Revista: Caribeña de Ciencias Sociales
ISSN: 2254-7630


LA SEGURIDAD CULTURAL ANTE LA GUERRA CULTURAL DEL IMPERIALISMO NORTEAMERICANO

Autores e infomación del artículo

Idalberto Ramírez Guisado*

Amara Morales Cordero**

Gerardo Rojas Ramírez***

Universidad de Las Tunas, Cuba

Correo: idalbertorg@ult.edu.cu


RESUMEN
El presente trabajo, la seguridad cultural antela guerra cultural del imperialismo norteamericano, es el resultado del estudio de la guerra cultural que nos realiza el imperialismo yanqui en su actual estrategia subversiva contra la Revolución cubana. Para enfrentar la invasión cultural del imperio, Cuba desarrolla la batalla por la cultura como parte de la batalla que libra la Isla en el terreno de las ideas. Y para ello fortalece las fuerzas culturales de la nación conformadas en un frente único. Estados Unidos tiene en marcha un sistema colosal de control permanente de los valores, la vida espiritual y las capacidades de las personas, que es el objetivo central en la guerra cultural que está librando a escala mundial. Somos un objetivo especial de ella, porque los expulsamos de aquí y hemos resistido con éxito al imperialismo durante más de medio siglo. Ellos quieren restaurar en Cuba el capitalismo neocolonizado, para nosotros no hay opciones intermedias. La Guerra de Todo el Pueblo por la cultura para hacer frente a la invasión cultural del imperio se realiza con la batalla de ideas y dentro de ella, la batalla por la cultura general e integral, incrementando la participación popular y enriqueciendo toda la vida cultural de la nación, erigiendo el frente único por la cultura en sólido baluarte de la defensa del socialismo cubano. En la guerra de todo el Pueblo por la cultura participan todos los sectores de la sociedad cubana. En este frente, bajo la dirección del Partido Comunista de Cuba, participan y tienen tareas a cumplir todos los Órganos de la Administración Central del Estado, instituciones y organizaciones.
Palabras claves: Guerra cultural, invasión cultural, seguridad cultural, guerra no convencional, subversión.

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Idalberto Ramírez Guisado, Amara Morales Cordero y Gerardo Rojas Ramírez (2019): “La seguridad cultural ante la guerra cultural del imperialismo norteamericano”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (septiembre 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2019/09/seguridad-cultural-imperialismo.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1909seguridad-cultural-imperialismo


