Dagneris Batista de los Ríos (CV) RESUMEN
En la Educación Superior se plantean nuevos retos para llevar a cabo el proceso
docente, extensionista e investigativo teniendo en cuenta los nuevos escenarios
y el contexto en que se desarrolla nuestro país, donde la responsabilidad
principal de los profesores lo es la consolidación del trabajo político-
ideológico y la formación de valores.
Como alternativa para lograr este objetivo se proyectaron intercambios
generacionales de los estudiantes del curso regular diurno con los estudiantes
de las Cátedras del Adulto Mayor. La formación de valores desde esta perspectiva
trasmitió valores éticos y morales, propició cambios de actitudes y
comportamientos.
A partir del intercambio de sus vivencias personales no reflejadas en ninguna
bibliografía, como protagonistas de sucesos que hoy por hoy contribuyen a la
historia e identidad del territorio y del país, se logra una formación de
profesionales con un alto nivel de compromiso social y profesional, con una
conciencia ética, portador de compromisos profesionales, sociales, plena
conciencia sobre sus deberes y responsabilidades ciudadanas, vinculado a una
formación teórica, una amplia cultura científica, técnica y muy humanista, que
pueden dar respuestas a las demandas sociales cuando la sociedad y el contexto
educativo así lo requieran.
Palabras claves: Formación de valores, formación profesional, adultos mayores,
educación, intercambio generacional.
Summary
In higher education, new challenges to carry out the teaching process, extension
and research taking into account the new scenarios and the context in which to
develop your country, where the primary responsibility of the teachers it is the
consolidation of the political- ideological and value formation.
As an alternative to achieve this objective were projected generational
exchanges of students in regular day course with students of the Chairs of the
Elderly. The formation of values from this perspective ethical and moral values
transmitted, caused changes in attitudes and behavior.
From the exchange of personal experiences are not reflected in any literature,
as protagonists of events that today contribute to the history and identity of
the territory and the country, training is accomplished professionals with a
high level of social commitment and professional with an ethical conscience, the
bearer of professional commitments, social, fully aware of their duties and
responsibilities of citizens, linked to theoretical training, a broad
scientific, technical and very humanistic, which can provide answers to social
demands when society and the educational context so requires.
Keywords: values formation, skills training, the elderly, education,
generational exchange.
Directora de Extensión Universitaria
Universidad Vladimir Ilich Lenin - LasTunas. Cuba
dagneris@ult.edu.cu
INTRODUCCION
La sociedad del siglo XXI llamada sociedad del conocimiento se caracteriza por ser una sociedad que multiplica sus demandas y deposita en la universidad mayores expectativas con respecto a sus contribuciones en el mundo de la ciencia, la cultura y la producción (Lesourne,1993).
La educación como proceso es una actividad de naturaleza intelectual y de carácter ideológico, que tiene como contenido el proceso pedagógico de la formación integral de la personalidad de las nuevas generaciones, donde se integran la instrucción y la educación, la enseñanza y el aprendizaje, con vista a contribuir al crecimiento humano, en la medida en que los individuos se preparan para la vida, con las exigencias de su época y de su tiempo, para el proceso de integración e inserción social, como sujetos activos, independientes, creativos, patriotas, y humanistas. (Chacón, Nancy).
La universidad como institución cultural, ha de contribuir a la formación socio-humanista, a la reafirmación de la identidad cultural y nacional, estas demuestran la superioridad de nuestro sistema socialista y estimulan la formación de valores que elevan la calidad de vida de los que conviven en ella, promoviendo cultura tanto en la comunidad intra universitaria como en la de su entorno, con énfasis en la preparación de los futuros profesionales, los cuales desarrollan una cultura política-ideológica, de competencia científica, incondicionalidad y protección de nuestro sistema socialista mediante los conocimientos que forjan hombres más plenos. (2006:29)
A partir de una idea de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, surgen las Cátedras Universitarias del Adulto Mayor, un programa de extensión universitaria dirigida a la educación de las personas mayores lo que los convierte en estudiantes universitarios con características diferentes (teniendo en cuenta la edad) pero con potencialidades y ávidos de conocimientos. La primera cátedra se fundó en febrero del año 2000 en la Universidad de la Habana con el coauspicio de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y la Asociación de Pedagogos de Cuba (APC). El ser humano en su ciclo vital necesita siempre orientación e información independientemente de la edad que tenga y la institución educativa tiene la obligación de gestionar este proceso para que se logre de la mejor manera posible. Este programa exige que se de a plenitud el proceso comunicativo que permita a través del dialogo atender las necesidades y requerimientos de los estudiantes y dar respuesta a los mismos en aras de involucrarlos en la gestión de tareas científicas. En esta visión amplia del proceso educativo, la orientación y la comunicación deben responder a los requerimientos de la nueva sociedad del conocimiento teniendo en cuenta que por factores biológicos y psicológicos su nivel de asimilación no se comporta igual.
