Roberto Yasiel García Dueñas (CV)
Ariadna Fernández Rodríguez
rgduenas@ucf.edu.cu
RESUMEN
La presente investigación ¨ Los complejos del son y de la rumba como géneros de la música popular tradicional en la comunidad Centro Histórico de Cienfuegos. Expresiones del patrimonio inmaterial ¨, se centra en la descripción, interpretación y valoración de estos complejos genéricos desde la perspectiva sociocultural para así lograr una salvaguarda de los mismos. Para ello se realiza una caracterización histórico – social de la comunidad objeto de estudio, se identifican los complejos genéricos de la música que están presentes a partir de sus practicas socioculturales.
Lo novedoso del tema radica en el estudio de los complejos del son y de la rumba como géneros de la música popular tradicional desde la perspectiva sociocultural en la provincia de Cienfuegos, además de lograr identificar los grupos portadores del son y de la rumba en la comunidad Centro Histórico de Cienfuegos y que se determina por vez primera las prácticas socioculturales vinculadas a estos géneros como expresión del Patrimonio Inmaterial desde la perspectiva sociocultural.
El método etnográfico es el empleado, a través de él se profundizó en el sistema de interacción interpersonal y colectiva expresado en los individuos a través de sus prácticas socioculturales materializadas en sus espacios físicos y existenciales a través de los complejos del son y de la rumba. Se demostró que los estudios vinculados a los complejos del son y de la rumba como géneros de la música popular constituyen una forma de expresión esencial de las cotidianidades y evidencian las relaciones y prácticas culturales en un contexto y relación propia.
PALABRAS CLAVES: música cubana, música popular tradicional, complejos del son,
complejos de la rumba.
INTRODUCCIÓN
¨…el color tiene límites: la palabra, labios: la música, cielo. Lo verdadero es lo que no termina: y la música está perpetuamente palpitando en el espacio¨
José Martí.
La música siempre ha desempeñado un papel importante en el aprendizaje, pudiendo llegar a influir en costumbres y emociones. En muchas ocasiones la música forma parte de la tradición de un país o de una región. Es así que durante las distintas épocas la música se ha convertido en una verdadera protagonista, pudiendo serlo también los propios intérpretes o sus mismos autores. Es para muchos la forma práctica de expresar sus sentimientos y de enlazarlos con acontecimientos cotidianos experimentando sensaciones de placer o desagrado. Para otros simplemente aparece o desaparece en momentos oportunos, pero cuántos se preguntan la influencia de lo que escuchan en su forma de actuar, cuántos se preguntan la profunda relación que manifiestan tales sonidos con el cambio de su pensamiento. La música se presenta como parte de la propia naturaleza, como una necesidad de expresar lo que se siente y se piensa, lo ha demostrado el hombre a través de la historia y de la búsqueda de la civilización.
La música ha acompañado al hombre desde los albores de su existencia; pero, así como otras manifestaciones artísticas, principalmente la pintura, la arquitectura, la escultura y la poesía llegó a nosotros a través de documentos. Se puede decir que poco ha quedado sobre la referencia de la producción musical de los pueblos antiguos. Por tanto la música es una de las formas fundamentales de la expresión humana y, como tal, un elemento esencial de la cultura local, regional, nacional e internacional, esta surge a partir de que existe el ser humano y a la vez permite al hombre, a través de ese grado de abstracción humanizarse más y alcanzar niveles cada vez más altos de humanización.
DESARROLLO
Para comprender mejor el tema que se estará tratando los autores se acogen al concepto de música brindado por el destacado musicólogo cubano Olavo Alén el cual la define, como la combinación de sonidos agradables al oído; el arte de combinar los sonidos de la voz humana o de instrumentos; el arte de combinar los sonidos y los silencios, a lo largo de un tiempo, produciendo una secuencia sonora que transmite sensaciones agradables al oído, mediante las cuales se pretende expresar o comunicar un estado del espíritu. Es un sistema de comunicación que trasmite información estética. (Alén, 2006)
Diferentes investigaciones realizadas han demostrado que la música es una actividad social del hombre que aparece solo en relación con el surgimiento y desarrollo del ser y la conciencia social. La misma es una actividad que tiende a elevar el nivel cualitativo de la conciencia social, del ser social; de la conciencia individual y del ser individual, lo cual genera desarrollo. Cuando los elementos de la música llegan a ser vistos y analizados como un sistema de comunicación, ya no como un simple arte de bien combinar los sonidos, sino tratando de traer y aplicar conocimientos de las teorías de información, de comunicación y de sistemas. Por lo que es importante entender esto, pues solo cuando nos hacemos conscientes de este fenómeno podemos comprender hacia dónde vamos o hacia dónde nos dirigimos o qué nos aporta fundamentalmente la música, y entender que esta surge como producto del ser humano, pero, además, surge para humanizar cada vez más en ciclos superiores al propio hombre, constituyendo una genuina expresión de la identidad cultural de los pueblos. (Alén, 2006)
La música y todas sus manifestaciones se evidencian como expresiones del ser y el hacer del pueblo. Estas son creadas y sus productos demuestran la capacidad cultural que permite caracterizar y modelar a los miembros de la comunidad o del grupo social de donde proceden, elementos indispensables de la identidad comunitaria tanto de los músicos como de los que emplean sus producciones y de la realidad misma de un pueblo determinado.
