Giselle Alicia Alonso Rodríguez (CV)
La música como elemento condicionante para el desarrollo cultural del país, ha
pasado por un proceso de institucionalización que permite su desarrollo en vías
de alcanzar mayores logros en la esfera social y cultural de la nación. Tal es
el caso del Centro Provincial de la Música en Las Tunas, órgano rector del
sistema de la música del territorio. Por su importancia y significación se
realizó esta investigación bajo el tema: El Centro Provincial de la Música
Barbarito Diez y su influencia en el desarrollo de la cultura en el municipio
Tunas en el período 1989- 2009, con el objetivo de valorar el trabajo cultural
que realiza y los principales aportes al desarrollo de la cultura tunera. Los
resultados de la investigación permitieron revelar los aportes de la institución
y su contribución al fortalecimiento de identidad nacional a través del
reconocimiento social de la música tunera.
SUMMARY
The music like conditioning element for the cultural development of the country,
it has gone by an institutionalization process that allows their development in
roads of reaching bigger achievements in the social and cultural sphere of the
nation. Such it is the case of the Music's Provincial Center in The Tunas, organ
rector of the system of the music of the territory. For their importance and
significance was carried out this investigation under the topic: The Music's
Barbarian Provincial Center Diez and their influence in the development of the
culture in the municipality Tunas in the period 1989 - 2009, with the objective
of valuing the cultural work that he/she carries out and the main contributions
to the development of the culture tunera. The results of the investigation
allowed revealing the contributions of the institution and their contribution to
the invigoration of national identity through the music's tunera social
recognition.
aliciaar@ult.edu.cu
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
En Las Tunas los orígenes de la música se remontan a 1510 con la llegada de los españoles al antiguo cacicazgo de Cohíba. Según el Padre de las Casas, dice que Ojeda construyó una ermita en este sitio donde depositó una imagen de la virgen María a la cual los indios le dedicaban bailes y cantos. Tiempos más tarde la música, los bailes y sus cantos desaparecieron con estos aborígenes.
Los primeros años de la conquista y la colonización de Cuba transcurrieron como un olvido total para el territorio. Ya en el siglo XVIII, Las Tunas comienza a desarrollarse y en el siglo XIX tiene un desarrollo cultural importante. En el 1861 en la cuidad existieron dos tendencias de música, aunque para este entonces ya existía una orquestas típica o de vientos, la orquesta más importante de los siglos XVIII y XIX que decae en el XX. En el siglo XIX se contaba también con otras orquestas típicas, la orquesta de Robinsón, recogida entre las agrupaciones más importantes de la historia musical cubana.
En la etapa de la República en el siglo XX se aprecia con mayor claridad el desarrollo de la música tunera. La enseñanza de la música era totalmente privada. En el territorio existieron importantes academias de música, lo mismo que en Puerto Padre. En 1918 se tenía una academia donde se daba teoría, solfeo, instrumentación, se enseñaba a tocar el piano, la guitarra, pero no había una forma estatal de enseñanza de la música.
Una unidad artística que contribuyó al desarrollo de la música y a la formación de gustos musicales en todas las edades, fueron las bandas municipales. En 1912 se funda la primera banda de concierto en Puerto Padre y en 1920 la de Las Tunas con un reconocimiento oficial y social, con una programación y un resultado más abarcador en el campo de la música, tocaban dentro de su repertorio todos los géneros de la música popular cubana, además de tocar música latinoamericana y caribeña, y música universal. Estas bandas familiarizaron a las nuevas generaciones con los distintos géneros de la música cubana y las diferentes composiciones de la música universal y lograron poner en alto el nombre de sus municipios.
Al rededor de los años 30 surge el trío llamado Los Mañaneros, en Delicias, dirigido por Sixto Cusa. De igual forma nacieron otras figuras como la de Amelio de la Rosa Barrios, conocido popularmente por Mello Barrios quien con su guitarra y su maravillosa voz comenzó a tejer una cadena de éxitos que lo popularizaron por toda la zona que hoy ocupa la provincia e incluso nacionalmente. Llegó a ser considerado como la mejor voz segunda que se había escuchado.
Como un hecho trascendental por su popularidad con fines comerciales y dirigidos a producir el baile de pareja en 1929, surge el grupo musical “Los Muchachos de Pablo León” de Puerto Padre, unidad artística que luego asume el nombre de “Embajadores del Ritmo”. Este despertar de la música popular, recorre varias regiones, en particular a la cuidad de Las Tunas, donde en la década del 30 al 50 se refleja un esplendor al entrar en escena grupos orquestales como “La gigante Miramar” y “América Latina”, entre otras de diferentes formatos (Jazz Band, Charanga francesa).
Otras personalidades de la música fueron Pepe Delgado, Alcibíades Agüero, Emiliano Salvador, Barbarito Diez y Enrique Peña, todas consideradas glorias de la música tunera.
Muchos fueron los músicos que trascendieron y dejaron su legado musical, el que a pasado por varias generaciones. Con el triunfo revolucionario, se dieron varios cambios y uno de los principales objetivos fue rescatar la vanguardia artística y con ello las tradiciones culturales. Con estos fines se definió el Proyecto Social en que se vería inmersa toda Cuba. Con la política cultural cubana, se abren las puertas de las instituciones, conservatorios, escuelas de música y todo un sistema docente, se crea una infraestructura administrativa dirigida a preservar, perfeccionar, promocionar y estimular el desarrollo de la música cubana como expresión genuina de la identidad nacional, así como para todas las manifestaciones culturales.
Para la música, específicamente, el Ministerio de Cultura, crea el Instituto Cubano de la Música y con él, años más tarde, los Centros Provinciales de la Música por todo el país. En 1980 se crea en Las Tunas la Empresa de Contratación de Artistas, la que desde sus inicios, permitió tener una imagen de las perspectivas de desarrollo y a su vez de la problemática musical. El 28 de diciembre del año 1989 por la resolución ministerial 440 se creó el actual Centro Provincial de la música “Barbarito Diez” en nuestro territorio.
A partir de este instante la institución cuenta con un Programa de Desarrollo Cultural correspondiente a las esferas de la creación, la interpretación, comercialización y desarrollo de la música, que va a permitir representar, dirigir y encaminar a los músicos tuneros.
