Jasely Fernández Garrido*
Universidad de La Habana, Cuba
jaselyfg@gmail.com
RESUMEN
Corea ha sido a lo largo de su historia objeto de numerosas influencias internacionales que han incluido invasiones, la anexión, la partición de su territorio y una conflagración de alcance internacional por lo que el continuo intercambio con otros pueblos desde diferentes posiciones es una constante que la caracteriza. La larga batalla por obtener su independencia, la división de la península en dos países con sistemas contrapuestos, así como las tensas relaciones que se derivaron entre ellos conforma este complejo escenario cuyo análisis es el propósito del presente artículo. Ello permitirá la comprensión de las dinámicas de las relaciones internacionales que se han movido alrededor de la Península Coreana.
PALABRAS CLAVES
Dinámica de las Relaciones Internacionales- Relaciones Intercoreanas- Desnuclearización - Conflicto.
ABSTRACT
Along its history, Korea has been the destiny of numerous international influences tan included invasions, annexation, the division of its territory and a transnational war. For these reasons an exchange of influences with the different countries and world powers involved has been a constant that characterize its history. The extended battle for its independence, the division of the peninsula in two countries with opposed systems, as well as the tense relations between them as a result, give form to this intricate scenario which analysis is the purpose of the present article. The present analysis will permit the comprehension of the dynamic of international relations that has been affecting the behaviour and development of the Korean Peninsula for many years till the present.
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KEY WORDS
Dynamics of International Relations- Inter-Korean Relations- Denuclearization - conflicts.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Jasely Fernández Garrido (2018): “Dinámica de las relaciones internacionales de la península coreana”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (julio 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2018/07/relaciones-internacionales.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1807relaciones-internacionales
INTRODUCCIÓN
La Península Coreana se encuentra ubicada en el extremo oriental del continente asiático, limita al norte con la República Popular China, Rusia y, al sur, con el estrecho de Corea, que la separa, por una estrecha franja de mar, del archipiélago japonés; tiene a ambos lados el Mar Amarillo y el Mar del Este de China. Estas características geográficas le otorgan una posición estratégica, tanto para el comercio y los intercambios económicos como en la dinámica geopolítica y militar regional.
Desde épocas antiguas Corea ha sostenido relaciones especiales de diferentes tipos con China y con Japón, en el marco de un proceso unificador marcado por constantes luchas domésticas en las que diferentes facciones y agrupaciones políticas y sociales, de carácter dinástico y militar, han alternado en el protagonismo. Corrientes animistas originarias, budistas y confucianas, que se sucedieron y mezclaron históricamente, ofrecieron respaldo ideológico-religioso a estas campañas unificadoras, ligadas al interés de los diferentes grupos por concentrar el mayor poder posible.
En el ámbito ideológico, finalmente, el confucianismo, con una dosis inevitable de eclecticismo, predominó y convirtió a Corea en uno de los países de toda Asia más atado a este credo de origen chino que, de alguna manera, estorbó su desarrollo capitalista. Ello, ayudado por el frecuente faccionalismo, lo debilitó ante los empujes de dominación extranjera. Sin sacrificar su identidad nacional, con el tiempo, China se convirtió en el país más cercano al que estuvieron fuertemente subordinados cultural, organizacionalmente, y por el flexible y peculiar sistema de tributos.
Japón también marcó su presencia en la formación y caracterización del Estado coreano, pero con signos diferentes. Su influencia siempre estuvo matizada por los intentos, unas veces fallidos y otros exitosos, de invasión y anexión. Ciertamente, debido a su posición geográfica, Corea fue, en sí misma, un interés temprano del expansionismo japonés y un camino para acceder a las riquezas de Manchuria y a todo el espacio continental. Por ello, desde este ángulo como del defensivo, la Península fue considerada un factor fundamental en la seguridad e intereses nacionales japoneses.
