INTRODUCCIÓN

Los pedagogos cubanos tienen el privilegio de pertenecer a una sociedad que educa, entre otras cosas, en el sentido del deber, en la vocación de servicio, en la responsabilidad y en la defensa de los principios.

Para que los adultos mayores sean capaces de actuar de acuerdo con los valores que sustentan la sociedad en que viven, es necesario organizar las actividades de de manera tal que participen conscientemente en la tarea como sujeto de instrucción, formación y desarrollo con la oportunidad de comunicarse entre sí con sus compañeros, que trabajen juntos y logren en correspondencia con la edad y con sus posibilidades particulares los objetivos que se propongan. Es fundamental en este proceso la familia y la comunidad.

Esta razón hace pertinente realizar un abordaje del proceso de formación y desarrollo de valores desde la relación de la actividad y la comunicación desde el punto de vista psicológico y pedagógico.

El profesional de la Cultura Física desempeña un importante papel en el desarrollo de valores desde que el practicante entra en el Combinado Deportivo y culmina con su inserción en la sociedad, pues se debe tener presente que estos no son innatos y los Adultos Mayores tienen una predisposición favorable para aceptar los valores que se le proponen, de manera que el profesor de Cultura Física debe prepararse para este proceso de transformación.

Lo anterior expresado, supone que la labor del profesional de Cultura Física, será determinante en el desarrollo de valores. El profesor, consciente de que el estudiante busca en él una imagen a imitar, se ve obligado a ser ejemplo en todos los planos de la vida.

Sin la intención de asumir una definición al respecto, consideramos que los valores constituyen un complejo y multifacético fenómeno que guarda relación con todas las esferas de la vida humana, con el medio social, con la historia, con la subjetividad de las personas, con las instituciones, organizaciones políticas de masas y con la familia, y en ellos, juega un papel importantísimo la Escuela Deportiva Comunitaria como formadora y fortalecedora de estos valores.

DESARROLLO

Los Círculos de Abuelos ayudan a la resocialización de estos hombres, a elevar la calidad de su vida, pues fortalecen su salud y se arraiga la valencia por sí mismo.

El trabajo contribuye al desarrollo del valor solidaridad a través de los juegos cooperativos que aprende el adulto mayor durante las prácticas. Ello conlleva en este análisis, a realizar una valoración sobre cuál enfoque de la psicología del aprendizaje asumir como basamento teórico para la formación de valores a través de la actividad física.

En la investigación, la actividad encaminada a fortalecer el valor solidaridad en los Adultos Mayores se fundamenta además, en el principio del desarrollo ontogenético (psicología de las edades), la cual está dirigida a implicar su valoración de manera individual y colectiva con el objetivo de movilizar su autodeterminación en los valores que la sociedad se ha propuesto formar.

Este proceso de formación y desarrollo del valor solidaridad a través de los juegos cooperativos se favorece por medio de la actividad que realizan los Adultos Mayores en la ejecución de los mismos de forma individual y en colectivo, así como en interacción con los factores socializadores. De ahí que resulte interesante realizar algunas reflexiones en torno a esta importante categoría psicológica de la formación de la personalidad.

Por tanto resulta pertinente realizar un análisis teórico en torno a la concepción dialéctica – materialista de la actividad desde la relación sujeto – objeto como sustento filosófico esencial que favorece al desarrollo de Solidaridad a través de los juegos cooperativos.

A criterio de la autora de este trabajo, cabe apuntar que lo antes planteado se debe a que la práctica de la actividad física, dado su carácter integrador, cumple la función de núcleo estructurador del sistema de actividades que realiza el adulto Mayor, el cual está mediado por la relación interactiva que se produce entre él, el profesor de Cultura Física, y sus compañeros del círculo de abuelos. Este sistema de actividades se expresa mediante las relaciones que se dan entre la actividad cognitiva y transformadora, la cual está mediada por las relaciones que se dan entre la actividad práctica, valorativa y la comunicativa.