Por este medio todos los géneros musicales se cultivan en nuestro territorio, las orquestas de calidad con un reconocimiento social importante, han visitado numerosos escenarios en el extranjero alcanzando con estas presentaciones grandes logros, lo que permite apreciar una destacable proyección internacional de la música tunera.
La caracterización sociocultural realizada por estudiantes de la carrera de estudios socioculturales en el año 2007, recoge aspectos fundamentales de la fundación del Centro, pero por las características de la investigación no recoge con profundidad todo lo que representa la institución y los principales aspectos que interfieren en su desarrollo.
Una investigación que contribuye al conocimiento de la música tunera y aporta al historial de la misma, es la realizada por Anisley Oliva que realizó un estudio de: Los aportes de la vida y obra de Emiliano Salvador. De la misma autoría se realizó una tesis de diploma: La Dirección Provincial de Cultura: Trabajo Cultural desplegado en las últimas décadas del siglo XX e inicios del siglo XXI y su influencia en el desarrollo cultural tunero, que aporta de manera general el trabajo de las instituciones culturales de la provincia.
A pesar de estos estudios, todavía no se aprecian suficientemente los logros que ha alcanzado la institución. La importancia de revelar la significación social que posee y sus aportes al desarrollo de la cultura tunera, implica dar a conocer el proceso creativo, su hacer musical y el reconocimiento social que ha tenido a través de los años. Dentro de estos aspectos se manifiesta la poca información de la historia musical del territorio y por tanto del trabajo cultural de la institución.
Esto en cierta medida influye en el quehacer cultural del Centro y como tal implica un desconocimiento de estos aspectos por parte de sus músicos y trabajadores, teniendo en cuenta que los objetivos de la institución no son solamente la comercialización, sino difundir, promover y crear espacios para el desarrollo de la música, que contribuyan al progreso de la cultura en el territorio. A su vez, tras una investigación preliminar se destacaron elementos dentro del trabajo cultural que afectaban la creación y desarrollo de estas esferas.
De esta manera, reconociendo su importancia y significación sociocultural en el municipio tunero, se asumió como tema de investigación: El Centro Provincial de la Música Barbarito Diez y su influencia en el desarrollo de la cultura en Las Tunas de 1989- 2009. Sustentado en el siguiente problema: La inexistencia de un estudio acerca del trabajo cultural del Centro Provincial de la Música “Barbarito Diez”, no permite visualizar su influencia en el desarrollo de la cultura musical tunera.
El objetivo general que se propone esta indagación es: Valorar el trabajo cultural del Centro Provincial de la Música “Barbarito Diez” en el período 1989-2009
Como respuesta adelantada al problema planteado se propone la siguiente idea a defender: La existencia de un estudio acerca del trabajo cultural del Centro Provincial de la Música “Barbarito Diez” permitirá visualizar la creación, el rescate patrimonial de la música tunera, la promoción y su impacto social como expresión del desarrollo de la cultura musical tunera.
DESARROLLO
El Centro Provincial de la música “Barbarito Diez” y su influencia en el desarrollo cultural del municipio Tunas
El trabajo de las instituciones culturales, consiste en expresar la cultura, como sistema de valores y concepto de identidad. Capaces de encontrar las respuestas que integren las peculiaridades de cada momento histórico preciso, sin renunciar a la esencia de sus definiciones fundamentales.
A su vez, son responsables de lo que promueven; y deben representar los intereses del territorio o grupo social a la que pertenecen, que es quien da sentido, en última instancia a cualquier política cultural. Dentro de este espectro se incluyen también los artistas, ya que estos son la fuente primaria para llevar a cabo el proceso de desarrollo social y cultural.
En el caso de la música, el Centro Provincial de la Música “Barbarito Diez”, realiza una serie de acciones dirigidas a preservar la cultura musical del territorio a través de los mecanismos de comercialización de la música. Objeto que no solo se enmarca en esta esfera. Sus planes conforman áreas como la promoción, desarrollo y preservación de los valores patrimoniales.
Reflejar o valorar el trabajo cultural de la institución significó abordar todos los elementos que contribuyen al devenir y desarrollo de una de las principales manifestaciones culturales que intervienen en el progreso del desarrollo cultural y social de la nación. Teniendo en cuenta que esta expresión está presente, como complemento, en la mayoría de las manifestaciones artísticas. De esta forma permitió visualizar, desde el punto de vista institucional, la creación, el rescate patrimonial de la música, la promoción y su impacto social como constancia del desarrollo de la cultura musical tunera.
Partiendo de estas reflexiones se desarrolla este capítulo. En él se aborda todo el devenir histórico del Centro Provincial de la Música y las acciones que realiza, puntualizando en los aportes al desarrollo cultural del territorio y los aspectos que influyen en su quehacer.
Memoria histórica del Centro Provincial de la Música “Barbarito Diez” de Las Tunas
La memoria histórica del Centro Provincial de la Música se ha construido sobre la base de la caracterización sociocultural realizada en el 2007, fundamentada a través de su historia y las relaciones que establece con las instituciones culturales y organismos, así como su relación con las comunidades del territorio; elementos que permitieron, de forma general, identificarla.
Memoria histórica
El local que ocupa actualmente el Centro Provincial de la Música está constituido por dos plantas de mampostería en paredes y techo de placa el cual se encuentra ubicado el la calle Adolfo Villamar # 74, entre Lico Crúz y Martí, en el Municipio Las Tunas, provincia homónima.
El mismo fue construido en la década del 50 como vivienda de familia, que en el año 61 abandona el país, dándola el gobierno a otra familia necesitada quienes permutaron en el año 1970 con los CDR, organismo que la utilizó como Casa de Visita hasta el año 1980 en que la permutan a Cultura Provincial para la llamada Empresa de Contratación de Artistas (ECA).
A partir de ahí todos los grupos profesionales musicales que habían en las distintas direcciones municipales de cultura se aglutinaron en la empresa. Esta no era más que la prestación de servicios pero con carácter comercial para distintas actividades que los clientes solicitaban, principalmente para las fiestas populares de cada municipio y los bailables que se daban en todas las instituciones. No obstante a eso se hicieron algunos esfuerzos por actividades culturales como los festivales de órganos y de tríos para reanimar un poco la vida cultural y rescatar las obras y manifestaciones musicales que habían cedido espacio.
