Eva María Rodríguez Cobos
Los hechos pasados de un pueblo y su forma de vida forjan de manera singular su
historia. Es admirable como una actividad común configura la geografía, la
economía, la sociedad y la cultura de un pueblo. Al noreste de la provincia de
Huelva, Riotinto es conocido por ser diferente al resto de pueblos andaluces.
Diferente y singular por su paisaje, su pasada y estrecha vinculación con la
minería y su legado inglés.
Riotinto es un inmenso enclave minero (y digo “es” porque aunque hace unos años
la actividad minera cesó, el sentir del pueblo, de mis mayores, es minero) en el
que han convergido distintas civilizaciones: tartesios, fenicios, romanos,
árabes, ingleses… De ahí el carácter afable, sociable, solidario y amigable de
su gente, que también se caracterizan por su afán de superación, de lucha, de
reivindicación y de conciencia social y ecológica. Sin duda, características
encomiables para un pueblo de cinco mil años de historia, al que Huelva,
Andalucía y España deberían mirar con admiración y agradecimiento.
jmariohv@yahoo.es
El asentamiento británico en el pueblo de Riotinto hace posible el resurgir de la actividad minera en la zona y la convergencia de dos sociedades diferentes: la española y la británica. De esa nueva realidad aprendimos a:
- Convivir con otra cultura.
- Respetar una forma de vida distinta a la nuestra.
- Respetar otra creencia religiosa.
- Valorar el aprendizaje de una lengua extranjera.
- Mostrar interés y participar en actividades deportivas.
- Adquirir hábitos saludables.
- Mostrarse sensible hacia el medioambiente.
- Dar mayor importancia a la educación de los jóvenes.
Precisamente son éstos, los jóvenes, los que se beneficiaron de la presencia británica a nivel educativo. La preocupación de la Riotinto Limited Company por la educación de los jóvenes no sólo se centró en la población británica sino que también dio respuesta a la formación de los hijos de los trabajadores españoles. Era obligatorio que los niños acudiesen a la escuela y la falta de asistencia, incluso justificada, era severamente castigada, reflejándose en el salario de los padres. Cuando hablar de aprendizaje de una lengua extranjera aún no se contemplaba en nuestro sistema educativo en el siglo XIX, los jóvenes de Riotinto ya aprendían a hablar inglés y a valorar la importancia de su aprendizaje desde un punto de vista social y laboral. A pesar de que la presencia británica no fue positiva en todos los aspectos, la población nativa siempre fue y sigue siendo consciente de la gran labor educativa impuesta por los británicos, que dio lugar a la adquisición de una formación educativa superior a la de la media nacional desde finales del siglo XIX hasta la década de los 70 en el siglo XX.
Nuestra historia y nuestra convivencia con los ingleses forman parte hasta hoy en día de nuestra más marcada seña de identidad. Desde entonces, la educación en valores es un referente en nuestra comarca:
Reconocimiento al trabajo duro.
Tolerancia hacia otras formas de vida y de pensar.
Difusión de valores tales como la solidaridad, la igualdad, el civismo, la cooperación, la constancia, el compromiso…
Respeto a los mayores.
Capacidad crítica.
Sentimiento social y ambiental.
Sentido autocrítico.
Así pues, el estudio e inclusión en el entorno escolar de los temas transversales ha formado y forma parte del sentir de este pueblo. Los jóvenes contrastan los temas transversales con la historia de su pueblo:
• Educación cívica y moral.
Los jóvenes aprender a convivir con sus semejantes y adquieren valores que faciliten dicha convivencia tales como el respeto y la tolerancia. Son conscientes de que su propia historia, la de su pueblo, no hubiera sido posible sin tal entendimiento social. Estudian que en época de los ingleses se produjo una colonización y una transformación social, que culminó con la división del pueblo por sectores sociales. Aún así, la convivencia fue posible gracias a un alto sentido del respeto y del saber estar.
• Educación para la Salud.
