Katia Susana Hernández Moreno
katiahm@ult.edu.cu
Resumen:
El presente trabajo parte de una investigación de tesis de maestría. Presenta aspectos teóricos y metodológicos elementales para la elaboración de una historia de vida partiendo de la metodología cualitativa. Este método adquiere en la actualidad un valor significativo en el campo de las ciencias sociales. La historia de vida resulta de importancia para las investigaciones. La historia de vida representa la forma más pura de los estudios descriptivos.
Palabras claves: Historia de vida.
Abstract:
The present work starts from an investigation of master degree thesis. It presents basic theoretical and methodological aspects to the elaboration of a life story starting from the qualitative methodology. The life story is acquiri nowadays a significance value in all the field of social sciences. The life story has by own right a scientific determine status that is of great importance for investigations. The life story represents the most pure form of the descriptive studies.
Key words: Life story method.
Materiales y métodos:
Para desarrollar la indagación se utilizaron como materiales la bibliografía activa y pasiva que existe acerca del método historia de vida y entre los métodos se utilizaron La investigación documental o bibliográfica, análisis y síntesis, inducción e deducción.
Introducción:
La antropología fue la disciplina que se valió del método biográfico, desde un principio en sus investigaciones de campo. Los antropólogos han sido los primeros en darles un estatus científico. En 1925, P. Radin publicó una obra que pronto se convirtió en un clásico: Crashing Thunder, autobiografía de un indio. W.I. Thomas y F. Znaniecki (1919), con su obra monumental sobre los emigrantes polacos a los Estados Unidos, con base en documentos biográficos, marcaron un hito definitivo.
Después de la Segunda Guerra Mundial Oscar Lewis se mantiene fiel al método biográfico, casi como excepción, aislado, para convertirse en la actualidad en fuente de inspiración no tanto por sus conclusiones teóricas, cuanto por sus métodos.
Cuando el destacado historiador francés del siglo XIX Jules Michelet, profesor de la École Normale, La Sorbona y el Collégue de France, y conservador jefe de los archivos nacionales comenzó a escribir su historia de la Revolución Francesa (1847–1853), consideró los documentos escritos como una fuente más.
La historia oral posibilita oponer sus resultados de investigación a la crisis de significado y de visión social que abundan como resultado del predominio del dato y las generalizaciones, así como aportar informaciones e interpretaciones de ellas que, de una forma u otra, pueden constituir modos de conocimiento y preservación de la identidad cultural.
Por varios autores como Magrasi y Rocca, José Ruiz Olabuénaga, Rafaela Macías, Juan José Pujada, se ha confirmado que la historia de vida es un método específico, que por lo general se usa desde la metodología cualitativa; es típica en el vasto campo de los estudios de documentos personales en las ciencias antropológicas y sociales. Es evidente que entre todos los métodos que se usan en la investigación cualitativa, la historia de vida sea una de las más eficaces para acceder a la interpretación de cómo los individuos crean y reflejan el mundo social que les rodea.
Este procedimiento no aspira específicamente a escribir la biografía de una o varias personas: el investigador no coloca en el punto de mira principal la conformación de dicha biografía; por el contrario, se propone conformar, organizadamente, el punto de vista de uno o varios individuos acerca de un fenómeno social determinado, Asimismo, ayuda a conservar la memoria cultural y además a penetrar en los puntos de vista subjetivos sobre los hechos culturales de un individuo.
Al respecto Margarita Alonso señala:
“Historia de vida es el estudio de caso referido a una persona determinada, que comprende no solo su relato de vida sino cualquier otro tipo de información o documentación adicional que permita la reconstrucción de la forma más exhaustiva y objetiva posible”. (Alonso; 2008: 60)
El relato de vida es un subgénero de la historia de vida, menos amplia y completa. Se trazan los rasgos más destacados, atendiendo a los aspectos que más interés tienen para el investigador. Sin embargo, para que una narración pueda ser catalogada con propiedad como la historia de vida, requiere de materiales complementarios, como fotografías, facturas, documentos y otras manifestaciones que den crédito y validez al hilo argumental expuesto.
Alrededor de esta idea la Dra Rafaela Macías apunta:
Como su propio nombre lo indica la Historia de vida se apoya fundamentalmente en el relato que un individuo hace de su vida o de aspectos específicos de ella, de su relación con su realidad social, de los modos como él interpreta los contextos y define las situaciones en las que él ha participado, pero esto no significa que el investigador deba aceptar al pie de la letra todo lo que el sujeto refiere sin aplicar controles que garanticen que lo que el entrevistado refiere es fiel, no a la realidad objetiva, sino a la propia experiencia del sujeto. La fidelidad del individuo relator a sí mismo no debe darse nunca por supuesto, antes por el contrario, es un logro técnico en el que el investigador tiene que cooperar activamente y de cuya existencia debe estar seguro antes de iniciar ninguna interpretación de sus datos. (Macías; 2000).
