Revista: Caribeña de Ciencias Sociales
ISSN: 2254-7630


LA ORIENTACIÓN FAMILIAR PARA LA FORMACIÓN DE HÁBITOS HIGIÉNICOS EN NIÑAS Y NIÑOS DE INFANCIA PREESCOLAR DE LA VÍA NO INSTITUCIONAL

Autores e infomación del artículo

Loraine Socarrás Aguilar*

Omayda Fuentes Fugueredo**

Centro Universitario Municipal Bartolomé Masó Márquez, Cuba

Correo: lsocarrasa@udg.co.cu


RESUMEN:

El presente trabajo surge de la necesidad de buscar nuevas vías para elevar la calidad del proceso de orientación familiar y por ende la preparación de la familia de las niñas y los niños de infancia preescolar de la vía no institucional, al detectar como problema científico: ¿Cómo fortalecer la labor educativa de la familia en el desarrollo de los hábitos higiénicos en las niñas y los niños de infancia preescolar de la vía no institucional? En la misma se define como objetivo: elaborar boletines de orientación a la familia para la formación de hábitos higiénicos en las niñas y los niños de infancia preescolar de la vía no institucional. Para encausar la investigación se utilizaron varios métodos dentro del nivel teórico: el analítico sintético, el inductivo deductivo, del nivel empírico se emplearon la observación y la entrevista y como técnica el cálculo porcentual. La propuesta se fundamenta desde el punto de vista filosófico, axiológico, psicológico y pedagógico, se diagnostica la realidad educativa y permite atenuar en gran medida las insuficiencias detectadas en el desempeño de la labor educativa de la familia en el contexto hogareño.

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Loraine Socarrás Aguilar y Omayda Fuentes Fugueredo (2019): “La orientación familiar para la formación de hábitos higiénicos en niñas y niños de infancia preescolar de la vía no institucional”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (mayo 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2019/05/orientacion-familiar-habitos.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1905orientacion-familiar-habitos


INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas la categoría familia se ha revalorizado, considerándola hoy un poderoso agente educativo mediador del desarrollo en todos los períodos etáreos. Especialmente en  la primera infancia se han promovido variados programas educativos donde se asume que la familia debe desempeñar un papel protagónico, tanto por la modalidad institucional como por la no institucional, lo que se debe al hecho de reconocer la importancia de su influencia en la  educación infantil, pues, desde muy temprano, esta interviene en el desarrollo social, físico, intelectual y moral de su descendencia, hecho que se produce sobre una base emocional muy fuerte.
La  atención a las niñas y a los niños de cero a seis años por la vía no institucional se concreta a través del Programa Educa a tu Hijo que promueve la participación conjunta de la familia, las niñas, los niños y las ejecutoras. En ello está implícita la concepción del desarrollo, que toma como centro del proceso educativo la  educación de las niñas y los niños de manera general. Por lo que las actividades de dicho programa están dirigidas a potenciar la preparación de la familia para asumir la responsabilidad de estructurar, orientar y conducir un proceso educativo encaminado al desarrollo, que sólo es posible cuando se logra la participación activa del niño, teniendo en cuenta sus necesidades e intereses.
Dentro de las funciones principales de la familia se encuentra la de educar a sus hijos en todos los sentidos inculcándole buenos modales, adecuadas normas de conducta y hábitos correctos en correspondencia con el tipo de sociedad en la que vive. Especial   interés ocupa la formación  hábitos higiénicos en las niñas y los niños, la cual adquiere una enorme significación en las primeras edades, basado en la concepción teórica que reconoce el papel fundamental de las condiciones de vida y la educación en el desarrollo de la personalidad del niño, fundamentalmente en esta etapa.
Lo abordado anteriormente resalta la necesidad de orientar y preparar a la familia acerca de las condiciones para lograr el desarrollo integral de las niñas y los niños durante los primeros años de vida con énfasis en los hábitos higiénicos, lo que transita por un largo proceso, donde las vivencias que la niña y el niño experimentan adquieren un lugar relevante en la formación y consolidación de los mismos.
Muchas investigaciones se han realizado sobre esta temática. La autora Mayelín Verdecia Gómez (2010) propuso y dedicó talleres de preparación a la familia para desarrollar su labor educativa en la formación de hábitos de cortesía en las niñas y los niños del Programa Educa  tu Hijo del Consejo popular de Zarzal. En su investigación, la autora se refiere a los hábitos de cortesía por ser estos los más afectados en la muestra seleccionada, dejando como fisura la atención que requiere la formación de hábitos higiénicos, si se tiene en cuenta que las niñas y los niños que asisten al Programa en este consejo popular pertenecen a familias de un bajo nivel cultural y sus condiciones higiénicas son regulares, cuya preparación es limitada en este sentido.
Por otra parte la M.Sc Liset González Peña (2012) creó un sistema de talleres de preparación a la familia en función de la formación de hábitos alimentarios, sin embargo hay que tener en cuenta que para formar hábitos alimentarios hay que tener una adecuada higiene de los alimentos, así como una correcta higiene personal a la hora de ingerirlos, dejando brecha abierta a investigaciones relacionadas con esta problemática. Otras autoras han incursionado en la problemática de la preparación de la familia aportando talleres, actividades, orientaciones, acciones entre otras soluciones alternativas que garanticen el perfeccionamiento de la labor educativa de la familia con las niñas y los niños desde sus primeros movimientos.
La problemática detectada delimita el siguiente problema científico ¿Cómo fortalecer la labor educativa de la familia en el desarrollo de los hábitos higiénicos en niñas y niños infancia preescolar de la vía no institucional. Se define como objetivo: la elaboración de boletines de orientación familiar para la formación de hábitos higiénicos de las niñas y niños de infancia preescolar de la vía no institucional.
DESARROLLO
El carácter histórico de la Educación Preescolar empezó cuando en el siglo XVII Juan Amos Comenius (2000) comenzó a darle un carácter democrático a la educación  y hacer  aportes teóricos a la Pedagogía. En 1663 escribió la primera guía para la educación de los niños en edad preescolar (La escuela materna) sin distinción de su condición, posición social y raza.
Las ideas pedagógicas de J. A. Comenius, J. J. Rousseu y J. E. Pestalozzi (2000): estos pioneros en la educación de los niños difieren entre sí en aspectos como la educación libre o la educación dirigida, la educación familiar o la educación social, los métodos de educación y enseñanza en las primeras edades; sin embargo, todos ellos subrayaron la enorme importancia que tiene la educación de los niños en las edades tempranas y su vinculación con todo su posterior aprendizaje y desarrollo.
La obra teórica más importante de Comenius (2000) fue Didáctica magna, en la cual ofrece el complejo arte de educar a todos. En el sistema educativo de Comenius (2000) plantea que en cada familia debe existir  la escuela materna. Este autor considera que la enseñanza de los niños pequeños debe ejecutarse en forma de conversaciones, en las cuales los padres expliquen a los niños los fenómenos del mundo circundante de manera comprensible para ellos, y que el desarrollo del lenguaje es una tarea de los padres.
Por primera vez en la historia de la pedagogía, Comenius (2000) brindó una especial atención a la educación de los niños pequeños. Le dio gran importancia al período inicial de desarrollo de los niños en sus primeros 6 años de vida. Consideró que en esta etapa tiene lugar un intenso desarrollo, que debía aprovecharse para educar a los niños en las escuelas maternas en la familia, dirigidas por las madres preparadas pedagógicamente. Comenius en su época, avisora la necesidad de que la familia se convierta en un agente activo en la formación de sus hijas e hijos desde el hogar, teniendo en cuenta la inculcación de hábitos correctos.
Juan Enrique Pestalozzi (1746-1827), concibió la educación desde el punto de vista social. "El objeto de la educación es preparar a los hombres para lo que deben ser en la sociedad". Su pedagogía está concebida en función de la familia, de la escuela popular.
Sobre la base de la experiencia acumulada por él, propuso crear "aulas infantiles" adjuntas a las escuelas para preparar mejor a los niños de edad mayor para la enseñanza escolar. Brindó gran atención a la elaboración de tareas, del contenido y los métodos de educación del niño en la familia.
Hizo un valioso aporte al estudio de las bases de la didáctica infantil, de los problemas del contenido, de los métodos de la educación elemental del niño en la familia, de las cuestiones de la preparación del niño para la escuela y de la sucesión entre la educación inicial y la escolar.
Froebel (1787-1852): concebía el jardín infantil como un centro eminentemente formativo que debía favorecer básicamente un actuar coherente entre la naturaleza del niño y la familia, ya que uno de los objetivos fundamentales que se planteaba al respecto era estimular el potencial y la responsabilidad educativa de los padres en relación con los hijos. Por su parte Montessori (1987)  impulsó el papel de la familia como base del desarrollo del niño y dio a los padres la responsabilidad primaria de los hijos. Particularmente, destacó el papel de la madre, a la cual le concede una atracción y flujo magnético en la relación con sus hijos.
