Elieser Lastres Rodríguez*
Universidad de Granma, Sede Blas Roca Calderío, Cuba.
Correo: elastresr@udg.co.cu
RESUMEN
Este artículo centra su atención y la importancia del trabajo con las reflexiones de Fidel Castro para la formación de valores morales en los alumnos de Educación Primaria en Cuba. En una primera parte se brindan algunas definiciones de los términos utilizados en el artículo, la importancia de la formación de valores morales en la educación primaria además de algunos requerimientos teóricos metodológicos sobre la formación de valores morales y en una segunda parte se aborda la vigencia del pensamiento de Fidel Castro y su vinculación con la formación del hombre nuevo.
Palabras claves: reflexiones, formación, valores morales.
Abstract
This article focuses its attention and the importance of the work with the reflections of Fidel Castro for the formation of moral values in the students of Primary Education in Cuba. In the first part some definitions of the terms used in the article are given, the importance of the formation of moral values in the Primary Education, besides some theoretical methodological requirements on the formation of moral values and in a second part the validity of the Thinking of Fidel Castro and its connection with the formation of the new men.
Keywords: reflections, formation, moral values.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Elieser Lastres Rodríguez (2020): “Las reflexiones de Fidel Castro. Una contribución a la formación de valores morales”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (marzo 2020). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2020/03/reflexiones-fidel-castro.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/caribe2003reflexiones-fidel-castro
INTRODUCCIÓN
En muchos países de la región la educación no se es capaz de responder a las actuales exigencias políticas, económicas, sociales y culturales de los pueblos por lo que estamos viviendo en un mundo donde se ha impuesto el saqueo, la explotación y las agresiones como parte de la política de la camarilla neofascista que gobierna en la potencia hegemónica. La humanidad enfrenta graves problemas que amenazan con poner fin a la vida del planeta. Nuestro Comandante en jefe Fidel Castro lo ha expresado de manera dramática:
“O cambia el curso de los acontecimientos o no podría sobrevivir nuestra especie”. (Castro, 1998)
Lo más importante que queremos enfatizar es que alcanzar la plena utilización de esta inteligencia solo es posible con las ideas del Apóstol, quien relacionaba la felicidad con la inteligencia y la bondad y, a la vez, la maldad con la torpeza y la infelicidad. Con este propósito Martí nos hablaba de la instrucción del pensamiento y la educación de los sentimientos.
Es por ello que debemos trabajar sobre el fundamento de una educación basada en los siguientes principios:
La cultura general integral, entendiendo que su primera y fundamental categoría es la justicia.
El derecho de acuerdo con el principio martiano: “Existe en el hombre la fuerza de lo justo y este es el primer estado del derecho” (Castro, 2004)(Martí, 1973:234)
La política solidaria fundamentada en el principio martiano: “Con todos y para el bien de todos”. (Martí, 1973:279)
Estos principios hay que forjarlos desde la más tierna edad y en ello influyen tres factores esencia les: la familia, la escuela y la comunidad. Es indispensable movilizar estas tres instituciones y solo se puede hacer sobre el fundamento de la facultad de asociarlas en un empeño por forjar al hombre nuevo de que nos habló Ernesto Che Guevara.
La necesidad de profundizar y fortalecer la formación de valores es una tarea importante hoy más que nunca en todo el mundo y sobre todo en nuestro país, de ello depende salvar la especie humana de una catástrofe que hoy estamos vivenciando. No debemos olvidar que, los problemas globales y principalmente el capitalismo con su sociedad de consumo, convierte el dinero en valor supremo, promueve la enajenación del individuo, resaltando la ética del tener y no la ética del ser, es decir que el ser humano vale y se reconoce por lo material y no por lo que es y hace. El egoísmo y el individualismo son algunos de los motivos que han masificado esta crisis de los valores morales.
