Manuel Sánchez Rojas*
Patricia García Concepción**
Universidad de Las Tunas, Cuba
Email: msrojas@ult.edu.cu
La masonería es una fraternidad antiquísima. La presente investigación tiene específicamente como objeto de estudio el inicio de la masonería en Chaparra a principios del siglo XX, su objetivo es la descripción de la masonería en Chaparra a principios del siglo XX. La metodología utilizada durante la investigación se fundamentó sobre los paradigmas cualitativos y cuantitativos, tomando como base la dialéctica materialista expresada en los métodos teóricos: inducción-deducción, histórico-lógico, hermenéutico y el análisis y crítica de fuentes. Los resultados obtenidos de esta investigación permiten destacar cómo a pesar de no constituir un gran número de masones establecidos en el pueblo, se formó la institución y se logra la construcción de la casas templo que está próxima a cumplir sus cien años de edificada. Las ideas reflejadas en el trabajo demuestran que la historia de la masonería forma parte de la identidad local y es un tema que necesita mayor profundización en la historiografía cubana.
Palabras claves: masonería, principios, logia, Cuba, Chaparra.
Sumary
Freemasonry is an ancient fraternity. The present investigation has specifically as object of study the beginning of the freemasonry in Chaparra at the beginning of the XX century; its objective is the description of Freemasonry in Chaparra at the beginning of the XX century. The methodology used during the investigation was based on the qualitative and quantitative paradigms, based on the materialist dialectic expressed in the theoretical methods: induction-deduction, historical-logical, hermeneutic and the analysis and criticism of sources. The results obtained from this investigation allow us to highlight how, despite not constituting a large number of freemasons established in the town, the institution was formed and the construction of the temple houses that is close to completing its one hundred years of construction. The ideas reflected in the work show that the history of Freemasonry is part of the local identity and is a topic that needs further deepening in Cuban historiography.
Key words: Freemasonry, principles, loggia, Cuba, Chaparra.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Manuel Sánchez Rojas y Patricia García Concepción (2019): “El inicio de la masonería en Chaparra en la segunda década del siglo XX, cultura e identidad local”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (marzo 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2019/03/masoneria-cultura-identidad.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1903masoneria-cultura-identidad
1. La fundación de la masonería en Chaparra
El desarrollo de la industria azucarera en Chaparra estuvo condicionado por las constantes migraciones hacia el territorio. La existencia del central Chaparra era una fuente de inspiración para la búsqueda de empleo tanto en la fase agrícola como industrial.1 En esta región del norte oriental va a converger estos dos elementos que contribuyeron a la formación de la nación y la nacionalidad cubanas: la industria azucarera y la masonería.
Si bien en el siglo XIX la masonería es la institución que más aportó a la nación cubana, surge en Chaparra en la segunda década del siglo XXI condicionada en cierta medida por las migraciones y la industria azucarera. Muchos hombres con el objetivo de mejorar su situación económica se establecieron en la localidad. Este proceso migratorio, estuvo condicionado por las migraciones e inmigraciones, donde algunos se trasladaban con sus familias y otros se establecían en el pueblo donde formaban una familia.
Sin lugar a dudas, la presencia de la masonería marca un hito en la cultura de un pueblo que desprendía la melaza desde 1902. En este territorio se inicia el camino para el surgimiento de la fraternidad en los pueblos aledaños. Algunos de estos hombres eran libres y aceptados masones que dieron origen a la fundación de la Logia Chaparra, posteriormente se produjeron las afiliaciones y regularizaciones. El término afiliación corresponde a un masón iniciado en alguna de las logias de la Jurisdicción de la Gran Logia de Cuba, mientras que la regularización se establece para los masones de nacionalidad extranjera.
En la historiografía local del siglo XX y XXI no se puede hablar de identidad local o patrimonial sin hacer referencia a las costumbres, tradiciones, personalidades de la época que pertenecieron a la masonería o que estuvieron en conexión con esta institución. Si se defiende que la historia es total, la masonería es un contexto social que no trata los temas políticos y religiosos como institución, los masones son arte de la sociedad y ellos también influyen para que cambien las circunstancias históricas, así como el contexto social también influye en su pensamiento.
