Revista: Caribeña de Ciencias Sociales
ISSN: 2254-7630


LA FORMACIÓN Y DESARROLLO DE UNA CULTURA DEL OCIO EN ADULTOS MAYORES DE CÍRCULOS DE ABUELOS DE LA LOCALIDAD DE FELICIDAD DE YATERAS

Autores e infomación del artículo

Yiriannis Rodríguez Peña*

Universidad de Guantánamo, Cuba

yiriannis@cug.co.cu


Resumen
La investigación persigue hacer una valoración sobre la formación y desarrollo de una cultura del ocio en adultos mayores integrantes de los círculos de abuelos de la localidad de Felicidad de Yateras en la provincia de Guantánamo.
Partimos de la teoría vertebradora el constructivismo social estructural de Pierre Bourdieu con énfasis en el capital cultural de este mismo autor, así como las perspectivas teóricas acerca del ocio.
Se utilizó una triangulación metodológica, de los paradigmas cuantitativo y cualitativo, con énfasis en este último, aplicando métodos de nivel teórico de inducción, deducción, lógico histórico y ascenso de lo abstracto a lo concreto; así como los métodos y técnicas empíricas de la observación científicas, entrevistas a informantes claves y el cuestionario.
Se concluye que la interacción social de los adultos mayores a través de la realización de acciones de ocio, tales como: físicas, lúdicas, culturales, ambientalistas y recreativas en los círculos de abuelos, contribuyen a la formación y desarrollo de una cultura del ocio y con ello a cambios de estilos de vida de sus miembros.

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Yiriannis Rodríguez Peña (2018): “La formación y desarrollo de una cultura del ocio en adultos mayores de círculos de abuelos de la localidad de Felicidad de Yateras”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (junio 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2018/06/cultura-ocio-mayores.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1806cultura-ocio-mayores


Artículo
LA CULTURA DEL OCIO EN ADULTOS MAYORES. PRINCIPALES ANTECEDENTES Y NOCIONES CONCEPTUALES.

  • Evolución histórica de los estudios acerca del adulto mayor.
  • Acerca del envejecimiento y el adulto mayor.

