Katia Susana Hernández Moreno
katiahm@ult.edu.cu
Resumen:
El presente trabajo parte de una investigación de tesis de maestría en curso en Desarrollo Cultural Comunitario. Presenta aspectos teóricos actualizados de artesanía, visto desde la luthiería, que significa construcción de instrumentos musicales de cuerdas. De manera general abarca elementos significativos sobre la artesanía y la luthiería. Este ensayo se hizo a través de diferentes métodos como la inducción y deducción, análisis y síntesis.
Palabras claves: Artesanía y luthier.
Desarrollo:
La artesanía en un artesano luthier.
La artesanía constituyó la base de la economía urbana en Europa hasta la Revolución Industrial, en el siglo XIX, sin embargo, los artesanos desaparecieron prácticamente con el nacimiento de la producción en serie. Como reacción a los efectos de la industrialización se creó en Inglaterra, a finales del siglo XIX, el movimiento "Arts & Crafts2", liderado por el diseñador y reformista social William Morris3.
Esa reacción se denominó Arts and Crafts, Artes y Oficios, ya que pretendió elevar la dignidad social y estética del diseño y de todas las artes aplicadas, integrándolas en un entorno arquitectónico armonioso y bello.
Se trató de un movimiento estético reformista, que tuvo gran influencia en la arquitectura, las artes decorativas y las artesanías británicas y norteamericanas e incluso en el diseño de jardines. Entre las ideas más características del Arts and Crafts se encuentran principios filosóficos, éticos y políticos, tanto como estéticos. Se encontraba el rechazo de la separación entre el arte y la artesanía, de los métodos industriales de trabajo, que separan al trabajador de la obra que realiza, fragmentado sus tareas y la propuesta del trabajo bien hecho, bien acabado y satisfactorio para el artista y para el cliente.
El gran interés que la artesanía despierta hoy en el mundo occidental tiene su origen en gran medida en este movimiento, sin embargo sus fronteras, su campo de acción, aún no está delimitado claramente, pues cada país de la Unión Europea lo plantea de diferente manera. De ahí ese batallar entre los artístico y lo artesano, lo hecho a mano y lo industrial, lo tradicional y lo moderno.
El concepto de artesanía fue creado por William Morris y otros pensadores del Movimiento Arts and Crafts durante el siglo XIX. Morris y sus seguidores impulsaron un renacimiento de los talleres artesanos, inspirándose en las condiciones de trabajo de los talleres en la Europa medieval cuyas condiciones de trabajo idealizaron teniendo una gran repercusión, pues en diferentes países del mundo existen talleres de artesanos, fábricas de instrumentos musicales y artesanos independientes aun cuando el trabajo industrial y el artesanal tienen sus diferencias. El error se encuentra en el hecho de que William consideraba la industrialización y lo industrial como algo totalmente contrapuesto y distinto de la artesanía y de lo artesano, y no como una evolución más de la artesanía.
En Cuba se ha despertado un interés por el conocimiento y la difusión de las artesanías, es significativo si se tiene en cuenta que hasta hace pocos años el panorama era totalmente diferente. El intento de esbozar el proceso histórico de las artesanías se ve forzado a enfrentar una problemática cuya complejidad primera radica en una notable indefinición conceptual. De ahí que en general las nociones que se tiene del término artesanía, entre los propios artesanos, resultan limitados o parciales. En nuestro país hay ausencia de literaturas temáticas y necesidad de un aparato conceptual ajustado objetivamente a nuestra realidad.
Evidentemente la mayor parte de la producción material tradicional, resultante de las costumbres y tradiciones rurales es de factura artesanal. Artesanía es la expresión misma de cada una de las piezas que responden a las peculiaridades técnicas y materiales de esta forma de producción.
Las primeras investigaciones científicas referido a la temática de la artesanía en Cuba se iniciaron con la conformación del atlas etnográfico en 1985, en esta esfera del quehacer popular han aportado conocimientos imprescindibles para la formulación de los primeros criterios, desde el punto de vista teórico y metodológico.
