Revista: Caribeña de Ciencias Sociales
ISSN: 2254-7630


LA PREVENCIÓN DE LOS TRASTORNOS DEL COMPONENTE FONÉTICO EN LOS NIÑOS DE LA INFANCIA PREESCOLAR

Autores e infomación del artículo

Nolberto Torres Vidal*

Universidad de Las Tunas, Cuba

nolberto@ult.edu.cu


RESUMEN
Una de las problemáticas de actualidad en el campo de la Logopedia, está relacionada con las alteraciones que comprometen el componente fonético durante la infancia preescolar, pues las mimas no siempre desaparecen de manera espontánea al arribar los niños a la edad escolar llegando afectar la comunicación, el aprendizaje y la personalidad en general, lo cual se convierte en un motivo de preocupación para padres, maestros, especialistas y educadores en general. En el presente trabajo se realiza un estudio sobre esta problemática y se proponen acciones para contribuir a potenciar la estimulación del componente fonético en los niños de de la infancia preescolar, al considerar esta etapa como la de mayor importancia para el desarrollo del lenguaje y la comunicación. El trabajo es resultado de la experiencia del autor con más de treinta años de experiencia en la especialidad de Logopedia, así como de los resultados de la aplicación de métodos y técnicas de investigación que corroboran su efectividad.
PALABRAS CLAVES:
Prevención, fonética, articulación.

ABSTRACT
One of the today´s problems in the Speech field, is related to the manifestations in the form of alterations involving phonetic component during the preschool infancy, which do not always disappear spontaneously upon arrival children to the school age affecting the communication, learning and personality in general, which becomes a source of concern for parents, teachers, specialists and educators in general. In this paper work a study on this issue is made and actions are proposed in order to improve the stimulation of the phonetic component in preschool children, to consider this step as the most important for the development of language and communication. The work is the result of the author's experience with over thirty years in this field and the application of research methods and techniques to support their effectiveness.
KEYWORDS:
Prevention, phonetics, articulation.

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Nolberto Torres Vidal (2018): “La prevención de los trastornos del componente fonético en los niños de la infancia preescolar”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (noviembre 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2018/11/trastornos-fonetico-ninos.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1811trastornos-fonetico-ninos