INTRODUCCIÓN
La seguridad cultural cubana ante la guerra cultural del Imperio
Hoy, el imperialismo posee medios mucho más poderosos para destruir culturas y para implantar culturas y homogenizar culturas, mucho más. Los más fervientes teóricos del imperio consideran la cultura el arma nuclear del siglo XX.
Es usual, al abordar cualquier tema de cultura, realizar acercamientos que reducen su espectro y como norma lo circunscriben solo las esferas de la educación, el arte, las tradiciones y el patrimonio.  Pero si partimos de las posiciones que asume EE: UU en sus concepciones y prácticas injerencista, no podemos reducirla, sino que debemos apropiarnos de la cultura en su vastedad, para poder enfrentar las amenazas y agresiones en todas las esferas de la vida social en la cual somos atacados.
La guerra cultural contra Cuba se lleva a cabo de forma directa dentro de Cuba y fuera de ella, e indirectamente como parte de la invasión cultural de dimensiones globales, que el imperio realiza contra el mundo.
El Secretario general del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro Ruz alertaba al pueblo en general, “a estar atentos a esta forma de agresión con la cual el Imperio pretende derrocar, ante todo, Revoluciones”.
La cultura en la seguridad y defensa nacional ha ido ganando espacio en el actual escenario. Ello se debe al reconocimiento de sus potencialidades, del papel que desempeña en las comunidades humanas y en la resolución de conflictos de todo tipo. Es terreno predilecto, objetivo estratégico y vía sustancial para la realización de agresiones, las que alcanzan carácter global. Se reconoce que, en la batalla por alcanzar el poder o someter a un pueblo, es imprescindible tener en cuenta la cultura.
En este trabajo expondremos la importancia y lugar de la guerra cultural y la subversión político ideológico en los momentos actuales, así como la necesidad del fortalecimiento de la seguridad cultural cubana. El imperialismo pretende desmembrar, destruir u homogenizar culturas, ya que reconoce que, si ese objetivo no lo alcanza, le resulta muy costosa la agresión militar y de llevarla a cabo, necesita de ella para poder consumar la real dominación.
DESARROLLO
La Guerra No Convencional nos pone ante un fenómeno en el cual la lucha armada aparece, si y solo si, el objetivo político de desestabilizar países y derrocar, el o los gobiernos seleccionados, no son alcanzados en sus etapas o “fases” precedentes. Y sus fuerzas convencionales, las de sus fuerzas armadas, las de coaliciones o/y el empleo de “contratistas”, solo afloran cuando las que instigaron, fomentaron, entrenaron y llevaron el peso de los combates, es decir las fuerzas mercenarias y contrarrevolucionarias armadas, ya hallan preparado el terreno, lo que crea condiciones para, con el menor número de bajas y de costo político, proclamarse vencedores.
El gobierno de los EE.UU. ha rescatado este concepto y le ha dado un lugar privilegiado en su doctrina militar.
Las guerras “convencionales” ahora las presentan como poderosas, pero el espectáculo lo toman con vistas panorámicas, en las que el hombre y la mujer no se ven, los heridos y muertos no aparecen o son solo números y lo que se aprecia es un lejano “bello” espectáculo de luces y “efectos” de humo. Mientras que las Guerras No Convencionales las acercan. Como aparentemente no son de ellos, muestran las atrocidades del empleo de las botellas incendiarias, las calles revueltas y las madres sufriendo las pérdidas. Presentan el drama, la tragedia humana y el horror de la guerra, como si fuera solo de este tipo de guerra en la actualidad y no una propiedad inherente a toda guerra. Por otra parte, manipulan la información y publican lo que quieren y las imágenes contrarias a sus objetivos no tienen espacios informativos.
De las condiciones no ser favorables al fomento del desarrollo de la Guerra No Convencional entonces “Los planificadores… necesitan prever las medidas que pudieran transformar la situación en una más conveniente”, es decir más subversión y dentro de ella la subversión político ideológica o seguir ampliando el diapasón de acciones hasta llegar a la diversidad de formas y esferas de actuación que abarca la guerra cultural, siendo la Guerra No Convencional una forma de su expresión ya que con ella la guerra de guerrillas y el símbolo del guerrillero deja de ser un estandarte de las fuerzas progresistas para ser tomado por las fuerzas aliadas al imperialismo.
La guerra cultural es un término que hace pocos años casi no aparecía en la bibliografía, ni de ella se hablaba en la política, ni en la prensa. Pero ya ha comenzado a ganar espacio. Ello se debe a la conciencia que se ha ido ganando acerca de su empleo como arma de agresión privilegiada y por los resultados que a partir de su utilización se alcanzan.
Una de las formas de acercarse a la guerra cultural es la que realiza Eva Golinger cuando por guerra cultural  entiende: “La batalla de las ideas dentro de los sectores culturales y educativos. Las tácticas incluyen la infiltración y penetración de las universidades, industrias de cine, arte, bellas artes y las artes visuales. Las herramientas para conquistar los cerebros son variadas.
No obstante, a que estos fenómenos son evidentes en el mundo en que vivimos, no son los únicos que se realizan y que están en el contenido mismo de la guerra cultural. Es cierto que el sector de la cultura artística y el de la educación ocupan en la guerra cultural un lugar preferencial. Ello se hace evidente hasta en la conciencia cotidiana, pero no son los únicos.