El 10 de abril de 1918 se produjo la fundación de la Logia Chaparra, institución que ha aportado al desarrollo de la cultura, la ciencia, el deporte y la vida en general de este pequeño pueblo desde sus valores universales. Tal vez por casualidad, una de las tantas coincidencias históricas o causalidades para que esta fecha, no recuerde en la historia patria, la Asamblea de Guáimaro o la fundación del Partido Revolucionario Cubano donde los masones cubanos desempeñaron un papel protagónico en el siglo XIX.
Es importante añadir que la masonería es una institución fraternal que defiende las raíces, las costumbres, las tradiciones y el comportamiento de la familia en la sociedad desde una mirada que comprende los universal, lo nacional, local, familiar y personal. Unido a esto, se mezcla el simbolismo y el estudio mediante sus condiciones morales aportan a la sociedad. De ahí que a pesar de la ausencia historiográfica, la masonería ha estado presente en la memoria histórica de nuestro pueblo, como una de las instituciones de mayor prestigio social. Tampoco escapa de las contradicciones, de los detractores y de las miserias humanas, no es una sociedad perfecta pero que ha dejado en el tiempo una huella indeleble.
La primera reunión para la fundación de la Logia Chaparra se llevó al efecto en la casa No 89 de la calle 4 del Batey de dicho Central, según consta en el Acta No 1 a la que concurrieron los hermanos masones Enrique Días Villalón, Melchor Recio Pascual, Miguel Gutiérrez Jiménez, Luis Angulo Mora, Rafael Tejeda Aguilera, Manuel Santana Santana, Anastasio G. Riancho, Diego Sánchez Guzmán, Parmenio Contreras Álvarez, José Dominicis, Juan González León y Eugenio Moreno Valton todos los cuales acreditaron ser masones libres y aceptados.2
Los reunidos nombraron, como primera providencia al hermano José Dominicis para que presidiera el acto y al hermano Luis Angulo para que actuara como secretario. A continuación se procedió a elegir por votación secreta a los funcionarios, la que dio el siguiente resultado.
Venerable Maestro Enrique Días Villalón
Primer Vigilante Melchor Recio Pascual
Segundo Vigilante Miguel Gutiérrez Jiménez
Secretario Luis Angulo Mora
Tesorero Rafael Tejeda Aguilera
Limosnero Manuel Santana Santana
Maestro de Ceremonias Anastasio G. Riancho
Primer Diácono Juan González León
Segundo Diácono Eugenio Moreno Valton3
El primer acuerdo fue el que se refiere al nombre de la logia, denominándose “LOGIA CHAPARRA” así como la descripción del sello número 1 que fue la siguiente: en forma de triángulo, en sus bordes las letras A:.L:.G:.G:A:.D:U:. Respetable Logia Chaparra y es su centro, una escuadra con un compás y la letra G.
El segundo acuerdo fue el de solicitar al Muy Respetable Gran Maestro, la Carta dispensa para los trabajos iniciales, fijándose los miércoles de cada semana, para la celebración de las sesiones.4
En la sesión ordinaria del 15 de mayo de 1918, Acta No. 2 se dio lectura a una plancha del Venerable Hermano Gran Secretario, acompañando la Carta Dispensa delMuy Respetable Gran Maestro y en esa misma sesión se procedió a las afiliaciones de los siguientes hermanos que resultaron ser las primeras altas:
Francisco Llorens Duharte, Millán Alonso Foira, Francisco Rodríguez Pupo, Rafael Verdejo Hernández, Carlos E. Peña Rojas, Eduardo Berlot Llanuza, José Evangelista Utria, Parmenio Contreras Álvarez, José Dominicis Vázquez, Blas Herrera Martín y Pedro de Miranda Barreto.5
Llama la atención que desde el 10 de abril de 1918 al 15 de mayo había transcurrido un mes y cinco días sin una reunión oficial en logia. Se infiere que los masones estaban en espera de la Carta dispensa para estar autorizados a realizar sus trabajos regularizados bajo la jurisdicción de la Gran Logia de la Isla de Cuba. Puede ser que de alguna forma se reunieran para debatir ideas al encontrarse en la calle, un tarde cualquiera, en la casa de algún hermano, pero de estos testimonios lejanos en el tiempo no quedan huellas. Lo que sí está claro es que con la idea de la fundación debió existir en cualquier rincón de nuestras calles al menos alguna idea comentada entre los hermanos para llevar adelante la masonería.
