Ignacio Casado Galván (CV)
dphicg@yahoo.es
Resumen: existe una relación básica entre la presión demográfica y la
cristalización de los primeros núcleos urbanos, el incremento de población se
explica por causas universales. Estos procesos se producen y reproducen de
manera independiente en el tiempo y en el espacio, adquiriendo un valor general.
Las ciudades mesopotámicas son las primeras que aparecen en el tránsito del IV
al III Milenio (3200-29000 a.C.). El fenómeno urbano, la ciudad, es el apoyo
fundamental para la transformación global de la sociedad, la ciudad está unida
así al nacimiento de la sociedad clasista, al estado, a las relaciones de
dominio, a la escritura, a la historia... Cada tipo de sociedad implica una
ciudad característica, que está imbricada inextricablemente con su estructura
social propia. En cada sociedad destaca un elemento de la estructura social: el
económico, el político o el ideológico, dando lugar a un tipo de ciudad
característico y a unos elementos urbanos dominantes. La ciudad capitalista es
un centro de acumulación de capital, un instrumento colectivo de reproducción
social, el modo de usar el espacio más favorable para la reproducción económica
y un centro de distribución e intercambio de mercancías.
Palabras clave: ciudad, nomo, urbanismo, Sumer, historia urbana, funciones
urbanas.
Bases teóricas.
1. Los fenómenos urbanos no constituyen una estructura inteligible por sí misma, no es un campo cerrado que pueda ser explicado mediante una teoría general de la ciudad de naturaleza científica. El fenómeno urbano es tan complejo, abierto e interdisciplinar que imposibilita una historia científica. No es posible un urbanismo científico de la misma manera que no existe la ciudad perfecta.
2. Los fenómenos urbanos no son independientes de la evolución histórica, de la propia idea de civilización, del estado, etc.
3. Al ser un producto histórico se excluyen las teorías teológicas.
4. El fenómeno urbano trasciende las grandes épocas históricas, avanza a través de todas ellas, por lo que nos encontramos con una fenomenología urbana muy diversa.
5. Una teoría general que quiera establecer una idea esencial sobre los fenómenos urbanos ha de ser de naturaleza filosófica, fundamentada en investigaciones interdisciplinares: geográficas, históricas, sociológicas, urbanísticas, arquitectónicas...
6. La esencia de la ciudad no es algo inmutable a modo de cuadro general, sino que está determinada por los mismos principios de la dialéctica que rigen el devenir histórico de la humanidad y de la sociedad. Por ello es imposible una teoría general que no sea una teoría evolutiva, de su origen y desarrollo.
7. Esta dialéctica interna del desarrollo urbano tampoco puede ser entendida con independencia de la dialéctica externa, de su relación con el ambiente exterior. La ciudad se relaciona, no se origina por autorreproducción, surge en un contexto: comarca, región, país...
8. Como teoría general de la ciudad podemos proponer la tesis del vórtice (torbellino) que concibe el núcleo urbano como un vórtice que en un lugar del espacio antropológico se constituye a partir de corrientes humanas que confluyen en ese lugar y alcanzan un punto crítico en su desarrollo haciéndose densas, según determinaciones morfológicas que hay que determinar.
9. Este vórtice se forma a raíz de una concentración de elementos (fuerzas productivas) en un espacio concreto. Geográficamente se identifica con puntos llamados de ruptura de carga: espacios litorales, valles fluviales, zonas estratégicas o de especial cantidad de recursos.
10. Los elementos que se concentran se desplazan en forma de corrientes cuyas confluencias o difluencias posibilitan que se forme el nivel crítico necesario para la creación de ese espacio urbano. La razón fundamental que motiva esas corrientes es la presión demográfica que lleva a la búsqueda constante y sistemática de nuevas fuentes de recursos en un constante ensayo de formas de producción ampliada. Cuando la ampliación cuantitativa ya no es posible (ampliación del territorio), se buscan formas de producción más rentables (de la caza se pasa a la agricultura y la ganadería), lo que implica una presión selectiva del espacio en cuanto provisor de alimentos (espacios que se cultivan y que no), hay una selección natural de terminada por la existencia de espacios con especiales recursos. Y aparecen nuevas formas de organización socio-espacial (el grupo humano se organiza de forma distinta). Se producen excedentes y se sedentarizan con la permanencia en un espacio apareciendo el poblado.
11. Si existe una relación básica entre la presión demográfica y la cristalización de un primer núcleo urbano y si el incremento de población se explica por causas universales, se comprende que estos procesos se produzcan y reproduzcan de manera independiente en el tiempo y en el espacio, adquiriendo un valor general.
Modelo morfológico de explicación del origen y desarrollo de la ciudad.