En estos períodos no existía una planificación del trabajo con la familia, por otro lado no se tenían en cuenta las potencialidades y necesidades del niño y sus características generales e individuales. La autora de esta investigación considera que cada uno de los pedagogos analizados anteriormente, solamente ven el papel de la educación familiar desde la posición de la madre, no viendo la preparación de cada uno de los miembros de la familia para que puedan lograr en sus hijos el máximo desarrollo posible en cada niña y niño. Además, no proyectan la preparación de la familia de una forma científica, organizada, planificada y dirigida a lograr su papel protagónico. No ven el papel del educador en la preparación de las familias, sino como algo independiente a un programa institutivo.
Sin embargo, el Gobierno Revolucionario Cubano ha mantenido en todo momento una preocupación constante en cuanto a la superación del personal docente, así como la preparación de la familia para que esta pueda educar con mayor responsabilidad a sus propios hijos. Para lograr la preparación de esta se editó el primer plegable a color sobre las diez necesidades básicas del niño de edad preescolar, con una tirada de      20 000 ejemplares. La base de esta influencia mutua consiste, por un lado, en darle a conocer a los padres las exigencias de la ciencia pedagógica, las condiciones y los métodos y procedimientos en la educación social y, por otro lado, en garantizar, difundir y utilizar en el trabajo de los educadores lo mejor de la experiencia contenida en la educación familiar.
El trabajo con las familias era de forma espontánea, por la propia preparación del personal, el que carecía de una visión y preparación pedagógica para conducir el trabajo con las familias. Por lo que queda claro que la preparación de esta era insuficiente pues no respondía a los intereses de los niños y niñas, por tanto no existía ninguna preparación en cómo desarrollar la motricidad fina.
En el año de 1979 se publicó el libro "La educación empieza con la vida", editado por el Instituto de la Infancia, dedicado al “Año Internacional del Niño”, como estímulo a los padres con resultados en la educación y desarrollo de sus hijos.
En 1981, tuvo lugar una gran transformación en correspondencia con el desarrollo alcanzado en el campo de la educación preescolar, que sitúa a Cuba a la cabeza, en materia de educación, en América Latina. La revista “Simientes”, por los artículos abordados, continúa siendo la guía más significativa para preparar a las familias. 
Otro de los materiales que pueden ser útiles para los padres es el libro "Orientaciones a padres"; principalmente para el trabajo de preparación de los niños  para la escuela en zonas rurales, el cual fue publicado en el curso 1984-1985; el material tiene el propósito de ayudar a los padres en el trabajo educativo con sus hijos. Cada una  de ellas permitió fortalecer los vínculos y elevar los conocimientos de las familias desde los puntos de vista de la salud, pedagógicos y psicológicos.
El Ministerio de Educación asume las funciones del Instituto de la Infancia. Se inicia una experiencia dirigida a la búsqueda de vías que permitiera preparar para la escuela a los niños de 0 a 6 años que viven en zonas rurales y de montaña de difícil acceso, los que no contaban con grado preescolar. Sus resultados constituyeron los antecedentes más directos del programa “Educa a tu hijo”. A partir de 1983 y hasta 1992 se llevan a cabo investigaciones para la conformación de un Programa Social de Atención Educativa “Educa a tu hijo” con un carácter intersectorial y comunitario y con la participación decisiva de la familia; a través de este se demostró el efecto positivo de la participación familiar en el desarrollo integral de los niños y niñas, así como las posibilidades de su aplicación por las familias en condiciones del hogar.
Luego fue construyéndose el Modelo Educativo no institucional con un enfoque intersectorial y comunitario, cuya particularidad radicó en crear un ambiente de aprendizaje en el que participaron conjuntamente familia – niño – educadora (orientadora). En este espacio (la familia), a partir de sus propias potencialidades, se preparaba y recibía las orientaciones y demostraciones necesarias para continuar las acciones estimulatorias del desarrollo de sus hijos en el hogar.
En 1992–1993 se aplica el programa en municipios seleccionados de las provincias de las provincias de La Habana y Granma. Durante la experiencia se realizan evaluaciones que permiten medir su impacto. A partir de los resultados obtenidos y de los estudios  preliminares, comienza la implementación a nivel nacional, acompañado de un monitoreo permanente seriamente organizado y planificado. Entre los años 1994 y 1999 se aplican el primer y segundo monitoreo; en ambos el objetivo fue comprobar la efectividad del programa a escala nacional, para a partir de sus resultados, rediseñar las estrategias utilizadas y constatar la labor de los  Grupos Coordinadores en la preparación que logra la familia y todo el personal involucrado.
Además, como antes se señaló, en esta etapa  comienza a implementarse a escala nacional el Programa “Educa a tu hijo”, por lo que se cuenta ya entonces con la colección de nueve folletos que constituyen su soporte pedagógico. Estos folletos fueron concebidos para la preparación de las familias que participan en el Programa, por lo que contienen las características de las niñas y los niños durante toda la etapa preescolar, así como las orientaciones para estimular su desarrollo.
Se continúa trabajando en la labor de preparación de la familia, con mayor calidad por la propia preparación del personal docente en este sentido y por la experiencia acumulada y reflejada en la influencia y responsabilidad que adopta la familia ante las potencialidades y necesidades de sus hijos.
El Programa Educa a tu hijo, aunque utiliza esencialmente la vía no institucional, cuenta con todo el apoyo estatal y responde a la política educacional del país para estas edades dirigida, asesorada y controlada por la Dirección de Educación Preescolar del Ministerio de Educación, lo que permite la consecución de los mismos fines y objetivos de la vía institucional: lograr el máximo desarrollo posible de todos los niños y niñas cubanos y su preparación para la escuela. 
El mismo se fundamenta en un programa pedagógico con carácter interdisciplinario elaborado por pedagogos, psicólogos, pediatras, especialistas en crecimiento y desarrollo, en deporte, recreación y cultura, entre otros. Se presenta en una colección de nueve folletos, con fines y objetivos generales para cada período etario, se exponen los logros a alcanzar en las distintas áreas del desarrollo infantil: desarrollo de los movimientos, del lenguaje, de la inteligencia, de la esfera socio – afectiva, hábitos de comportamiento social, higiénico–sanitarios, de nutrición y salud. Además adopta diferentes modalidades que se conciben como: atención individual y grupal.
Atención individual. Se realiza mediante la orientación familiar sistemática, desde el nacimiento hasta los dos años, por el médico y la enfermera de la familia que lo desarrolla mediante las consultas de atención prenatal. Su propósito es preparar a madres y padres en los distintos aspectos del desarrollo. Después del nacimiento, se realiza por una ejecutora, a través de las visitas al hogar que se conciben dos veces a la semana, para orientar a las familias en los contenidos específicos de los folletos educativos.
