En la sociedad contemporánea asistimos a un fenómeno complejo y en continuo
crecimiento: la realidad de los medios de comunicación social, los “ mass-media”,
o los “medios de masas” que están presentes en parcelas cada vez más amplias de
nuestra vida. Los medios de comunicación nos acercan a la “aldea global”, en
donde hechos, acontecimientos, informaciones, opiniones, etc. De todo el planeta
llegan a ser conocidos de forma casi inmediata en los lugares a los que dichos
medios alcanzan. El fenómeno reviste tanta importancia que a pesar de su
novedad, existe una amplia bibliografía sobre los medios, su incidencia en la
sociedad, su estructura comunicativa, sus códigos expresivos y los recursos
propios de cada medio.
Entre estas obras es ya un clásico el trabajo de Harold D. Lasswell, quien de
acuerdo con el análisis de varios factores quién dice, qué, por qué canal, a
quién y con qué efectos, propone el análisis de los medios de comunicación y
culmina con la caracterización general de los mismos.
Carmen Grimaldi Herrera
jmariohv@yahoo.es
- La comunicación sigue una única dirección hacia el receptor (no hay como en una situación de situación lingüística interpersonal la posibilidad de intercambio de funciones entre el Emisor y el Receptor).
- Suponen siempre el empleo de canales artificiales, que implican a su vez medios técnicos de complejidad creciente y que requieren del conocimiento de expertos para su manejo.
- Los códigos, lenguajes y signos empleados están determinados por las características del medio o canal.
- Utilizan simultáneamente diversos signos o códigos, lenguajes mixtos: en la prensa, fotografías y dibujos acompañan a las letras impresas; en televisión y cine, se complementan sonido e imagen en movimiento, etc.
- Diversidad y hasta sobrecarga de mensajes de todo tipo (periodísticos, publicitarios, políticos, etc.) a través de la multiciplidad e medios. Frente a este factor el público receptor está sujeto a su influencia ya que las referencias que proporcionan los mensajes no pueden ser verificados por los receptores.
- Estos mensajes van dirigidos a macrogrupos, es decir, a un grupo que se define por su heterogeneidad, su amplitud numérica y social, y por su dispersión geográfica. Este aspecto cobra especial relevancia en la actualidad con la técnica de la telecomunicación por satélite, tan en auge.
- Uno de los efectos más destacados de los medios es el de la nivelación impersonal: la cultura de masas, que se caracteriza por su uniformidad y su homogeneidad. Para el logro de sus objetivos, los medios tienen en cuenta y aprovechan para su penetración las pautas que existen previamente en los receptores: he aquí por qué es tan importante para los medios el conocimiento preciso de los mecanismos psíquicos de los individuos, sus inclinaciones, sus gustos, sus necesidades y, sobre todo, los principios y valores que subyacen a grupos e individuos.
TIPOS Y CARACTERISTICAS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Diversas son las clasificaciones y caracterizaciones de los distintos medios de comunicación. Tal vez la más conocida es la de McLuhan quien distingue entre:
1. Medios cálidos: cuando se dirigen de modo dominante hacia un único sentido, excluyendo la participación de los restantes.
2. Medios fríos: se dirigen más de un sentido, incluyendo al receptor en el propio proceso comunicativo.
RADIO
La radiodifusión se inicia con la producción de ondas electromagnéticas por Hertz (1888). Branly creó el primer cohesor que detectaba las ondas herzianas, Marconi lo perfeccionó y consiguió enviar en 1901 por primera vez señales de Morse por vía inalámbrica. Para 1920 ya se había instalado en Pittsburg la primera emisora norteamericana y tres años después se abría Radio Ibérica en España.
Desde un punto de vista semántico, el medio radiofónico cuenta con un código mixto con sus peculiares leyes y reglas. Según Domínguez Rey,
“Las diversas modalidades radiofónicas que se basan en el silencio, el ruido, la voz y el tiempo de emisión, se actualizan en valores semánticos. El ruido contribuye, como el sonido, a la conformación de la imagen visual o mental del objeto.”
En este lenguaje, “Los contrastes y cromatismo fónico, acentuados por las ondas de FM, acercan, “intiman” o alejan al emisor o al receptor. Las variaciones melódicas, los cortes bruscos, suspensivos, diferentes timbres y tonos, los campos semánticos, sonoros, etc. Vivifican, plastifican el contenido de la emisión”.