Si nos acercamos al término de guerra cultural con la ayuda de los conceptos que le sirven de base, ello nos ayuda a aquilatar la riqueza y amplitud de acciones y mecanismos que en la esfera de la cultura sirven de base y emplean para llevar a cabo la guerra cultural. Por lo que entendemos que la guerra cultural es una forma de manifestación de violencia política, que es promovida por el imperialismo cultural, con la finalidad del control de las mentes y la conquista del corazón de individuos, grupos y naciones, que pretende sustituir, destruir, implantar u homogenizar la cultura de un sujeto de identidad por otra, que no siempre se corresponde con la de su portador, sino que este, como tendencia, impone de forma ponderada valores seudo-culturales.
 Emplea preferentemente la seducción y la fascinación o por el contrario la incertidumbre e inseguridad; se esconde tras lo sutil y en ocasiones opta por lo burdo, emplea tanto vías encubiertas, como públicas y se auxilia de la simplificación, la reiteración, lo unilateral llevado a lo absoluto, la exageración y el hiper - individualismo. Todo ello, como vías para modificar las relaciones de poder a su favor, o al menos proclive a su hegemonía.
 En este acercamiento la guerra cultural es en sí un sistema complejo y ultilateral, que se emplea para ejercer el control sobre la información, de la opinión pública, los gustos y preferencias, sentimientos, de la educación, la promoción y difusión. Para favorecer conductas de sumisión, pasividad y de desmovilización, de voluntades tronchadas y sustitución de valores, que garanticen asegurar la dominación imperial.
La guerra cultural es un sistema que abarca todos los niveles de la conciencia y de actividad de una sociedad dada. Moviliza instrumentos y recursos de todas las esferas de la vida social: políticos, morales, económicos, jurídicos, científicos, intelectuales, estéticos.
Como apuntamos, en la guerra cultural no solo se emplea la cultura artística, pero por las cualidades que posee, así como por el sistema de instituciones que la conforman, tiene bondades que le favorecen para su empleo preferencial y por ello es una de las vías más utilizadas.
 El líder histórico de la Revolución cubana, el compañero Fidel Castro Ruz, comentando  el libro de Daniel Stulin; “Los secretos del Club Bilderberg”, nos apuntaba:
 “La ‘guerra’ cultural abierta, aunque no declarada, contra la juventud norteamericana empezó de verdad en 1967,… comenzó a organizar conciertos al aire libre. … lograron atraer a más de cuatro millones de jóvenes… a un  experimento perfectamente planificado con drogas […] cuyo consumo propugnaban los Beatles […] se distribuían libremente en estos conciertos. No pasaría mucho tiempo antes de que más de cincuenta millones de los que asistieron (entonces de entre 10 y 25 años de edad) regresaran a casa convertidos en mensajeros y promotores de la nueva cultura de las drogas o de lo que acabó conociéndose como la ‘New Age’.
Esta experiencia no está olvidada. Si en nuestro patio dejamos de organizar las actividades de la juventud, o las dejamos al libre amparo, el enemigo puede ocupar ese espacio libre y con rostros de buena voluntad, dar recursos e intentar apoderarse de esas plazas.
La CIA desarrolló una intensa actividad contra la URSS y Europa del Este dirigida ante todo al sector de la intelectualidad artístico literaria pero la propia base de la política cultural de la Revolución Cubana no les permitió emplear, de forma desplegada, el arsenal que utilizaron contra la URSS y ex países socialistas. En Cuba no se canonizó ningún método de creación artística. La política cultural logró ser auténtica y original. Y desde muy temprano establecía un principio cardinal:
[...] La Revolución... debe actuar de manera que todo ese sector de artistas e intelectuales que no sean genuinamente revolucionarios, encuentre dentro de la Revolución un campo donde trabajar y crear y… tengan la oportunidad y libertad para expresarse.
 “[...] ¿Cuáles son los derechos de los escritores y de los artistas revolucionarios o no revolucionarios? Dentro de la Revolución: todo; contra la Revolución ningún derecho.
Pero ello no nos ha eximido del empleo, por parte del gobierno de los EEUU, de una sistemática agresión en todos los frentes y entre ellos, el de la ideología y la cultura.
Entre los objetivos aprobados, en la 1ra Conferencia del Partido, en el número No. 51 en el que se señala:
Proyectar estrategias dirigidas a prever y enfrentar las campañas y acciones directas o encubiertas del enemigo que intenten socavar la ideología revolucionaria, exacerbar el egoísmo, menoscabar los valores, la identidad y la cultura nacionales.
En la estrategia de guerra cultural como componente de la arquitectura de Seguridad Nacional de los EEUU, se localizan ejemplos que van desde los fundamentos ideológicos que preparan los tanques pensantes, como base para la conformación de estrategias y políticas específicas, hasta en la constatación, en cada uno de sus peldaños de su instrumentación, que llega a los niveles de ejecutoria y procedimientos.
Esta es bien antigua y de su historia apuntaremos ejemplos que de una u otra forma son de importancia para los cubanos.
Los EEUU han tratado de dominar a Cuba desde sus orígenes. En ese recorrido muchas han sido las influencias y manejos de dominación cultural. Todas ellas se incrementaron a partir del triunfo de la Revolución. Basta recordar un memorando que data del 6 de abril de 1960, redactado por el senador Mallory, subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos, con el título “El ocaso y la caída de Castro”, enviado al secretario asistente del Estado para Asuntos Interamericanos, señor Rubotton, quien lo aprobó, y en el que se lee:
La mayoría de los cubanos apoyan a Castro. No hay oposición política eficaz. El único medio posible para aniquilar el apoyo interno (al régimen) es provocar el desencanto y el desaliento por la insatisfacción económica y la penuria… Se deben emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba… Una medida que podría tener un fuerte impacto sería negar todo financiamiento y envío a Cuba, lo que reduciría los ingresos monetarios y los salarios reales y provocaría el hambre, la desesperación y el derrocamiento del gobierno.