La condición del anciano en las sociedades primitivas dependía del contexto social. El rechazo de la comunidad será más precipitado según la cantidad de recursos que esta posea dependiendo del sentido que los hombres den a su existencia, y del sistema de valores que posean, se le otorgará un valor a la vejez.
En esta sociedad la administración se conformaba de personas que se ganaban su reputación y calificación a través de los años. De esta manera los puestos más altos eran ocupados o conformados por ancianos. Todo hogar tenía que obedecer al hombre más anciano, pues la cultura asignaba más experiencia que fortaleza.
A la muerte del patriarca, el hijo mayor es quien adquiría este status. En el naoteísmo la meta suprema del hombre es la búsqueda de larga vida, es una disciplina nacional; por lo que la vejez se consideraba como la vida en su forma suprema. El papel de los ancianos en la Grecia antigua era la de consejeros del rey, y que varias veces eran ellos los que impartían justicia; a la vez se le atribuía la sabiduría. Con el paso de los años comienza a presentarse la oligarquía, la vejez era símbolo de calificación, pero no necesariamente símbolo de amor o respeto. Las personas ancianas poseían un nivel social más elevado.
En la Roma imperial el hombre era viejo a los 20 años y la mitad de la población moría a la edad de 27 años por causa de enfermedades infecciosas.
En la Edad Media se consideraban como viejas a las personas de 25 años. En el siglo XVIII a la edad de 30 años, hace 100 años a las de 40 y hoy se es joven a los 50 años de edad1 .
El fenómeno de la ancianidad también llamado Tercera Edad, se ha considerado desde tiempos remotos poco gratificante para el hombre. Cicerón apreció cuatro razones por la que la ancianidad era contemplada como un tiempo infeliz; nos aparta del trabajo activo, porque nos debilita el cuerpo, nos priva prácticamente de todos los placeres físicos y no está lejos de la muerte 2.
Pero de todos modos hay que destacar el papel primordial que el adulto mayor a través de la historia juega dentro de la sociedad. No solo considerarlo como un ser vulnerable y dotado de dificultades sin reconocer las capacidades y bondades que estos aportan al entorno social en el que se insertan, que transitan por buenos valores y la experiencia que los caracteriza.
Tanto en la Edad Media como en el Renacimiento los ancianos ricos eran respetados y se sentían orgullosos de su vejez. Profesiones como la escritura y la historia se realizaban con personas que oscilaban entre los 60 y 80 años, por lo que la mayor parte de las crónicas y obras históricas de los últimos siglos de la Edad Media, fueron escritas por personas de edad muy avanzada.
Según González, durante el siglo XVIII el niño comienza a tener un papel más importante dentro de la familia, y los ancianos toman una importancia particular porque simbolizan la unidad y la pertenencia. Esto adquiere significación, sobre todo, por la herencia de riquezas, cuya acumulación es la base del capitalismo 3.
En el siglo XIX, las transformaciones fueron en general negativas para los ancianos. Esta condición fue sumamente cruel sobre todo en la segunda mitad del siglo, pues al no tener la fuerza para seguir cultivando la tierra, y sin haber ahorrado para el pago de agricultores, se encontraban a merced de sus hijos.
Estos que vivían al borde de la miseria, no podían mantener gente inútil, por lo que generalmente los abandonaban en los asilos 4.
En México a diferencia de otros países, la concepción de ancianidad se nutre de su pasado prehispánico, así como de elementos culturales aportados por los conquistadores y de las influencias hacia las sociedades modernas. Sin embargo, los rigores y el ritmo de la vida moderna que se agudizan en el medio urbano, contribuyen injustamente a marginar a los ancianos y a volverlos una especie de mal necesario. En tiempo de los aztecas, nos dice González, 5 se respetaba a los ancianos, de hecho el padre de todos los dioses se llamaba Huehueteotl, de huehue que quiere decir viejo y de teotl que significa dios.
En México antiguo, desde edad temprana se fomentaba el respeto al anciano, cuya participación era importante en la participación familiar, en la vida religiosa y política 6. En la actualidad durante el siglo XX, el continuo envejecimiento de la población provoca que esta cree nuevas formas para su mantenimiento. Conforme las personas tengan mayor desgaste físico y mental en el trabajo, más rápido es el proceso de envejecimiento biológico y entre más importancia educativa y simbólica se poseen, será mayor el proceso de devaluación social de la persona al envejecer.
En Brasil por tradición las familias son patriarcados y el viejo tiene un ascendiente sobre todo aun cuando éste ya no trabaje, viviendo las familias de tres a cuatro generaciones juntas7 .
En las grandes ciudades como Sao Paulo o Rio de Janeiro, la costumbre de tener a los viejos en casa es poco común. Para el año 2050 según las proyecciones basadas en el crecimiento demográfico, México se encontrará en  el segundo lugar dentro de los primeros 10 países de Latinoamérica y el Caribe con mayor número de personas de 60 años y más8 .
En países árabes el mandamiento de “Honrarás a tu padre y madre” continúa viviendo, por lo que las personas mayores son respetadas dentro de la familia. Se le concede una plaza de honor y se le sigue dando la misma importancia que tenía dentro de la familia cuando era más joven.
El problema del envejecimiento se examinó por primera vez en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948. En aquel momento no era tan evidente que la población mundial envejecería de forma tan impresionante como sucedió en los decenios siguientes. En 1969, 20 años después, se reexaminó la situación, y finalmente se exhortó a la celebración de una Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento 9.
En agosto de 1982 la ONU organizó en Viena la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, con la finalidad de discutir el impacto del envejecimiento poblacional y promover las políticas que permitieran prever y reaccionar de manera oportuna ante las consecuencias que ese fenómeno acarrearía; estuvo constituida por los delegados de 124 estados miembros10 .
En 1959 comenzaron a efectuarse cambios radicales en la atención médica y social de toda la población en Cuba. En 1978 aparece el primer programa de atención al anciano conocido por "Modelo de Atención Comunitaria". En la década de los 80, al ponerse en vigor la Ley 24 de Seguridad Social se amplían los servicios de Geriatría del Sistema Nacional de Salud en hospitales y áreas de salud comunitarias, toma un papel importante el médico y la enfermera de la familia, surgen movimientos como los círculos y las casas de abuelos, que demuestran la importancia priorizada y creciente que muestra el Estado a la tercera edad. En 1987 comienzan a surgir diferentes servicios de Geriatría muy especializados, con profesionales de alto nivel científico y con recursos de la más alta tecnología, con el propósito de brindar asistencia médica cualitativamente mejor y con un alcance cuantitativo poco despreciable. Ejemplos de ello son el Hospital Clínico-quirúrgico "Hermanos Ameijeiras", el CIMEQ y otros. En 1992 se inaugura en La Habana el Centro Iberoamericano de la Tercera Edad, con objetivos de carácter asistencial y evaluativo e investigativo-epidemiológico. Si bien hemos tenido logros incalculables en el campo de la salud y la seguridad social, quedan por analizar con profundidad un conjunto de aspectos, que pueden conducir a reflexiones para investigar en los campos de la salud pública y la demografía. El propósito sería mejorar nuestra asistencia y por consiguiente el estilo de vida de los mayores. El estado cubano y las organizaciones guberidntales, de masas y no guberidntales trabajan con ese objetivo. Las líneas de estudio estarían encaminadas a conocer: las consecuencias a mediano y largo plazo del proceso de envejecimiento en nuestro país con sus condiciones concretas, las características particulares de las personas de la tercera edad en cuanto a género, inserción socio-clasista, nivel educacional, estado conyugal, lugar de residencia y otras variables como potencialidades productivas, convivencia familiar y sus características, condiciones de vida de los ancianos sin amparo filial, formas de violencia hacia el adulto mayor, utilización del tiempo libre, recreación, vida cotidiana de los institucionalizados y todo lo inherente al concepto social de las personas mayores11 .