Los autores reconocen que en el contexto del desarrollo del valor Solidaridad no basta solo con la determinación de las relaciones entre la actividad cognitiva, práctica y valorativa, pues se debe apuntar que este proceso desde el punto de vista pedagógico y psicológico transcurre desde lo individual y lo social en el que se organizan equipos y parejas, a través del cual el Adulto Mayor realiza los juegos cooperativos, mediado por la actividad y la comunicación que se produce de forma cooperada y colaborativa con sus compañeros del círculo de abuelos, el profesor de Cultura Física con los que interactúa durante el desarrollo de la actividad física.

De ahí que resulta interesante incluir además en este proceso la denominada actividad comunicativa, la cual favorecerá al establecimiento de las relaciones entre la actividad cognitiva, valorativa y práctica en una unidad dialéctica que resulta esencial para que se desarrolle en el Adulto Mayor el valor Solidaridad a través de la actividad Física.

Una condición esencial para que el Adulto Mayor se apropie del valor solidaridad está relacionada con el carácter activo con que asume su proceso de formación y desarrollo. Otro de los cometidos sería el de explicar a los Adultos Mayores que es necesaria una determinada actitud ante el contenido que recibe; es decir, que conozca que de él se espera una colaboración.

El desarrollo de la solidaridad no puede lograrse mediante los esfuerzos de un solo profesor del Combinado Deportivo, si no que se requieren acciones coordinadas de toda la sociedad, entre ellas se encuentran las organizaciones políticas y de masas, la familia y la comunidad, siendo una tarea de carácter social, general, que rebasa los límites de la formación ciudadana. El desarrollo del valor solidaridad no es un momento, es una dimensión estable que abarca un largo período de tiempo. Hacen falta normas de conductas adecuadas pero adquiridas en el compromiso, el amor, en la vida y en el propio proceso pedagógico que transcurre en el Combinado Deportivo donde el Adulto Mayor realiza las prácticas de la actividad física.

Una condición esencial para que el Adulto Mayor se apropie del valor solidaridad está relacionada con el carácter activo con que asume su proceso de formación y desarrollo. Otro de los cometidos sería el de explicar a los Adultos Mayores que es necesaria una determinada actitud ante el contenido que recibe; es decir, que conozca que de él se espera una colaboración.

A pesar de ello, igualmente se pueden hallar puntos en común que se pueden localizar prácticamente en casi todas las expresiones lúdicas. Se podría sintetizar de alguna manera que es un fenómeno / una actividad que transcurre en un tiempo y espacio diferente al de la vida cotidiana, Desde este prisma, de cualquier manera, más allá de estos cuestionamientos de algunos autores, las diferentes definiciones del juego coinciden en los aspectos arriba mencionados. Fritz citado por María Regina Öfele (1948) dice: “Así podemos decir que el juego es parte de nuestra realidad y en su carácter más profundo es al mismo tiempo algo diferente. El juego no tiene el grado de fijación y no tiene las ataduras de nuestra vida seria. El juego es más libre, más pasajero, es abierto en su tendencia.

El juego es el límite incierto de nuestra realidad. El juego es una realidad y una posibilidad. Es un área intermedia del hombre en el que se forman nuevas realidades y las realidades antiguas se pueden desvanecer. El juego es un motor para la extensión del hombre en lo material como en lo espiritual. El juego no se limita a una actividad lúdica determinada.

La persona cuando juega verdaderamente, es decir, cuando participa de una práctica lúdica reglamentada olvidándose de todo el resto de actividades racionales y serias que constituyen parte de su vida cotidiana más formal, acostumbra a mostrarse tal como es, sin usar máscaras ni vestimentas artificiales más propias de otros escenarios más serios.

En el programa del Adulto Mayor contempla la realización de juegos y Formas Jugadas. Se debe incentivar a los abuelos a que ellos creen los juegos que les gustarla realizar en las clases, como aspecto motivacional, puede estar presente en cada frecuencia clase, siempre que el mismo tenga correspondencia con el objetivo propuesto.

