Revista: Caribeña de Ciencias Sociales
ISSN: 2254-7630


APORTE A LA IDENTIDAD SOCIOCULTURAL TUNERA EN LA OBRA DEL TALLER LITERARIO CUCALAMBE

Autores e infomación del artículo

Rodolfo Mariño Osorio*

Universidad de Las Tunas, Cuba

rodolfomo@ult.edu.cu


RESUMEN
La obra de los escritores formados en el Taller Literario El Cucalambé, en la ciudad de Las Tunas, resulta de reconocida calidad avalada por premios nacionales e internacionales. Fue necesaria una investigación para valorar el aporte de estas obras al desarrollo de la identidad cultura, con utilidad para estudiantes, escritores y especialistas. El estudio se realizó con un enfoque culturológico que se complementa con el dialéctico-materialista, se utilizaron los métodos análisis y síntesis e inducción y deducción. La investigación se encausó a encontrar las esencial, lo relativamente estable del objeto. En la obra se pudo comprobar el uso insistente de expresiones de la identidad cultural tunera. El estudio argumenta sobre estas expresiones, valores de la obra que estos escritores aportan al desarrollo de la identidad cultural de la ciudad.
Palabras claves: Desarrollo, cultura, identidad, literatura.

Abstract:
The  work of writer form in the literary workshop EL Cucalambé in the city Las Tunas, result the quality recognize commerce national and international prize, Was necessary one investigation for value the contribution those work the development culture with utility for student, writer and specialist. The study was realize with focus logical culture complement with dialectic materialistic, utilize method analysis and synthesis, induction and deduction. The investigation was prosecute for find the essential, relative steady of the mostly body. In their work can verify the insistent use the term relate of identity. The study argue envelope those expression, value, the work who those writer contribute a development of the culture identity in the city.
Keywords: Development, culture, literature, identity.

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Rodolfo Mariño Osorio (2018): “Aporte a la identidad sociocultural tunera en la obra del taller literario Cucalambe.”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (agosto 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2018/08/identidad-sociocultural-tunera.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1808identidad-sociocultural-tunera


Introducción
La literatura es elemento esencial en el progreso del pensamiento, presente en el primer plano del desarrollo cultural de la humanidad. La interacción colectiva en su proceso de producción a partir de diferentes formas de consultas entre los escritores como son las tertulias, los salones, o agrupados en revistas y talleres literarios, se practica desde varios siglos. En la actualidad, con el avance de las tecnologías, fundamentalmente de los medios de comunicación y reproducción, la creación literaria, con carácter de actuante en la movilidad del pensamiento contemporáneo y del desarrollo de la cultura en general, posee un desempeño protagónico.
En Cuba, desde la óptica de propiciar un desarrollo humano en comunidad y que este sea socialmente útil, a través del proceso de incrementar la cultura de todos los ciudadanos, en el que se motiva a la creación, entre otras, la literaria; se han estimulado la organización de los Talleres literarios, núcleos de este proceso, más allá de las aulas, que resultan de interés para adquirir instrucción y conocimientos básicos que facilitan a los interesados la creación y el estudio de la literatura.
Los aportes culturales de la literatura, de forma general ha sido abordados por numerosos autores, y desde diferentes perspectivas: aportes a las formas literarias, en el contenido, referente a lo social, ético y estético, a través de los movimientos literarios. Entre estos teóricos se encuentran Oldrich Belic, José Martí, Max Henríquez Ureña, José Antonio Portuondo, Hernández Sandoica, Lisandro Otero, Alfonso Reyes, Salvador Bueno, Enrique Sainz, García Santos, Abelardo Estorino, Antonio Benítez Rojo, Ibarra, Rodríguez Coronel. Estos estudios reconocen a la literatura como elemento importante en el proceso de comunicación, expresión de la vida, el pensamiento, preocupaciones del individuo y la sociedad, y a su vez, elemento que compulsa la dinámica de la cultura y la sociedad.
En Las Tunas el licenciado Frank Castel realizó un acercamiento sobre la importancia de estos para la formación de capacidades para la apreciación literaria y de rudimentos creativos, en estudiantes de octavo grado. La egresada de licenciatura de Estudios Socioculturales Aileen Rosales Reyes, presentó una tesis sobre el aporte de los talleres de la ciudad, de forma general, al desarrollo de la literatura en Las Tunas. No se encontró una investigación científica que defina, o al menos introduzca el tema, de  los aportes realizados por el taller literario Cucalambé y su contribución a partir de la obra producida por los que han sido sus integrantes, al desarrollo cultural de la ciudad de Las Tunas.
Por estas razones es interés de esta obra: El Taller Literario Cucalambé y su obra; los aportes de esta a la cultura de Las Tunas; como el taller contribuyó a la formación literaria de sus integrantes, en particular, y de su cultura en general; como esta formación repercute en la obra publicada, que a su vez, es portadora de valores para la cultura de la ciudad. No es objetivo de esta investigación abordar la obra de este grupo a partir de diferencias con la de otros, ni sus valores desde las formas literarias. Pero si aportes para lo histórico, filosófico, la memoria histórica, la identidad cultural, y elementos que la componen: hábitos, costumbres, forma de vida, lenguaje, pensamiento, aspiraciones, preocupaciones, la espiritualidad de la población expresada a través de sus obras.
Se defiende la idea que al determinar los aportes que ha brindado el Taller Literario Cucalambé al desarrollo cultural de Las Tunas, y la divulgación y socialización de estos, permitirá un conocimiento preciso y amplio entre especialistas, directivos y la población en general, sobre la significación y trascendencia de este colectivo y su obra. También permite proyectar y aplicar políticas culturales, la atención y divulgación de la obra a partir de adecuadas políticas editoriales, presentación en eventos y diferentes actividades de la cultura.
Sobre los antecedentes con respecto a la creación literaria a través de la existencia de grupos de escritores en Cuba, que interactúan entre sí en diferentes formas, se reconocen las tertulias de Domingo del Monte, en la primera mitad del siglo XIX, las tertulias en el Liceo de Guanabacoa, tertulias Dominicales en el Liceo de La Habana a partir de 1860, el Aeropago Bohemio de Matanzas, la tertulia del Teatro Martí, que posteriormente se traslada al Hotel Lafallette, en las revistas como: Cuba Contemporánea, La revista Social, la revista Orto en Manzanillo, en Camagüey Antenas, en Cienfuegos el grupo Ariel, en Artemisa el Grupo Proa, en la Habana el grupo Maiakovski, La revista Avance y la revista Orígenes. En las Tunas existen referencias de tertulias en el siglo XIX, en la que participaban entre otros, la poetisa Tomasa Varona, asimismo Proarte en es un antecedente del taller literario Cucalambé, que aun cuando no conforma toda la comunidad de la ciudad de Las Tunas, sí forma parte de ella, que es donde se desarrolla, y poseer una relación dialéctica con esta, de la que recibe y a la vez influye con su obra en la dinámica de la cultura.
Un acercamiento a la memoria histórica contenida en los integrantes del grupo, como en los observadores posibilitó la información sobre el proceso de fundación del taller y su desarrollo desde los primeros encuentros, así como la relevancia que posee en la conciencia de los entrevistados, que pasará a incorporarse como conocimiento nuevo en la población de la ciudad, fortaleciendo el sentimiento de pertenencia. Adentrarse en la espiritualidad del colectivo estudiado; de manera que comprenderse sus intereses, aspiraciones y también frustraciones, necesidades, como parte de los gustos, motivos y necesidades de toda la comunidad, que se refleja en la de estos, a partir de las declaraciones testimoniales o en su obra escrita. La observación participante ha involucrado al investigador con los miembros del taller literario Cucalambé de forma sistemática en su actividades en los últimos 20 años, por lo que fueron observados y escuchados en el accionar del grupo durante todo el periodo, la interacción con la subjetividad de los escritores propició conocimientos sobre intereses que los unen y diferencian, forma en que funciona, niveles de motivación mostrada por sus participantes en este periodo.