Además de China y Japón, gracias también a su posición estratégica, en el desarrollo histórico de Corea concurrieron otras múltiples influencias foráneas que han incluido, principalmente, a la URSS, luego a Rusia y a EE.UU.
Ante la ofensiva imperialista, que caracterizó la segunda mitad del siglo XIX, Corea mantuvo una postura inflexible y se opuso a las exigencias occidentales de apertura diplomática y comercial. Sin embargo, en 1910, como resultado de avances sistemáticos, el país es, finalmente, anexado y sometido a la condición de colonia por Japón. Bajo las políticas japonesas el propio sentido de identidad nacional corrió el riesgo de ser borrado, sin embargo, sus habitantes continuaron, sin descanso, la lucha por conservar la identidad y por la liberación nacional.
Como consecuencia de la contienda, surgieron líderes nacionales, entre los que se destacó, especialmente, Kim Il Sung. Kim Il Sung reorganizó la Unión de la Juventud Antiimperialista (UDI), organización masiva más abarcadora de la época, fundó la Unión de la Juventud Comunista de Corea y formó varias organizaciones de masas cuyo objetivo fundamental fue la lucha anti japonesa. A reserva de opiniones adversas, es claramente reconocido su papel en la dirección y dilucidación del camino a seguir por la revolución coreana y en la concepción de las estrategias y tácticas necesarias en la organización de la Conferencia de Kalun efectuada del 30 de junio al 2 de julio de 1930, que desempeñó un papel importante en la estructuración de la lucha liberadora. Otro, de los significativos hitos, aunque concluyó en el fracaso, fue el Movimiento de Independencia del 1ro de Marzo, debido a que creó importantes lazos de igualdad, y patriotismo, pues intervinieron coreanos de todas clases sociales, incluyendo a los intelectuales. Tal movimiento llevó al extremo de establecer un gobierno provisional en Shanghai, China, así como al desarrollo de la lucha armada contra de los colonialistas japoneses en Manchuria.
No fue hasta 1945 que Japón es derrotado en la Segunda Guerra Mundial. La Península Coreana quedó sumamente devastada tras el período de colonización y guerra. Después de la II Guerra Mundial los protagonismos de la URSS Y EE.UU. convierten a Corea en el escenario por naturaleza de la Guerra Fría hasta nuestros días. Por ello el fin del imperio japonés no dio lugar a la independencia del país, pues, como resultado de la Guerra Fría, la península quedó dividida en dos sistemas políticos opuestos, apoyados en la actividad de potencias contrincantes y sistemas e ideologías divergentes, lo que continúa siendo la esencia del problema coreano.
Las fuerzas de EEUU ocuparon la región sur del país, mientras que la Unión Soviética apoyaría al gobierno que se estableció en el norte. En 1948 son instaurados estos dos gobiernos contrapuestos, cuyas tensas relaciones fueron en ascenso y condujeron al estallido de la Guerra de Corea entre 1950- 1953, que enroló a los EE.UU., Rusia y China. La invasión del sur por el norte no llevó a la unificación del país. En contraste y salvando las distancias, no fue esta la suerte de Viet Nam, país también dividido donde concurrieron factores que si justificaron la guerra por la unificación. Algo similar puedo haber sido el resultado entonces del conflicto coreano, de no ser, sobre todo, por la masiva intervención foránea y otros factores nacionales, que no es ahora preciso abordar. De haber sido así, la invasión por uno u otro lado con el objetivo de la reunificación habrían sido considerados como actos legítimos y soberanos. No fue así y el armisticio de 1953, con que concluyó la guerra, dividió, a la península en dos Estados delimitados por el paralelo 38. Ha quedado pendiente la firma de un tratado de paz, factor que atribuye vigencia al problema coreano.
A partir del momento en que la Península Coreana queda dividida en la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte o RPDC) y la República de Corea (Corea del Sur) se introducen elementos nuevos que caracterizan a sus dinámicas nacionales e internacionales.
