Víctor Hugo Villavicencio Redrobán*
Jeverson Santiago Quishpe Gaibor **
Universidad Politécnica Salesiana, Quito - Ecuador
Correo: vvillavicencior@est.ups.edu.ec
Resumen
Este trabajo de investigación tiene como finalidad el dar a conocer los valores que se profesan en el deporte del rugby en cada aspecto, sea entrenamientos, vestidor, partidos oficiales o de desarrollo y después de cada partido para posteriormente resaltar como esto ayuda especialmente a los jóvenes en su formación personal al practicarlo continuamente y hacerlo un estilo de vida. Para esto se hizo uso de diferentes investigaciones realizadas a lo largo de los años que demuestran que el rugby no solo es un deporte de contacto más, sino que, todo lo contrario, busca inculcar en los más pequeños y en los adultos el respeto tanto por el rival, por su superior (entrenador, arbitro, etc.), por sí mismo; la solidaridad con sus similares, la integridad o inclusión que es algo fundamental para la estructura del juego y para la vida misma; la pasión tanto por el juego como por cada aspecto de la vida del jugador, generando un apego emocional y un sentido de pertenencia al equipo, a su familia, a su comunidad y, finalmente, la diciplina que es importante dentro y fuera del campo, y se refleja a través del cumplimiento de las leyes y regulaciones fundamentales del rugby.
Palabras Claves: Deontología, deporte, desarrollo, ética, jóvenes, rugby, valores.
A SPORT CALLED RUGBY AND ITS CONTRIBUTION TO THE DEVELOPMENT OF YOUTH ETHICS
Abstract
This research work aims to publicize the values that are professed in the sport of rugby in every aspect, whether training, dressing, official or development matches and after each game to later highlight how this helps especially young people in their personal formation by practicing it continuously and making it a lifestyle. For this purpose different researches carried out over the years were used show that rugby is not only one of many others sports of contact, but, on the contrary, seeks to instill in the little ones and adults the respect for both the rival, for their superior (coach, referee, etc.), for themselves; solidarity with their peers; integrity or inclusion that is fundamental to the structure of the game and to life itself; the passion for both the game and for each aspect of the player's life, generating an emotional attachment and a sense of belonging to the team, its family, its community and, finally, the discipline that is important inside and outside the field, and is reflected through compliance with the fundamental laws and regulations of rugby.
Keywords:Deontology, development, ethics, rugby, sports, values, youth.Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Víctor Hugo Villavicencio Redrobán y Jeverson Santiago Quishpe Gaibor (2019): “Un deporte llamado Rugby y su aporte al desarrollo de la ética de los jóvenes”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (noviembre 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2019/11/rugby-etica-jovenes.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1911rugby-etica-jovenes
En la actualidad, en un mundo globalizado donde el trabajo es cada vez más demandante y queda menos tiempo para la familia, los padres se ven menos involucrados en la crianza de sus hijos, para lo cual los matriculan desde una muy temprana edad en centros que brindan apoyo a esta ardua tarea como son las guarderías o centros educativos especializados. Pero, aunque dichos establecimientos son vistos como una ayuda sustancial, no siempre pueden darse el trabajo completo de asegurarse que, en el niño, y posteriormente en el adolescente, se haya enraizado adecuadamente un conjunto de valores y buenos hábitos que solo en una familia se pueden garantizar. Teniendo en cuenta también que se puede percibir que, en el entorno de la comunidad, muchos de estos valores de antaño o buenos hábitos de convivencia se han estado perdiendo paulatinamente de generación en generación, se viene planteando una problemática recurrente sobre cómo se puede corregir este síntoma que presenta la sociedad actual y que pone en franco riesgo el crecimiento adecuado y seguro de los niños y jóvenes de las siguientes generaciones.
Es precisamente en este contexto que se presenta al deporte del rugby como una buena alternativa para ayudar a desarrollar en los más pequeños y adolescentes una ética y una moral que los acompañarán el resto de sus vidas y que, además, pretende hacerlos miembros activos en la sociedad que a su vez aportan con estas enseñanzas a sus semejantes en cualquier ámbito en el que se encuentren.
