Roger Florentino Obregón Tejeda *
Universidad de Holguín. Cuba
roger58@uho.edu.cu
RESUMEN:
TÍTULO: EL PAPEL DE LA CONCIENCIA EN EL PROCESO DE TRANSICIÓN AL SOCIALISMO, SEGÚN EL CMDTE. CHE GUEVARA
El Che Guevara, veía el desarrollo de la conciencia en interrelación dialéctica entre la teoría y la práctica revolucionaria, afirmando que “una de la condiciones esenciales del revolucionario, es saber interpretar la realidad”. Por ello consideraba que el desarrollo de la conciencia revolucionaria, debía estar en correspondencia con los fenómenos sociales que convulsionaban al mundo.El Che hacía mucho hincapié en el papel del individuo en la nueva sociedad. De ahí, su advertencia: “no utilizar las armas melladas del capitalismo, para construir el socialismo”.
Hoy día, cuando se evidencia un retroceder de la izquierda latinoamericana es necesario acudir al pensamiento guevariano, y específicamente a la formación de un “hombre nuevo”, en medio de un mundo globalizado neoliberal.
Palabras claves: Che Guevara- conciencia – teoría y práctica- individuo- sociedad- hombre nuevo.
SUMMARY:
Title: THE PAPER OF THE CONSCIENCE IN THE PROCESS OF TRANSITION TO THE SOCIALISM ACCORDING TO THE CMDTE. CHE GUEVARA
The Che Guevara, you saw the development of the conscience in dialectic interrelation between the theory and the revolutionary practice, affirming than join of prepare it essential of the revolutionist, you are to know how to interpret the reality. You considered for it than the development of the revolutionary conscience, you should have been in mail with the social phenomena that were convulsing the world. The Che did the individual in the new society a lot of stress in the paper. From there, his warning: “No utilizing the arms nicked of capitalism, in order to construct the socialism”.
Nowadays, when it becomes evident one it is necessary to attend the thought to move back of the Latin American left hand guevariano, and specifically to the formation of a new man in between a world globalized neoliberal.
Key words: Che Guevara raises’s consciousness I class manly new society – theory and practice -.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Roger Florentino Obregón Tejeda (2018): “El papel de la conciencia en el proceso de transición al socialismo, según el Cmte. Che Guevara”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (julio 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2018/07/socialismo-che-guevara.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1807socialismo-che-guevara
INTRODUCCIÓN:
Hace unos días participaba en un evento de la Sociedad de Pensamiento Económico de la ciudad de Holguín, de dicha provincia, organizado por la Asociación Nacional de Economistas de Cuba (ANEC), donde presentaba una investigación que se adentraba en el papel que le concedía el Che Guevara a la conciencia en el proceso de construcción del socialismo, coincidiendo plente con la posición asumida por el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, en sus discursos e intervenciones a lo largo de 1967.
En mi exposición, un colega, que por añadidura, presidía dicho Tribunal cometía el dislate de afirmar que la investigación se alejaba del propósito o finalidad del evento, que era eminentemente económico.
Por supuesto, refuté categóricamente dicha reduccionista afirmación, planteando que ni los revisionistas del Marxismo cometerían tal absurda afirmación.
Es conocido que la teoría marxista plantea que la conciencia surge en relación con el trabajo del hombre, con su actividad en la esfera de la producción social, y se halla indisolublemente vinculada a la aparición del lenguaje, que es tan antiguo como la conciencia.
Y es precisamente en el proceso del trabajo, en las relaciones sociales que los hombres establecen entre sí, llegan éstos a hacerse cargo de las propiedades de los objetos, a descubrirlas, a darse cuenta de su propia relación con el medio circundante, a destacarse de este último, a organizar una acción orientada sobre la naturaleza con el fin de subordinarla a las propias necesidades.
De ahí que la conciencia sea un producto del desarrollo social y no exista al margen de la sociedad.
¿Para el Che Guevara que significaba el desarrollo de la conciencia? Para él, anti dogmático por naturaleza, veía el desarrollo de la misma en interrelación dialéctica entre la teoría y la práctica revolucionaria, afirmando que “una de la condiciones esenciales del revolucionario, es saber interpretar la realidad”.