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró al año 1999 como el Año Internacional de las Personas de Edad.
Ese mismo año emite una declaración donde exhorta a la sociedad internacional a facilitar la colaboración entre sectores y naciones y crear una sociedad para todas las edades. Además decidió que se celebrara en Cuba el Día del Adulto Mayor como actividad central latinoamericana de ese organismo 12.
Además de las construcciones de las villas, crearon hogares de ancianos o asilos con un modelo institucional que aparece en Europa en el siglo XVI destinado a albergar personas con problemas de discapacidad mental, vagabundos, desviados de la ley y viejos. A través del tiempo ha sido un recurso que la sociedad instrumentó para dar respuesta a diversos problemas planteados por la población de adultos mayores13 .
Actualmente los asilos continúan formando parte del imaginario popular como uno de los destinos fatales de los longevos. Existen propuestas alternativas a la institucionalización que dan condiciones más adecuadas a las necesidades de estos.  Durante muchos siglos, los ancianos constituyeron una pequeña minoría dentro de un mundo que no estaba interesado en el estudio y solución de sus problemas, ni tenía manera de hacerlo aunque quisiese; lo que históricamente reforzó el criterio pesimista sobre el envejecimiento14 .
El número de personas que en el mundo rebasa la edad de 60 años, aumentó en el siglo XX de 400 millones en la década del 50, a 700 millones en la década del 90. Se estima que para el año 2025 existirán alrededor de 1 200 millones de ancianos. También se ha incrementado el grupo de los "muy viejos", o sea los mayores de 80 años de edad, que en los próximos 30 años constituirán el 30 % de los adultos mayores (AAMM) en los países desarrollados y el 12 % en los llamados en vías de desarrollo15 .
Cuba se encuentra en la última etapa de su desarrollo demográfico, su población al igual que la de los países desarrollados ha envejecido de forma sostenible. El 15,4% de los cubanos tiene hoy 60 años o más, cifra que aumentará 20,1 % en el 2025, con expectativas de vida de 77 años.
La llamada Tercera Edad es un hecho inevitable, lo que constituye una necesidad social mejorar el estilo de vida, potenciar su desarrollo humano y como consecuencia, la esperanza de esta. Es por eso que la sociedad cubana exige a los profesionales que brindan atención al adulto mayor, llevar a cabo acciones de promoción para la salud encaminadas al logro de una longevidad satisfactoria no solo con la prevención de enfermedades, sino también potenciando su bienestar psicológico y social.
En Cuba, el Programa Nacional de Atención al Adulto Mayor (PNMA) tiene como propósito: contribuir a elevar el nivel de salud, el grado de satisfacción y estilos de vida del adulto mayor mediante acciones de prevención, promoción, asistencia y rehabilitación. Estas son ejecutadas por el Sistema Nacional de Salud Pública en coordinación con otros organismos y organizaciones del estado involucrados en esta atención, tiene como protagonistas la familia, la comunidad y el propio adulto mayor en la búsqueda de soluciones locales a sus problemas.
Se establecen políticas y métodos para la atención al adulto mayor con profundas proyecciones médicas, psicológicas y sociales, ofreciendo como resultado una vida cualitativamente mejor haciendo que estas personas se sientan útiles a la familia y a la sociedad. Sin embargo, queda mucho por hacer para el logro del bienestar subjetivo del adulto mayor en el proceso de longevidad satisfactoria en comunidades y en las instituciones encargadas de brindarles atención.
Así surgieron los programas de la Revolución, encaminados al cambio de estilos vida del adulto mayor. Hoy existen en las comunidades del país las Casas de Abuelos que les asegura su atención durante el día, también se les propone la participación en actividades que se realizan en su entorno social como los Círculos de Abuelos, las Cátedras Universitarias del Adulto Mayor, y actualmente los Club de los 120 años.
La tercera edad no debe verse solamente como una etapa de pérdidas y decadencias, sino también como un momento de la vida donde se puede obtener ventajas y experiencias positivas. Así por ejemplo la psicóloga Teresa Orosa precisa: “la tercera edad constituye una etapa del desarrollo individual, y como tal debe tenerse en cuenta en el estudio de la incorporación del adulto mayor a los espacios colectivos donde estos puedan desarrollarse a plenitud. Esta es una edad con características propias que presenta regularidades en su desarrollo, pero a la vez está determinada por influencias sociales, culturales, familiares e individuales” 16.
Como se observa la, tercera edad es concebida como una etapa de desarrollo humano, pues en ella además de que surgen nuevas formaciones psicológicas, desempeña un papel fundamental la ayuda que las personas que rodean al adulto mayor puedan darle sistemáticamente.
En Cuba, a partir del año 1959, se comenzó un trabajo muy serio desde el punto de vista social, legislativo, de asistencia médica. Dichas acciones tienen como fin   garantizar la salud y la asistencia social para los adultos mayores y el disfrute de una vejez con óptimo estilo de vida.
Cuba es uno de los países latinoamericanos más envejecidos. La magnitud alcanzada en este orden y la rapidez con que se ha transformado nuestra pirámide poblacional constituyen una preocupación en los años futuros. Nuestro país considera que esta preocupación es una necesidad a escala mundial, la cual requiere de una acción cooperativa y solidaria que, trazando políticas y estrategias nacionales e internacionales tiendan a materializar en forma afectiva dicha ayuda. 
La actual esperanza de vida al nacer 72,5 años coloca a nuestro país en una situación privilegiada dentro del hemisferio y al mismo tiempo señala la dedicación de recursos humanos y materiales que el Estado Cubano ha puesto  al alcance de toda la población. Nuestro primer Programa de Atención Integral al Adulto Mayor surge en 1974, y en 1985 se incorpora la variante de atención del médico de familia y su equipo.
La favorable estructura sociopolítica en el país constituye un potencial de ayuda para acondicionar todas estas premisas en un nuevo programa.  Además de contemplar que todo lo anterior exteridnte capaz de asegurar la participación activa de la familia, la comunidad y las organizaciones políticas y no guberidntales en un trabajo colectivo, donde el protagonista principal es el adulto mayor.
Este programa, además de ofrecer aglutinación en favor del adulto mayor será aplicable en todos los niveles de atención, que incluyen no sólo salud, sino seguridad social, deportes, cultura, legislación entre otros 17.
Actualmente las necesidades y demandas de los adultos mayores asumen categorías superiores y las respuestas tradicionales resultan insuficientes. Para una mejor accesibilidad de estas personas se hace necesario, ajustar el espacio a sus necesidades, donde la relación entre estructura y sujeto se retroalimenten entre sí.
Una de las limitaciones fundamentales en la visión del adulto mayor y su desenvolvimiento social lo constituye el no tratamiento de esta problemática en los contextos macro micro de la provincia Guantánamo en el municipio Felicidad de Yateras. En tanto significa la insuficiencia de espacios que potencien e incrementen la cultura del ocio en este grupo socialmente vulnerable.
Numerosos cambios suceden a nivel mundial. El ocio, como elemento social y cultural, no permanece ajeno a tal evolución y, a su vez, contribuye desde el punto de vista personal, social y económico, a la configuración de determinados hábitos, estilos de vida, formas diferentes de entender el descanso y desarrollo recreativo de nuevas actividades. En esta tesis se plantea el uso del ocio y tiempo libre, desde el colectivo de las personas mayores insertadas en un círculo de abuelos, destacando la importancia de su participación a través de distintas tareas. Esto supone una importante inversión de tiempo, conocimientos y apoyo afectivo, que no siempre es reconocido ni valorado por el resto de la sociedad. Concluimos destacando cómo la acción educativa a través de programas de ocio ha modificado su concepción y se define a través de parámetros que hacen referencia a la autonomía, desarrollo, relación, participación y creatividad, también en las personas de más edad.

