Miliannys Domínguez Peña*
Roberto Fernández Naranjo**
Universidad de Las Tunas. Cuba
bobnaranjo1975@gmail.com
Resumen
El presente trabajo aborda una temática singular, pues sus autores reflexionan en la dimensión antropológica de la obra de Nicolás Guillen, nuestro poeta nacional; mucho se ha hablado de las características de su obra y de su compromiso con el proceso revolucionario cubano, así como su defensa de los mejores valores del ser humano sin que medien raza, credo o posición ideológica. Para Guillen el hombre en toda su dimensión es lo primero y lo ve como el resultado de la evolución social y cultural, además de reconocer su protagonismo social. Es por ello que se aborda en un primer momento algunas reflexiones sobre la antropología sociocultural y luego se adentra en el análisis de la obra y se debela la dimensión antropológica contenida en ella: la cultura, la raza, las características físicas de los personajes, la connotación a lo diferente y su compromiso social son rasgos que definen lo negro y lo social en su obra.
Pablaras Claves: Antropología, Obra de Guillen, Cultura.
Summary
The present work deals with a singular theme, as its authors reflect on the anthropological dimension of the work of Nicolás Guillen, our national poet; Much has been said about the characteristics of his work and his commitment to the Cuban revolutionary process, as well as his defense of the best values of the human being without any race, creed or ideological position. For Guillen, man in all its dimensions comes first and sees it as the result of social
and cultural evolution, as well as recognizing its social protagonism. It is for this reason that some reflections on sociocultural anthropology are addressed at first, and then the analysis of the work is introduced and the anthropological dimension contained in it is taken into account: culture, race, physical characteristics of the characters, The connotation of the different and its social commitment are traits that define the black and the social in its work.K
Key word: Anthropology, Work of Guillen, Culture.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Miliannys Domínguez Peña y Roberto Fernández Naranjo (2018): “Rasgos identitarios y antropológicos presentes en la obra de Nicolás Guillén. Una reflexión en el siglo XXI”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (septiembre 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2018/09/obra-nicolas-guillen.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1809obra-nicolas-guillen
A modo de introducción
Mucho se ha hablado de la obra de Nicolás Guillén, aunque no lo suficiente como para haber agotado en todo su legado los saberes que subsisten. Una mira desde la antropología sociocultural nos permitirá adentrarnos más en ese caudal de infinito conocimiento que habitan tanto en su historia como en su obra. Conocer y descubrir hoy al maestro de los temas sociales y negrista en Cuba, nos ayudará a encontrarnos a nosotros mismos.
Considerado el Poeta Nacional, Nicolás Guillén, nació en la ciudad de Camagüey el 10 de julio de 1902. Hijo de Nicolás Guillén Urra y Argelia Batista con quien descubrió la belleza en la literatura y fomentó en él, el amor que esta encierra.
Durante un tiempo viajó por diferentes países como México, Haití, Venezuela, Colombia, Chile, Perú, Argentina, Uruguay, Brasil, Nueva York, Checoslovaquia, Francia, Unión Soviética, Hungría, entre otros, lo cual fue formando en él una visión universal de las diferentes culturas, y le permitió tener una mirada hacia lo identitario, elemento que después se van a ver reflejado en su obra.
Su creación poética está marcada por dos momentos cumbres que se encuentran en estrecha relación con los acontecimientos históricos de la Revolución Cubana: el periodo neocolonial y la revolución en el poder.
Su compromiso político, con Cuba y con su raza permite ver en la obra de Nicolás Guillén, el proceso identitario que caracteriza la cultura cubana, por eso resulta necesario realizar una mira antropológica desde lo sociocultural para entender la riqueza que habita en la diversidad cultural de nuestro pueblo.
Un acercamiento a las concepciones antropológicas. Sustentos epistemológicos.
La antropología es fundamentalmente multicultural. Los primeros estudios antropológicos analizaban pueblos y culturas no occidentales, pero su labor actual se centra, en gran medida, en las modernas culturas occidentales (las aglomeraciones urbanas y la sociedad industrial). Los antropólogos consideran primordial realizar trabajos de campo y dan especial importancia a las experiencias de primera mano, participando en las actividades, costumbres y tradiciones de la sociedad a estudiar.
De esta forma la ciencia antropológica surgió como campo diferenciado de estudio a mediados del siglo antes pasado. En Estados Unidos, el fundador de dicha disciplina fue Lewis Henry Morgan, quien investigó en profundidad la organización social de la confederación iroquesa (véase Confederación iroquesa). Morgan elaboró en su estudio La sociedad primitiva (1877) una teoría general de la evolución cultural como progresión gradual desde el estado salvaje hasta la barbarie (caracterizada por la simple domesticación de animales y plantas) y la civilización (iniciada con la invención del abecedario). En Europa, su fundador fue el erudito británico Edward Burnett Tylor, quien construyó una teoría sobre la evolución del hombre que prestaba especial atención a los orígenes de la religión. Tylor, Morgan y sus contemporáneos resaltaron la racionalidad de las culturas humanas y argumentaron que en todas las civilizaciones la cultura humana evoluciona hacia formas más complejas y desarrolladas
En estas direcciones el nuevo saber contó con muchos detractores que solo veían en él un instrumento necesario para someter a las culturas diferentes; de ahí que su nacimiento se haya visto con un compromiso con el sistema colonialista; y no deja de ser verdad, pues se realizaba etnografía para conocer en profundidad y poder someter.
A pesar de este oscuro comienzo la antropología poco a poco comenzó a andar con pasos firmes y a demostrar su valía, así dio inicio la formación de matrices teóricas y escuelas que poco a poco configuraron las posturas y estructuras epistemológicas así como los actos metodológicos que garantizarían el trabajo del antropólogo; desde esta perspectiva, el Evolucionismo, el Funcionalismo, el Estructuralismo, el Marxismo y la Cultura y la Personalidad; son algunas de estas escuelas que han marcado una pauta a seguir el desarrollo de la ciencia
Los estudios sobre la cultura constituyen el eje estructurante en las reflexiones antropológicas; La dimensión cultura forma parte de todas las prácticas de la vida social que de sí son simbólicas, por lo que el símbolo no se agota en su función de significación, pues losindividuos a partir de que se comunican y actúan sobre y en el mundo, transformándolo bajo sus intereses, dándoles las más variadas utilizaciones que van de la simple orientación hasta la mantención del poder y el sojuzgamiento social.
En esta dirección la concepción semiótica de la cultura se orienta a considerar a la cultura como un proceso simbólico frente a la antropología y a la sociología que no han podido dar un ‘status’ homogéneo y concreto al concepto de cultura, pues le ha fijado la característica de “concepción total” y la hace extensiva a la sociedad, esta idea Giménez Montiel la plantea en la siguiente tesis: “...no es posible destacar un campo específico y relativamente homogéneo de fenómenos para colocarlo bajo la rúbrica de la cultura, si no definimos a esta última por referencia a los procesos simbólicos de la sociedad...” (1986: 31-32) Esto plantea que la cultura dependería de todos los hechos simbólicos de cualesquier sociedad, de ser así se sacrificaría el contenido y riqueza de la cultura por la sumisión al símbolo.
Así la antropología ha tenido que compartir el estudio del sistema de cultura de las sociedades con la sociología y con la psicología social que con enfoques distintos tratan de producir un marco social para la cultura y no faltan quienes hayan llegado a proponer a la cultura como una ciencia social, aunque esto plantea problemas de delimitación correspondiente, entre el conjunto de ciencias sociales.
Tomando estas pautas como sustentos, analicemos ahora la dimensión antropológica en la obra de Guillén, pues el símbolo y la significación son elementos que nos ayudan a comprender las motivaciones, frustraciones y vivencias contenidas en la vida este autor que se reflejan en su obra.
La obra de Nicolás Guillen. Su dimensión Antropológica Reflexiones
Y del espíritu hacia la piel nos vendrá el color definitivo. Algún día se dirá: «color cubano».
La primera etapa de Guillén tal vez sea la que mejor expresa la preocupación por darle un lugar al negro en la poesía que posteriormente definirá como mulata. Esta inquietud fue desarrollada de una manera realmente innovadora y la renovación formal jugó un papel central para generar una transformación en el contexto literario, aún fuertemente ligado al Romanticismo y al Modernismo. Ni para Guillén ni para el resto de artistas que materializaron estas búsquedas en propuestas concretas (Marinello, Manach, Lizaso, Navarro Luna, Barragas, Carpentier, entre otros), la renovación estética estuvo deslindada del compromiso social.
En el caso particular de Nicolás Guillén y como característica de su obra esta conjunción encontró en el elemento negro su punto de articulación. Vale aclarar que lo negro como temática fue un elemento recurrente en las vanguardias tanto europeas como latinoamericanas, es el caso de la poesía negrista de los brasileros Raúl Bopp y Jorge de Lima o el afroantillanismo del puertorriqueño Luis Pales Matos, pero en la obra de Guillén surge como una necesidad de alzar la voz y encontrar en la poesía las armas necesarias para enfrentar las marcadas diferencias sociales a las que eran sometidas las personas negras y particularmente en Cuba su país natal.
Vemos entonces un particular uso de estrategias y procedimientos que no eran extraños a sus contemporáneos dígase el diálogos entre lo culto y lo popular, la exploración de la oralidad y la musicalidad, las experimentaciones gráficas y rítmicas, la introducción de nuevos temas y recursos expresivos entre otros, así como un específico enfoque en la incorporación del elemento negro en tanto parte constitutiva de la nación mestiza y su correlativa poesía mulata lo que hará de su producción una propuesta única.
Muy tempranamente, comienza su producción literaria siendo aun estudiante del bachillerato, escribe un poemario titulado Cerebro y corazón entre los años1918 y 1922, el cual permaneció inédito hasta 1964 en que Ángel Augier lo hace aparecer en su libro Nicolás Guillén. Notas para un estudio biográfico crítico.
Luego aparece su colección Motivos de son en 1930, época en la que los movimientos vanguardistas en Latinoamérica estaban teniendo lugar. La literatura estaba del lado de la clase oprimida y servía de soporte para denunciar los problemas sociales que existían. Había un marcado carácter humanista en las obras de los principales exponentes, dígase Pablo Neruda, Cesar Vallejo y en Cuba entre otros Nicolás Guillén.
En esta, su primera publicación vamos a ver una nueva forma poética que se consolidará como un sello en su obra que es la revalorización de la cultura africana presente en la sociedad cubana. Surge así una nueva poesía como resultado de la experimentación literaria realizada por el poeta con una manifestación popular –mestiza y transculturada.
En este poemario Motivos de son, Guillén muestra la belleza de su cultura africana, sintiéndose identificado con ella, revela elementos que conforman nuestra identidad, como lo es las aportaciones lingüísticas al lenguaje popular, como se puede ver en un fragmento del poema Negro Bembón.
¿Po qué te pone tan bravo,
cuando te dicen negro bembón,
si tiene la boca santa,
negro bembón ?
Bembón así como ere
tiene de to;
Caridá te mantiene,
te lo da to.
En este fragmento se puede observar cómo se sirve de las expresiones faciales para representar y revalorizar los elementos africanos presentes en nuestra cultura. También utiliza expresiones lingüísticas que forman parte del proceso de transculturación que ayudó a conformar nuestra identidad.
Para Guillén resaltar los elementos del negro en su poesía era darle el lugar que por muchos años se le había negado, desde los mismos inicios en que llegaron los primeros africanos en función de esclavos; era reconocer en esta cultura un eslabón imprescindible de nuestra formación como pueblo, y así lo hace en ocasiones, mostrando su lenguaje o haciendo a lución a rasgos físicos o simplemente a costumbres que quedaron.
Un elemento importante resulta también la musicalidad de sus poemas y que está en relación con el título del libro: “Son”. Desde la utilización de las jitanjáforas, que aparece consigue crear una escena musical particular. Esta musicalidad la busca para reflejar otro elemento de la cultura africana y que hoy nos caracteriza: la música, la alegría la danza y todo junto cabe en la sonoridad de esta palabra: Son, género musical que acompañó y acompaña las más variadas y alegres fiestas populares.
Otro de los poemas que corresponden a la colección de Motivos de son es Hay que tené voluntá, donde no solo se hace alusión a los rasgos culturales sino que también se muestra a una raza fuerte, que lucha su lugar y que mantiene la confianza.
Mira si tu me conoce,
que ya no tengo que hablá:
cuando pongo el ojo
así, e que no hay na;
pero si lo pongo así
tampoco hay na.
Empeña la plancha eletrica,
Pa pode saca mi flu;
Buca un reá
Buca un reá
Comprate un paquete vela,
Poque a la noche no hay lu.
¡Hay que tene boluntá
Que la salación no e
pa toa la vida !
En este fragmento se deja ver la voluntad de la cultura africana, voluntad que aun hoy subsiste y permanecerá en nuestro pueblo, voluntad de mejorar, de continuar adelante con las conquistas logradas y la fuerza suficiente para mantener nuestros principios. Pero conjuntamente con el espíritu de lucha se asoma la realidad del negro antes del 1959, marcado por esas diferencias sociales, muy ligado al factor económico que marcó el periodo.
Pasando así de un poema a otro encontramos elementos que caracterizan la poesía de nuestro poeta nacional, el carácter social de su obra, lo cual marca la evolución desde el punto de vista artístico en cuanto a lo temático pero también una maduración política y que repercute en el aspecto cultural que tiene lugar en sus poemas.
Tu no sabe inglé
Con tanto ingle que tu sabía
Bito Manué
con tanto inglé, no sabe ahora
decí ye.
La mericana te buca,
y tú le tiene que huí:
tu inglé era de etrai guan,
de etrai guan y guan tu tri.
…………………………….
No te enemore má nunca
Bito Manué
si no sabe ingle,
si no sabe ingle.
En el fragmento se advierte también una interesante reproducción del inglés hablado por el negro, a partir de un esfuerzo de transcripción fonética: La mericana te buca, / y tú le tiene que huí: / tu inglé era de etráiguan / de etráiguan y guan tu tri . Nos encontramos aquí con una de las primeras expresiones antiimperialistas de Guillén si entendemos que, sin dejar de lado el humor que caracteriza al poemario, se instala una cuestión inquietante: la mediación norteamericana en la isla y la situación desventajosa para la población que no maneja la lengua inglesa que se impone en todos los sectores. La falta de competencia lingüística de este idioma que es motivo de huida del personaje Bito Manué sugiere un problema de mayores dimensiones, aborda entonces la importancia que se le concede a los norteamericanos en nuestra isla frente a la discriminación del cubano si es negro pues la diferencia es aún mayor. Podemos agregar además la necesidad de combatir la falta de formación educativa que subyace en la generalidad de la sociedad cubana.
Este proceso de maduración política continúa y se va a extender a toda su obra pero con más claridad se observa en su colección West Indies, LTD publicado en 1934. Con este poemario abre otra etapa que se fundamenta con el sentimiento nacionalista, el patriotismo demostrado y el amor a su cultura mestiza: resultado del ajiaco del que nos hablo Don Fernando Ortiz. Para Augier (1984) esta colección muestra su carácter antiimperialista:
…comienza a comprender que la solución de los problemas particulares del negro dentro del complejo social criollo estaba incluida en una solución general del problema de la nación cubana frente a la acción imperialista, culpable del subdesarrollo económico y de la frustración política de la república problema básico común, por otra parte, de los países latinoamericanos en términos generales. “West Indies Ltd.” es ya una toma de conciencia de esa realidad global, pero referida a las Antillas
Luego de la crisis económica mundial de 1929 y durante el Machadato que se extiende de 1929-1933 que comenzó con la reelección prohibida en aquel entonces de Gerardo Machado en 1928, Cuba transitó por un periodo convulsionado y de profundo descontento popular. Este disgusto popular se va a dejar sentir en la obra de Nicolás Guillén, que ya no es solo el defensor de la cultura africana sino el revolucionario consagrado que pretende cambiar una realidad y encuentra como único fusil su pluma. El dolor, la búsqueda mejoras y la confianza en el futuro se va a sentir en su obra, siempre del lado de las causas justas que defendía su pueblo cubano y mestizo. Ejemplo de esto lo podemos observar en su poema Balada del güije:
¡Ñeque, que se vaya el ñeque!