El surgimiento de la ECA permitió encausar y organizar las diferentes unidades artísticas que existían en el territorio debido a que estos no respondían a ninguna política musical concebida desde el punto de vista institucional ni una estrategia comercial de carácter estatal dando fin a lo espontáneo y lo fortuito del hacer musical.
Pero no es hasta el 28 de diciembre de 1989 que el Centro Provincial de la Música adquiere toda la dimensión necesaria para insertarse en el sistema de la cultura a partir de todo un proceso de trasformación conceptual y de apreciación de la música como parte de la identidad y elementos integradores definidos en el programa de desarrollo cultural que incluye además el perfeccionamiento, desarrollo, protección y conservación de la música, así como la comercialización, programación y promoción. El mismo constituye un instrumento de trabajo sólido, abarcador, unificador y viable que permite tratar la política musical, ejecutarla y evaluarla.
Las oportunidades de la institución se dan a través del alto prestigio y aceptación de la música cubana en el mundo. La sistematicidad de fiestas populares y eventos que constituyen espacios propicios para la música viva. La existencia de un Centro de Superación para la Cultura. Un amplio sistema de medios de difusión y comunicación. La importancia que le ha dado el Estado a la manifestación de la cultura.
Los objetivos estratégicos están en correspondencia con las áreas de resultados claves: creación artística, comercialización de la música, programación, comunicación y público, patrimonio musical, desarrollo del potencial humano, nuevas tecnologías, gestión institucional, economía de la música.
Como misión se trazan, alcanzar el reconocimiento social de la música como expresión del desarrollo, consolidando los mecanismos de promoción en correspondencia con los creadores, intérpretes y la política musical local y nacional.
De igual manera tienen la visión de: consolidar un alto desarrollo musical, con la incidencia de la vanguardia artística, logrando niveles superiores de la promoción nacional e internacional, (Según Programas de Desarrollo Cultural 2006 y 2008-2010). De esta forma el Centro se integra a las exigencias de la política cultural nacional y encamina su plan de acciones, proyectándose hacia el territorio, el país y otras regiones del mundo, a través de la música local.
Desde el puno de vista estructural, la institución comprende dos subdirecciones generales, una para la parte económica y logística, y otra de carácter técnico donde se desempeñan los especialistas, técnicos y directivos que atienden la esfera creativa, en síntesis, la realización de la música.
Es difícil hablar de la historia sin tomar en consideración a sus fundadores, siendo los mismos: Jorge Sierra Bazaín, Raúl Velásquez, Rafael Almaguer, Victoria del Carmen Amado Ferrer y Gilberto Aguilera Rivero el cual se desempeña actualmente en la institución, así como el maestro Cristino Marques Reyes titular de la Banda de Concierto de Las Tunas.
De tal suerte que el Centro Provincial de la Música abarca todas las líneas interpretativas, o sea, desde la música folclórica, tradicional y campesina hasta el rock, la trova y la música de concierto, que alcanzan en la actualidad un desarrollo apreciable.
A partir de dignos esfuerzos, esta institución logra espacios superiores en el campo de la comercialización. La seriedad y seguridad de sus actos le han valido un alto prestigio en Cuba y el extranjero.
El cantautor Norge Batista, Gaspar Esquivel y orquestas como Los Surik, Sonido caliente, Caisimú, Orquesta Sol y Son, Combinación Latina, Barricada, Sonoc, Sincopa, Iyeré, y el trío Voces de Hoy entre otros, han conocido escenarios como los de México, Costa Rica, Nicaragua, Jamaica, España, Francia, Alemania, Italia, Portugal, Japón, y otros países como hecho probatorio de la riqueza creadora y el hacer musical de Las Tunas.
De sumo valor son los festivales y eventos que patrocina esta institución en aras de la creación y la interpretación. Testimonio inequívoco es el Emiliano Salvador, la jornada de concierto y el Barbarito Diez, que reúnen cada año a lo más selecto del hacer musical de Las Tunas y el país. El Trabajo Cultural del Centro Provincial de la Música “Barbarito Diez”. Aportes al desarrollo de la cultura tunera entre 1989-2009
Con el surgimiento del Centro Provincial de la Música, nace una nueva era en el desarrollo de la música en Las Tunas. Esta institución respondiendo a la Política Cultural del país crea el Programa de Desarrollo Cultural. El mismo se diseña con el objetivo de conformar un plan encaminado a alcanzar mayores niveles en el desarrollo de la música, fortaleciendo los mecanismos de promoción tanto provincial como nacional, tomando en consideración la vanguardia artística que existe en el territorio.
Las principales acciones contenidas en él, están dirigidas a rescatar el patrimonio musical y consolidar las raíces de la música tunera. Conjuntamente con esto se reorganizan todas las unidades artísticas y se crean para ellas los mecanismos encaminados a fortalecer la música, a partir de objetivos que incluyen formas y métodos de carácter creciente que propician un desarrollo sustentable de la creación musical y el talento artístico. Elementos que permiten incrementar la calidad y el rigor artístico que se requiere para ofrecer al público un producto artístico musical de mayor nivel profesional.
Como objetivo primario, fue haciéndose un trabajo encaminado a defender principalmente la música cubana en toda su diversidad, así como contribuir con todo ese mundo genérico a la masificación de la cultura.
Con la labor que fue realizándose y creadas todas las condiciones, se conformó el catálogo de artistas que incluye a los músicos y diferentes formatos musicales y a su vez definen las unidades artísticas de excelencia, que a partir de un reconocimiento profesional y social alcanzan dicha categoría.
También se encaminan las acciones a mejorar la imagen de la institución y su proyección artística, al igual que al talento comercial y subvencionado. A parte de realizar varios eventos, que fueron un primer intento para promover y desarrollar el espíritu creador y la interpretación de los músicos.