Científicamente se define el envejecimiento como un proceso dinámico, progresivo e irreversible, en el que intervienen múltiples factores biológicos, síquicos y sociales (Morales, F. (1994), la vejez no es una enfermedad, sino una etapa evolutiva de la vida (Darton – Hill L. (1995).
Demográficamente se aborda que entre los países más envejecidos del área están Barbados y Cuba, en el 2025 nuestro pueblo será el más avejentado en América Latina, en el 2050 estará entre los de más altas edades del planeta. En Cuba, la población envejece de forma muy similar a la de muchos países desarrollados, más de 13 % de los cubanos es mayor de 60 años, cifra que continuará aumentando hasta 20,1 % en el 2025; estimándose que en el año 2015 en Cuba habrá más ancianos que niños. El grupo de 60 y más años continuará creciendo cada día con mayor rapidez; de ahí la importancia de atender a estas personas, sobre todo en cuanto a la alimentación que deben recibir para mantener su salud en varias dimensiones (física, social, funcional y psicológica), lo cual implica un equipo de trabajo interdisciplinario.
En el año 2010 la población de 60 años y más alcanzó un 16,5 % de la población de Cuba, para el año 2015 será de 18,4 % y para el 2025 un 25%. Si se compara la esperanza de vida con la información estadística que se tiene se cuantifica que la misma en el año 1900 era de 33,2 años, en 1930 se elevó a 41,5 años, lo que representó un incremento de 8,3 años en ese período y en 1953 era de 58,8 años; esta evolución se hizo más evidente en las décadas ulteriores de tal manera que en 1971 era de 70,0 años y en 1987 fue de 74,4 años, y hoy por hoy es de 76 años.
Sicológicamente se plantea que el adulto mayor se enfrenta a nuevas condiciones de vida por la pérdida de roles familiares y sociales, que se agregan a un trasfondo de enfermedades y a una disminución de sus capacidades de adaptación. Resultan frecuentes los problemas de autoestima, depresión, distracción (diversión) y relaciones sociales (Rivero M. P.J. (1993), por lo que se han creado opciones para que desde la Universidad estos se inserten desde sus potencialidades en los procesos formativos universitarios.
DESARROLLO
La Educación, se distingue en su doble condición como Institución y como proceso formativo. Como Institución la célula de la educación es la escuela, formando el triángulo con la familia y la comunidad. Como proceso, la educación es inherente a la esencia popular, participativa y democrática de la Revolución cubana, está en sus raíces como elemento medular para las transformaciones radicales que se han llevado a cabo, las que se realizan en el presente y las futuras. La educación así entendida es un proceso a escala de toda la sociedad. (Chacón, Nancy)
La educación, modifica sus cimientos, se plantea nuevos objetivos, transforma su
contenido y, en consecuencia, los métodos, medios y formas de trabajo. La praxis
educativa y en general social, hoy por hoy está encaminada en priorizar el sistema de aprendizaje, donde los docentes adopten un rol menos directivo y más orientador.
En este sentido es importante ante las situaciones y retos que plantea la complicada realidad contemporánea de sociedades que se caracterizan por la pobreza y la injusticia social frente al derroche de recursos, la intolerancia y la violencia, la polarización social y la existencia de intereses económicos y de poder, la manipulación del ciudadano por grupos de intereses políticos y los medios masivos de comunicación, entre otros factores, es necesario la formación de profesional responsable y comprometido con su entorno social y cultural.