El componente fonético en el desarrollo del lenguaje y la comunicación oral en los niños de la infancia preescolar
El proceso evolutivo de los niños desde la edad temprana, es un tema que ha ocupado y ocupa la atención de muchos investigadores, debido a la importancia que tiene este período de vida para su posterior desarrollo. En este sentido L. A. Venguer (1988:41) expresó: ¨en el primer año se forman y desarrollan condiciones necesarias para la vida futura del niño, siendo el lenguaje oral uno de los procesos que más activamente participa en su crecimiento intelectual¨. 
En el presente artículo se realiza un análisis sobre desarrollo evolutivo del lenguaje y la comunicación oral en los niños de la infancia preescolar, centrando la atención en el componente fonético, al considerar que las alteraciones que se presentan en este componente, es uno de los que mayor preocupación genera a padres, maestros, especialistas y educadores en general, a partir de lo cual se proponen acciones que pueden contribuir a la estimulación y prevención del mismo a través de la práctica educativa.
El aporte principal del artículo está centrado en el análisis de los fundamentos teóricos relacionados con esta problemática y las acciones que pueden ser tenidas en cuenta para la preparación de los agentes educativos para la prevención y estimulación del desarrollo del componente fonético de manera preventiva en los los niños de la infancia preescolar.
Para lograr tales fines, es importante que la familia y la institución educativa jueguen el rol que le corresponde en el desarrollo del lenguaje y la comunicación al considerar que estos son los máximos responsables en la atención educativa de los niños desde las edades más tempranas.
El dominio inicial del lenguaje es una condición indispensable para el desarrollo de la psiquis del niño durante la etapa preescolar. Diversos son los criterios que han existido en relación con el surgimiento de esa importantísima actividad psíquica, propia solo del hombre, la cual tiene sus sustentos en las concepciones materialista-dialéctico, concibiendo el surgimiento y desarrollo del lenguaje muy ligado a la actividad práctica y social del hombre.
El lenguaje, es el elemento mediador que ha permitido a lo largo de la historia de la humanidad, transmitir las experiencias acumuladas de generación en generación de forma racional e intencional.
En el proceso evolutivo del niño desde edades tempranas se van formando las premisas necesarias para su desarrollo cognoscitivo, ocupando en la adquisición del conocimiento un lugar importante la estrecha relación dinámica que existe entre el pensamiento y el lenguaje.
Según L. S. Vigotsky, (2002: 67), el pensamiento nace a través de la palabra, por lo que es necesario ir formando y desarrollando desde los primeros momentos de la vida del niño las condiciones para la palabra hablada con significado, pues el desarrollo del pensamiento verbal del pequeño está determinado fundamentalmente por las exigencias del entorno social en que se desenvuelve, premisa que es asumida por el autor en su investigación.
Lo antes expresado se fundamenta en que el niño durante el proceso educativo va adquiriendo los conocimientos de la vida social, inicialmente con la orientación y guía del adulto y luego en ese proceso de apropiación de las experiencias va logrando de forma ascendente su independencia cognoscitiva. Estos elementos ayudan a comprender la importancia que ocupa el medio social en el desarrollo psíquico del individuo, lo que presupone un conocimiento preciso de las características de su proceso evolutivo.
La formación y el desarrollo del lenguaje y la comunicación oral del niño necesita desde el primer año de vida de un accionar eslabonado, dinámico, variado y sistemático, que permita crear las condiciones psicofisiológicas indispensables para que al terminar la etapa preescolar pueda producir palabras y oraciones con un contenido lógico, sentido y significado.
Resulta de vital importancia, tener presente en el trabajo que se realiza para el desarrollo del lenguaje y la comunicación oral del niño desde el primer año de vida, los conocimientos esenciales sobre las características psicofisiológicas que permitan guiar y evaluar el nivel de desarrollo alcanzado, sin dejar de tener en cuenta los diferentes ritmos de desarrollo, ni el carácter continuo y dinámico del proceso evolutivo.
En este sentido, es importante conocer que la comunicación oral ocupa un lugar tan importante dentro de las relaciones humanas, que los padres, educadores y profesionales de educación infantil, están obligados a prestar una especial atención a los procesos de adquisición y desarrollo del mismo, así como a sus posibles perturbaciones. Es preciso recordar que el aprendizaje de la lengua materna junto con el rápido desarrollo psicomotor, son las dos adquisiciones más importantes que los niños conquistan en los primeros años de vida, pues a partir de ellas son posibles las primeras interacciones del niño a través de la actividad con el medio.