Este método tiene algunos inconvenientes a tener en cuenta a la hora de utilizar y confrontar los testimonios recogidos. A veces estos no son suficientes para descubrir la realidad de la manera veraz, encontrándose en ocasiones omisiones voluntarias o involuntarias en los mismos sobre elementos que caracterizan al objeto de investigación, por otra parte aparecen personas que niegan su testimonio, cuestión esta que nos afecta, ya que lo que estas personas silencian, pudiera ser valiosa información para el análisis y la construcción social de la realidad. Esto obliga a que se busque un número suficientemente de informantes, dispuestos a cooperar con la investigación.
Asimismo Hurtado león describe el método de historias de vida:
El sujeto es lo que se ha de conocer, pues es el único hombre que existe en la realidad concreta y es en su historia donde se le puede captar toda su dinámica. Además el sujeto lleva en sí toda la realidad social vivida. En él se concreta cada grupo social a que ha pertenecido y toda su cultura en la ha transcurrido su existencia. Al conocer al sujeto se conoce el grupo y la cultura tal como se dan en concreto, de manera subjetiva, vívida. (León; 2001: 114).
Este método se apoya fundamentalmente en el relato que un individuo hace de su vida o de aspectos específicos de ella, de su relación con su realidad social, de los modos como él interprete los contextos y define las situaciones en las que él ha participado. Sin embargo el sujeto no siempre aporta toda la información que se necesita. Por lo que es importante tener en cuenta los controles cruzados, a través de entrevistas a familiares, amigos, especialistas y otros que considere que van a aportar información del historiado, grabaciones, visita a escenarios diversos, fotografías, cartas, correos etc.
Sobre el método igualmente refiere la Dra Rafaela Macías:
“La entrevista y su ulterior elaboración consiste en una lucha en equilibrar estas dos series de teorías explicativas—la del propio sujeto y la del entrevistador—de manera que se alcance un balance entre las teorías supuestamente válidas teóricamente del investigador y las explicaciones reales del sujeto”. (Macías; 2000).
Tres grandes capítulos encierran el contenido básico de una historia de vida según Angel Arjona Garrido.
“Primero las dimensiones básicas de su vida: biológica, cultural, social, segundo los puntos de inflexión o eventos cruciales en los que el sujeto altera drásticamente sus roles habituales, se enfrenta a una nueva situación o cambia de contexto social y como tercero, los procesos de adaptación y desarrollo a los cambios, que se suceden en el proceso de su vida” (Garrido; 1998).
De igual forma Juan José Pujadas esclarece que:
La técnica de relatos cruzados consiste en realizar la historia de vida cruzadas de varias personas de un mismo entorno, bien sean familiares, vecinos de un barrio, o compañeros de una institución, para explicarnos a varias voces una misma historia. Estas voces entrecruzadas sirven para la validación de los hechos presentados por el sujeto biografiado… intentando en conjunto ahondar sobre las motivaciones de una. (Pujadas; 1992: 83).
Para asegurar la mejor utilización del potencial interpretativo de que es capaz una buena historia de vida, es necesario aplicar una serie de criterios para determinar la adecuación descriptiva del investigador, al establecer su interacción social con el sujeto entrevistado. Las historias de vida deben tener rigor en el método y llevarlas a efecto, necesita de bastantes contactos, entrevistas y búsqueda de documentos.
El investigador debe estar siempre preparado para someterse a la posibilidad de que el sujeto altere o falsee su relato. El historiado puede que en algún momento intente dar de su persona una imagen que no es.
Una de las formas para comprobar la coherencia interna del relato es comprobar lo que dice y cómo lo dice, su forma de estructurarlo y la congruencia del resultado final. Además, cuando es posible, contrastar la información que de primera mano ofrece el sujeto, con la que personas afines y de su entorno nos puedan aportar; sin embargo, como es evidente, tampoco se trata de ir comparando toda la información ni construyendo historias de vida paralelas, con la intención de verificar el discurso del informante. La técnica contrastiva se reserva para datos y acontecimientos significativos o lagunas que la misma memoria del sujeto así lo recomienden. En realidad, las personas que rodean al informante pueden aportar nuevos datos sobre lo narrado, al tiempo que permiten al investigador tratar el material (narrativo, documental e histórico) desde las técnicas de triangulación, configuradas como al efecto para medir la validez del relato.