De tal suerte surge el Festival de la creación, Carvajal in Memoriam, Cancio Ávila in Memoriam, el Festival de tríos “Llueve en mi canto el amor”, así como la denominada Convención del Turismo que se efectuó para la promoción del talento con invitados nacionales y extranjeros. Los mismos desaparecieron con el tiempo, pero permitieron junto a la incidencia de los grupos en los polos turísticos, la comercialización del talento, desde Las Tunas hacia otros países.
Se fortaleció el Consejo Técnico Asesor constituido por músicos profesionales, pertenecientes a los diversos géneros de la música, que están calificados para dar criterios, valoraciones y proponer ideas sobre la música y de las agrupaciones musicales como línea de trabajo. Son los que realizan las audiciones que permiten apreciar la calidad de la música.
Desde su surgimiento la entidad ha ido desarrollando una serie de proyectos para la preservación de la música tanto popular como subvencionada. Para esta última, ha mantenido la programación en todas las instituciones culturales, ampliando su trabajo en el movimiento cultural de la provincia.
En el desarrollo de la música popular, como se ha venido apreciando, han existido saltos cualitativos. Si se toma en consideración los años a partir de creado el Centro de la Música, proliferaron varios conjuntos y pequeños formatos, que han ido alcanzando, unos mas que otros, un nivel apreciable.
A partir de los 90 se acercaron algunos intérpretes de otras provincias y con esto Las Tunas logró tener un lugar privilegiado en el desarrollo de la música. Al respecto se realizó una entrevista a los integrantes del Consejo Técnico Asesor, con el objetivo de valorar las principales acciones que realiza la institución para promocionar la cultura musical en el territorio tunero, a través de la situación en la que se encuentra el desarrollo de los diferentes géneros musicales y los eventos realizados para estimular su promoción, creación e interpretación.
José Antonio Miranda Torres, músico y compositor, perteneciente al Consejo Técnico planteó al respecto del desarrollo de la música popular: “Las Tunas, en los últimos 30 años evidencia un crecimiento y un desarrollo cualitativo de la música profesional, máxime cuando surgen prestigiosos músicos como Basilito y Moisés Márquez, integrantes de la vanguardia artística del territorio”. Lo que evidencia, a la par de otros criterios, un desarrollo sustancioso en este género, en el que se imponen, en este sentido, grupos como Sincopa, Caisimú, Son del Barrio por citar algunos de los más reconocidos.
Andrés Rivero Cárdena, músico y subdirector técnico del Centro de la Música, Arnaldo García Estrada director de los Surik y Alexander Ochoa Báez, director de la orquesta Caisimú, todos integrantes del Consejo Técnico Asesor de la Música, plantearon que “con independencia al desarrollo alcanzado, aún se aprecian desniveles notorios desde el punto de vista de la calidad orquestal e interpretativa de los grupos de gran y pequeño formatos”.
Los mismos afirman que es necesario unir a estos elementos, el hecho estético, y lo visual, en aras de alcanzar una proyección artística superior, de un impacto social mucho más atractivo y perdurable. Tales declaraciones confirman que la labor del Consejo Técnico Asesor, tiene que pronunciarse por delimitar, precisar y trazar líneas con el objetivo de solucionar tales dificultades que empañan el desarrollo de la música.
La misma entrevista permitió recoger las declaraciones de Félix Pedro Ramos Acosta, guitarrista concertista y Vicepresidente de la UNEAC, en la que planteó: “La inestabilidad de los cuadros de dirección de la institución ha influido negativamente en el funcionamiento del Consejo Técnico Asesor y que esto a su vez, ha propiciado un descuido en la apreciación de la calidad de las agrupaciones lo que denota un desnivel técnico en las unidades artísticas. El facilismo, como virtud de la falta de control técnico, anida y prospera en detrimento de la música. He ahí la importancia vital del Consejo”.
Estos factores determinan en gran medida el trabajo de los músicos. Como resultado de esto deviene la baja calidad de algunas orquestas y pequeños formatos, en detrimento de la labor artística que debe recibir el público. El Consejo Técnico Asesor es un instrumento dinámico que tributa el Programa de Desarrollo Cultural de la institución, y que posibilita apreciar el estado de la música, conociendo las dificultades que limitan su desarrollo y a su ves es un elemento de retroalimentación para hacer valoraciones acertadas de sus perspectivas.
En el caso de la música de concierto, la institución ha hecho un esfuerzo meritorio por propiciar su desarrollo. Anterior al Centro solo se tiene conocimiento de la existencia de dos bandas de concierto y algún que otro aficionado que se dedicaba esporádicamente a esta línea. A partir de la creación del Centro surge un departamento para la atención de la música de concierto, lo que ha permitido la creación de varias unidades artísticas como es el caso de la Orquesta de Guitarra Isaac Nicola, solistas, pianistas, el coro de Cámara Euterpe. Las que han surgido producto a la graduación de jóvenes talentos que gozan de gran calidad. En este sentido la institución tiene como tarea fundamental favorecer la música de cámara.
Esta esfera de la música se ha venido enriqueciendo y ha logrado que el público adquiera un gusto por ella, además de tener una gran aceptación por parte de los músicos, tanto en la provincia como fuera de ella. Esto convoca la atención especializada a este género, posibilitando la cobertura de más espacios para su desarrollo y favorecer con ello el disfrute de sus seguidores y la promoción de esta línea musical.
En el año 2006, con el apoyo de profesores provenientes del Centro de la música, se obtuvieron resultados relevantes en la formación musical de estudiantes al graduar 170 jóvenes que forman parte de las seis bandas creadas en los municipios que no la poseían.
Con respecto a las cantorías, en el 2006 se dio un salto cuantitativo y cualitativo, al concretar un crecimiento de 4 con respecto años anteriores y a la atención de estos grupos corales. En esta etapa se desarrollaron además, cinco conciertos autorales con la participación de personalidades pertenecientes l catálogo de excelencia del Centro como: Gaspar Esquivel, Norge Batista Albuerne, Argibaldo Acebo, Freddy Laffita López y Félix Ramos como parte del desarrollo de la creación musical.
En la música tradicional se encuentran pequeños formatos y conjuntos campesinos que defienden este género, incluyendo el son, la guaracha, el bolero. Es una de las líneas de la música en el territorio mejor lograda. Los formatos gozan de buen nivel y se realiza un trabajo más fuerte en este sentido.
