James Larry Vinasco Hernández
jlarry2@hotmail.com
“Si dos individuos
están siempre de acuerdo en todo,
puedo asegurar que uno de los dos
piensa por ambos”
SS. Freud
RESUMEN
El artículo pretende explicar los acercamientos que el Psicoanálisis y la
Sociología han logrado a través de las distintas construcciones y contribuciones
teóricas del comportamiento del individuo en relación a los distintos grupos
sociales donde desarrolla su vida cotidiana. Mas allá de un rechazo de la teoría
freudiana por su perspectiva disímil a las teoría sociológica, aún respecto a la
vida social del individuo, lo que se pretende es la indagación por las
propuestas psicoanalíticas para el análisis del individuo inmerso en la sociedad
desde la mirada que propone la sociología en lo político, lo familiar y desde la
propuesta que realiza Max Horkheimer de la relación terapeuta-paciente, el cual
es preferible denominarlo como coanalizante por razones de su participación en
medio de la terapia en su autodescubrimiento y la elaboración secundaria que
este realiza de los planteamientos del Psicoanalista.
La propuesta es entender el Psicoanalisis en el contexto politico y
sociocultural de su surgimiento y la deconstrucción continua de la teoría frente
a los cambios sociales (globales) en que se suscita realizar estudios
científicos, académicos interpretativos de una realidad cuyos elementos se
conectan entre si.
PALABRAS CLAVES
Sociedad Burguesa, Sociedad, individuo, cultura, instituciones, realidades
externas, realidades internas, represión.
Para entender el Psicoanálisis y sus planteamientos frente a la estructura y los fenómenos sociales es necesario tener presente en primer lugar el contexto histórico en que surgió, una época marcada por grandes y novedosas propuestas en el campo tanto científico como filosófico, siendo la visión freudiana del alma humana la que también haría un quiebre en la manera como era visto el ser humano, su comportamiento y su vida anímica; donde la sexualidad y la vida social del individuo tiene una estrecha relación desde la propuesta del influjo de la libido en el comportamiento del individuo.
Una gran admiración y aceptación despertó en pequeños grupos académicos de Viena y posteriormente en otros países como Francia y Estados unidos, pero las aversiones fueron aun mayores por sus propuestas frente a la conducta humana y la fuerza de las vivencias infantiles en la formación de la personalidad del adulto y sobre todo, la importancia de la sexualidad psicosomática.
Aún hoy, los planteamientos del Psicoanálisis despiertan molestias en círculos académicos y sociales por ser una postura del pensamiento que moldea las realidades desbordantes dentro de conceptos insuficientes para explicarla, pretendiendo dar respuesta a cualquier fenómeno en cualquier dimensión espacio temporal, lo que convierte a la teoría en inexpugnable, cerrada, no susceptible de crítica y por consiguiente fuera del territorio demarcado por la ciencia. En otras palabras coloca el descubrimiento freudiano como algo incontrastable (Popper 1959, citado por Mateus), critica mas frecuente en los círculos académicos e investigativos.
Para Popper, el psicoanálisis no cumple con el requisito, las potenciales instancias refutadoras de la hipótesis de la omnipresencia del inconsciente son descartadas sistemáticamente por explicaciones reduccionistas que ven en los casos excepcionales, por ejemplo en el azar siempre hay algo del inconsciente. Es decir en ningún caso la hipótesis del inconsciente como lugar desde donde el sujeto se manifiesta es falsa, por lo tanto el psicoanálisis y el analista siempre tienen la razón, lo que convierte a la teoría en inexpugnable, cerrada, no susceptible de crítica y por consiguiente fuera del territorio demarcado por la ciencia, coloca el descubrimiento freudiano como algo incontrastable. (Popper 1959, citado por Mateus)
El Psicoanálisis surge a finales del siglo XIX, en la cúspide de la sociedad moderna y en el seno de la era victoriana, un contexto histórico que puede dar luces de ciertas concepciones que de la realidad hace la Psicología profunda. Pero como nueva ciencia o disciplina, (categorías que serian muy extensas para abordar en este ensayo) se vale de un bagaje terminológico y conceptual propio, teniendo en cuenta que todo descubrimiento científico se forma amoldándose a la realidad estudiada o, por el contrario, muy a pesar de esta. Ejemplo de ello es el uso común del termino-concepto sexualidad, cuya interpretación por fuera de la propuesta Psicoanalítica le ha dado a la teoría freudiana el calificativo de Pansexualista por querer resumir toda la vida anímica (inclusive social) a la sexualidad, malentendiéndola e interpretándola como lo fisiológico y lo genital.