Esta problemática convirtió a la lucha por mantener la pureza de la nacionalidad coreana en médula del sistema de valores de su población. La lealtad a la nación ha sido el eje central, la gloria personal va después de la prosperidad de Corea.
Para comprender estas dinámicas es preciso conocer la esencia de ambos sistemas que se instauraron.
1 ESENCIAS DE LOS SISTEMAS INSTAURADOS EN LA PENÍNSULA COREANA LUEGO DE SU DIVISION DURANTE LA GUERRA FRIA.
La República de Corea (Corea del Sur) se ha asentado en un sistema político capitalista y presidencialista, integrado por los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. La figura del presidente, desempeña el papel fundamental al dirigir y controlar el poder ejecutivo. El presidente es el Jefe de Estado, del Gobierno y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. Dentro de sus funciones se encuentran dirigir la Agencia de Inteligencia, la Junta de Audición e Inspección y el nombramiento del primer ministro, con la aprobación del Parlamento, y bajo la asistencia de siete consejos independientes.
Por su parte el primer ministro tiene como funciones: asistir al presidente, supervisar los ministerios, recomendar ministros y actuar como presidente interino, en caso que el presidente no pueda cumplir con sus funciones.
El poder legislativo está compuesto por un Parlamento Unicameral, el cual recibe el nombre de Asamblea Nacional, integrado por un total de 299 miembros, de ellos 243 son elegidos por circunscripciones uninominales y 56 por representación proporcional. La Asamblea Nacional sostiene regularmente 100 sesiones al año. Sus miembros son elegidos por un período de 4 años, mientras que el presidente es electo por un período de 5 años, sin posibilidad de reelección. El sufragio es para mayores de 20 años.
Desde su surgimiento en 1945, aproximadamente, los partidos políticos han desenvuelto su actividad dentro de un sistema pluripartidista moderado y estuvieron sometidos al control y la represión de gobiernos autoritarios y centralizadores. Con la reforma constitucional en 1987, se estableció la elección presidencial directa y comenzaron a reagruparse y consolidarse las instituciones, pero continuó evidenciándose el bajo nivel de institucionalización de los partidos políticos, y las pocas diferencias ideológicas que los han distinguido, lo cual se muestra en la similitud de sus plataformas y proyectos políticos. Ello explica su inestabilidad, pues desde 1963 a la fecha han surgido y desaparecido un aproximado de 103 partidos políticos.
La economía del país es capitalista y su desarrollo ha sido estimulado por políticas centralizadoras dictatoriales y la intervención de EE.UU. cuyo objetivo ha sido convertirlo en un agente de su estrategia regional y vidriera de éxito del sistema.
La República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) Se cataloga como un Estado Socialista, bajo la dirección del Partido del Trabajo y, según sus concepciones manifiestas, se apoya en el principio rector del centralismo democrático. Sin embargo, comúnmente, analistas internacionales y viajeros que han tocado su territorio, insisten en afirmar que se trata de un Estado muy centralizado y aislado, a partir del predominio y sucesión, en la cima, del aparato político del Parido del Trabajo coronado, a su vez, por una figura política central extremadamente poderosa.
Sin embargo, su Constitución establece que el pueblo trabajador es dueño de todos los recursos del país y ejerce el poder por medio de la Asamblea Popular Suprema y las Asambleas Populares Locales a todos los niveles. Según la propia ley fundamental, ambas asambleas, tanto la Suprema como las distritales, constituyen los órganos de poder, los cuales son elegidos por votación secreta, que se efectúa tomando como base los principios del sufragio general, igualitario y directo. También establece que, en caso de que los diputados no cumplan las expectativas del electorado, estos pueden revocarlos en cualquier momento.
