante el río Cauto con los del Bayamo, Jiguaní y Palma Soriano; al este con Antilla y Mayarí ,y al oeste con Puerto Padre y Victoria de las Tunas.
En cuanto al relieve el territorio se caracteriza por ser alto y llano, siendo su parte más baja la que forma el valle del río Cauto. Sus suelos se caracterizan por una gran fertilidad a pesar de la pérdida total de sus bosques. Con la ocupación norteamericana el paisaje se colorea con la caña de azúcar, fundamentalmente en los barrios de Báguanos, San German, San José y Maceo. Su geografía también se caracteriza por grandes pastales lo cual le atribuye facilidades para el desarrollo de la ganadería. Además de sus Minas de Oro, situadas en Guajabales y en Aguas Claras, explotadas desde la Colonia y ricas por su rendimiento.
La presencia de ríos como el Cauto, Salado, Rioja, Majibacoa, Guabasiabo, Báguanos, Tacajó, Pasón, entre otros, bañan los suelos del territorio, así como le cruza una de las ramas del grupo Maniabón que parte desde el barrio Omaja y se le conoce con el nombre Bayatiquirí y se extiende de Sur a Este con algunas lomas de poca altura.
En los inicios de su constitución lo componen alrededor de 42 barrios; entre los cuales se encuentran Aguarás, Aguas Claras, Alcalá, Arroyo Blanco del Sur, Báguano, Cabezuelas, Cacocum, Calderón, Camazán, Cauto del Cristo, Corralito, Cruces de Purnio, Damián, Floro Pérez, Guabasiabo, Guayabal, Guirabo, Haticos del curial, La Aguada, La Cuaba, La Palma, La Rioja, Las Calabazas, Maraguaco, Melones, Omaja, Purnio, San Agustín, San Andrés, San Francisco, San Lorenzo, Santa Rita, Sao arriba, Tacámara, Tasajeras, Uñas, Uñitas , Velasco, Yuyal y Yareyal distribuidos en un área de 2 874 kilómetros cuadrados, con una población de 175 997 habitantes para una distribución de 79 habitantes por kilómetros cuadrados.
La existencia de un gran número de barrios conlleva en los inicios de la intervención norteamericana a la creación de un Distrito Federal de corta duración. Debido a la gran variabilidad en materia de composición que sufre el territorio por causa de la concesión de algunos barrios a municipios vecinos: Mayarí, Victoria de las Tunas, Gibara y posteriormente a Banes, provocando reclamaciones territoriales por parte del Término Municipal de Holguín.
Al respecto el historiador local Armando Cuba de la Cruz plantea:
La manera arbitraria en que esto fue determinado, originó reclamaciones territoriales por parte del municipio de Holguín. De esa manera a Mayarí pasaron Barajagua y Júcaro (…); a Gibara Tacajó, Alcalá, San Cristóbal, y la Rebelión y a Victoria de las Tunas: Las Playuelas, Naranjo, Palmarito, Sabanilla, Aguacate, San Fransisco y Cauto el Paso.
El litigio de Holguín se debió a la pérdida de Alcalá, Banes, Samá, Tacajó y parte de la línea de Aguas Claras a Chaparra, territorios tradicionalmente pertenecientes a ese municipio. Por eso, el Ayuntamiento Municipal inició un recurso de reclamación ante el Gobierno Provincial y las Secretarías de Estado y Gobernación…(1)
Teniendo en cuenta la pérdida de territorios que tiene el municipio de Holguín y gracias a la incansable reclamación por parte del Ayuntamiento Municipal, el 21 de julio de 1900 se establecen tres distritos. División que propicia el nombramiento de alcaldes correspondientes para el logro de una estructura de gobierno que permita la interrelación entre la capital municipal y los treinta siete barrios integrantes de su jurisdicción.(2)
La región quedó divida con un primer distrito que incluía a los barrios del nordeste del municipio, un segundo que aglutinaba los territorios limítrofes con el Término Municipal de Gibara y un tercero que abarcaba el sureste del municipio de Holguín.
En el Término Municipal se establece un Tribunal de Apelaciones y se crean dos juzgados para adjudicarle al Partido Judicial de Holguín los territorios de Banes, Victoria de las tunas y Puerto Padre.