En el proceso de la comunicación se evidencian tres niveles fundamentales, el lenguaje, el habla y la voz y para que estos cumplan con su acometido debe existir entre ellos una unidad funcional, pues de no lograrse de manera adecuada pueden surgir desviaciones en su desarrollo en forma de trastornos.
Siguiendo la idea, el lenguaje en estrecha relación con el pensamiento y como base organizadora a nivel cerebral para la programación verbal debe estar sustentado sobre la base de un adecuado equilibrio ideomotor.
Por otra parte, la voz, definida por G. Fernández, (2008) como elemento comunicativo, de carácter afectivo producido por el órgano laríngeo, sirve de vehículo sonoro de las palabras, tiene un gran significado en la pronunciación de los sonidos. Así mismo, siguiendo la idea de T. Pazo, (2013: 35), quien plantea que la dicción permite expresarse de manera clara y elegante al expresar las ideas al considerarla como elementos constitutivos de la palabra en el desarrollo del habla.
Lo antes expuesto, significa la importancia que tiene la preparación de los agentes educativos en la atención preventiva desde las edades más tempranas con relación al desarrollo del lenguaje, el habla y la voz.
En el desarrollo de la comunicación oral, se evidencian tres componentes esenciales (fónico, léxico y gramatical) entre los cuales existe una unidad dialéctica, por lo que deben ser tenidos en cuenta por los agentes educativos en el proceso de estimulación desde las edades más tempranas, pues de no lograre el desarrollo uniforme de estos componentes, puede verse afectar el proceso de la comunicación.
En el desarrollo de la comunicación del niño, el componente fonético juega un rol esencial, ya que este constituye el estadio inicial para la adquisición del vocabulario y las estructuras gramaticales, pues de la calidad de la pronunciación depende el nivel de comprensión de la estructura fónica de las palabras.
En la Educación Preescolar el trabajo preventivo alcanza una extraordinaria importancia para evitar, el surgimiento de dificultades en las diferentes etapas del desarrollo del lenguaje y la comunicación.
La labor preventiva constituye una dirección de trabajo del MINED en Cuba y, en tal sentido, dentro de las precisiones realizadas a las prioridades de la Educación Preescolar se considera como una necesidad, para que los niños que se educan en las instituciones infantiles, en los lineamientos para el trabajo preventivo del año 2006, quedan establecidos objetivos y acciones para solucionar las insuficiencias existentes; se destacan entre estas por la incidencia directa que tienen en dicho programa y en la génesis del tema objeto de estudio: La falta de concreción del trabajo preventivo a partir de la no identificación y percepción de riesgos que existe en el ámbito familiar y social.
A nuestra consideración, el trabajo preventivo debe realizarse a nivel primario para evitar situaciones negativas al desarrollo del sujeto en sus diferentes etapas evolutivas siguiendo la idea de R. Bell, (1997: 25) al expresar que la prevención hay que concebirla con un criterio más integrador, global y positivo, que de la posibilidad de apreciarla como un sistema de influencias, que en el ámbito educativo ha de anticiparse a las posibles dificultades que en el proceso puedan surgir, exigiendo la atención oportuna de las necesidades educativas que los niños presentan dentro del ámbito educativo general.
Así mismo, el autor alerta sobre la necesidad de que las decisiones y las acciones que caracterizan la labor preventiva, tengan su base en una relación constructiva, colaborativa y problematizadora de todos los factores que componen el sistema de influencias.
El cumplimiento de esta aspiración, indudablemente tiene entre sus requisitos fundamentales el adecuado uso del lenguaje como medio de expresión del pensamiento, lo que también presupone, una adecuada estructuración del sistema fonológico para que la pronunciación de los infantes, no constituya un obstáculo en sus relaciones de comunicación.
La cultura fónica del lenguaje se va adquiriendo desde el primer año de vida, pues los niños en su relación con el medio ambiente y adultos que los rodean muestran interés por el mundo que les rodea, reaccionando con algunos movimientos corporales ante los estímulos afectivos, vocales, demuestra reacción de búsqueda al escuchar los sonidos, mira con "atención" los objetos que se mueven y pronuncia sonidos  a-a, e-e, Combina sonidos vocálicos y algunas consonantes, (aek, agg, um, ak), pronuncian sonidos para atraer la atención de los que lo rodean, repiten fonemas, pronuncia de forma imprecisa algunas sílabas sencillas, (ma, pa, ta), aparece el balbuceo, o sea, la emisión de sonidos articulados y grupos de sonidos que no tienen sentido y vocaliza sonidos, sílabas, combinaciones de sonidos (a, a, ao, ea, ma, ma, pa), entre otras.