Un papel cardinal en la ideología que rige a Corea del Norte es la Idea Juche, una filosofía política desarrollada por Kim Il-Sung, que consiste en colocar al hombre como dueño de su destino y destaca la importancia de la auto dependencia económica y política del país. En ello, sin dudas, ha desempeñado un papel fundamental el aislamiento y asedio al que ha estado sometido el país durante toda la postguerra. Por otra parte, el confucianismo, con un fuerte arraigo histórico, ha sobrevivido y subyace en la ideología y la idiosincrasia norcoreanas. El respeto a los mayores, a las jerarquías, y el deber de estos para con las nuevas generaciones, que, serán guiadas, educadas y orientadas por los adultos y el Estado, forma parte de este entramado doctrinario.
El Gobierno del país está compuesto por el Líder Supremo, un primer ministro, 7 vice primeros ministros y 35 ministros 1. y se establece en los documentos legales que las relaciones protocolares con otros países son desempeñadas por el presidente de la Asamblea Suprema del Pueblo, en calidad de Jefe de Estado.
Una característica que distingue de forma particular a Corea del Norte es que sus máximos líderes mantienen los títulos a pesar de su fallecimiento. Estos son los casos de: Kim II-Sung quien sigue siendo formalmente el “Presidente Eterno” y su hijo Kim Jong-Il, el “Secretario General Perpetuo” del Partido de los Trabajadores y Presidente de la Comisión Nacional de la Defensa. Tal costumbre está relacionada con el carácter peculiar de las sucesiones en el más alto nivel del gobierno. Se está, por consiguiente, ante un sistema político y estructura de gobierno, que integra un Estado Nación caracterizado por una forma propia de dictadura del proletariado respaldado por la también distintiva ideología Juche2 .
Por el carácter de la distribución y la definición de la propiedad de los medios de producción, la economía de Corea del Norte se define como socialista, con un aparato estatal que desempeña el papel supremo.
Debido al aislamiento del país durante toda la postguerra determinado, esencialmente, por la política imperialista de EE.UU. y la respuesta coreana de auto sostenimiento apoyada en la Idea Juche, dentro de la economía del país han actuado factores inerciales. Es cierto que, durante la última postguerra se han llevado a cabo reformas internas, cuyo propósito ha sido estimular el desarrollo económico, pero las coyunturas en las relaciones intercoreanas y la incidencia imperialista han dado lugar a límites recurrentes inevitables.
2 LA PENÍNSULA COREANA Y LA DINÁMICA ACTUAL DE LA RELACIONES INTERNACIONALES.
Como ya se ha dicho, la dinámica de las relaciones internacionales en la Península Coreana está marcada, en primer lugar, por ser un escenario, por excelencia, de la Guerra Fría. El interés de mantener la hegemonía mundial, bajo un mundo unipolar de EE.UU, por una parte, y por otra, las aspiraciones de China y Rusia de lograr contener la avanzada norteamericana en la región, constituyen la esencia de este fenómeno. Tal situación ha demostrado tender al equilibrio ya que estos dos últimos países están conformando lo que se ha denominado el mundo multipolar.
En la actualidad, las relaciones que se dan entre el conjunto de estos países son complejas, no lineales. Dentro de sus características está la inexistencia de relaciones diplomáticas entre EE.UU, Japón y Corea del Sur con Corea del Norte y la imposición a esta última de numerosas sanciones bilaterales y multilaterales cuyo fin es el asedio y frenar el desarrollo de armamento nuclear y de misiles. Sin embargo, Rusia y China sostienen relaciones diplomáticas con las dos coreas y con EE.UU. y Japón y, aunque el desarrollo y ensayos de armamento nuclear y de misiles balísticos de Corea del Norte, amenazan su seguridad nacional y por ello aplican presiones disuasivas, apuestan por la solución pacífica bilateral o multilateral del problema
La siguiente declaración del Canciller ruso, Serguei Lavrov, da fe de esta postura política: "Para Rusia y China cualquier intento de justificar el uso de la fuerza, haciendo referencia a las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas es inaceptable y conducirá a consecuencias impredecibles en esta región fronteriza con la Federación de Rusia y la República Popular China " "Los intentos de estrangular económicamente a Corea del Norte son igualmente inaceptables".