En el caso de la trova profesional, se encuentra en un nivel poco apreciable en el sentido que existen pocos exponentes. Se cuenta con el talento indiscutible de Norge Batista, Freddy Laffita y Gaspar Esquivel que se inclinan por este género, pero existen insuficiencias tanto por parte de la falta de talento profesional y de espacios que permitan el desarrollo y disfrute del mismo. Igualmente se presenta el rock con su grupo representativo Olimpo que ha tenido un desarrollo sustancial y se ha propiciado su participación en los festivales de Rock, las Romerías de Mayo, en le programa de la TV Cuerda Viva en coordinación con la Asociación de Hermanos Saiz (AHS). En el caso del rap con pequeños formatos que lo defienden, y que al igual que el rock se propicia su desarrollo en coordinación con la AHS con una peña estable y otros espacios como eventos locales y nacionales.
La creación musical es la expresión del talento y la imaginación, que con independencia de su realización espontánea, necesita de vías que permitan un alto grado de desarrollo. La creación artística está presente en el quehacer musical de las agrupaciones, como proceso constante del desarrollo intrínseco de las unidades artísticas, que se refleja en las orquestaciones, composiciones musicales e interpretaciones.
El proceso creativo se aprecia con mayor claridad en la realización de los eventos y festivales que auspicia el Centro de la Música, dado a que estas acciones, incluyen como elemento indispensable el acto creativo, estimulado económicamente, para por este medio, encauzar inquietudes, sueños y posibilidades de realización que expresen y pongan de manifiesto el proceso cualitativo de la música, como hecho constante del desarrollo y perfeccionamiento del sistema institucional.
El análisis realizado en la investigación parte de las características generales de los eventos y acciones que realiza el Centro para el desarrollo y estimulo de la creación, la promoción y comercialización de la música, visto como elementos integradores e inseparables del hecho que los propicia.
El Festival de Música Popular Barbarito Diez, realizado a finales de noviembre y principios de diciembre, dedicado a esta figura insigne del danzón, se realiza en el municipio Manatí, donde se hizo un monumento en su honor.
Este evento nace con los objetivos de perpetuar la obra de Barbarito Diez como una de las figuras cimeras de la cultura cubana, promover el danzón como género distintivo de la cultura nacional, incentivar la creación artística en aras de revitalizar el género del danzón y contribuir al aseguramiento de su continuidad y fomentar el interés de las actuales y futuras generaciones por el danzón y otros géneros tradicionales de la música cubana. En él se desarrollan los intérpretes de varias provincias propiciando un intercambio favorable. A demás se realizan bailables con los diferentes clubes del danzón que visitan la provincia, con la presencia de niños, jóvenes y adultos.
El Emiliano Salvador, que tiene como objetivo, estimular y favorecer la creación y la interpretación musical, efectuado a finales del mes de diciembre, es un evento también en homenaje a esta figura puertopadrense. En el se defiende la música popular bailable, la línea jazzistica que fue la que más desarrolló Emiliano y otros géneros, a través de la creación de los compositores del territorio, este evento toma en consideración los arreglos orquestales y la interpretación.
Para la música de cámara está concebida la Jornada Provincial de Concierto realizada a principios del mes de octubre. La misma reúne todo el talento del territorio para la promoción de este género, con invitados de otras provincias.
En sentido general los tres constituyen un buen proyecto. Con los mismos se incrementa la participación de músicos y del público al quehacer cultural de Las Tunas y a la vez se incentiva la creación y el desarrollo de varias líneas dentro de la música, aún cuando los músicos plantean que se requiere de mayores esfuerzos para la realización plena y conciente de los mismos. Están concebidos y fundamentados dentro del Programa del Centro, pero se observan dificultades de carácter organizativo que afectan su ejecución de manera general.
Mediante la entrevista realizada al Consejo Técnico Asesor (CTA) se concluyó que los eventos requieren de mayor organización y apoyo para que puedan trascender y las obras de los creadores queden para la posteridad, y al mismo tiempo definir con más precisión los objetivos.
Al mismo tiempo, a partir de la entrevista y los propios resultados emanados del conocimiento aportado por la investigación, se determinó que existe una evidente incongruencia en el desarrollo del Barbarito Diez, debido a que no toma en consideración la creación musical, como elemento vivificante que permita un renacer, que como género lo aleje de lo estrictamente patrimonial. Se evidencia la necesidad de rediseñar el evento con el objetivo de ir más allá de la simple interpretación, o sea, que la creación alcance el lugar que le corresponde, en aras de concretar una integridad superior en consecuencia con los postulados del Programa de Desarrollo Cultural.
Con respecto al desarrollo de los eventos Aleyvis Arauz Batista, directora del coro profesional Euterpe, planteó: “¿Qué es lo que falta?, centrar bien los objetivos de cada evento, no realizar el evento porque aquí vivió Barbarito Diez. Vienen de la Habana y dan conferencias muy buenas, pero cual es el centro del festival: promover el danzón, homenajear a Barbarito Diez o avivar la vida cultural de Manatí. Es necesario definirlos porque a partir de ellos se puede favorecer la creación. Me pregunto, se producen danzones en el país; quienes hacen danzones; con qué calidad se hacen, hay que abrir, si quieres crear, inicia el Barbarito con un concurso, hazlo para apreciar quién hace mejor el danzón, pero que no se quede ahí, hay que promocionarlos, grabarlos, dárselos a las emisoras del país. El Emiliano es bueno, pero todo se queda ahí, no trasciende, algo similar ocurre con la Jornada de Concierto debido a que necesita más organización y promoción”.
Los mismos resultados de la entrevista al CTA denotaron la falta de proyección en los eventos, que posibilite un mayor impacto fuera de las fronteras de los municipios, para promover las obras y el talento a mayor cantidad de público ya que la promoción y atención de estos festivales permiten rescatar la tradición musical, favorece la continuidad del largo proceso de desarrollo de la música y posibilita elevar la calidad de las personas por medio de la transmisión de una herencia cultural devenida a través de varios años. Tal es la importancia del rescate y reorientación de los mismos.