Según Roger Bastide (1961:10), el Psicoanálisis incursionó en la mirada social influenciada por las Sociologías psicológicas francesas representadas por Tarde, partiendo del hecho de que el individuo compone la sociedad y por ende es protagonista de los hechos sociales motivados por sus instintos, con lo cual Freud se vio abocado a indagar la relación entre las instituciones y no tuvo más remedio que preguntarse si “las instituciones humanas no provenían sobre todo de esas fuentes secretas y ocultas, y si las más bellas flores de nuestra civilización no nacían, en definitiva, en el equívoco estiércol de nuestra sexualidad.”
Pero, ¿es el Psicoanálisis y sus teorías una propuesta de gran importancia para el análisis de la sociedad actual? Si o no serian respuestas imprecisas y sobre todo, muy cortas para darle posibilidades a la teoría psicoanalítica de propiciar un análisis de la sociedad y del individuo inmerso en ella.
Para Horkheimer, la incidencia del Psicoanálisis en la Sociología, y en el análisis de las sociedades, se expresa en la relación entre lo que él denomina “el medico”, refiriéndose al Analista, y su paciente, relación caracterizada por el método de asociación libre que permite al analista seguir el libre discurso del paciente. Es en este aparte donde el lenguaje ha de ser entendido como un común denominador en toda sociedad, el cual permite al individuo una respuesta heurística frente a sus realidades internas y externas, que son mediadas por las transformaciones sociales y culturales de su entorno y a su vez es un elemento que en la terapia permite estimular el discurso del paciente cuya interpretación tiene como marco el lenguaje de la lógica freudiana (lacan, 1989).
Desde este planteamiento se hace necesario preguntarse por categorías que permitan al investigador social explicar fenómenos que el Psicoanálisis ha interpretado desde sus inicios partiendo de su visión del individuo en las colectividades, su papel y actitudes dentro de las mismas para tratar de acercarse a los orígenes de las conductas propias en contextos sociohistóricos y culturales particulares.
En contradicción, la mirada de Freud a través del individuo sobre ciertos fenómenos de tipo social, como el planteamiento sobre la horda primitiva y la teoría sobre el complejo de Edipo son de corte biologista por su formación como medico neurólogo y el auge de la teoría darviniana. Su biologismo no dejo entrever que algunas de esas interpretaciones como la que hace referencia al complejo, tienen su origen en una construcción social y cultural, en palabras de bastide “es un hecho de la “cultura” (1961: 11).
Con relación a lo anterior, los contextos histórico y social en el que Freud presentó su propuesta analítica y científica, esto es en la sociedad burguesa ilustrada, la teoría psicoanalítica y en especial la Psicoterapia buscó formar en el individuo un comportamiento amplio en conocimientos con lo cual este pudiera modificar su realidad interna evitando así queque recurra a la supresión de los motivos que lo llevan a ajustarse a las realidades exteriores, como lo expresa Horkheimer (1986: 188), pues las motivaciones son el motor del ser humano en la interacción cotidiana consigo mismo y los demás. En palabras de Freud “a fuga resulta ineficaz pues el yo no puede huir de si mismo” (Freud, 1983:153), dando a entender con esto que las represiones han de ser modificadas y no eliminadas del ser humano por la fuerza que le dan al individuo en la toma de sus decisiones.
Hablar de represiones conlleva a tener en cuenta las tendencias sexuales coartadas en su fin, pero ¿Qué relación hay entre sexualidad y formación colectiva?