En la sociedad la educación cumple diversas funciones, de transmisión de la cultura por medio de la formación de valores y patrones de conductas, con lo cual garantiza la sucesión de generaciones. Ideológica en la medida que garantiza la formación consciente en la ideología imperante, su continuidad y enriquecimiento, la formación de determinada concepción del mundo a partir del prisma de los intereses cardinales de las clases o grupos sociales de la época. Socializadora, proceso de formación activa de los individuos para abrirse paso en su medio social y época, implica el proceso de reproducción y desarrollo de las fuerzas productivas, la ciencia, la técnica y la tecnología. (Chacón, Nancy)
La universidad además de ser una institución en la que se crean y recrean disímiles tendencias es, “…una comunidad cultural que trasmite, preserva, enriquece el patrimonio cultural de la humanidad, fomenta el estudio de las ciencias sociales, naturales y humanísticas que el hombre ha creado a través de su historia, desde las cuales se forman profesionales e investigan en los distintos ámbitos del saber científico, que se integran a la sociedad de forma continua”.(2005: 1).
Espacio geográfico donde se producen un sistema de relaciones psicosociales que permiten desarrollar la cultura de los individuos que interaccionan en ella. Esta tiene como objetivo fundamental formar personas que luego puedan ayudar a conformar una sociedad mejor preparada científica, cultural, política y socialmente.
La Universidad, como institución, responde a dos grandes encargos de la sociedad: por una parte, debe formar profesionales competentes que puedan contribuir al
desarrollo de la comunidad, de la ciencia y de la tecnología y por otra parte, ha de
aportar conocimientos teóricos y prácticos en beneficio de la colectividad.
Es decir la universidad está llamada a mejorar la pertinencia y calidad de sus funciones de docencia, de investigación y de extensión con igualdad de condiciones para todos.
La responsabilidad principal de los profesores es lograr a través de los diferentes procesos sustantivos la consolidación del trabajo político- ideológico y la formación de valores teniendo en cuenta que el estudiante, interactuando con el medio y las personas de su entorno más próximo consiga alcanzar los objetivos de aprendizaje que permitan su desarrollo personal y profesional.
El Dr. Fernando Vecino Alegret plantea que “Las universidades cubanas tienen una responsabilidad política, académica, científica, cultural y productiva no impuesta, sino ganada, no ajena a la vida del país, sino en su centro”. (1993: 14). “Más que por definición por los resultados la extensión universitaria debe realmente ocupar el primer rango en la Educación Superior de manera que se haga cada día más efectiva la interacción Universidad-Comunidad y que ambas se influyan y se transformen mutuamente”. “La extensión universitaria debe pasar a ocupar el rango de vertiente principal (…), la presencia de la extensión está en todo el proceso docente, antes y después de graduado el estudiante, difundiendo la cultura científica, artística, deportiva, etc. en toda su interacción con la comunidad intra y extrauniversitaria. (1993:30)”
La V Conferencia Internacional de Educación de Adultos ( CONFINTEA V), destaca la importancia del aprendizaje a lo largo de toda la vida, reconociendo que la función de la educación superior es la creación de las capacidades profesionales. La actividad en este ámbito exige iniciativas de las universidades.
En este sentido una conquista del siglo XXI es la idea de que no existe edad para la educación, de que ello se extiende a lo largo de la vida y que no es neutra (Gadotti, 1998 )
Nuestro Héroe Nacional José Martí expresó: “Hablan tan bien las cabelleras blancas”. Las palabras de los ancianos tienen peso y valor de semilla”. ”No hay cosa más bella que amar a los ancianos: el respeto es un dulcísimo placer”.
La presencia de índices de envejecimiento, es decir porcentajes de mayores de 65 años respecto al total de la población, que superan en alguno países de Europa el 15 % es un hecho nuevo que plantea cambios culturales, incógnitas económicas y demandas socio asistenciales ya presentes en nuestra sociedad.
A escala global existe un proceso acelerado de envejecimiento humano del cual la población cubana no escapa, donde confluyen varios factores como lo es el decrecimiento de la natalidad y el incremento de la esperanza de vida, que influye en el envejecimiento poblacional, por lo que se hace necesario trabajar en estrategias de trabajo que posibiliten el desarrollo de una cultura gerontológica a nivel individual y social, que posibilite elevar la calidad de vida de este grupo etario y que a su vez como parte insoslayable de la sociedad intervengan en procesos medulares teniendo en cuenta su experiencia, habilidades, actitudes, potencialidades y que forman parte de la memoria vida de nuestro pías y nuestra cultura.