Pese a la contracción de su jurisdicción a causa de la pérdida de terrenos, el Término Municipal manifiesta una elevación jerárquica gracias al afianzamiento como fuerza centrípeta de la región histórica del norte de Oriente. (3)
La población
Otras de las características que distingue al territorio es que es uno de los más poblados durante el período. Al respecto los censos de 1899, 1907,1919 arrojan un sostenido aumento poblacional, el cual puede apreciarse en la tabla número 1.
Es necesario detenernos en torno a los datos que ofrece la tabla. Salta a la vista el rápido ritmo de crecimiento del territorio holguinero, el cual aumenta su población total en un 127,3% durante veinte años. Este ritmo, y sobre todo el incremento proporcional del total de habitantes es superior en un 15% al que ocurre en Oriente. Esto hace que la región holguinera eleve su proporción de población en Oriente del 24,5% en 1899 al 26,25 en 1919. (4)
El violento aumento poblacional en los períodos intercensales está relacionado con diversos factores entre los que se destacan: el incremento de la natalidad después de la Guerra del 95, el movimiento migratorio producido desde el occidente cubano durante la etapa posterior a la abolición de la esclavitud y la entrada de inmigrantes resultante del fuerte proceso inversionista ocurrido a partir de la primera intervención norteamericana, el cual abarcó la industria azucarera, minería, ferrocarriles, construcción de puertos y reparación de los ya establecidos, comercio, y otros como las medidas sanitarias adoptadas a partir de 1899.
El movimiento demográfico desde el occidente hacia el oriente había provocado ya, a fines del Siglo XIX el traslado del centro de población de la Isla casi 40 kilómetros hacia el Este, demostrativo del incremento de población en Oriente y Camagüey, en detrimento del Oeste (5). Mientras que en las provincias más orientales sólo estaba asentada poco más de la cuarta parte de la población de Cuba en 1899 (26,4%), en 1919 su proporción se había elevado a un tercio (33,2%); entretanto las provincias de Pinar del Río, Habana y Matanzas redujeron sus proporciones del 50,9% en 1899, al 44% en 1919. (6)
Núcleos de Población Concentrada
Los conceptos de población urbana y rural en los censos levantados en 1899, 1907 y 1919 resultan bastante ambiguos y no son iguales. El primero de ellos consideró que la población urbana de Cuba incluía a los habitantes de las ciudades de hasta 1000 habitantes, y de más de mil hasta 8 mil (7). En el informe del censo de 1907 se plantea que las ciudades en Cuba “no tienen límites determinados que permitan separar con fijeza [sic] el elemento urbano de la población rural que la rodea” (8). En otra parte el propio informe señala: “la población urbana de Cuba incluye las ciudades mayores de 1000 habitantes” (9).
Pero introduce una ambigüedad conceptual al afirmar que “... el elemento rural... representa la parte de la población que reside fuera de las ciudades que tienen más de 8 mil habitantes cada una... ” (10).
En el primer censo realizado por las autoridades de la República de Cuba en 1919, al abordar las variables de población urbana y rural se previene lo que se había señalado en el censo de 1907:
...debe entenderse que en Cuba no hay límite fijo entre el elemento urbano y la población rural que lo rodea.
Las ciudades, como los distritos rurales, están divididos en barrios, y muchos de ellos se extienden más allá de las orillas de las ciudades hasta dentro de los distritos rurales, como sucede en los pueblos de Nueva Inglaterra, incluyendo así dos clases de población: urbana y rural. (...)Se consideraron ciudades a los pueblos de más de mil habitantes. (11)
Al no utilizar los mismos criterios censales, el procesamiento de los datos y su organización en cada censo es diferente. Así, por ejemplo, el informe del censo de 1899, incluyó en la Tabla IV la población de pueblos, villas y ciudades de más de mil habitantes; en su Tabla V muestra la “población rural excepto pueblos de 8 mil habitantes y más”. En esta última tabla llama la atención que se considere población rural al 100% de los habitantes del nororiente holguinero porque no existía en la región ninguna ciudad que alcanzara los 8 mil residentes.
A estas incongruencias hay algo más que añadir. En el análisis del censo se incluyó una llamada “población por pueblos y ciudades” en la que se relacionaron las poblaciones de algunos barrios como Banes, Bocas, Fray Benito y San Agustín, sin deslindar el barrio del pueblo por lo que no se puede distinguir entre la población del pueblo (urbana) y la del barrio completo.