En un territorio heterogéneo habitado por tres tribus cazadoras recolectoras cada tribu caza y recolecta en su ámbito estable durante milenios. Pero la presión demográfica causada por el crecimiento del grupo lleva a buscar alternativas de supervivencia, en un principio la emigración y el aumento cualitativo del espacio permite mantener el modelo, pero cuando la presencia de la tribu vecina no permite la ampliación lleva a la guerra con las otras tribus o a la ampliación cualitativa, apareciendo los cultivos y la ganadería, desplazándose los flujos de población a las zonas mejores (cerca de un río por ejemplo), creándose una zona de ocupación más densa.
En ese momento se produce un cambio en el modelo de relaciones sociales, pasándose de un modelo de relaciones circulares donde los individuos de cada tribu se relacionan exclusivamente con individuos de su tribu (endogámico), a un modelo de relaciones transversales, con relaciones de vecindad con las otras tribus por necesidad de completar las economías de los distintos grupos. Así se inicia una cierta especialización del trabajo (comerciante, sacerdote, príncipe, burocracia, ejército), se complica la estructura social con lazos de dependencia entre esos grupos.
El paso siguiente es que algunas de esas aldeas conectadas empiezan a destacar con mayor población, actividades especializadas (templo, palacio, almacenes, artesanos...). Estas empiezan a ser ciudades en estado embrionario que se diferencian de la aldea or la aparición de actividades especializadas respecto a la producción primaria. En este punto hay dos tesis diferentes: la que considera que surge una ciudad única especializada o la que considera que son necesarias varias ciudades a la vez, complementarias entre sí. Ésta última parece la más verídica desde el punto de vista histórico.
Este nuevo espacio se protege con una muralla que protege la nueva situación de riqueza y excedentes. Creándose así dos mundos enfrentados los de dentro y los de afuera.
Experiencias históricas.
Las ciudades mesopotámicas son las primeras que aparecen en el tránsito del IV al III Milenio (3200-29000 a.C.), ya que no hay testimonios con validez científica que avalen que hubo ciudades anteriores en otras zonas.
Se han planteado dos hipótesis sobre el origen histórico de las ciudades: su origen único en Sumeria y su difusión desde allí, o su surgimiento en áreas diferentes de manera independiente (ésta es la más aceptada).
También hay dos tesis sobre su función: la funcional que considera la ciudad como un mercado, como punto de convergencia mercantil y a partir de esa función se generan otras actividades y se complica o la tesis de centro político: habría surgido fruto de una relación de dominio político, administrativo y religioso con la aparición de una clase dominante cuando es capaz de controlar, gestionar y canalizar los excedentes.
Las ciudades de la Baja Mesopotamia.
Todo parece indicar que su origen fue autóctono, facilitado por las condiciones ecológicas favorables: valles fluviales fértiles, clima cálido subtropical y la aportación humana del agua. De esa manera las inundaciones fertilizan pero hay que luchar por controlarlas mediante la irrigación. Al evolucionar el clima hacia una mayor sequedad el hombre tuvo que adaptarse, iniciándose el proceso de cultivo y la ganadería.
Está claro que cualquiera que fuera la explicación las condiciones ecológicas fueron imporatantes: la agricultura se desarrolló por la práctica de la irrigación y las obras hidráulicas, lo que exigió importantes inversiones, los primero excedenyes se emplearon en estas obras de infraestructura, gran tarea pública que debió necesitar para llevarso a cabo una autoridad.
Éste proceso se produjo en tres fases:
Desde el IX al V Milenio se desarrolla la agricultura en diferentes ámbitos (Jericó y poblados en todo el Oriente Próximo)
Entre mediados del V a mediados del IV Milenio hay una fase de transición, un periodo preurbano.
Del 3100 al 2900 a.C. Arranca el proceso urbanizador, formándose entre 12 y 15 ciudades en la Baja Mesopotamia (UR, Uruk, Lasch, Larsa, Eridú...). En la tradición literaria sumeria de los textos cuneiformes se explican estas ciudades como creadas por los dioses, adquiriendo el estatus de ciudades santuario.
Este conjunto de ciudades se caracterizan por formar unidades territoriales propias: nomo o ciudad-estado que abarcan la ciudad y un campo circundante. Hay una ciudad principal que destaca por sus mayores funciones, ciudades de menor rango (alguna especialización) y aldeas solo con población rural. Apareciendo el río o el canal como el eje articulador del espacio.
Podemos hablar de cultura sumeria porque todas estas ciudades aunque independientes tiene muchas cosas en común: un mismo sistema productivo, un mismo sistema ideológico, un mismo tipo de urbanismo y la escritura.
Las funciones urbanas fundamentales eran las religiosas (con el templo como elemento aglutinante), las político-administrativas (gobierno, funcionarios, ejército), el ser un punto de convergencia y redistribución de excedentes y un centro de producción agraria (la ciudad exterior).
Las partes de la ciudad destacadas eran el Temenos (recinto amurallado que incluye el templo, el zigurat y el palacio, la ciudad interior (conjunto de barrios donde vive la población con actividades especializadas sobre todo religiosas y político-administrativas y el puerto (asociado al río o canal con artesanos, comerciantes y actividades portuarias).