Otro dato de interés lo constituye una polémica referida a unos de los presentes en la fundación José Dominicis quien dirigió los trabajos para la elección de los nuevos funcionarios y posteriormente en el Acta No 2, según refiere Manuel Machado Montes de Oca, este hermano se afilió a la Logia. Debido al deterioro de las primeras páginas de este primer Libro de Actas, existe la limitación de consultarlas.
Con fecha 12 de junio de 1918, se reúne la logia en Cámara de Aprendiz, Acta No 6 y entre los acuerdos se adoptó uno a propuesta del hermano Miguel Gutiérrez, referente al traslado de la logia para una casita en Pueblo Viejo, del propio Central, concedida gentilmente para esa finalidad por el hermano Ameijeiras,6 padre del que es hoy Comandante, jefe de la Policía Nacional. 7
No cabe dudas que en el actual Museo Casa Natal Hermanos Ameijeiras sesionó la Respetable Logia Chaparra, mientras los masones se consagraban a la construcción del edificio masónico. La Logia Chaparra sesionó en este local desde junio de 1918 hasta diciembre de 1920. Este local encierra la historia familiar de la familia Almeijeiras, de la cual su hijos estuvieron vinculados al proceso revolucionario, pero prácticamente sobre la presencia de la masonería en el seno de este humilde hogar, se ha escrito poco, solo se encuentran las referencias del trabajo de Manuel Machado Montes de Oca y la constancia de los archivos masónicos.
En la obra antes citada se hace referencia a la aprobación del Reglamento Interno con fecha 3 de septiembre de 1918. Este, se ha transformado producto de la innovación y actividad creativa de los masones en Chaparra, de acuerdo a las circunstancias y el contexto histórico social. Dentro de las modificaciones se instauró el Seguro Masónico Local destinado a los familiares de hermanos fallecidos a los cuales se les hace entrega de $ 250 cuyos fondos se nutren de una cuota percápita mensual de 0.25 cts. En los momentos actuales, de acuerdo con la devaluación de la moneda y la crisis económica que se vive se nutre de otra cuota complementaria teniendo como base la cantidad de miembros numerarios de la logia en el momento de fallecer un hermano.
Una propuesta de vital importancia en la actividad social de la logia lo constituyó la entrega del zapato escolar en los años cuarenta donde se les entregaba a los niños más pobres de la localidad, idea fomentada en Chaparra por el hermano Dr. Molinet. Para este reparto se tenía un fondo especial en la logia y la Gran Logia de Cuba aportaba $100 cada dos años, intercalando con el aporte que le hacía a la Logia de Manzanillo para los mismos fines.
En la actualidad se han realizado modificaciones referidas a la asistencia a la logia con el objetivo de lograr una mayor participación de los hermanos a las sesiones, que sean electos como funcionarios y los que abalen un candidato tengan un reconocimiento en la asistencia.
2. La construcción de la Logia Chaparra
Como se explica en el epígrafe anterior los trabajos de la masonería en Chaparra se inician en la casa No 89 de la calle 4 del Batey, luego fueron trasladados hacia la casa de Manuel Ameijeiras, pero dentro de los propósitos de la masonería estaba la construcción de su edificio masónico situado en aquel entonces fuera del poblado, 8 para entonces la zona principal era el batey azucarero y en el propio crecimiento y desarrollo se fue fomentando Pueblo Viejo.9
La Logia Chaparra constituye en la actualidad patrimonio cultural de la localidad, en realidad una joya de la arquitectura ecléctica de la época. Donde se refleja las construcciones coloniales si muchas modificaciones, incluso gran parte del techo original, y se conserva el edificio gracias a las constantes reparaciones y el cuidado que los masones tienen de su madre logia.
Pensar que la construcción de este edificio en el menor breve tiempo posible deviene de un poder económico en toda su magnitud, sería negar la capacidad de entrega de los masones, quienes sin dudas abonaron desde sus peculios personales para hacer realidad un sueño de un edificio que ha sido motivo de elogio en el ámbito nacional como internacional.