1:- LA LITERATURA Y EL DESARROLLO DE LA CULTURA.
1.1.- La cultura y el desarrollo: dualidad imprescindible para el hombre.
El término cultura tiene una historia significativa que es necesario abordar para poder asumir los elementos teóricos útiles en el proceso. Edwar Bornet Tylor, publica en 1871, Cultura Primitiva, en la que introduce la concepción total de la cultura que define: "Cultura o civilización, tomada en su sentido etnográfico amplio, es ese concepto total que incluye conocimiento, creencia, arte, moral, ley, costumbre, y otras aptitudes y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad."(Tylor. 2005:64) Al incluir manifestaciones del pensar y el hacer del hombre como ciencia, creencia, ley, y costumbre, dentro de la cultura, deja atrás el reduccionismo del concepto humanista de cultura.
Es el derecho de los pueblos a adoptar diferentes formas de manifestarse, desde sus ideas, creencias, tradiciones, hábitos, que se han estado gestando en un proceso complejo, a partir de sus propias experiencias, y de las características del contexto en los que se han formado, así como la demostración de que no hay manifestación de la cultura que pueda evaluarse como superior a las demás en toda su extensión; lo que propicia a considerar la existencia de culturas, en plural, sin que unas tengan necesariamente que evolucionar hacia otras. Referente a esta concepción de pluralidad Franz Boas se revela avanzado respecto al término, cuando ya no habla de cultura, sino de culturas, que difieren a partir del entorno, el posicionamiento de los hombres que la conforman en un momento histórico determinado dinámico e interactivo, este nos dice: "...las ideas no existen en todos los lugares de formas idénticas, sino que varían." Y más adelante expresa:
"Un estudio detallado de las costumbres... puede revelar las condiciones ambientales que han creado o modificado los elementos culturales, pueden aclarar factores psicológicos que trabajan para formar la cultura, o pueden traer ante nosotros los efectos que las conexiones históricas han tenido sobre el crecimiento de la cultura." (Boas.2005:81)
Es necesario esclarecer que la cultura no tiene carácter discriminatorio, por lo que está presente en toda sociedad o grupo humano, independientemente de las diferencias que pueden existir entre grupos étnicos, históricas, formas de actuar en relación con la naturaleza, los procesos de industrialización, o de manifestarse en las artes. Relacionadas a estas ideas, Alfred Louis Kroeber, llamado el decano de los antropólogos norteamericanos, expresó que la cultura: "incluye o por lo menos presupone, la sociedad. Como algo compartido y supraindividual, la cultura solo puede existir cuando existe una sociedad, y a la inversa, cada sociedad humana va acompañada por una cultura." (2005:104) Al reconocer que el hombre social no existe nunca fuera de una cultura, Kroeber se contrapone al viejo hábito de señalar a determinados hombres bajo el término de incultos, o sea, sin cultura, evadiendo el tamiz discriminatorio.
Uno de esos elementos que permiten profundizar en las particularidades de la cultura de un pueblo es su lenguaje, es a través de este que se manifiesta el pensamiento, las creencias, normas sociales, por lo que resultan ser de importancia para la comprensión de una sociedad o grupo humano. Edward Sapir enfatiza en el lenguaje como guía para el estudio científico de cualquier cultura, ya que esta, como ente complejo, es necesaria escudriñarla en sus símbolos, para poder entender a plenitud un grupo de aspectos que no le basta una mirada superficial, y que sin estos quedaría un cuadro incompleto del objeto estudiado.
"En cierto sentido de los modelos culturales reticulares de una civilización están señalados en el lenguaje que expresa esa civilización. Es una ilusión pensar que podemos entender los contornos significativos de una cultura a través de una observación absoluta y sin la guía del simbolismo lingüístico de esos contornos significativos e inteligibles para la sociedad." (Sapir. 2005:142)
Es tarea de la investigación del área sociocultural adentrarse en las formas y contenidos de la comunicación oral y escrita de la población, en el proceso de captar, evaluar, encausar y contribuir al enriquecimiento  o afianzamiento de su cultura. La complejidad de la cultura establece la necesidad de un estudio denso de la misma, porque aún así todos los elementos adquiridos y desarrollados consciente o inconscientemente pueden  y deben ser expresados, razones que le permiten decir a Malinowski: "...la comprensión de la organización social implica un análisis del simbolismo y el lenguaje, ya que todas las reglas y tradiciones tribales son expresión de palabras, es decir, de símbolos" (Malinowski. 2005:282) Se aprecia como diferentes autores han visto en el lenguaje un campo ya imprescindible para los estudios culturales, como un reflejo a partir de su soporte simbólico de lo subyacente en el proceso mental que genera determinada cultura, porque siempre será el pensamiento del hombre en su relación con el medio, incluyéndolo como parte de ese medio, el que crea los diferentes aspectos de cada cultura, a partir de sus necesidades naturales, físicas y psíquicas.
Las obras literaria del grupo en estudio adquiere un relieve trascendental como elementos testimoniales de toda la cultura de la población que en ella se expresa, pues sirve para entender el comportamiento pasado, presente y futuro de esta comunidad, a partir de acontecimientos históricos, tradiciones, hábitos, normas, valores, lenguaje, incluyendo importantes rasgos psicológicos de la población en relación con el contexto en que se desenvuelven. La literatura, como pocas expresiones o ciencias, es capaz de captar la enorme complejidad del ser humano en el ámbito cultural. En este aspecto es necesario tener en cuenta que la cultura también existe en el pensamiento y en forma de abstracción, o sea que no siempre es claro, directo y tangible, ahí una de sus mayores complejidades. Pero incluso lo abstracto y el pensamiento no comunicado directamente, puede ser interpretado ya que de algún modo se manifiesta, quizás en niveles casi imperceptibles, pero interpretables a partir de asumir el proceso en toda su complejidad.
Dada la complejidad de la cultura es recomendable evitar las fáciles generalizaciones que se tienden a elaborar sobre determinados comportamiento humano, que conllevan a criterios erróneos cuando no se indaga en las particularidades de cada grupo o individuo. Este reto puede parecer inabordable teniendo en cuanta su complejidad, pero es la vía de poder comprender ese ente complejo que es la cultura para interpretarla de alguna manera útil. La cultura es un objeto complejo en su carácter variable y de múltiple interacción. Todo lo que el hombre produce se convierte en una huella de su cultura. La cultura parte del hombre, de su mente y su cuerpo, de sus necesidades, de su naturaleza, instintos, en su relación con el contexto en que se desenvuelve; naturaleza y colectivo humano, este selecciona y desecha en un proceso continuo, dinámico, en ocasiones inconsciente.
Ninguna de las diferentes formas en que se ha manifestado la cultura del hombre a partir de los diferentes contextos de formación y desarrollo de esa cultura, es capaz de ser superior a otra en toda su expresión, aún cuando pueda presentar avances respecto a otras en algunos aspectos como lo tecnológico o económico, invariablemente puede quedar inferior en otros aspectos, ya sean espirituales, de justicia social  u otro. 
Este estudio resume que: La cultura es un proceso complejo, dinámico e interactivo, inherente al hombre en colectivo y es una necesidad de este, que sin ella no existe. El hombre colectivo la piensa, genera, produce, comparte, disfruta, y ella lo orienta, organiza, regula y controla; en ocasiones lo limita produciéndose un proceso continuo de interacción, produciéndose el lógico desarrollo. La cultura se manifiesta desde las ideas. Hay cultura en toda expresión del hombre, ya sea palabra, grafía, objeto, gesto, sonido, y aunque sus necesidades biológicas fisiológicas no son cultura, el hombre las resuelve procediendo según la cultura que le es inherente.
Como ya se ha asumido la cultura no es estática, es dinámica en un proceso de desarrollo constante. En este sentido Carranza Valdés es categórico cuando dice:
"La cultura no debe ser asumida como un componente complementario y ornamental del desarrollo, sino como el tejido esencial de la sociedad y por tanto como su mayor fuerza interna... Toda política de desarrollo debe ser profundamente sensible e inspirada en la cultura..." (Carranza. 2000: 29)
Este autor además comprende el desarrollo como un proceso dinámico que se encamina hacia la satisfacción del hombre a partir de que le propicié manifestar la identidad cultural, desde su personalidad. Por tanto solo es posible desde la cultura, y teniendo en cuenta la pluralidad y complejidad de la cultura. Para logarlo se debe tener en cuenta la conservación del medio ambiente, la  justicia, autodeterminación, diversidad cultural, cada pueblo debe proyectar su desarrollo a partir de su cultura, historia y un medio ambiente particular, sostenible. No puede ser discriminatorio, implica calidad de vida y promoción personal, para lograr un verdadero desarrollo será necesario que se manifieste la creatividad.
La literatura, que es uno de los elementos de la cultura que más defiende y conserva la identidad en todos los ámbitos, desde lo personal hasta el grupo, región, y tiempo, y que a partir de ella se afianzan los valores sobre los cuales dicha cultura se sostiene, también ha desempeñado, como expresión creativa de la cultura, una función de importancia primordial al motivar el movimiento del pensamiento y la acción del hombre, única forma de conquistar el desarrollo:”... los escritores pueden ser depositarios de una parte del dinamismo social, de los resortes que actúan como impulsores de la marcha de la comunidad.” (Otero. 2003:4) Entonces son los grupos literarios, factores esenciales en el proceso de desarrollo de la cultura, única forma de alcanzar cualquier desarrollo referido al hombre.