Sobre la base de una concepción dialéctica materialista se asume en la investigación el surgimiento del valor en el sujeto en relación con el objeto, mediante la actividad práctica social; por lo que se comparten los criterios de avanzada fundamentalmente de los autores cubanos Rodríguez (1985) y Fabelo (1989, 2003).

Significativamente, la profundización en el estudio del enfoque histórico-cultural desarrollado por Vigotski y continuadores posibilitó el reconocimiento de la apropiación de la experiencia histórica social, en la que el individuo deviene personalidad mediante la actividad y la comunicación que establece con las demás personas; lo cual constituye el núcleo generador de los valores.

La unidad de la actividad práctica, la cognitiva, la valorativa juega un papel fundamental en la formación valoral dado la significación y el conocimiento que promueve en los Adultos Mayores. De ahí, la importancia que reviste en la formación y desarrollo de la personalidad, no sólo para promover sólidos conocimientos, sino para influir en la conducta de forma análoga, mediante la práctica de la actividad física a través de juegos cooperativos.

CARÁCTER DE LA ESTRATEGIA EDUCATIVA PARA FORTALECER EL VALOR SOLIDARIDAD EN LOS ADULTOS MAYORES

1. Carácter contextualizado de la estrategia educativa: porque brinda al Adulto Mayor la posibilidad de incluir los temas a realizar en las tareas educativas, los cuales parten de sus necesidades, sus vivencias, lo que ellos desean conocer y realizar.

El hecho de participar en las tareas los motiva, pues existe cierto grado de compromiso con la actividad a desarrollar.

Se considera contextualizada además, porque la propia realización de las tareas educativas propicia en cada uno de los participantes, un acto de autorreflexión primero y análisis colectivo después, poniéndose de manifiesto las inquietudes que los unen, siendo esto un elemento muy significativo en la regulación de la vida en colectivo.

Las tareas educativas posibilitan al Adulto Mayor tomar partido, al vincular los conocimientos precedentes con lo que viven a diario. Cuando socializan sus ideas pueden conocer a través de los compañeros del grupo las diferentes alternativas que se utilizan para resolver los problemas.

Todo este arsenal de experiencia que adquiere el Adulto Mayor durante la ejecución de las tareas, le permite apropiarse de criterios bien argumentados para enfrentarse a la realidad social acertadamente y actuar con responsabilidad. Además, lo pertrecha de métodos y procedimientos que le servirán de guía para encausar su vida futura.

2. Carácter desarrollador de la estrategia educativa: porque cuando el Adulto Mayor interactúa con los demás miembros del colectivo, esto le facilita un mayor desarrollo de las habilidades propias del juego.

Se considera desarrollador además, porque el Adulto Mayor no sólo recibe la influencia educativa externa, sino, que sobre la base de sus conocimientos y experiencias se auto educa, tanto en el plano de sus juicios, criterios, convicciones, como en su comportamiento social; de ahí que se considera como un espacio de transformación personal y colectivo; es decir, un lugar de emancipación y auto determinación del practicante.

3. Carácter flexible de la estrategia educativa: está dado por la posibilidad que tiene la estrategia educativa de admitir modificaciones, cambios, según las necesidades presentadas.

Es flexible además, porque parte de un diagnóstico cuyos resultados posibilitaron obtener la información acerca de sus necesidades, intereses, motivaciones, aspiraciones, todo lo cual propicia condiciones para que se evoquen criterios personales y colectivos con seguridad y confianza.

La flexibilidad está relacionada también con la selección de los contenidos, relacionados con el juego colaborativo, el complejo universo de acontecimientos o vivencias personales que afrontan los Adultos Mayores en la dinámica de las relaciones interpersonales.