Para la construcción de esta obra el 7 de enero de 1919 se designa una comisión integrada por “Llorens, Bonizaya y el hermano Cavamazana para la construcción del templo siendo el hermano Santana el director de las obras”10 . Además se acuerda la colocación de la primera piedra a las 2.00 pm del 2 de febrero de 1919.11
Sobre esta fecha alegórica se cuenta con una fotografía de la época donde se muestra en acto público la participación de los masones, familiares y pueblo en general. Acontecimiento que marcó el compromiso de la masonería con la sociedad y abrió con pasos seguros su labor como institución fraternal con énfasis en el prestigio y el reconocimiento social.
Si bien el proceso de construcción fue relativamente rápido, se continuaron las restauraciones y terminaciones. Esto constituye un motivo de orgullo y de inspiración para los masones de la localidad que en las primeras décadas han tenido que enfrentar tanto el peso de los años, los daños ocasionados por el huracán IKE, así como la obra en marcha para festejar el centenario de la Logia.
Para la construcción de la casa templo, se tuvo en cuenta un sistema de bonos, de los cuales las logias de la jurisdicción y los masones a título personal los tomaban en calidad de préstamos y que muchas veces eran donados.12 También se recibió, el 27 de septiembre de 1919, una donación que consistió en una cuadrilla de bueyes y una carreta valorada en $1000.00 en efectivo recaudando por este medio $5000.00, otorgándose facultades a la comisión de hacienda para darle forma y modo de venderlas. 13
Por lo que se puede apreciar existía diversas formas para el ingreso de los fondos de construcción. Un dato curioso que lo encontramos en el caso de la Logia Los Perseverantes de Puerto Padre la cual informa el 14 de septiembre de 1921 sobre” la necesidad que ha tenido de suspender el automóvil Ford, por falta de cooperación que no han tenido en su mayoría, quizás debido a la crisis reinante y nos piden que demos nuestro asentimiento con respecto a los $ 10 con los cuales contribuyeron varios miembros del taller. Además la Logia Chaparra acuerda donar los diez pesos. 14
Es importante recordar que para esta fecha el recién iniciado mundo contemporáneo cae en la crisis económica de 1920-1921 en el período de postguerra, por lo que se infiere que fue una de las causas por las cuales no se puedo efectuar la rifa del automóvil. Estas crisis económicas también afectan la vida personal y social de los masones por lo que hay que entender que los proceso globales y nacionales influyen con más fuerza en los pueblo pequeños, pero en estrecha unidad con las condiciones materiales no ha faltado en la masonería una conciencia identitaria de las buenas costumbres.
Otro dato de interés en el período constructivo de la Logia Chaparra lo constituye la propuesta de Rafael Tejeda para pedirle a la Administración de la Compañía que eximiera a la Logia del pago de la luz eléctrica durante el período de construcción para lo cual se designa una comisión integrada por Tejeda, Acosta y Rabelo. 15 No se tiene una respuesta precisa, debido a que la comisión debió informar en la próxima sesión, pero no aparece registrada en ninguna de las actas posteriores. Pero sin dudas, demuestra que necesitaban racionalizar los fondos en medio de la construcción y de la crisis económica reinante que no pudo impedir la inauguración del edificio.
