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Marco Antonio Lima Facio
limafacio@yahoo.com.mx
En pleno Siglo XXI, nos es imposible pensar que vivimos en un México Bárbaro, ese México del que nos habló en su momento “John Kenneth Turner” dónde dio a conocer el despotismo y la forma tan arbitraria con la que manejaba al pueblo mexicano Porfirio Díaz.
Hoy después de tantos años de luchas y de logros políticos y sociales, podemos
decir que nuestro México no dista mucho del México del Porfiriato. Antes existía
un gobierno tiránico, hoy después de casi ya 12 años del cambio (donde el PAN a
asumido el poder) y de 70 años que tuvo el poder el PRI, no tan solo tenemos un
gobierno tiránico, sino un gobierno al que no le interesa su población, un
gobierno enmarcado en el seno del capitalismo, de la ganancia y la plusvalía
sobre todas las cosas, donde; día con día los pobres se hacen más pobres y los
ricos más ricos, predomina la delincuencia organizada, el narcotráfico, la falta
de oportunidad para nuestros jóvenes, las pocas oportunidades de empleo y de
desarrollo, y la mala calidad en los servicios públicos. Y si del mercado
hablamos no podemos olvidar las crisis económicas – financieras, las
devaluaciones de nuestra moneda, los rescates bancarios, la quiebra de grandes
empresas y por si fuera poco la venta paulatina que se ha hecho de Pemex y las
reformas al IMSS y al ISSSTE, pero también podemos citar algunos casos de
injusticia política, cómo el asesinato de Luis Donaldo Colosio (1994), el
Desafuero de AMLO (2005), y uno de los más recientes actos de corrupción, que
nos hace pensar que no sólo vivimos en un México Bárbaro, sino que además lo
padecemos, fueron las irregularidades que tuvieron las elecciones del 2006,
centradas en el fraude electoral (nada nuevo para nosotros), sino que además nos
volvieron a decir sin decirlo (nuestros gobernantes) que todo tienen controlado.
Antes (Porfirio Díaz) con ese discurso de Modernidad, ¡modernidad para unos cuantos! llevo al pueblo mexicano hasta las más aberrantes formas de trabajo, dónde la esclavitud indígena y campesina eran la razón de ser de su gobierno, los caciques eran los dueños de todo, y lo primordial era la inversión extranjera (la deuda externa). hoy, en aras de combatir la delincuencia, el Gobierno de Felipe Calderón ha matado a más de 28,000 personas, figurando victimas inocentes entre ellas niños, niñas y mujeres (no olvidemos los feminicidios ocurridos en Juárez que a menos de diez años han muerto casi 1100 mujeres), ó el genocidio del 68 (por Gustavo Díaz Ordaz, presidente de aquel entonces) y que aún se desconoce el número de muertos de aquel día, ó las innumerables violaciones que sufren nuestras mujeres indígenas ya sea en Oaxaca, Chiapas, Guerrero, etc., por parte de nuestros militares.
El despojo de tierras por parte de los caciques en la época de Porfirio eran un pan de cada día, hoy pareciera que con tantas leyes y tratados internacionales, que protegen a los pueblos indígenas, estos ya no tienen o tendrían porque sufrir injusticias e inequidades sociales, pero que tal si recordamos por ejemplo el despojo de tierras que han sufrido los indígenas del municipio Chilón, municipio autónomo de Chiapas, ó el movimiento en defensa de la tierra contra las mineras del ejido Huizopa, que es una comunidad descendiente del pueblo indígena pima, ubicada en el municipio de Ciudad Madera, Chihuahua., otro movimiento que ha dejado huella es el que se suscito en San Salvador Atenco, conocido éste por la resistencia de sus habitantes ante una expropiación que quería hacer Vicente Fox, para la construcción de un aeropuerto en aras de la modernidad.
Serian innumerables los ejemplos, lo que queda claro es que el Estado (los gobernantes en turno) no han velado por los intereses del pueblo, más bien han tratado de hacer más grande sus cotos de poder, ¿Qué, acaso la Revolución no tuvo sus frutos? ¿Dónde quedo entonces ese grito de guerra de Zapata “Tierra y Libertad”? y eso de que “la tierra es de quien la trabaja”, creo que a cien años de lucha, la tierra es de todos, menos de quienes la trabajan, la libertad es tan sólo un valor moral olvidado, valdría la pena recordar lo que bien dijo en algún momento Rousseau “El hombre ha nacido libre, y sin embargo, vive en todas partes entre cadenas”.
Qué Bárbaro es Nuestro México!!!! Un México plagado de corrupción, de impotencia por parte de nuestros gobernantes por hacer bien su trabajo, un México sin propósito, sin vida, sin espíritu, dónde la única salida a falta de propuestas de desarrollo y de empleo por nuestros gobiernos, no le dejan otra alternativa al mexicano que ser ladrón ó ser narcotraficante.
Un México bárbaro requiere de Ciudadanos Bárbaros, ciudadanos cansados de tanta injusticia, cansados de ver como acumulan dinero unos pocos, mientras muchos y cada día más se mueren de hambre, ciudadanos que son violentados en sus derechos y garantías, México requiere de Ciudadanos Bárbaros, finalmente como diría “John Kenneth Turner” hace cien años, en México, la protesta armada es la única protesta posible, y si la protesta es suficientemente ruidosa y sostenida, aún es capaz de hacer temblar a esos gobernantes. ¡Protesten, pues, contra el crimen de la intervención! Y si fuera necesario, para que los gobernantes escuchen, lleven esa protesta hasta la amenaza de una revolución aquí; la causa lo merece. Y diría con justa razón, lo amerita.
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