Se demuestra cómo realizar las actividades en las distintas áreas del desarrollo y comprobar si han comprendido las acciones a realizar con sus hijos. Esta forma de atención en el hogar se concibe, teniendo en cuenta, las particularidades de estas edades que las hacen más vulnerables a los factores de riesgo y ambientales. Se aprovechan estos momentos además, para controlar junto con la familia los logros del desarrollo alcanzado por sus hijos.
Atención grupal. Se realiza con niños de dos a seis años, adopta la variante de actividad conjunta o grupos múltiples, llamada así porque en ella participan las familias junto a sus hijos y el personal orientador ejecutor, con el objetivo de realizar las diferentes actividades y, fundamentalmente, lograr en ellas la participación de la familia como una vía idónea para demostrarles cómo continuar desarrollando las actividades en el hogar.
Las actividades conjuntas adoptan la forma de grupos diferenciados por edades, grupos de dos a tres años, de tres a cuatro años, de cuatro a cinco años y de cinco a seis o se agrupan también en grupos múltiples o multiaños conformados por niños de diferentes edades, de tres a seis años.
La preparación que se ha mantenido hasta la actualidad a las diferentes familias del consejo popular de Río Yara ha propiciado un mayor desempeño  de las mismas buscando mayor desarrollo de hábitos, habilidades, conocimientos  de niñas y niños dentro del Programa Educa a tu hijo. Para el desarrollo de la presente investigación la autora se dio a la tarea de consultar diferentes conceptos que múltiples autores han concebido sobre familia y hábitos. En la familia es donde se experimenta las primeras experiencias sociales del ser humano. Su influencia se siente como ningún otro tipo de factor en la vida.
La Dra. Patricia Arés Muzio, distingue tres conceptos fundamentales al hablar de familia: Familia “Son todos aquellas personas con vínculos conyugales o consanguíneos”.
Familia “Son todas aquellas personas que cohabitan bajo un mismo techo, unidos por constantes espacios-temporales.
Familia “son todos aquellas personas que tienen un núcleo de relaciones afectivas estables”.
En las definiciones citadas se aprecia el concepto de “familia” enfocado desde diversos puntos de vista por diferentes disciplinas (Psicología, Sociología, Filosofía, etc) cada una de las cuales expresan enfoques particulares.
Por tanto la autora concuerda que familia es un grupo humano primario, cuyos integrantes satisfacen en su seno las necesidades, a la vez que desarrollan procesos motivacionales y afectivos interrelacionados estrechamente.
Patricia Ares define tres conceptos de familia en su ejemplar “Mi familia es así” definiéndola como grupo natural del ser humano. Jurídicamente se organiza sobre la base del matrimonio, el cual suele definirse como institución social, en la que un hombre y una mujer se unen legalmente con el fin de vivir juntos, procrear, alimentar y educar a sus hijos. Por tanto la existencia de una persona está estrechamente unida al ambiente familiar, este ambiente circunda su vida, sus triunfos y fracasos.
En términos de Psicología Social de orientación materialista-histórica el grupo humano es una comunidad de personas que actúa entre sí para lograr objetivos conscientes, una unidad que actúa objetivamente como sujeto de la actividad. El grupo debe tener los conocimientos y las habilidades necesaria para que su actividad se consolide en la experiencia.
El concepto de familia varía de acuerdo con el enfoque de quien lo emite, por el que se han pronunciado, escritores, artistas, juristas, políticos, periodistas, filósofos, teólogos, pedagogos, sociólogos, psicólogos, médicos y psiquiatras. Especialistas en cibernética, teoría de la comunicación, teoría de los sistemas, han hecho sus aportes; ello da la idea de la importancia de esta institución.
Para algunos terapeutas familiares, la familia es la más antigua de las instituciones sociales humanas, es el grupo primario de adscripción. Para la teoría general de los sistemas, todo organismo es un sistema. De acuerdo con este enfoque la familia es considerada un sistema abierto, o sea como un conjunto de elementos, ligados entre sí, en constante interacción entre sí y con el exterior.
También cambia el concepto de familia, si se enfoca en cuanto a su extensión; así la familia nuclear sólo está formada por los padres e hijos que habitan bajo el mismos techo, conviven y participan de la abundancia o la escasez; la familia  es extensa, si están incluidos los abuelos, tíos, etc.; es familia ampliada, si se incluyen individuos que no tienen lazos consanguíneos, etc.
Ahora bien, cualquiera que sea la estructura de la familia, ésta debe cumplir con las funciones que permitan a sus miembros satisfacer sus necesidades, desarrollarse y relacionarse con el mundo circundante.
La autora de este trabajo asume la definición dada por la Dra. Patricia Ares Muzio (1990) por ser más precisa y en su definición plantea elementos de su concepto, define como familia: el grupo de consanguíneos que viven juntos bajo la autoridad de uno de ellos.
En el marco familiar se cumplen funciones de trascendencia social, así como para los individuos que lo conforman los cuales se dan en forma de conjunto en realidad, aunque para su comprensión son separados por dimensiones.
Para la mayor comprensión de los problemas del ser humano es necesario entender a la familia como entidad funcional, como sistema intermediario entre la sociedad y el individuo e interactuando con ambos sistemas. Como unidad de supervivencia la familia tiene las siguientes funciones:
La económica: Es la función relacionada con el sustento familiar, el ingreso, planificación y necesidades materiales de la familia y distribución de las tareas domésticas.
Las relaciones familiares que se establecen en los roles hogareños en que se desempeñan sus integrantes en la realización de estas tareas son esenciales para caracterizar a la familia. En esta función también se incluye el descanso, que está relacionado con el presupuesto del tiempo libre de cada miembro y de la familia como sustento
La biosocial: está relacionada con la procreación y la crianza de los hijos, así como las relaciones sexuales y afectivas de la pareja. Estas actividades e interrelaciones  son significativas en la estabilidad familiar y en la formación emocional de los hijos. Aquí también se incluyen las relaciones que dan lugar a la seguridad emocional de los miembros y su identificación con la familia. Es admitido que las costumbres sociales de cada cultura determinan en buena medida las relaciones afectivas de las parejas y  los llamados hábitos reproductivos, pero a su vez, hay estudios que apuntan hacia la transmisión familiar de valores en torno a la vida reproductiva en nuestro país.
La cultural – espiritual: se destaca con la transmisión de valores, la satisfacción de las necesidades culturales de sus miembros, la superación y el esparcimiento cultural, así como la educación de los hijos. En buena medida, la función educativa se produce a través de las otras enumeradas hasta aquí, cuestión debatida entre nuestros especialistas en los últimos años. La misma manifiesta el doble carácter de las funciones ya analizadas; satisfacen necesidades de los miembros pero a la vez educan a la descendencia, y de esta manera garantizan aspectos de la reproducción social.