Yolanda Mora de Jamarillo4 plantea como artesanía que:
Todo aquello que resulta de la elaboración manual del hombre constituye la cultura material indispensable a cualquier grupo humano para el funcionamiento de los sistemas económicos, familiares, sociales, políticos, educativos, religiosos. Esta cultura material así conformada es resultado o producto de la artesanía, aunque más recientemente lo es la industria. A través de la artesanía se refleja la historia de un pueblo, sus costumbres y tradiciones. En esta ha quedado estampada la huella del tiempo y del posible paso de otros hombres y otras culturas, así como los influjos sufridos a lo largo de la historia. (Jamarillo; 1998: 24).
La artesanía abarca un diverso y extenso campo, su resultado en la práctica artesanal ocupa también un lugar preponderante, pues materializa y soluciona a diversos y complejos problemas, a los que se enfrenta el hombre en su actividad cotidiana, ya sean de carácter económico, doméstico o derivados de creencias mágico- religiosas.
La cultura material no debe ir separada de la espiritual. Un artesano controla todo el proceso productivo, no hay división entre el trabajo intelectual y el manual: el artesano decide lo que va a hacer, cómo y después lo hace él mismo. Tiene plena libertad creativa y estética para hacer su trabajo.
Se dice que las artesanías se identifican como piezas tradicionales que son el resultado de una actividad que ha sido practicada por el pueblo y que sus conocimientos, habilidades, procedimientos o técnicas son el producto de la tradición heredada o trasmitida de una generación a otra, de una comunidad a otra o mediante la palabra y la práctica; sin embargo, actualmente ningún grupo social se encuentra hermético en relación con el mundo que lo circunda, sino todo lo contrario.
Al respecto Maritza Lago Verdecia expresa:
“La artesanía está considerada como un proceso histórico de creación colectiva con un móvil primario de actividad creadora que constituye la necesidad de tipo social. Su realización como obra tiende a reflejar una conciencia empírica de los bienes culturales, por su esencia es considerada como portadora de la cultura popular tradicional”. (Verdecia: 2008, 27).
Una idea muy similar expone Bremme de Santos:
“…las artesanías populares son tradicionales, empíricas, y su transmisión se produce por medio de la palabra y el ejemplo práctico; son anónimas en tanto se desconocen sus inventores o creadores de variantes: así como regionales y funcionales.” (Moreno; 1998:22).
No podemos asegurar que con sólo el diseño, un objeto resulta tradicional. Los artistas pueden encontrar infinidad de ideas y propuestas, para nutrir y enriquecer su trabajo. Los signos, símbolos y códigos podrán seguir siendo en cierta forma los mismos, pero su sistema de referencia ha cambiado. Por lo tanto, no es el diseño ni otros elementos lo que le confiere a una creación la categoría de popular; sino las causas y condiciones en que se genera ésta.
En las artesanías populares el valor del colectivo, o mejor aún la influencia del colectivo sobre el artesano y su obra se acentúan. A las artesanías, se les atribuye un doble carácter: "contribuyen a reforzar la identidad" por tratarse de objetos elaborados con técnicas y diseños arraigados en su propia historia; y además, hacen posible que las familias permanezcan unidas en la comunidad, rural o urbana, al constituir una alternativa económica.
Para lograr que sean populares tradicionales hay que asegurarse que su aprendizaje sea trasmitido de una generación a la siguiente. Esto provoca que se mantengan en estas producciones, toda una serie de rasgos o elementos tradicionales, sobre la base de la técnica, la habilidad y la experiencia familiar e individual. Por lo tanto la fuerza de trabajo resultará ser la mayoría de las veces los mismos familiares. Estos objetos pueden producirse dentro del hogar, a manera de pequeños talleres familiares, aunque existen casos en que éstos se encuentran fuera del recinto familiar. La productividad resulta ser limitada, hay que tener en cuenta que se realizan de forma manual. Razón más que suficiente, para entender que la mayoría de las veces se produzcan objetos que suelen ser únicos e irrepetibles en su tipo.