Una entrevista realizada a los técnicos y especialistas de la institución, con el objetivo de valorar la viabilidad del Programa de Desarrollo Cultural de la institución y las perspectivas de desarrollo de la música tunera reflejó que la principal respuesta no es la creación de más eventos sino el fortalecimiento de los que ya existen, a la vez que reconocen el ya concebido Festival de la Guaracha por el trovador Gaspar Esquivel, que pretende rescatar este género y que ha causado un gran impacto en todos los músicos. Aún cuando la Jornada Cucalambeana no es propiamente del Centro de la Música, si cuenta con el apoyo de los músicos, principalmente para la música tradicional. Con estos eventos se tendría anualmente una cobertura para todos los géneros musicales.
La participación de las unidades artísticas a los eventos propicia el sentir la necesidad de incrementar sus valores artísticos, profesionales y estéticos. Para ello la institución favorece la presencia de las orquestas de todo el territorio. Los datos recogidos en la encuesta aplicada a 72 músicos, con el objetivo de establecer la relación entre el Centro con los artistas y a su vez valorar la labor sociocultural de la institución teniendo en cuenta la programación, comercialización, capacitación, desarrollo y promoción de la música, reflejó que un 78,4% reconocen la labor cultural de la institución en el sentido que propicia su participación a los festivales, aunque no todos tienen la oportunidad de asistir debido a la característica de cada evento, todas las unidades no pueden participar porque no reúnen los requisitos técnicos, de repertorio u obras afines o de interés. De estos elementos se deduce la necesidad de hacer los eventos más diversos y abarcadores para que le den más cobertura a todas las líneas de desarrollo de la música.
A pesar de estas limitantes, en los eventos y festivales, la creación presupone la existencia de más obras musicales, y más orquestaciones, posibilitando a su vez el enriquecimiento del patrimonio musical. El centro propicia que exista una diversidad de géneros musicales, hecho que lo demuestra el incremento de la música de concierto con la graduación de las Bandas de concierto y la música coral en los últimos dos años.
Un aspecto que presenta dificultades, es la proyección de los espectáculos debido a la falta de personal técnico para la realización de los mismos. Esto se refiere a coreógrafos, escenógrafos, asistentes de dirección, es decir todo lo que contempla un espectáculo, no se ha desarrollado de manera favorable. Falta trabajo en la estética de las presentaciones, así como en la realización de los guiones artísticos. En este sentido se debe fomentar la variedad y calidad de los mismos.
Juan Raúl Velazquez Quintana (Velazquito), director artístico, planteó en la entrevista, que los espectáculos han perdido su proyección por la falta de recursos técnicos, así como de lugares apropiados para la presentación de este género artístico, ejemplo, los Cabaret de Tunas, Amancio y Puerto Padre que tenían hasta hace 12 años, un espectáculo permanente y por falta de rigor en la selección del talento así como falta de audiciones técnicas estos espectáculos han ido desapareciendo.
Otros directores artísticos como Lorenzo Cabreja Valdivia y José Ángel Chelala coinciden en afirmar que es necesario fortalecer esta manifestación diseñada en el Programa de Desarrollo Cultural. Por lo que se deduce, y a la vez permite comprobar, la falta de una reorganización en las tareas del programa de desarrollo, lo que contradice el análisis del documento, puesto que el mismo incluye esta manifestación como parte de las áreas de la creación artística.
La creación de los eventos y acciones, alcanza un alto rango desde el punto de vista promocional. Son los espacios idóneos para la promoción de los diferentes géneros musicales.
La promoción va dirigida fundamentalmente al talento artístico definido como de excelencia, consignado en el catálogo artístico de la institución, y para los talentos que reúnan los requisitos indispensables. La provincia tiene los medios de comunicación imprescindibles para la promoción local, donde se incluye la radio, la prensa plana y la televisión. Medios a los cuáles tienen acceso todas las unidades artísticas que reúnen los requisitos técnicos necesarios. No siendo así, para la promoción de carácter nacional, que es más exigente, y define poseer grabaciones de alta fidelidad, elemento limitante para el territorio, por no tener estudios de grabaciones que permitan una calidad superior, sumándosele la falta de soporte promocionales como plegables, afiches, spot y videos, que comúnmente lo realizan creadores independientes, lo que dificulta el pago del Centro como institución estatal.
En el año 2000 se hizo necesario buscar vías para soluciona el déficit promocional de las unidades artísticas, que lejos de los medios masivos de comunicación más importantes del país, se circunscribieron a los medios locales. La emisora provincial Radio Victoria, la televisión local Tunasvisión, el semanario 26, incluyendo su página web-internet, abrieron puertas y posibilidades de realizar un trabajo más abarcador.
Un elemento de carácter creciente es la presencia de la música tunera en la gran mayoría de los eventos relevantes del país, como Cubadisco, Festival del Caribe, Expo-Cuba, Festival de tríos, el Festival Adolfo Guzmán, La Jornada Cucalambeana y el Festival Internacional de Coros de Santiago de Cuba. La revista cultural Quehacer contribuye también a la promoción de las agrupaciones.
Los elementos de carácter promocional fueron avanzando con los años. Del 2004-2006, se crearon soportes promocionales impresos, audiovisuales e informáticos, incluyendo elementos de carácter inversionista. Al mismo tiempo se ha ido trabajando en la terminación del catálogo artístico como hecho relevante para la promoción en Cuba y fuera del país.
El crecimiento de las grabaciones musicales por parte de las unidades artísticas, principalmente en el extranjero, permitieron en el 2006 mejorar la calidad de la banda sonora de los programas de radio y televisión y a su ves una presencia más activa del talento en esos medios, incluyendo el hecho positivo de los convenios de colaboración firmados con la radio y la televisión local, que justifica los resultados superiores a años anteriores.
En esta etapa se realizaron videos clips al trovador Gaspar Esquivel y al Cuarteto Horizontes y se le realizaron afiches y plegables a Son del Barrio, Sonoc y Timbre Cubano.
Los esfuerzos desplegados para la promoción, han sido principalmente por la preocupación de las unidades artísticas y del centro, que desde el 2007 se cuenta con un especialista en promoción para fortalecer los mecanismos promocionales.
A pesar del trabajo realizado para la promoción, los niveles de aceptación aún no son favorables.