Freud describe las formaciones colectivas de mano de mano de la sexualidad y los fines sexuales (Freud, 1969: 76). Para él las tendencias sexuales directas son las que derivan las tendencias sexuales coartadas en su fin al encontrar obstáculos interiores y exteriores. En el caso de las exteriores, considerando el origen externo de la sociedad, es donde el individuo encuentra un gran obstáculo para la satisfacción directa de las tendencias sexuales pues encuentra las prohibiciones impuestas por el padre (primitivo) en cuanto a la satisfacción sexual lo cual llevo al individuo a crear enlaces de tipo colectivo:
[…] Dijimos antes que el padre de la horda primitiva, con su intolerancia sexual, condenaba a todos sus hijos a la abstinencia, imponiéndoles así enlaces coartados en su fin, mientras que por su parte se reservaba el libre placer sexual y permanecía de este modo independiente de todo ligamen. todos los enlaces en los que reposa la masa son de la naturaleza de los instinto coartados en su fin. […]
Entonces, desde este punto se puede expresar que, el Psicoanálisis busca que el individuo pueda adaptarse a unas realidades que abarca su vida laboral y social y que a su vez pueda disfrutar sin que se formen conflictos entre estos factores, acá se incluye tanto la sexualidad como la satisfacción del hambre y toda idea de lo estético, en ello queda incluido toda clase de distracción en tanto que permanezca conciente como tal (Horkheimer, 1986:188).
La búsqueda de la conciencia es la constante en la teoría psicoanalítica, pero no la búsqueda del saber sino del profundizar en las realidades en las que el individuo se desenvuelve sin entender las causas y las razones de sus actitudes. Estas realidades son concebidas como objetivas cuyo fundamento es empírico.
En contrapartida a ese planteamiento de inclinación conservadora de cierta estructura social el análisis, según Horkheimer, ha centrado sus fuerzas en denunciar los excesos o ilusiones en los que muchas instituciones, en el caso mas apreciado por Freud, la religión; han hecho caer al ser humano, de ahí que la sociología tiene la posibilidad de entender el análisis como una fuerza intelectual activa en la transición hacia una sociedad que ya no tiene necesidad de ideología,(Horkheimer) pero las ideologías están presentes en toda sociedad que lucha por mantenerse y sostener su dominio sobre un territorio, lograr un éxito en los campos económico, político y social, Horkheimer (1986: 190) expresa frente a esto:
[…] la práctica analítica, aquí en el sentido de la juventud progresista,
ha percibido un modelo decisivo del conflicto de tradición y sobriedad, felicidad y amor, por un lado, y adaptación a la realidad, por otro lado. Exceso y racionalidad son cosas opuestas.
En la burguesía las fuerzas que dieran auge y poder a la cultura no son las mismas que movilizan a la sociedad en la actualidad, elemento presente si el Psicoanálisis quiere validar su teoría hoy. Otros cambios son fundamentales para entender el modo como el psicoanálisis puede servir a la sociología uno de ellos es la estructura familiar actual, la cual no es la misma debido principalmente a la incursión de la mujer en el siglo XX a espacios donde solo al hombre se le era permitido interactuar.
La fábrica se abrió como posibilidad de desarrollo económico individual para la mujer en la posguerra, los métodos anticonceptivos y los movimientos feministas le dieron otra visión al mundo de la mujer y las familias cambiaron en gran manera su estructura patriarcal. En fenómenos como estos es necesario preguntarse por ejemplo que modificaciones requiere las teorías Psicoanalíticas en conceptos como Conflicto Edípico, o las teorías acerca del falo. Esos cambios sociales influyen fuertemente en la psique humana, y en las formas de relacionarse el individuo en los diferentes espacios sociales, el símil que propone Horkheimer es la relación hombre-mujer, caracterizada por la sobrevaloración del hombre como jefe de una familia y de la relevancia de la castidad femenina para la conformación de la misma, siendo una forma tradicional de concebirlas.