Ya en estos momentos algunos artesanos han tenido la posibilidad de realizar estudios de postgrados para perfeccionar y actualizar su trabajo desde el punto de vista teórico, técnico y estético. Muchos de ellos ya no se consideran anónimos en dependencia de la manifestación que trabajan.
Asimismo contrarrestando la idea anterior Ángela Ridao en la revista alternativas reseña:
“la artesanía comienza a ser vista como la oposición a la industria o como una intensión artística más que como una forma de expresión y de preservación de formas tradicionales”. (Ridao; 2007: 62).
La industria es la división del proceso de producción en tareas ejecutadas por distintos trabajadores, está dividido entre el trabajo intelectual y el manual: unos proyectan y planean la producción y otros la fabrican. Los objetos industriales están hechos por máquinas. Las características del artesano independiente es otra, una sola persona -el artesano- controla todo el proceso productivo. Sin embargo en nuestro país aún existen fábricas de objetos artesanales, aunque de alguna manera los artesanos se han ido independizando de las industrias.
No se excluye que a muchas piezas que se trabajen con una finalidad puramente utilitaria se les incorporen determinados elementos ornamentales que evidencian una búsqueda de lo estético, entonces sería uno de los elementos indispensables para concluir con el éxito una pieza artesanal.
Se coincide con la autora pues lo práctico y lo bello se conjugan armoniosamente en cada obra, la mano de cada artesano es una descubridora de arte y tendrá el sello que sea capaz de imprimirle. Lo artístico en cada obra artesanal está presente desde el mismo momento en que se concibe una idea de una pieza, las habilidades que posee, técnicas y estética del artesano.
Ticio Escobar en Lo hegemónico, lo popular. Plantea:
“La artesanía es la actividad de producción, transformación y reparación de bienes o prestación de servicios. Proceso en el que la intervención personal constituye un factor predominante. Se obtiene un resultado final individualizado que no se acomoda a la producción industrial totalmente mecanizada o en grandes series. (www.fortunecity.es/ 2005).
Estas ideas definen un tipo de creación humana, la actividad dirigida a la obtención de un bien o producto individualizado. Se entiende por artesanía, en su vertiente cultural, a la actividad dirigida a la obtención de un bien o producto, individualizado y no seriado, en cuyo proceso de elaboración prevalece la aportación manual sobre la intervención de maquinarias, pudiendo estas ser utilizadas en las fases preparatorias o secundarias, siempre que no incida de forma permanente en el resultado final.
Dennis Moreno por su parte plantea que:
“La artesanía expresa un concepto totalizador que abarca toda la producción manual, contenga o no una intención artística, trabajada o realizada con herramientas simples, frecuentemente de factura artesanal”. (Moreno: 1998).
Se refiere al trabajo realizado de forma manual por una persona en el que cada pieza es distinta a las demás. No obstante en la actualidad los artesanos tienen plena libertad creativa y artística para hacer su trabajo.
Los primeros objetos artesanales carecían de valor artístico, por lo que el producto comenzó a revalorizarse como expresión de calidad y belleza. De manera que los diseños empezaron a tratar de conjugar lo práctico y lo estético para elevar hasta el nivel artístico el producto, por lo que en su generalidad en Cuba y en el mundo las creaciones de los artesanos tienen una intención artística. No en todos los casos las herramientas son simples, para la confección de algunas piezas se necesitan de instrumentos complejos y de difícil adquisición.
Una visión considerada de gran utilidad para la elaboración de esta investigación la tiene el propio Dennis Moreno cuando refiere un concepto y clasificaciones teniendo en cuenta nuestra realidad.
“La artesanía es vista como una forma de producción, donde se crean los objetos tanto ornamentales como de piezas utilitarias, o se funden ambos elementos en un solo objeto, con el fin de producir una mezcolanza de lo práctico con lo bello. Esta tiene sus inicios hace ya varios años y posee función ornamental, utilitaria, decorativa y siempre expresa una intención artística.