La música en Cuba se presenta como una compleja síntesis, resultado del diverso y amplio proceso de interacciones culturales que en el lapso de unos cuatro siglos, lograron caracterizar la cultura musical del país. Fernando Ortiz (Ortíz, 1980), plantea:
Del retozo de las musas negras con las musas blancas han ido surgiendo danzas amulatadas, ricas de expresión, como la habanera, el danzón, la rumba, el son, la conga, el mambo, el chachachá, etc. Y todas ellas han experimentado el mismo fenómeno de metástasis: un tiempo son rechazadas como indecorosas y propias <<de la gentualla>>…Así, con mengua de picardía y aumento de la tolerancia, los bailes de la gente <<de escaleras abajo>> van subiendo los peldaños sociales hasta penetrar en los salones.
Dos complejos multiétnicos: el hispano y el africano, se distinguen como fundamentales en la heterogeneidad de elementos que convergen en el territorio caribeño. La música integra esta cultura de síntesis, donde disímiles elementos de transculturación contribuyeron a la formación de un lenguaje artístico propio.
Para comprender mejor el significado de música popular tradicional se utiliza el concepto brindado por Martha Esquenazi Pérez, la cual plantea que:
Es aquella que crea, desarrolla y transmite el pueblo de generación en generación en un constante proceso de cambio.
Se excluyen las manifestaciones musicales populares que son creadas y trasmitidas por profesionales a través de los medios de difusión masiva, y cuya permanencia, por esta razón está supeditada a la moda o la preferencia del público que las recibe (Esquenazi Pérez, 2001).
Así la música popular tradicional y sus portadores existen por su incondicionalidad a una tradición trasmitida al margen de la institución, su transmisión fundamental es a través de grupos de pertenencia como la familia, el barrio, la comunidad de músicos, que influyen en su transformación, donde la experiencia individual juega un papel trascendental, de ahí su carácter de conformación colectiva y de esta forma su utilidad acredita su vivencia y eficacia artística o comunitaria y la sostenibilidad en el tiempo y el espacio. (David S. , Saberes populares.Propuesta metodológica. Fundamentación del tema Patrimonialización de las intangiblidades, 2008)
Es importante tener en cuenta que la música popular tradicional unifica, tanto las diversas generaciones, como sus intereses, e incluso a individuos que si bien se corresponden en un área geográfica no coinciden en épocas. De aquí su importancia histórica como elemento aglutinador que rompe las barreras del tiempo para formar entidades específicas (locales o culturales) y que se llega a identificar como parte de la conciencia social de una sociedad determinada. (Alén, La tradición popular y su significación social y política, 2006)
La tarea de estudiar el quehacer de musical popular tradicional resulta por tanto una ardua labor, si a lo anterior le añadimos el grado de especulación al que se ve obligado el investigador al intentar ofrecer una imagen coherente de los procesos lógicos en los cuales surgen y se desarrollan las relaciones socioculturales. En esto incide el hecho objetivo de la carencia de una literatura temática, casi imprescindible a los efectos de la reflexión cognoscitiva del objeto de estudio y como punto de apoyo para el análisis de sus características, aplicaciones y transformaciones de cada momento histórico.
Los géneros musicales que forman parte de la cultura popular tradicional son:
-Agrupaciones de antecedentes hispanos.
