Las personas pasamos por distintas etapas a lo largo de nuestras vidas, etapas
en la que nos enfrentamos a nuevos retos, en la que tomamos decisiones que
marcarán el resto de nuestras vidas y las de las personas que nos rodean.
Cada persona vivirá estas etapas de forma bien distinta y se enfrentará a las
mismas situaciones que los otros, pero eligiendo de forma distinta según
multitud de factores como son la educación, personalidad, sociedad, influencias,
etc.
Así encontraremos que las personas que cuenten con un entorno positivo
enfrentarán los problemas más fácilmente que otra persona que no cuente con
ningún tipo de apoyo, así como las circunstancias personales de cada persona,
educación, trabajo, economía, familia, etc.
Carmen Grimaldi Herrera
jmariohv@yahoo.es
Esta teoría de las etapas evolutivas del ser humano tiene un carácter interactivo ya que intenta relacionar los aspectos internos del individuo con el entorno social y cultural que le rodea.
Para Erikson, cada persona interactúa continuamente con las necesidades que se le plantean y las demandas y la realidad del medio físico donde habita.
Erikson distingue entre ocho etapas, cada una de las cuales plantea una serie de retos y crisis que deben superarse satisfactoriamente para no tener problemas posteriores.
De no hacerlo así estos problemas afectarían a su vida personal y social.
El rango de edad en cada una de las etapas es aproximativo, ya que a veces las personas debido a circunstancias, pueden enfrentarse a retos propios de otra etapa antes de tiempo o al contrario. Así encontramos adolescentes que han perdido a sus padres a una edad temprana y deben enfrentarse al mundo de forma precoz, cuidando a sus hermanos, buscando trabajo, por lo que su entrada en la madurez psicológica y mental será más precoz que la de otra persona que no haya tenido tantos obstáculos.
Para hablar de desarrollo individual debemos tener en cuenta las diferencias que existen entre las personas debido a las variables de su entorno, estas son fundamentales en la actualidad, ya que por ejemplo hay muchos inmigrantes y sus diferencias culturales y sociales marcan una diferencia. No es lo mismo una mujer en España que una mujer en el mundo islamista. O por ejemplo las relaciones que tienen los jóvenes con los mayores también pueden ser totalmente distintas según la cultura de donde provengan, en el mundo oriental, a los ancianos se les venera y respeta mucho más que en las actuales sociedades occidentales.
Otro factor a tener en cuenta es la edad, ya que en las últimas décadas la esperanza de vida ha ido incrementándose paulatinamente, y no es lo mismo tener sesenta años en el año 2000, que sesenta años en la década de los años veinte.
Así como en ciertos países del mundo donde la esperanza de vida es sensiblemente inferior a la media europea, en África desgraciadamente una persona con cuarenta años es considerada un anciano cuando en Europa supone solo el paso a otra etapa. La transición en estos paises ente una etapa y otra va a estar mucho mas adelantada que en un pais desarrollado.
A continuación veremos algunas de esas etapas, concretamente desde la etapa escolar hasta la senectud, tendiendo en cuenta las características físicas y psicológicas.
LA ETAPA ESCOLAR
En esta etapa, los logros más relevantes como, por ejemplo, el movimiento coordinado, el habla y un sinfín de características físicas ya están consolidados en los niños sin problemas.
Por lo tanto, a partir de esta etapa los cambios que se producen hacen referencia, en su mayoría, a los aspectos psicológicos del desarrollo.
La característica más destacable de esta etapa es que el niño entra en el mundo social. En etapas anteriores empezaba a hacer sus primeros intentos de relaciones y de influir sobre lo que le rodeaban para sentir que formaba parte del grupo, para sentirse respetado y querido; pues bien, en esta etapa y en todas las posteriores los aspectos sociales adquieren una gran relevancia.
Sobre los seis años el niño empieza su educación primaria. A partir de esta etapa las exigencias del mundo académico se multiplican y los padres y educadores apelan continuamente a frases como: “Ya eres mayor”, “No te comportes como un niño pequeño”, etc.
Así se intenta empujar al niño a que demuestre que es mayor, tanto en el colegio como en su propia casa. En esta última es cada vez más habitual que tenga obligaciones y deberes y no solo derechos, como ocurría hasta este momento.
El niño procura, cada vez mas, mostrar indicativas a imagen y semejanza de las que ve entre los adultos de su entorno. Tiende a ser igual que sus mayores y además disfruta de su papel de mayor. Se sentirá halagado de que se le pidan cosas adecuadas a su edad y si no es rechazado ni atacado por ello, tendera a mostrarse cada vez mas mayor y responsable.
Pero también puede ocurrir que el niño no se vea recompensado por sus iniciativas, que un tras otra vez sea atacado por mostrarse autónomo o por intentar hacer algo que el cree que le corresponde. En ocasiones se tiende a infantilizar al niño y se le hace sentir como un inútil incapaz de asumir responsabilidades por medio de frases como: “Deja que tú no sabes”, “Quita que eres un crío”, etc. Esta manera de dirigirse al niño puede conseguir potenciar ese sentimiento de inseguridad y reprimir esos intentos por agradar y ser mayor.
De esta manera, el niño podría inhibirse, no mostrar todas sus capacidades por miedo a ser un inútil, no ser capaz, por miedo al fracaso, ya que cuando ha intentado hacer alguna tarea que considera de mayor le han regañado y le han hecho sentir incapaz. Por desgracia este tipo de violencia silenciosa está bastante presente en nuestra sociedad.