El 19 de diciembre de 1920 16, se llevó a cabo la consagración e instalación de los nuevos funcionarios. En el acta se registra la comitiva de la Gran Logia compuesta por los siguientes hermanos:
Gran Maestro Raimundo Castellanos Zayas
Gran Primer Vigilante Celestino Badía
Gran Segundo Vigilante Rafael Nadal Noguera
Gran Secretario Luis Ezpeleta
Gran Tesorero José M Heredia
Gran Limosnero Atanagildo Cajigal
Gran Orador Alberto Cardet
Gran Maestro de Ceremonias Manuel Fuentes
Gran Primer Diácono J. R. González
Gran Segundo Diácono Manuel Machado Montes de Oca17
Luego de ser Instalada la Logia toman posesión los hermanos que habían sido elegidos para presidir los destinos de los trabajos y de la masonería en particular en la localidad de Chaparra, los cuales se mencionan a continuación:
Venerable Maestro Enrique Díaz Villalón
Primer Vigilante Eduardo Berlot Llanuza
Segundo Vigilante Antonio García Pérez
Secretario Rafael Tejeda Aguilera
Tesorero Raúl Gómez Chao
Limosnero Antonio Ruiz
Orador Emilio Álvarez
Maestro de Ceremonias Francisco Valera Ramírez
Primer Diácono Federico Anguera Gibert
Segundo Diácono Pedro Miranda
El 29 de mayo de 1925, en el taller se continúa abordando el tema de la construcción que ha estado presente hasta nuestros días con el fin de preservar la edificación masónica patrimonio arquitectónico de la localidad. En esta sesión celebrada se hace referencia a la necesidad de dar terminación al cielo raso de la casa templo, proyecto que resultó aprobado.18
El hermano Franco escribe para comunicar sobre sus gestiones con la Gran Maestría sobre la hipoteca solicitada por la logia. En ella expresa que el Gran Maestro facilita la cantidad solicitada mediante el pago mensual de $50 para saldar la cantidad con 20 mensualidades. Leída la carta el 17 de noviembre de 1926,la logia nombra una comisión integrada por el Venerable Maestro M. Gutiérrez y M. A. Rodríguez para que estudie el asunto y queda autorizada para con la administración lo que estimen. 19
En esta misma sesión, Anguera como Venerable Maestro informa sobre la reunión con el administrador local de Chaparra, a la que asistió con siete maestros masones y se le informó que vendrían tiempos difíciles para la comarca, por lo que la compañía se veía obligada a rebajar algún personal y con ese motivo se le ofrecía a la logia $ 30 para que fuese repartido entre los pobres. 20
El 14 de septiembre de 1927 el hermano Gutiérrez trata sobre el estado constructivo de la casa templo donde insiste en la necesidad de una reparación o recabar que la compañía nos compre el edificio ya que se quiere construir otro para un colegio, esto bajo la base de que le construya un edificio para el templo en el poblado. Además se plantea la visita al hermano Jomarrón, a la G M de la Logia de Perfección Antonio de la Piedra y al hermano Guillermo Morales para solicitar su apoyo en este asunto a fin de que una comisión conjunta de ambas logias labore en este sentido.21
La próxima referencia que se tiene, sin mencionar para que será utilizado el dinero es la comunicación del Sr Administrador General en la que acusa recibo de la solicitud de la logia sobre un crédito que puede ser pagado mensualmente con la cantidad de $25 o $3022 . Según el dato, pensamos que dicho préstamo haya sido gestionado para los fines constructivos de la institución.
En la sesión del 19 de septiembre de 1928, se hace referencia a la reconstrucción del edificio y se desecha la idea de venderlo que había sido propuesta por León. Se acuerda comprar la madera, para apuntalar la parte agrietada del edificio y solicitar los servicios de un arquitecto para que indique el plan de reconstrucción. Además de pintar el panteón masónico, del cual, no aparece con exactitud en los libros de actas la fecha de construcción.23
El 7 de noviembre de 1928, Jomarrón en su carácter de Presidente de la Logia de Perfección Antonio de la Piedra ofrece ayudar en la obra constructiva con la cantidad de $50 del tesoro de dicha logia y ofrece $ 5 de su peculio personal.24
Los masones carentes de recursos deciden revocar el acuerdo referido a no tocar el fondo del auxilio masónico local a no ser para el fin creado, mientras no exceda de $500 y se acuerda, un vota de confianza al Venerable Maestro y la comisión de construcción para que los fondos existentes del auxilio masónico local que acumula hasta la fecha $620 pueda ser utilizado en la reparación de la casa templo. En este sentido, el taller acepta la consideración realizada por el Venerable Maestro de que la Logia queda obligada en caso de fallecer un hermano de abonar a razón de $25 la cantidad que corresponde por este concepto a los familiares.25
El 2 de diciembre de 1928 el Venerable Maestro da a conocer el acuerdo tomado por la comisión de construcción sobre la impresión de 250 fotografías de la Logia para darle a conocer a las logias hermanas el verdadero estado de nuestro templo y solicitar a la vez su contribución.26