Provocar el desencanto y el desaliento, términos que hoy son armas de los expertos en guerra cultural y que evidentemente se proponen primero dominar las mentes, para con ellas a su favor, alcanzar el objetivo, apoderarse nuevamente de Cuba.
En los conocidos “Programas de Santa Fe”, han planteado con persistencia distintos aspectos relacionados con la guerra cultural: “El objetivo de la guerra lo constituyen las mentes de la humanidad. La ideo política habrá de prevalecer. Solamente Estados Unidos puede, como socio, proteger a las naciones independientes de América Latina de la conquista comunista, y ayudar a conservar la cultura hispanoamericana frente a la esterilización del materialismo marxista internacional.
En su afán por destruir la Revolución tratan de construir líderes jóvenes con cultura, las misiones que se les asignan, entre las que priorizan la evaluación sistemática de estados anímicos, la de convertir a jóvenes en enemigos de la Revolución, instrucciones para crear agencias de prensa y literarias, redes de pensamiento, las intenciones de lograr independizar a artistas de las instituciones culturales, intentos de crear fenómenos culturales ficticios que hicieran creer al mundo que los artistas cubanos se oponían a la Revolución, ayudar con becas, cursos y publicaciones, organizar tertulias, eventos, concursos y actividades, crear agencia de rap o reggaetón, otorgar premiso a investigaciones en el área de las ciencias sociales, crear juegos didácticos para trabajo con niños menores de 8 años.
Pero su objetivo no es solo el sector artístico, sino toda la cultura. Otro ejemplo que nos aporta apunta a otros campos que son de la cultura económica y política en general:
Como se puede apreciar el lugar que le han ido asignando a la guerra cultural como un todo y a sus partes: a la guerra sicológica e ideológica, ha ido creciendo. Ello responde al papel que desempeñan la cultura, las ideas, la espiritualidad, en las actitudes, voluntades y conducta de los pueblos. Si no se logra mellar la cultura de un pueblo, este es muy difícil de agredir y si se deciden nunca podrá ser totalmente dominado.
Toda guerra ocasiona pérdidas, muertes, heridas, lesiones fracturas, daños, victimas, mutilados, etc. La guerra cultural del imperio contra Cuba, o la operación de colonización cultural, o de penetración cultural, como quiera que se denomine, no está libre de esas “lesiones”.
Entre las pérdidas producidas por la guerra cultural del imperio contra Cuba fueron identificadas algunas de ellas en el 2do Congreso de la Asociación Hermanos Sainz.
 • Tendencia a divorciar la cultura artística de la política.
• Prevalecía en los medios de productos de la industria del entretenimiento y de la maquinaria mediática al servicio del imperio.
• Imposición de injustos modelos hegemónicos culturales e informativos.
• Acrecentado deterioro de valores morales y cívicos: la indecencia, el pésimo gusto y la seudo cultura, las conductas marginales, las actitudes violentas, una parte de la sociedad ha pasado a ver normal el robo al Estado.
 • Identificar vulgaridad con modernidad; chabacanería y desfachatez con el progreso.
Miguel Díaz-Canel, miembro del Buró Político del Partido y primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros en esa cita suscribía que:
 Vivimos en tiempos en que se ha globalizado la banalidad, la vulgaridad, la seudocultura; un momento que el enemigo está aprovechando para subvertirnos, para cambiar nuestra forma de pensar, para desideologizarnos.
Por su parte Abel Prieto, advertía: “Hay valores que están por encima de las coyunturas y no podemos caer en las trampas de la posmodernidad, que plantea que todo es legítimo, todo tiene derecho a existir. Así es, pero dentro de las casas de las personas, ya que las instituciones, los espacios públicos, tienen una responsabilidad de carácter público.
El General de Ejército Raúl Castro Ruz, en el acto de conmemoración del 55 Aniversario del triunfo de la Revolución, el1ro de enero de 2014, señalaba el: “reto que nos impone la permanente campaña de subversión político-ideológica concebida y dirigida desde los centros del poder global para recolonizar las mentes de los pueblos y anular sus aspiraciones de construir un mundo mejor.
 Y más adelante subrayaba:
En nuestro caso, como sucede en varias regiones del mundo, se perciben intentos de introducir sutilmente plataformas de pensamiento neoliberal y de restauración del capitalismo neocolonial, enfiladas contra las esencias mismas de la Revolución Socialista a partir de una manipulación premeditada de la historia y de la situación actual de crisis general del sistema capitalista, en menoscabo de los valores, la identidad y la cultura nacionales, favoreciendo el individualismo, el egoísmo y el interés mercantilista por encima de la moral.
“En resumen, se afanan engañosamente en vender a los más jóvenes las supuestas ventajas de prescindir de ideologías y conciencia social, como si esos preceptos no representaran cabalmente los intereses de la clase dominante en el mundo capitalista. Con ello pretenden, además, inducir la ruptura entre la dirección histórica de la Revolución y las nuevas generaciones y promover incertidumbre y pesimismo de cara al futuro, todo ello con el marcado fin de desmantelar desde adentro el socialismo en Cuba.
“En las presentes circunstancias, el desafío se hace mayor y estamos seguros de que con el concurso de las fuerzas de que dispone la Revolución saldremos victoriosos en este decisivo campo de batalla, haciendo realidad los objetivos que en la esfera ideológica aprobó la Primera Conferencia Nacional del Partido hace dos años, dirección en la que no se ha avanzado lo necesario.