DESARROLLO
Ante la gravísima crisis a la que ha sido arrastrada la humanidad por la propia clase burguesa que un día se levantó como estandarte en la lucha por sus intereses, el ideal del triunfo de la razón y las banderas de la libertad, la igualdad y la fraternidad, los cubanos nos honramos con el riquísimo caudal de las ideas de Fidel Castro, que sin pedir nada material a cambio ha entregado su vida a la lucha por la libertad de un pueblo, porque se formen a las nuevas generaciones inculcándoles valores morales que hoy tanto necesita el mundo, un hombre que ha mantenido una posición firme de patria o muerte ante el más poderoso imperio jamás conocido en la historia, un fiel seguidor de las ideas de José Martí y capaz de enaltecer y mantener una revolución como la que él soñó.
Esta estratégica misión, será cumplida por los educadores de todos los tipos y niveles de educación de nuestro país guiados por las palabras de nuestro comandante en jefe en su discurso del primero de septiembre de 1997, cuando señalo: “Para nosotros es decisiva la educación, y no solo la instrucción general, inculcar conocimientos cada vez más profundos y amplios a nuestro pueblo, sino la creación y la formación de valores en la conciencia de los niños y de los jóvenes desde las edades más tempranas, y eso hoy es más necesario que nunca”.(Castro, 1997)
En los alumnos de la educación primaria, se evidencia insuficiencias en la formación de valores morales los cuales limitan los modos de actuación asociados a determinados valores. A pesar de contar con los programas de estudio, el contenido ideo político de cada asignatura, el trabajo que realiza la organización pioneril, los nuevos medios de enseñanza y la preparación de los maestros y profesores, es insuficiente la asistencia a actividades políticas planificadas, la mayoría de los casos no conocen ni leen los discursos de Fidel y de igual forma ocurre con las reflexiones, las mismas no se trabajan en las clases de Historia de Cuba a pesar de su contenido histórico. El autor teniendo en cuenta estas insuficiencias se planteó el siguiente objetivo de investigación: Proponer un conjunto de actividades que contribuya a la formación de valores morales en los alumnos de Educación Primaria ,a partir del análisis de las reflexiones de Fidel Castro.
Para desarrollar este trabajo se utilizaron diversos Métodos de investigación, tanto teóricos, empíricos como matemático
Métodos teóricos
Análisis documental: Permitió obtener la base teórica para el trabajo con diferentes documentos actuales sobre el tema, con el objetivo de conocer las orientaciones concretas que se den con relación al empleo y el estudio de las fuentes filosóficas, pedagógicas, psicológicas, que permiten fundamentar técnicamente el trabajo, en cuanto a la formación de normas de conductas y valores morales en los alumnos de Educación Primaria.
Análisis- síntesis: Son dos procesos del desarrollo cognoscitivo muy importantes en la investigación, se utilizó con el objetivo de obtener información especializada sobre los temas que se van a trabajar, el análisis de las reflexiones de Fidel.
Histórico - lógico: Se utilizó con el objetivo de conocer los valores que se van a formar en los educandos a partir de las actividades propuestas.
Modelación: Permitió preparar un conjunto de actividades, que contribuyan a la formación de valores morales.
Métodos empíricos.
Observación: Se utilizó para recoger información acerca del objeto de estudio utilizando como vía fundamental la percepción, que permite un reflejo inmediato y directo de la realidad a indagar.
Encuesta: Permitió conocer las opiniones que sobre la formación de valores qué poseen los maestros y alumnos seleccionados en la muestra.
Método matemático.
Estadística descriptiva: Permitió la recogida de información sobre un determinado aspecto o problema con el objetivo de caracterizar los conjuntos de datos numéricos, para poner de manifiesto de forma gráfica o analítica las propiedades de la muestra seleccionada.
La novedad de este trabajo, radica en la elaboración de la propuesta de un conjunto de actividades, con la intencionalidad de formar valores morales en los alumnos de Educacion Primaria, utilizando las reflexiones de Fidel Castro.