  • Consideraciones acerca del ocio.

Existen variadas referencias y enfoques acerca del ocio, según el enfoque para su estudio.
Según Gomes y Elizalde, se plantean las consideraciones siguientes: Los estudios sobre el ocio difundidos en Occidente es posible verificar que las raíces de este abordaje generalmente son localizadas en la Grecia clásica o en la modernidad europea. Estas dos interpretaciones son divergentes en términos de ocurrencia histórica del ocio y generan intensos debates académicos: para algunos, la existencia del ocio es observada desde las sociedades griegas, y para otros el ocio es un fenómeno específico de las sociedades modernas, urbanas e industrializadas.
Independientemente del contexto histórico y de las características consideradas, el desarrollo teórico sobre el tema desde finales del siglo XIX  posibilitó la sistematización de los conocimientos sobre el ocio, una palabra que hoy según algunos estudiosos corresponde a los términos leisure en inglés, loisir en francés y lazer en portugués.
Para algunos autores el ocio y al vocablo romano otium. Recuperando el significado de skholé, esta palabra representaba una posibilidad de abstención de las actividades ligadas a la mera subsistencia. Implicaba, necesariamente, las condiciones de paz, reflexión, prosperidad y libertad de tener que realizar las tareas serviles y vinculadas a las necesidades de la vida productiva. Como dependía de ciertas condiciones educacionales, políticas y socioeconómicas, skholé constituía un privilegio reservado a una pequeña parcela de los hombres libres. Para Aristóteles, las personas tenían que aprender a desear el reposo filosófico, pues, es por medio de él que se tornaría posible alcanzar virtudes. De esta forma, en su sentido griego, skholé era vinculada la posibilidad de descanso y reposo, condición propicia por el distintivo característico de los privilegiados: la abstención de la necesidad de ejercer el trabajo útil o productivo y la posibilidad de dedicación a la contemplación, a la meditación y a la reflexión filosófica.
Como destaca Munné, el otium romano era estratificado socialmente: estaba asociado, en el caso de las élites intelectuales, a la meditación y a la contemplación. Era el otium con dignidad. Por eso, en lo que concierne a las personas comunes, otium significaba descanso y diversión proporcionados por los grandes espectáculos. Esta estrategia hacía referencia a la tradicional expresión “pan y circo” y tenía como finalidad despolitizar al pueblo, reduciéndolo a la condición de mero espectador, evidenciando así el potencial muchas veces alienante, de las formas de entretenimiento masivo.
La conexión que los romanos hicieron entre el otium y el negotium es interesante de comprender. El negotium, palabra latina que originó el término negocio, fue entendido como ocupación y actividad. De esta forma, el trabajo (negocio y comercio) también representaba la negación del otium. Para tener una visión más clara sobre la forma de entender el ocio y el trabajo en la antigüedad greco-romana es importante recordar que, etimológicamente, la palabra trabajo deriva del término latín tripalium, que significaba un instrumento de tortura con el que se obligaba a los esclavos a realizar determinadas tareas. Así, en la visión clásica greco-romana el ocio era mucho más valorizado que el trabajo, algo distinto a lo que ocurrió posteriormente.
El Ocio en el Siglo XIX
En esta perspectiva, desde el siglo XIX el ocio está muy vinculado a las categorías trabajo y tiempo libre – concebidas desde una perspectiva sociológica. Por eso, la sociología es una importante área (pero no la única) que fundamenta las teorías y análisis desarrollados sobre la temática, principalmente por autores de Europa y de los Estados Unidos. Para muchos estudiosos, entre los cuales se destaca Dumazedier (1976), el ocio surgió en la modernidad europea en el siglo XXI como fruto de la revolución industrial acontecida, en los principales centros urbanos de Europa, sobre todo en Inglaterra. Para él, el ocio se contrapone al trabajo y corresponde a una liberación periódica del trabajo al final del día, de la semana, del año y de la vida, cuando se alcanza la jubilación.
Independiente de que la ocurrencia histórica del ocio sea ubicada en la Grecia clásica o en la modernidad europea, es posible observar que Europa, con sus prácticas e instituciones, es considerada como imprescindible y determinante para el “surgimiento” del ocio en todos los rincones del mundo, incluso en Latinoamérica. Así, se perpetúa la idea de que existe una historia única y universal del ocio, que ubica Europa en una posición central, destacada y que debe ser tratada como válida para todo el mundo.
Ambas interpretaciones colaboran con el mantenimiento de una lógica evolutiva y lineal que define los tiempos, las historias, las culturas y las prácticas de todas las realidades, de todos los pueblos que, a su vez, deben anhelar el modelo occidental – urbano, industrial y capitalista – como el ideal a ser alcanzado para acceder al supuesto progreso. Las evidencias de que disponemos hasta el momento indican que los primeros conceptos elaborados sobre el ocio fueron producidos en este contexto; pero un concepto no es el fenómeno, es solamente una representación de la realidad que proyecta expresar. De esta manera, lo que “surgió” en Europa en el siglo XIX fue el concepto de ocio tal como lo entendemos actualmente en Occidente, y no la realidad que este intenta representar18 .
El Ocio en Latinoamérica
De acuerdo con Gomes e Elizalde (2012) 19, desde el siglo XX estas dos distintas interpretaciones sobre el origen del ocio han generado profundas polémicas cuando se busca retomar la historia de este fenómeno. En general, ambas son ampliamente utilizadas en las teorías sobre el ocio que orientan y fundamentan los estudios sobre esa temática en varias partes del mundo, ejerciendo influencias significativas sobre los conocimientos difundidos en los distintos países de Latinoamérica.
Esas interpretaciones aun cuando son dotadas de lógicas propias, se refieren a realidades específicas pertinentes cuando se trata de Europa, por ejemplo, pero son inadecuadas e insuficientes para discutir el ocio y la recreación en Latinoamérica. Esta región posee distintas singularidades y nuevos marcos históricos, culturales, sociales, políticos y económicos. Todo esto demanda ajenas interpretaciones, abordajes, reflexiones y re-significaciones, así como la sistematización de saberes que sean capaces de dialogar críticamente con las realidades latinoamericanas.
Como plantea Escobar, para hablar de América Latina es necesario considerar los lugares y realidades locales, obviamente sin perder de vista el contexto más amplio. De este modo, los análisis sobre los conceptos y teorías de ocio y recreación no pueden ser universales y globalizantes20
Además de esto, las dos interpretaciones sobre un supuesto origen del ocio, destacadas previamente, son producciones teóricas que refuerzan el mito de la centralidad de Europa como referente privilegiado para la constitución del mundo, y sobre todo del llamado mundo occidental. De este modo, excluyen la decisiva participación de otras realidades en un juego que envuelve, de manera desigual, varios componentes, dentro de los cuales están los pueblos y culturas de otros continentes, tales como América Latina, África y Asia. (Gomes y Elizalde, 2012)21

