Joaquín Pérez Valdescasas
jmariohv@yahoo.es
Un elemento básico será el que distinga las arquitecturas griega y romana: su
espíritu constructivo. Si en Grecia las construcciones estaban pensadas para
embellecer, en Roma eran ideadas para servir. Por lo tanto lo que primaba no era
únicamente el engrandecimiento del espíritu, sino también enaltecer al propio
imperio. Este afán utilitario le hará emplear materiales nuevos, como son el
hormigón (Opus Caementicium) o el ladrillo (Opus latericium) a los que se le
unía el tradicional mármol de la arquitectura griega como revestimiento, el cual
le daba una belleza exterior a la que se le unía la economía de medios.
En torno a la ciudad se edificaron los más destacados edificios de la
civilización romana. El primer rasgo que podemos destacar del urbanismo es su
planta. Utilizan un entramado de carácter regular, de planta rectangular y
reticular en damero. De ella sobresalen dos vías principales, una que atraviesa
la ciudad en sentido Norte-Sur denominada “Cardo” y otra que la atraviesa de
forma perpendicular en sentido Este-Oeste llamada “Decumanus”; el resto de
calles so organizan de forma paralela a estas dos. El origen de esta traza lo
podemos encontrar en los campamentos militares romanos (“Castros”), incluso
algunos de estos campamentos se transformarán posteriormente en ciudades
definitivas, tal es el caso de León en la Península Ibérica. De herencia de los
castros son también las murallas que rodean las ciudades, que poseen una
finalidad defensiva y de delimitación del espacio interior de las ciudades. En
estas murallas encontramos por regla general cuatro puertas de acceso
localizadas en los cuatro puntos cardinales y en los extremos del cardo y el
decumano; un buen ejemplo de ellas es la Porta Nigra de Tréveris, edificada en
el año 180 d.C.
EL FORO
En el punto donde se encuentra el Cardo y el Decumanus se localiza el foro. Se trata de el punto más destacado toda ciudad romana. El foro es un espacio abierto entorno al cual se sitúan los edificios más importantes y en donde se desarrolla la vida pública. Allí se ubican edificios destinados al comercio, la religión, el ocio o la justicia. Algo similar lo podemos encontrar en la cultura griega, más concretamente en el ágora urbana, aunque ahora en la cultura latina adquiere un espíritu mucho más monumental. Por importancia, evidentemente destacamos el foro de la ciudad de Roma. Debido al tamaño que adquirió esta ciudad y al afán por quedar en la historia de los distintos emperadores, se construyen diferentes foros (foros imperiales), aunque evidentemente ya descentrados en cuanto a planta geométrica se refiere. De esta forma se levantan los foros de Augusto, Vespasiano o el de Trajano.
LOS TEMPLOS
En ellos se deja ver claramente la influencia griega. Aunque si bien en esta cultura la arquitectura girará siempre en torno a los edificios religiosos, ahora en Roma vemos que esto ha cambiado. Se continuará con las plantas rectangulares griegas, aunque se introducirán importantes novedades. En primer lugar, y como herencia de la cultura etrusca, levantan los templos sobre un podio que posee una escalinata de acceso únicamente por uno de sus lados menores, por lo que esto derivará en una segunda novedad, la ruptura de la simetría. Si los templos griegos conceden igual importancia a las cuatro fachadas, ahora la colocación de una escalinata de acceso por un único lado concederá protagonismo a la cabecera que posee el acceso. Otras novedades arquitectónicas son la eliminación de opistodomo marcando de esta manera la fachada principal. Siguiendo este esquema destacamos el templo de la Fortuna Viril en Roma y la Maison Carrée o Casa Cuadrada, ubicado en la ciudad de Nimes en Francia y dedicado al culto imperial, otra novedad con respecto a Grecia.
Las plantas circulares para los templos en Roma también continuarán utilizándose aunque eliminando la columnata interior que poseían en la cultura griega. Suelen colocarle una cubierta de tejas. Un buen ejemplo de esta tipología es el de Vesta en las ciudades de Roma y Tivoli, de orden corintio.
Sin duda alguna uno de los templos más importante de toda la cultura romana es el Panteón de Roma, reconstruido en época de Adriano en el año 125 d.C. Construido por el arquitecto Apollodoro de Damasco, posee planta circular, y como su nombre indica está dedicado a todos los dioses. En su entrada podemos observar una gran pórtico de ocho columnas (por tanto octástilo) que da acceso a una cella circular que soporta una enorme cúpula de más de cuarenta y tres metros de diámetro que muestra los avances constructivos romanos. Esta cúpula se sostiene directamente sobre los gruesos muros.
LA BASÍLICA
la basílica es un edificio de creación propiamente romana. Posee una funcionalidad diversa, fundamentalmente como lugar destinado a impartir justicia y también para realizar intercambios comerciales. Sin duda alguna es la construcción que más trascendencia ha tenido, ya que la cultura cristiana la tomará como referencia a la hora de elegir una tipología para sus templos. Es un edificio de planta rectangular, de tres naves separadas por una o dos hileras de columnas y sus lados más estrechos acabados en ábsides. Estaban diseñados para albergar en su interior a una cantidad importante de gente, por lo que el espacio debe ser abierto y diáfano. Distinguimos dos tipos de basílicas: las de origen helenístico, con planta rectangular y tres naves abovedadas y con la entrada en uno de los lados menores del rectángulo, mientras en el otro hay una exedra. Y las basílicas de origen oriental cuya entrada está en uno de los muros mayores mientras que en los menores hay exedras. Buenos ejemplos de basílicas las encontramos en diferentes zonas del imperio, como la Basílica de Maguncio, la de Majencio o la de Constantino.