Las logias hermanas empiezan a responder con su ayuda para la reconstrucción de la casa templo. El 2 de enero de 1929 la logia Hijos de Perseverantes envía$25 y José Martí de Palma Soriano envía $ 5 lo que constituye una respuesta inmediata a la situación que presenta la logia Chaparra. 27
Luego se suman las logias J.N. Aramburo $5, Agramonte $5, Obreros de Oriente $ 2 y Los Templarios con un aporte de $5. Una vez más la ayuda de los masones ha estado presente en las paredes de esta casa templo próxima a cumplir los cien años de su fundación. 28El 22 de mayo de 1929, se acuerda pasar una plancha de gratitud al hermano José del Sol por el valioso concurso prestado a la Logia con la construcción de la verja que adorna la fachada de nuestro edificio. 29
En la sesión celebrada el 19 de junio de 1929 se hace referencia a la oferta realizada por La Logia de Perfección Antonio de la Piedra que dirige el hermano Jomarrón fue ampliada a $100. Además de donar al taller 8 sillones y 18 sillas y como obsequio el Sr. Labrad regala también una mesita. 30 También, el 9 de octubre de 1929, se acuerda comisionar al hermano José del Sol para que interese a los hermanos en el concurso monetario para reunir la cantidad necesaria para la terminación de los doseles. 31
3. Los hijos de Manuel Santana
Uno de los temas interesantes de la historia social de la Logia Chaparra lo constituye el apoyo brindado a los hijos huérfanos de Manuel Santana uno de los fundadores de nuestra Logia y que había fallido a consecuencias de una balas arrojadas en su cuerpo según testifica de médico que lo atendió 32.Estos niños, quedaron a cargo de la Sra. Dolores viuda de Mendosa según la carta leída por el hermano Recio el 10 de febrero de 1920.33
La historia familiar de la familia Santana no se ha podido ubicar en su totalidad de elementos temporales y espaciales. La próxima noticia que se tiene sobre la hija del hermano Santana está dada en una carta de la Logia Bartolomé Masó el 29 de mayo de 1925, donde se informa que la señorita Santana está al cuidado del hermano Wilner el cual notifica que no puede continuar con dicho cuidado por tener que ausentarse del país.
La logia acortó al respecto escribirle al hermano Franco para que se entreviste con la logia y el mencionado hermano y si el caso fuera urgente recluirla en el asilo masónico y a la vez se informe si dicha señorita está preparada para trabajar en oficinas o casa de comercio.34
Posteriormente se encuentran nuevos referentes en la comunicación del Venerable Maestro de la Logia donde expresa que la señorita Santana hija adoptiva de nuestra logia se encuentra hace algún tiempo entre nosotros y toma la consideración del taller para pasarle una mensualidad. El hermano Ponce propone que una vez termine los $70 que tiene en fondo de la gratificación del hermano secretario a razón de $ 15 mensuales, tomando como acuerdo seguir con la mensualidad de $ 15.35
El hermano M. A. Rodríguez propone al taller que se escriba una carta al Sr. Administrador general de la Compañía solicitando un empleo para la señorita Santana, el taller lo acuerda en principio y que se vea a la señorita para ver se está conforme con esto.36
Se da lectura a una plancha del hermano M. Báez, en la que se hace saber al taller su deseo de que la protección de la señorita Santana pase a otro hermano. Se propone, por parte del Segundo Vigilante, solventar los gastos que ocasionó la señorita entre los hermanos que están en condiciones.37
El 2 de junio de 1926, se da lectura a una carta de la señora viuda de Santana en la que se interesa por saber de sus hijos y por una poliza que de seguro se encuentra en poder de la Logia. Se acuerda escribirle autorizándola para que pueda escribir carta a sus hijos en la correspondencia que ella envía a la logia.38 Como se aprecia, la hija de Santana quedó a cargo de la masonería. Sin embargo, su madre estaba viva sin conocer las razones por las cuales no asumió la potestad, la cual fue asumida por los masones hasta que cumplió la mayoría de edad.
Luego el 7 de septiembre de 1927, el hermano Báez da cuenta de que tiene en su poder las prendas del hermano Santana y pide entregarlas al hermano López. Después de escuchar el parecer de varios hermanos se acuerda que las prendas sean entregadas a la señora viuda de Santana. 39
En la sesión el hermano José del Sol se preocupa por la señorita Santana. Al debatir sobre el asunto, el hermano Segundo Vigilante, propone adicionarle a los recibos de la logia, la cantidad de 30 centavos mensuales, para ayudar con lo que se recaude por este concepto. Se trata sobre el asunto y los motivos que obligan a Báez a pedir la protección de otro masón.