Podemos concluir sobre Sumer que fue toda la sociedad la que evolucionó en su conjunto y la ciudad fue una parte de ese todo. En su origen era una organización tribal que mediante un fenómeno segregacional se van a formar grandes familias patriarcales. Por un principio de vecindad esas familias se unen formando comunidades agrícolas superiores que dan origen a una supercomunidad: el nomo o ciudad-estado.
Es una estructura social que se va jerarquizando, tanto en términos sociales, geográfico como urbanísticos. No es meramente funcional, denota que está naciendo una sociedad clasista, lo sabemos por la individualización de los derechos de propiedad de la tierra (en origen común), por la aparición de una especie de nobleza tribal (solo los jefes de las familias más ricas) y por la aparición de la figura del jefe militar que evolucionará hasta convertirse en un déspota.
Sobre la base de una distribución de bienes originalmente colectiva va a surgir la división en grupos o clases. Habrá grupos que por carecer de esas riquezas van a entrar en dependencia. Para menatener este nuevo estatus de dominio surgirá el estado, o un embrión de estado: conjunto de aparatos político-administrativos con fines coactivos. Las relación tribales vecinales y un principio territorial en la disyribución de la población van a sustituirá las relaciones familiares y a la organización tribal.
El fenómeno urbano, la ciudad, es el apoyo fundamental para esta transformación, la ciudad está unida así al nacimiento de la sociedad clasista, al estado, a las relaciones de dominio, a la escritura, a la historia...
La ciudad una realidad histórica.
Cada tipo de sociedad implica una ciudad característica, que está imbricada inextricablemente con su estructura social característica. En cada sociedad destaca un elemento de la estructura social: el económico, el político o el ideológico, dando lugar a un tipo de ciudad característico y a unos elementos urbanos dominantes como podemos ver en el siguiente cuadro:
La ciudad capitalista.
En la sociedad medieval las actividades comerciales adquieren cada vez más fuerza, apoderándose ya en la ciudad gremial del espacio urbano. Cuando la burguesía pase de éstas actividades comerciales a las actividades productivas será un salto cualitativo hacia la ciudad capitalista.
Modelo espacial del capitalismo.
La actividad económica comporta una forma de relación social, ésta a su vez tiene una forma de existencia material y una dimensión espacial. De esa manera las actividades económicas básicas (producción, distribución y consumo) forman un modelo territorial específico. Este modelo territorial se caracteriza en lo que respecta a las ciudades en un fuerte crecimiento de las áreas metropolitanas (grandes ciudades), por que han sido constantes los fenómenos de concentración continuada de población, capital y de empleo en las mismas. En segundo lugar lleva a la desertización del resto del territorio. Y en tercer lugar a la formación de una estructura jerarquizada del conjunto de asentamientos que da lugar en la práctica a la aparición de distintos niveles de ciudades: pequeñas, medias, metrópolis de equilibrio y grandes metrópolis. Esta concentración en el espacio de actividades está explicada por la concentración que a otra escala produce del propio capital (monopolio).
La gran ciudad es en primer lugar un gran centro industrial, un gran centro comercial y un gran centro de actividades terciarias y por último es un gran centro e decisión política. Es así la propia ley de concentración capitalista la que crea la gran ciudad.
Principios económicos que susteentan la ciudad capitalista.
1. Predominio progresivo del valor de cambio sobre el valor de uso: todos los elementos de la estructura urbana están realizados para satisfacer necesidades, pero antes de convertirse en valores de uso han de ser valores de cambio, tienen que pasar por el mercado.
2. Como especificación de este principio el suelo en la ciudad capitalista se convierte en una mercancía que se transforma, se modifica (se le dota de las infraestructuras necesarias9 mediante la aportación de capital y trabajo. Apareciendo una dimensión nueva: la especulación (alteración de los mecanismos habituales de mercado para presionar al alza los precios del suelo).
3. aparecen los agentes que intervienen en la construcción de la ciudad: propietarios del suelo, promotores, constructores, agentes inmobiliarios, usuarios...
4. El a funciona bajo el principio de la propiedad privada y la apropiación privada del beneficio.
Funciones de la ciudad capitalista: es un centro de acumulación de capital, es un instrumento colectivo de reproducción social, es un modo específico de usar el espacio (de ordenarlo y planificarlo) más favorable para la reproducción económica y es un centro de distribución e intercambio de mercancías.
Bibliografía.
Álvarez Mora, Alfonso (1975) Propuesta para un análisis histórico de la ciudad, Revista Ciudad y territorio nº 3.
Childe, Gordon (1994)Los orígenes de la civilicación, FCE. Capítulo: La revolución urbana.
Guliaev, Valery (1989) Las primeras ciudades, Progreso.
Mumford, Lewis (1966) La ciudad en la historia, Buenos Aires, Infinito.
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