  • Más tarde aparece de forma repetida una consonante entre vocal, (ama, ito, asa, repite sílabas  y combinaciones de sílabas alargando la vocal, (maa, taa), es capaz de vocalizar fonemas seguidos y combinarlos, como da, da, dada, ta, tata, la, la, en ocasiones los utiliza como respuesta a las conversaciones, calla para oír los sonidos, sílabas y después comienza a repetirlo, es capaz de imitar algunos sonidos del lenguaje oral, imita diferentes sílabas y combinaciones de sílabas,  (mamá, tía, tata) con entonación, imita algunas palabras pronunciadas por el adulto, (pomo, mío, tope) y pronuncia palabras sencillas con entonación, como, mamá, papá, teto, nené, mío, dame.
  • En el periodo final del primer año, es capaz de imitar un sonido, el niño/a se oye a sí mismo, imita su propia voz tratando de que sea lo más parecido posible, verbaliza repitiendo y practicando interminablemente las sílabas, se da cuenta que de esa forma puede pronunciar palabras y se comunica de forma emocional, sonríen unos a los otros, levantan las manos y emite sonidos, que nunca habían pronunciado.

En el segundo año de vida, el desarrollo de la expresión oral continúa su perfeccionamiento en el que surge la palabra-frase (u oración monopalábrica), se amplía la comprensión léxico-semántica de la lengua permitiendo el cumplimiento de órdenes por demanda verbal y responder a preguntas directas, siempre en tiempo presente y surgen frases simples (oraciones de dos-tres palabras), con dificultades morfológicas, sintácticas y gramaticales.
Así mismo, en el tercer año de vida los niños asimilan variados elementos morfológicos y gramaticales que permiten una comunicación asequible y comprensible, surgen preguntas de su propia iniciativa, da respuestas de frases largas, amplia el vocabulario, aparece la conversación de tipo situacional o lenguaje situacional, identificación mediante el pronombre Yo, y diferenciación y verbalización de su identidad.
El desarrollo evolutivo del lenguaje durante los tres primeros años de vida, constituye una etapa de singular importancia, puesto que ya, al final de la misma el niño es un ser que comunica y utiliza el lenguaje en sus acciones cognoscitivas, afectivas y de relación, a la vez que implica el inicio de su periodo sensitivo, que aparentemente se extiende algo más allá de la infancia temprana.
Al finalizar esta etapa de desarrollo, los niños no han logrado la madurez necesaria de los distintos órganos y sistemas de órganos que intervienen en el lenguaje, pero ya posee un vocabulario amplio relacionado con los objetos y fenómenos que le rodean y pronuncia la mayoría de los sonidos del idioma aunque con limitaciones en la calidad de la pronunciación propias del desarrollo fisiológico.
El componente fonético y los períodos sensitivos del lenguaje y la comunicación oral en el niño
El tercer año de vida da inicio a la infancia preescolar, por tanto, constituye un momento de tránsito que se distingue por que al culminar la edad temprana el niño a alcanzado grandes logros que generan una gran necesidad de independencia, curiosidad por el mundo que lo rodea, deseo de actuar como el adulto, de ser reconocido; estas necesidades se canalizan mediante el juego de roles y la realización de actividades productivas como el dibujo, el modelado y la construcción que favorecen el desarrollo de la comunicación desde su proyección y proceso, pues requieren del establecimiento de interrelaciones sociales pero por su carácter representativo favorecen los procesos de significación.
Relacionado con estos criterios, en el modelo pedagógico de María Montessori referido por M. Domínguez, (2001: 56), se fundamenta la importancia de los períodos sensitivos, en el que se plantea la necesidad de atender el interés que el niño demuestra, pues si no se pierde el logro, así como considerar permanente la psicología del niño, pues a partir de ello se deriva una teoría de aprendizaje, estableciendo, además, cómo a partir del estudio del niño se desprende un sistema pedagógico.
Al arribar a los tres años, se ha producido un desarrollo significativo del lenguaje que le permite al niño utilizar el signo lingüístico para comunicarse, se aprecia un sensible incremento de la comprensión del lenguaje del adulto que se evidencia en la posibilidad de regular su conducta su  ayuda y en la posibilidad de construir mensajes sencillos, que amplían las posibilidades de emplear procedimientos comunicativos como preguntar, responder, saludar, agradecer, solicitar un objeto, participar en conversaciones sencillas, e iniciarse en el desarrollo de otros procedimientos comunicativos más complejos como la narración  y la descripción.
El desarrollo del lenguaje se expresa en el creciente desarrollo del vocabulario fundamentalmente de adverbios, preposiciones, conjunciones, así como en el uso adecuado de la gramática de su lengua materna y la pronunciación.
De igual modo se aprecia un creciente desarrollo de la actividad cognitiva y afectiva, aunque todavía la percepción suele ocupar un papel preponderante, algo que se revela en las limitaciones de la generalización y por ende en la comprensión de signos, resultando de más fácil acceso aquellos que no se alejan tanto del objeto que representan, de este modo se requiere que el significado de las palabras se amplíe.
La significación de la percepción también se aprecia en las peculiaridades del pensamiento en imágenes que en esta etapa inicia su desarrollo, por lo que se debe lograr que las imágenes cada vez más revelen la esencia de los objetos y fenómenos. Se fortalece la memoria que comienza a convertirse en un proceso que permea toda la actividad psicológica comenzando a jugar un papel significativo en el desarrollo del pensamiento representativo y en especial de la función simbólica, que en la medida en que se produce la asimilación del signo lingüístico garantiza que las imágenes conservadas en la memoria adquieran un carácter más abstracto.
Así mismo, se manifiestan una serie de motivos que orientan la conducta de los infantes, entre los que se destacan los lúdicos, el deseo de mantener interrelaciones positivas con el adulto y coetáneos, de conocer la realidad que los circundan que deben ser aprovechados por el adulto en la estimulación de la comunicación. De igual manera se fortalecen vivencias afectivas como los sentimientos, algo que se refleja en la mayor estabilidad de su comportamiento y el desarrollo de la atención.
Sin embargo, es en el cuarto año de vida, según L. S. Vigotsky. (2002: 45), es el periodo más importante en el desarrollo del lenguaje pues los órganos y sistemas de órganos y con ello las estructuras fonatorio motoras han alcanzado un mayor nivel desarrollo para el enriquecimiento del lenguaje y en particular del componente fonético.