-Agrupaciones vinculadas a cultos religiosos populares (yoruba, bantú, arará, carabalí, vodú haitiano)
-Agrupaciones de antecedentes caribeños (anglófonos y francófonos)
-Agrupaciones de congas y comparsas
-Agrupaciones de son (son montuno, sucu-sucu-changüí, nengón, melcocha)
-Agrupaciones de punto (libre, fijo, cruzado, espirituano, parranda y seguidilla)
-Agrupaciones de rumba (columbia, guaguancó y yambú) ( Indicaciones Metodológicas para el funcionamiento de los Centros Provinciales y las Casas de Cultura, 2005)
La música popular tradicional en Cienfuegos. Aproximaciones a su estudio.
Los elementos fundamentales que integran la música en Cienfuegos son de procedencia hispánica y africana aunque no debemos ignorar aportes fundamentales como el francés, norteamericano, haitiano y otros que llegaron a la música cienfueguera para conformar y acentuar la gran policromía de estas manifestaciones.
Cienfuegos, ciudad del siglo XX, fundada el 22 de abril de 1819, ha referido notablemente en el desarrollo musical del país. Aquí han nacido figuras y agrupaciones que han contribuido al enriquecimiento de la música muchas de las cuales han alcanzado dimensiones nacionales e internacionales, ejemplo de ello lo constituyen: Paulina Álvarez, Eusebio Delfín, Los Naranjos, la Orquesta Aragón y Benny Moré entre otros.
El son es un género vocal-bailable, pero aunque se dice que este fue oriundo de las zonas rurales de algunas regiones orientales se trasladó al Occidente en los primeros años del siglo XX y ya en 1920 se había popularizado en todo el país.
Se dice que a nuestra provincia fue traído alrededor de 1915 por un trecero llamado ¨TatᨠAcea que vivía en Cienfuegos. El 17 de diciembre de 1920 se bailó este género en el Teatro Tomás Terry en beneficio a Arquimides Pous, el son santiaguero: Me voy pá Alemania, siendo esta la segunda vez que se bailó en la sociedad cienfueguera pues la primera vez fue en 1918 en el Yatch Club de esta ciudad; según el fichero de Florentino Morales. El informante Tomás González Acea dijo para el libro ¨Cienfuegos en la Música Cubana¨ que Cleto Castañeda, natural de Abreus, aprendió a tocar el son montuno en Oriente donde se trasladó para buscar trabajo y de esta forma lo trajo al municipio antes de 1918. Ya en 1920 se comienza a bailar en el Casino Español de Abreus y en el Roof Garden del Hotel San Carlos de Cienfuegos. (Cienfuegos en la Música Cubana, 1984)
Como género surgido del mismo pueblo este se bailó y se cantó mucho por la parte explotadora, siendo discriminado y poco considerado por la alta sociedad ya que decían que era un baile vulgar. A pesar de haber sido rechazado por la clase explotadora, esta, no pudo evitar que su popularidad desplazara a otros géneros, invadiendo en 1926 las fronteras del exclusivismo burgués y pronto trascendió al ámbito internacional. Este complejo en su decursar histórico ha tenido variantes como el sucu-sucu, el changüí, el son montuno, la guajira-son, bolero-son etc. aunque en el caso de Cienfuegos como provincia existe un predominio del son montuno.
En la sociedad cienfueguera florecieron los sextetos y septetos entre los años 20 y 40 ejemplo de ello fueron Los Naranjos, Los Melodiosos, Ron San Carlos, Los siete Diablos.
Aunque los textos del son montuno en el devenir del tiempo se han ido perfeccionando, la instrumentación también ha evolucionado haciéndose más acentuada en las zonas urbanas, una característica propia de Cienfuegos está en la forma de afinar el tres afinándose igual que la bandurria.
De manera general, dentro del panorama musical de Cienfuegos en 1919, en abril, ocurrieron los festejos por el Primer Centenario de la Fundación de la Ciudad, recordando a José Mauri y Anastasio Rivero los cuales nos dieron el Himno de Cienfuegos. Por estos años existían personalidades como Agustín Sánchez y Planas el cual fue director de la primera Escuela Municipal de Música y de la Banda Municipal de Cienfuegos. La severa música de cámara y la canción popular se confunden en el alma de la ciudad repartiendo sus dones, teniendo el sentimiento de la música como algo congénito.
En junio de 1928 amenizaban las fiestas las Jazz Band del maestro René Vivancos. Unos de los sextetos más famosos de Cienfuegos fue el dirigido por Eugenio Palma llamado”Sexteto Cienfuegos- Bacardí. En el 31 ya estaban de moda Los Naranjos, Los Melodiosos, etc.