1.2:- La literatura como medio de comunicación, cultura e identidad.
La literatura es un elemento importante dentro de las expresiones de la cultura de un pueblo a través de la palabra, y reconocer la importancia de la palabra es apreciar su necesidad en el proceso de desarrollo espiritual, psíquico e intelectual del ser humano. Es dentro de la cultura que se forma, crean y aprehenden los valores, como identidad, solidaridad, patriotismo, ética y estética, a partir de ellos se desarrolla el sentido de pertenencia y la autoestima; y solo a partir de estos se es capaz de defender los diferentes niveles de comunidad a los que se pertenece; de modo que sin el reconocimiento de la cultura, incluyendo dentro de ella la literatura, no podría sobrevivir la entidad distinta que conforma la nación.
El texto literario es capaz de dar elementos de la cultura de un pueblo, de sus valores más impregnados, sus rasgos identitarios, costumbres, lenguaje, normas,  prejuicios, pensamientos, incluyendo los de las capaz sociales mas humildes o marginales, que quedaron fuera del foco de atención al no contar con nombres relacionados hasta ahora con el protagonismo de los grandes acontecimientos de la historia, entonces se encuentran en las obras literarias con toda la complejidad propia del hombre, como no han podido reflejarlo muchos trabajos de investigación histórica.
Lisandro Otero no solo reconoce el desempeño de la literatura para esclarecer determinados aspectos complejos de la historia, sino que reclama la necesidad de que esta misión se cumpla: Es importante que la literatura descubra las intimidades de la historia y muestre cuanto ocurre detrás de las grandes ceremonias. (Otero. 2003:4) y este pensamiento viene fundamentado de otro de mayor fuerza aún.
A través de la lectura de una obra literaria determinada el lector desarrolle capacidades de reconocimiento, evaluación y comprensión, hacia sí mismo y los demás a partir del ejercicio de la comparación, y así pueda asumir la tolerancia hacia la identidad cultural del otro y al mismo tiempo desarrolla conciencia en defensa de su identidad y por tanto de su satisfacción como ser humano y miembro de un colectivo.
La obra escrita logra contribuir de forma significativa al desarrollo de la cultura de la población, si está auténticamente identificada con lo más genuino del territorio, pero al mismo tiempo propicia el desplazamiento de lo establecido en un accionar creador constante que evite el estancamiento del proceso que conduciría al paulatino deceso de esa entidad, conllevando al peligro de que otras entidades más fuertes, que si mueven sus ejes y por tanto se desarrollan, las absorbería. La continuidad de una sociedad depende de la reflexividad, recepción activa, la reconstrucción constante del pasado, de forma que se convierta en presente, pues el presente no puede surgir de la nada, tiene que tener su basamento en ese pasado, pero no puede quedar estático, el desarrollo implica mover el pensamiento, y en esto la literatura, puede y debe cumplir su función de protagonista: “la identidad del yo no es un rasgo distintivo... es el yo entendido reflexivamente por la persona. (Giddens. 2002:26)
Los rasgos distintivos pueden existir aún sin que hayan sido identificados, pero de poco sirven si no son parte de la conciencia de los individuos del grupo y la comunidad, entonces depende mucho de que esa reflexividad sea propiciada por la obra literaria para que así cumpla una función utilitaria tanto en la permanencia de la entidad a la que pertenece como de su desarrollo.
Los escritores atrapan a través de sus personajes las diferencias del pensamiento y el proceder, desde una óptica de ilustración crítica de la realidad inmediata. Al respecto afirma el Director de Letras Cubanas:
"... la narrativa de los 90... está directamente relacionada con el entorno... con las circunstancias particulares de nuestra sociedad ...es una reflexión crítica,.... tiene al hombre como centro que introspecciona la personalidad, la identidad humana que desborda hacia el contexto social..... la narrativa cubana tiende a convertirse en un género de mayor importancia, repercusión y trascendencia." (García. 2001:66)
El uso  de las particularidades de la sociedad, y la reflexión crítica es lo que le ha garantizado a la literatura cubana de las últimas décadas el convertirse en una expresión de mayor importancia, repercusión y trascendencia. Es objetivo de este trabajo de investigación demostrar que la obra del grupo de escritores que han iniciado su proceso de creación en el Taller literario Cucalambé, cumple con estas ideas; que se encuentra en lugar privilegiado, desde el punto de vista de su calidad, en el aporte a la diversidad, y a partir de esa diversidad expresar y defender su identidad.
Para ello ha sido necesario evadir los limites temáticos y abordar temas tabúes como el sexo o la violencia, que también se encuentran en el ámbito del hombre donde se crea, modifica y desarrolla la identidad, comprometerse en los criterios que defiende a partir de valores que deben saberse defender:"... una literatura... lo que hace que sea trascendente es precisamente los valores que debate en su seno. (Rodríguez. 2001:66)
La literatura es una expresión de la conciencia humana, en la que emerge la cultura que le es inherente al autor con toda la complejidad propia de la misma; manifestando su identidad, que incluye todas las escalas de esta, desde la personal, comunitaria, nacional y universal, así como étnicas y de genero, entre otras. Expresa sentimientos, aspiraciones, preocupaciones y necesidades del individuo y la sociedad a partir de una estética determinada. Constituye testimonio histórico de los procesos vividos, aún cuando se expresa en forma de ficción o a través de la lírica. Al igual que la  identidad cultural que expresa, la producción literaria cambia a través del tiempo en forma y contenido. Cuando se hace efectiva a partir de la comunicación escritor - lectores constituye un proceso social que es capaz de compulsar al cambio en el pensamiento colectivo, propiciando el desarrollo de la cultura y el progreso humano en general.
De manera qué un grupo con intereses comunes, en este caso acerca de la literatura, va participando de la historia de la cultura de su lugar, de la ciudad. Una manera de hacer literatura, crearla y recrearla es a través del taller literario, en el que confluyen los intereses individuales y se expresa como una resultante, pero al mismo tiempo esa resultante no es más que la representación de una fuerza con una dirección y sentido determinado en el panorama de todas las expresiones culturales de la ciudad.
Los talleres literarios son una forma de fomentar y mejorar las producciones literarias que se ha estado practicando en diferentes terminologías. Las tertulias literarias, próximas a los talleres literarios en su forma de validar la producción literaria antes de su publicación y otras formas de su ejecución como lecturas, charlas, salones, se han estado practicando desde varios siglos. El proceso de surgimiento y desarrollo de estos a partir de que en 1613 la Marquesa de Rambovillet se alejó de la corte de Enrique IV por considerarla vulgar y comenzó a recibir en su casa a las pensadores más ilustres de su tiempo. Posteriormente fueron muy conocidos los martes de Stephane Mallarmé, en París, a finales del siglo XIX. De igual forma hubo tertulias en Inglaterra, Francia, y en algunas ciudades españolas.
En Cuba se recuerdan las tertulias de Domingo del Monte,  en la primera mitad del siglo XIX en Matanzas donde un poeta como José Jacinto Milanés compartió con figuras como Cirilo Villaverde (Vasallo 2005) Pero podría decirse que desde los inicios de la producción literaria cubana está presente la relación entre escritores propia de un taller literario.  Al decirse que el documento más antiguo de la literatura cubana es Espejo de paciencia por Silvestre de Balboa Troya y Quesada,  Carpentier expresa: " Cuba entra en la literatura, y hay que decir que entra admirablemente bien, en el año 1608, con un poema épico titulado Espejo de paciencia" (1987:134)
Sobre esta obra, En Panorama de la Literatura Cubana, de Max Henríquez Ureña afirma que:
"El espejo de paciencia nos descubre, detrás de Balboa, un mundo intelectual desconocido,.... En la villa de Puerto Príncipe residían entonces, además de Balboa, seis versificadores que escribieron sendos sonetos para exornar el pórtico del libro... Balboa era probablemente, la figura principal de aquel grupo literario.. ." (2001:56)
De estas afirmaciones se puede deducir, que ya en ese momento existía un grupo de escritores que colaboraban entre sí, una imagen muy semejante al taller literario que hoy conocemos. También el mismo autor expresa.
" En torno a Domingo del Monte y Aponte(1804 - 1853) se agruparon, los más conspicuos cultivadores de las letras... se reunían con Del Monte amigos para intercambiar ideas y opiniones y así se inició las tertulias literarias, fue el más importante centro de actividad intelectual que hubo en Cuba."
También existieron las tertulias literarias en el Liceo de Guanabacoa, al que asistía Juan Clemente Zenea, Felipe Poey, José Silverio Jorrin, José Ignacio Rodríguez, José María Céspedes. Y hay que sumar las que se desarrollaron como tertulias Dominicales en el Liceo de La Habana a partir de 1860. Donde tomaron parte Enrique Piñeiro, José Manuel Mestre, Antonio Sambrana y Vázquez, Rafael Morales y González e Ignacio Agramonte.
En la etapa republicana se concentran alrededor de revistas como: "Cuba Contemporánea" donde participaban Max Henríquez Ureña y Fernando Ortiz, La revista "Social" celebraba charlas por las tardes en el café Martí o en la casa de Emilio Roig, su jefe de redacción almuerzos en el Hotel Lafayette, con conversaciones literarias desde 1923, así surgió el Grupo Minorista al que pertenecían Eduardo Avela, Mariano Brull, Alejo Carpentier, Max Henríquez Ureña, Jorge Mañach, Juan Marínelo, Rubén Martínez Villena, José Zacarías Tallet, entre otros, El 18 de Mayo de 1923 asumieron una protesta, conocida como “de los Trece”, contra la inmoralidad del gobierno de Zayas. Un grupo que ha marcado un hito para la cultura cubana fue el grupo que trabajó alrededor de la revista “Orígenes” al que pertenecieron: José Lezama Lima, Cintio Vitier, Fina García Marruz,  Roberto Fernández Retamar, Fayad Jamis y el Padre Gaztelu.
Son los talleres un primer paso en el proceso de socialización de la producción literaria. En Las Tunas existen referencias de tertulias en las que participaban Tomasa Varona y su esposo Rubalcaba, oficial del ejército libertador, “Por las tardes en las azoteas se reunían los amigos en tertulias literarias donde disfrutaban de los buenos poemas de Tomasa Varona. “ (Marrero- Guerrero. 2002:16) y en la etapa de la seudorrepública un grupo de tuneros con intereses artísticos se congregaron en Proarte, incluyendo algunos escritores como Pablo Armando Fernández. Pero no es hasta el taller literario "Cucalambé" que se forma un núcleo importante de escritores que logran a partir de este producir una obra colectiva de numerosas individualidades de consideración en cantidad y calidad, que trasciende  por su importancia en los ámbitos provinciales, nacionales e internacionales.
Aun cuando el taller literario "Cucalambé" no conforma toda la comunidad de la ciudad de "Las Tunas", al sí formar parte de ella, que es donde se desarrolla, y poseer una relación dialéctica con esta, recibe influencias y a la vez influye con su producción. En los miembros del taller se reconocer tener una percepción de mayor agudeza para la observación de los acontecimientos y relaciones que se producen en la localidad en que habitan, a partir de sus intereses literarios, respecto a aquellos no interesados en la producción de literatura. Se agrupan para vencer las deficiencias o desconocimiento que aún poseen para producir una literatura que pueda tener la calidad suficiente para que sea publicada y tenga el atractivo de que pueda ser consumida y así se efectúe el interés  de la comunicación entre el autor miembro del taller y el resto de la sociedad.
El taller literario posee un grado de organización referente a un individuo que los agrupa, coordina las actividades e intereses de todos, orienta, guía; alrededor del cual el resto colabora, influye con propuestas de funcionamiento, promoción; como también se organizan y se establecen a través de una institución estatal. La conciencia de pertenencia existe a partir de la necesidad de resolver en colectivo los problemas comunes; las orientaciones valorativas, aunque pueden atender a dispersarse en determinados puntos a partir de diferencias de formaciones  psicosociales donde se incluye en muchos casos diferencias generacionales o de personalidad; pero no obstante sus intereses comunes sobre la comunicación de pensamiento a través de la literatura, les va formando un grupo de orientaciones valorativas comunes, que pueden haber estado presente antes de incorporarse a la comunidad literaria o irse introduciéndose en cada individuo a partir de su participación en el taller.
El sentimiento de pertenencia o de bien común tiene un sentido de historicidad: se va formando sobre la base de las interacciones de los individuos y sus familias entre sí, del enfrentamiento a problemas comunes, la ayuda mutua, la colaboración de unos con otros, la lucha conjunta por el bienestar. A medida que las personas se vinculan en pequeños grupos para el desarrollo de determinadas actividades, se van conociendo más, van aprendiendo a considerar y facilitar el bienestar de los demás, a respetar sus opiniones y puntos de vista: se van ajustando y puliendo sus interrelaciones.
En el taller literario solo es posible un funcionamiento: adecuado cumpliendo con un mayor conocimiento y respeto por las opiniones de cada cual. De esta manera se va incrementando su eficiencia como sujeto de la actividad social; obtienen mejores resultados en las tareas que se proponen, y esto estimula y desarrolla la autoestima del grupo.
El taller literario actúa como vanguardia que toma la cultura de toda una población y rescata lo trascendente de esta para llevarla enriquecida al propio pueblo del que fue tomada y así contribuye a la continuidad del desarrollo cultural.