  • Antecedentes teóricos sobre el Envejecimiento.

Numerosos son los estudios que se han realizado desde las diferentes ciencias que han tratado la problemática del Adulto Mayor. Desde las ciencias de la comunicación la periodista Olga E. Thaureaux en su trabajo “El círculo de abuelos Manantial de Energía” aborda el surgimiento de esta institución comunitaria y su contribución para un mejor estilo de vida del adulto mayor con la relación de diferentes actividades que han permitido ir recuperando el especio social que le corresponde. No obstante a este estudio se realizó desde una perspectiva cultural 22. En la Medicina las investigaciones han demostrado la necesidad de este programa para el cambio de estilo de vida del adulto mayor teniendo como premisa fundamental la realización de actividades físicas.
Como fenómeno poblacional el envejecimiento ha adquirido un sin número de conceptualizaciones que han ido transformándose con el de cursar del tiempo y el desarrollo del fenómeno.
Verónica Áurea define este proceso de gran connotación mundial como:
“…un proceso gradual en que la proporción de adultos y ancianos aumenta en una población, mientras disminuye la población de niños y adolescentes ocasionando esto aumento de la edad mediana de la población y ocurre cuando descienden las tasas de fecundidades en tanto se mantiene o aumentan la esperanza de vida a edades avanzadas…”.23
Ciertamente como bien ella plantea el envejecimiento como proceso social ocurre de manera gradual e irreversible, pues aumentando la población de ancianos, aumenta la posibilidad de vivir más y a la par disminuyen los nacimientos y por consiguiente aumenta la edad media de la población.
Álvarez Sintiese, por su parte dice que; “el envejecimiento es una serie de modificaciones morfológicas, psicológicas, funcionales y bioquímicas que se originan con el paso del tiempo sobre los seres vivos, se caracteriza por la pérdida progresiva de la capacidad de adaptación, de la capacidad de reserva del organismo entre otros cambios.”24
Otro autor que considera esta etapa de gran importancia en América Latina es el Psicogeriatría Argentino Leopoldo Salvarezza quien plantea que: “La vejez es un tema conflictivo no solo para el que la vive en sí mismo sino también para aquellos que sin ser viejos aun diariamente lo enfrentan desde sus roles profesionales, como hijos, colegas, socios, vecinos o como un simple representante anónimo de las multitudes que circulan las grandes ciudades.
Todas estas referencias conceptuales ciertamente nos conllevan a considerar el envejecimiento como un fenómeno progresivo e invariable que se produce como resultado del avance de los años. A pesar de ser progresivo es paulatino y normal, donde se producen transformaciones biológicas y psíquicas, con amplia repercusión en la esfera de las relaciones sociales, es irreversible y se manifiesta de manera diferente en cada ser humano.
Dentro de las ciencias que se ocupan del envejecimiento es necesario destacar la gerontología, ciencia que se ocupa del estudio del envejecimiento desde un amplio de vista, así como su repercusión en la esfera social en aras de brindar beneficio a este sector.
Michel Elie Metchikoff, Sociólogo y Biólogo ruso, premio Novel de Medicina y Fisiología en 1908, propuso a la Gerontología como ciencia para el estudio del envejecimiento, ya que según él traería grandes modificaciones para el curso de este último período de la vida 25.
En la incursión de los orígenes de la Gerontología, necesariamente hay que hacer referencia de algunos autores que marcan el inicio de la vejez, entre ellos se nombra a Francis Bacon (1561-1626), quien en su obra Historia de la vida y de la muerte, hace referencia al problema del envejecimiento. Otro de los pioneros en este terreno fue Francis Galton (1832-1911), quien estudió 17 funciones elementales en 9000 personas entre 5 y 80 años.
El doctor Enrique Vega, Director del Programa Nacional de Atención al Adulto Mayor enfatiza en la atención que debe darse a las personas que sobrepasan los 60 años de edad, demuestra la efectividad de esta institución comunitaria en la cual se han incorporado hasta la actualidad una gran cantidad de ancianos. Recomienda a su vez la necesidad de una visión más amplia para que los pobladores se preparen en la cultura de la salud física y mental para la conservación de su paso social y activo26 .
La doctora Tamara Sánchez, Geriatra con el estudio Sub-Programa de Atención Comunitaria al Adulto Mayor analiza la evaluación histórica de la atención a este grupo etáreo desde 1959 hasta la actualidad y traza los objetivos para su cumplimiento27 . Las autoras Doris Monte de Oca García, Enfermera General y la Licenciada Ana Lidia Bravo y la Doctora Clara Días en su estudio “La influencia del círculo de abuelos en las enfermedades articulares”, demuestra dominio de la actividad física en la recuperación de las capacidades físicas y psíquicas de los ancianos incorporados en este programa pero solo lo analizan desde la perspectiva de la cultura física28 .
También se encuentra el estudio de la Licenciada Liudmila Meybol Sanamé Carvajal con el título “Factores sociales asociados a la incorporación de los varones a los círculos de abuelos”. Donde demuestra la poca incorporación de los adultos mayores varones en la comunidad de Versalles donde parte de hacer un análisis de los factores sociales que inciden en la incorporación del adulto mayor de sexo masculino a los círculos de abuelos, como base para una estrategia de promoción de los rehabilitadores sociales en el proceso de incorporación de los mismos de forma eficaz29 .
Los Doctores en Ciencias Médicas Andrés E. Rodríguez Cárdenas, Orlando L. Rodríguez Calzadilla y Raúl Señor García con el tema “La recreación como modificador en la calidad de vida del adulto mayor abordan la repercusión de la recreación”.30 En sentido general todas estas investigaciones han realizado aportes valiosos sobre el funcionamiento de los círculos de abuelos como medio para mejorar la calidad de vida del adulto mayor pero solo la han abordado desde la perspectiva de salud física y no tienen en cuenta en su concepción un sistema de acciones encaminadas a los espacios de la cultura del ocio en estas edades.
El envejecimiento, es un proceso más dentro de la carrera de la vida de los seres vivos. Se están haciendo numerosos descubrimientos relacionados con las causas que lo provocan, son varias las teorías que se mueven en torno a tan misterioso proceso de deterioro de la vida. Todas en su mayor parte fundamentadas y aprobadas, pero ninguna llega al fondo de la cuestión, o quizá no hay fondo, simplemente hay que aceptarlo tal como es.
El envejecimiento conlleva una serie de cambios a nivel cardiovascular, respiratorio, metabólico, músculo esquelético, motriz, etc. Que reducen la capacidad de esfuerzo y resistencia al estrés físico de los mayores, reduciéndose así mismo su autonomía y estilo de vida y su habilidad y capacidad de aprendizaje motriz.
El envejecimiento activo, todavía es relativamente novedoso y poco conocido a pesar de la gran difusión en los últimos años. La nueva concepción el envejecimiento activo que emerge en los años noventa por la Organización Mundial de la Salud (OMS), vincula la productividad más allá de lo laboral, extendiéndose a lo social y comunitario y es, fundamentalmente calidad de vida, y bienestar físico, psíquico, afectivo, interpersonal y social. El cambio de estilo de vida y los hábitos saludables son fundamentales para ralentizar el proceso de envejecimiento y mejorar nuestra salud. Destacamos entre ellos: el ejercicio físico, la dieta equilibrada, el dormir suficiente, evitar el consumo de tabaco y alcohol, disminuir los niveles de estrés, las emociones y la importancia de las actitudes positivas para afrontar la vejez31 . Nuestra investigación aunque no hace referencia del concepto de ocio realizan los adultos mayores son forma de envejecimiento activo.
Los estudios de Rosario Fría y Alicia Katman, con el trabajo ¨Análisis institucional de la atención de los ancianos¨ abordan los conflictos que presentan los trabajadores a tener una doble demanda al ejercer el rol profesional o cumplir el rol de la familia donde se evalúan dos aspectos institucionales: la organización y los factores personales, estos se profundizan en la teoría de Goffman sobre las instituciones totales, los rasgos y características de estos tipos de organizaciones 32.
Desde la Ciencia del Deporte, Educación Física y la recreación del Máster de la actividad Comunitaria Raider Padilla Dip con la investigación ¨Sistema de acciones para favorecer la incorporación del adulto mayor en el círculo de abuelo¨, aporta un sistema de actividades encaminado al cambio de estilos de vida de los ancianos y aboga por su incorporación a la vida social a partir de los beneficios que brindan para el mejoramiento del estado de salud.
Los autores de este trabajo consideran que aún existe un amplio campo de investigación en esta temática por profundizar constatando que no hay suficientes trabajos que aborden esta problemática teniendo en cuenta la interacción social que debe lograrse con implicación de organismos y familias, utilizando el círculo de abuelo como espacio de participación social para el mejoramiento de los estilos de vida del adulto mayor.
Josephma Jerigla33 realiza un estudio sobre las consecuencias de la tasa de natalidad y el elevado índice de envejecimiento, se preocupa por transformar las condiciones anormales de la ancianidad y la situación cualitativa de esta, enfatizando en la necesidad de reeducar a la sociedad en cuanto a este grupo etáreo. No obstante el trabajo es abordado solo desde perspectivas demográficas, económicas y políticas sin tener en cuenta las perspectivas sociales 34.
Consuelo Bisset Sánchez hace énfasis en la realización de acciones a favor de la integración social del adulto mayor en esta etapa de la vida y el papel que desempeña la familia los agentes socializadores y el personal especializado 35. Aunque es un estudio sociológico en relación con la integración de los agentes socializadores, no señala de manera explícita otros espacios sociales de participación de adultos mayores como los círculos de abuelos ni las potenciales de los mismos para la realización de actividades de ocio.
Zaida Díaz Morales aborda las consecuencias negativas de la violencia intrafamiliar para la salud física y mental de los abuelos y realiza una propuesta de capacitación para resolver la problemática pero no están implicados los organismos36 . Esta propuesta tiene en cuenta la participación de los organismos, sin embargo, no hace partícipe a la familia como una vía para estimular la incorporación de estas personas en las diferentes actividades propias del ocio como las recreativas, las culturales etc.
En el municipio Felicidad de Yateras de la provincia Guantánamo no existe ninguna investigación acerca de la temática del adulto mayor lo que constituye una deficiencia desde el punto de vista científico en el tratamiento de la problemática objeto de estudio.