Al igual que ocurre con la televisión, el oyente cree que el sonido y la voz son directas: es en realidad una ilusión perceptiva ya que entre el sonido y el resultado en el receptor existen los medios y los transductores. El esquema es similar:
RADIO (micrófono: sonido--- corriente eléctrica---sonido: altavoz
TV (cámara: imagen---corriente eléctrica--- imagen: tubo catódico
Ambos medios se asemejan técnicamente: fuente (sonido o imagen), los transductores que las transforman (emisor, antena y receptor).
A pesar de esta semejanza del circuito, en la radio el punto de partida es una señal completa, la radio transmite el punto de partida: la televisión, sin embargo, lo transforma, crea una imagen, simple cruce de rayos luminosos, conformada por tres imágenes artificiales superpuestas.
McLuhan considera a la radio un medio “caliente” y de los más próximos al receptor: las evocaciones que suscita son profundas, capaces de “transformar al individuo y la sociedad en una sola y misma cámara reverberante”. Como ejemplo recuerda el impacto de la transmisión efectuada por O. Wells en la que simulaba una invasión de marcianos. También en nuestro contexto inmediato, Estévez señala el impacto social, la prontitud y el alcance de este medio- que llega a todas horas y a los lugares más recónditos, con mucho mayor alcance que los demás medios – claramente evidenciado en la noche del 23-F.
La sustancia de expresión lingüística de la radio es la voz y puede decirse que existe una sintaxis y una semántica de la comunicación radiofónica:
- Debido a su carácter lineal, fugaz, la información radiofónica tiende a la redundancia y al matiz ortofónico.
- Dispone la noticia en orden a la claridad: los nombres han de ser claros, el tono coloquial, las cifras “redondas”, el tiempo verbal de la órbita presente del hablante, la actitud informal y distendida.
- El registro del lenguaje es medio, con tendencia al tono conversacional, matizado por “figuras” para llamar o mantener la atención del oyente como aumento o disminución de intensidad, cambio e tono o ritmo en la enunciación , usos no verbales (risa, ruido), muletillas de cadencia.
- Las características formales también vienen determinadas por el tipo de discurso comunicativo: no es lo mismo en una noticia, una entrevista un reportaje un comentario o un debate.
TELEVISIÓN
En 1926 John Baird consiguió la descomposición de imágenes en puntos por parte de una cámara que permitía percibir imágenes borrosas de 28 líneas; en 1934 el ruso Vladimir K. Zwoerykin inventó el iconoscopio, tubo electrónico que permitió la descomposición en centenares de líneas y en millares de puntos. La incorporación de la cámara electrónica y del tubo catódico inventado en 1897 por el alemán K. F. Braun llevaron a la definitiva creación del nuevo medio en 1937: desde la Torre Eiffel se transmitieron varios programas. Estaciones repetidoras, satélites fugaces (Telestar, 1962) y de teledifusión y un sinfín de progresos técnicos permitieron la increíble expansión y presencia de este medio en el mundo entero hasta cotas insospechadas.
Como hemos dicho antes, la comunicación radiofónica y televisiva comparte algunas
Características en relación con la transmisión y los soportes. Sin embargo el objeto nunca es el mismo en el comienzo y en el final de las emisiones televisivas; prueba de ello son las “torceduras”, las intermitencias, el “mariposeo”, la “nieve”, los desdobles, etc. Matras señala algunas particularidades y semejanzas: e televisión como en cine se integran voz e imagen. Así como el micrófono tiene “labios o boca”, la cámara tiene ojos: parpadeo, mirada fija, entrecortada, etc. Las analogías son factibles en ambos sistemas: un zoom repentino vale por un grito o un desmayo, según focalice o desfocalice. Efectos especiales en televisión como el flash-back, los barridos verticales u horizontales – las cortinillas-, la pantalla múltiple, la incrustación –keying-, el diálogo alternante de cámaras, hiatos, sinalefas, puntillismo de imagen, figuras de montaje, etc., producen modalidades de claro valor semántico, tanto en la intención emisora como en la connotación receptora.