El hermano Primer Vigilante hace saber que el hermano Alcarta se hace cargo de ella siempre y cuando esta logia le ayude con la cantidad de $ 15 mensuales. Sobre el particular, la logia toma como acuerdo, que se aumente la cuota en 30 centavos para destinarlos a la señorita Santana mientras se encuentre sin empleo, que este dinero ingrese en el tronco de Beneficencia y se le entregue la cantidad de $15 mensuales.40
El 7 de julio de 1926 se da lectura a una carta del hermano de la señora Santana en la que solicita del hermano Báez el importe del pasaje para trasladarse a esta localidad. Se acuerda recomendarle a la señora Santana que le comunique a su hermano la difícil situación que atraviesa la localidad. 41 La señorita Santana comienza a trabajar según se informa en la sesión del 12 de enero de 1927 por lo que se acuerda suspender la pensión mientras se encuentre trabajando.42
Si bien aparece mayor información sobre la señorita Santana, es sabido que tenía otro hijo al que se hace poca referencia. Sin embargo, el 1 de diciembre de 1927, el hermano Gregorio Callejas, hace entrega a la logia de un recibo de 25 pesos entregados a Pedro Manuel Santana hijo del difunto hermano Manuel Santana.43
El 11 de abril de 1928, se da lectura a una comunicación de la señorita Santana en la que pide le sea entregadauna parte de la cantidad del dinero que dejó su padre a su hermano y a ella, cuya cantidad está depositada en el Departamento Comercial y bajo custodia de la logia. Según el dato al morir Manuel Santana su cuenta quedó bajo custodia de la logia hasta que sus hijos fueran mayores de edad, lo que demuestra el reconocimiento y prestigio de la masonería en Chaparra. Se acuerda nombrar una comisión para que esclarezca el asunto integrada por A. López, P. León y Clemente Rodríguez, pero además le informen a la cámara de dónde fue tomada la cantidad de $50 que le enviaron para los gastos del viaje de la señorita Santana. 44
La comisión pide al hermano secretario Clemente Rodríguez de lectura al acta de la sesión donde se acordó tomar del tesoro la cantidad de $50 para los gastos del viaje, entendiéndose que esa cantidad fuera tomada en calidad de préstamo por la referida señorita. Sobre el particular se acuerda a propuesta del hermano A. Batista citar para una sesión extraordinaria para dejar sin efecto el mencionado acuerdo.45
Además el 27 de abril de 1928 se revoca el acuerdo de la sesión del 27 de julio de 1925 por el cual se disponía tomar del tesoro de la logia la cantidad de $50 en calidad de préstamo para los gastos del viaje de la señorita y dicha deuda queda condonada. 46
El 2 de enero de 1929 se da lectura a una carta del hermano Callejas que acompaña a una del joven Pedro Manuel Santana hijo adoptivo de la logia mediante la cual solicita el dinero que esta logia guarda por cumplir la mayoría de edad. Al respecto se acuerda investigar sobre la mayoría de edad del joven para comprobar su derecho a recibir el dinero. 47
El 6 de marzo se da lectura a una plancha del hermano Franco e la cual comunica que el Joven Pedro Manuel Santana se encuentra sujeto a un procedimiento judicial.48 Finalmente se da a conocer, el 20 de agosto de 1930, que la señorita Angélica Santana hija adoptiva del taller está próxima a contraer matrimonio con el hermano Secarez y por tal motivo la logia debe obsequiarle un regalo.49
4. CONSIDERACIONES FINALES
Como síntesis del trabajo se puede decir que ya la masonería arribó a su centenario y para quine puedo presenciar y participar como masón este acontecimiento sencillo por las condiciones, pero lleno de compenetración material y espiritual puedo afirmar que la masonería forma parte de la historia de la localidad y deja huellas identitarias que forman parte de los masones en su accionar cotidiano. La fundación de esta institución y la construcción de su edificio constituyen una muestra de sacrificio y voluntad de la masonería. Además se desempolvó de nuestros archivos una historia relacionada con los hijos de uno de sus fundadores. Se ha tratado de reconstruir una historia que tampoco escapa de las contradicciones humanas y como primera aproximación refleja elementos cotidianos de la masonería que estaban guardados como huellas en el tiempo para convertirse en 100 años de fuerza y estabilidad.