Teniendo en cuenta estos criterios, el sistema educacional cubano a partir de los programas vigentes de Lengua  Materna para la infancia preescolar se declara como objetivo fundamental el desarrollo de habilidades comunicativas  aprovechando  las situaciones comunicativas cotidianas en que participa el niño, tanto en la vía institucional como la  no institucional, en los que a pesar de sus potencialidades, en la práctica educativa se evidencian problemas metodológicos en la enseñanza de la lengua materna, pues como plantea M. Cuenca, (2003: 32), está permeada por un enfoque estructuralista de base conductista que ha centrado su atención en el aprendizaje mecánico de las estructuras de la lengua en detrimento de  su  aprendizaje en el propio proceso comunicativo,  que en definitiva es lo que garantiza  que el niño sienta  la necesidad de perfeccionar su lenguaje para comunicarse.
En el análisis realizado sobre el criterio de autora, se considera que,  aunque se plantea que el análisis de los objetivos que se declaran en este programa permite advertir que estos se direccionan fundamentalmente al aspecto expresivo de la lengua, en especial al vocabulario y la pronunciación de los sonidos, en la práctica educativa según el diagnóstico del grado preescolar se precisa la existencia de niños que presentan alteraciones en el componente fonético que afectan el proceso de la comunicación al arribar a la edad escolar.
Reafirma la idea, T. Hernández, (2003: 24) al referir que el progreso infantil en el área del lenguaje, y particularmente en la tarea referida a la pronunciación, se ha mostrado dificultades en los resultados del diagnóstico de la preparación del niño al culminar la etapa preescolar, se destaca en el análisis por componentes, siendo en el programa Educa a tu hijo el de más bajos resultados, con una recurrencia tangible de procesos fonológicos, tales como: las distorsiones, sustituciones, omisiones y asimilaciones de sonidos, que fisiológicamente debían mostrar una tendencia a desaparecer al culminar esta etapa.
T. Hernández, (2003: 25), plantea además, que si se toma en consideración la elevada cifra de niños que ingresan a la enseñanza primaria provenientes de dicho programa, no es un hecho aislado encontrar un número considerable de menores cuya vida escolar comienza con dificultades en la pronunciación, que aunque no resulta sencillo determinar la incidencia de los procesos fonológicos en la edad escolar, pues los datos varían de unos autores a otros, los que coinciden en que los porcentajes en la población infantil llegan hasta el 21% y que al menos 2 alumnos de clase ordinaria están afectados.
Así mismo, en un estudio realizado por I. Padrón, (1999: 78) sobre la dislalia, se demostró que es el defecto del lenguaje que con mayor frecuencia se encuentra, sobre todo en la población infantil.
Los datos estadísticos del estudio muestran que del 25 al 35 % de prescolares y alrededor del 20% de los escolares menores (1ro. A 3er. Grado) presentan trastornos de pronunciación. Lo cual significa la necesidad de los trastornos del componente fonético antes del que el niño inicie el aprendizaje de la lectura y escritura en la etapa escolar.
En estudio del componente fonético es recomendable se realice una exploración logopédica con el objetivo de valorar el estado de la pronunciación, lo cual debe estar precedido por la investigación del estado de los órganos articulatorios y de fonación. En este aspecto es importante tener en cuenta no sólo la estructura de cada órgano sino también la movilidad de los mismos, para lo cual debe considerarse la estructura del paladar duro y blando, la úvula, la lengua, de los labios de las fosas nasales, la implantación y oclusión dental la movilidad del velo del paladar, la úvula y las paredes posteriores de la faringe, la lengua y las mandíbulas.
El estudio de la pronunciación debe realizarse por un especialista en Logopedia, lo cual permitirá el establecimiento del diagnóstico diferencial en correspondencia con la etiología y las formas de manifestación en caso de presencia de posibles alteraciones, lo cual permite determinar si requiere de la intervención de otro especialista, si es necesario un tratamiento especializado por parte del logopeda, así como la orientación oportuna a la educadora y la familia.
El examen de la pronunciación, es uno de los aspectos más importantes a explorar a través de la exploración logopédica; su alteración puede producirse como consecuencia de la influencia de la variabilidad de factores, que oscilan desde las lesiones de carácter central y las alteraciones de la neurodinámica, hasta las simples afectaciones de la estructura anatómica de los órganos periféricos de la articulación. Los sonidos pueden verse alterados en cualquier posición dentro de la palabra o solo en aquellos casos que aparecen ocupando una posición determinada.
El trastorno de pronunciación puede abarcar sonidos de uno o diferentes niveles articulatorios, aparecer en forma de omisiones, distorsiones o sustituciones constantes o inconstantes. Por todo esto cuando se explora la pronunciación el logopeda debe tener en cuenta los siguientes aspectos:
a) Ante qué posición del sonido dentro de la sílaba aparece la alteración.
b) Si es constante o inconstante la incorrecta pronunciación.
c) Si los sonidos afectados pertenecen a uno o varios niveles de articulación.
d) En qué forma aparece la alteración en la pronunciación.
e) Cuál es la causa del trastorno.
Ante la presencia de alteraciones en forma de sustituciones de sonidos, y sobre todo cuando estas se producen de manera inconstante, se hace necesario explorar con profundidad el oído fonemático como capacidad en formación para discriminar y diferenciar los sonidos del idioma por su parecido acústico. El déficit fonemático es la causa fundamental al ingresar el niño en la escuela de los trastornos de la lectura y la escritura en forma de disgrafias y dislexias la que en la mayoría de los casos se refleja en la pronunciación en forma de cambios inconstantes de unos sonidos por otros similares en su complejidad acústica.
Por otra parte, M. Cuenca, (2003), manifiesta que resulta significativo que en las orientaciones se incluye el trabajo con la familia, para que  en las condiciones del hogar pueda contribuir al desarrollo  del lenguaje, sin embargo, no se revela con la claridad necesaria la responsabilidad que junto con los educadores asume en la estimulación del lenguaje, de este modo no se sugiere cómo orientar a la familia para que propicie situaciones comunicativas en las que los niños tengan que utilizar los distintos procedimientos comunicativos. De igual modo, explicita cómo la familia puede prevenir los trastornos de la comunicación y utilizar los recursos que aporta la comunidad en función del desarrollo del lenguaje.     