A partir de 1930 el progreso musical de la provincia ha sido notable, se destacan pianistas de la talla de José Manuel Sánchez y del Rey, concertistas como Rosita López Comunión, Eusebio Delfín interprete fiel de la canción cubana, José Ramón Muñiz con su Luna Cienfueguera, entre otros. La primera retreta efectuada en nuestro Parque Central (Parque Martí),fue probablemente la que ofreciera la orquesta de aficionados de Tomás Tomás en 1952 por esta etapa estaban de moda otras como la de Quirós y la Damujina, esta última de bailes típicos que estuvo de moda hacia 1965.
Por el 1958 lo más popular fue la Orquesta Aragón ellos habían impuesto ese nuevo ritmo que se llama chachachá, pero para muchos sus triunfos mayores están en sus danzones, que se propusieron ennoblecer y que interpretan maravillosamente todavía.
En la actualidad los estudios desarrollados en Cienfuegos sobre música popular tradicional se encuentran a un nivel empírico, no se ha desarrollado ningún estudio valorativo al respecto. Siendo el complejo de la rumba uno de los menos estudiados.
Desde la perspectiva sociocultural este fenómeno prescinde de un extenso estudio que proporcione una mayor relación entre los portadores de la música popular tradicional de la ciudad de Cienfuegos y la comunidad; que garantice una mayor socialización de esta manifestación artística para el conocimiento de nuestra identidad cultural reflejado en las obras musicales; así como la socialización en diferentes espacios que aún son insuficientes.
Así es como la música popular tradicional constituye una parte importante del patrimonio cultural de los países. Los talentos se van transmitiendo de una generación a otra y su supervivencia tiene que asegurarse más eficazmente a través de medidas que protejan su originalidad. El patrimonio cultural de un pueblo contribuye a promover la unidad nacional y la conciencia, entre las demás naciones, eso es lo que le queda a las futuras generaciones, preservar nuestras raíces musicales.
Los complejos del son y la rumba como expresiones de la cultura popular tradicional en el Centro Histórico de Cienfuegos.
El tratamiento del Patrimonio Cultural desde la perspectiva sociocultural requiere en todo momento de un análisis de la visión histórica que permita explicar la misma, en el tiempo y en el espacio; donde se construyen y perpetúan las expresiones patrimoniales. Ellas alcanzan una mayor importancia si se trata del patrimonio inmaterial, pues este está sometido constantemente a las alternativas de desarrollo de los contextos donde surgen las manifestaciones patrimoniales.
A través de las diferentes técnicas utilizadas se pudo apreciar las diversas características de estos complejos convirtiéndolos en expresiones patrimoniales de la comunidad Centro Histórico de Cienfuegos. Entre las que se encuentran:
• Características del son como expresión patrimonial en Cienfuegos.
El complejo del son es un género en el que se mezclan la influencia hispana con la africana, implicando una sonoridad en cuanto a los instrumentos de cuerdas pulsadas y los de percusión, estos últimos son los encargados de llevar el ritmo a la hora de cantar y de bailar.
En Cienfuegos el formato instrumental de las agrupaciones de este complejo no difiere mucho al del resto del país. Podemos decir que son grupos que a pesar del transcurso de los años han mantenido una tradición con respecto a la estructura instrumental. En las agrupaciones entrevistadas, Los Naranjos, Bella Costa-Son y Unión se observa que utilizan instrumentos comunes como: la guitarra, el tres (instrumento netamente cubano, creado a partir de la guitarra. En Cienfuegos este posee una característica peculiar, está en la forma de afinarlo, debido a que se realiza al igual que la bandurria), el contrabajo, el bongó y el cencerro, dos cantantes que ejecutan las claves y las maracas respectivamente así como la inclusión de la trompeta.
Dentro de las variantes cultivadas en Cienfuegos están presentes el son montuno, la guaracha, la guajira-son, el bolero-son, entre otras que enriquecen con los compases de 3/4 y 4/4 en cada una de las composiciones que tratan generalmente sobre situaciones de su vida cotidiana.
• Características de la rumba como expresión de Cienfuegos.
El ambiente de la rumba de cajón en Cienfuegos estuvo presente en los barrios suburbanos, las zonas apartadas en las poblaciones del interior, el solar, el café o los sitios habituales de reunión. Antiguamente los lugares más conocidos por los buenos rumbones eran el solar La Rosa, El Panteón de Gil, Quince y medio, El Gurugú y la bodega El Morro. En estos ambientes es donde la rumba de cajón encuentra su punto de partida, donde se arma una rumba por cualquier motivo..