2: EL TALLER LITERARIO CUCALAMBÉ, FUNDACIÓN Y DESARROLLO.
El proceso de indagación sobre el Taller Literario Cucalambé, la obra y sus aportes al desarrollo cultural, a partir de las diferentes técnicas aplicadas, propició un basto conocimiento del objeto estudiado desde la fundación en 1973 hasta la actualidad. La investigación abarcó el estudio del proceso cultural que se fue gestando desde sus primeros años, definiendo las condiciones del contexto y las motivaciones que propiciaron su fundación y desarrollo, el paso de diferentes generaciones, elementos que han actuado de forma positiva o negativa en su progreso. Se obtuvo información sobre la producción literaria de los escritores formados en este taller literario. El resultado fundamental de este acercamiento científico, es la definición,  análisis y valoración de los elementos culturales que poseen estas obras, desde información de investigaciones históricas, filosóficas, hasta los rasgos de la forma de vida y la espiritualidad contenida en obras de narrativa o líricas; y como estos constituyen aportes al desarrollo cultural de la ciudad de Las Tunas.
2.1: Fundación y desarrollo del Taller Literario Cucalambé.
La fundación de taller literario Cucalambé data del 30 de mayo de 1973, lo que indica que ya cuenta con cuatro décadas de labor. Esta indagación pudo constatar que el proceso de fundación se desarrollo en un contexto histórico en el que se habían creado determinadas condiciones propicias, como fue que ya existía Consejo Nacional de Cultura, que motivó a la organización de este tipo de taller en toda la isla, así como el Pre Universitario Luis Urquiza Jorge, el primero en el que jóvenes del territorio pudieron permanecer estudiando en ese nivel medio en la ciudad, desde donde se fueron organizando los que comenzaban a tener inquietudes literarias.
En este colectivo se aprecia, desde el primer momento, que además de los interese literarios que los motivó a unirse en la fundación del taller, en ellos existe la tendencia de investigar y defender cultura e identidad de la ciudad, a través de lo histórico, artístico y literario. La ciudad de Las Tunas, con desventaja respecto a sus similares aledañas como Camagüey, Bayamo, Santiago de Cuba, en referencia a su más reciente fundación, pero con una historia y cultura de tanto interés y valía como las mencionadas, pero que se encontraba prácticamente sin investigar hasta ese momento. Por lo que los resultados publicados por el colectivo del taller literario en estos temas constituyen un aporte al desarrollo cultural de la ciudad.
El sentido de profundizar y esclarecer el conocimiento histórico de la ciudad se desarrolla fundamentalmente en la obra de Carlos Tamayo, Víctor Marrero y Antonio Gutiérrez, entre otros; pero no solo en la investigación histórica y el ensayo se muestra la defensa de la identidad cultural, está presente en la poética y la narrativa de sus creadores; ya en 1974, Carlos Tamayo, siendo aún estudiante de la Universidad de Oriente escribe estos versos con marcada preocupación identitaria:
La ciudad quería tener un nombre/ quería/ dejar de ser/ un corral de cactos melancólicos/ pero no podía comprarse/ un seudónimo/ porque era ser menos/ en la historia del planeta.
La cultura de la ciudad se aprecia en las narrativas del premio Alejo Carpentier, Guillermo Vidal y del pródigo escritor Andrés Casanova; en ambas aparecen las vivencias cotidianas de la ciudad, costumbres, preocupaciones y aspiraciones de su población, que trascienden así, desde estas obras literarias, a la universalidad; como también esta presente en las obras del poeta, narrador, investigador, editor y antologador Antonio Gutiérrez, sumándose la del ensayista, pedagogo, poeta y narrador Ramiro Duarte, de los ensayistas Alberto Velásquez y Ada Berta Frómeta y de una larga lista que supera los treintena de poetas y narradores de ya más de dos generaciones, hasta llegar a los últimos de sus integrantes que han logrado publicar.
Los escritores formados en el Taller literario Cucalambé, han transitado por la Asociación Hermanos Sainz; y hoy son de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba; han incursionado en la prensa escrita, la radio y la televisión, se destacan como profesores, dramaturgos, actores, trovadores y hasta ingenieros y militares; pero todos de una manera u otra, a partir de sus diferentes perspectivas manifiestan en su obra la identidad cultural que se genera en este núcleo urbano, estableciendo así aportes a la cultura de la ciudad.
En fecha temprana para la historia de este taller, como el 30 de mayo de 1986 fue declarado como Institución cultural, en el Museo Polivalente Mayor General Vicente garcía, ante la presencia del Director de Cultura y de especialistas e invitados de otras provincias.
A partir de su prolífica producción han trabajado esforzadamente desde sus inicios por la comunicación con el resto de la población, primero en modestos plegables; que entre la Biblioteca Provincial José Martí y en la editorial Sanlope se conserva una muestra de un centenar de estos. En documentos históricos del taller se expresa como 25 de sus primeros integrantes, hasta los primeros años de los 90 del pasado siglo, pudieron publicar en el boletín Caisimú y en el periódico provincial 26. Luego fueron publicados, gracias a la calidad de sus obras y a los premios obtenidos, en revistas, antologías, hasta llegar a la publicación de libros en los albores del 90.
A partir de la estrategia nacional de crear las editoriales provinciales que puedan evadir la llamada fatalidad geográfica del provincialismo; han logrado una amplia publicación en la editorial del territorio, Sanlope, fundada el 31 de marzo de 1991, pero también han rebasado fronteras para llegar a las editoriales nacionales y incluirse en editoriales internacionales. Con la posibilidad de publicar sus libros, se observa que disminuye el uso de plegables, casi desaparece el boletín Caisimú, y las nuevas generaciones de miembros del taller, no han tenido acceso al periódico 26. También el estudio demuestra lo que ha significado el colectivo que nos ocupa para la obra escrita y editada en la ciudad. Todo el que ha podido encauzar su vocación literaria en la ciudad de Las Tunas, hasta lograr ser publicado, la ha desarrollado en este taller, que ha sido precursor del resto de los creados en la provincia y uno de los más antiguos y prestigiosos del país.
Numerosos son los premios obtenidos por los miembros de este grupo en concursos nacionales e internacionales. La obtención de premios a partir de la calidad de las obras contribuye a que esta sea conocida en otras latitudes, portando en ella la cultura de la ciudad, que de ese modo trasciende fronteras espaciales y temporales; es un aporte de este colectivo al desarrollo cultural de la ciudad. Como reconocimiento han sido acreedores de condecoraciones a escritores, entre las que se encuentra, La Distinción por la Cultura Nacional, Placas conmemorativas Vicente García, Placa Conmemorativa El Cucalambé, Réplica de la pluma Cucalambé, Diploma Nicolás Guillén, El Laúd en el Festival Iberoamericano de Décima
Sus autores protagonizan disímiles eventos culturales que se desarrollan en el territorio como: Las Jornadas Cucalambeanas, los Iberoamericanos de la Décima, La Llama Doble, las Ferias del Libro, Las jornadas en homenaje a Gilberto E Rodríguez, nombrado el poeta tunero del siglo XX,  y el recién instaurado concurso para rendir homenaje póstumo a uno de sus reconocidos miembros: el Guillermo Vidal. Esta participación personal, con la autoridad de una obra publicada y reconocida, prestigia estos eventos ante los visitantes y la propia población, aportando así al desarrollo cultural de la ciudad.
No existen referencias de otro grupo que haya logrado semejante producción intelectual en el territorio; aún conociendo la existencia de la obra artística y de pensamiento de otros grupos como el Espínel- Cucalambé en Puerto Padre, o el movimiento de artistas plásticos, de artes escénicas, músicos, historiadores y pedagogos. Porque es que además en este taller se integraron varios de los practicantes de esas manifestaciones.
En la información obtenida, tanto de las entrevistas realizadas a los escritores de este taller, como a partir de la observación participante del autor de este trabajo durante diez años en el Taller Literario Cucalambé, se constató, que como parte del funcionamiento del taller: Se dictan conferencias especializadas que introducen a sus participantes en diferentes temas de interés para el escritor. Se desarrollan seminarios sobre las técnicas para la realización de las obras según el género. Se recomiendan lecturas para el incremento de la información cultural del escritor, como para el incremento de la destreza tanto de la apreciación literaria, como para la elaboración de sus propias obras. Se intercambian criterios sobre las obras presentadas de la autoría de sus integrantes, se le hacen críticas y recomendaciones para mejorar la calidad de estas.
En las actividades participan como invitados escritores y otros creadores de las artes con una obra reconocida que le da un mayor nivel de información y motivación a estos encuentros. También se produce el intercambio con otros talleres literarios, incluyendo los de otros municipios o provincias. Se produce una interacción entre los participantes, que no solo propicia el incremento de la calidad de los textos, sino que motiva a la autosuperación como escritor y como ser social. Se estimula el desarrollo de los sentimientos de solidaridad, fraternidad. Se estimula el desarrollo del pensamiento acerca de todos los ámbitos de la vida del ser humano, al criterio personal, a la iniciativa, a la creatividad.
La presente investigación a propiciado conocer, a partir de las entrevistas realizadas a los escritores, como estos reconocen, que su participación en el Taller Literario Cucalambé, ha sido lo que los conllevó a una formación que le permitiera crear sus obras con la calidad requerida. Siendo ese nivel de calidad lo que facilitó que las mismas fueran publicadas y que merecieran premios a diferentes niveles, así como que estas obras presenten un contenido cultural que constituye aportes al desarrollo cultural de la ciudad.
Como han reconocido que a partir del proceso de intercambio cultural desde la literatura, se han creado bases de amistad entre los participantes, que les ha posibilitado la formación o afianzamiento de valores humanos y culturales en su formación como individuos sociales, siendo aportes que ha hecho este taller literario, a través de la formación de estos escritores, al desarrollo cultural de la ciudad. Del mismo modo se reconoce por todos los especialistas de instituciones con relación a la obra de este , que en este se han formado la mayoría de los escritores tuneros con reconocimientos en la provincia, el país e incluso a nivel internacional, se refieren de forma positiva a la calidad de la obra, y todos coinciden en que han realizado un aporte sustancial a la cultura de la ciudad a partir de los premios y prestigio alcanzado por los principales escritores formados en él, pero no definen los elementos que constituyen aportes de las obras creadas por este colectivo.
La indagación ha permitido conocer como en el Taller Literario Cucalambé ha existido un proceso de continuidad histórica y literaria a partir del intercambio que se produjo entre la generación fundadora y las que procedieron, por la coexistencia en determinados periodos entre varias generaciones, donde siempre ha habido una generación mas adiestrada en los procesos creativos que va saliendo del taller y es capaz de participar en la formación de la generación que les procede, y otras más o menos noveles que van entrando al taller que se nutren de la anterior.
Esta continuidad propició que independientemente de los cambios generacionales, el proceder y la obra de los escritores formados en el Taller Cucalambé mantengan un grupo de características comunes dentro de la variedad. No obstante El Taller Cucalambé ha presentado diferencias en su funcionamiento y en la producción de la obra, a partir del tránsito de varias generaciones, y también de los cambios producidos en el contexto histórico, local, nacional y mundial, incluyendo el derrumbe socialista en Europa oriental, que tanto se reflejó en la economía, la ideología y toda la cultura mundial.
Por las características de voluntariedad en la participación de los talleres literarios, en los que siempre hay participantes que inician y otros que se retiran del proceso, es impreciso definir una fecha exacta en cuanto al final o inicio de la participación de las diferentes generaciones, pues en la sucesión de estas habrá una coexistencia en el tiempo de los que se retiran y de los que ingresan. No obstante en el desarrollo de la investigación se percibe la existencia de tres generaciones fundamentales teniendo en cuenta las características del contexto histórico en que se forman y como este repercute en ellos.
Primera generación. Considerando los fundadores y los que se incorporaron en los primeros años del Taller, hasta 1985, según documentos y entrevistas. Fue un periodo histórico caracterizado por el incremento de los indicadores económicos en el país, con el apoyo de campo socialista, se había creado una infraestructura con el Consejo nacional de Cultura, que propicia el desarrollo cultural con la formación de talleres literarios en todo el país, una vez ya ganada la Campaña de alfabetización y la superación obrera y campesina.
Se toma ese periodo pues fueron los años en los que se mantuvieron participando la mayoría de los fundadores o que se incorporaron al taller en los primeros años. Nacidos en su mayoría en los años anteriores al triunfo revolucionario, saben reconocer la nueva posibilidad que se les daba de acceso a la cultura universal. Fue un periodo caracterizado por mucho entusiasmo, exigencia en el trabajo, la superación, buen apoyo institucional, intercambio con otros territorios, aunque no se publicaba masivamente si se editan boletines plegables sistemáticamente. Se obtienen los primeros premios en concursos y eventos. Fue el grupo de escritores que iniciaron el importante movimiento literario existente en la ciudad y que incluye los que posteriormente se convirtieron en los fundadores de la UNEAC, del Centro Provincial del Libro y la literatura, de los centros de educación superior del territorio.
Segunda Generación. Considerando los que se fueron integrando y se formaron en la década del 80 y del 90.  En este grupo coexisten escritores de variada edad. La mayor parte nacidos en los inicios del proceso revolucionario y formados en el desarrollo del mismo, han vivido la etapa de crecimiento económico, otros más jóvenes nacidos en la década del 70. Pero todos conviven una etapa creativa en el contexto histórico de derrumbe del campo socialista y el inicio del llamado periodo especial en Cuba. Los más veteranos de este grupo en el taller, fueron formados por los fundadores, que a su vez formaron a los noveles del periodo. Mantienen el entusiasmo y el intercambio con otros territorios, se suman muchos atraídos por el resultado obtenido por los de la primera generación, que ya formada, publica sus obras en editoras nacionales y obtienen premios nacionales. Se incrementa la obtención de premios por ellos mismos, y se incrementa paulatinamente la posibilidad de publicar del grupo a partir de la creación de la Editorial Sanlope y del reconocimiento por las editoras nacionales y algunas extranjeras de la calidad de la literatura que se está creando en la ciudad.
Tercera Generación. Considerando los incorporados o en formación desde los finales de la década del 90 y el presente milenio, que han mantenido participación sistemática; se desestima de la relación aquellos que tuvieron participación efímera. También conviven de variada edad. Desde nacidos al principio de la revolución, hasta nacidos en los ochentas. El contexto histórico en que se define la vocación literaria de este grupo se caracteriza por el periodo especial en Cuba, con un panorama internacional de globalización neoliberal. Disminuye el apoyo institucional, pierden el privilegio de ser el único colectivo de producción literaria al ya existir la UNEAC y la AHS, El Centro del libro, la Universidad de Las Tunas, el Pedagógico, ya se han retirado del taller sus fundadores, apenas se intercambia con otros territorios, prácticamente desaparecen los boletines que antes garantizaban la publicación de las primeras obras de los talleristas, la participación es inestable, muchos se incorporan pronto se desmotivan de seguir participando en el taller. Solo quedan los más persistentes, que a pesar de las dificultades logran mantener la creación de una obra de calidad, capaz de obtener premios provinciales y nacionales y que estas lleguen a ser publicadas, como logro de mantener la continuidad del movimiento literario de la ciudad, que es un aporte de este grupo.
La generación fundadora tuvo por característica, propia de sus líderes iniciales y de la mayor estabilidad de sus  miembros, y un mayor apoyo institucional para el desarrollo de sus actividades en un contexto económico más estable, un mayor sentimiento de pertenencia, tan importante para el buen funcionamiento de cualquier actividad colectiva. De no lograrse el sentimiento de pertenencia, se dificulta la cooperación entre los individuos, la organización y la actividad conjunta, porque ese sentimiento funciona como mecanismo de regulación. A partir de las entrevistas y documentación revisada se reconoce que a la generación fundadora respecto a la generación actual, les beneficiaron varios aspectos:
La motivación de que se comenzaba a transitar un camino nunca desbrozado en el territorio con estas características: desde el apoyo estatal, un mayor nivel cultural de la población, toda una infraestructura creada a partir del Consejo Nacional de Cultura. Un numeroso colectivo de jóvenes necesitados de desarrollar su vocación literaria, incluyendo la investigación histórica de la localidad. Las instituciones en la primera etapa de taller garantizaron un mayor intercambio con los talleres de otros territorios: municipios y provincias, que hoy se limita a un encuentro de talleres literarios municipal anual. Propiciándose también en la primera etapa la presencia de intelectuales de relieve nacional que insuflaba a los talleristas una alta motivación. En la última etapa, estos encuentros específicos con el taller Cucalambé, no se han propiciado, a pesar de que por el territorio siguen pasando escritores reconocidos, no se les programa encuentros directamente con el Taller Cucalambé.
En la primera etapa se logró la presencia de la obra periódicamente en boletines, plegables, revistas e incluyendo el periódico 26, como una vía de motivación y fogueo, antes de que fueran incluidos, a partir de una solidez y calidad, que solo da la experiencia, a ser publicados por las editoriales.
La generación actual, ha estado limitada, desde el punto de vista de divulgación, a algunos plegables muy esporádicos: para las Cucalambeanas cada año, elaborados y producidos en la mayoría por iniciativa y gestión de los propios escritores participantes, sin que puedan contar para ello presupuesto o recursos de las instituciones que los acoge: La casa de la Cultura Tomaza Varona y Cultura Municipal. Apenas ha salido un boletín en lo que va de siglo. No se ha publicado más en el periódico 26.  
La indagación ha revelado como ha disminuido la atención general del Taller Literario Cucalambé al perder entre sus integrantes a la generación fundadora y los escritores formados directamente por estos en la participación conjunta durante un periodo de esas dos generaciones, al pasar estos a ser miembros de la AHS, UNEAC y trabajar en instituciones que le permiten un vinculo literario como son: La Empresa Provincial del Libro, La Editorial Sanlope, Casa Iberoamericana de la Décima, Universidad, Radio Victoria, Tunas Visión, entre otras. La mayoría de estas instituciones no existían en los primeros años del taller, y al ser creadas, el taller perdió así el carácter de ser el único colectivo de escritores y quedó relegado como institución de la cultura de la posición privilegiada que tenia en aquellos años. Hoy su participación dentro de la programación oficial de Cultura Provincial y Cultura Municipal es muy limitada.
En estos momentos la participación es inestable, ha existido cambios reiterados de especialistas. Todo esto ha creando en ocasiones cierta desmotivación, que ha conllevado a que algunos de los potenciales futuros escritores desistan, o participen de forma esporádica, pues todo individuó cuando se esfuerza a crear una obra literaria, esta transitando un camino a lograr una comunicación a través de la publicación. Criterios que se han expresado por sus participantes en las entrevistas. La investigación ha demostrado la tendencia de la última generación de escribir fundamentalmente poesía, y en algunos casos la narración corta, la investigación y el ensayo histórico, filosófico, o literario; a sido abordado por las primeras generaciones, ya con más experiencia, aunque hay que decir que comenzaron en esos géneros desde los inicios. En lo que ha incidido que al iniciarse la actividad del taller, no existía en el territorio publicaciones del tema histórico, existía una virginidad sobre estos temas. Ya hoy los jóvenes escritores reconocen y respetan la obra echa de los fundadores sobre los procesos históricos, quizás evitando un camino ya transitado
El Taller literario Cucalambé posee el mérito histórico de fundar el movimiento literario de reconocido prestigio nacional e internacional que hoy existe en la ciudad de Las Tunas, de haberse formado entre sus participantes reconocidos escritores e intelectuales en general de esta ciudad, de haber propiciado la producción de una obra multipremiada, de importancia para la ciudad y el país. Es vital para que este desarrollo literario mantenga su continuidad, que se sostenga a través de una adecuada atención, la vitalidad alcanzada por este Taller Literario, cuyas funciones de formación no pueden ser suplantadas por las instituciones mencionadas, al no poseer iguales características ni objetivos. No obstante, a pesar de las dificultades que se han confrontado en este ultimo periodo, los más insistentes en el propósito que los une, una decena de ellos, se han  mantenido vinculados al taller de forma sistemática en los últimos años, de los cuales ya lograron publicar 7 de ellos, posibilitados por la existencia de la editorial Sanlope, desde la revista que esta edita: Quehacer y cinco de ellos con sus primeros libros. La aprobación de estas publicaciones es una muestra de la calidad reconocida de la obra que aún se gesta en estas últimas generaciones, que han continuado obteniendo premios en concursos literarios de nivel nacional.
A pesar de los cambios del contexto histórico, y de los intereses generacionales, a todos los escritores formados en los 45 años del Taller Literario Cucalambé los une sus intereses literarios, la necesidad de comunicar de sus ideas a través de la literatura, el sentido de identidad con la ciudad en la que viven, con su cultura, la necesidad de ver publicada sus obras para lograr la comunicación esperada con el lector, lograr ser universales desde lo particular como individuos, de su tiempo y lo particular de la ciudad en que viven y su país. Toda la obra publicada, a partir de la que ha sido estudiada en esta indagación, muestra poseer valores que se aportan a la cultura de la ciudad.

3: APORTES DEL TALLER LITERARIO CUCALAMBÉ A TRAVÉS DE SU OBRA AL DESARROLLO DE LA IDENTIDAD SOCIOCULTURAL DE LAS TUNAS.
Un resultado básico de este acercamiento científico al taller literario, es el análisis de su obra sobre los elementos existentes en ella relacionados a la cultura, incluyendo los de carácter histórico, filosófico, la forma de vida de la población, su espiritualidad, que permite mediante su interpretación, definir aportes que existen a la cultura de la ciudad, para ello es preciso desarrollar argumentos sobre las formas en que se ha producido, desde los diferentes géneros.
Este trabajo no aborda la investigación de la obra de este grupo a partir de sus diferencias, desde la comparación con la de otros territorios del país o de otros países, o destacar sus aportes en comparación con las que les precedieron, ni de sus valores desde las formas literarias. Más bien se defiende lo que en ella se percibe de continuidad cultural nacional y universal, afianzamiento con sus lógicos movimientos, como parte de un proceso dinámico que es la cultura.  El objetivo es definir aportes desde la obra misma, al ser portadora de esencias de la cultura de la ciudad, incluyendo valores que a partir de su manifestación en las obras, se promueven en aquellos que la consumen como lectores.
En el estudio de las obras se tubo en cuenta la de las diferentes generaciones valoradas en el epígrafe anterior, a través del análisis se comprobó que la diferencia fundamental entre ellas es en los géneros abordados, donde la generación fundadora ha logrado un mayor uso de los diferentas géneros, incluyendo la novela y el ensayo; y las restantes se expresan fundamentalmente en la poesía, incluyendo la décima, y la narrativa corta: el cuento. Donde en los ensayos de los primeros, se aprecia mayor preocupación y ocupación en la historia anterior y en la poética y cuentística de los últimos hay mayor urgencia por el presente.  No obstante se conoce de proyectos de novelas y ensayos, en los que trabajan las más jóvenes generaciones.
Los elementos culturales que aparecen en las obras de las diferentes generaciones no difieren significativamente, apreciándose una continuidad cultural entre ellas, a partir de los componentes que fundamentalmente se han detectado en esta indagación, como reflejo de que a pesar de las diferencias de los momentos históricos en que nacieron y se formaron, la cultura como proceso complejo, a pesar de su dinamismo, no cambio significativamente, por lo menos en sus esencias, en pocos años, aunque si se aprecie la inquietud por los problemas culturales en que conviven todos estos escritores, que en estas últimas tres décadas han mantenido vigencia. Y dado el gran volumen de los textos que se investigan, se prefiere plantear las valoraciones de los textos a partir de los géneros y no por generaciones.
Se ha comprobado a partir de criterios emitidos en las entrevistas, y desde el análisis de los textos, que no siempre los autores se proponen lograr determinados caracteres que aparecen en su obra, esto tiene su explicación lógica, pues al expresar su espiritualidad o en general su cultura, desean decir sobre determinados hechos o sentimientos particulares, y al hacerlo, como inherentes, y mas allá de una voluntad consciente, se reflejan otros, de carácter colectivo, por ser parte de un contexto que lo propicia.
Esto puede apreciarse en algunos autores, en obras que se abordan en este epígrafe, cuando no existe una correspondencia entre determinados elementos encontrados reiteradamente en las obras de los escritores estudiados, y los criterios emitidos en las entrevistas por algunos de esos autores respecto a no haber existido una intencionalidad al escribir esas obras sobre esos elementos que portan.
Uno de los aportes radica en la variedad de los géneros utilizados por este grupo, así como la variedad de temas, estilos, constituyendo el hecho en sí, una manifestación de la diversidad a partir de lo particular. Así este grupo posee obras publicadas, de valía y reconocidas desde la poética, la narrativa a través del cuento, la novela, la ensayística literaria, social filosófica e histórica. Por los aportes de la obra de carácter histórico se inicia la presentación de este estudio.
Uno de los resultados de los escritores miembros del grupo literario Cucalambé permite dilucidar que ha existido  una ocupación de varios de estos escritores de acercamiento a la historia del territorio, realizando considerables aportes en este sentido, que de hecho es un aporte a la identidad de la ciudad y de su cultura en general, Entre ellos se encuentran a la vanguardia sobre el tema histórico: Carlos Tamayo Rodríguez, Víctor Marrero y Antonio Gutiérrez Rodríguez.
La historia de la ciudad, hasta el momento de fundación de este taller, era de escaso conocimiento por la población en general, debido a su ínfima divulgación, tratada solo en libros de Historia que les anticiparon, generalmente dentro de toda la historia del país, con múltiples lagunas. Gracias a la obra de este grupo, fundamentada a partir de la investigación profunda, la población tunera hoy cuenta con textos esclarecedores, que dan datos precisos y abundan en los hechos de mayor relevancia y desde ópticas diferentes a la que se había abordado con anterioridad.
En este sentido se ha desarrollado la obra de quien es hoy el Historiador de la Ciudad, y que ha reconocido en la entrevista aplicada que su obra ha sido posible gracias a lo aprendido en las secciones del taller literario Cucalambé, así podemos observar títulos de acercamiento a la figura de Vicente García, y a la historia de Las Tunas en general, sus relaciones con España, también ha tratado la figura de otros héroes nacionales como Antonio Maceo y José Martí, además de ser incluido en selecciones nacionales y latinoamericanos, con ensayos y artículos históricos.
Toda la obra publicada de Víctor Marrero es muestra de una preocupación y ocupación sobre la identidad cultural de la ciudad a partir de su historia, desde los orígenes, las principales figuras, las migraciones y la cultura general que se ha ido procesando en la ciudad; un ejemplo ineludible es: Las Tunas: Localidad, cultura e identidad, como el propio nombre lo expresa. Este volumen incluye seis temas, todos constituyen un aporte importante sobre la cultura de la ciudad, producto de muchos años dedicados a la investigación de su historia, de manera que quedan expuestos elementos autóctonos de la identidad tunera. El principal aporte de Marrero, en esta obra, a los tuneros, es que les ha propiciado la información histórica y cultural que no se poseía con anterioridad a disposición de todos en un libro. Por lo que gracias al mismo, el tunero actual puede saber de dónde procede ese entramado que constituye su cultura.
En Carlos Tamayo Rodríguez, desde los títulos publicados, se puede apreciar la ocupación de este escritor por las figuras que hasta ese momento resultan más representativas en la historia de la ciudad: fundamentalmente Vicente García, Juan Cristóbal Nápoles Fajardo conocido como El Cucalambé y su hermano Manuel Nápoles Fajardo, con acercamiento también a la estrofa nacional: la décima. A este investigador y escritor, la cultura de la ciudad le debe importantes aportes sobre la historia rescatada, que no se había recogido en volúmenes para el acceso de la población, pero fundamentalmente ha realizado una labor de revalorización de sus figuras principales y las ha presentado en sus verdaderas dimensiones.
Antonio Gutiérrez Rodríguez, que es uno de los escritores más prolíficos del grupo y presidente del mismo por 15 años, emplea prácticamente todos los géneros y se desarrolla en la poesía con profusión, también se ha acercado a lo histórico como es el caso de su libro dedicado a otra figura de la historia de la ciudad: Tomasa Varona: Tomasa Varona González, revolucionaria y poetisa, así también ha aportado al conocimiento del empleo e historia de la décima con la publicación de su libro: Hitos de la décima en Cuba.
Queda aquí la evidencia del aporte a la cultura realizado por este grupo de escritores, y en este caso también investigadores, a través de la indagación histórica. Aporte de gran valor para el desarrollo de los sentimientos de identidad y pertenencia de su población.
Siguiendo el estudio analítico de la obra de este colectivo se aborda la producida a partir de otra ciencia, muy cercana a la histórica: la filosófica, utilizada por los doctores Alberto Velásquez y Ada Bertha Frómeta para desarrollar sus obras fundamentales, se ha escogido por su trascendencia para la cultura, desde lo filosófico e histórico, de todo el país e incluso de la cultura universal, el tratamiento del pensamiento de Martí en: Filosofía política en José Martí. Editorial Samlope. Las Tunas.
En esta obra, de dos escritores que integraron el taller literario Cucalambé, se presenta el resultado de un proceso de investigación en acercamiento al pensamiento de José Martí desde la ciencia filosófica, que teniendo en cuenta lo que representa para los cubanos, en toda la magnitud cultural, desde lo literario, político e ideológico; entonces el texto, por su naturaleza, constituye en sí un aporte a la identidad cubana y de sus valores éticos desde esa figura paradigmática de nuestra cultura. En la obra se emiten criterios fundamentados a partir de la investigación científica, que dan claridad para poder abordar a Martí, y que a partir de los mismos, los textos del pensador cubano que se proyecta desde el siglo XIX parea todos los tiempos, podrán aportar una mayor utilidad en el proceso de desarrollo de la cultura de este territorio, del país y del hombre en general en el presente.
La ensayística es un género abordado por varios de sus escritores: Carlos Tamayo, Víctor Marrero, Antonio Gutiérrez, y Ramiro Duarte, y ocasionalmente Andrés Casanova.  De Duarte es: Consideraciones y Juicios. Premio Taller de Crítica en el 2005. Este texto está dedicado afectivamente en la primera página a Guillermo Vidal, uno de sus compañeros del grupo literario. Aquí se indaga en diferentes obras y autores, todos de valía universal, desde los mas cercanos en el espacio y tiempo como Abilio Estévez, pasando por Félix Pita Rodríguez y Ezequiel Vieta, hasta llegar a Martí y seguir con valoraciones de escritores de otras tierras como Augusto Roa Bastos y Darío.
