Maximiliano Korstanje (CV)
VATEL. Escuela Internacional
en Administración Hotelera y Turística
La siguiente reseña está orientada de discutir y trabajar sobre tres capítulos
del libro estilos de Pensar (editado por Gedisa en el año 1996) de lo que
algunos consideran, una de las antropólogas más importantes y agudas del siglo
XX. Para Douglas las percepciones y las anomalías se relacionan no con la naturaleza
en sí sino con un sistema de clasificación previo. La idiosincrasia cultural
clasifica a su manera que elementos encajan en tal y/o cual lugar. Douglas está
interesada en estudiar el rol de la metáfora y la anomalía como modos
comparativos entre el orden cultural y natural. Al respecto, el autor afirma “la
mayor parte de los análisis del simbolismo de los animales muestra un reino
animal como una proyección o una metáfora de la vida social” (Douglas, 136)
Sin embargo, en la similitud existen por lo menos algunos reparos que deben ser
tenidos en cuenta antes de tomarla como una explicación. Que sea similar no
necesariamente explica un hecho causal. Esta es relativa, variable y dependiente
de la cultura. Dos experiencias similares, pueden no ser idénticas y de hecho
nunca los son. Luego, Douglas se dedica a criticar el concepto de descripción
densa en Geertz, precisamente por trabajar metafóricamente ciertas semejanzas.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Korstanje, M.: Notas metodológicas sobre las clasificaciones taxonómicas en Mary Douglas,
en Contribuciones a las Ciencias Sociales, diciembre 2007.
www.eumed.net/rev/cccss/0712/mk.htm
En el capítulo 7 de Estilos de Pensar, Douglas hace mención expresa al principio
de proximidad en Bulmer. Según este autor, los principios de clasificación
animal están relacionados con una visión propia según la proximidad con respecto
al dominio humano. Aquellas aves señaladas como “inmundas” por el Levítico, no
sólo no siguen una dieta vegetariana sino que también parecen invadir los
dominios humanos. (ibid: 153). No obstante, existe un conjunto de aves carnívoras que tampoco eran consideradas
“inmundas”, por lo cual no quedaba claro si era la dieta de las aves la razón
causal del rechazo a ser comidas. Según Bulmer, toda comunidad construye sus
tipos ideales de aves sobre la base del uso humano y de la distancia con éste.
Este concepto va a ser clave, para el desarrollo de los tabúes alimenticios en
el capítulo 9. El punto interesante en Douglas, es considerar a la semejanza como un producto
de la actividad intelectual con arreglo a un atributo o criterio definido por un
sistema de clasificación taxonómica. En otras palabras, la similitud no puede
ser utilizada como criterio científico de explicación bajo ningún concepto. Sino
por el contrario, ese sistema clasificatorio puede verse reflejado en el
comportamiento o la conducta. De esta manera, Douglas traza un fino puente entre
práctica e idea. Este razonamiento, la distancia en posición de 180 grados con
respecto a Lévi-Strauss y su método estructuralista. En alusión a Bulmer, en una sección del mismo capítulo (llamado hechos y
teorías) Douglas sostiene “si nos preguntamos que hace que dos cosas nos
parezcan contiguas en nuestra experiencia, veremos que la respuesta normalmente
es cierta forma de actividad. El modo en que se organiza la actividad crea las
contiguidades y éstas sustentan el sentido de la semejanza. El contraste entre
teoría y hecho es un contraste, no entre dos elementos diferentes, sino entre
dos partes inextricablemente mezcladas de un proceso” (ibid: 160).
El acento puesto en la desviación comienza con el reconocimiento de ciertas
semejanzas de normas en la propia cultura. El principio de proximidad de Bulmer,
supone que cada cultura mantiene un grado de proximidad diferente de acuerdo a
su propia organización; y esa clasificación surge simplemente de la vida
cotidiana o de la acción. Por último en el capítulo 9, La broma cósmica, Douglas analiza el sistema de
creencias judío con respecto a los animales que son “abominables” como alimento.
En principio, Douglas encuentra que no todos los animales que reptan (como las
serpientes) son rechazadas en forma universal. Existe en este sentido, una
tradición en el pueblo de Israel a considerar a los animales que se pueden comer
como virtuosos mientras aquellos que se rechazan pueden ser entendidos como un
vicio. Sin embargo, hay que comprender el contexto de otra manera. En ningún momento,
la Biblia hace referencia a que los animales son abominables per se, sino que
sólo para ser usados como alimento o sacrificados (práctica). Según Douglas,
este es un principio de protección sobre aquellas especies que son consideradas
“vulnerables” en cuanto a su naturaleza. Este hecho, recuerda al pueblo de
Israel que deben ser respetados no por “abominables” sino por “emblemáticos”.
Esta práctica social implica un principio fundador de mayor extensión conceptual
con arreglo a la justicia. En efecto, “Alimentarse de restos en sí mismo no es
algo malo. Ser un recolector de sobras no es ningún pecado. Lo que está mal es
la sociedad injusta que obliga a sus miembros a vivir de desechos.
Aparentemente, debimos haber leído el mensaje al revés” (ibid: 210).