La función educativa de la familia ha sido de gran interés para psicólogos y pedagogos, que consideran acertadamente que esta se produce a través de las otras ya mencionadas; pues se manifiesta lo que se ha llamado el doble carácter de las funciones ya analizadas; satisfacen necesidades de los miembros, pero a la vez, educan a la descendencia.
Esta función  ha sido objeto de mucho interés para varios autores desde el punto de vista pedagógico y psicológico, responde a un sistema  de regularidades específicas de cada familia, determinando en gran medida por los valores, normas de conducta y tradiciones por las que se educan. Además tiene gran significación  pues el estado cubano está interesado en la formación del hombre nuevo desde las edades más temprana.
En las obras de Aristóteles se planteaba que la educación debía atenderla el estado, el cual determinaría los objetivos, tareas y contenido de la educación y enseñanza. Consideraba que niñas y  niños hasta los siete años debían educarse con las familias y que el contenido de la educación escolar debía corresponder a dos períodos evolutivos: de siete años hasta la maduración sexual y de esta a los 21 años, con la conjugación equilibrada del desarrollo  físico, moral e intelectual del niño. En la educación física encontró uno de los medios para el desarrollo armónico del cuerpo del hombre que era uno de los objetivos fundamentales de la educación espartana.
Se parte de la comprensión dialéctica-materialista, desde las terminaciones filosóficas, sociológicas y ética de este fenómeno de la realidad espiritual e ideológica de la sociedad y del mundo interno del individuo.
Por esta razón es de gran importancia que la concepción de la  filosofía ofrece un desarrollo moral de la personalidad: esto coincide por la comprensión del proceso que tiene el desarrollo de los hábitos en los individuos,  los adquieren concreciones irrepetibles en su formación y son los que califican la individualidad de cada persona a partir de la expresión de actitudes personales que lo identifican y distinguen.
Además expresa la significación social, positiva de un fenómeno, hecho, acto de conducta, en forma de principios y normas, con un carácter valorativo y normativo a nivel de la conciencia que regula y orienta la actitud de los individuos hacia la reafirmación del progreso moral, el crecimiento del humanismo y el perfeccionamiento humano sobre todo en la formación de hábitos de cortesía.
La familia constituye la célula básica de la sociedad, porque engendra los ciudadanos que componen la sociedad, por lo tanto, es la familia el primer grupo social que encuentra el niño al nacer; es el contexto social que coincide con la época de mayor permeabilidad y adaptación en toda su vida, es por tanto este el primer escenario para la formación de hábitos y con énfasis en los referido a los de cortesía. Es por ello que la formación de hábitos correctos en niñas y  niños adquiere una enorme significación en las primeras edades, basado en la concepción teórica que reconoce el papel fundamental de las condiciones de vida y la educación en el desarrollo de la personalidad del niño. Es decir, el desarrollo armónico e integral del ser humano dependerá en gran medida de cómo fue educado y atendido en su infancia temprana.
Al fortalecer la labor de la familia, se fortalece la sociedad; mientras más próspera y feliz sea la familia, más próspero y feliz es el Estado. Significa, que en la vida familiar influyen las características y condiciones de la institución en una época histórica determinada y, al mismo tiempo, el éxito o no del cumplimiento de las funciones familiares que se reflejan con fuerza en la institución. Las primeras normas, valores, costumbres, tradiciones, creencias o mitos que la niña y el niño comienzan a interiorizar, se producen en el medio familiar.  
La psicología del siglo XX reconoce una de las figuras más prestigiosas, Piaget Jan (1978)  en su  teoría plantea que las experiencias que tienen las niñas y los niños promueven su desarrollo cognoscitivo y afectivo, por lo que debe proporcionársele un ambiente rico en experiencias, sentimientos, habilidades adaptado a su grado de madurez donde juega un papel importante el adulto, teniendo en cuenta el grado de interés y de motivación que proporcionan las actividades que se realizan con ellos en el hogar.
Los hábitos forman parte del desarrollo moral de la personalidad, por lo que este concepto se ha utilizado fundamentalmente  por los psicólogos que se han adentrado en el estudio de este complejo proceso, teniendo en cuenta las características psicológicas de las edades en su evolución y proceso de aprendizaje en su interacción con estructura del juicio moral (valoración moral). 
El estudio de algunos psicólogos cubanos como Fernando González Rey y otros más permiten encontrar el fundamento de cómo en el desarrollo moral de personalidad se da el proceso de la formación de hábitos en sus diferentes etapas.
El problema fundamental en el estudio y comprensión de este proceso está en encontrar los argumentos que explican cómo se producen en el individuo como sujeto activo del proceso formativo la relación de lo cognoscitivo y lo afectivo –volitivo, en la conformación de los hábitos como parte del contenido de las transformaciones psicológicas de la personalidad. Los psicólogos están interesados en el estudio de los hábitos debido a su función como elemento básico del aprendizaje y también, en ocasiones, como problema que debe trabajarse cuando impiden o alteran el bienestar de una persona.
Una de las ideas centrales de los postulados de Vigostki L.S. (1903-1979). considera que  las niñas y los niños se desarrollan en una formación histórica cultural dada, creada por la propia actividad en la que prevalece la producción y transformación de la realidad y es a través de la actividad que se produce el desarrollo de los procesos psíquicos y la consiguiente apropiación de los conocimientos, hábitos, habilidades y capacidades, por lo que la actividad es siempre social e implica por tanto la relación entre las niñas y los niños y con la familia, la comunicación entre ellas, siendo en esa interacción con “otros” que surge el mundo espiritual de cada uno, su personalidad.
Muchos de los insignes pedagogos como: José Martí, Manuel Valdés Rodríguez, Félix Varela, Enrique José Varona y otros nos han dejado sus obras, sus concepciones y criterios acerca de la necesaria vinculación que debe existir entre la escuela y la familia asignándole a la escuela un papel fundamental en el logro de ese objetivo.
Como referentes pedagógicos” se asumen los principios educativos del   Dr. Martínez Mendoza Franklin( 2004), que sustenta la atención a la infancia de cero a seis años, basadas en las posiciones teóricas que reconocen el papel fundamental de las condiciones de vida y la educación en el desarrollo de la personalidad de las niñas y los niños, el desarrollo armónico integral en el entorno familiar.
Hacia este sueño la autora  ubica su proceso investigativo orientado a la preparación de la familia  para que contribuya a la educación de las niñas y los niños, a la vez, reciben la primera información acerca del mundo, es donde se establecen las primeras relaciones afectivas, donde se rige el sistema de normas de vida elemental, aprende hábitos, costumbres, normas sociales de las primeras regulaciones a la conducta, convivencia social teniendo en cuenta que los hábitos: son los que están relacionados con la limpieza del cuerpo el orden con el medio que nos rodea y la cultura de la conducta en la comunicación con los demás.
