Cristina Masiel Nava Flores (CV)
nava.cris@gmail.com
El suicidio es uno de los temas más comunes en esta década, el suicidio en
México es un tema preocupante y no solamente es un padecimiento exclusivo de los
adultos sino también de los niños y adolescentes.
Se tienen cifras y evidencias de que los índices han aumentado considerablemente
en adolescentes-jóvenes de 15 a 24 años. Según datos del INEGI muestran que
entre 1990 y 2000 la tasa de mortalidad por suicidio subió 31% en este grupo de
edad.
“Los índices de suicidio son más altos en algunos estados el sur (Campeche 19.8
y Yucatán 16.4) que en los del norte (Nuevo León 7.6). En Monterrey hay
aproximadamente 15 suicidios por mes”
Una conducta suicida se manifiesta mediante la idea de suicidio, el intento del
suicidio o el suicidio consumado. Las ideas suicidas son las más recurrentes en
la etapa de la adolescencia, de acuerdo a los diferentes estudios realizados a
adolescentes, éstos han manifestado y aceptado haber pensado en el suicidio. Ya
sean mujeres adolescentes u hombres de grado de secundaria han intentado
suicidarse, las mujeres que lo han intentado lo han llevado a cabo ingiriendo
pastillas y cortarse las venas, mientras que los hombres han utilizado métodos
más violentos, como armas de fuego o ahorcamiento.
Se menciona que el suicidio en la adolescencia se debe a que los jóvenes han tenido o manifiestan rasgos depresivos, abuso de sustancias, algún conflicto psíquico o mantienen relaciones sociales pobres e inestables.
Los adolescentes ante los diferentes cambios físicos que los perturban así como los que sufre su psique traen consigo una serie de transformaciones en su vidas, estos adolescentes estarán en una lucha constante por conseguir su independencia e ir adentrándose a las normas sociales que le demanda la vida adulta. Pero este cambio y esta independencia es un proceso sumamente difícil que vendrá en muchas ocasiones acompañado de conflictos que el (la) adolescente tendrá que enfrentar y algunos de ellos durante esta etapa de la vida se verán enfrentados ante una situación de depresión que los llevará a la idea de suicidio.
Todo esto también influye en los factores psicológicos y las diferencias ideológicas, la forma de enfrentar los problemas sociales y las dificultades emocionales de cada adolescente ya que muchos que se encuentran en circunstancias difíciles no recurren a las ideas de suicidio que posteriormente se transformaran en conducta suicida.
Las causas más frecuentes por las cuales un(a) adolescente recurre a manifestar conductas suicidas son principalmente por familia disfuncional, violencia familiar, pérdida de un ser amado, conflictos con el grupo amigos, problemas escolares, ser objeto de humillación y ruptura de una relación amorosa.
Familia disfuncional y violencia
Dentro de la familia con frecuencia existen conflictos y discusiones con los hijos (as), las discusiones y sobre todo en las que se presenta la violencia en todas sus categorías no son productivas debido a que los hijos que viven problemas en el entorno familiar tienen problemas de personalidad, aprenden y reproducen conductas violentas, presentan un deterioro emocional y no tienen un buen manejo de sus sentimientos. Con frecuencia la mayoría de los adolescentes piensan: “no sirvo para nada”, “soy un tonto”, lo cual se reforza aún más con las agresiones que reciben por padres de sus progenitores sobre los errores que cometen.
Pérdida de un ser amado o ruptura amorosa
La perdida de una figura importante ya sean los padres o otros miembros de la familia en la adolescencia puede ser devastadora y traer consigo una depresión y por consecuente una idea o consumación de suicidio.
Este evento traumático en la adolescencia trae consecuencias como tristeza, desánimo, pérdida de la autoestima, sentimiento de minusvalía, pérdida de interés en actividades habituales, falta de apetito, trastornos del sueño y un continuo de reacciones emocionales y conductuales ante esta pena.
Conflicto con el grupo de amigos
El rechazo y las humillaciones por parte del grupo de amigos o compañeros son un factor determinante para que un adolescente presente sentimientos de minusvalía y desesperanza ante la vida.
Las agresiones por parte de los integrantes de un grupo pueden presentarse mediante diferentes conductas como: robar objetos personales, poner apodos, exclusión por la forma de hablar o vestir, burlas, rumores, amenazas, chismes y otras formas de violentar a la víctima.
Estas experiencias humillantes traen un aumento considerable de intentos de suicidio entre los jóvenes de 15 y 24 años.
Problemas escolares
La escuela, después de la casa es el lugar donde los adolescentes y jóvenes pasan la mayor parte del tiempo, así que fundamentalmente los maestros se convierten en un sistema de apoyo para ellos.
Sabemos que el tratar con adolescentes en difícil y algunos maestros tienden a recurrir al autoritarismo y violencia escolar para ridiculizarlos, pero éstos ante el desconocimiento de lo que implica realizar este tipo de actitudes con los jóvenes no miden las consecuencias del daño que causan a los alumnos.
Cuando existe la presencia por parte de los grupos de amigos en la escuela y por parte de los maestros estamos hablando de “violencia escolar” o “bullying” definido como “cualquier acción u omisión intencionada que, en la escuela, alrededor de la escuela o en actividades extra-escolares, daña o puede dañar a terceros (personas y cosas)”
Los juegos de poder en las escuelas son un problema de la juventud a través de todo el mundo y es una de las experiencias en la cual los jóvenes se va ver afectados en su salud física y mental y a veces se puede prevenir un suicidio si se realiza una intervención oportuna.
Conclusiones
El suicidio es una situación que puede y debe prevenirse a tiempo, lo importante es crear conciencia de que los adultos no son los únicos seres humanos que presentan problemas y situaciones adversas sino también los adolescentes y jóvenes.
Es de suma importancia entrenar a personal para identificar a los adolescentes que están en riesgos de suicidio así como educar a los educadores y profesionales en materia de salud mental como los psicólogos en las escuelas y los maestros.
Los padres, maestros y la sociedad en sí debemos ser educados y orientados para atacar la problemática en la vida del adolescente incluyendo lo que es una terapia familiar, cambiar la forma de pensar y sobre todo enseñar estrategias de solución de los problemas.
Debemos aceptar que no todos los suicidios pueden evitarse pero es mediante el actuar y pensar diferente como podemos lograr que muchos de los jóvenes no tomen la decisión de terminar con la vida. Una intervención adecuada puede minimizar las cifras de suicidios en los jóvenes del mundo y principalmente del país del que somos parte ya que desafortunadamente en México los índices de suicidio en la población entre 15 y 25 años han aumentado.
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