Las limitaciones antes referidas, constituyen sin lugar a dudas causas fundamentales de las dificultades que hoy se manifiestan en relación con el dominio de la lengua materna y en consecuencia con el desarrollo de habilidades comunicativas, desde la etapas anteriores, lo cual evidencia la necesidad de perfeccionar el diseño curricular tomando como fundamento principal las concepciones actuales del enfoque comunicativo en  la didáctica del habla, las tesis principales de la teoría histórico-cultural y las peculiaridades del desarrollo psíquico en esta significativa etapa de la ontogenia humana.
Lo antes expresado demuestra la importancia que tiene la estimulación del desarrollo del lenguaje y en particular del componente fonético desde la infancia preescolar, en la que la familia como primera escuela, la institución educativa y la comunidad desempeñan un rol importante.
La articulación, como expresión del componente fonético en el presente trabajo se hace referencia como la posición especial adoptada conjuntamente por los órganos que integran estas cavidades en el momento de producir un sonido.
Dentro de las causas que pueden alterar la articulación se encuentran, entre otras; los factores ambientales como condiciones sociales inadecuadas que dificultan la comunicación oral del niño tales como: patrones articulatorios inadecuados, que pueden ser imitados por el menor, también el entorno psicoafectivo inadecuado puede influir negativamente en la normal evolución de los componentes del lenguaje.
En el proceso de desarrollo del lenguaje en el niño, los primeros intentos para dirigir los movimientos articulatorios, se tornan imprecisos y poco diferenciados. Conjuntamente con el control auditivo, las vías motrices aferentes (o de retorno) desempeñan un papel importante en la precisión y diferenciación correcta de las articulaciones.
Es importante considerar que, en esta etapa, el oído fonemático se encuentra en formación, el cual desempeña el papel de diferenciar y reconocer los fonemas que componen la estructura sonora de las palabras que se encuentra, en el área central del analizador auditivo, lo cual puede influir en el desarrollo de la pronunciación en lo niños.
En los casos que las alteraciones de la pronunciación se presentan en forma de sustituciones de sonidos, y sobre todo cuando estas se producen de manera inconstante, se debe dedicar una mayor atención a la exploración del oído fonemático con el objetivo de determinar las características cuantitativas y cualitativas del desarrollo de la percepción fonemática.
El déficit fonemático es la causa fundamental de los trastornos de la lectura y la escritura en forma de dislexias y disgrafias en la edad escolar. Para la exploración fonemática debe tenerse en cuenta que no siempre la alteración de la audición fonemática se refleja en la pronunciación, no todos los cambios que se producen en la pronunciación de los sonidos son síntomas de déficit fonemático, por lo que se hace necesario siempre profundizar en la causa.
Lo antes expresado demuestra la importancia que tiene la estimulación del desarrollo de la conciencia fonológica en la que los adultos deben hacer confluir el trabajo con las estructuras fonatorio-motoras como condiciones motrices para el desarrollo de la articulación y su consecuente expresión en la pronunciación. Se precisa continuar el desarrollo del oído fonemático de manera que los niños deben ser capaces de identificar y comparar sonidos primero no verbales y posteriormente verbales en las diferentes formas organizativas del proceso educativo y de este modo interpretarlos, pero siempre asumiendo un carácter lúdico.
M. Cuenca, (2003), considera que las acciones que se organicen para el niño deben atravesar cada año de vida, solo se complejizan por el tipo de sonido utilizado y por el tipo de acción externa que realice, pero desde el punto de vista metodológico, en todo momento la acción del adulto debe propiciar que el niño acompañe su acción perceptual de la palabra, y no desestimar el valor de la ejercitación motriz para complementar las identificaciones y comparaciones de sonidos.
La expresión de la conciencia fonológica en la planificación y dirección de las actividades debe garantizar desde los objetivos y contenidos a desarrollar la secuenciación que se determina desde el logro de la atención, la identificación y la comparación, los tipos de sonidos y ejercicios.
Es por ello que se sugiere que se organice el proceso: primeramente, hacia el desarrollo de acciones perceptuales auditivas con sonidos no verbales como los corporales, ambientales, naturales, musicales. Para ello el niño debe observar la fuente productora del sonido, determinar sus rasgos esenciales, actuar motrizmente según los ejercicios y tareas didácticas que se le soliciten, captar la tarea y hacerla suya. Esto contribuirá de un modo concreto-situacional acercar al niño a la producción y comprensión de estos signos de acuerdo al contexto, el interpretante y la situación comunicativa pueden ser portadores de significados y sentidos para el niño.
Así mismo, estas acciones se convierten en procedimientos generalizadores que orienten al niño a examinar las cualidades sonoras de los objetos y fenómenos, preferentemente en situaciones de imitación y comprender el mensaje que ellos portan.
El logro de los objetivos años depende de la proyección del proceso educativo por todos los agentes educativos y en especial, de la familia que constituye el principal modelo comunicativo, lo cual implica aprovechar todos los momentos de la vida del niño para propiciar la necesidad de comunicarse y disfrutar   de los éxitos que alcancen en este proceso.
¿Qué puede hacer la educadora y la familia para contribuir a la prevención de los trastornos del componente fonético en los niños de la infancia preescolar?
Los padres son los primeros y más importantes educadores y modelos para los hijos, pues ellos son la fuente principal de información para que los niños adquieran el habla y el lenguaje, los que, unido a las educadoras, deben tener en cuenta acciones que contribuyan desde el propio proceso educativo, estimular el desarrollo del componente fonético en su relación estrecha con los demás componentes (léxico y gramatical), para lo cual preponemos las siguientes sugerencias:

  • La primera concisión que deben tener los padres y los educadores en general, es velar por un horario de vida adecuado, fundamentalmente la alimentación, el sueño, actividades programas y el juego.
  • En el desarrollo del proceso educativo debe tenerse favorecerse el desarrollo afectivo-cognitivo para que el niño pueda comprender las orientaciones y mensajes que recibe de los adultos, sus coetáneos y medio social en general como vía para que pueda apropiarse de la experiencia histórico cultural.
  • El proceso educativo que dirige el adulto debe sustentarse en actividades debidamente planificadas con la intencionalidad que se requiere y en correspondencia con el desarrollo ontogenético del niño.
  • Debe propiciarse el continuo desarrollo del gusto y satisfacción por comunicarse correctamente.
  • Las educadoras y familias deben apoyarse en materiales didácticos que permitan el trabajo con las acciones de estimulación para el desarrollo de las estructuras fonatorio motoras.
  • La estimulación debe constituir una participación activa y consciente de   todos los agentes educativos y en especial, al constituir esta el principal modelo comunicativo, lo que implica proyección de acciones educativas dirigidas a propiciar en todo momento la necesidad de pronunciar correctamente cada uno de los sonidos en correspondencia con la edad.
  • Es importante el trabajo con la comprensión, al constituir esta la vía fundamental para comprender la estructura fonética de las palabras en el proceso de decodificación.
  • Debe tenerse en cuenta la utilización de materiales llamativos, con sonidos atrayentes, sean juguetes, instrumentos musicales, objetos del entorno y situaciones lúdicas que generen la necesidad de realizar este análisis para favorecer la comunicación.   
  • La familia y adultos en general que rodean al niño debe caracterizarse por ser un modelo a imitar de la cultura fónica que incluye la pronunciación adecuada, los cambios en el tono e intensidad en correspondencia con lo que se desea expresar, de este modo se precisa atender la conciencia fonológica.
  • Desarrollo de acciones perceptuales auditivas a través de la identificación, comparación e interpretación de sonidos corporales, ambientales, musicales, voces, y sus cualidades físicas lo cual garantizará el análisis fónico como habilidad a lograr al finalizar esta etapa. 
  • Para la estimulación del desarrollo de la pronunciación y la percepción fonemática, se sugieren ejercicios funcionales de soplo, movimientos maxilares, labiales, linguales, utilizando el espejo de forma tradicional lo que facilita la concentración de la atención, la percepción y la imitación, así como el autocontrol de los movimientos.
  • Es importante el rol del adulto en la demostración al niño, de las formas correctas de pronunciación garantizando la imitación por el niño de manera independiente, en el que medie la actividad lúdica.
  • El desarrollo auditivo debe unirse con el desarrollo de la percepción táctil, visual, auditiva y motriz o cinestésica, pues esta integración permitirá que el niño pueda comprender mensajes emitidos por una gran variedad signos, lo cual no niega que se enfatice el desarrollo del analizador auditivo relacionado con la habilidad de escuchar.
  • Es necesario estimular no solo el componente fónico, sino el desarrollo del vocabulario y la gramática lo cual contribuirá a la comprensión de las acciones y de su propio lenguaje.
  •  Es importante la variedad de ejercicios, métodos y procedimientos que se empleen para evitar el agotamiento, el desinterés en el niño en las diferentes actividades.
  • Tener en cuenta que las actividades lúdicras para el desarrollo de los ejercicios pues esto posibilita que las interrelaciones que se establecen se caractericen por un clima afectivo de confianza, seguridad, disfrute y diversión que favorece la comunicación, e incluso propicia que el niño asuma con más frecuencia la iniciativa en la comunicación, de manera que constituye un método y procedimiento que se privilegia.
  • Las actividades que se realicen deben ser objetivas, lo más cercano a la realidad.
  • Es necesario garantizar que los pequeños centren su atención al desarrollo de las habilidades comunicativas que ellos y sus coetáneos van alcanzando y que sientan placer por hacerlo bien en correspondencia con las normas aceptadas socialmente, en tal sentido se precisa que presten atención al resultado logrado, o sea la posibilidad de ser comprendido y comprender a los otros.
  • Los docentes y la familia deben; hablarle mucho y continuamente a los niños, con cariño y voz suave, de lo que hizo, está haciendo en ese momento o va a hacer.
  • Repetir los sonidos que el niño espontáneamente produce y cuando le hable lo haga mirando siempre a la cara.
  • No comparar su habla con la de otros niños, pues esto en lugar de ayudar puede perjudicar el desarrollo del habla.
  • Hablar a los niños/as con corrección fonética, claridad semántica y coherencia gramatical.
  • El estímulo constante a los éxitos alcanzados por el niño debe ser una práctica cotidiana en la conducta de quienes dirigen la educación del niño.
  • Ejercitación de la musculatura articulatoria, vocal y respiratoria. Cuidado de la voz.