El uso de los instrumentos rudimentarios ubicó a nuestra rumba cienfueguera, dentro de la clasificación de rumba de cajón, aunque con grandes influencias trinitarias traídas por los esclavos africanos.
La rumba de cajón en Cienfuegos tiene una sonoridad típica por la misma tradición que han dejado de forma oral aquellas personas que la practicaban, pues el sello distintivo de ella está dado en el hecho de las distintas fusiones, lo que quiere decir que hacen lo que se le conoce como polirritmia, que no es más que un ritmo ligado con otro. El cultivo de la línea folclórica, fundamentalmente el yambú y el guaguancó, nos impregnan un estilo exclusivo, ya que estos se cultivan al estilo tradicional y con menos explosividad que lo ahora usual, para así configurar una mezcla melódica llamada guagua-rumba. Otro rasgo distintivo de la rumba cienfueguera es que en cada canto se mencionan los integrantes del grupo.
En este caso según David Soler los complejos del son y de la rumba como géneros de la música popular tradicional:
“…son actividades socioculturales e identitarias que realiza el hombre como sujeto de la cultura y/o como sujeto de identidad, capaz de generar un sistema de relaciones significativas a cualquier nivel de resolución y en todos los niveles de interacción, conformando, reproduciendo, produciendo y modificando el contexto sociocultural tipificador de su comunidad.” (Soler D. , 2007)
Por tanto los complejos del son y de la rumba como géneros de la música popular tradicional desde la práctica sociocultural se presentan como significantes sociales y funcionales, que adquieren diversidad de variantes en los diferentes niveles de resolución donde se expresa: individuo, grupo, familia, comunidad, sociedad. Su funcionalidad la determina la capacidad de inserción en los contextos en estrecha relación con motivaciones, hábitos, normas, gustos e intereses los cuales están atravesados por códigos, representaciones y valores, de forma sistemática. Estos géneros en Cienfuegos se distinguen por los formatos instrumentales que los conforman y la manera de ejecutar la música, presentándose como un conocimiento social y cultural, particular y colectivo.
En las entrevistas y observaciones realizadas se aprecia un proceso de prácticas socioculturales dirigidas en lo fundamental a la transmisión de estos géneros de la música popular tradicional. Los aprendizajes se inician muy temprano, con énfasis entre los 7 y 15 años por lo general, pudiéndose apreciar también en edades comprendidas entre los 20 y 25 años, realizándose estos aprendizajes generalmente en el interior de las familias.
La interacción sociocultural que se produce es entre individuo-individuo, individuo-grupo, pues los aprendizajes sobre estos géneros son preferiblemente personales. Los que enseñan consideran que es un deber para mantener nuestra música vigente y se enmarcan fundamentalmente en el criterio de que constituye este deber una tradición del grupo, y por lo tanto lo interpretan como una responsabilidad en el mantenimiento de estos géneros en las nuevas generaciones.
La transmisión de estos géneros de la música popular tradicional es oral, utilizando códigos de la vida cotidiana. La intención es instructiva y educativa, acompañada de un lenguaje presencial.
Por su parte, la madre participa en ocasiones en la enseñanza de la música, pero principalmente es el padre y demás músicos los que participan en el proceso de trasmisión. En la entrevista realizada a Juan Enrique Chacón plantea que:
Mis conocimientos los adquirí a través de mi padre, pero jugaron un papel importante los músicos que practicaban en aquel entonces estos géneros. (Chacón, 2010)
No obstante existen aprendizajes informales, los cuales se dan en la colectividad, de manera coherente, en distintas actividades comunitarias sobre vinculadas a la música y en actividades recreativas. En la observación se evidencia que el vecindario como colectivo juega un papel importante. En la entrevista efectuada a Bartolomé Abreus planteó que:
Lo que sé sobre música lo aprendí, por mi padre, pero mis amistades me aportaron muchos de los conocimientos que poseo actualmente sobre el son. (Abreus, 2010)
Según los entrevistados otra de las vías por las que adquirieron los conocimientos sobre la rumba fue en los escenarios cercanos al puerto de Cienfuegos. Leopoldo Beltrán trabajador de allí en ese entonces, nos dice:
“en el tiempo ocio los trabajadores tocábamos sin parar esperando los cargamentos para estibarlos, y los cajones de bacalao y de velas los cogíamos para percutir y formar la rumba” (Beltrán Moya, 2010)
En los aprendizajes se puede apreciar que su eficiencia esta determinada por:
- Nivel de satisfacción y gratificación.