Desde el punto de vista de un análisis geoeconómico no resulta posible reducir esta dinámica a la existencia de dos bloques claramente definidos. Si bien se mantienen las alianzas bi-bloque anteriormente descritas, los vínculos de tipo económico agregan un entramado de relaciones bien complicadas. Por ejemplo Rusia y China desde la década de los 90, tienen relaciones diplomáticas e importantes relaciones económicas con Corea del Sur. También son importantes sus intercambios económicos con EE. UU y Japón.
Por otro lado, China, es el principal socio comercial de Corea del Norte y también su principal facilitador en términos de servicios bancarios y suministrados de energía. Rusia, por su parte, vende combustible a Corea del Norte y en una magnitud considerablemente menor, importa del país minerales, pescado congelado y prendas de vestir, según estadísticas del Centro de Comercio Internacional.
En cuanto a la influencia relativa que tienen sobre Corea del Norte China y Rusia, opina el analista Ramani (2017), "la dependencia económica de Corea del Norte con China asegura que Pekín es significativamente más poderosa que Moscú para controlar la agresión de Corea del Norte".
En cuanto a Japón, otro gigante de la economía regional y mundial, las relaciones con las Coreas son también complejas. Esto se debe a los lazos históricos conflictivos que los unen. Un elemento común de tensión sostenida es la disculpa formal que exigen ambos países a los japoneses por el rapto de las mujeres coreanas utilizadas como “damas de compañías” durante la Segunda Guerra y, recíprocamente, la demanda por Japón de devolución de sus ciudadanos secuestrados por Corea del Norte. Como es natural, estos son residuos de la violenta colonización japonesa y la conducta bilateral de Corea del Norte en la postguerra, que caracterizan las relaciones contemporáneas.
Aunque importantes, estos no son los únicos temas en diferendo, el desarrollo de armamentos nucleares de Corea del Norte es visto como una amenaza muy importante por Japón, porque aunque declaran que tienen un carácter disuasivo defensivo, en caso de escalada de tensión o de una agresión contra Corea del Norte, estas armas se utilizarían contra las bases norteamericanas en el área y Japón posee la mayor parte de estos efectivos en su territorio. Por otro lado, una posible reunificación de Corea representaría la constitución de un país vecino de dimensiones respetables apuntando, directamente, al territorio de Japón y no necesariamente amistoso.
3 RELACIONES INTERCOREANAS.
La injerencia de potencias foráneas, unido a intereses internos que se materializan en el antagonismo de sus sistemas políticos, hace de las relaciones entre estos países un continuo proceso de tensión- distensión que, evita la unión de la Nación Cultura Coreana3 .
Por diferentes etapas han transitado las relaciones entre ambas Coreas. Una vez firmado el Armisticio en 1953 la lucha radicaba en obtener la legitimidad. La intolerancia, así como la espera por el colapso de alguna de las partes caracterizaba la relación intercoreana.
Es necesario tener en cuenta que, en esa época, las diferencias económicas no eran tan grandes como en la actualidad. El derrumbe del campo socialista, unido a numerosas sanciones4 impuestas a la República Popular Democrática de Corea y criterios nacionales sobre la conducción de la economía han impactado de manera negativa sobre su desarrollo económico. Mientras tanto, la República de Corea se ha erigido como una de las economías más fuertes de Asia.