Muchas y muy variadas son las historias que cuentan los orígenes del rugby. Tradicionalmente, de entre todas estas, ha destacado la historia de William Webb Ellis, un estudiante que, durante un partido de fútbol, harto de ver cómo su equipo perdía, decidió coger el balón con las manos y llevarlo hacia la portería de sus rivales. Este hecho ocurrió en 1823 en el Rugby School, lugar por el que el deporte recibe su nombre. Lo cierto es que esto tiene un carácter más legendario y mítico que verdadero. No se tiene constancia de que esta situación fuera verdad, ya que el único dato escrito que se tiene del acontecimiento se escribió en 1880, casi 60 años después. Pese a esto, el trofeo de la Copa del Mundo se llama en honor a este estudiante: Copa William Webb Ellis. Gracias al nacimiento de los grandes imperios y a los movimientos migratorios del siglo XIX el rugby tuvo un gran impulso. Nueva Zelanda, Sudáfrica, Australia, los países del Pacífico, Argentina o Uruguay serán receptores del rugby. En la actualidad se dice que las colonias han superado rugbísticamente hablando a las metrópolis. Hoy en día se juega entre Nueva Zelanda, Sudáfrica, Australia y Argentina el Rugby Championship, anteriormente conocido como el 3 Naciones ya que Argentina no participaba. Pese a que estas selecciones tienen un amplio recorrido temporal este torneo existe tan solo desde 1996. (Escario Gómez, 2018). A mediados del S. XIX, el rugby fue llevado a E.E.U.U., y allí se había popularizado ya el fútbol (Soccer), por lo que pronto, surgió otro deporte mezcla de fútbol y rugby, el llamado Fútbol Americano, con reglas formuladas hacia 1870 por los jugadores del equipo de la Universidad de Harvard.(PlateaPntic, n.d.).
Desde los orígenes mismos del rugby y el fútbol actual, a mediados del siglo XIX, se definieron como el alter ego del otro: fuerza contra habilidad; juego limpio contra juego desleal, etc.(Galindo, 2007). Un antiguo dicho británico dice que "el fútbol es un juego de caballeros jugado por villanos y el rugby es un juego de villanos jugado por caballeros".(Henderson, 2005) En el rugby es característico el respeto a las reglas que deben practicar tanto los jugadores como el público, y las decisiones del árbitro rara vez son discutidas por los jugadores. Además, se fomenta la sociabilidad, dándose generalmente entre compañeros de equipos y oponentes una cordial reunión después de los partidos, denominada tercer tiempo, junto con los árbitros, entrenadores y parte del público, para hablar acerca del partido.
La historia del rugby en Ecuador es joven. Hay que viajar unos años atrás para situarse en el 2008, gran época donde se constituyó la Federación Ecuatoriana de Rugby, gracias al empuje del Comité Olímpico Nacional. En una nueva edición de "América Ovalada", su desarrollo y presente. Si bien ese año fue muy importante, vale destacar que tiempo atrás ya se disputaba el deporte de la ovalada entre dos equipos, Nómadas RC en Quito y Monos RC en Guayaquil. Los mismos eran conjuntos formados por extranjeros que jugaban en sus países de origen. Dichos integrantes eran directivos y trabajadores de empresas internacionales: ingleses, irlandeses, australianos, neozelandeses, estadounidenses, argentinos y españoles.
Ya en el 2010, la Confederación Sudamericana de Rugby los reconoció como miembro asociado, y un año después el Ministerio de Deportes del Ecuador les concedió la personalidad Jurídica. El deporte de la ovalada se ha desarrollado más en cuatro provincias: Imbabura (Ibarra), Pichincha (Quito), Azuay (Cuenca) y Guayas (Guayaquil). (Otaegui, 2013). El rugby ecuatoriano nació con cinco clubes quiteños y hasta la fecha se han venido jugando campeonatos anuales. Con el paso del tiempo, el Rugby en Ecuador ya tiene 22 equipos a nivel nacional.(Metro Ecuador, 2019).
Desde hace algunos años se ha venido viviendo un desentendimiento entre la Federación de Rugby del Ecuador (FER), máximo órgano rector del rugby en el país, y la gran mayoría de equipos que son parte de este deporte, esto en gran parte por la forma en la que fue elegida la nueva administración de la FER que, a criterio de muchos, no se siguió el proceso adecuado y por tanto no la reconocen como tal. La historia reciente empieza cuando el antepenúltimo presidente de la Federación Ecuatoriana de Rugby subrogó temporalmente dos veces el cargo a su vicepresidente, una en 2016 y la otra en 2017. Esa nueva administración (la penúltima) creó sin aprobación de la Asamblea (como mandan los estatutos) un nuevo logo para la Federación y el 19 de agosto de 2016 lo lanza en una cuenta paralela en redes sociales. Esta es la razón de por qué en Facebook existen 2 cuentas de la Federación Ecuatoriana de Rugby, explicación que era necesaria desde hace tiempo ya que esas cuentas son la cara visible (las caras visibles) del rugby ecuatoriano en el país y en el exterior. Este cambio de logo desencadenó un conflicto por los derechos de manejo de imagen de la FER y se sumó a una lista de disputas internas sin resolver como los temas de los informes económicos jamás presentados, el proyecto de rugby de Monte Sinaí y muchos más.