Se puede considerar entonces como población urbana la que ofrece el Censo de 1899 en su Tabla II, con la reserva de que sólo tiene en cuenta los centros urbanos de aquel momento en el término municipal.
El censo de 1907 consideró población urbana a la de los pueblos de 1000 habitantes o más. En el de 1919 se hizo un deslinde de las ciudades con más de 8 mil residentes y las que tenían 1000 personas o más hasta 8 mil. Con lógicas reservas se puede entonces considerar la población de estas ciudades, pueblos o villas como urbanas y el resto como rural, lo cual puede resumirse en los siguientes datos referidos a la región holguinera:
Como se puede observar, en los tres censos existen similares proporciones de población urbana y rural. En el territorio existe una inmensa mayoría de población rural. La ciudad resulta atrayente por el papel que desempeña como centro administrativo o financiero en una zona más o menos amplia donde se desarrolla un dinámico movimiento de recuperación y crecimiento económico.
La solución, apunta el inigualado historiador Guerra y Sánchez, sería el pago de altos salarios, que estimulase una inmigración interna de obreros desde el Occidente de la Isla; unido a la entrega de tierras a los que entren con espíritu emprendedor, y se conviertan en sitieros y cultivadores independientes. “Esto -escribe- no conviene a las compañías azucareras, pero es de vital importancia para la economía nacional de Cuba y para el trabajador cubano”( 12) . Pero si la tierra es dominada por el Ramiro Guerra Sánchez en su Azúcar y Población en las Antillas cuando afirma que
... el latifundio azucarero... con sus dos palancas formidables, capital extranjero y trabajo importado a bajo precio, hace irrupción en nuestro suelo, comienza la destrucción en grande escala de nuestra pequeña y mediana propiedad, y va reduciendo la clase cubana de propietarios rurales y cultivadores independientes, nervio de la nacionalidad, a la inferior condición de un proletariado que cada día siente con mayor agudeza la asfixia económica, que hoy oprime al país de un extremo al otro (13).
Cuando se habla de inmigración se piensa en los braceros antillanos, pero no ha de olvidarse que ni todos los inmigrantes fueron braceros, ni tampoco todos eran antillanos.
Lo que estaba sobre el tapete es si el tipo de propiedad o de economía predominante permitía otra solución al problema de fuerza de trabajo planteado con toda urgencia. La respuesta categórica es no.
En las condiciones del modelo económico neocolonial en marcha, con su impronta plantacionista, y el latifundio privado como forma predominante de la propiedad rural cañera, que era en la época la fundamental en el campo cubano; no podía pensarse en otra solución que la inmigración “golondrina” para resolver el problema de la mano de obra, lo cual contribuyó al crecimiento poblacional
La economía
Todo el desarrollo del Término Municipal de Holguín tuvo como eje: vías férreas, centrales azucareros; se produce al unísono con el fin de la dominación española, el nacimiento de la República y la penetración del capital norteamericano. Se ha dicho con mucha razón, que la industria azucarera y su desarrollo durante las primeras décadas del Siglo XX provocaron una elevación considerable de la población, proceso en el cual la inmigración desempeñó un papel nada desdeñable. Realmente las fábricas de azúcar surgidas en esa etapa, fueron erigidas en zonas de muy baja densidad poblacional; por ello la necesidad de fuerza de trabajo para el desmonte, construcción de centrales, ferrocarriles y la cosecha de la caña; fue un serio problema a resolver.
Durante un violento crecimiento de población en el nororiente holguinero, reflejo de un intenso proceso de recuperación económica y relativa estabilidad política si se compara con el período finisecular decimonónico. Este movimiento demográfico fue consolidando la existencia de dos polos de población en la Provincia de Oriente: Holguín al norte y Santiago de Cuba al sur.