Al respecto, Olabuénaga cita a Smith:
En esta técnica la persona refiere un largo relato, el desarrollo de su vida desde su punto de vista y en sus propios términos, espontáneamente o acompañado de un “experto sonsacador”, el sujeto va desgranando en una serie de entrevistas, acompañado a veces de grabaciones magnetofónicas o a través de redacciones escritas por el mismo, visita a escenarios diversos, entrevistas a familiares o amigos, fotografías, cartas, los diferentes episodios o etapas de su vida (Smith; 1994).
Es de interés resaltar el hecho de enmarcar la vida en episodios o etapas, Las historias de vida por lo general se reelaboran codificando y separando los datos de acuerdo con aquellas etapas, cada período se convierte en un capítulo o sección. Asimismo se concuerda con la idea del “experto sonsacador”, el investigador ha de tener habilidades investigativas y metodológicas para llevar a cabo esta tarea. Conviene, asimismo, «estimular el deseo de hablar» del entrevistado. El investigador no hablará más de lo necesario. Cuando se dirige excesivamente la entrevista se provoca la inhibición del informante. Sin embargo debe establecerse una relación profunda y comprometida entre el autor investigador, se debe además facilitar libertad de expresión, confianza, demostrar interés, perseverancia, simpatía, buen humor”. Entre el informante y el investigador ha de existir un ambiente cordial y distendido y de confianza, pero no de complicidad manifiesta.
Estos criterios han sido acertadamente sintetizados por Gareth Jones.
• El primer criterio establece que la persona historiada debe ser considerada como miembro de una cultura, es decir, como alguien que desde su nacimiento ha entrado a formar parte de una cultura y que el pasado, presente y futuro los capta el individuo como parte del conocimiento de sentido común a través de los esquemas interpretativos de ésta. La historia de vida describe e interpreta el relato del actor en su desarrollo dentro de este mundo de sentido común y el modo como adquiere su bagaje cultural.
• En segundo lugar ha de reconocerse el papel de los otros significativos en la transmisión de la cultura, destacando el papel de la familia, los líderes de opinión, más concretamente a través de la “relación nosotros” desde la que capta el mundo social y se tipifican sus contenidos.
• En tercer lugar hay que especificar la acción social misma y las bases de la realidad social, esto es, las expectativas básicas, los postulados elementales que se dan por supuestos en la conducta, los criterios centrales con los que se define la situación y se orienta en ella el actor. Los valores centrales, los códigos de conducta, los mitos, los ritos con toda la racionalidad subyacentes que se les atribuye.
• El cuarto criterio reclama la reconstrucción y el seguimiento del hilo conductor que relaciona, a través del tiempo, unas experiencias con otras en la vida del actor. La significación de unos hechos para el comportamiento posterior y las expectativas u objetivos de futuro como hitos marcadores de la conducta a lo largo de la vida. Los momentos de crisis en los que este hilo se quiebra, los cambios significativos en la definición de la realidad y las conexiones de unos comportamientos con otros aparentemente desconectados.
• El quinto criterio reclama la recreación continua y simultánea de los contextos sociales asociados con la persona y su acción social. El contexto no puede disociarse de la conducta, puesto que, no sólo las condiciona, sino que sirve de clave interpretativa para su comprensión. (Macías; 2000: 153-154).
Como su propio nombre lo indica la Historia de vida se apoya fundamentalmente en el relato que un individuo hace de su vida o de aspectos específicos de ella, de su relación con su realidad social, de los modos, cómo él interpreta los contextos y define las situaciones en las que él ha participado.
En la historia de vida, se focaliza la experiencia personal de un informante, de este modo tiene el carácter de una historia oral con enfoque biográfico. El informante va relatando su vida al investigador, quien de ese discurso autobiográfico extraerá información para la construcción de los datos de su trabajo sobre un tema específico.
La historia de vida no puede esquematizarse en un patrón fijo: deberá adaptarse a cada caso específico, a cada vida, objeto de estudio. En algunos análisis que se han hecho en la investigación cualitativa comienzan con el reconocimiento íntimo de los datos, se dice que deben leerse todas las transcripciones, notas, documentos y otros datos, identificar las principales etapas, los principales acontecimientos, y las principales experiencias de la vida de la persona.
Se recomienda que el investigador haga uso de la libreta de campo, donde anota sugerencias, expresiones, gestos, puntos de vista, preguntas ampliativas. Una vez registrada la información se procederá a su transcripción. En su posterior transcripción se atenderá a la literalidad de lo recogido, manteniendo el argot, expresiones y léxico jergal del informante.