Dentro de los diferentes tipos de artesanía se encuentran: la artesanía tradicional: es aquella artesanía que cuenta con la utilización y aplicación de los materiales tradicionales y la adaptación de técnicas y procedimientos históricamente empleados. El artesano sigue fiel a los métodos tradicionales, realizando sus propios instrumentos de trabajo de forma manual y conservando sus formas y acabado,
La artesanía popular: hace alusión a una colectividad o lo que es inherente al pueblo, teniendo como punto de partida, el principio de generarse y ser consumidas por éste, de donde proviene su carácter tradicional.
Artesanía popular tradicional: se considerada como un proceso histórico de creación colectiva, cuenta con un móvil primario de actividad creadora que constituye la necesidad de tipo social. Su realización como obra tiende a reflejar una conciencia empírica de los bienes culturales, por su esencia se considerada como portadora de la tradición popular. La estabilidad o la variabilidad del proceso creador dependerán de la propia tradición popular y de los procesos extra-artesanales que condicionan la actividad.
Artesanía artística o creativa: es aquella producción artesanal que respetando los procedimientos o procesos de producción empleados en la artesanía tradicional, es susceptible a obtener a partir de la utilización de nuevos o similares materiales, resultados estéticamente distintos a los tradicionales.
Artesanía industrial: esta artesanía no cuenta con los mismos valores estéticos, sus producciones van a satisfacer una necesidad inmediata, de lo que depende su comercialización, se realizan en talleres donde existe una jerarquización del trabajo; también usan molde para su ejecución y pueden ser o no tradicionales. Se reúnen y agrupan artesanos en talleres, usando tecnologías muy avanzadas, los instrumentos de trabajo se especializan, la enseñanza es impartida por el maestro y el taller no será la única fuente de adquisición de los productos allí elaborados, pues el objetivo será el mercado nacional e internacional. Estas producciones, realizadas en serie, pierden la ingenuidad y la espontaneidad que caracteriza al artesano popular.” (Moreno; 1998:25).
De manera general aporta un concepto amplio sobre la artesanía y a la vez caracteriza los diversos tipos de esta, atendiendo a las particularidades de nuestro país dependiendo de la región, de las comunidades rurales, urbanas, sean de índole económica, doméstica o religiosa.
En algunos géneros de la artesanía en Cuba se encuentran la cerámica, la pirotecnia, la recortería textil, el bordado, la talla, la tejeduría, la alfarería, la talabartería, el modelado, la construcción de instrumentos musicales, la herrería, la carpintería, la cestería. Cada género se incluye en las clasificaciones que le corresponde según sus características.
Entre las cinco clasificaciones que aborda este autor, el género de la construcción de instrumentos musicales incluyen los constructores de instrumentos de cuerdas. Llamados científicamente, Luthier.
La palabra francesa lutherie, usada en varios idiomas, hace referencia al arte de construir instrumentos de cuerda. El nombre luthier se relaciona con los primeros luthiers, y proviene de la palabra francesa luth, a su vez procedente del árabe al-ūd (laúd). Genéricamente significa la madera; la variante alemana de luthier es Luther, palabra que se ha transformado también en apellido (Martín Lutero) y en nombre (Martin Luther King). En buena parte del mundo hispano se traduce el término como laudero o lutero, que proviene de la palabra laúd o el término tradicional violero, que tiene el mismo significado que luthier de constructor de instrumentos de cuerda; sin embargo, luthier, laudero o utero ha ampliado su significado a quien construye cualquier tipo de instrumento de cuerda. (http://procultura10.blogspot.com/2008/05/luthier.html).
Un luthier es una persona que construye, ajusta o repara instrumentos de cuerda frotada y pulsada. Esto incluye a violines, violas, violonchelos, contrabajos y violas da gamba y todo tipo de guitarras (acústica, eléctrica, electroacústica, clásica), cuatros, laúdes, archilaúdes, tiorbas y mandolinas.
