9. La biofilia eje actual de orientación racional, ética y estética, así como en paralelo de las bioéticas.

10. Las posiciones ante las guerras (sobretodos aquellas que aparentan ser las nuevas guerras santas).

11. Los grandes problemas ecológicos.

12. Los problemas de la pobreza (si son cómplices directos de fomentarla, de reproducirla, de solaparla).

13. La búsqueda estética importante para nuestros sentidos, “nuestro sentido de vida” y razón de ser.

14. Y no la negación, el rechazo, el miedo, la represión, la amenaza, la vituperación a lo otro, la exclusión, el arbitrio, el cinismo, el autoritarismo, el abuso de poder, el abuso sexual, la complicidad con los señores del poder, el fomento al fanatismo, la generación del silencio y establecimiento de la censura, el incremento de la ignorancia y la dependencia, así como muchos valores negativos que realizan en su ejercicio real.

15. Por otra parte, también es necesario que las mismas religiones y sus feligreses (abran relativamente las instituciones y transparentarlas) debieran hacer este ejercicio autocrítico que vaya más allá de los golpes de pecho, para replantearse su papel en la situación actual y tendencial con el encuentro del mundo (no encerrándose en un soliloquio estéril).

16. Que el fin religioso tiene que ver con los cuestionamientos antes señalados y no solo ampliar el mercado simbólico de la fe.

17. Así como replantearse la convivencia con las otras religiones.

¿En el caso del cristianismo en México y en particular en Guanajuato cuál ha sido su papel en las formas de convivencia de las personas, sobretodo en aquellas que tienen diferente religión?

Recordemos que en Guanajuato representa el 96.4% de la población de 5 años o más son católicos en el año 2000 .

Ante la pregunta expresa:

¿Aceptaría que una persona de otra religión viviera en su casa?

Tabla 1 ¿Aceptaría que una persona de otra religión viviera en su casa?

Las respuestas revelan los siguientes datos:

1. Aproximadamente una tercera parte dice que sí aceptaría que otra persona que viviera con ella de otra religión.

2. El 4.8% aceptaría en parte vivir con una persona de otra religión.

3. El .6% no sabe sí podría vivir con otras personas de diferente religión.

4. Más de la mitad de la población, es decir el 61.5% definitivamente no podrían vivir con personas de otra religión.

Gráfica 1

La pregunta esta orientada a la decisión de una persona y a la autoridad que ejerce en un espacio como suyo.

• Es decir el 61.5% no esta dispuesta a compartir el espacio con otra religión, puedo suponer que el espacio de convivencia que no depende del sujeto cuestionado, puede ser no grato o preferencial.

• Puedo comentar brevemente un esbozo de la existencia histórica previa de intolerancia religiosa que va desde la guerra santa, atraviesa la reforma en los reinos europeos, hasta la contrarreforma dichos reinos católicos, principalmente en España, continuando con la ocupación de Moros y la guerra donde la religión jugo un papel ideológico importante en su expulsión de España, la matanza de los cochinos (judíos sefarditas), cruza el continente y se prolonga estas guerras y exclusiones con las ejecuciones a los judíos en la Nueva España, se matiza con la conquista espiritual de los diversos grupos indígenas del “Nuevo Mundo”, la independencia, la reforma, la revolución mexicana y los brotes de la guerra cristera posrevolución mexicana.

• Aproximadamente desde los setentas vino una condición de apertura religiosa donde llegaron a convencer y a buscar nuevos adeptos las iglesias del cristianismo protestante, en menor escala religiones orientales y sectas. Comento que hay nuevas configuraciones de “sectas hibridas” como la Gran Fraternidad Universal en la región. Pululan nuevas construcciones de edificios religiosos: sobretodo de evangélicos y de mormones. La forma de persuadir es con cierta violencia simbólica anunciando por ejemplo la llegada pronta del “Apocalipsis”, con una fuerte crítica al catolicismo, y con una adoctrinación a los extensionistas religiosos, “donde convencer es vencer a Satanás”, la ortodoxia se ve como fuerza o forma de vacunarse contra las otras religiones.

• Aproximadamente en los ochenta y noventa viene la tendencia de relativo declive del catolicismo. Esto prepara una contra ofensiva en el mercado simbólico por parte de la iglesia católica donde se cierran filas ante las otras religiones. Por ejemplo anuncios se pegaban en las casas que decían más o menos así: “En este hogar es católico, no se aceptamos propaganda de otro tipo de religiones o sectas”. La iglesia empieza a retomar otras experiencias protestantes sobretodo “catárticos” para readaptarlas en ciertas prácticas de algunas de sus órdenes, como es cierto gospel, los carismáticos, los retiros espirituales con toda una estrategia de convencimiento. Pero hay un debate al interno es si debe o no cambiar de estrategia de enseñanza o de persuasión.

• La iglesia le pega duro en la misma época a la teología de la liberación, desarticulándola de muchos países de Latinoamérica. Pero no hizo contrapropuesta comprometida y efectiva de la pobreza asfixiante y de la reivindicación de los excluidos.

• Hay una guerra simbólica entre religiones donde se destaca la intolerancia, el desconocimiento, donde el estigma es una forma de clasificación a la otredad y con grandes cargas de prejuicio, al respecto junto al racismo, la xenofobia, la homofobia, el machismo, el clasismo, el fundamentalismo religioso…, parten del prejuicio, Giddens (2000:281) lo define:

“Alude a las opiniones o actitudes que tienen los miembros de un grupo respecto a otro. Las ideas preconcebidas de una persona prejuiciosa suelen basarse en rumores más que en pruebas directas y tienden a ser reacias al cambio, aunque se acceda a más información”

• Se supone que en el cristianismo hay un mandamiento que plantea “amaras a tu prójimo como a ti mismo”, más no se ha pensado en el trato al prójimo (próximo) de otra religión. Es muy difícil establecer el diálogo por el carácter fundamentalista de los discursos, pero deberían de mostrar más civilidad ante sus discursos únicos y auto referidos. El efecto social de las creencias y de sus prácticas tienen sus consecuencias: “Siempre fiel”, no es una cualidad positiva. Ni la hoguera, ni el caldazo, la expulsión es la solución.

Se necesitan otras estrategias de participar de manera responsable en este mundo complejo, otras formas de convivir y representar:

“La verdad os hará libres”