Para conocer su situación actual, en la encuesta realizada a los músicos, el 45% indica que resulta insatisfactoria, y el 46% afirma que es y solo un 8% aprecian que es buena. En relación con los elementos que se tienen en cuenta para propiciar la promoción, según la concepción del Centro, la imagen, la calidad y el profesionalismo de las unidades artísticas, definen la realización de la promoción, dirigida fundamentalmente al talento de excelencia.
Para revertir el hecho, la institución crea espacios para el fomento del desarrollo artístico, planteados en el Programa de Desarrollo Cultural de la institución, donde en la etapa del 2008 al 2010 se proponen ir perfeccionando las relaciones de trabajo con los medios locales de comunicación masiva: ICRT, prensa plana, Tunasvisión y corresponsalía. Consolidar el grupo de trabajo provincial integrado por: AHS, UNEAC, Consejo Técnico Asesor, especialistas del centro y los medios masivos de comunicación para la promoción de la música. Perfeccionar los diseños de las campañas promociónales para los tres eventos y las unidades artísticas seleccionadas. Incrementar el banco de información del centro, trabajos especializados de carácter promocional e histórico en la revista Quehacer y de promoción como: videos clip, documentales, afiches, plegables, multimedia y pagina Web, así como la participación en los eventos promociónales de orden nacional e internacional y perfeccionar los diseños promociónales dirigidos a las unidades artísticas contempladas en el plan de homenaje.
Dentro del trabajo promocional de la institución y que constituyen un espacio necesario para la labor social, están las actividades caracterizadoras, que favorecen la promoción de la música y las relaciones con la comunidad. Entre ellas se encuentran la cantorias que se realizan los primeros sábados de cada mes con su sede en el Centro Cultural Huellas y el primero de junio como un encuentro de las misma, las peñas de diferentes agrupaciones como Son del Barrio, Barricada, la inserción de los pequeños formatos en las distintas comunidades del municipio, el Mariachis Tunas con su sede en el parque Maceo todos los lunes, la noche de concierto, el Canto por la Paz realizado anualmente en el mes de enero, el Son mas largo, el Órgano Estrella de Oriente en las diferentes comunidades y zonas rurales y algunas actividades realizadas en los centros penitenciarios y el Encuentro Provincial de Bandas de Concierto en febrero.
Se tiene propuesto un programa comunitario con las diferentes clasificaciones de la música pero aún carece de sistematicidad y proyección en algunos asentamientos poblacionales donde estas propuestas no llegan. Esto depende no solo del Centro si no de los diferentes convenios suscriptos con cultura, educación, salud y comunidades.
Acerca del tema José Ángel Chelala Peralta, planteó en la entrevista a los especialistas, técnicos y directivos de la institución, acerca del trabajo comunitario:”A partir del diseño que tenemos los Centros Provinciales de la música, que en realidad no son más que vendedores de música, es muy difícil el trabajo comunitario, se ha ido logrando hacer por instintos, porque no estamos diseñados para eso. El centro puede proyectarse con la música protegida pero estamos hablando de una institución que tiene cerca de mil músicos, entonces 200 no van a resolver el problema. En este sentido falta proyección en el trabajo comunitario”.
Corroborando la opinión anterior Herlan Silva Silva especialista en programación plantea que: “En dependencia de los esfuerzos que se hacen, no satisface todo lo que queremos lograr con el talento que tenemos en todos los municipios. Hay que hacer un mayor esfuerzo porque el deseo de nosotros es llegar a todas las comunidades. A pesar de que algunas orquestas estén interesadas en dar las actividades gratis, las mismas limitaciones con las fuentes de empleo y la falta de sistematicidad, provocan que los músicos reclamen su pago”.
La información recogida por vía de la entrevista enfocada (ver anexo v) y la encuesta a los músicos evidencian que la mayoría de los músicos y trabajadores del centro, coinciden en enriquecer y trabajar mas en la labor comunitaria. Estas consideraciones se aprecian en el sistema comercial de la institución, aunque es necesario especificar que la misma se fundamenta en la oferta y demanda, desde el punto de vista económico, elemento que en modo alguno contradice el interés manifiesto de incluirse en la programación concebida para el trabajo comunitario.
La institución y como tal la ejecución del programa de desarrollo dependen de otros organismos, como se evidencia en los criterios planteados por los especialistas. Las instituciones son las que piden el talento y el centro lo programa. Sin embargo tanto en la entrevista como en la encuesta coincidieron, en su mayoría, que el problema está también en las fallas de origen técnico y comercial, y la existencia de limitaciones en el transporte, audio, y los mecanismos de pago que influyen negativamente en las presentaciones de espectáculos y giras provinciales y nacionales y por tanto en los espacios comunitarios.
Con respecto a estos problemas Andrés Rivero y Alexander Ochoa en su condición de músicos y directivos del personal técnico, coinciden en que: “Con el desarrollo que tiene la provincia para poder aspirar que las agrupaciones nuestras tengan un nivel, una factura artística acorde a lo que está pasando en el país e internacionalmente, nosotros necesitamos estabilizar espacios para poder darle cumplimiento al Programa, porque de nada nos vale que exista, que se diseñe un programa para el desarrollo de la música si realmente no tenemos el espacio que necesita para desarrollarse”.
Teniendo en cuenta el universo de acción que tiene el Centro para insertarse en diversos espacios, las comunidades, los barrios, zonas rurales, y Universidades permitirían abrirse como escenarios para el disfrute de la música. De esta forma se logra también que el público tunero conozca sus músicos y gusten más sus presentaciones.
En las observaciones realizadas a los grupos musicales presentados en plazas y escuelas permitió apreciar el poco conocimiento de nuestros artistas, incluso la mayoría de la juventud prefiere la música grabada de artistas foráneos que son más conocidos por ellos. Esto refleja la insuficiente promoción que se realiza. Interés que debe partir no solo del Centro, sino de los medios de difusión masiva del territorio y de las instituciones culturales.
Dentro de las entrevistas aplicadas a especialistas acerca del Programa de Desarrollo Cultural, se manifestó la falta de investigaciones dirigidas a conocer las necesidades culturales de la población, de tal manera que se el Centro pueda proyectarse de manera coherente al público, conociendo sus preferencias por los géneros musicales.