Este texto muestra cómo en este grupo de escritores, aunque existe marcada preocupación y ocupación por la cultura del lugar en el que viven, cumpliendo la necesidad del ser humano de sentirse parte de un lugar, de un grupo, sentido de identidad; también se cumple aquí, una necesidad de ser universal, al expresarse desde lo particular a lo universal.
De manera que el análisis de la cultura en sus diferentes variantes y temáticas a sido abordada por los escritores de este colectivo a partir de diferentes ciencias, la histórica, la filosófica y literaria; en todas ellas se hacen aportes según el carácter de la ciencia que se emplea, que ha sido diferente, pero tienen como rasgo común que en todas se percibe la defensa de una identidad desde la regional, cubana hasta la universal. Aquí se manifiesta la complejidad de la cultura que se desarrolla desde lo particular a lo general manifestando una diversidad.
Uno de los géneros que ha hecho aportes de consideración es la novelística, con una obra vasta y numerosos premios como el abordaje de una crítica positiva hacia la misma, en este género se destacan: Guillermo Vidal y Andrés Casanova, También Antonio Gutiérrez incursiona en el género.
En las novelas de estos autores se aprecia de forma general la cultura de la ciudad de Las Tunas, en ocasiones con elementos que son propios de la cultura cubana, latinoamericana, e incluso universal, pero en otras con elementos muy específicos del ámbito tunero. Así se muestra la forma de vida en esta ciudad en los periodos en que se describe, que son por lo general contemporáneos, abarcando las últimas décadas, se describe el entorno, aspectos materiales pero también las esencias de la espiritualidad local. Esto puede apreciarse tanto en las novelas de Guillermo Vidal, como las de Andrés Casanova, aquí estudiadas.
Este trabajo constató, elementos que permitieron definir aportes de estas obras para posibles estudios etnográficos; y la importancia para, a partir de la interacción que deberá sostenerse entre estos textos y los habitantes de la ciudad de Las Tunas, se incremente el auto reconocimiento de identidad, como integrantes de la comunidad y con ello se incremente la autoestima y el sentido de pertenecía, tan necesarios en la creación de motivaciones para el actuar en función de un desarrollo humano que pasa necesariamente por el desarrollo cultural
La poética es el género con el que se ha decidido concluir este análisis, no por tener menor importancia, todo lo contrario. La investigación demuestra la multiplicidad de aportes de la poesía a la cultura de la ciudad, y no podía ser de otra forma, ya que es el género en el que más han incursionado estos escritores, si en la historia, ensayo, o en la narrativa solo un grupo de ellos desplegaron su quehacer creador, en la poética la mayoría de sus miembros que han publicado lo han hecho en este género y con resultados elogiables para la literatura y aportes específicos a la cultura de la ciudad.
Este grupo literario se caracteriza por su pluralidad cultural, en la forma de abordar el acto de creación desde diferentes formas de la composición, desde el verso libre, la décima, el soneto, fundamentalmente, variedad de estilos y temáticas, desde lo local a lo universal. Pero se han detectado un grupo de rasgos presentes de formas mayoritarias entre sus autores. Aquí se hace referencia a aquellos que se han considerado elementos de aportación a la cultura de la ciudad desde diferentes ángulos.
Uno de los principales aportes culturales de los poetas de este colectivo, es el de participar, junto a otros grupos del territorio y el país, en la defensa a partir de la calidad de sus obras, y la divulgación de las mismas, de la estrofa nacional: la décima, de gran arraigo en el territorio desde la obra de El Cucalambé, nombre seleccionado necesariamente para denominar el taller. Este resultado es un aporte trascendental para la cultura de la ciudad, del país, y de otros países del habla hispana, a la vez constituye una fortaleza identitaria, mediante la participación de los escritores en las Jornadas Cucalambeanas, Festivales Iberoamericanos de la Décima, y los Concursos de décima Cucalambé.
Para mayores elementos sobre lo que constituye este proceso cultural desde la décima, es necesario remitirse al estudio específico sobre la estrofa nacional, realizado por la Master Maritza Batista. En anexos se abordan las obras escritas en esta estrofa, en análisis de aspectos culturales.
En algunos de estos textos y autores, aparecen términos del lenguaje propio del hacer del Juan Cristóbal Nápoles y Fajardo, e incluso imágenes semejantes, que han permanecido a través del tiempo en varios poetas cubanos, entre los más genuinos, Jesús Orta Ruiz, como presencia de una continuidad cultural en el territorio, sobre todo de elementos propios de la localidad y la cubanía en general, del paisaje, la flora y la fauna, o simplemente del decir campesino o semiurbano, en el que tanto se desarrolló y que caracteriza a Las Tunas y los tuneros. Esto, además de los aportes de renovación, que también existen, constituye un aporte de garantía de una continuidad histórica cultural.
Un elemento que se observa con frecuencia en estos autores, como rasgos de identidad cubana es el de una espiritualidad insular, con términos marinos, propios de la cercanía de la costa por todas partes. Este carácter, que parte de una condición geográfica se traslada a la espiritualidad del individuo poeta, de su conciencia y la del colectivo, y se incorpora a las metáforas en una de las expresiones más genuina desde del ser, que constituye la poesía. Estas expresiones de un carácter cultural, es continuidad dentro de la cultura cubana, que se ha manifestado a partir de varias de sus más genuinas voces; por tanto, la aparición de esa espiritualidad en estas obras, son aportes desde expresiones culturales de la ciudad y para la ciudad, que se proyecta a lo universal.
El uso del término luz, y otros sinónimos, desde una perspectiva simbólica, dentro de las expresiones parabólicas de la poética de este colectivo, es reiterativo en la generalidad de los autores estudiados. A partir de la tradición cultural literaria, luz es símbolo de conocimiento, verdad filosófica, o verdad espiritual, psicológica, el equilibrio, la justicia. Y en contraposición, es enfrentamiento a la oscuridad, como símbolo de lo aciago, terrible, obstáculo, dificultad, limitación, dolor.
En los poetas estudiados esta reiteración, aparece como un ansia por la luz, o sea, el conocimiento, la verdad, el equilibrio, la justicia y enfrentamiento a la oscuridad, los problemas, las limitaciones. Es expresión genuina y honesta de la espiritualidad, de la búsqueda incesante por el mejoramiento humano. Es proyección optimista al futuro, y sin idealismo, desde el reconocimiento de lo oscuro, los problemas que se contraponen y que ha de vencerse para el avance de lo mejor del ser humano.  La expresión de ese espíritu es aporte hacia un desarrollo cultural, compulsa a remover cualquier quietud peligrosa para el desenvolvimiento del hombre.
El erotismo, como expresión genuina de la naturaleza humana, sin prejuicios dañinos para su desarrollo pleno, es un tema que se expresa de forma marcada en estos escritores. Abordado desde diferentes ópticas y estilos: desde la masculinidad y feminidad, sobrio y elegante o crudo e impetuoso; todos válidos en el desarrollo de una espiritualidad sensual y sana, que convoca a la existencia plena del ser. Este énfasis de buena parte de la obra de este grupo, es una aportación valiosa para la cultura que queda impregnada, a partir de su lectura, en la población de la ciudad y el hombre todo. Los detalles de la aparición del tema en la obra estudiada se incluye e anexo.
En la obra de los escritores del Cucalambé es fácil observar, lo que también se reconoce por la mayoría de los testimonios a través de las entrevistas aplicadas, la presencia de valores éticos como de amistad, solidaridad, defensa de lo particular, lo colectivo y lo universal; expresiones  honestas de esencias genuinas de lo humano. Es reiterativo que en estas obras, dedicatorias a amigos, familiares, a otros escritores del propio grupo o de relieve nacional, hasta el reconocimiento y homenaje a creadores o personalidades latinoamericanas y de la cultura universal. Al propiciarse la lectura de estos autores tuneros, el lector queda privilegiado de recibir sentimientos de solidaridad humana, así se está aportando a la formación y desarrollo de una cultura sólida en la ciudad.
Una de las formas en que se aprecia estos valores éticos, es incluyendo textos como exergos o a través de glosas. Esta práctica bastante generalizada en toda la literatura, por supuesto no es un aporte específico de la obra estudiada, pero no deja de ser aporte positivo al lector, que a través de ello recibirá motivaciones hacia la lectura de los autores citados y así incrementará su cultura. En los versos de estos poetas se observan referencias de una cultura religiosa con marcado acento cristiano, que aún después de casi 50 años de una revolución declarada atea, puja por sobrevivir, pero que sobre todo es testimonio del fuerte enraizamiento cultural que se ha producido a través de mas de cinco siglos y de la necesidad humana de nutrirse de sus antepasados, aún en tiempos de revoluciones, indispensable para poder comprender la complejidad cultural en toda su magnitud.
Para escribir un poema hay que pensarlo primero, sentirlo, conmocionarse, experimentar, es falso que pueda una poesía ser tan abstracta que no tenga relación con el medio en que se vive, lugar y tiempo, situación social, política y  económica, deslindarla de los hábitos, costumbres, leyes, tradiciones instauradas en el ámbito que se desarrolla el autor, o sea, la cultura que lo circunda. Incluso un poeta que se enajene de la realidad a través de su obra está manifestando una posición ante esa realidad, por lo tanto su obra es un producto en relación directa con esta, de ahí los valores ineludibles de este género para el estudio de un contexto histórico cultural.