Nuestro Comandante en Jefe tuvo al la maravillosa idea de crear las Cátedras Universitarias del Adulto Mayor (CUAM), presididas por el Ministerio de Educación Superior, con el coauspicio de la Central de Trabajadores de Cuba y la Asociación de Pedagogos, con la colaboración del Instituto Nacional de Seguridad y Asistencia Social, el Ministerio de Salud, Educación, Cultura, Deporte, entre otros actores.
En estas cátedras los docentes tienen la misión de dotar a los adultos mayores de conocimientos que le permitan elevar su calidad de vida y multiplicar este conocimiento en la familia y la comunidad, teniendo en cuenta que cada persona está constituida por una realidad genética y constitucional única. Los elementos químicos, biológicos, endocrinológicos, constitucionales y temperamentales se entrelazan en cada ser humano en una forma personal e irrepetible por lo que se les ayuda a descubrir su propia identidad, su real yo, a tomar conciencia de sí mismo y comprenderse a fondo, a saber como se diferencia de los demás y en que forma, su historia, capacidades, potencialidades y deseos le pueden fijar una meta y trazar una vía de desarrollo estrictamente individual y personal e insertarse de nuevo a la sociedad haciéndolo sentir útil.
Desde la Dirección de Extensión Universitaria de la Universidad Valdimir Ilich Lenin, de Las Tunas, Cuba, surge la idea de propiciar intercambios generacionales con estudiantes de las Cátedras Universitarias del Adulto Mayor, en aras de consolidad la formación de valores pero desde otras aristas.
Los Adultos Mayores constituyen caudal de conocimientos y experiencias, forman parte de la memoria vida de hechos y acontecimientos en todas las esferas de la vida, historias que no están recogidas en ninguna bibliografía.
En estas cátedras existe un potencial de estudiantes que fueron maestros de varios tipos de enseñanza antes de la Revolución, durante el proceso revolucionario (Campaña de la Alfabetización) y siguieron en el magisterio hasta su jubilación, tenemos a su vez médicos, músicos, economistas, deportistas, etc, por solo mencionar algunos sectores.
¿Cumpliría el objetivo estos intercambios desde concepciones renovadoras en aras de tener los resultados esperados?
Debemos recordar que este proceso no se puede cuantificar pero si cualificar en un plazo mediato, es perceptible en el cambio de actitudes y comportamientos de los estudiantes, su nivel de expresión, conocimientos, así como la toma de decisiones acertadas, acordes a un profesional integral y comprometido con las conquistas de la Revolución.
En la búsqueda de elementos referativos encontramos como antecedentes: el pensamiento revolucionario y pedagógico en el siglo XIX, cuyos mayores exponentes son: Félix Varela (1788- 1853), José de la Luz y Caballero (1800-1862), Enrique José Varona (1849-1933) y José Martí Pérez (1853-1895), partidarios de nuevas concepciones sobre la educación y su necesaria presencia a lo largo de toda la vida. “El conocimiento y la verdad no pueden ser impuestos de una persona a otra; se trata de crear condiciones para explorar los diferentes ángulos del asunto, aportar las propias experiencias e interpretaciones contrastadas sobre la base de criterios plausibles en un proceso de confrontación y concertación colectiva:”
Pensadores de la antigüedad, concebían el aprendizaje a través del diálogo en los contenidos que sus propios discípulos seleccionaban e investigaban, de manera que
respondieran a sus intereses y necesidades, lo que se diferenciaba sustancialmente de la educación tradicional y formalista de la época. A partir de 1980 aparece el paradigma constructivista, personalizado en los aportes ofrecidos por el psicólogo estadounidense David Paul Ausubel, quien introduce una nueva concepción del aprendizaje significativo, el que debe partir del conocimiento que dominan las personas y con la atención a la experiencia, la edad, las facultades cognitivas y el estado psicoevolutivo.
Otro de los presupuestos importantes lo es la ley del enfoque histórico-cultural creada por el bielorruso Lev Semenovich Vigotsky (1896-1934) que enfatiza el acto de aprendizaje en cualesquiera de las relaciones del individuo con el mundo que lo rodea e implica un verdadero proceso de construcción y reconstrucción de la experiencia, saberes y modos de actuación en el colectivo.