Ahora bien, ¿Dónde se desarrollan estas familias?, este es el punto primordial para encontrar la trascendencia de la teoría psicoanalítica en los análisis sociales y en especial en la sociología. Los contextos culturales, políticos, ideológicos, religiosos, son elementos importantes a la hora de profundizar en fenómenos colectivos que encierran actitudes individuales propias de cada sociedad. La idea de colectividad más fuerte era analizada en el entorno de lo que se denominó Nacionalismo, presente en grandes regiones de Europa en el siglo XX, el cual se relaciona con el fanatismo religioso y por ende tenia sus más profundos orígenes en actitudes, o mejor, en formaciones psíquicas individuales. La pregunta de investigación frente a este tema estaría relacionada con la categoría idealización, o endiosamiento en términos de Horkheimer, y entender lo que le sucede a las personas frente a estos fenómenos sociales.
E otros casos, en relación a la familia, es de vital importancia incluir las fuerzas de cambio social con respecto a la producción y la relación individuo-trabajo. Horkheimer habla mas precisamente de la madre abrumada de trabajo que no tenia tiempo para sus hijos, a diferencia de la mujer de la era victoriana en la que desarrollo Freud su teoría de la formación psíquica del individuo (1986: 191).
Hasta este punto tenemos como bases analíticas del influjo del psicoanálisis en la sociología las siguientes:
1. El contexto histórico propio de una sociedad esta relacionado con los postulados Psicoanalíticos, en el sentido teórico como abstracción de la misma e influencia contextual, en el sentido de desarrollo histórico, indirecta. Este análisis histórico es imprescindible para entender en que medida puede ser el Psicoanálisis importante en los análisis de las colectividades.
2. Las categorías han de ser revisadas y contrastadas si se requiere un análisis más acertado con los fenómenos sociales, es decir, una deconstrucción que permita la modificación continúa de la teoría para entender los hechos económicos y políticos en una sociedad en particular, de igual manera con los estudios de la cultura. En otras palabras, la teoría psicoanalítica habría de ser inductiva-deductiva como factor primordial para investigar los fenómenos sociales pertinentes.
3. Otro factor importante es la relación entre la estructuración psíquica del individuo, la formación de la personalidad desde la infancia primera, y los fenómenos presentes en las colectividades. Es necesario tener presente si los actos individuales y los actos colectivos consiguientes tienen una relación directa de causa efecto o parte de esas estructuras individuales son las que influyen en formaciones sociales y las actitudes colectivas particulares.
Si bien, Horkheimer no ahonda en el tema de las patologías y de como entenderlas sin extremos emocionales matizados de racionalizaciones, si plantea que es necesario entenderlas como la inflexibilidad de la sociedad y sus exigencias ante un individuo que pierde sus libertades frente a la sumisión a causas ideológicas que lo alejan de la transformación de su realidad y los determina, no desde su autoconocimiento sino desde unas motivaciones exógenas, limitando en gran manera su autodeterminación según (1986:195). En este punto los mass media y su preponderancia en las sociedades son para él, una clara muestra de la actitud de las colectividades frente a lo que pasa en una sociedad, pues los individuos responden a informaciones sesgadas, en relación a hechos coyunturales, de maneras reactivas y sin procesos de análisis, pues no tienen los medios y las capacidades psíquicas y físicas para hacerlo gracias a su entrega casi absoluta a un trabajo que de igual forma los limita en su autorrealización.
Bastide (1961: 9) se centra en el proceso psíquico de formación del superyo para explicar las represiones de origen social con una mayor caracterización que la hecha por Horkheimer.