Esto tiene mucha relación con las características del territorio a fines del siglo XIX, el cual estaba provisto de una espesa vegetación, cosa que cambia después de la ocupación norteamericana. A parir de 1899 en la región se inicia un proceso de crecimiento económico, donde el azúcar juega un papel fundamental, trayendo consigo una infraestructura basada en la construcción de ferrocarriles y puertos para su exportación
Con la ocupación norteamericana Cuba acentúa su carácter monoproductor, al convertirse el azúcar en el reglón económico fundamental del país, lo que va a caracterizar también al territorio. (14)
A pesar del azúcar, esperar algunos años debido a los altos costos de las inversiones para el transporte y procesamiento industrial de la materia prima, las atenciones agrícolas a un producto de ciclo largo y la insuficiencia de mano de obra. Las nuevas fábricas construidas hasta 1916 eran de propiedad norteamericana cuyo capital no radicaba en Cuba y no habían sufrido, por tanto, las consecuencias de la guerra de independencia. En 1916 es que el capital doméstico puede enfrentar inversiones de tal envergadura, cuando se construye en Tacajó el primer central con capital cubano, propiedad de la familia Beola.
Entre 1901 y 1922 se levantaron en el Término Municipal de Holguín los centrales que relacionamos a continuación:
• Cupey, en el Término de Holguín, construido por la West India en 1915.
• Tacajó en 1916, de la familia Beola,
• Báguanos, perteneciente a la familia Sánchez Aballí, el cual operó a partir de 1918.
• Cacocum o San José, que hizo su primera zafra en 1918,
• Rey, de la Compañía Canarias, el cual molió desde 1918.
• San Germán, de la Compañía Azucarera Canarias, inició sus operaciones en 1919,.
• Maceo, que inició su molienda en 1922, aparentemente de la Compañía Arroyo Blanco.
• El central Santa Lucía fue remodelado y modernizado en 1919, con lo que elevó su capacidad de molienda.
Lo cual implica que para 1920 con mucha similitud al resto de las regiones del país, el azúcar constituyera la base económica del Término Municipal de Holguín.
Estas inversiones requirieron de una infraestructura de vías de comunicación, comercios, aduanas, bancos y otros, lo que llevó al surgimiento de asentamientos poblacionales de relativa importancia en la zona.
En la banda cronológica que va de 1902 a 1921 se construye el puerto de Vita, construido por la Santa Lucía Sugar Company para la exportación de azúcar y mieles.
En este sentido, Holguín exhibía los incrementos absolutos más importantes de la región en el período republicano hasta 1921, en lo que influyó, sin dudas, la construcción de fábricas de azúcar en el municipio y el convertirse en el centro financiero, judicial y demográfico de la región.
En el territorio se desarrolla un próspero comercio basado en la industria manufacturera donde se destaca la producción de zapatos, muebles, jaboneras, entre otros. Además de la producción alimenticia con la elaboración de embutidos, tasajos, lácteos, dulce, embotellado de aguas minerales, refrescos, entre otros. El sector tabacalero también realiza aportes en este sentido.
Vías de comunicación
Con la ocupación norteamericana y el crecimiento económico, sustentado fundamentalmente en la producción azucarera, el espacio geográfico antes señalado puede contar con un ramal ferroviario que lo une con el ferrocarril central de Cuba, lo cual facilita las relaciones del territorio con los Términos de Santiago de Cuba y con el Occidente del país.
El transporte marítimo y terrestre mejoró considerablemente al construirse vías ferras, carreteras, puertos, subpuertos que se abren al comercio regional, nacional e internacional con el resto del Caribe, Estados Unidos, Europa.
Como resultado de la actividad generada por la industria azucarera en 1906 se construye el ferrocarril Cacocum- Holguín, vías férreas privadas que vinieron a facilitar la comunicación interlocal. Más adelante se construyen los ferrocarriles que enlazan a Holguín con Cueto, Herrera, Banes, Puerto Padre.
En la primera década del siglo XX se inicia la construcción de las carreteras Holguín- Cacocum y Gibara- Santiago, rutas por las que se transporta mercancías, pasajeros, propiciando un desarrollo de las comunicaciones.
Conclusiones
La transformación del Término Municipal de Holguín, en el marco espacial objeto de estudio, estuvo condicionada por el crecimiento de la economía.
El azúcar como renglón económico fundamental, legó a la región, a través de la implantación de nuevas fábricas de este producto, la construcción de ramales ferroviarios para viabilizar las relaciones territoriales con otras zonas del país. Al mismo tiempo que contribuye al surgimiento de nuevos núcleos poblacionales. Debido a las tentativas económicas que ofrecía la nueva industria, se produce un crecimiento poblacional sustentado en la inmigración.