Los Luthiers son considerados artesanos. Dennis Moreno hace referencia anteriormente a clasificaciones en las que los Luthiers se incorporan en cada una de ellas, pues en nuestro país muchos artesanos luthier son considerados tradicionales porque cuentan con la utilización y aplicación de los materiales tradicionales. Muchos de ellos siguen fiel a los métodos tradicionales, realizando sus propios instrumentos de trabajo de forma manual y conservando sus formas y acabado.
También suelen ser popular tradicional porque en considerables casos los instrumentos se identifican como piezas tradicionales, empíricas, que son el resultado de una actividad que ha sido practicada por el pueblo y que sus conocimientos, habilidades, procedimientos, técnicas y medios mediante los que se realiza, son el producto de la tradición heredada o trasmitida de una generación a otra, de una comunidad a otra o mediante la palabra y la práctica.
En cuanto a la artesanía artística o creativa: pues sin el toque individual del luthier es imposible la belleza del instrumento confeccionado. Para elaborar una obra artesanal debe comenzarse por la idea principal o diseño, hasta el proceso y acabado final desde el punto de vista estético y técnico. Igualmente la artesanía industrial. En Cuba contamos con tres fábricas de instrumentos musicales: Fernando Ortiz, en el municipio Cerro en Ciudad Habana; la de violines, en Minas, Camagüey, y Sindo Garay, en Santiago de Cuba.
La luthiería es una actividad encaminada al logro de un producto determinado, que no siempre se practica de forma individual, ya que en muchos casos las labores se realizan en fábricas donde se agrupan estos artesanos y la producción manual es en conjunto con la producción industrial, utilizando los instrumentos simples o menos simples en dependencia de la complejidad de esta, obteniendo al final de este proceso un mismo resultado desde el punto de vista técnico.
Sin embargo nuestros artesanos de manera general se mantienen con la idea del Movimiento Arts and Crafts durante el siglo XIX, pues rechazan la separación entre el arte y la artesanía, rechazan los métodos industriales de trabajo, que separan al trabajador de la obra que realiza, fragmentado sus tareas y proponen el trabajo bien hecho, bien acabado y satisfactorio para el artista y para el cliente. Consideran que no debe existir distancia entre el trabajo intelectual y el manual, que el artesano decide lo que va a hacer, cómo y después lo hace él mismo. El luthier tiene plena libertad creativa para hacer su trabajo.
En estos momentos en la construcción de guitarra se respetan los métodos y las técnicas, sin embargo a través de nuevos o similares materiales; nuevas maderas, modelos, el luthier obtiene mejores resultados desde el punto de vista estético y técnico en muchos de los casos proporcionando al desarrollo cultural la posibilidad de desplegar todas sus capacidades, alcanzar su desenvolvimiento pleno a través de la creación, intercambio, transformación y comunicación. Los artesanos Luthiers se han convertido en pequeños artistas, cuyos trabajos también se coleccionan como si fueran pinturas.
Los Luthiers necesitan del conocimiento por lo menos elemental de la música, tanto teórica como práctica, o algún especialista que se dedique a confirmar la calidad de su guitarra desde el punto de vista técnico. Para muchos, la luthiería es un término medio entre el diseño y el arte, para otros es una continuación de los oficios tradicionales, en los que la estética tiene un papel destacado, pero el sentido práctico del objeto elaborado, es también importante. Una obra artesanal nunca es solo idea desnuda sino que siempre ora un proceso (acción) determinado accesible no solo a la percepción intelectual y emocional sino a la percepción sensorial directa, tanto por parte del espectador o consumidor.
La variedad de la textura en la luthiería proporciona una gran belleza natural a todas las creaciones elaboradas a partir de ella. En el momento de determinar el formato de la pieza no se tienen en cuenta esquemas, el acabado es fundamental, las manos del artesano se ocupan de darle vida a la pieza. La utilización de algún tipo de barniz podría devaluar la obra, pues se pierde el brillo natural y con ello una parte de la originalidad, pero esto varía según las exigencias del oficio. El arte de la madera ha representado un modo básico de expresión, que toma diferentes formas según el afilado de los instrumentos empleados, la dureza del material y la sensibilidad del artesano frente al reto que le exige un esfuerzo y dedicación extraordinario.