Bastide expresa que en la teoría Freudiana de la formación del superyo, instancia psíquica relacionada directamente con el mecanismo de defensa de la represión, supera el biologismo de algunos planteamientos psicoanalíticos, pues plantea que la formación de esta instancia psíquica tiene sus orígenes en las relaciones del infante con su familia como primera institución social, tal y como se menciona en párrafos anteriores en relación con los fines sexuales coartados en su fin:
[…] La sociedad continúa siendo aún exterior al individuo; más que fuerza creadora es obstáculo, y no actúa sino desviando el flujo de la libido o provocando una serie de dolorosos traumatismos. Aun cuando la sociedad se interiorice en forma de Padre introyectado y sublimado, constituye un superyó, un estrato superior del espíritu (dicho sea de paso, inconsciente), cuyas relaciones con el Yo o Ego son aún poco conocidas […]
Todas estas exigencias sociales suponen un individuo con todos los recursos materiales y anímicos para adaptarse con facilidad cualquier entorno social, omitiendo de este modo sectores sociales con mínimas o inexistentes posibilidades de desarrollo como individuos en una sociedad que busca su mejoramiento (perfección?).
No existen fuertes posibilidades y medios para que el individuo se desarrolle desde su infancia como un individuo que aporte su fuerza psíquica a la construcción de una cultura que provea escenarios para la búsqueda de la felicidad y el desarrollo individual y social.
Se suscitan cambios trascendentes en la sociedad y el individuo aparece en ellos como quien pierde el control de su voluntad supeditándola a las exigencias de la economía, la política, la cultura inclusive a la ciencia cuando esta se pone al servicio de las ideologías y los discursos hegemónicos.1
Pero qué pasa con el individuo envuelto en este entramaje social sin otras posibilidades para su desarrollo y su autoconocimiento:
El individuo que no ha pasado a ser combatiente, convirtiéndose con ello enana partícula de la gigantesca maquina guerrera, se siente desorientado y confuso. Habrá, pues, de serle grata toda indicación que le haga más fácil orientarse de nuevo, por lo menos en su interior.
Para Horkheimer (1986:195) la cultura práctica hace a las personas other-directed , no son dueñas de sí mismas no son inner-directed si lo cual es imposible que logren desarrollar sus potencialidades interna y transformar de manera protagónica sus realidades sociales .
Por tal razón, Mirar y aplicar el Psicoanálisis en hechos sociales sin relación a otras disciplinas concentradas en el estudio de la sociedad, es pretender vivir en un oasis en el que escaseará el agua algún día, es petrificarse ante unos fenómenos cambiantes de la realidad que merecen ser tenidos en cuenta para emprender una praxis transformadora del individuo y en cierta manera de la sociedad en la que se encuentra inmerso, en todo el sentido del termino.
Si remitimos las teorías psicoanalíticas solo al estudio del individuo seria olvidar que ese individuo que se enfrenta a una terapia habla de si mismo y de otros en una correlación directa, sería someterlo constantemente a un estado mórbido sin brindarle las posibilidades para su comprensión integral, tanto individuo como actor social, conciente o inconciente, pero movido por un sinnúmero de factores que se le hacen ajenos y de los cuales no conoce ni reconoce siquiera los mas cercanos a su vida social y emocional.
NOTAS
1 Tras la Primera guerra mundial Freud, haciendo referencia a los científicos de su época, señalaba: “El antropólogo declara inferior y degenerado al adversario, y el psiquiatra declara el diagnostico de su perturbación psíquica o mental. pero, probablemente, sentimos con desmesurada intensidad la maldad de esta época y no tenemos derecho a compararla con las de otras que no hemos vivido” (1983: 96).
BIBLIOGRAFÍA
- Batisde, Roger. Sociología y Psicoanálisis, Buenos Aires, Compañía General Fabril editora, 1961, Pp 331
- Freud, Sigmund. El malestar en la cultura, Madrid, Alianza editorial, 1983, Pp 239
- Horkheimer, Max. Sociedad en transición: estudios de filosofía social, Barcelona, Ed. Planeta-agostini, 1986, Pp 214
- Lacan, Jacques. Saber y verdad. Escritos 2. Editorial Nueva Visión.
- Popper, Karl. La lógica de la investigación científica. 1959. Citado por: Mateus, Cirit, El Psicoanálisis y la epistemología Encuentros y desencuentros a la luz de una revisión bibliográfica desde una postura psicoanalítica, en línea: http://psiconet.com/foros/investigacion/mateus.htm, consultado el 21 de Febrero de 2009
|