- La introducción de elementos contemporáneos en la música que realizan, sin perder los elementos tradicionales que los caracterizan.
- La elaboración y calidad de sus composiciones e interpretaciones.
En cuanto al último aspecto, el 100% de los músicos plantean que sus composiciones están basadas en hechos de la cotidianidad. Al respecto Antonio Quiñones director del septeto Bella Costa-Son plantea:
Compongo cuando viene la inspiración, cuando baja la musa. Reflejo en las letras de las canciones hechos o acontecimientos. (Quiñones, 2010)
Según Bartolomé Abreus, director del Conjunto Tradicional de Sones “Los Naranjos”:
El componer es un problema de inspiración. Existen etapas en que los músicos componemos mucho y otras en las que lo hacemos poco. En muchas de mis canciones reflejo mi vida, le he compuesto a mi mujer, a la ciudad y hasta a un pelotero. (Abreus, 2010)
En las entrevistas dirigidas a conocer cómo se comportan las prácticas socioculturales, se evidencia una fuerte tendencia entre los miembros de la comunidad al reconocimiento de los aprendizajes sobre el son y la rumba como costumbres y enuncian que estos están determinados por:
o La influencia de la familia en el proceso de trasmisión de la música popular tradicional, específicamente la vinculada a los complejos del son y de la rumba.
o El empoderamiento del músico como conocedor y su reconocimiento comunitario.
o El interés de la familia por trasmitir los conocimientos, así como su atracción por los aprendizajes eficaces de sus miembros.
o La necesidad de la continuidad y preservación de los géneros del son y de la rumba para mantener reafirmar nuestra identidad.
Resultó significativo para la investigación que todos los entrevistados opinaron que los complejos del son y de la rumba en la comunidad Centro Histórico tienen valores patrimoniales. Al respecto dos de los especialistas del Centro Provincial de Casas de Cultura (en lo adelante CPCC) expresaron:
…la música popular tradicional es patrimonial porque nos identifica y forma parte de nuestras raíces, viéndolo desde Cuba como país y hasta Cienfuegos, el son y la rumba son expresiones patrimoniales. (López, 2010)
El son y la rumba son géneros de la música popular tradicional y forman parte de la cultura popular tradicional; están incluidos dentro del patrimonio inmaterial, que se rescata, que se revitaliza, los cuales tienen valores patrimoniales, identitarios e históricos que se reflejan en él. (Sánchez, 2010)
Los espacios institucionales y sociales que más se emplean en la promoción de los complejos del son y de la rumba como géneros que forman parte de la música popular tradicional en la comunidad Centro Histórico según los especialistas entrevistados son:
-El Palatino - La UNEAC
-El Patio Ferry -El Teatro Tomás Terry
-Museo Provincial -El salón Minerva
-El Café Benny Moré.
Estos espacios están muy vinculados a su actividad musical (sonera o rumbera) pero cada vez son más reducidos. Al respecto Jesús Garriga, especialista del CPCC opina que:
Uno de los espacios que se pueden utilizar para la socialización del son y de la rumba como música popular tradicional es la Casa de la Cultura, que actualmente no tiene condiciones por estar en construcción. No obstante las Galerías de Arte y el Museo Provincial se pueden explotar más a mi consideración. (Garriga, 2010)
No obstante en la mayoría de los músicos entrevistados se observa una consciencia por estos espacios para difundir su música. Aunque los creen insuficientes para la socialización y sistematización de dos complejos que son símbolos de cubanía. En la entrevista realizada a músicos del Septeto Unión plantean que:… creemos que existe poca promoción y difusión. Y no se han creado los espacios propicios para hacer este tipo de música, el son. (Brito, 2010)
Al entrevistar sobre las prácticas socioculturales la mayoría de los músicos y miembros de la comunidad reconocen una diversidad de acciones, que llevan según su opinión a preservar estos dos complejos genéricos. Entre las que se encuentran:
- La enseñanza y el gusto por el son y la rumba a las nuevas generaciones.
- La preservación de la música popular tradicional y en especial, los complejos del son y de la rumba para mantener vivas nuestras raíces.
- La participación de las agrupaciones musicales en actividades de diferentes índoles para la difusión y promoción de estos dos complejos, que forman parte de la cultura popular tradicional.