La televisión también comparte otro código: el cinético, el movimiento, como ocurre en el arte dramático. Pérez Calderón se refiere a la televisión, por esta variedad de códigos, como “algo poliédrico y multivalente”. La pantalla televisiva es una especie de escenario continuo que incluso admite espectadores en escena (piénsese en la moda de tertulias con público tan vigente hoy en día) por lo que el efecto de realidad resulta más verídico que en cualquier otro medio. A esto contribuye también lo que señala McLuhan como característico del espectador de televisión: el espectador es también una pantalla, no sólo recibe, sino que proyecta sobre lo percibido.
En cuanto a los “modos narrativos”, la televisión participa de los propios del modelo cinematográfico, del radiofónico, del teatral y hasta de la prensa (en el caso de los informativos). Todos los elementos – palabra, voz, imagen, movimiento- deben estar además armonizados y presentes simultáneamente. De lo contrario, producirían extrañeza. Al respecto dice G Diego: “si suprimimos lo sonoro de la televisión, ponemos en ridículo el movimiento y el gesto, náufragos en el vacío que es ahora lo artificial”.
En televisión, palabra e imagen funcionan semiológicamente como significante y significado, o viceversa, al margen de sus propios estatutos lingüísticos, si bien es normal que la palabra ilustra la imagen, lo contrario de lo que suele ocurrir en la prensa, exceptuados los pies de foto. Buena muestra de esta relación: una voz en off sobre una pantalla cero sería un montaje, un recurso narrativo.
CARACTERISTICAS COMUNES DEL LENGUAJE RADIOFONICO Y TELEVISIVO
A pesar de las diferencias determinadas por las peculiaridades del canal, el lenguaje empleado en la radio y en la televisión comparte ciertas características comunes:
- El predominio de la instancia del presente determina varios rasgos: usos temporales limitados (presente, pretérito imperfecto expositivo y pretérito perfecto), brevedad fónica, sintáctica y semántica: tendencia a las oraciones simples o a las combinaciones lógicas elementales (coordinación copulativa, adversativa, distributiva, yuxtaposición, subordinación elemental completiva con queísmos y dequeísmos constantes, temporales, condicionales y causativas); frases cortas ya que las largas “desconectan” al receptor.
- Frecuentes moralizadores y tematizaciones en los diálogos, debates y discursos: se emplea mucha “masa” fónica neutra y sintácticamente irrelevante antes de emitir una idea o contenido no paradigmático. El emisor prepara la recepción del oyente con el tono, cuya credibilidad se proyecta sobre el contenido: esta toma de contacto en la que se destaca y predomina la función fática del lenguaje predispone a la comprensión del contenido.
Ejemplos de modelizadores: es probable, posible, tal vez, quizás, yo pienso, yo creo que; “yo” + oración con otro sujeto, en respuestas; yo, el asunto deja que desear.
Ejemplos de tematizaciones: la cuestión esencial es, lo bueno sería, la mejor evidencia, constatación.
- Frecuentes muletillas: bueno, ya, vale
- El lenguaje se sitúa más en función psicológica y por ello abundan las elipsis, frases incompletas, anacolutos, titubeos, incisos, relajamientos articulatorio en los finales de palabras y de comienzos de oración, abuso de prefijos y sufijos, adverbialización de adjetivos, anglicismos propios e impropios, etc.
- Un uso especialmente peligroso y casi omnipresente es el de la formación de neologismos: abstractos sustantivables, verbos abstractos en –izar, -ificar, y sustantivos postverbales. Sólo un ejemplo basta: democracia – democratizar- democratización.
De las deficiencias e incorrecciones del lenguaje empleados en los medios de comunicación dan cuenta los comentarios de los lingüistas y académicos, pero también los manuales de estilo que han ido surgiendo en el mercado editorial (Agencia EFE, El País, ABC, etc.) El aspecto normativo de estos lenguajes excede el alcance del presente tema por lo que omitimos su inclusión.
BIBLIOGRAFIA
BALLE y EMERY: Los Nuevos Medios de Comunicación Masiva. México. FCE
GARCIA JIMÉNEZ, J.: Televisión, Educación y Desarrollo en una Sociedad de Masas. Madrid. 1965. CSIC
GONZALEZ MARTIN, J.A.: Fundamentos para la Teoría del Mensaje Publicitario. Madrid. 1982 Ediciones Forja
MOLES ABRAHAM: La Comunicación y los Mass-Media. Bilbao. 1965. Ed. mensajero
WARREN, C.N.: Géneros periodísticos informativos. Nueva Enciclopedia de la Noticia. Barcelona ATE. 1975
|