En cuanto a los materiales de gran necesidad existen Luthiers en que solo trabajan con los materiales que se encuentran al alcance de las manos, es el propio autor quien busca los materiales con los que va a realizar sus creaciones y solo utiliza aquellos elementos naturales que están presentes en el medio en que se desarrollan. De esta forma su creación está sujeta a las condiciones en que vive. Logrando en muchos de los casos la calidad técnica y estética que requiere la obra.
Resulta inadmisible pensar, que en un lugar donde no se encuentren materiales de un tipo determinado, los creadores de esa zona se inclinen por trabajar con ellos. Como también resultaría absurdo establecer límites en cuanto a los materiales con los que debe trabajar el artesano. Asumir esta idea presupone, la discriminación de unos materiales sobre otros, ningún elemento está exento de despertar sensaciones, de inspirar y albergar en sí motivos que puedan materializarse en las manos de cualquier artista, sea académico o no.
En Cuba los luthiers no siempre tienen al alcance las maderas que requiere este instrumento a nivel mundial, sin embargo, muchos de ellos han logrado resultados satisfactorios avalados por especialistas con las maderas endémicas de nuestro país.
En la mayoría de los casos, los creadores, además de extraer por sí mismos las materias primas necesarias para su trabajo, elaboran para sí las herramientas con las que realizarán sus obras. Las cuales estarán adaptadas para el uso específico que desean. Estos útiles, evidentemente, no logran igualarse, a los mecanismos industriales. Sin embargo, están diseñados según el gusto y la necesidad particular del artista, al ser éste, el único capaz de distinguir qué diseño le es más útil, y cuál adaptación le será más conveniente. También se pueden encontrar artistas que se auxilian de útiles adquiridos en mercados industriales. Generalmente se prefiere lo primero, para mantener vivo el encanto de esta manifestación.
Conclusiones: En el transcurso de la investigación la autora pudo constatar que la artesanía tiene una estrecha relación con la luthiería, la artesanía es una forma de elaboración manual o industrial de objetos ornamentales y piezas utilitarias. Un Luthier es un artesano, artista, creador que construye instrumentos de cuerdas, a través de sus manos e instrumentos de trabajo, simples o menos simples. Ambas se clasifican en dependencia de las particularidades de cada región, de cada cultura e intereses propios ya sean económicos, políticos, sociales o culturales. Siempre expresan una intención artística. Representa una de las vías que tienen los diversos grupos humanos y países para promover su cultura y expresar su creatividad.
Bibliografías:
1. Alonso, María margarita (2008). Para investigar en comunicación social. Guía didáctica. Editorial: Félix Varela, La Habana, Cuba.
2. Carrasquet R.A. (2008) Concepto de luthier. En: http://procultura10.blogspot.com/2008/05/luthier.html. 10 de febrero del 2009.
3. Erazo, Franklin. Luthier de cada país. En: http://wwwdelcampo.net/forum/es. 23 de mayo 2009.
4. Eres, Rudy. Luthiería un oficio milenario. En: www.unt.edu.ar/guiacarreras/artes.htm. 3 de junio 2009.
5. Escobar, Ticio (2005). Lo hegemónico, lo popular. En: www.fortunecity.es/.. 23 de mayo 2009.
6. Hernández Sampier, Roberto (2003). Metodología de la investigación I y II. Editorial: Félix Varela, La Habana, Cuba.
7. Lago Verdecia, Marítza (2008). Tesis de diploma: La artesanía popular tradicional en Majibacoa.
8. Moreno, Dennis. (1998). Forma y tradición en la Artesanía Popular Cubana. Editorial José Martí, Ciudad de la Habana, Cuba.
9. Ridao, Ángela (2007). Revista alternativas: Repensar la niñez en el siglo XXI. Aportes innovadores. Año 12, Editorial: San Luis. Argentina.
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