Por ello consideraba que el desarrollo de la conciencia revolucionaria, debía estar en correspondencia con los fenómenos sociales que convulsionaban al mundo. El Che fue un crítico del Marxismo, desde el Marxismo.
Después de Fidel Castro, fue el Che Guevara, el que más se preocupó desde los primeros días no solo por caracterizar correctamente, en el terreno teórico, a la propia revolución, sino además por desarrollar la teoría revolucionaria.
Precisamente, luego del triunfo de la Revolución cubana, en medio de las más variadas responsabilidades, estudia y discute colectivamente El Capital. Con ese objetivo participa de dos seminarios anuales de lectura (en uno de ellos, junto a Fidel). Prolongando esos círculos de estudios y debate, el Che organiza bimestralmente reuniones de discusión en el Ministerio de Industrias, donde se analizan problemas prácticos y cotidianos junto con discusiones teóricas vinculadas al pensamiento marxista.
Es conocido que luego de uno de sus viajes, comenta su visión, alejada de la que sostenían, entonces, la dirigencia soviética, considerando que estos no analizaban dialécticamente lo universal de la teoría marxista con lo concreto que aportaba el pensamiento revolucionario desde la perspectiva de los pueblos subdesarrollados.
Hoy, el pensamiento guevariano se agiganta y adquiere una vigencia extraordinaria. Recientemente en la sede, en La Habana, de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), se presentaba el libro “Soldados de las Ideas”, que nos acerca a las figuras del Fidel Castro y Ernesto Che Guevara. Escrito por el profesor de la Universidad La Sapienza, de Roma, Luciano Vasapollo, su autor principal, la obra tiene como colaboradores a los Héroes de la República de Cuba: Gerardo Hernández Nordelo y Ramón Labañino Salazar, entre otros. En dicha ocasión, Labañino, vicepresidente de la ANEC, evocó la frase del Che: “A mí no me gusta la economía socialista sin conciencia política”, para explicar a continuación que es ahí donde está la esencia de lo que acontece en la Cuba de hoy, que busca actualizar su modelo económico, sin abandonar las banderas del socialismo.1
DESARROLLO:
Después del recientemente fallecido filosofo cubano, Fernando Martínez Heredia, uno de los más acuciosos y prolifero estudioso del pensamiento guevariano, sin lugar a dudas, me refiero, al argentino Néstor Kohan, afirmaba que el Che Guevara, consideraba que “Marx se preocupaba tanto de los factores económicos como de su repercusión en el espíritu. Llamaba a esto “hecho de conciencia”. Si el comunismo se desinteresa de los hechos de conciencia, podrá ser un método de distribución, pero no será jamás una moral revolucionaria”. (Kohan, 2008: 226-227)2
Es conocido que el Che Guevara, había empezado a redactar un Diccionario de Filosofía a los 17 años y leyó numerosos clásicos del marxismo antes de conocer a Fidel, y continuó perdurablemente con esa ilustración durante toda la década del '50 –como atestigua su correspondencia familiar.
Los debates económico-teórico-políticos que se dieron en Cuba entre 1963 y 1964, toman carácter internacional, cuando además de los propios protagonistas del proceso cubano, intervienen teóricos de la talla de Mandel y Bettelheim. Enmarcado en una etapa particular del proceso de instauración del socialismo en Cuba, donde afloraban los debates de cómo llevar adelante la transición. En esencia estos debates eran publicados en la revista Cuba Socialista. Allí el Che Guevara polemizó con grandes teóricos políticos y económicos de Cuba y el mundo. Hay un muy interesante debate entre Che y Bettelheim, teórico francés pro-soviético, donde se evidencian dos posturas opuestas, diferentes sobre la construcción del socialismo. Diferencias no sólo en aspectos económico, sino también filosóficos. Donde se expresaban diferentes interpretaciones del marxismo. Tanto allí, como posteriormente, el Che vaticina que determinados errores de interpretación y conceptuales podían llevar al socialismo soviético (y a quien siguiera su camino acríticamente) a introducir el caballo de Troya del capitalismo en el socialismo. O sea, seguir los caminos trillados del capitalismo, introduciendo conceptos y mecanismos capitalistas que podrían tener consecuencias funestas.