Los aportes de Douglas son válidos en dos aspectos, por un lado una contribución
teórica y teleológica en lo que respecta a la interpretación y el diálogo tanto
con el estructuralismo de Lévi-Strauss como con la descripción densa de Clifford
Geertz; dos grandes hitos de la antropología de la década del setenta y el
ochenta. Por el otro, la obra de Douglas se ubica como una verdadera herramienta
metodológica en cuanto a los procesos culturales de clasificación taxonómica.
En este sentido, las formas como características del entorno no tendrían peso
probatorio causal por sí mismas. Dos culturas, dos instituciones y hasta dos
hechos pueden parecer similares acorde: primero una clasificación propia del
sujeto que estudia ese objeto; segundo a una cultura propia en la cual están
insertas dichas clasificaciones. En parte, esto trae, un problema de similar
naturaleza al que enfrentó su maestro Durkheim, en los comienzos de la
sociología. Si la sociedad, está por encima del individuo, se antepone como
explicación precisamente aquella hipótesis que se pretende probar. Desde el
prisma metodológico, cuestiona seriamente al estructuralismo el no ver
(precisamente) que las similitudes son un atributo del sujeto (o en este caso
del objeto) más que un aspecto causal del fenómeno. En Lévi-Strauss un mito es una clase de narración o cuento que habla de un
pasado y que alude a ciertas justificaciones de conductas en el presente. Por lo
general, el mito tiene como función conciliar ciertas contradicciones u
oposiciones del sistema social. Su sentido no se encuentra en los relatos en sí
mismos, sino en la articulación que los diferentes mitos tienen entre ellos y su
vínculo con el mundo social. La hipótesis que surge de lo expuesto, lleva a
pensar que los mitos (en realidad) poseen estructuras semejantes en todas las
sociedades. En una de sus más celebres obras, Lévi Strauss sostiene “el sistema mítico y las
representaciones a que dan lugar sirven, pues, para establecer relaciones de
homología entre las condiciones naturales y las condiciones sociales o, más
extensamente, para definir una ley de equivalencia entre contrastes
significativos que se sitúan sobre varios planos” (Lévi-Strauss, 2003:139)
La característica humana está sujeta a varias contradicciones, la función
central de los mitos (estructuras mitológicas) es coordinar esas incongruencias
–que son de por sí irracionales interiorizándolas en el individuo. Un ejemplo
claro sobre ellas, es la relación entre la muerte humana y el concepto de
trascendencia e inmortalidad (luego del deceso biológico). (Lévi-Strauss, 1991)
(Lévi-Strauss, 2002) (Leach, 1965:22-30). Particularmente, el mito resuelve en
el plano abstracto la oposición (irreconciliable) entre naturaleza y cultura
(dentro de la lógica binaria). (Peirano, 2000) Por el contrario, según la postura de Douglas, dos o más mitos sólo pueden ser
estudiados desde las prácticas que los legitiman y no como componentes aislados
de partes o elementos analíticos. Para el autor, los grupos e instituciones se
mantienen unidos por la analogía que refuerza su dinámica en el mito fundador.
La teoría Levistraussiana del intercambio de mujeres y la exogamia tiene escasa
significación. Seguramente, las afirmaciones de Douglas serán cuestionadas por
estructuralistas y hermenéuticos, casi con razón o al menos con argumento. Desde
nuestra perspectiva, al menos rescatamos esa dualidad en la investigación de
combinar prácticas con estructuras. Bibliografía
• Douglas, Mary (1996) “Animales anómalos y metáforas animales” en Estilos de
Pensar, Barcelona: Gedisa. - “Clasificado como Comestible” en Estilos de Pensar,
Barcelona: Gedisa. - “La broma cósmica” en Estilos de Pensar, Barcelona: Gedisa.
• Leach, Edmund. - (1954). Political System of highland Burma. Londres: Editorial Bell.
- (1965). Lévi-Strauss, Antropólogo y Filósofo. Barcelona: Anagrama.
• Lévi-Strauss, Claude. - (1991). Las Formas Elementales del Parentesco. Madrid: Paidos.
- (2002). Mito y Significado. Madrid: Editorial Alianza.
- (2003). El Pensamiento Salvaje. México: Fondo de Cultura Económica.
• Peirano, Mariza G. (2000). “A Análise Antropológica de Rituais”. Serie de
Antropología 270. Universidad de Brasilia, Brasil.
Douglas sostiene “aunque comparto plenamente con Geertz la preferencia por las
teorías pequeñas aplicadas en los microniveles, estoy segura de que es mucho
mejor formularlas explícitamente. La tentación de dejar que la semejanza opere
como explicación es grande pues la coherencia de las metáforas funciona muy bien
como una regla interpretativa dentro de la cultura”.. “la similitud tiene fuerza
explicativa dentro de nuestra propia cultura, basada como debe ser en
percepciones compartidas de similitud. Las afirmaciones de similitud son útiles
aun en las calles pero no nos permiten ir de una cultura a otra (ibid: 142) En
este sentido, toda interpretación debe estar sujeta a la observación de las
prácticas sociales. La semejanza no garantiza la interpretación.
|