CONCLUSIONES
La característica de apresar la identidad de la cultura del ámbito en que se desenvuelve la acción creativa, acompaña la obra de los miembros del Taller de literatura Cucalambé, que además de la vocación por la investigación histórica y ensayista de algunos de sus miembros, con una importante y numerosa obra; aquellos que se han dedicado a la narración: cuentos y novelas, denotan a través de sus personajes e historias, vivencias del ambiente social local en el que se han desarrollado, aún cuando desde esta perspectiva local sus temas tengan una connotación universal, manteniendo así una tradición latinoamericana.
Con las obras de los escritores que han sido miembros del taller literario Cucalambé, a partir de la interacción de sus textos y los habitantes de la ciudad de Las Tunas, se incremente el auto reconocimiento de identidad como integrantes de esta comunidad y con ello la autoestima y el sentido de pertenecía, tan necesarios en la creación de motivaciones para el actuar en función de un desarrollo humano que pasa necesariamente por el desarrollo cultural.
Las obras aquí estudiadas resultan de utilidad para el estudio de esos basamentos, al contener elementos de esas complejidades de la cultura que se ha estado manifestando en el lugar, desde acontecimientos históricos hasta la forma de vida cotidiana, y su estudio va a beneficiar los proyectos culturales, dándoles fundamentación y propiciándoles que queden encaminadas a un resultado lógico de continuidad histórica.
La obra resultante del Taller literario cumple su función reguladora y encausa el desarrollo humano en su más plena realización individual y colectiva, impulsando iniciativas, evadiendo frenos incongruentes a un proceso revolucionario, o sea, renovador. Los miembros del Taller indagan constantemente en su relación con el contexto en el ámbito de ciudad, país, continente y el tiempo en que viven, que al desarrollarse en su relación como colectivo, fortalece esta indagación, ya que la valida, al dejar de ser la preocupación de un individuo. Así buscan captar las esencias históricas y sus lógicas contradicciones dialécticas para llevarla a sus obras, en las que aparecen tanto de forma clara y directa, como en parábolas y símbolos contenidos en el lenguaje verbal, corporal y del comportamiento humano.
Es expresión genuina y honesta de la espiritualidad, de la búsqueda incesante por el mejoramiento humano. Es proyección optimista al futuro, la expresión genuina de sensualidad propia de la naturaleza humana, valores éticos de amistad, solidaridad, defensa de lo particular, lo colectivo y lo universal. La relación con el medio en que se vive, lugar y tiempo.
El taller literario Cucalambé, con 35 años de creado, ha propiciado la formación de un colectivo de escritores, que han podido producir una obra, desde diferentes manifestaciones o géneros, que es portadora de valores culturales, locales, nacionales y universales, y constituye en conjunto, un aporte sustancial al desarrollo de la cultura de la ciudad, donde el ciudadano se siente representado, convocado y compulsado a través de ella, a manifestar desde su personalidad, las esencias del desarrollo humano.

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*Graduado de Ingeniero en Mecanización. Ha trabajado en el Complejo Agroindustrial Azucarero Perú; Inversionista de la obra “Pasteurizadora de Las Tunas”; en las Empresa Provinciales de Transporte Ferroviario y Transporte Automotor del Ministerio del Azúcar. Presidente de la Comisión de Ciencia y Técnica de la Empresa, y funcionario del Poder Popular Provincial para la atención del Fórum de Ciencia y Técnica en la provincia. rodolfomo@ult.edu.cu

Recibido: 19/06/2018 Aceptado: 22/08/2018 Publicado: Agosto de 2018


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