Los móviles nacionales que subyacen han provocado que, a pesar de estas diferencias se hayan producido acercamientos circunstanciales y llegado a acuerdos eventuales entre las Coreas, ejemplos de estos son:
El Comunicado Conjunto del 4 de julio de 1972 consagra tres principios básicos para la reunificación: alcanzar los objetivos sin interferencias extranjeras, lograr la unidad mediante medios pacíficos y culminar el proceso sustituyendo las diferencias en los proyectos, ideologías y sistemas. El Acuerdo Básico de 1991, tuvo el propósito de constituir un acuerdo de reconciliación, no agresión, intercambio y cooperación, aunque estipulaba en su artículo 5 que se deberá acatar el Armisticio Militar actual, hasta que se llegue a la paz. La Declaración Conjunta 2000, se refiere a esfuerzos autónomos entre las dos Coreas por la reunificación basada en los comunes reconocimientos de: similitudes, rápida resolución de asuntos referentes a las familias separadas, y los prisioneros políticos, balanceado desarrollo económico, diálogos y consultas entre autoridades guberidntales.
Para Aguado (2016: 5) en el período de Park Geun Hye se implementó la trustpolitik5 , que sitúa la creación de confianza diplomática y económica como el eje central del proceso de unificación. De igual manera, la autora señala la disposición de Corea del Norte por lograr la reunificación de la península, cuando en 1993, Kim Il Sung presentó el Programa de 10 puntos para la gran unidad de toda la nación para la reunificación del país bajo los principios de independencia, una reunificación pacífica y una gran unidad nacional. Estos fueron asimismo los principios respaldados, más tarde por Kim Jong Il.
El período del 2000 – 2007 estuvo marcado, por la política surcoreana llamada Sunshine Policy, que consistía en el compromiso consistente de brindar apoyo económico incondicional e incentivos a Corea del Norte.
A pesar de estos intentos, no ha sido posible, la reunificación, como tampoco lo ha sido la firma de un tratado de paz. Corea del Norte señala como principal impedimento para la reunificación a la interferencia de las fuerzas extranjeras, particularmente EE.UU., y su influencia sobre Corea del Sur. Otros actores como los EEUU, Japón y la propia Corea del Sur manifiesten, sin embargo, que la nuclearización del norte es el elemento fundamental que lo frenan.
4COMPRENDIENDO EL CONFLICTO ¿ES POSIBLE LA DESNUCLEARIZACIÓN DE COREA DEL NORTE?
La interpretación del conflicto coreano, desde el análisis de la dinámica del imperialismo y de las relaciones inter potencias en el área, apuntan hacia la idea de que la nuclearización de Corea del Norte es, sin lugar a dudas, un recurso de disuasión del país contra cualquier agresión extranjera y un potente factor de negociación. Sin embargo, a la vez, ha devenido en un foco de conflicto permanente entre ambas coreas, así como también en un potencial detonante de la proliferación de armas atómicas en la región, lo que lo conlleva a convertirse en un problema de interés no solo regional sino también mundial.
Sin abordar las causales y, de ahí, de soluciones, refiriéndose a Corea del Norte Álvarez (2017) plantea con razón “El programa nuclear ha avanzado desde comienzos de la década de los 50 y su programa de misiles desde mediados de la década de los 60. Ambos programas han alcanzado etapas avanzadas de desarrollo tecnológico y con ello se han transformado en un verdadero peligro para la estabilidad regional y la paz mundial”.
Son diversas las fuentes que abogan por la desnuclearización de Corea del Norte por considerarlo un tema pertinente y sumamente necesario. Sin embargo, un análisis desde esta única perspectiva solo permite una mirada unidireccional al asunto en sí. Para obtener una visión más completa se precisa aludir a la existencia de variables que inciden de forma decisiva en el problema. Por ejemplo:
El elemento clave en la génesis de este conflicto político-militar lo es la política agresiva de EE.UU contra Corea del Norte (RPDC). Para la RPDC representan amenazas, que no pueden obviarse, la alianza estratégica de EE. UU y sus aliados; la presencia de numerosas bases militares norteamericanas en territorio sur coreano y en países vecinos; las regulares maniobras militares realizadas en conjunto por Japón, Corea del Sur y EE.UU en las cercanías del territorio de la RPDC; las aleccionadoras incursiones imperialistas agresivas de EE.UU. en el Medio Oriente, así como la política de irrespeto de EE.UU. por las leyes y acuerdos internacionales.