La formación de valores morales (Nancy Chacón Arteaga 2002), se refiere a “un proceso educativo en el que el contenido axiológico de determinados hechos, formas de ser, manifestación de sentimientos, actuaciones o actitudes humanas, con una significación social buena, y que provocan una reacción de aprobación y reconocimiento (vigencia), en el contexto de las relaciones interpersonales, trascienden a nivel de la conciencia individual del niño o el joven” (Chacón, 2002:106)
La escuela tiene como tarea fundamental garantizar la formación de valores mediante la educación político-ideológica y moral de los alumnos. La nueva estructura de las escuelas secundarias básicas, en las cuales un profesor asume la responsabilidad de guiar un grupo de 15 alumnos, trabajar con el colectivo, con el entorno que los rodea, con la familia y con otros factores que influyen directa o indirectamente en su formación como individuo, solo entonces se lograrán cambios favorables en su accionar, en cada momento y ante disímiles dificultades. Este individuo que se está formando, podrá contribuir cada día a la creación de la sociedad que se desea, actuando humanamente y materializando cada idea revolucionaria que se haya formado en él.
El profesor juega un papel determinante en este proceso de formación. El trabajo con cada uno de los alumnos es fundamental. Esto dará la medida de en qué y cómo se debe influir en su forma de pensar y actuar; las convicciones que posee y los elementos más débiles que se deben reforzar. Este es un elemento de gran trascendencia, ya que si importante es trabajar con el colectivo, más importante aún es trabajar con cada alumno de forma individual para poder formar valores morales.
Valor moral: “Expresa la significación social positiva, buena, en contra posición al mal, de un fenómeno (hecho, acto de conducta), en forma de principio, norma o presentación del bien, lo justo, el deber…, con un carácter valorativo y normativo a nivel de la conciencia, que regula y orienta la actitud de los individuos hacia la reafirmación del proceso moral, el crecimiento del humanismo y el perfeccionamiento humano.” (Chacón, 1999:16)
Patriotismo: Es la lealtad a la historia, la patria y la Revolución socialista, y la disposición plena de defender sus principios para Cuba y el mundo.
Humanismo: Es el amor hacia los seres humanos, y la preocupación por el desarrollo pleno de todos sobre la base de la justicia.
Solidaridad: Es comprometerse en idea y acción con el bienestar de los otros: en la familia, la escuela, los colectivos laborales, la nación y hacia otros países. Es estar siempre atento a toda la masa humana que lo rodea.
Responsabilidad: Es el cumplimiento del compromiso contraído ante sí mismo, el colectivo y la sociedad.
Laboriosidad: Se expresa en el máximo aprovechamiento de las actividades laborales y sociales que se realizan a partir de la conciencia de que el trabajo es la única fuente de riqueza, un deber social y la vía para la realización de los objetivos sociales y personales.
Honradez: Se expresa en la rectitud e integridad en todos los ámbitos de la vida y en la acción de vivir de su propio trabajo y esfuerzo.
Honestidad: Se expresa al actuar de manera sincera, sencilla y veraz. Permite expresar un juicio crítico y ser capaz de reconocer sus errores en tiempo, lugar y forma adecuada, para contribuir al bien propio, colectivo y de la sociedad. Es lograr armonía entre el pensamiento, el discurso y la acción.
Justicia: Es el respeto a la igualdad social que se expresa en que los seres humanos sean acreedores de los mismos derechos y oportunidades, sin discriminación por diferencias de origen, edad, sexo, ocupación social, desarrollo físico, mental, cultural, color de la piel, credo y de cualquier otra índole.
Dignidad: Es el respeto a sí mismo, a la patria y a la humanidad. (Chacón, 1999:17)
A partir de este criterio se puede decir que los valores morales son los elementos positivos del pensar humano que se evidencian en el accionar del ser social ante un hecho o acción negativa, presentándose en forma de principios y convicciones a nivel de conciencia, que prevalecen involuntariamente regulando y orientando la actitud de los individuos hacia el mejoramiento humano y el progreso de la moral del individuo.
En la enseñanza primaria, los niños deben apropiarse de los valores como formaciones complejas y sistema que constituyen, no se debe trabajar aislada o fraccionadamente en su formación, pero solo se podrán interiorizar e incorporar al quehacer cotidiano si se da a conocer lo que cada valor en particular significa, haciendo ver la estrecha relación existente entre unos y otros y su estrecho vínculo con los sentimientos, actitudes, cualidades y motivaciones personales; en todo este proceso de formación de valores, desarrolla un papel protagónico el maestro como rector del proceso de enseñanza aprendizaje y eje central de la relación escuela-familia-sociedad.
El profesor tiene que trabajar arduamente para lograr resultados positivos en su labor en la escuela, para esto, debe ser ejemplo, demostrar amor por su trabajo, conocer los intereses y necesidades de los alumnos, así como los de la familia y las características de la comunidad en que se desarrollan. En la medida que cada entidad realice su trabajo de manera consecuente, se logrará el objetivo al que se aspira en la formación de valores en los alumnos.Todo lo que el profesor hace en la clase y fuera de esta, por la educación y la formación de los alumnos sobre la base del sistema de valores morales, conlleva a la integración de estos a la sociedad como ciudadanos activos, transformadores, sensibles ante lo bello, lo bueno y lo humano, capaces de defender y continuar el proyecto social emprendido por el pueblo cubano y muchos otros aspectos que deben dar una formación integral al alumno.
¿Qué componentes debe atender el educador para contribuir a la formación de valores?
La unidad entre lo cognitivo, lo afectivo-volitivo, lo ideológico y lo actitudinal en las experiencias morales acumuladas en las relaciones y la conducta de la vida cotidiana en todo tipo de actividad.
¿Cuáles son las etapas del proceso de formación de valores?
Formación de las nociones respecto a los significados positivos, marcadamente afectivos(en las edades tempranas), la ampliación de estas nociones en significados individuales, asociados a lo afectivo y el pensamiento abstracto, juiciosos de valor (escolares de primaria) en su relación con los significados sociales, tendencia a la autodeterminación (adolescentes de secundaria básica), asunción y construcción interna de los significados socialmente positivos en forma de escalas de valores y convicciones personales (en la juventud).
En la medida en que tales sentimientos y actitudes se vivencia una y otra vez por el niño o joven, en las relaciones humanas con los demás y en las actitudes ante las exigencias de la vida y la realidad, se arraiga cada vez más profundamente la significación social buena y progresiva del contenido de estos valores, desarrollándose un proceso interno de construcción de su propia escala de valores personales en su conciencia y ejerciendo importantes funciones orientadoras, valorativa y normativa, entre otras, por medio de las cuales se realiza la regulación y autorregulación moral de la conducta .
Según la Dra. Nancy Chacón Arteaga “la determinación de estos principios tiene como fundamento la concepción filosófica, dialéctico materialista sobre la naturaleza espiritual e ideológica y la esencia histórico social de los valores. Los mismos son criterios de partida esclarecedores y orientadores para el desarrollo de la actividad educacional de los maestros, los principios sociológicos apuntan hacia la naturaleza y esencia de los valores como un fenómeno de la vida espiritual e ideológica de la sociedad y el individuo , los principios pedagógicos están dirigidos a la concepción, los procedimientos metodológicos y las vías fundamentales para el tratamiento de los valores en proyectos pedagógicos de la práctica educativa de nuestra realidad escolar de una forma coherente y sistémica”. (Chacón, 2002:141)
En el contexto cubano desde fines del siglo XVIII se comienza la lucha ideológica por la formación de un hombre con características nuevas y sobre el papel de la educación y la instrucción escolar para lograrlo. Estas ideas en las que se destaca José Martí en el siglo XIX son asumidas con carácter creador por Fidel Castro y Ernesto Guevara desde los mismos inicios de la Revolución e incluso desde el período insurreccional. Ocupados ambos por el porvenir de las nuevas generaciones y la necesidad de educarlos en ideas éticas totalmente diferentes, se afanan por desarrollar elementos teóricos al respecto y sobre todo de realizar las acciones prácticas necesarias para transformar lo más rápido posible la mentalidad del pueblo.