  • Análisis teórico de la problemática Adulto Mayor y Cultura del Ocio.

Haciendo un análisis teórico del tema de envejecimiento y la ancianidad tenemos que partir de la perspectiva de análisis de Pierre Bourdieu donde hicimos uso de los conceptos de habitus, campo y capital cultural en el fenómeno abordado para una comprensión dialéctica. Según Bourdieu: el habitus está compuesto por esquemas de percepción y valoración de una estructura social. De esta manera es presenciable dentro de los círculos de abuelos el desinterés que existe por parte de los organismos en dinamizar su actividad cotidiana.
Dentro de los espacios laborales que residen dentro de la comunidad existe una visión sobre el adulto mayor. Esta visión coloca a los ancianos en una situación de desventaja frente a los individuos que no pertenecen a este sector de lo población. De manera tal que estas personas son vistas como incapaces de valerse por sí mismas, lo que a su vez provoca que no se les brinde la oportunidad de desarrollar totalmente sus habilidades en el ámbito social. Asimismo fue interesante utilizar como teoría integradora el habitus, el campo y el capital cultural de Pierre Bourdieu que se basa en las interpretaciones del mundo real que se construye el individuo partiendo de las experiencias adquiridas en su accionar cotidiano y la forma en que los mismos ponen en práctica estas construcciones a través del campo.
El campo es una red de relaciones entre posiciones objetivamente definidas, es un eslabón fundamental en este proceso debido a que va a contribuir a formar el habitus. Es el lugar donde el individuo pone en práctica las experiencias que son incorporadas en el transcurso del tiempo.
Por tanto, la forma de actuar de los abuelos va a estar condicionada por las experiencias adquiridas a lo largo de su vida. O sea, estará establecida por el habitus, que a su vez es parte de la construcción cultural que tengan las estructuras comunitarias como el INDER y la comunidad propiamente dicha. El adulto mayor constituye uno de los grupos excluidos culturalmente debido a las barreras socio culturales existentes.
¨El campo está constituido por la existencia de capitales del mismo tipo y por un conjunto de estrategias de lucha que tienden a la apropiación de los mismos. En cierta manera, los campos son espacios sociales en los que unos jugadores con diferente volumen de capital específico de ese campo que juegan.¨37 Teniendo en cuenta lo antes expresado sobre el campo y el habitus no podemos dejar de mencionar el capital cultural que no es nada menos que aquello que tiene “valor” en el Campo, y su apropiación y control el objeto de la lucha en el Campo. 38 Los ancianos como actores sociales capaces de accionar y reaccionar ante determinadas circunstancias tienen incorporado un capital cultural, el cual va a ser expresado en el espacio de los círculos de abuelos mediante la disposición o aptitud que tengan los mismos ante su situación.
Estas personas que forman parte del espacio comunitario donde el anciano va a ejercer diferentes tipos de relaciones, deben ser capaces a su vez, de transmitir gradualmente a los directivos y demás miembros del centro que la ancianidad es solo una construcción relacional entre la sociedad y un sujeto (individual o colectivo) 39 y que la vulnerabilidad y la productividad son factores que no precisamente están asociados a las personas envejecidas, cualquier persona dependiendo íntegramente de su condición física está expuesto a cualquiera de estos factores. El espacio social no es más que un conjunto de propiedades que actúan en el entorno social capaces de conferir al individuo un poder que los define por sus posiciones relativas dentro de ese espacio. La posición de un agente determinado en el espacio social puede definirse  entonces por la posición que ocupa en los diferentes campos.40 En esencia cada uno de estos elementos tiene un valor dentro del espacio social comunitario que deben ponerse en relación para comprender las problemáticas de la cultura del ocio que presenta este grupo etáreo.
Como perspectiva teórica: utilizamos a John Neulinger quien considera que:
El ocio no solamente como componente de estilo de vida, sino su propia esencia: el ocio no es un estado neutral de la mente, es un estado positivo, muy deseable y un importante valor; en su opinión, el ocio se convierte por derecho propio en la línea, guía necesaria para cualquier decisión relacionada con el cambio de estilo de vida41 . Este teórico menciona tres factores del ocio siguientes; desde el punto de vista económico lo considera como tiempo libre, desde lo sociológico lo considera como una actividad y desde lo psicológico, considerándolo como un estado mental42 .
La investigadora no concuerda con lo antes esbozado pues se hace referencia de  manera general a los tres factores del ocio donde lo explica desde el punto de vista objetivo en que se traza desde lo económico lo considera como tiempo libre lo cual hay que analizar si la actividad que realiza es de placer o es obligatorio se tiene que tener en cuenta ese punto de análisis, en la sociología lo considera como una actividad pero debe concretar indicadores precisos del componente social, y  desde la psicología como el estado mental pero como interpretación de su realidad, por lo cual el individuo puede estar realizando una actividad que le cause placer pero tenga alguna preocupación y no puede realizar las actividades con motivación hacia la misma.
El autor Thorstein Veblen incita a sobresalir en términos de bienes mensurables, lo que no es un medio en sí mismo, sino un fin que invade todas las actitudes sociales y las instituciones. Esa hostilidad tiene consecuencias inmediatas, según Veblen. La primera de ellas es que la tendencia al altruismo juega un papel secundario en nuestra sociedad, ya que la clase que termina por sobresalir, la que él bautiza incisivamente como “clase ociosa”, lo hace en virtud de actitudes egoístas.
Ese afán que el autor denomina “emulación pecuniaria” (un eufemismo para la envidia) da lugar a un consumo que se efectúa no sólo para la satisfacción personal, sino para hacer ver o hacer saber a los demás que se es rico (conspicuous consuptium, o “consumo ostensible”) y el de la abstención de actividades de trabajo productivo, consideradas como mezquinas y signo de falta de riqueza (conspicuous leissure, u “ocio ostensible”). Este ocio ostensible puede consistir no sólo en una mera inactividad sino también en formas de actividad improductivas. Por ejemplificar estos dos conceptos, Veblen menciona que la adquisición emulativa de coches entra en el cuadro de consumo ostensible, o la tendencia a dedicarse a actividades sociales y diversiones puede ser catalogada como un ocio ostensible43 .
Según Veblen, la clase ociosa no se conforma con gastar, sino que se afana en hacer visible ese gasto y, yendo aún más lejos, para que dicho gasto contribuya eficientemente a la buena fama del individuo, debe hacerse en cosas superfluas. Es decir, que para que la clase ociosa logre una buena reputación el consumo debe ser derrochador.
Según la socióloga francesa Christine Chevalier:
El ocio es un conjunto de ocupaciones a las que el individuo puede entregarse de manera completamente voluntaria tras haberse liberado de sus obligaciones profesionales, familiares, y sociales, para descansar, para divertirse, y sentirse relajado para desarrollar su información o su formación desinteresada, o para participar voluntariamente en la vida social de su comunidad.
Lo que caracteriza al estilo de vida, como forma moderna, es la iniciativa, por parte del individuo, de recrear su cosmos social personal y diferenciado, en lugar de aceptar acrítica y pasivamente el cosmos social existente en el exterior de su medio ambiente, pero al mismo tiempo, garantizando su pertenencia significativa44 .
Por último, respecto a la clasificación de "prácticas culturales y de ocio" se ha desarrollado una tipología propia a partir de las realizadas por los diferentes enfoques teóricos, incluyendo dentro de las "prácticas culturales" a los medios de comunicación, las actividades artísticas, la literatura, el teatro, la música y el cine, pues consideramos que en todas ellas se da algún elemento cultural que es el fundamento que las genera (aunque puedan ser desarrolladas a parte de ese componente cultural). Dentro de las " actividades de ocio" hemos incluido al deporte, el turismo, el asociacionismo y el esparcimiento nocturno, tareas que, aunque pueden comprender elementos culturales, éstos no son la base en sí misma de la propia actividad. Al mismo tiempo, hemos añadido una serie de actividades generales que pueden desarrollarse al mismo tiempo que otras (charlar con los amigos, pasear) y un apartado de otras actividades, en las que hemos incluido hobbies, juegos de mesa y salón, juegos de azar.
El ocio es una necesidad humana y su satisfacción constituye un requisito indispensable en estilo de vida. Así se destaca la importancia del ocio en estilos de vida y en los hábitos cotidianos que conducen, tanto a la autodeterminación como al desarrollo de las identidades colectivas. Los aficionados se identifican con sus iguales, ya sea en experiencias de ocio individuales o colectivas. Es fácil que fluya la comunicación entre dos personas que disfrutan de un mismo hobby, sea lectura, pintura, música etc., o que han compartido un momento especial relacionado con alguna de sus aficiones, como por ejemplo la victoria de su equipo favorito45 .
Las repercusiones positivas de las experiencias de ocio se refieren, en una primera instancia, al ámbito personal. Las prácticas de ocio tienen que ver con la autoestima, el control, la sensación de competencia, el desarrollo personal y el sentido. En el campo social se relacionan con la interacción, la comunicación, el conocimiento de reglas sociales, los vínculos afectivos y tienen que ver la auténtica integración. Desde una mirada socioeconómica, las prácticas actuales de ocio se relacionan con el consumo, pero también con el desarrollo social, económico, cultural etc.
Lo indicado hasta aquí nos hace ver que las experiencias de ocio son acciones más complejas de lo que tradicionalmente se creía y, al mismo tiempo, que no todos los tipos de ocio son iguales. Para nosotros, el ocio lúdico es una de las dimensiones posibles de las experiencias de ocio que se viven de un modo libre, satisfactorio y con un fin en sí mismas. Desde este punto de vista, los juegos de azar son posibles modos de vivenciar el ocio lúdico.
El Dr Manuel Cuenca 46 habla sobre las dimensiones y direccionalidad del ocio dentro del ocio humanista. Partiendo de la premisa que el ocio es una experiencia que beneficia el desarrollo, entonces se vuelve relevante comprender qué tipo de ocio se practica y si realmente permite una mejora en la persona.
Las direccionalidades se dividen en positivas y negativas. Negativo cuando la experiencia perjudica al sujeto o su entorno. En ella se identifican dos tipos:
Ocio nocivo: Hace referencia a una acción dañina. El consumo de drogas es un ejemplo de este tipo de ocio, es posible que el sujeto no sea consciente del daño que se está causando, pero la sociedad no ve esta práctica como algo positivo.
Ocio ausente: Este se refiere cuando la acción no es en sí misma dañina, pero el sujeto no se siente a gusto. Su percepción individual es de inconformidad o desagrado.
Positivo se tiene una vivencia gratificante de las experiencias. Igualmente se divide en dos:
Ocio útil: Son aquellos que se practican y se vuelven medios, no fines. Se practica con alguna finalidad específica, aunque esto a su vez cause satisfacción; se obtiene un beneficio económico o social.
Ocio autotelico: Es el ocio puro, es un ocio desinteresado. La actividad realizada causa satisfacción. "Al dejarse llevar por su interior, se pueden ejercitar opciones, elecciones y decisiones más libres y mantenerse según la naturaleza y necesidades de cada uno" (Cuenca, 2000).
Y de este último ocio se derivan 5 dimensiones descritas por Cuenca:
Lúdica: Se refiere al modo en que se divierten y juegan en una comunidad.
Festiva: La fiesta, entendida como manifestación extraordinaria de ocio, permite llevar a cabo experiencias que se apartan de lo racional, pero que tienen un enorme poder de cohesión comunitaria.
Eco-ambiental: Se manifiesta en usos y hábitos de fines de semana, en el cuidado del entorno natural y en la conciencia ecológica expresada en los objetivos colectivos que se plantean.
Creativa: Hace alusión a un disfrute más razonado, ligado a procesos de reflexión.
Solidaria: Entendido como vivencia social y altruista.
"La vivencia de ocio es, o debiera serlo, una vivencia integral, relacionada con el sentido de la vida y los valores de cada uno, coherente con todos ellos".
El concepto que más abarca sobre el ocio es el de la socióloga francesa Christine Chevalier en que ella hace referencia sobre toda la actividad que el individuo desarrolla de manera libre que causa placer y que no produce una desmotivación por las actividades. Lo cual es diferente al tiempo dedicado a actividades obligatorias como comer, dormir, hacer tareas de cierta necesidad, las actividades de ocio son aquellas que hacemos en nuestro tiempo libre y no las hacemos por obligación.
Por lo que resulta indispensable desarrollar actividades en función de lograr las satisfacciones de las personas de la tercera edad. Develan, por tanto, los espacios comunitarios aptitudes y destrezas de estas personas. Por lo que no resulta una imposición hacia el incremento de la cultura sino en montar un escenario flexible y espontáneo desde la formación y creación de la personalidad.