En noviembre de 2017, se convoca a una asamblea y se elige un nuevo directorio con la participación de la mayoría de los clubes del Ecuador, cuando este directorio presenta los papeles para el registro ante el Ministerio del Deporte, se le informa que la FER está intervenida y la elección del directorio queda sin efecto. Hasta el momento se desconoce si esa intervención fue producto de una solicitud individual o de una iniciativa estatal, así como tampoco se conoce hasta ahora ningún informe o resultados de la intervención. ¿Qué pasó con el POA 2018 que estaba aprobado?, ¿Qué se hizo con esos dineros?, ¿A quién se pagó con esos fondos?
En julio de 2018, luego de varios meses de incertidumbre durante la intervención, se realizan elecciones del directorio de la FER en Guayaquil “convocadas” por la interventoría. No hubo un comunicado oficial ni una citación formal a los clubes, muchos se enteraron de la elección unos pocos días antes y organizaron viaje de apuro y otros no pudieron ir. En esta elección el presidente es elegido por 3, si, 3 clubes de los 25 que existen en el país; ¿por qué? Porque de los 25 clubes solo 12 están constituidos legalmente y a la mayoría de esos 12 clubes la interventoría no les permitió el acceso a las elecciones alegando que no tenían su afiliación a la FER en regla, ¿de haber sido esa la situación, por qué la interventoría no informó con tiempo a los clubes para que actualizaran su documentación?
¿El resultado? El actual presidente electo con los votos de 3 de los clubes de todo el Ecuador es el mismo presidente de la penúltima administración y es el mismo vicepresidente de la antepenúltima administración, quien a su vez nombra a un gerente deportivo (cargo que no existe en los estatutos) quien también viene de dos administraciones atrás en la FER y que está relacionado con el manejo de temas que necesitan ser aclarados.(Alvarez, 2018)
El actual campeonato ecuatoriano de rugby, organizado por la Asociación de Rugby de Pichincha (ARP) se viene desarrollando desde el 8 de junio del 2019, con la notable presencia de 114 jugadoras repartidas en varios equipos femeninos.
Para poder entender el aporte de este deporte a los niños y jóvenes primero hay que diferenciar de manera muy explícita el significado de dichas palabras, siendo la moral el conjunto de principios, criterios, normas y valores que dirigen nuestro comportamiento, viéndose como una especie de brújula que nos orienta, nos dice cuál es el camino a seguir y guía nuestras acciones en determinada dirección; mientras que se tiene a la ética como la reflexión teórica sobre la moral, encargada de discutir y fundamentar ese conjunto de principios o normas que constituyen nuestra moral. Moral y ética se plantean cuestiones distintas, mientras que la moral tiene que ver con el nivel práctico de la acción y trata de responder a la pregunta ¿qué debo hacer?; la ética tiene que ver con el nivel teórico de la reflexión y trata de responder a preguntas del tipo ¿qué es la moral? ¿cómo se aplica la reflexión a la vida cotidiana? (“Diferencia entre Etica y Moral,” n.d.).
Así, sabiendo que la moral es un conjunto de valores que guía nuestro comportamiento, se pueden nombrar cinco valores, siendo el respeto un principio sagrado y que, juntos, definen el carácter y la ética de este deporte tanto dentro como fuera del campo de juego.
La primera lección que recibe un jugador de rugby cuando comienza en este deporte es la del respeto por los compañeros de equipo, adversarios, árbitros y los que participan en el juego.
El árbitro es la ley en el campo y sus decisiones son incuestionables, las tensiones ocurridas en el terreno de juego se solucionan en el terreno de juego, es la razón por la que después de cada partido el equipo vencedor hace un pasillo y aplaude a los perdedores y viceversa.
Además, hay una tradición llamada “el tercer tiempo” que es un momento tras el partido en el que los equipos rivales comparten, fraternizan y disfrutan de comida y bebida a los que generalmente invita el equipo anfitrión. Es un tiempo destinado a fraternizar, comentar el partido o charlar sobre otros rivales. Ya lo dice el refrán: A barriga llena, corazón contento.
La honestidad y el juego limpio son los pilares sobre los que se apoya la integridad en el Rugby. Aunque es un deporte donde la fuerza se ejerce sobre el contrario para obtener la pelota, lo importante de esto es que esta fuerza nunca puede ser utilizada para lastimar al rival. Es un aspecto que hace tan admirable este deporte, porque este valor está presente siempre gracias al compromiso de árbitros y rugbiers.