CONCLUSIONES
En los momentos actuales los EEUU enfatizan en una de las direcciones en las cuales hacer la guerra, pero en la práctica siempre disponen del paquete completo de variantes, asumido como un todo único: Poder blando y poder duro, Carril Uno, Dos y ahora el que está en boga: el Tres, acciones encubiertas y públicas, violentas y no violentas, golpe de estado suave, acciones persuasivas o de fuerza, de guerra convencional y Guerra No Convencional.
La actual concepción de Guerra No Convencional, no nos puede hacer olvidar y descuidar otras vías y métodos que los EEUU emplean para derrocar gobiernos y subvertir revoluciones. La selección de la vía a emplear o la combinación resultante estará determinada por un conjunto de factores, tanto económicos, como políticos y sociales; hacia lo interno de la sociedad norteamericana, como del país o países blancos, así como del ambiente que prevalezca en las relaciones internacionales.
Por otra parte, reconocer a la Guerra No Convencional como forma de agresión militar principal contra nuestro país, es una conclusión objetiva y necesaria y crea condiciones para actualizar todo nuestro sistema defensivo y ponerlo a tono con la realidad actual en el cual el componente no armado tiene que asumir un grupo de retos importantes, así como las Fuerzas Armadas Revolucionarias no solo tienen que estrechas los niveles de coordinación y cooperación con las demás fuerzas de la sociedad, sino que también deben de asumir e identificar, en cada momento, que le corresponde hacer en estos tiempos en que la lucha armada solo aparece en etapas ulteriores del desarrollo cuando ya las contradicciones se erigen en conflicto 
La cultura, vista en su integralidad, es considerada como el arma nuclear del siglo XXI, es uno de los temas a tener en cuenta en la Defensa y Seguridad Nacionales. El imperialismo pretende desmembrar y destruir nuestra cultura, ya que reconoce que, si ese objetivo no lo alcanza, no consuma la dominación.
Hay que multiplicar todo lo que hacemos para fortalecer la cultura en Cuba, en particular la cultura política, ello fortalecerá no solo la seguridad cultural, sino, también; el fortalecimiento mismo de la Nación y de la Revolución cubana y en consecuencia en la consolidación de la Seguridad Nacional.
Nuestro José Martí escribió una carta a Benjamín Guerra y Gonzalo de Quesada del 10.04.1895“...de pensamiento es la guerra mayor que se nos hace, ganémosla a pensamiento”.12