  • Análisis conceptuales de la investigación

En el presente epígrafe se brinda un tratamiento teórico a los principales conceptos de la investigación de modo que permitan la comprensión del fenómeno objeto de estudio.
La tercera edad conocida como vejez, adultez mayor o tardía, ha sido abordada en literaturas de forma aislada o como fase de involución, y no como una auténtica etapa del desarrollo humano, en su concepción terminológica como adulto mayor. La concepción temporal del término se ubica a partir de los 60 años. Para contribuir a elevar el desarrollo de estos individuos es necesario tener en cuenta algunos conceptos relacionados en el logro de una vejez satisfactoria47 , principalmente a través de los círculos de abuelos que constituyen una forma alternativa de promoción de salud que se organiza a nivel barrial en las comunidades, en que participan de manera voluntaria los adultos mayores de ambos sexos y con patologías diversas con relaciones de vecindad coordinando por personal técnicas del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER)48 ; bajo el auspicio del Sub-programa de Atención Comunitaria al Adulto Mayor, del Programa de Atención Integral al Adulto Mayor  de Cuba. Y a través de este lograr un  proceso de incorporación y participación activa de los mismos en distintas actividades físicas, lúdicas, recreativas e intelectuales en interacción social con coetáneos; vista como secuencia de relaciones y de mutuas influencias llevada a cabo entre distintos sectores de la realidad social49 , en este caso con los adultos mayores, las cuales se internalizan en ellos, como cultura del ocio generando gustos, preferencias, costumbres y potencialidades que les resulten agradables siendo satisfactores de necesidades para su desarrollo humano50 ; lo cual influye en cambios en los estilos de vida que constituye gustos, preferencias, actitudes, expresadas en necesidades sentidas de los adultos mayores para realizar actividades de forma sistemática en diferentes aspectos que modifiquen positivamente su vida cotidiana en las prácticas, hábitos, valores, actitudes, tendencias y consumos.51
La utilización de este marco conceptual para nuestro objeto de estudio, se contextualiza en la concepción del desarrollo local, en sus dimensiones social y cultural en la comunidad seleccionada, considerando conceptualmente, como desarrollo local:¨el proceso de organización del futuro de un territorio, y resulta del esfuerzo de concertación y planificación emprendido por el conjunto de actores locales, con el fin de valorizar los recursos humanos y materiales de un territorio dado, manteniendo una negociación o dialogo con los centros de decisión económicos, sociales y políticos en donde se integran y de los que depende¨52 .
Otra definición acerca del desarrollo local es aquella en que: ¨La consideración del desarrollo desde un punto de vista global permite hablar del desarrollo integral como aquel e capaz de unificar y coordinar los esfuerzos de todos los agentes implicados en los mismos de manera que se fortalecen la relaciones económicas- sociales, anteriores y no sub-ruptura traduciéndose en un cambio de un mayor nivel controlado a largo plazo…53 ¨
Ambas definiciones, aunque ofrecen un sentido distinto al proceso local, sin basarlo exclusivamente en el factor económico, reflejan el papel de actores sociales locales, así como diferentes ámbitos de decisión; por lo que podemos conceptualizar, también el desarrollo local como las acciones coordinadas de los gobiernos locales(municipios), con la participación activa de la población, en la realización de acciones encaminadas al desarrollo comunitario a la elevación del bienestar de sus pobladores.
En el caso que nos ocupa al tratarse de un grupo poblacional formado por adulto mayores se analizan las acciones de participación social en los círculos de abuelos respectivos (dimensión social); así como aquellas acciones, vinculadas a (prácticas culturales, costumbres, gustos, preferencias, consumos, etc.) en tanto actividades de ocio y su influencia en cambios positivos en su estilo de vida (dimensión cultural). 

Palabras clave: cultura del ocio - adultos mayores - tercera edad
Key Words: Culture of leisure - Adult elders - Third age

  • (Abstract), 150 caracteres. A ser posible en Español y en Inglés
  • Referencias bibliografícas o citas en el texto (Apellido, año y pagina) (COLL, 2012: 85)
  • Bibliografía, Apartado fundamental en la producción científica, debe seguir inexcusablemente el siguiente formato:

LIBROS-BOOKS: APELLIDO, Nombre (año) Titulo del Libro. Editorial. Lugar de edición.
Ejemplo: Coll, F. J. (2005): “Teoría de Juegos”. Editorial Siglo XXI. Madrid.  
CAPÍTULOS DE LIBROS / Book Chapters: Apellidos + Inicial autor + Año de publicación + Titulo del Capitulo + EN autores del libro al que pertenece + titulo en cursiva de este + Editorial y ciudad donde se ha publicado + paginas del capitulo. Ejemplo: Coll, F. J. (2005): “Divulgación en Ciencias Sociales” . En C. Calderón ; J. M. Matus (Coords.), Hacia una Sociedad del Conocimiento. Editorial House . Granada. pp. 35-75 
ARTÍCULOS EN REVISTA - APELLIDO, Nombre (año) Titulo del articulo. En Nombre de la Revista (En cursiva), numero de la revista, año y paginas. Si es electrónica dirección web www…..
Ejemplo: Coll, F. J. (2005): “Teoría Económica y problema social en la ciudad de Málaga ”. En revista Paidrican N. 5, Febrero 2012, pp. 12-25
PAGINAS WEB, Referencias de Internet/ Internet References:  Autor o Organismo +Año + titulo del articulo, libro o trabajo + Disponible en www…+ día y hora de consulta
Ejemplo: Coll, F. J. (2011): La educación multicultural en nuestra sociedad actual. Disponible en: www.csicsif.es/andalucia/modules/pdf. Consultado en 20/06/2011 a 23:35 .