La práctica sociocultural se vuelve a colocar en el centro del proceso por el valor intrínseco de ella durante la sistematización, que desde la perspectiva sociocultural se desenvuelve en complejos procesos de reproducción, donde la transmisión familiar vuelve a jugar un papel importante. En estos procesos reproductivos del complejo del son y de la rumba como géneros de la música popular tradicional, la interacción sociocultural juega un papel esencial que se desenvuelve en la relación:
- Individuo-individuo: padre e hijo. Estas relaciones están dadas por el proceso de trasmisión de conocimientos referidos a la enseñanza de algún instrumento musical, la manera de cantar o de exponer el asunto o de bailar, según el complejo genérico del cual son portadores.
- Individuo-grupo: tío o padre-hijos o sobrinos y amigos. Estas relaciones se muestran a partir de la trasmisión de conocimientos musicales. Siendo significativa en estos los procesos de aprendizajes la que se establece entre las amistades.
- Individuo-grupos-comunidad: músicos-familias-miembros de la comunidad.
En las entrevistas y observaciones realizadas se aprecian los siguientes procesos de reproducción sociocultural vinculados a los complejos del son y de la rumba como géneros de la música popular tradicional:
Reproducción de prácticas captadas y aprendidas.
Reproducción de prácticas que se sistematizan por su eficacia.
Reproducción de prácticas por intercambios colectivos.
Reproducción de prácticas para contrastar o comprobar conocimientos sobre estos géneros musicales.
Reproducción de prácticas a partir de habilidades que caractericen e identifiquen la práctica de estos tipos de música.
También se apreció una diversidad de normas, comportamientos y actuaciones que marcan la eficacia musical y sus habilidades para tocar determinado instrumento. Habilidades estas que influyen en el empoderamiento comunitario; como por ejemplo: el percusionista (tumbadoras o bongoes), cantantes, el trecero, el trompetista, el guitarrista, el bajista, entre otros.
Dentro de las agrupaciones musicales se aprecia un clima psico-social donde se coloca en su centro elementos fundamentales como:
- Un alto sentido motivacional,
- Poderosos intereses personales,
- Empleo de su creatividad a fondo
Las estrategias de preservación y promoción para los complejos del son y de la rumba como géneros de la música popular tradicional por parte del sistema institucional, son insuficientes debido a que el Programa de Desarrollo Cultural (PDC en lo adelante) del Municipio de Cienfuegos para el período 2007-2010, no cumple con los requisitos trazados por el PDC del Ministerio de Cultura. Al no tener una misión, líneas directrices, objetivos estratégicos, áreas de resultados claves y acciones a realizar; siendo más que un programa una caracterización histórico-cultural del municipio.
Al respecto la mayoría de los especialistas entrevistados, consideran que es deficiente la protección al talento artístico. Sonia Sánchez, metodóloga de Cultura popular tradicional del CPCC expone de manera general que:
Quizás un estudio de la programación y del Programa de Desarrollo Cultural sea una vía para la mejora de estos géneros y su divulgación. En el diagnóstico de las instituciones culturales tienen que estar reflejadas esas estrategias para la protección de ese talento. (Sánchez, 2010)
En las entrevistas se aprecian como parte de las características técnico-artísticas de estos géneros de la música popular tradicional, que el formato del son en la música cienfueguera, de manera general, es casi igual al formato del son habanero y en muchas ocasiones se le incrementan instrumentos electroacústicos para una mejor sonoridad.
En el caso de la rumba según Arnaldo Montagne plantea que:
Las agrupaciones de rumba han incluido el cajón junto a set de tumbadoras, la caña brava, la campana, el güiro, el chequeré, la clave entre otros. Estos grupos son mucho más fieles al formato tradicional que los de sones. (Montagne, 2010)
De igual forma, en las entrevistas efectuadas tanto a especialistas como a músicos se evidenciaron las limitaciones que tienen estas agrupaciones soneras y rumberas para el correcto desempeño de su actividad. Incidiendo en estas principalmente:
Malas condiciones y hasta la no tenencia del local de ensayo.
Baja calidad de los instrumentos musicales.
El desabastecimiento de nuevos instrumentos y accesorios, vestuarios.
La falta de espacios sistemáticos para el quehacer musical; aspecto este ya antes mencionado.