Los técnicos y especialistas coinciden en que el programa le falta más rigor y atención a las unidades artísticas así como proyectarse más en la comunidad, el territorio y el país y presentan Interés por alcanzar los resultados de forma óptima, aún cuando falta más trabajo y precisión en las acciones.
En cuanto al trabajo del Centro y sus acciones para propiciar el desarrollo de la música, en la entrevista en profundidad, la mayoría de los técnicos, músicos y especialistas plantearon que la institución favorece la creación, la interpretación y promoción de la música, pero no en su sentido más amplio porque no alcanzan todavía los niveles esperados. El reconocimiento de los eventos y festivales, son el marco propicio para el desarrollo de estas esferas,- afirman todos los trabajadores-, sin embargo el especialista José Ángel Chelala planteó: “la necesidad de una biblioteca digital, donde se cuente con información sobre la música. No se cuenta con una Casa de la Música que contenga una discografía para los diferentes formatos. Es importante contar con espacios en los que el músico pueda escuchar música y tenga referencias que lo ayuden a conformar sus creaciones, así como conocer el pasado de su música”. Si se tomara en consideración este criterio, la institución favorecería también el desarrollo del músico como tal, y su formación como artista.
Uno de los elementos que señala el personal técnico y los músicos, es la falta de un musicólogo en la institución, de materiales y recursos promocionales en función de las orquestas y la música tunera como tal, que pudiera estimular el trabajo cultural del Centro y en particular su alcance.
La comercialización es vista como consecuencia de la promoción. Tiene como basamento la Resolución Conjunta #1 de los Ministerios de Cultura y Finanzas y Precios, que en esencia establece como premisa una negociación entre el cliente y el talento artístico a partir de la oferta y la demanda.
Analizando los documentos evaluativos de años anteriores se manifiesta un incremento sustancial de la comercialización del talento artístico hacia otros países como Alemania, Portugal, Inglaterra, México y España, y en polos turísticos dentro del país como Varadero, Trinidad, Camaguey y Ciudad de la Habana donde su incidencia ha sido sistemática.
A partir del cúmulo de actividades que genera el Centro, en términos financieros bruto, obtiene algo más de 22 millones de pesos, lo que define, desde el punto de vista comercial, a la institución como exitosa. A este hecho se suma el crecimiento sostenido de la comercialización del talento artístico hacia otros países, que en términos económicos supera los 80 mil dólares de beneficios netos. Estos niveles altos de comercialización favorecen la promoción no solo al talento artístico, sino al Centro y a Las Tunas.
Tanto la promoción como la comercialización, permiten un crecimiento sostenido de la fuente de empleo en el exterior y en los polos turísticos del país. Al igual que el incremento sostenido de la presencia de las unidades artísticas de Las Tunas en provincias vecinas. Aportan un alto nivel de comercialización demostrado en los ingresos del Centro y principalmente logran el reconocimiento social y artístico de la música tunera.
Para el cumplimiento y perfeccionamiento de las acciones que realiza el Centro de la Música constituye un factor determinante, las relaciones que se establecen entre los artistas y la institución, produciéndose un proceso de retroalimentación que propicia el desarrollo armónico de ambos.
Los niveles de atención hacia las unidades artísticas presentes en los polos turísticos y el extranjero, se realiza de manera favorable, manteniendo una buena comunicación con las mismas por parte del Centro, al igual con las unidades artísticas presentes en el territorio a través de la programación de las mismas con los diferentes convenios de la institución.
La institución, esta ha logrado imponerse conjuntamente con el apoyo indiscutible de los músicos un avance sostenido y concreto. Hecho que se demuestra en los aportes que ha propiciado, a través de los años, al desarrollo de la cultura y la música tunera, que se muestran a partir de los informes de evaluación del Programa de Desarrollo Cultural y a lo largo de todo el proceso investigativo.
A partir del análisis de cada indicador se puede demostrar que el Centro de la Música, influye directamente en el proceso de desarrollo cultural, al crear un público capaz de apreciar y disfrutar de la creación e interpretación musical, a la vez que posibilita la interrelación institucional, la atención dirigida a la comunidad, fundamentalmente a zonas de riesgo como parte de la recreación sana y define las líneas musicales, la formación de formatos según las necesidades, propiciando un sostenido desarrollo cultural a partir de la creación e interpretación, promoción y comercialización de la música en el territorio.
CONCLUSIONES
El Centro Provincial de la Música Barbarito Diez en su devenir histórico ha contribuido notablemente al rescate del patrimonio musical local y en específico su enriquecimiento, a partir de posibilitar la formación y desarrollo de la vanguardia artística. Con la creación del Consejo Técnico Asesor de la Música, que constituye un instrumento sólido de trabajo, la institución logra alcanzar mayores niveles de calidad en las unidades artísticas.
Realiza eventos y festivales promocionales dirigidos a desarrollar la creación, la interpretación, el conocimiento de los creadores de la música y sus principales géneros, logrando rescatar lo más puro de nuestras tradiciones locales y tener una apreciación de la música en general a través de coloquios, conferencias y clases magistrales incluidas en el diseño de las actividades.
La institución favorece la creación de círculos de interés, talleres, conciertos didácticos y canturías dirigidas a conformar un gusto estético y una apreciación de la música en la población.
Ha favorecido el crecimiento de la música de concierto expresado en el incremento de solistas, coros, orquestas y bandas de concierto, que logran conformar los gustos musicales de todo el territorio.
La creación y la interpretación de la música en su sentido más amplio, alcanza en la institución, un lugar privilegiado definido en los cuantiosos recursos que dedica a estas acciones principales del quehacer musical.
Los esfuerzos y seriedad del Centro propician un desarrollo comercial tanto en el ámbito nacional como en el extranjero, lo que ha permitido que se conozca en el mundo, la fuerza, eficacia y calidad de la musical de Las Tunas.
Crea un sistema de relación interinstitucional que permite una fluidez comunicativa y de trabajo que incide positivamente en la conformación de la programación musical.
A través de este período la institución ha desarrollado un trabajo meritorio a partir de los aportes brindados a la comunidad.
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