*Profesora de la Universidad de Guantánamo Correo Electrónico: yiriannis@cug.co.cu Licenciada en Sociología
1 Dumazedier, J. Realidades del ocio e ideologías. En J. Dumazedier y otros, Ocio y sociedad de clases. Barcelona:
Fontanella.
2 Astrain MB, Pria MC, Remus N. “La mortalidad como expresión de las diferencias en las condiciones de vida”, en
Revista Cubana Salud. La Habana, vol. 23, no.1, 1998, pág.16.
3 Ibidem.p18
4 Astrain MB, Pria MC, Remus N. “La mortalidad como expresión de las diferencias en las condiciones de vida”, en
Revista Cubana Salud. La Habana, vol. 23, no.1, 1998, pág 24.
5 Ibidem.p19
6 Colectivo de autores: Pensando en la personalidad. La Habana, Editorial Félix Varela, 2006.pag 12.
7 Ibídem
8 Oficina Nacional de estadística e Información. Envejecimiento Poblacional: Primer   Informe. Edición 2013.
9 Guías de estudio: Los derechos de los ancianos. [en línea] <http://www.hrea.net/learn/guides/index php> [Consulta: 6
de abril de 2012.
10 Tratados de derechos humanos y otros instrumentos internacionales. Derechos humanos. Disponible en: <http://www.hrea.net/erclibrary/display.php> [Consulta: 15 de enero. 2012.
11 Curtiellas Barea Carlos Juan. El problema del envejecimiento en Cuba.http:/pubads.g.doubleclick.net/gampad/ads?.
pág.3. 2014.
12 Baly, Moises. “Las personas de edad en Cuba. Principales tendencias demográficas y morbimortalidad.” Disponible
en: < http://www.bvs.sld.cu/revistas/res/vol12_2_99/res05299.htm> [Consulta: 20 de enero. 2012] En Estados Unidos de América desde 1977.
13 Ibídem.
14 Ruceguines Mederos y otros.: Gerontología y Geriatría. Editorial Ciencias Médicas. La Habana, 1999. Pág.27.
15 Composortega, Cruz S: Características generales de la población de la tercera edad en el mundo; El adulto mayor
en América Latina: sus necesidades y problemas medico sociales. México, Editorial Gemika, 1995.Pp:1333.
16 Fraíz Orosa, Teresa: la tercera edad y la familia. Tesis para optar por el título de Máster en Ciencias Sociales. La
Habana. Universidad de la Habana, 2033.
17 Devesa Colina, Evis. El anciano cubano. La Habana, Editorial Científico Técnica, 1992. Pág.3.
18 Dumazedier, J. (1998). La importancia oculta del crecimiento del tiempo libre en la metamorfosis de la civilización.
Boletín del Centro de Documentación de Ocio, pág.15.
19 Horizontes latino americanos del ocio.http.grupootium.wordpress.com. 2012. 06. 29.
20 Rodríguez-Suárez y Agulló-Tomás. Una revisión teórica: ocio, tiempo libre. Universidad de Málaga. 2014.pag8
21 26 Kraus, Neulinger una revisión histórica de las principales corrientes. Universidad de Málaga.
22 Rodríguez Armas Gisela. Revista Internacional. Del adulto mayor. # 3.pág. 25.
23 Rodríguez Áurea Verónica, Sin temor a la vejez. Proceso histórico del envejecimiento de la población en Cuba. Editora política. La
Habana. Cuba, 2002. p-8
24 Álvarez Sintiese Roberto. Temas de Medicina General Integral. La Habana. Editorial Ciencias Médicas 2001.pag 36.
25 Prietos Ramos, Osvaldo y Vega García Enrique. Temas de gerontología. Editorial Científico-Técnica. Ciudad de la
Habana, 1996.p-11.
26 Oficina Nacional de estadística e Información Envejecimiento Poblacional: Primer   Informe. Edición 2013.
27 Revista de Enfermería. Http//www.infomed.cu. 2012-2013.
28 Carvajal Sanamé Meybol Liudmila Tesis de diploma de Licenciada con el título “Factores sociales asociados a la
incorporación de los varones a los círculos de abuelos.2010. pág. 25.
29 La tercera edad. Revista formato digital. Buenos Aires No.58. http//www.efdeporte.com.2009
30 Briadis Tesis de diploma con el tema de interacción social de adulto mayor en la casa de abuelos corazón alegre
(2010). Pág. 18.
31 Limón Rosario y Ortega Carmen .Envejecimiento activo y mejora de la calidad de vida en adultos mayores. Universidad Complutense
de Madrid, ISSN: 1699-9517·e-ISSN:1989-9874 · Revista de Psicología y Educación Núm. 6, pág.225-238. 28/04/2016.
32 Ibídem.
33 Jerigla  Josephma Tesis de diploma de con el tema las consecuencias de la tasa de natalidad y el elevado índice de
envejecimiento (2009).
34 Sánchez Bisset Consuelo Tesis de diploma con el tema integración del adulto mayor en la vida comunitaria, papel de
los agentes socializadores (2008). pág. 14.
35 Ibídem.
36 Morales Díaz Zaida Tesis de diploma con el tema las perspectivas sociológicas en el estudio de la violencia intrafamiliar contra el adulto mayor (2010). pág. 21.
37 Teoría Social Hoy. Ciencias Sociales. Editorial Alianza.
38 Ibídem.
39 Mayoral Blasco, Susana: El Mobbing Y La Teoría de la Acción de Pierre Bourdieu. Revista Internacional de
Sociología (Ris) Vol. 68, n º 2, mayo -agosto, 375-398, 2010. Pag.11.
40 Ferreira, Miguel A V: Una aproximación sociológica a la discapacidad desde el modelo social: apuntes
caracterológicos. Revista. Española de Investigaciones Sociológicas (Reis) N. º 124, 2008, pp. 141-174. Pág. 3.
41 Ibídem.
42 Ibídem.
43 Veblen Thorstein. La clase ociosa. http://www.eumed.net/ce/.2008b/
44 ELIZALDE, Rodrigo; GOMES, Christianne L. (2010). Ocio y recreación en América Latina: Conceptos, abordajes y
posibilidades de resignificación. Revista Polis Nº 26, 2010. http://www.revistapolis.cl/26/art01.htm.
45 Cuenca, Manuel. Ocio y juegos. Universidad de Deusto. España. (SE) .2010. Pág3.
46 Cuenca, Manuel (2000). Ocio humanista. Documentos de ocio, Universidad de Deusto.  España. Pág. 16.
47 Envejecimiento en la tercera edad. http://www.ecured.cu/index.php. 2014.
48 Programa de atención al adulto mayor DNAS.PAG 5.
49 Giner, Salvador. Diccionario sociológico. Ciencias sociales. Editorial Alianza. Pág. 389.
50 Meridiens Klincksieck. Revolución cultural le de temas libre. Enciclopedia práctica de la pedagogía, Planeta, Madrid).
1988.
51 Ministerio de salud pública. Programa de atención al adulto mayor .pág.5.
52 Rodríguez Domínguez, luisa de los Ángeles: La influencia de la tecnología dentro de los procesos claves para
alcanzar el desarrollo sostenible. Barcelona, 1990, pág. 284.
53 Vazquez Baquero, Antonio: Inaward investment and endogenous. The convergence of the strategies of large firms and territories Entre preuneursphipy Regioanl Development, 1999, pag79-93. Traducción propia.

Recibido: 09/04/2018 Aceptado: 19/06/2018 Publicado: Junio de 2018


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