Cuando el niño supere con éxito esta etapa se sentirá capaz, competente, preparado para enfrentarse con seguridad y firmeza a los nuevos retos. Podrá equivocarse pero rectificará e intentará solucionar sus problemas con seguridad.
LA ADOLESCENCIA
La adolescencia es una de las etapas más difíciles de la persona y abarca desde los trece hasta los diecinueve años.
Es la etapa del nacimiento social, y a nivel individual supone la creación de la personalidad como dice Erikson.
El adolescente está a medio camino entre niño y adulto. Esta sufriendo constantes cambios no solo físicos sino también psíquicos, tendrá que enfrentarse a continuos cambios y tomar decisiones que a veces marcarán el resto de su vida. Tienen que decidir que van a hacer con sus vidas, estudiar o trabajar, salir con alguien o con los amigos, etc.
Necesita reafirmar su personalidad ante los demás. Se rodea de iguales (amigos) que en esta etapa tienen un significado totalmente distinto al que poseen en otras etapas. Los lazos entre chicos de la misma edad son tan fuertes que a veces chocan con los propios lazos familiares.
Los padres empiezan a quejarse porque sus hijos están más pendientes y consideran más importante lo que piensan sus amigos que lo que piensan ellos mismo. Los padres tienen miedo a las consecuencias de malas influencias sobre el comportamiento de sus hijos.
Los adolescentes pertenecen a grupos propios, que no suele coincidir con las preferencias paternales, como forma de enfrentarse y reivindicar su propia identidad frente a la de los progenitores, si mi padre es de derechas, yo de izquierda, si quiere que salga con un abogado, lo hago con un camarero, etc.
Esto que suele causar innumerables quebraderos de cabeza a los padres, sin embargo es tremendamente positivo para el proceso de construcción de la identidad de sus hijos, ya que sin estos obstáculos no podrían superar las crisis que suelen aparecer en la adolescencia.
Si se enfrenta y supera esta etapa, se sentirá seguro y capaz de continuar formando su propia identidad, con sus propias ideas y creencias.
LA JUVENTUD
Esta etapa abarca desde los veinte hasta los treinta años, es la etapa que todos consideran como la mejor, o por lo menos es así como nos la venden los medios de comunicación.
Es la etapa para poner en practica lo aprendido anteriormente, así los que hayan superado satisfactoriamente las etapas anteriores, con sus cambios físicos y psíquicos, se habrá consolidado y creado su propia personalidad, y habrá comenzado su independencia.
LA MADUREZ
Es una de las etapas mas largas, ocupa de los treinta a los sesenta años. Erikson distingue en dos etapas: primera edad adulta (de treinta a cincuenta) y segunda edad adulta (desde los cincuenta a los sesenta), ya que los intereses y preocupaciones de una persona de treinta no son los mismo que los de una de sesenta.
Es la etapa de la consolidación, ya que se va a sacar provecho de lo aprendido en etapas anteriores. Normalmente se trata de cerrar el círculo, primero se estudia, se trabaja, se tiene hijos y luego se vuelve a educar y ayudar a formar a los nuevos individuos.
Los adultos se convierten así en parte activa de la sociedad, trabajando, participando en la sociedad, la política, etc. y ayudando a las nuevas generaciones con su ejemplo y trabajo.
Distinguiremos dos tipos de personas: aquellas que tienen prestigio social y sirven de ejemplo y aquellas que aparecen como estancadas, incapaces de modificar su vida y entorno y dejándose llevar por su alrededor, convirtiéndose en personas conformistas que se acomodan a las situaciones que enfrentan.
Si una persona supera esta etapa satisfactoriamente, está centrada y equilibrada, por lo que buscará modificar su entorno para hacerlo mas acogedor para el y su familia.
LA SENECTUD
Es la última etapa en la vida de las personas, va desde los sesenta hasta la muerte. Las personas se dan cuenta de que se acerca el final y suelen reflexionar sobre lo que han hecho en esta vida, las cosas buenas y las malas, las cosas que no podrán hacer, etc.
Las personas que hayan llevado una vida satisfactoria llegarán a esta etapa de forma sosegada y tranquila, mucho más que aquellas otras que lo hayan hecho con muchas dificultades.
Hay dos tipos de personas bien distintos:
Aquellos que se comportan de forma altruista, comprometiéndose con los otros, autorrealizándose, recordando con cariño y disfrutando de su familia, amigos, etc. Suelen estar preparados para despedirse del mundo.
Por otro lado están aquellos que no saben enfrentarse al final y se dan cuenta de todo aquello que no han podido hacer, por no haber podido o querido. Estas personas no han superado con éxito las etapas anteriores.
Dentro de este ultimo grupo hay personas que se dan cuenta de lo poco que han ayudado o han hecho algo por los demás, que solo han pensado en ellos mismos, por lo que intentaran autorrealizarse, y aunque se enfrenten a la muerte no de forma satisfactoria, si que podrán hacerlo de forma mas positiva.
CONCLUSIONES
Estas son las distintas etapas de la vida, estas no deben entenderse como una sucesión mecánica, por lo que a veces en una etapa superior aparecen rasgos de etapas anteriores, como en la senectud que aparecen rasgos de la etapa infantil.
BIBLIOGRAFIA
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TORRES VIÑALS, M.: Psicología y salud: una visión integradora de los conflictos psicológicos. Barcelona. EDIUOC. 2006
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