Uno de los valores que tienen en común los deportes de equipo, la capacidad de generar un sentido de pertenencia a algo que tiene el Rugby es una de sus grandes bases. La pasión de jugadores y aficionados al Rugby genera empatía, entusiasmo y vinculación a la gran familia del Rugby mundial.
Si algo tiene el Rugby es la capacidad de crear el sentimiento de grupo, los lazos que se forjan dentro del juego suelen ser fuertes y duraderos porque nacen en un marco de trabajo en equipo y lealtad. Quién no quiere disfrutar rodeado de compañerismo, trabajo en equipo y compañeros leales sin importar colores, razas o pensamientos. (Blog Casco de Rugby, n.d.). El compañerismo y la solidaridad son, si cabe, sentimientos más exaltados en el rugby. O se está unido, o cualquier factor externo puede quebrar el partido y la energía del equipo. Un gesto solidario que trascendió a la prensa internacional fue protagonizado por la selección española de rugby en 2016. Se encontraban concentrados en Fiyi (pagado de sus bolsillos) para preparar el torneo internacional de Hong Kong. El ciclón Winston, que fue devastador, estaba a punto de llegar a Fiyi y los jugadores no se lo pensaron dos veces; dejaron sus tareas para ayudar a los locales a rellenar sacos de arena para intentar frenar, dentro de lo posible, la entrada del mar.
En el rugby, jugadores de diferentes físicos, destrezas, géneros y edades tienen la oportunidad de aportar sus habilidades al conjunto del equipo. Es la disciplina lo que garantiza que todos los participantes tengan un gran conocimiento y comprensión de las normas y valores del juego. (Blog Cambrlis Park, 2018). Los rugbiers tienen claro a través de las leyes, regulaciones y valores, el camino a seguir y lo hacen sirviéndose de la disciplina. Un hecho que aplican no solo en el campo de juego sino también fuera de él.
El Rugby educa y prepara para enfrentar nuestra vida. No solo pones al límite tu físico, también ejercitas tu mente en el arte de la disciplina, el respeto, la solidaridad, la integridad y la pasión. Todos conceptos 100% aplicables a cualquier aspecto de nuestras vidas. Quienes conocen bien este deporte saben plantar cara a sus miedos, practican con naturalidad la solidaridad, respetan a sus semejantes y tienen un alto nivel de resiliencia.(Blog Casco de Rugby, n.d.)
Actualmente ya no existe un machismo deportivo, pero décadas atrás ha existido en todos los deportes del mundo. Esto implica que cuando una mujer o un grupo de mujeres realizan un deporte se veía mal o de distinta forma que cuando lo hacen los hombres. El rugby, desde sus inicios, siempre ha estado considerado un deporte fuerte, de mucho contacto, eso sí nunca violento y agresivo como lo tachan algunos, e inconveniente para las mujeres. Aun así las mujeres hace muchos años que juegan a rugby, concretamente desde los años 70 en Gran Bretaña.(Mazariegos, 2016)
Sabiendo que jugar al rugby aporta una serie de valores fundamentales para cualquier persona que ha tenido contacto con el deporte oval, nos damos cuenta de que una de las virtudes que rodean al 'rugbier', hombre o mujer, es elegir este deporte como modo de vida. Porque es eso, un modo de vida, una disciplina deportiva que se traslada a la vida diaria de cada uno. Ahora podemos responder la pregunta que la ética nos plantea, sobre cómo se puede aplicar a la vida cotidiana esta reflexión teórica de la moral, con varios ejemplos que nos dejan claros los aspectos claros que posee un jugador de rugby.
El rugby está lleno de ejemplos de humildad en cada partido. En este Mundial hemos podido comprobar cómo el mejor jugador del mundo de la última década, Richie McCaw, se enfundaba la camiseta de 'water' y salía en los parones del partido a repartir agua entre sus compañeros y el árbitro. También se vio a todo un campeón del mundo, Sonny Bill Williams, regalaba su medalla de oro recién ganada a un niño. Todo un ejemplo para cualquier amante del rugby y para otros muchos deportes contaminados por las vanidades, egoísmos e individualidades de sus estrellas. Un claro ejemplo de esto es el momento en que, después de haber ganado la copa mundial de rugby del año 2015, el jugador del equipo nacional de Nueva Zelanda (All Blacks), Sonny Bill Williams regala su medalla a un pequeño fan que se acerca solo para pedirle un momento con su ídolo.