Los hábitos no son innatos, es decir los niños no nacen con hábitos adquiridos, esto no le viene como herencia de sus progenitores. El niño tiene una predisposición favorable para aceptar los hábitos que se le proponen, pero estos no se adquieren precipitadamente, de golpe, sino que se produce en un proceso. Este proceso es muy distinto si se trata de niños de adolescentes o jóvenes.
El niño acepta los hábitos que no ha captado y los acepta porque se los ofrece la familia, o el medio que los rodea, y los van adoptando como propios por selección. La familia debe mostrar los hábitos pero no en forma abstracta, sino que deben estar enmarcados en alguien; objetos o personas.
Un elemento esencial para la formación de hábitos en el hogar es la sistematicidad, la creatividad. El adulto es el  elemento más fuerte en la primera edad, la niña  o el niño hace suyos los hábitos que le han propuesto los padres, con el amor, la ternura, la afectividad, pueden influir en este complejo proceso de la formación.
Resultan inadecuados los métodos de imposición y castigo. Por el contrario se requiere de mucha paciencia, persuasión y afecto, para que las niñas y los niños disfruten y experimenten sensaciones placenteras cuando se alimentan, se lavan las manos, se cepillan, se bañan, duerman, y aún cuando evacuan sus esfínteres, de forma que se implique su esfera afectiva y se convierta en una verdadera necesidad para su personalidad en formación, de manera tal que después estos hábitos formen parte de sus cualidades personales.
La atención a la familia en el Programa Educa a tu Hijo.
En el modelo no institucional o Programa Educa a tu hijo, la forma organizativa por excelencia es la actividad conjunta, denominada así porque en ella participan junto las familias con sus hijos y el personal orientador-ejecutor, con el objetivo de demostrar las diferentes actividades que deben desarrollar y cómo darle continuidad en el hogar. En dependencia de la edad de las niñas y los niños y del propósito a lograr puede realizarse con una o con varias familias.
La actividad conjunta o grupos múltiples o multiaños adquiere sus particularidades, en algunos momentos pueden realizar las mismas actividades; en otros, aunque se trate de los mismos contenidos y las mismas áreas, las actividades pueden presentar diferentes grados de complejidad. Esta actividad transita por tres importantes momentos:
Primer momento o fase de orientación inicial: le permite a la promotora orientar a la familia hacia las actividades que se realizarán con los niños, los propósitos u objetivos que tienen, las áreas del desarrollo que se favorecerán, los procedimientos y recursos materiales, cómo y con qué realizarlas, importancia, logros, orientación para la participación de la familia.
Segundo momento o fase de ejecución de la actividad: es donde se ejecutan las tareas de la actividad, donde se presentan las diferentes situaciones educativas, los modelos de los contenidos que se tratarán, se orientan las tareas por la familia en las que se vinculan diversos contenidos, sistema de conocimientos, habilidades, cualidades, teniendo en cuenta las particularidades de las niñas y los niños y la participación de la familia.
Tercer momento o fase de evaluación: en esta fase se  valora con las familias las actividades realizadas, se escuchan los comentarios y opiniones emitidas por estas sobre lo que más le llamó la atención, qué les pareció o resultó más difícil, cómo hacerlo en el hogar y con qué materiales. Es el momento de aplicar el trabajo individual, diferenciado y el sistema de preguntas a los niños sobre el contenido trabajado. Se  aprovecha este momento para capacitar a la familia por parte de los especialistas acerca de las actividades que pudieran complementar y enriquecer el desarrollo del niño en el hogar
La orientación familiar como vía para la formación de hábitos higiénicos en las niñas y los niños de infancia preescolar de la vía no institucional.
Ante las nuevas exigencias sociales, en especial las relacionadas con la defensa de los valores, culturas y tradiciones nacionales, ante la influencia globalizadora imperialista, la institución educativa unida a la familia decide la formación de las nuevas generaciones. En este sentido constituye un eslabón primordial la orientación oportuna y acertada a la familia, entendida esta como el sistema de influencias pedagógicamente dirigida, encaminada a elevar la preparación de la familia y estimular su participación consciente en la formación de su decencia en coordinación con la institución. Esta orientación suministra conocimientos, ayuda a argumentar opiniones, desarrolla actitudes y convicciones, estimula intereses y consolida motivaciones contribuyendo a integrar en los padres una concepción humanista y científica de la familia y la educación de los hijos.
En el trabajo que se realiza con la familia se le presta gran atención a la educación de las niñas y los niños en los buenos hábitos higiénicos, los más pequeños dominan los hábitos más sencillos: lavarse las manos, abotonarse. Los mayores dominan los hábitos más complejos: mantener el aseo personal, cepillarse, lavar las frutas antes de consumirlas. El dominio de estos requiere de mucha paciencia por parte del adulto, de tiempo, por eso estos se desarrollan durante varios años de la vida del niño, de ahí la necesidad de que la orientación a la familia sea lo más  acertada posible basada en los preceptos pedagógicos establecidos.
En este sentido, se asumen los principios pedagógicos de la orientación familiar para el Programa Educa a tu hijo abordado por García Gutiérrez A. (2011), los que sirven de instrumento lógico para explicarlo y organizarlo, guiando su función educativa y cooperando así con el tránsito hacia estadios superiores del desarrollo de la personalidad de sus hijos, que debe partir de su basamento teórico, de cuáles objetivos y contenidos (para qué, por qué, qué) y el segundo momento, referido a la metodología para realizarla y la preparación del orientador (cómo y con qué). Estos se fundamentan de la manera siguiente:
 Conocimiento y estimulación del funcionamiento familiar. Toda forma o nivel de orientación debe contribuir al desarrollo del grupo familiar, beneficiando sus funciones, para enriquecer sus potencialidades educativas. Parte del reconocimiento de la familia como sistema socializador en la formación y desarrollo del ser humano, del carácter preponderante del grupo primario por su significación psicológica y social.
Integridad de la orientación. Consiste en expresar la principal exigencia al proceso de orientación: su coherencia y objetividad, constituye una condición básica para el desarrollo de este proceso. Se entiende la integridad en su definición más general, abarcando la integración, la sistematicidad y lo sistémico, la coherencia. Confiere objetividad al proceso de orientación.
De la participación. El proceso de orientación debe tener al sujeto como centro dinamizador, protagónico, partiendo de sus necesidades, demandas, saberes y potencialidades, de sus significados; entendiendo la participación en sus tres acepciones: Ser parte, Tener parte y Tomar parte, asumiendo la heterogeneidad de posiciones de los adultos y la diversidad entre las familias y su entorno.
Enriquecimiento de la comunicación. La comunicación familiar debe propiciar y favorecer el mutuo conocimiento entre sus miembros, sus intercambios, identificar y superar barreras, de modo que permita el desarrollo de la creatividad, así como promover vivencias afectivas positivas y experiencias de rico intercambio para la atención y satisfacción de sus miembros, sirviendo de modos de aprendizajes.