Refriéndose a la formación del hombre nuevo, Fidel le expresaría el 28 de junio de 1987, al periodista Gianni Miná:
[…] una sociedad nueva tiene que crear una conciencia nueva; un proceso revolucionario socialista tiene que crear un hombre también nuevo. Ese hombre nuevo, en esencia, tiene que ser mucho más solidario, mucho más altruista, mucho más desprendido; tiene que ser un hombre capaz de ver a todos los demás como a su hermano, igual que alguien mira a su hermano. A veces vemos que en el capitalismo ni siquiera el hermano carnal respeta al hermano o no quiere al hermano. Nosotros postulamos algo que lo suscribe también la doctrina cristiana: la hermandad entre los hombres, la solidaridad, el desinterés, la generosidad, a lo cual añadimos una educación elevada, una alta preparación técnica, una conciencia patriótica, una conciencia internacionalista […] (Miná, 1987:5)
La preocupación de este líder de nivel mundial por el tema se debe esencialmente a que en ello está la esencia de la perdurabilidad del sistema social más justo hasta ahora existente en la historia y junto con ello la perdurabilidad de la especie humana y sus más caras conquistas.
Cuba, potencia educacional, ha logrado grandes cambios en el modo de sentir, pensar y actuar de sus ciudadanos sin dejar de reconocer que aún existe insatisfacción por lo logrado sobre todo porque lo que es esencial en este ser nuevo que debe generar el socialismo es que las nuevas cualidades sean patrimonio de todos y no de algunos pocos individuos como sucedió en las sociedades de siglos anteriores y de los que lo precedieron. La sociedad y el hombre en el socialismo se van perfeccionando mutuamente e incluso ambos sufren desequilibrios y retrocesos reales y aparentes e indudables avances, Cuba también ha sufrido los mismos. En los avances ha estado presente la obra orientadora de Fidel Castro, quien supo enriquecer su pensamiento con las ideas de Martí, Marx, Engels, Lenin, y las propias experiencias de la historia patria. Como pocos, estudia nuestras guerras independentistas y saca de ellas profundas conclusiones en lo político y lo militar, reflexiona en torno a la historia con visión de futuro.
Para Fidel la Revolución se basa en principios, en ideas, que se convierten en conciencia de toda la nación. Por eso, abre paso al mérito verdadero, a los hombres que tienen valor e ideal sincero, a los que exponen el pecho descubierto y toman en la mano el estandarte, a los hombres moralmente limpios que ponen por delante desde el primer momento sus leyes revolucionarias, leyes que son principios morales, a los hombres de firmeza inquebrantable, de elevada disciplina, de vida y organización rebeldes; de fe en los ideales, al pueblo y las posibilidades del triunfo. Se toma a Fidel Castro por ser una de las figuras más trascendentales para la historia de nuestro país no solo por la importancia que ha tenido en el desarrollo de nuestro proceso revolucionario, sino por la importancia de su pensamiento para resolver los problemas actuales con la fe de que un mundo mejor es posible.
Conocer a Fidel, es conocer al Fidel líder y combatiente, no solo el de la Revolución y del pueblo cubano, sino también de las libertades de los pueblos latinoamericanos, al más genial de los estadistas de nuestro continente en el siglo XXI, al defensor de los pobres, de los oprimidos de la tierra, al pensador de visión sin límite, que lucha por lograr el equilibrio del mundo. Se le ha de reconocer y proclamar que es imposible encerrarlo en los estrechos límites de lo cubano, su pensamiento está dirigido a dar en todo momento enseñanza a partir de su ejemplo y actuación que permite la formación de valores.
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
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