Más tarde, ya fuera de Cuba y después de haber luchado en el Congo, el Che le envía desde Tanzania una carta a Armando Hart3 . En ella incluye indicaciones precisas y sugerencias puntuales sobre un futuro plan para estudiar colectivamente filosofía, economía y elaborar en base al marxismo un proyecto de ediciones teóricas.4 En dicha carta, le comenta a Hart: “…En este largo período de vacaciones le metí la nariz a la filosofía, cosa que hace tiempo pensaba hacer. Me encontré con la primera dificultad: en Cuba no hay nada publicado, si excluimos los ladrillos soviéticos que tienen el inconveniente de no dejarte pensar; ya que el partido lo hizo por ti y tú debes digerir”. 5Y le agrega, la siguiente consideración: “Como método, es lo más antimarxista, pero además suelen ser muy malos”. 6
Posteriormente, desde Praga, el Che le envía a Orlando Borrego7 una serie de apuntes cuyo tema central versaba en torno a la crítica del Manual de Economía Política de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética.8
El Che consideraba que en los países subdesarrollados, tercermundistas y de América Latina, se presentaban situaciones no previstas por Marx y Engels, quienes consideraron que el tránsito hacia un nuevo tipo de sociedad -la comunista-- se daría en aquellos países en donde el capitalismo, en su grado más alto de desarrollo, estallaría víctima de sus propias insolubles contradicciones. Fue Lenin, años más tarde, quien, desarrollando el marxismo en el nuevo estadio de desarrollo del capitalismo, el imperialismo, supo percibir y caracterizar teóricamente las nuevas fases del devenir del sistema y descubrir, la posibilidad de:
1) la realización del tránsito de un sistema a otro en un solo país; y
2) el hecho de que, en la nueva situación dada, fueron los países dependientes, atrasados, deformes en su desarrollo, aquellos que primero realizaran la revolución social que desembocaría en el comunismo.
Tal como asevera Kohan: “…en ningún momento el Che aceptaba la habitual visión dicotómica de la célebre metáfora (“estructura-superestructura”) del prólogo de 1859 a la Contribución a la crítica de la economía política, considerando la conciencia y la moral como el mero reflejo de la estructura productiva”.(Kohan, 2008: 227)9
Yo, que viví largos años en Leningrado (1978-1983), hoy puedo percatarme transcurrido más de un cuarto de siglo de la “caída” del socialismo en la URSS, que la dirigencia soviética trató con “evidente desprecio” todo lo relacionado con la formación axiológica, así como los problemas relacionados con la moral revolucionaria. Por ello, encierro entre comillas, el vocablo “caída”, me gustaría más utilizar uno más tropical, más criollo, más cubano, acuñado por el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, para caracterizar esos trágicos momentos: “desmerenguamiento”. Genial, el calificativo dado por Fidel.
Hoy día, cuando se evidencia un retroceder de la izquierda latinoamericana es necesario acudir al pensamiento guevariano, una y otra vez; hay asignaturas pendientes que no son asumidas a cabalidad; me refiero a: el papel de la vanguardia, los cuadros, el Partido, el individuo, las masas.
Incluso en la Cuba de hoy, sumida en grandes retos y desafíos y en un coyuntural enfrentamiento y nueva escalada del Imperio estadounidense contra nuestro país, se hace necesario retomar lo propugnado por el Che en su monumental ensayo “El Socialismo y el Hombre en Cuba”: Para construir la nueva sociedad, hay que hacer al hombre nuevo. Entonces, en 1965, había que imponer la hegemonía socialista en todos los planos, tanto en el político, como económico, ético, cultural, filosófico. Era la única vía para emancipar al hombre, construir una nueva sociedad soberana políticamente e independiente económicamente, era necesario colocar al socialismo en primer término.
Es entonces que se libra un duro combate contra los rezagos del capitalismo, no sólo en el terreno teórico sino también práctico, ese combate tendría como dirección principal, la formación del hombre nuevo, con nuevos valores. Era necesario desterrar de una vez por todo el capitalismo, en lo económico, lo social, en lo político y lo cultural. Con la transformación de las relaciones de producción, había que transformar las conciencias, el pueblo debía incorporar nuevos valores, elevar su conciencia a nuevos niveles que le permitiera participar activamente en la construcción del socialismo. El Che hacía mucho hincapié en el papel del individuo en la nueva sociedad. Por ello, su advertencia: “no utilizar las armas melladas del capitalismo, para construir el socialismo”.
Por ello, puedo asegurar, que “El Socialismo y el Hombre en Cuba”, hoy día adquiere una dimensión estratégica, convirtiéndose en un libro cabecera para las nuevas generaciones. En este, el Che, delineo el papel trascendental que jugaban el Estado y el Partido, a partir de la revolución dentro del sistema de educación nacional, sin descuidar el ejemplo personal. Para el Che, la sociedad debía convertirse en una gran escuela, en interrelación dialéctica entre los dirigentes y las masas.
El Che, le concedía un destacado papel al estímulo moral, considerando que el trabajo debía asumirse en la sociedad socialista como un deber social, en beneficio de la sociedad. Ya para ese entonces, en los países de Europa del Este, así como en la URSS, existía una tendencia a la exacerbación de los estímulos materiales y a una exaltación del “american way of life”. Ya para ese entonces, estaba totalmente convencido que el camino adoptado en estos países los llevaba indefectiblemente al capitalismo.
Hoy día, convergen más que nunca el pensamiento guevariano y el pensamiento fidelista. El Che reiteraba la necesidad de sembrar conciencias, Fidel, reiteradamente, repitió hasta la saciedad la necesidad de sembrar ideas. Para ambos, una de las características del individuo portador de una conciencia marxista, era su sensibilidad humana, su "humanismo", que se combina con la objetividad del estudio científico, concreto, de la realidad; porque "el revolucionario verdadero debe de ser guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esta cualidad".(Guevara de la Serna,1977: 25) 10
Hoy más que nunca, está presente su admonitoria advertencia: “En el imperialismo, no se puede confiar ni un tantito así…”
Carta del Che Guevara a Armando Hart Dávalos,
Dar-Es-Salaam, Tanzania (4/XII/1965)
Mi querido Secretario:
Te felicito por la oportunidad que te han dado de ser Dios; tienes 6 días para ello. Antes de que acabes y te sientes a descansar (...), quiero exponerte algunas ideíllas sobre la cultura de nuestra vanguardia y de nuestro pueblo en general.
En este largo período de vacaciones le metí la nariz a la filosofía, cosa que hace tiempo pensaba hacer. Me encontré con la primera dificultad: en Cuba no hay nada publicado, si excluimos los ladrillos soviéticos que tienen el inconveniente de no dejarte pensar; ya que el partido lo hizo por ti y tú debes digerir. Como método, es lo más antimarxista, pero además suelen ser muy malos. La segunda, y no menos importante, fue mi desconocimiento del lenguaje filosófico (he luchado duramente con el maestro Hegel y en el primer round me dio dos caídas). Por eso hice un plan de estudio para mí que, creo, puede ser estudiado y mejorado mucho para constituir la base de una verdadera escuela de pensamiento; ya hemos hecho mucho, pero algún día tendremos también que pensar. El plan mío es de lecturas, naturalmente, pero puede adaptarse a publicaciones serias de la editora política.
Si le das un vistazo a sus publicaciones podrás ver la profusión de autores soviéticos y franceses que tiene.
Esto se debe a comodidad en la obtención de traducciones y a seguidismo ideológico. Así no se da cultura marxista al pueblo, a lo más, divulgación marxista, lo que es necesario, si la divulgación es buena (no es este el caso), pero insuficiente.
Mi plan es este:
I Clásicos filosóficos
II Grandes dialécticos y materialistas
III Filósofos modernos
IV Clásicos de la Economía y precursores
V Marx y el pensamiento marxista
VI Construcción socialista
VII Heterodoxos y Capitalistas
VIII Polémicas
Cada serie tiene independencia con respecto a la otra y se podría desarrollar así:
I).-Se toman los clásicos conocidos ya traducidos al español, agregándose un estudio preliminar serio de un filósofo, marxista si es posible, y un amplio vocabulario explicativo. Simultáneamente, se publica un diccionario de términos filosóficos y alguna historia de la filosofía. Tal vez pudiera ser Dennyk [Guevara se refiere a Dinnyk que dirigió una historia de la filosofía en cinco tomos] y la de Hegel. La publicación podría seguir cierto orden cronológico selectivo, vale decir, comenzar por un libro o dos de los más grandes pensadores y desarrollar la serie hasta acabarla en la época moderna, retornando al pasado con otros filósofos menos importantes y aumentando volúmenes de los más representativos, etc.
II).- Aquí se puede seguir el mismo método general, haciendo recopilaciones de algunos antiguos (Hace tiempo leí un estudio en que estaban Demócrito, Heráclito y Leucipo, hecho en la Argentina).
III).- Aquí se publicarían los más representativos filósofos modernos, acompañados de estudios serios y minuciosos de gente entendida (no tiene que ser cubana) con la correspondiente crítica cuando representen los puntos de vista idealistas.
V).- [En el original aparece el N°IV tachado y rectificado como V. La propia carta luego lo explica]. Se está realizando ya, pero sin orden ninguno y faltan obras fundamentales de Marx. Aquí sería necesario publicar las obras completas de Marx y Engels, Lenin, Stalin [subrayado por el Che en el original] y otros grandes marxistas. Nadie ha leído nada de Rosa Luxemburgo, por ejemplo, quien tiene errores en su crítica de Marx (tomo III) pero murió asesinada, y el instinto del imperialismo es superior al nuestro en estos aspectos. Faltan también pensadores marxistas que luego se salieron del carril, como Kautsky y Hilfering (no se escribe así) [el Che hace referencia al marxista austríaco Rudolf Hilferding] que hicieron aportes y muchos marxistas contemporáneos, no totalmente escolásticos.
VI).- Construcción socialista. Libros que traten de problemas concretos, no sólo de los actuales gobernantes, sino del pasado, haciendo averiguaciones serias sobre los aportes de filósofos y, sobre todo, economistas o estadistas.
VII).- Aquí vendrían los grandes revisionistas (si quieren pueden poner a Jruschov), bien analizados, más profundamente que ninguno, y debía estar tu amigo Trotsky, que existió y escribió, según parece.
Además, grandes teóricos del capitalismo como Marshal, Keynes, Schumpeter, etc. También analizados a fondo con la explicación de los porqué.
VIII).- Como su nombre lo indica, éste es el más polémico, pero el pensamiento marxista avanzó así. Proudhon escribió Filosofía de la miseria y se sabe que existe por la Miseria de la filosofía. Una edición crítica puede ayudar a comprender la época y el propio desarrollo de Marx, que no estaba completo aun. Están Robertus y Dürhing en esa época y luego los revisionistas y los grandes polémicos del año 20 en la URSS, quizás los más importantes para nosotros.
Ahora veo que me faltó uno, por lo que cambió el orden (estoy escribiendo a vuelapluma).
Sería el IV, Clásicos de la economía y precursores, donde estarían desde Adam Smith, los fisiócratas, etc.
Es un trabajo gigantesco, pero Cuba lo merece y creo que lo pudiera intentar. No te canso más con esta cháchara. Te escribí a ti porque mi conocimiento de los actuales responsables de la orientación ideológica es pobre y, tal vez, no fuera prudente hacerlo por otras consideraciones (no sólo la del seguidismo, que también cuenta).
Bueno, ilustre colega (por lo de filósofo), te deseo éxito.
Espero que nos veamos el séptimo día, Un abrazo a los abrazables, incluyéndome de pasada, a tu cara y belicosa amistad.
R. [Ramón]
Bibliografía consultada:
Notas al final:
*Profesor Auxiliar del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Empresariales y Administración de la Universidad de Holguín, Cuba. Graduado de Licenciatura en Filosofía en la Universidad Estatal de Leningrado (1983), hoy San Petersburgo.