Su flexibilidad se manifiesta además, por los fuertes nexos afectivos que se producen entre los Adultos Mayores y los profesionales de la Cultura Física, lo cual propicia el crecimiento cognitivo y su mejoramiento conductual, condicionando las transformaciones esperadas en el valor solidaridad desde el punto de vista axiológico.

Resultados alcanzados en los Adultos Mayores en cuanto al valor solidaridad a partir de las dimensiones e indicadores propuestos

1.- Se advertía buena preparación y dominio del contenido a tratar, en particular las tareas educativas como lo interiorizaban y lo socializaban con el resto del colectivo.

2.- Los conocimientos adquiridos lo relacionaban con la cotidianidad con sus familiares, amistades, compañeros del círculo de abuelos, profesores del Combinado Deportivo, entre otros.

3.- Se incrementó el nivel de participación en cuanto al grado de profundidad de sus ideas, el modo de conducirse en la actividad, la fuerza con que se asumían sus posiciones y las defendían.

4.- El cumplimiento de los requerimientos técnicos a la hora de la participación en los juegos, como las propuestas realizadas se apartaban de lo habitual, se evidenciaba singularidad y relevancia en las tareas educativas.

5.- Predominio de sentimientos de identificación con las tareas de la institución donde se sentían parte del colectivo, responsable del éxito o del fracaso de éste.

6.- Los Adultos Mayores reflejaron conductas positivas en los diferentes contextos de actuación y se puso de manifiesto el respeto a los criterios ajenos.

La estrategia educativa para fortalecer el valor solidaridad en los Adultos Mayores del círculo de abuelos “28 de septiembre” se sustenta en tres etapas fundamentales, sus acciones y requerimientos axiológicos, los cuales se concretan en un conjunto de tareas educativas que tienen como finalidad movilizar la implicación personal de los Adultos Mayores durante la actividad realizada.

Las tareas educativas no constituyen una receta exacta que se deben realizar sin mayores modificaciones, todo lo contrario, debe tomarse como un marco dentro del cual es posible insertar otras situaciones específicas que se dan en el terreno de la actividad.

Las dimensiones e indicadores del componente cognitivo, afectivo y conductual de la personalidad dirigidos a fortalecer el valor solidaridad en los Adultos Mayores se evidenció durante la intervención educativa; de ahí que, la operacionalización de ese valor debe enmarcarse en dicho componente.

CONCLUSIONES

1. Las insuficiencias detectadas en la práctica apuntan la necesidad de buscar en el contexto pedagógico una estrategia educativa que permita romper con los esquemas tradicionales establecidos, pues los mismos han demostrado no ser siempre eficaces en el proceso dirigido a fortalecer el valor solidaridad en los Adultos Mayores.

2. Los fundamentos teóricos que sustentan la estrategia educativa desde una proyección filosófica, sociológica y psico-pedagógica sirven de base teórico-referencial a la solución del problema científico, a partir de la integración de aportes que brindan las diferentes ciencias sociales en la teoría general de los valores. Este trabajo de síntesis posibilitó la conformación de un soporte teórico apropiado para concretar dicha teoría en las condiciones específicas de los Adultos Mayores del Círculo de Abuelos.

3. La estrategia educativa para el fortalecimiento del valor solidaridad en los Adultos Mayores del círculo de abuelos “28 de septiembre” contribuye a orientar sobre algunos aspectos que pueden corregirse en el accionar del profesor de Cultura Física de manera que permita realizar una labor educativa objetiva.

4. Es positiva la influencia de la estrategia educativa para fortalecer el valor solidaridad en los Adultos Mayores, sustentada en tres etapas fundamentales, sus acciones y requerimientos axiológicos. La pertinencia se justifica mediante la constatación del criterio de expertos y el pre-experimento aplicado al colectivo tomado como muestra.

5. La práctica de la actividad física y los resultados de la intervención educativa en la cual se confirma la hipótesis, permiten aseverar la pertinencia de la estrategia educativa dirigida a fortalecer el valor solidaridad en los Adultos Mayores del círculo de abuelos “28 de septiembre”.

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