BIBLIOGRAFÍA
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6. Castro Ruz, Raúl. Discurso pronunciado en la Clausura del Congreso de la CTC 22 de febrero del 2014. Granma. 23 de febrero del 2014.
7. Díaz-Canel, Miguel miembro del Buró Político del Partido y primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros “intervención en los debates de la Comisión de Audiovisuales y Promoción Cultural y del II Congreso de la Asociación Hermanos Sainz”. 18 de octubre del 2013, en Juventud Rebelde 19 de octubre del 2013
8. Diez Acosta, Tomás “La guerra encubierta contra Cuba” Ed Política. La Habana 2006
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10. Golinger, Eva y Migus, Romain “La Telaraña Imperial: enciclopedia de injerencia y subversión” Centro Internacional Miranda Monte Ávila Editores Latinoamericana C.A., Caracas, Venezuela 2009.
11. González Patricio, Rolando “Cultura y seguridad nacional. Apuntes para un debate.” Artículo publicado en la Revista Seguridad y Defensa Nacional Volumen 3 – Número 3 – Diciembre 2005.
12. González Patricio, Rolando “Hegemonía y Guerra Cultural: Aproximaciones a una estrategia de resistencia desde América Latina y el Caribe”. Ponencia presentada, en la Universidad de Guadalajara, al II Encuentro Internacional de Cátedras “José Martí”, desarrollado del 13 al 15 de septiembre de 2004. Publicada en Revista Cuba Socialista Julio 2005. www. cubasocialista.cu/texto/cs0173.htm
13. Objetivos de trabajo aprobados en la Primera Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba. La Habana 29 de enero del 2012.
14. Prieto, Abel intervención en la Clausura del 2do congreso de la AHS 19 de octubre del 2013.
15. Ramonet, Ignacio. Propagandas silenciosas. Masas, televisión y cine. Fondo cultural del ALBA. La Habana 2006.
REFERENCIAS
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2Castro Ruz, Raúl. Discurso pronunciado en la Clausura del Congreso de la CTC 22 de febrero del 2014. Granma. 23 de febrero del 2014. http://www. cuba.cu/gobierno/rauldiscursos/2014.
3Golinger, Eva y Migus, Romain “La Telaraña Imperial: enciclopedia de injerencia y subversión” Centro Internacional Miranda Monte Ávila Editores Latinoamericana C.A., Caracas, Venezuela 2009
4 Castro Ruz,  Fidel. Cita y comenta el libro de Daniel Stulin; “Los secretos del Club Bilderberg” Reflexión “El gobierno mundial, primera parte.”  Reflexiones del compañero Fidel, Agosto 7 de 2010, 6 y 20 p.m.
5 Castro Ruz, Fidel “Palabras a los intelectuales” en Política cultural de la Revolución Cubana. Documentos, Ed. Ciencias Sociales, 1977, p. 17
6 Objetivos de trabajo aprobados en la Primera Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba. La Habana 29 de enero del 2012. 
7 Alarcón de Quesada, Ricardo. En Lamrani, Salim. Fidel Castro, Cuba y los Estados Unidos. Conversaciones con Ricardo Alarcón de Quesada. Ed José Martí. La Habana 2007, p 139-140
8 Miguel Díaz-Canel, miembro del Buró Político del Partido y primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros “intervención en los debates de la Comisión de Audiovisuales y Promoción Cultural y del II Congreso de la Asociación Hermanos Sainz”. 8 de octubre del 2013, en Juventud Rebelde 9 de octubre del 2013
9 Abel Prieto, intervención en la Clausura del 2do congreso de la AHS 9 de octubre del 2013
10 Castro Ruz, Raúl. Discurso en el acto de conmemoración del 55 Aniversario del triunfo de la Revolución, en el parque Carlos Manuel de Céspedes, Santiago de Cuba, el 1ro de enero de 2014, “Año 56 de la Revolución”.
11Castro Ruz, Raúl. Discurso en el acto de conmemoración del 55 Aniversario del triunfo de la Revolución, en el parque Carlos Manuel de Céspedes, Santiago de Cuba, el 1ro de enero de 2014, “Año 56 de la Revolución”.

*Profesor Asistente.idalbertorg@ult.edu.cu
** (Inst.) directora de la Unidad de Ciencia y Tecnología de Las Tunas. amara@citma.inf.ltunas.cu
*** Profesor Auxiliar Correo: gerardorr@ult.edu.cu Universidad de Las Tunas, Cuba.

Recibido: 30/05/2019 Aceptado: 02/09/2019 Publicado: Septiembre de 2019


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