De modo que la ocupación norteamericana y las primeras décadas del siglo XX llegaron al territorio para transformar su historia. Convirtiéndolo en el centro norte del Oriente cubano.
En la misma medida que el crecimiento económico experimentado por el espacio geográfico antes mencionado, a diferencia de fines del siglo XIX, se convierte durante la etapa, en uno de los lugares receptores de inmigrantes que vinieron a incrementar el número de habitantes y a enriquecer la cultura del territorio. De ahí la importancia de la producción azucarera en la transformación territorial del Término Municipal de Holguín, el cual marca diferencias sustanciales entre 1898 a 1920.
Referencias Bibliográficas.
1- Cuba de la Cruz, Armando: Holguín 1898-1920: de la colonia a la República.p24.
2- Nota: Barrios nordeste: Cruces de Purnio, Matamoros, San Andrés, San Agustín, Martillo, Guajabales, Yareyal, Guirabo, Cacocum, Cabezuela, Damián, La Rioja, San Lorenzo y Calabaza.
3- Barrios colindantes con Gibara: Aguas Claras, Corralito, Las Palmas, Auras, Sao Arriba, Guabasiabo, Uñitas, Uñas, Velasco, Calderón, Managuaco, Pedregoso.
4- Véase los datos que ofrecen los censos 1899,1907, 1919 pp. 208, 316-317, 406-407 respectivamente.
5- Juan Pérez de la Riva: “Los recursos humanos de Cuba al comenzar el Siglo: inmigración, economía y nacionalidad(1899-1906)” En Anuario de estudios Cubanos. La República neocolonial. Tomo I, pp. 7-44.
6- Cálculos realizados sobre la base de los Censos de 1899, Tabla VI, p. 208; 1907, Tabla 6 pp. 316-317 y 1919, Tabla 6, pp. 406-407.
7- Censo de 1899, p. 82.
8- Censo de 1907, pp. 195-196.
9- Ídem, p.195.
10- Ibíd. P. 204.
11- Censo de 1919, p. 287
12- Ídem, p. 159.
13- Ramiro Guerra: Azúcar y población en las Antillas, pp. 74-75.
14- - Véase de Figueroa, Enrique Juan de Dios: La historia como condicionante del territorio (Cuba).p220
Fuentes Consultadas
1-Cuba de la Cruz, Armando: Holguín 1898-1920: de la colonia a la República. Ediciones Holguín, Holguín, 2006.
2-Fernández Figueroa, Enrique Juan de Dios: La Historia como condicionante del territorio. El caso de Cuba. Asociación Rubén Darío, Madrid, 1993.
3-Funes Monzote, Reinaldo: De bosque a sabana. Azúcar, deforestación y medio ambiente en Cuba 1492-1926.Editora siglo XXI, Cayoacán, México, 2004.
4-Gaspe Alvarez, Latvia: “Las expectativas de autonomía municipal en Cuba” En Cuadernos Cubanos de Historia No.4. Editora Política, La Habana, 2007.
5-Guerra y Sánchez, Ramiro: La industria azucarera en Cuba, su importancia nacional, su organización, sus mercados, su situación actual. Editorial Cultural, La Habana, (SA).
6- Instituto de Historia de Cuba: Historia de Cuba. La Neocolonia. Organización y crisis. Editora Política, La Habana, 1998
7-Le Riverend, Julio: Historia Económica de Cuba. Instituto Cubano del libro. Editorial Félix Varela, La Habana, 1970.
8-López Segrera, Francisco: “Algunos aspectos de la industria azucarera cubana (1925-1937)” En Anuario de Estudios Cubanos (T II). Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1979.
9-López Segrera, Francisco: La economía y la política en la República Neocolonial (1902-1933). Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1975.
10-Luciano Franco, José: “Instituciones locales. Urbanismo” En Publicación del Instituto Interamericano de Historia Regional e Institucional, La Habana, 1959.
Fuentes documentales
Archivo Nacional de Cuba
Informe de los censos de 1899,1907 y 1919.
Mapoteca
Archivo Histórico Provincial de Holguín
Fondo: José García Castañeda
Fondo: Gobierno Municipal.
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