LAS TERMAS
Lugares de gran popularidad en época romana. En ellas se podían realizar multitud de actividades a parte de los baños: desde diferentes modalidades deportivas hasta pasear o leer en la biblioteca. Es por tanto un lugar dedicado sobre todo al ocio. Interiormente estaban organizadas en diferentes salas abovedadas y profusamente decoradas con pinturas al fresco y mosaicos en el suelo. Las termas las había tanto espacios dedicados a las mujeres como otros dedicados a los hombres y a veces termas mixtas. En ellas se distinguen diferentes zonas de baño: el caldarium, que era la sala de baños de agua caliente; el Tepidarium, que es la sala de baños de agua tibia; y el frigidarium para el baño de agua fría. En la actualidad conservamos multitud de restos de tremas en diferentes puntos del imperio como las termas de Caracalla en la capital, o las de Itálica en Santiponce.
LA VIVIENDA
El material constructivo por regla general es el hormigón combinado con el ladrillo. Diferentes tipologías. En primer lugar las viviendas unifamiliares urbanas, denominadas domus, organizadas entorno a un patio central (atrio), complivium para la entada de agua y luz, impluvium, para recoger el agua de las lluvias, hortus un huerto trasero, vestibulum o zona de acceso y las tabernae, que eran estancias que daban a la calle y dedicadas al comercio. Una segunda tipología de vivienda eran las insulae, que eran lugar de residencia de múltiples familias. Poseían una altura de unos tres o cuatro plantas, y compartían diferentes servicios; la articulación se realiza también mediante un patio central cuya función era la de iluminar y ventilar las diferentes viviendas. La última de las tipología de viviendas son las Villae, que eran lujosas residencias unifamiliares ubicadas fueran del entorno urbano. Eran residencias para personas pudientes que buscaban lugares relajados para vivir.
MONUMENTOS CONMEMORATIVOS
Muy desarrollados en el mundo romano, sobre todo en la etapa imperial y responden al deseo de glorificación de los emperadores. Arquitectónicamente existen dos tipologías: la columna conmemorativa y el arco de triunfo. En cuanto a las primeras, se trata de una columna exenta de cierta altura que se decora a lo largo de su fuste con relieves alusivos a la vida del personaje al que se levanta la obra. Generalmente suele colocarse una importante base cuadrada o pedestal que da acceso al interior hueco del mismo y de la columna. La decoración del fuste suele hacerse en medio-relieves corridos. Coronando la columna se solía colocar una escultura del emperador que ha sufragado el monumento. Conservamos diferentes ejemplos, como pueden ser la columna trajana, quizá la más destacada. Se localiza en la ciudad de Roma además destinada a albergar las cenizas del emperador. Junto a este ejemplo encontramos otros como pueden ser la columna de Marco Aurelio.
La otra tipología son los arcos de triunfo. A parte de su diferenciación física poseen otra distinción más intangente, ya que las columnas solían ser conmemorativas de múltiples sucesos o de una vida completa, pero los arcos de triunfo suelen conmemorar algún acontecimiento concreto como victorias militares. También hay diferentes tipologías según el número de vanos que posea. La decoración también se realiza en relieves situados en diferentes partes: el friso, el intradós del arco o en los frontales. Pueden poseer inscripciones que clarifiquen el por qué se ha levantado dicho monumento. Los más bellos ejemplos se localizan en la capital del imperio, como son los casos del arco de Tito, el de Septimio Severo o el de Constantino. En España también hay bastantes, como los de Bará, el de Medinaceli o el de Cáparra en Cáceres.
EDIFICIOS DEDICADOS AL OCIO
La sociedad romana concedió gran importancia al ocio, incluso políticamente -pan y circo-.
El teatro. De herencia griega. Encontramos teatros en prácticamente todas las ciudades romanas. Como diferencia con los griegos señalamos que la orquesta es semicircular en vez de una circunferencia completa, la cávea o gradas ya no se apoyan sobre una ladera de una colina sino que se mantiene apoyada directamente sobre el suelo. La scena tiene una planta rectangular con un fondo arquitectónico a modo de fachada. Ejemplos de teatros podemos citar los de Mérida, Itálica o el teatro Marcelo en Roma.
Anfiteatros. Surgen de la unión de dos teatros por la orquesta. En ellos se celebraban multitud de acontecimientos como pueden ser las luchas entre escuelas de gladiadores o entre animales o incluso las naumaquias -batallas o espectáculos navales- Poseen evidentemente una cávea más extensa que los teatros debido a sus mayores dimensiones, y se dividían según la clase social en imma, media y summa cávea, siendo los de clase social más alta los que estaban más cerca de la arena. Bajo esta se situaban una serie de pasillos destinados a la organización interna de los diferentes espectáculos que se celebraban. Anfiteatros destacamos los de Verona, Nimes, Itálica o el famosísimo coliseo romano o anfiteatro Flavio.
El circo. Destinados a acoger carreras de carros de caballos, por lo que la estructura ya estaba condicionada. Plantas rectangulares con los extremos terminados en semicírculos. En el centro un pequeño muro denominado Spina delimitaba los sentidos de la carrera y en ellos había diferentes elementos como obeliscos. No conservamos prácticamente ningún circo, sólo restos de lugares donde estuvieron ubicados. El más destacado es el de Roma.
Bibliografía:
Bendala, M. El arte romano. Ed-Anaya.1990.
Blanco Freijero, A. La Roma imperial. Historia 16.1990.
García Bellido, A. El arte romano. CSIC 1972.
VVAA. El trabajo en la Hispania Romana Ed-Silex.1999.
VVAA. El circo en la Hispania Romana.Madrid
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