Si a Usted le preguntan en una encuesta cuál cree que es la mejor forma de
Gobierno para una Sociedad, y tiene conocimiento sobre el tema, seguramente
firmará, como lo hacemos la mayoría de las personas, que es La forma Democrática
de Gobierno.
La mayoría de las personas coincidiremos con Usted, ya que es la modalidad que
presenta mayores fortalezas y beneficios para el El Ser Humano, pero que no deja
por eso de presentar también, ciertos peligros, como por ejemplo, que depende de
la opinión y participación de la mayoría.
¿Cómo puede ser esto una desventaja ?Bueno, pues si esta mayoría no está
debidamente preparada para pensar libre y reflexivamente, constituirá el primer
paso para hacer tambalear el mejor sistema de Gobierno de la actualidad.
Sheina Leoni Handel
davidlee@adinet.com.uy
uruguay@fatla.org
Que sea un gobierno que depende de la mayoría sólo nos da la seguridad de que la Sociedad está siendo escuchada; que esa mayoría esté debidamente preparada culturalmente, nos da la seguridad de que esta forma de Gobierno va a se realmente, un sistema libre, justo e inteligente con personas difíciles de manejar por estímulos externos que nada tengan que ver con la racionalidad
Los antiguos y sabios Griegos ya exaltaban esta forma de Gobierno, como una de las mejores, recordemos la clasificación aristotélica en Gobiernos Puros e Impuros , entre los cuales la Democracia era el Gobierno de la mayoría en beneficio de todos , mientras que su antitesis, La Demagogia era el gobierno de unos cuántos pero en beneficio de los Gobernantes(Justino Jiménez de Aréchaga ,Teoría del Gobierno , Tomo I)
Por lo tanto, es imprescindible que, esta forma de Gobierno se mantenga siempre dentro de lo que Aristóteles definía como fuerzas puras para evitar males mayores, terribles para las Sociedades democráticas.
El mismo Doctor Justino Jiménez de Aréchaga, señaló como fundamentales los siguientes principios para caracterizar un sistema democrático de Gobierno:
Es un sistema de Hombres libres: La Libertad es uno de los principales derechos que tenemos las personas, una vida no puede ser digna sin una libertad garantizada por las normas jurídicas principales de un Estado.
Sin embargo, cuando esa libertad transgrede en su propio nombre el derecho que tienen los demás, debemos observar que hay algo que no funciona debidamente, que hay algo que reparar antes que sea demasiado tarde.
Recordemos la conocida frase: Mi derecho termina donde empieza el de los demás, que debería ser uno del slogan principal de un sistema democrático de vida y de Gobierno
Igualdad: Así lo establece nuestra Constitución, igualdad ante ley, estableciendo como única diferencia los talentos y las virtudes entre las personas.
Este concepto se encuentra enraizado con el concepto de Justicia social, ya que para mantener este principio igualitario, es menester darle a cada uno lo que le corresponde según lo que hace, quien se esfuerza más, pues debe tener más , ya que en nada beneficia a la Sociedad ayudar a aquellos que no hacen nada para ganarse dicha colaboración .
Otro de los peligros que esconde la Democracia en su afán de ayudar a todos los integrantes del Estado es cuando no se interpreta correctamente el concepto de igualdad y justicia social.
El poder Político está en el Pueblo: Nada más real que esto, por lo cual el mismo sistema debe asegurarse que este pueblo esté debidamente preparado para poder elegir correctamente, mediante una educación adecuada y de calidad.
Un sistema Democrático en el cual aquellos que eligen a sus Gobernantes tengan en su mayoría un escaso nivel educativo, como tanto lo he repetido, tiene en si mismo las semillas de su propia destrucción.
En la Sociedad del conocimiento en la cual vivimos hoy, nadie puede darse el lujo de ser ignorante, a favor de si mismo y de toda la Sociedad.
Una Educación de calidad, nos asegurará de que quiénes sean seleccionados para gobernar, serán realmente los que más conocimientos tengan sobre el funcionamiento de este sistema, y no han sido seleccionados por un populismo contagioso.
Separación de Poderes: Los Poderes del Estado deben estar separados, como decía ya Montesquieu, cada uno con sus propias tareas, sin mezclarse, garantizando así un buen funcionamiento de los mismos y evitando a la concentración del Poder en manos de unos pocos.
Es importante también que en estos poderes se encuentren representados la mayor cantidad de integrantes de diferentes sectores de la Sociedad, garantizando así al máximo la libertad de ideas y de opinión, que tanto bien le hacen a un sistema democrático.
Los Gobernantes deben ser responsables de sus actos: Quiénes gobiernan en una Democracia están al servicio de la Sociedad, y deben proteger sus intereses. El pueblo debe ser informado de las decisiones fundamentales que tomen sus Gobernantes y que les atañen a ellos, lo que implica la posibilidad de contar con medios jurídicos para reclamar, si es necesario, en, una forma libre y pacífica, aquello con lo que no están de acuerdo. La Democracia es un gobierno de opinión, la cual no debe jamás dejar de escucharse con falsos pretextos.
Es un Gobierno de Derecho: Las Leyes son sus garantías, y a la vez los medios jurídicos a los cuales deben ceñirse en forma permanente, tanto Gobernantes como Gobernados.
Solo podrá reinar el orden y la justicia social si estas son respetadas por toda la Sociedad.
Elecciones libres y periódicas: Las Sociedades deben tener el derecho a renovar sus gobernantes, a comunicar que desean un cambio en el Timón del barco. Y los Gobernantes tienen el deber de respetar ese deseo y aceptarlo tal como es, como siempre lo fue desde el comienzo: un acuerdo tácito entre ambas partes, por el cual se comprometían a retirarse si el soberano absoluto de esta forma de Gobierno así lo decidía.
Jamás un Gobernante democrático puede olvidar este acuerdo primario.
Conclusión:
Sigo pensando, tal como creo que lo harán Ustedes, que la Democracia es la mejor forma de Gobierno, siempre y cuando respete los principios anteriormente mencionados.
Sin embargo, y como profesora que soy, me atrevo a insistir que Democracia y Educación deben ir juntas, si queremos que este sistema funcione como debe ser.
Los Gobernantes deben tener como objetivo principal garantizar una educación laica y de calidad a todas las personas que forman parte desuní Estado, como principal medida para asegurar la supervivencia de este sistema.
Esperemos que todos los Gobernantes lo recuerden siempre y lo cumplan efectivamente.
Bibliografía: Constitución actual de La República Oriental del Uruguay
Teoría del Gobierno –Tomo 1- Dr.Justino Jiménez de Aréchaga
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