Con independencia del modo en que se formulan las contribuciones, se atribuye a la universidad la responsabilidad de combinar y de hacer compatibles funciones aparentemente contradictorias o que están en tensión recíproca ( Castell, 1993 ; De Moura Castro y Levi, 2000 ).
El generar debates plurales que sirvan para cuestionar ideas preconcebidas respecto a lo que debe ser y entenderse por saber pedagógico y generen dudas que alienten la innovación y la originalidad (Corzo, 2007); constituye un referente positivo, donde la interpretación de sucesos y hechos desde varias aristas generacionales provoca análisis y reflexión.
El énfasis en la transformación de la realidad social en que se desarrollan los procesos formativos exige que se busquen situaciones para favorecer la toma de conciencia de la situación social que se vive, la vía curricular es un excelente espacio, pero desde la dimensión extensionista el intercambio generacional resulta mucho más impactante, creativo y abierto.
Este espacio contribuyó desde nuestra perspectiva a combatir actitudes verticalistas, autoritarias, de conjunto con profesores como mediador, predominó el diálogo, la transferencia de conocimientos, se logró que el alumno comprendiera y se retroalimentara de hechos históricos-culturales, vistos desde perspectivas diferentes, de forma palpable, a partir del testimonio de personas que no constituyen personalidades, sino hombres y mujeres comunes, sencillos, que dieron el paso al frente ante tareas que la Revolución convocaba.
Es muy difícil fijarle a un ser humano el techo de su desarrollo y menos aún los valores que han de guiar su vida pero forma parte de la labor educativa proponérselos y ayudándole a lograr un pleno desarrollo personal para que luego pueda decidir y escoger por sí mismo. Este proceso de formación de valores y consolidación del trabajo político- ideológico forma parte del trabajo de la Universidad, la calidad con que se realice será nuestro resultado como docente, no se forma un estudiante dentro del aula y otro para enfrentarse a la vida.
En el intercambio generacional con estudiantes de las cátedras del adulto mayor prima el proceso de comunicación, dándole a este proceso la importancia que amerita. Retomamos el concepto que presenta Planas (2000 pp. 56 – 57), cuando establece que la comunicación es “el deseo de establecer una relación con los que nos rodean, y esto puede ser por muchos motivos: necesidad, interés en conocer al otro, el deseo de intercambiar experiencias, atracción física, en fin, una serie de razones que nos llevan a dar un paso hacia el otro”.
Estas actividades diseñadas, planificadas y llevadas a cabo desde la Dirección de Extensión Universitaria de la Universidad Vladimir Ilich Lenin, de Las Tunas, nos ha permitido favorecer el conocimiento entre ambas generaciones, compartir puntos de vista, retroalimentarnos de su experiencia y sabiduría tanto académica como popular, nos enseña a convivir con otros a pesar de las diferencias, dejando a un lado la superficialidad, nos brinda herramientas para desde la familia y la comunidad comprender como debe ser el trato a este grupo etario, con el respeto y la paciencia que los mismos ameritan ya que en esta etapa ocurre la perdida de facultades, como parte del ciclo de la vida.
Después de cada intercambio, los docentes trazan líneas de investigación para la realización de trabajos de historia de vida que enriquezcan la historia y cultura del territorio, para la preservación y desarrollo de la cultura, utilizando a nuestros estudiantes como depositarios y promotores de esa cultura.
CONCLUSIONES
El trabajo permitió aseverar que la formación de valores dentro del proceso educativo desde la dimensión extensionista, a partir del intercambio con estudiantes de las cátedras del Adulto Mayor propició un cambio positivo de actitud y comportamiento, se elevó el conocimiento e interpretación de nuestra historia y nuestra cultura general integral por parte de la comunidad universitaria y en la praxis con actividades como estas de reconocimiento a hombres y mujeres sencillos se eleva su calidad de vida dándoles nuevas motivaciones y sentido de pertenencia.
Los adultos mayores elevaron su autoestima al recibir el reconocimiento individual y colectivo. Se les dió la oportunidad de sentirse útiles en esta vinculación a los procesos formativos universitarios de las nuevas generaciones desde una perspectiva histórica-social, brindándoles un lugar meritorio dentro de la sociedad, a partir del intercambio de sus vivencias personales que no están reflejadas en ninguna bibliografía, como protagonistas de sucesos que hoy por hoy contribuyen a la historia e identidad del territorio y del país.
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