Conclusiones:
La sistematización  de los referentes teóricos que caracterizan la orientación familiar en el área Socio-Moral en la vía no institucional, con énfasis en la formación de hábitos higiénicos en las niñas y los niños de la infancia preescolar permitió profundizar en elementos relacionados con el tema y el comportamiento del problema de investigación, del mismo modo el diagnóstico de la situación actual del objeto y campo de investigación posibilitó corroborar la existencia de las insuficiencias en el mismo marcando la necesidad de elaborar una propuesta de con la que se pretende minimizar las deficiencias detectadas en la preparación de la familia para la formación de hábitos higiénicos en las niñas y los niños de cuatro a cinco años de edad del Programa Educa a tu Hijo.

BLIOGRAFÍA
Ares Muzio, Patricia. Abriendo las puertas a las familias del 2000. Editora Política. La Habana, 2000.
Ares M. Patricia: Mi familia es así. Editorial Ciencias Sociales: C. Habana, 1990.
Arias Beatón, G.; López J.; Gutiérrez J.M.: Un estudio del Niño Cubano. Editorial Pueblo y Educación: La Habana, 1986.
Arias Beatón, G. y otros: La educación familiar de nuestros hijos. Editorial Pueblo y Educación: La Habana, 1977.
Bell Rodríguez, Rafael: Convocados por la diversidad. Editorial Pueblo y Educación: La Habana, 2002.
Bozhovich, L.I.: La personalidad y su formación en la edad infantil. Editorial Pueblo y     Educación: C. Habana, 1986.
Cartaya Cotta, Perla: José de la Luz y Caballero y la pedagogía de su época. Editorial de Ciencias Sociales: La Habana, 1989.
Castillo, S.:”Cómo el educador  puede intervenir en los problemas  familiares  del alumno”, Revista Pedagogía Cubana, No. 5, La  Habana, 1990.
Castro, L y S, Castillo:”Para conocer mejor a la familia, Ed. Pueblo y Educación, La Habana, 1999.
Castillo Suárez, Silvia. La autoridad paterna. Simientes 27. Abril – junio 1989. La Habana.