En las indagaciones realizadas a los especialistas, se pudo constatar la necesidad de comercialización que tiene esta música, para que las futuras generaciones se nutran de los géneros más cubanos. Un rol importante en ello lo tienen los medios de difusión masiva de la provincia en los cuales no son muy favorecidos el son y la rumba, a pesar de poseer agrupaciones profesionales de alta calidad y grupos aficionados con gran apego a estas raíces. Al respecto plantea Arnaldo Montagne:
Lo más importante para la comercialización de estos dos géneros de la música popular tradicional y que forman parte de nuestra cultura popular es que se tiene que creer en nuestras raíces, es verla como elemento identitario y de gran valor. Pero al no ser así trae consigo que la juventud no se identifique, no le guste y no respete. (Montagne, 2010)
Dentro de los músicos de nuestra provincia más mencionados por los entrevistados por los altos grados técnicos-artísticos alcanzados en su género se encuentran:
Dentro del Son:
Marcelino Guerra Rafael Ortíz
Felito Molina Efraín Loyola
Humberto Estanislao Gumersindo Soriano
Dentro de la Rumba:
Justo Pedado Leopoldo Beltrán
Gregorio Hernández Felipe Tartabull
Lázaro Najarro Reinier Sarria
Evelio Martínez Díaz José Reyes Martínez
Evelio Martínez Cabrera Yosvany Oropesa.
La cultura popular tradicional es aquella que emana del pueblo y abarca un vasto espectro de las manifestaciones de la vida desde lo material hasta lo espiritual, por eso la comunidad Centro Histórico con sus complejos del son y de la rumba como parte de la música popular tradicional ha sido objeto de estudio en esta investigación. La cual resultó de gran importancia para la declaratoria de estos complejos como expresión patrimonial. Por tanto desde la perspectiva sociocultural los estudios sobre estas expresiones de la cultura popular tradicional de nuestras comunidades juegan un papel fundamental, al ser manifestaciones generadas, creadas y preservadas en una sociedad o grupo humano, que se transmiten e inciden notablemente en la estructura social y en las prácticas cotidianas de sus miembros.
CONCLUSIONES
• La música popular tradicional es comprendida como una práctica sociocultural, realizada por un sector determinado de una comunidad específica, cuyas características dependen de las condiciones musicales y culturales; basada en códigos estéticos pasados y presentes, como parte de la cultura popular tradicional.
• El complejo del son y de la rumba como géneros de la música popular tradicional son una expresión patrimonial en la ciudad de Cienfuegos, tienen una condición histórica-cultural, de ahí su sistemática presencia en las cotidianidades, los cuales han sido trasmitidos de generación en generación expresando los más diversas actitudes, normas sociales y culturales, significados y significantes de las más diversas preferencias, intereses, empleos, tendencias artísticas, que han determinado en el espacio y en el tiempo las maneras de realización y socialización de estos dos géneros.
• Las principales vías de transmisión de los conocimientos relacionados con complejos del son y de la rumba como géneros de la música popular tradicional en la comunidad Centro Histórico de Cienfuegos es de forma oral y emplean para la composición de las canciones, los distintos contextos socioculturales.
• Los complejos del son y de la rumba como géneros de la música popular tradicional constituyen una expresión y recurso patrimonial, pues reúne los siguientes requisitos:
- Accesibilidad social y cultural de los diversos sectores de la población, manifestando códigos culturales, sociales y populares que son interpretados por todos los participantes.
- Forma parte de una expresión humana trascendente e histórica que están incorporadas a los de diferentes niveles de aprendizajes sociales y roles culturales.
- Ofrece la posibilidad de convertirse en un recurso económico que puede traer ganancias a los ejecutores, empleadores y promotores de la música, influyendo en la calidad de vida de los portadores y los consumidores.
- Es necesario un proceso mayor de interpretación y socialización que se corresponda con las exigencias, el crecimiento del mercado de la música y la importancia que va adquiriendo en la empresa turística, cultural por las condiciones comerciales y las formas principales de obtención, visualización y transportación que lo convierten en un producto altamente vendible.
- No existe una estrategia de lectura e interpretación adecuada a la música popular tradicional dado la carencia de una visión científica desde la perspectiva sociocultural.
- Necesidad de una estrategia de promoción y divulgación coherente y acorde a los principios contemporáneos de comercialización de la música que facilite los procesos de socialización, visualización, empoderamientos culturales y evaluaciones culturales que permiten el crecimiento estable de sus producciones y puesta en valor.
BIBLIOGRAFÍA
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