Hoy en día se enseña a los jóvenes a llevar una mejor calidad de vida basada en la buena alimentación, el deporte y la higiene personal. Esta educación se ve avalada y reforzada por su historia, ya que es mundialmente conocida la lucha de este pueblo minero por la salud de su gente. Si nos remontamos a la época británcia, el 4 de febrero de 1888 se produjo uno de los hechos más conocido del pueblo: el levantamiento y la protesta de un pueblo para que desaparecieran las llamadas “teleras” (quema de mineral al aire libre que producía humos extremadamente tóxicos para la salud), hecho recogido en la novela “El Corazón de la Tierra” de Juan Cobos Wilkins, natural de Riotinto, que más tarde fue llevada al cine. Destacar también más adelante, la protesta y la lucha para que en Riotinto hubiera un hospital, hoy en día hospital comarcal. No es de extrañar si miramos hacia atrás ya que los trabajadores de la mina sufrían de paludismo, traumatismos, tuberculosis, irritaciones cutáneas, problemas respiratorios, bronquitis, silicosis… Por otra parte, este pueblo es uno de los primeros sitios en el que la población española empieza a hacer ejercicio físico. Riotinto es la cuna del fútbol en España, y además se practicaba tenis, golf, cricket…
• Educación ambiental.
Los alumnos estudian la problemática medioambiental de nuestros días y se conciencian de la importancia de implicarse en la prevención y mejora de dichos problemas ambientales. Se buscan alternativas a la incidencia negativa del hombre en su entorno natural.
Este estudio cobra más fuerza cuando se echa un vistazo al paisaje de la cuenca minera: la flora, la fauna y el suelo quedaron dañados, y aún a día de hoy se observan tales daños. Subrayar también que los acontecimientos acaecidos el 4 de febrero de 1888 dieron lugar a la primera toma de conciencia medioambiental en nuestro país.
• Educación para la paz.
En la escuela conviven individuos de distinta índole: raza, sexo, creencia…, por ello, es el sitio ideal para trabajar aspectos como la tolerancia, la solidaridad, el trabajo en equipo… Los alumnos han de aprender a convivir y a solucionar sus diferencias mediante el diálogo.
Cuando nuestros jóvenes miran hacia atrás, el análisis de los aciertos y errores del pasado les ha de llevar a ser ciudadanos más tolerantes y pacíficos. Sus mayores llevaron a cabo reivindicaciones justas pero violentas, ganaron derechos pero también muchos perdieron la vida.
• Cultura andaluza.
Este tema transversal insta a nuestros jóvenes a incrementar su conocimiento y respeto por nuestra herencia cultural, siendo respetuosos con otras culturas y formas de vida. Precisamente nuestra cultura se ve impregnada por la unión de dos culturas bien distintas: la británica y la andaluza. Tanto es así que hoy en día disfrutamos de dicho asentamiento británico en nuestra tierra: El Muelle del Tinto y La Casa Colón en Huelva y El Barrio Inglés de Bellavista, El Ferrocarril Turístico Minero, La Mina de Peña de Hierro o El Cerro Colorado en Riotinto.
Riotinto es, pues, ejemplo de cultura minera, de unión de pueblos y de lucha por el medioambiente y los derechos sociales. Visitar el pueblo es transportarse a otra época que hizo de Riotinto el corazón de la tierra, una tierra roja de sudor y sangre en un marco de belleza incomparable: montañas perforadas hasta las entrañas, ríos rojos de sangre y extensiones de tierra de colores marrones, ocres y cobrizos trazadas por la mano del hombre. Pareciera que la tierra mostrase su dolor al arrancarle sus más preciados tesoros de oro, plata y cobre.
La unión de dos culturas dispares en un mismo marco laboral y social y la dominación británica en la época victoriana marcan el carácter y la forma de vida del pueblo de Riotinto, aspectos socioculturales arraigados desde entonces y que han perdurado con el paso del tiempo.
BIBLIOGRAFÍA
AVERY, DAVID (1985): Nunca en el cumpleaños de la Reina Victoria. Historia de las Minas de Río Tinto. Barcelona.
COBOS WILKINS, JUAN (2002): “El Corazón de la Tierra”.
COBOS WILKINS, JUAN (2005): “La Huelva Británica”
LUCINI, F. G. (1994). Temas transversales y educación en valores. Anaya. Madrid.
|