*Asistente. Profesora. Centro Universitario Municipal Bartolomé Masó Márquez. lsocarrasa@udg.co.cu
** Profesora Auxiliar. Profesora. Centro Universitario Municipal Bartolomé Masó Márquez. ofuentesf@udg.co.cu. Centro Unveresitario Municipal Bartolomé Masó Márquez. Lic. Jeidi Fuentes Enamorado.

Recibido: 15/02/2019 Aceptado: 06/05/2019 Publicado: Mayo de 2019


Nota Importante a Leer:
Los comentarios al artículo son responsabilidad exclusiva del remitente.
Si necesita algún tipo de información referente al articulo póngase en contacto con el email suministrado por el autor del articulo al principio del mismo.
Un comentario no es mas que un simple medio para comunicar su opinion a futuros lectores.
El autor del articulo no esta obligado a responder o leer comentarios referentes al articulo.
Al escribir un comentario, debe tener en cuenta que recibirá notificaciones cada vez que alguien escriba un nuevo comentario en este articulo.
Eumed.net se reserva el derecho de eliminar aquellos comentarios que tengan lenguaje inadecuado o agresivo.
Si usted considera que algún comentario de esta página es inadecuado o agresivo, por favor, escriba a lisette@eumed.net.

URL: https://www.eumed.net/rev/caribe/index.html
Sitio editado y mantenido por Servicios Académicos Intercontinentales S.L. B-93417426.
Dirección de contacto lisette@eumed.net