Las acciones propuestas, fueron sometidas al criterio especialistas, para ello se seleccionaron 12 metodólogos de la educación preescolar, cinco educadoras y cinco maestros logopedas, asumiendo como criterios; ser graduado de la carrera de Educación Preescolar y Logopedia y ser evaluados con categorías de MB durante más de cinco años ininterrumpidos en el trabajo educativo con niños de la infancia preescolar.
En una escala valorativa de Alto (A), Medio (M) y Bajo (B), el cien porciento de los especialistas valoran de (A) las acciones propuestas, al coincidir que las mismas son viables para su aplicación en la educación preescolar, tanto por las educadoras y promotoras como por parte de las familias, coincidiendo que son muy necesarias sobre todo en los casos de niños que no cuentan con un maestro logopeda tanto en la vía institucional o no institucional para bridar una atención educativa especializada y una orientación oportuna de los niños que presentan manifestaciones en forma de alteraciones en el desarrollo del lenguaje y la comunicación.
Por otra parte, consideran las acciones como asequible teniendo en cuenta el nivel cultural de la familia asumiendo como criterio la heterogeneidad de estas, sobre todo la de los niños que asisten a las actividades conjuntas del programa Educa a tu hijo por vía no institucional.
Las acciones, fueron validadas en la práctica educativa por los estudiantes de quinto año de la carrera licenciatura en Logopedia en la Universidad de las Tunas, las que según el criterio de los estudiantes, las mismas han sido valoradas de muy buenas por parte de los agentes educativos responsabilizados con la educación de los niños en particular en el área del lenguaje y la comunicación.
Finalmente de arriba a la conclusión, que  el componente fonético juega un importante rol en el desarrollo del lenguaje oral del niño, al constituir éste el eslabón principal de la cadena hablada. Es la pronunciación de los distintos sonidos sílabas, palabras y oraciones en su carácter de sistema con el resto de los componentes léxico y gramatical los que permiten la expresión lógica del pensamiento a través de la comunicación, posibilitando al mismo tiempo el desarrollo del aprendizaje y el desarrollo de la personalidad en general.
Durante el proceso evolutivo del desarrollo del lenguaje en los niños durante la etapa preescolar el logro de los objetivos años depende de la proyección del proceso educativo por todos los agentes educativos y en especial, de la familia que constituye el principal modelo comunicativo, lo que implica aprovechar todos los momentos de la vida del niños para propiciar la necesidad de comunicarse y disfrutar   de los éxitos que  alcancen en este proceso. 

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*Máster en Ciencias de la Educación. Profesor Auxiliar en la disciplina Logopedia del departamento de Educación Especial en la Universidad de Las Tunas, Cuba. Posee más de treinta años de experiencia como profesor universitario en la especialidad de Logopedia. Investiga en la temática relacionada con la prevención de los trastornos del lenguaje y la comunicación.

Recibido: 19/09/2018 Aceptado: 22/11/2018 Publicado: Noviembre de 2018


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