Es indudable que uno de los grandes atractivos de este deporte es su tercer tiempo. Una fase del partido en donde las personas toman protagonismo total en un ámbito mucho más social que deportivo. Es una parte con la que el jugador de rugby se siente identificado y en la que se comparten cervezas, historias y anécdotas con tus compañeros de equipo, el público, el árbitro y hasta con tus rivales del campo, convertidos muchos de ellos en colegas en el tercer tiempo.
Un ejemplo claro lo observamos cuando te encuentras en una melé soportando los 1.000 kilos de los delanteros del otro equipo y uno de ellos te está metiendo el dedo en el ojo y otro aplastando su cráneo en tu oreja, y entonces un jugador de rugby se crece y echa el resto y saca fuerzas de la nada para dar el 120% para ganar ese balón. La concentración es vital.
No hay nada más que entrar a un vestuario de rugby minutos antes de un encuentro y respirar la concentración que hay en él. La motivación en el deporte oval es algo extremo. Un 'rugbier' es capaz de faltar a la boda de un familiar o llegar con unos minutos de retraso al cumple de su hija por jugarse un partido. Hasta tal punto es así que la noche antes de un partido empieza la concentración de los jugadores y los miembros técnicos de todos los equipos, cada uno con su diferente ritual.
Un partido de rugby lo juegan quince contra quince y cada uno de esos jugadores tiene su función. En un equipo de este deporte son necesarios desde el número uno hasta el quince, pasando por los suplentes, cuerpo técnico y hombres lesionados.
Por eso la función de cada uno es vital para el buen funcionamiento del equipo. La labor que cada jugador desempeña es clave para el resultado final. Si en un equipo juegan bien todos menos uno, el equipo no funcionará. Es por esto que el apoyo al compañero y la solidaridad con él se convierte en algo muy común dentro de un equipo de rugby.
Cuando un jugador de rugby decide apuntarse en un equipo no fallará nunca. Jugar con ese club es lo mejor que le puede estar pasando en ese momento y lo demuestra en cada entrenamiento y en cada partido, tenga o no la oportunidad de jugar. Lo normal en nuestro país es que a un jugador le cueste dinero jugar al rugby, pero, a pesar de ello, el 'rugbier' es capaz de sobreponerse a este 'handicap' gracias a su compromiso especial para entrenar varios días por semana y jugar el partido el fin de semana. ¡No hay dolor! ¡No hay dolor!
Un jugador de rugby no tiene límites, y si se topa con alguno, siempre está dispuesto a romperlos con esfuerzo, sacrificio y superación personal.
La práctica de este deporte te exige una preparación previa a su desarrollo que permite al jugador mejorar día tras día y entrenamiento tras entrenamiento. La preparación física es indispensable ya que se trata de un deporte duro, intenso, que requiere que todas las partes del cuerpo estén en perfecto estado, y eso únicamente se puede conseguir a través del trabajo diario y constante.
Con cualquier lesión, fallo o contratiempo que te ocurra siempre habrá un compañero para ayudarte en lo que necesites.
Desde las categorías de niños y jóvenes, hasta los equipos senior de un club todos, sin excepción, están en continuo aprendizaje. Porque el rugby no es un deporte en el que aprendes unos detalles y ya puedes convertirte en un buen jugador. Es bastante probable que a lo largo de la trayectoria deportiva de un 'rugbier' pueda variar su posición en el campo, lo cual obliga a aprender otros conceptos y otras formas de juego, lo cual le sirve para mejorar globalmente.
Un 'rugbier' disfruta con la presión y la conoce al milímetro. Para él no hay partido amistoso y su espíritu de competición es tan grande, que es capaz de solventar situaciones complicadas y moverse en ellas como pez en el agua. La sensación de jugar los últimos minutos de un partido importante cuando éste está igualado es una de las sensaciones más intensas y emocionantes que cualquier jugador de rugby ha podido tener en su vida.(Contreras, 2016).
Se puede concluir que, a través de la práctica del rugby como deporte, los niños y jóvenes se ven inmersos en un ambiente que permite el desarrollo no solo de aptitudes propias para el mismo, sino que también sirve como campo de cultivo en el cual día a día se el joven adquiere diversos valores que sirven de guía y modelo de comportamiento en su vida cotidiana. El crecimiento personal que experimenta el niño o joven se ve complementado con una serie de enseñanzas y experiencias que hacen del rugbier o rugbista una persona que es capaz siempre de ver lo positivo en todo y además de ser así mismo fuente de ética y moralidad para aquellos que tienen la suerte de acompañarle en su viaje por este mundo.