Ruiz Olabuénaga, de forma muy precisa, reseña aspectos medulares que sirvieron también de metodología para esta investigación; dicho autor considera que a la historia de vida la conforman cuatro objetivos fundamentales:
Primero, captar la totalidad de una experiencia biográfica, totalidad en el tiempo y en el espacio, desde la infancia hasta el presente, desde él yo íntimo a todos cuanto entran en relación significativa con la vida de una persona que incluye las necesidades fisiológicas, la red familiar y las relaciones de amistad, la definición personal, el cambio personal y el cambio de la sociedad ambiental, los momentos críticos y fases tranquilas, la inclusión y la marginación de un individuo en su mundo social circundante.
Segundo, captar la ambigüedad y cambio, lejos de una visión estática e inmóvil de las personas y de un proceso vital lógico y racional, la historia de vida intenta descubrir todos y cada uno de los cambios por lo que a lo largo de su vida va pasando una persona y las ambigüedades, las faltas de lógicas, las dudas, las contradicciones, la vuelta atrás que a lo largo de ella se experimenta.
Tercero, captar la visión subjetiva con lo que a uno mismo se ve así mismo y al mundo, como interpreta su conducta y la de los demás, cómo atribuye méritos e impugnan responsabilidades a sí mismo y a los otros. Esta visión subjetiva revela la negociación que toda vida requiere entre las tendencias expresivas de la persona y las exigencias de racionalidad para acomodarse al mundo exterior.
Y cuarto descubrir las claves de la interpretación de no pocos fenómenos sociales de ámbito general e histórico que solo encuentra explicación adecuada a través de la experiencia personal de los individuos concretos. (Olabuénaga; 1999, p-280).
En la historia de vida es imposible incorporar todos los datos, algunos relatos o temas no serán pertinentes en vista de los intereses de la investigación y puede dejarse a un lado, no obstante se deben tratar de incluir todos los datos que puedan modificar cualquier interpretación de la vida y experiencia del protagonista.
Se trata de recoger los cambios más significativos a lo largo de la vida de un individuo. Comprender a un sujeto es reflejar la historia de su aparición y su devenir siguiendo el carácter histórico. La historia de vida es un documento escrito que busca describir la relación dialéctica entre la aspiración y la posibilidad, utopía, realidad, creación y aceptación.
Los datos del historiado provienen de la vida cotidiana, de la reconstrucción que el individuo efectúa para vivir día a día. Contando los procesos y los modos como los individuos captan y crean su vida social, entonces se podrá lograr ver el significado subjetivo que las cosas tienen para ellos. Es por esto que la historia de vida va hacia la interpretación de los significados y no a las casualidades.
Luego del análisis de los criterios dados por diferentes autores se asume que la historia de vida es un documento escrito que busca recoger toda o casi la toda la experiencia de la vida de un determinado individuo, miembro de una cultura, en vista a los intereses de la investigación, desde la infancia hasta el presente.
Para su conformación se tiene en cuenta lo cultural y social, así como los aspectos más significativos a lo largo de su vida y por último, los procesos de adaptación y desarrollo a los cambios que han sucedido en el proceso de su vida e identificar los hechos más relevantes. La historia de vida queda reflejada en una descripción densa, contextualizada y cronologizada. Es importante tener en cuenta los controles cruzados, a través de entrevistas a familiares, amigos, especialistas y otros que considere que van a aportar información del historiado que den crédito y validez al hilo argumental expuesto.
Conclusiones: Es precisamente la elaboración de una historia de vida una de las vías que permite acercarnos al quehacer de un individuo desde su nacimiento hasta los elementos más reveladores de su quehacer, así como apreciar el proceso de cambio y desarrollo, dentro de los hechos más relevantes de un historiado y permite revelar los impactos de la acción de una persona en el desarrollo cultural.
Bibliografía
1. Hernández Sampier, Roberto: Metodología de la investigación I y II; ciudad de la habana, Cuba. Ed: Félix Varela. P- 378 y 475.
2. Magrassi, G Rocca M: Historia de vida. Centro editor de América Latina. Argentina, 1979.
3. Olabuénaga, Ruiz José Ignacio. Metodología de la investigación cualitativa. Segunda edición. Ed: Bilbao. España. 1999. P- 327.
4. Revista temas No 18. Estudio de la cultura. La habana, Cuba, 1989. Ed: pueblo y educación. P: 135.
5. ------------------- II encuentro iberoamericano: cultura y desarrollo, retos y estrategias, un proyecto de gestión participativa del hecho cultural. La hab, 1997, P-8. Material de maestría.
6. S.J, Taylor: Introducción a los métodos cualitativos de investigación. Barcelona. Buenos aires México, Ed Piadós- saicf. 2000. P-343.
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