¡Güije que se vaya el güije!
Las turbias aguar del rio
son hondas y tienen muertos;
carapachos de tortugas
cabezas de niños negros
De noche saca sus brazas
el rio, y rasga el silencio
con sus uñas, que son uñas
de cocodrilo frenético.
En este fragmento podemos percibir el tono de dolor ante la injustica, pero no era el dolor del pueblo que se queda parado llorando por la situación, sino del que busca en el dolor la fuerza necesaria para la trasformación social que se necesitaba.
También existía un aspecto que aunque se ha tocado ya anteriormente vale la pena volver a él y es las relaciones que el reflejaba entre los mismos cubanos, buscaba mostrar como estas diferencias habían ahondado tanto que era capaz de separa los hijos de un mismo pueblo y lo que le permite reafirmar su posición de la Cuba mulata o mestiza. Su poema El Abuelo, reafirma el cómo Guillen ve el pueblo cubano, como se explica su formación étnica y cultural.
Esta mujer angélica de ojos septentrionales,
que vive atenta al ritmo de su sangre europea,
ignora que lo hondo de ese ritmo golpea
un negro al parche duro de roncos atabales.
Bajo la línea escueta de su nariz aguda,
la boca, en fino trazo, traza una raya breve,
y no hay cuervo que manche la solitaria nieve
de su carne, que fulge temblorosa y desnuda.
¡Ah, mi señora! Mírate las venas misteriosas;
boga en el agua viva que allá dentro te fluye,
y ve pasando lirios, nelumbios, lotos, rosas;
que ya verás, inquieta, junto a la fresca orilla
la dulce sombra oscura del abuelo que huye,
el que rizó por siempre tu cabeza amarilla.
En este poema mantiene su visión de la formación de nuestra cultura, defiende su posición antirracista y la necesaria unidad de un pueblo transculturado. Vale entonces hablar de cómo está presente la diversidad cultural que conforma hoy nuestra nacionalidad. Esta diversidad que como bien expresa surge de la conformación del español y el africano, dando paso a lo que José Martí llamara el pueblo nuevo y nuestro Nicolás Guillén prefiere llamarla mestiza y no es más que el sincretismo cultural que aunque nos gusta la contradanza sabemos muy bien bailar una rumba, y qué decir del danzón reflejo también de cómo desde la música hemos ido fusionando nuestras raíces culturales. Tiene que ve también el hecho de encontrarnos una Virgen de la Caridad del Cobre muy cristiana pero con el color de su piel oscuro.
Pero no es esté su único poema donde podemos apreciar nuestro proceso de transculturación está también Balada de los dos abuelos, don Nicolás Guillén aborda otra vez la conformación del pueblo cubano y que sirve para entender nuestra diversidad cultural pero que no impide declarar que gracias a esa diversidad hoy tenemos una identidad cultural que nos particulariza ante el mundo y de la cual nos sentimos muy orgulloso.
Sombras que solo yo veo,
me escoltan mis dos abuelos.
Lanza con punta de hueso,
tambor de cuero y madera:
mi abuelo negro.
Gorguera en el cuello ancho,
Gris armadura guerrera:
Mi abuelo blanco.
El problema de la antropogénesis cultural presente en el poema ayuda un tanto a comprender de dónde venimos los cubanos, nuestro tronco africano signado por el negro y el tronco europeo caracterizado por el color blanco de nuestra piel, sin que ello niegue el mestizaje que caracteriza al cubano, este elemento muy bien argumentado por Don Fernando Ortiz en su “contrapunteo Cubano del Tabaco y el azúcar”. Al final la obra completa de nuestro poeta nacional constituye un canto al reconocimiento social y cultural de nuestras raíces y el lugar que ocupa el SER HUMANO dentro del mundo.
Bibliografía