Maribel Rodríguez Núñez (CV)
maribel571122@yahoo.es
RESUMEN:
En el presente trabajo se abordan diversos aspectos teóricos en relación con la
cultura, la identidad cultural, la educación y la globalización neoliberal, a
partir del estudio y cotejo de algunos documentos y la experiencia personal de
la autora en el estudio y valoración de estos temas. El artículo se estructura
en Introducción, Desarrollo y Conclusiones. En el Desarrollo se exponen algunos
conceptos que han sido trabajados por especialistas en la materia, todo ello en
el empeño de enjuiciarlos ya que son básicos como fundamentación teórica para
facilitar los debates sobre el tema.
CULTURA, IDENTIDAD, EDUCACIÓN Y GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL.
En no pocas ocasiones, al intercambiar sobre estos asuntos, se han puesto de manifiesto ideas de ilustres pensadores que a pesar de haberse dicho en siglos anteriores cobran extraordinaria vigencia. Cómo no tener en cuenta las emociones originadas por el recuerdo del pensamiento y la acción del SEGUNDO Libertador de Hispanoamérica, el general José de San Martín, destacado impulsor de la cultura y de la educación, el argentino que bien temprano manifestó que:
“. . . aun hay tiempo, los pobladores del Nuevo Mundo son susceptibles de las mejores luces”.
En la situación de mundo actual, polarizado, de globalización neoliberal, mundo del consumo y en el que los poderosos abogan por la mundualización de la cultura; en Cuba se patentiza cada vez con más fuerza, el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre, que proclamado por José Martí, preside la ley de leyes de la República y es la constante primera de la cultura nacional.
Hoy como ayer mantiene vigencia el interés por desarrollar la cultura cubana, beneficiada con las más ricas y mejores tradiciones nacionales y universales, inclinada hacia una originalidad sin límites y consciente del encargo social que le corresponde en el advenimiento de una coexistencia libre y justa, fuente de toda creación ennoblecedora y perdurable.
Con la finalidad de buscar argumentos para el análisis de algunas de las problemáticas que se ponen de manifiesto en el mundo de hoy, resulta necesario detenerse a enjuiciar determinados conceptos que son básicos como fundamentación teórica para facilitar los debates sobre el tema.
1- LA CULTURA.
En los tiempos que corren, cuando hay muchos interesados en transculturizar y aculturizar a los pueblos, resulta conveniente esclarecer el concepto titular de este epígrafe.
¿En qué consiste la cultura?
Al respecto se pueden obtener múltiples y bien fundamentadas respuestas:
“Cultura es un sistema vivo que incluye un sujeto socialmente definido que, actuando de determinada manera en una situación histórica y geográfica específica, produce objetos materiales y espirituales que lo distinguen”. (1)
“Cultura es el conjunto que encierra todas las expresiones de lo que produce una comunidad”. (2)
“Cultura es el conjunto de valores materiales y espirituales de un conglomerado humano, en un lugar y periodo histórico específicos.
Se conforma mediante la actividad productiva, física e intelectual de los humanos y sus componentes no son invariables, pues a los aportes de los antepasados se les agregan los elementos nuevos, creativos, y los modificantes enriquecedores”. (3)
La Cultura está conformada por un sistema con cierta independencia y autosuficiencia, con la capacidad de asimilar o rechazar diferentes influencias externas y de sufrir transformaciones estructurales y funcionales debido a fenómenos políticos, económicos, ideológicos, religiosos, sociológicos, bélicos, y migratorios.
El carácter antropológico del concepto de Cultura es evidente y se diferencia sustancialmente del de identidad cultural cuya naturaleza es francamente social y psicológica.
Por otra parte, la Cultura de cada colectivo humano es el más preciado tesoro de los terrícolas y debe conservarse, defenderse y acrecentarse con el esfuerzo de todos sin encierros en sí mismos o sin la admisión de influencias.
Es deseable el hecho de que los basamentos culturales nacionales sean el principal sostén, pero sin negar la importancia de recibir, con espíritu crítico, los aportes del mundo.
“... Injértese en nuestras repúblicas el mundo, pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas. (4)
En los hechos culturales están siempre presentes la intencionalidad de mujeres y hombres que con sus acciones laborales conscientes y transformadoras de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, pretenden resolver los problemas y obstáculos que entorpecen el desarrollo de su vida y definir sus concepciones sobre el mundo circundante y sus misterios.
La cultura es un intento diario y sistemático de los seres humanos por buscar solución a cada impedimento y no sólo logra transformar al mundo circundante sino que tiene un efecto de cambio sobre el hombre mismo.
Para adentrarnos consecuentemente en el conocimiento más amplio y profundo de la cultura es imprescindible partir de una concepción y de una postura de comprensión y flexibilidad de juicio así como de tolerancia y de total disposición a respetar a los demás y de no superponer la jerarquía entre una y otra manifestación o grupo de expresiones culturales.
La supervivencia humana, la transmisión del conjunto de “saberes” y “haceres” de un colectivo social, se realiza mediante la educación hogareña, familiar, institucional y social, mediante el quehacer cultural.
Si la cultura de una sociedad dada es el resultado de las actividades material y espiritual de sus mujeres y sus hombres, es natural que éstos opongan resistencia a la imposición e intento de subyugación de su cultura por parte de agrupaciones humanas de otras latitudes o niveles económicos y sociales.
La sumisión de grupos humanos a las culturas ajenas conlleva, frecuentemente, violencia física y psíquica sufrida por los subyugados y muchas veces conduce a la rebelión de éstos.
La violencia, la injusticia y la represión han logrado que las ideas de las capas o clases dirigentes de cada sociedad se conviertan en las ideas predominantes de cada momento histórico.
El devenir cultural es, fundamentalmente, un recorrido por la lucha de los pueblos latinoamericanos enfrentados a lo colonial, lo liberal-independentista y, hoy día, a la nefasta globalización neoliberal.
2- LA IDENTIDAD CULTURAL.
La culturización, desde el prisma socio-histórico, ha sido una constante de las diferentes etapas económico-sociales.
En Latinoamérica se escucha con frecuencia el criterio de la cultura hermanadora de los pueblos del área y hay quien, más explícito, recurre a la historia, la lengua, las costumbres y la religión para fundamentar los lazos indestructibles existentes desde el río Bravo hasta la Patagonia.
La unidad de América Latina no puede dejar de pasar por el reconocimiento y la preservación de la identidad cultural de todos los grupos humanos y, fundamentándose en ella, se han de lograr pasos para que la inevitable y necesaria solución de los problemas sociales se conviertan en realidad cuanto antes.
Las tesis de la acción unificadora de la Cultura, la Historia, la Lengua y la Religión, superficialmente concebidas, conducen a una similitud aparente y pueden enmascarar las diferencias.
Unirnos en el respeto a las multi-expresiones espirituales, es el camino.
Existen múltiples definiciones de Identidad Cultural, en este trabajo escogemos algunas para que sirvan de guía y motivación:
“Identidad Cultural de un grupo social determinado consiste en la producción de respuestas y valores que, como heredero y transmisor, actor y autor de su cultura, éste grupo realiza en un contexto histórico dado”. (5)
“La Identidad Cultural es el resultado de un proceso de comunicación que, como fenómeno integral incluye, además de la producción material y espiritual, a la herencia social y cultural, a los correspondientes medios geográficos específicos, y a las etapas históricas y psicológicas principales de un conglomerado humano o nación”. (6)
La identidad cultural debe apoyarse en una amplia y profunda plataforma gnoseológica, en el dominio de las antecedencias y la actualidad de los valores étnicos, nacionales y subcontinentales, en los campos histórico, económico, político, social, ético, filosófico, religioso, cultural-educacional y patriótico.
Partiendo de lo anterior, se está en condiciones de reflexionar críticamente, concluir en juicios conducentes a convicciones acondicionadoras del individuo para participar en la transformación inevitable de cada sociedad, con el fin de lograr la posesión definitiva de la razón de existir, de vivir, de cada ser humano en el pleno uso de sus derechos.
Para poder acceder a una comprensión más amplia, de los elementos componentes de la identidad cultural de nuestro subcontinente latinoamericano se debe recurrir, a las culturas fenoménicas, a las savias nutricias, a los aportes de las sociedades y agrupaciones aborígenes, europeas, africanas y asiáticas fundamentalmente cuya fusión ha permitido la conformación de una nueva cultura del mestizaje, de la mezcla legítima y pura de la cual debemos enorgullecernos.
La fragmentación de la vida espiritual del subcontinente, es una lamentable realidad necesitada de transformación.
El devenir cultural es un recorrido por la lucha de los pueblos enfrentados a las etapas colonial, liberal e independentista y, hoy día, al nefasto neoliberalismo.
Los males del colonialismo, neocolonialismo, liberalismo burgués, y neoliberalismo actuante son los comunes denominadores de la realidad latinoamericana.
Con la herencia dejada por estas etapas históricas, no se puede admitir dudas de la necesidad de una urgente integración siempre sobre la base del respeto a la diversidad.
La identidad cultural debe lograr la continuidad del proceso de actividad identitaria en los niveles: humano, regional, nacional.
“La actividad identitaria. . . es un complejo proceso de acciones materiales y espirituales que simultánea o sucesivamente lleva a cabo el sujeto de la cultura en el proceso de comunicación”. (7)
“Denominamos sujeto de la cultura a un grupo humano socialmente organizado en cualquier nivel de resolución sociológica, y que se comporta como un heredero y por tanto, también transmisor, autor y actor de una cultura geográfica e históricamente condicionada”. (8)
La unidad de América Latina pasa por el reconocimiento y la preservación de la identidad cultural de todos los grupos humanos: la problemática de los seres amerindios, la de origen africano, el componente asiático e indio.
Unirnos en el respeto a las multiexpresiones espirituales, culturales, es el camino.
La identidad cultural debe apoyarse en una amplia y profunda plataforma para combatir el afrentoso avasallamiento de nuestras culturas.
“. . . la colonia ha pervivido en las repúblicas”. (9)
En nuestro subcontinente existe una estrecha relación entre cultura, identidad y sociedad.
La identidad cultural nunca es un producto terminado definitivamente, siempre está en proceso de construcción mediante las acciones productoras de los entes de cualquier grupo social determinado.
El concepto de la identidad cultural no puede reducirse al concepto de identidad nacional, aunque en los momentos de combate contra el colonialismo y el neocolonialismo se equipare.
La identidad cultural es el resultado de un largo y amplio proceso el cual tiene lugar en un momento histórico anterior al surgimiento de la identidad nacional.
Nos parece que hoy día se impone la necesidad de una urgente integración en lo cultural, en lo económico y, de ser posible, en lo político, siempre sobre la base del respeto a la diversidad.
3- LA EDUCACIÓN:
Problemática actual de la educación en las sociedades latinoamericanas.
En Latinoamérica, las comunidades humanas han sufrido idéntico proceso de desarrollo traducido en pobreza máxima, hambre ancestral, desnutrición multitudinaria, descomunal cifra de muertes prematuras, falta de asistencia médica y medicamentos, desempleo, subempleo, bajos salarios, precarias condiciones de vivienda, higiene y salud popular, agricultura, industria y economía general dependientes, aspectos estos que se pueden resumir en condiciones infrahumanas de vida en medio de las cuales no hay cabida para la educación.
¿Quién puede aprender cuando el hambre es sufrida diariamente; estudiar cuando se está profundamente desnutrido; asimilar conocimientos cuando su organismo está invadido por enfermedades intratadas?
En estas condiciones es absolutamente imposible proporcionar una educación que se desarrolle dentro de parámetros de normalidad.
La Conferencia Mundial sobre Educación para Todos, efectuada en Tailandia en los primeros días de marzo de 1990 postuló:
Lamentablemente la educación primaria no ha estado ganando mucho terreno en el mundo durante los últimos años.
Las tasas de matriculación están disminuyendo en muchos países de ingresos bajos.
Menos del 60 por ciento de los niños que ingresan a la escuela en estos países terminan un curso completo de primaria.
La Conferencia proclamó que:
“... La tasa de repeticiones es también un problema; las posibilidades de que los niños de países de ingresos bajos repitan el grado son de dos a cinco veces mayores que las de los niños de países de ingresos más altos.
Esta repetición incrementa la tasa de abandonos...
Tampoco puede asegurarse que aquellos que terminan la escuela primaria tengan una educación necesariamente adecuada”
Como queda claro, la cobertura educacional en el nivel básico no avanza en correspondencia con las necesidades, los matriculados disminuyen, la retención de los alumnos hasta finalizar un curso no rebasa la cifra de tres de cada cinco niños, la repitencia escolar toma proporciones alarmantes en nuestros países lo que genera, entre otros problemas, alta deserción; situación que es bastante más grave en las áreas rurales y con población aborigen.
El capítulo "calidad de la enseñanza" con sus déficit evidentes en todas partes, se agrava por los insuficientes e inapropiados inmuebles, inadecuado mobiliario y base material de estudio a veces inexistente.
Otro ingrediente que afecta cualitativamente son los defectos de la formación magisterial, las insuficiencias en el nivel salarial, casi nula superación profesional y jerarquización social de los educadores, todo lo cual hace más dramático este asunto.
América Latina con más de 40 millones de iletrados y con problemas de escolarización en el nivel básico o elemental se encamina hacia una tragedia educacional de proporciones catastróficas.
Otros agravantes de este maltrecho presente y peor futuro avizorado, es el hecho de la preeminencia de los componentes de la cultura nacional explotadora y el irrespeto a lo culto-popular y especialmente a lo aborigen lo que se acompaña de una oferta educacional no correspondiente con las características culturales y sociales de la gran mayoría de los sujetos, lo cual se traduce en la imposición a las mayorías de un proyecto educacional enajenante.
Es frecuente ver sistemas escolares capaces de lograr la pérdida de la conciencia local, nacional y continental, acompañados de un indeleble componente discriminatorio basado en clasificaciones sobre procedencia económica, social, étnica y racial, sexual, religiosa y filosófica.
Nuestras sociedades afrontan la consuetudinaria violación de los derechos de la niñez y humano-educacionales en general.
Por otra parte, se trabaja poco por lograr la necesaria e insustituible interacción familia-escuela-sociedad.
Ni pensar en sistemas capaces de brindar a todos una educación científica, ética, estética, física, ecológica, conducente a crear hábitos de lectura e indagación traducibles en actitudes sociales y patrióticas acorde con las exigencias del momento en cada país.
Como una especial desmotivación para la autosuperación están presentes las inaceptables políticas laborales para la etapa postescolar de la juventud.
El panorama anterior tiene un importante elemento que influye determinantemente y es la mala orientación e inexistencia en algunas repúblicas americanas de una política editorial para la educación capaz de responder a las necesidades.
Por último, la realidad educativa continental de hoy, es la resultante de más de una sesquicenturia aspirando a formar hombres de tal o cual manera, pero con el enlace de la correspondencia con los intereses del sistema vigente y de la capa social gobernante en su tiempo y lugar.
Dada la situación existente:
La educación, es el pilar principal de la cultura, y deviene insoslayable exigencia conducente a la preparación de un ser apto para la producción material y espiritual, para la asunción de sus responsabilidades culturales, político-ideológicas, críticas y liberadoras que le permitan enrumbar hacia la consecución de un proyecto culturo-educacional alternativo.
4- GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL.
Con el inicio de la colonización y su posterior desarrollo se globalizaron:
Economías de inmensos territorios,
Sistemas administrativos de sociedades establecidas,
Técnicas de cultivo,
Sistema filosófico escolástico.
Pensamiento cristiano católico.
La Globalización ha sido dirigida siempre por los más poderosos y ha servido a los intereses de las clases dominantes.
A la Globalización no le ha faltado, en ninguna fase de su desarrollo, un apellido que la identifique: Ahora: Globalización neoliberal.
Aspectos destacados del MUNDO EN QUE VIVIMOS.
Tendencia del desarrollo histórico está marcada por el proceso de Globalización neoliberal.
La Globalización es un proceso objetivo y puede representar progreso.
Su consecuencia es: la hegemonía de los opresores.
Los progresos científicos y técnicos han impulsado la expansión de las actividades financieras, comerciales, y de inversión, así como la rapidez en la transmisión de informaciones, de ideas, de conceptos y teorías sobre los más disímiles campos del conocimiento.
La Globalización neoliberal es un hecho irreversible, y sus logros serían altamente provechosos si se aplicaran con toda justeza y equidad.
La GLOBALIZACIÓN neoliberal es un Proceso de creciente INTERCONEXIÓN e INTERDEPENDENCIA de las ECONOMÍAS NACIONALES.
La GLOBALIZACIÓN neoliberal es un: PROCESO que se desarrolla en los campos:
ECONÓMICO,
POLÍTICO,
IDEOLÓGICO,
SOCIAL y
TECNOLÓGICO que pretende UNIFICAR el PODER en TODO el UNIVERSO.
Estos objetivos lo logran mediante las acciones de:
ELEVAR LAS TASAS DE GANANCIAS.
PRIVATIZAR las fuentes de riquezas de cada nación.
INTERNACIONALIZAR las FINANZAS.
CONCENTRAR el PODER POLÍTICO.
CONTROL de los ORGANISMOS INTERNACIONALES
DESAPARICIÓN de las FRONTERAS de los ESTADOS NACIONALES,
DOMINAR las IDEOLOGÍAS,
MUNDIALIZAR las CULTURAS.
CONCLUSIONES
El artículo que se presenta es una muestra de algunos de los elementos que en el orden teórico es necesario conocer sobre el tema, refleja la necesidad e importancia del conocimiento y manejo de todos los aspectos que se señalan por la actualidad y relevancia que tienen en función del debate y la toma de conciencia.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. - García Alonso, Maritza y Cristina Baeza Martín. Modelo Teórico para la Identidad Cultural. La Habana. Editado por “Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello. Págs. 18-19. 1996.
2. - Moquete de la Rosa, Jacobo. Introducción a la Educación. Santo Domingo, República Dominicana. Editora de Colores S.A. pág. 374. 2000.
3. - Hernández Oscaris, Roberto Rafael y Elsa Vega Jiménez. Historia de la educación latinoamericana. La Habana. Editorial “Pueblo y Educación”. Págs. 2 y 3. 1995. Reimpresión en 1999.
4. - Martí Pérez, José. Obras Completas, t. X Pág. 13
5. - Idem. 1. -- p. 17.
6. - Idem. 3. -- p. 16.
7. - Idem. 1. -- p. 25.
8. - Idem. 1. -- p. 24.
9. - Idem. 4. -- p. 58
BIBLIOGRAFÍA
- CASTRO RUZ, FIDEL. La Educación en Revolución. La Habana: Ed. Pueblo y Educación, 1985.
- --------------------, --------. Mensaje de Fidel a los educadores. En. Periódico Granma. Año 39, No. 304. La Habana, dic., 2003.
- Constitución de la República de Cuba. 3 reimp. La Habana: Ed. Pueblo y Educación, 2001. 59 p.
- GARCÍA ALONSO, MARITZA Y CRISTINA BAEZA MARTÍN. Modelo Teórico para la Identidad Cultural. La Habana. Editado por “Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello. 1996.
- HART DÁVALOS, ARMANDO. ¿Qué es la cultura? En. Periódico Granma. Año 36, No 32. La Habana, ene.-jun., 2001.
- HERNÁNDEZ OSCARIS, ROBERTO RAFAEL Y ELSA VEGA JIMÉNEZ. Historia de la educación latinoamericana. La Habana. Editorial “Pueblo y Educación”. 1995. Reimpresión en 1999.
- MARTÍ PÉREZ, JOSÉ. Obras Completas. La Habana: Ed. Ciencias Sociales, 1999. t.
- MOQUETE DE LA ROSA, JACOBO. Introducción a la Educación. Santo Domingo, República Dominicana. Editora de Colores S.A. 2000.
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