De igual modo, en este contexto, no es posible dejar de mencionar la función hostigadora que ejercen las sanciones unilaterales y multilaterales impuestas a la RPDC, por las potencias implicadas, la Organización de Naciones Unidas y sus organismos vinculados. Sin embargo, EE. UU ha incumplido acuerdos bilaterales y multilaterales, que hubieran contribuido al fin del desarrollo de estas armas letales. El Acuerdo Marco de Ginebra de octubre de 1994 es uno de estos ejemplos. La administración de George Bush Jr. lo derogó, se disolvió la Organización para Desarrollo de la Energía Coreana e incluyó a Corea del Norte en el llamado “eje del mal”. Como resultado de un acuerdo, entre octubre de 1994 y 2012, la RPDC suspendió su programa de armas nucleares a cambio de dos reactores de agua liviana y la normalización de las relaciones bilaterales entre Washington y Pyongyang, lo cual incluía que EE.UU no desarrollaría ningún tipo de amenazas contra la RPDC. Sin embargo el acuerdo fue irrespetado e incumplido por EE.UU.
Otro de los sucesos a tener en cuenta se produce en el 2002. Al iniciarse la crisis nuclear, las conversaciones de las seis bandas en Pekín tuvieron como propósito solucionar este problema. Uno de los acuerdos estuvo encaminado a abastecer a Corea del Norte con 600 mil toneladas de petróleo. No obstante, Japón y EE. UU se apartaron de la solución.
Desde esta perspectiva caben las interrogantes ¿Es el propósito de los programas nuclear y de misiles atentar directamente contra la paz mundial y regional o su causa esencial responde a la necesidad de crear un mecanismo disuasivo de autodefensa y negociador en respuesta a un entorno agresivo? ¿Es posible en las condiciones actuales la desnuclearización de la RPDC?
El derrumbe de la Unión Soviética, la profunda apertura de China hacia una economía de mercado con características chinas, que la ha llevado a grandes transformaciones internas, unido al elevado desarrollo económico alcanzado por la República de Corea, más la influencia de los EE.UU y su alianza estratégica con países del área, ya antes mencionada, dio lugar a un aislamiento extremo que justifica que la RPDC pueda experimentar una percepción de soledad y vulnerabilidad preocupantes.
La soberanía e independencia nacional, el desarrollo económico, así como la seguridad de la población son responsabilidades del Estado norcoreano que se consideran constantemente amenazados. El interés de la RPDC por su defensa es tan legítimo como en cualquier otro país. En el caso particular norcoreano, ese interés expresado en su concepción estratégica está resuelto, precisamente, mediante el desarrollo nuclear y de misiles, como mecanismo de autodensa.
Contando con estos recursos letales, tanto en el 1998 como en el 2009, a decir de Melena (2009:685) “el régimen logró proyectar interna e internacionalmente la imagen de un gobierno qué: se encuentra firmemente en control, sufre una amenaza proveniente del exterior, cuenta con los medios y está dispuesto a hacer frente a toda amenaza, lo cual redunda en el fortalecimiento de la cohesión interna y mayor apoyo al partido gobernante”.Lo mismo puede decirse en la actualidad.
Todo parece indicar que la RPDC ha sabido operar con inteligencia al implementar y desarrollar una política encaminada a llevar las tensiones hasta límites extremos o “al borde del abismo”, capaz de neutralizar las iniciativas de los Estados fuertes.
Tales elementos llevan a pensar en que la desnuclearización de la RPDC estaría sujeta, no solo a la voluntad política de los coreanos del norte y del sur, sino también a procesos complejos de carácter internacional, solamente si son capaces de garantizar la soberanía, la no invasión de territorio norcoreano y la protección a su población. Objetivos medulares para la RPDC que hasta el momento se ven amenazados.
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA