Yita Maribel Briones Palacios*
Verónica Patricia Gilces Bermúdez **
Martha Cecilia Escobar García***
Universidad Técnica de Manabí, Ecuador
ybriones@hotmail.es
RESUMEN
A nivel mundial la promoción y prevención de la salud mental es materia de interés que promueve el bienestar de la población y mejora la calidad de vida; es decir, el bienestar físico, psicológico y social, donde el individuo puede reconocer sus propias capacidades, habilidades y sentimientos para afrontar situaciones y adaptarse activamente a la sociedad. En Ecuador el Ministerio de Salud Pública enfatiza la necesidad de lograr un bienestar personal desde la intervención psicológica; sin embargo, la participación del psicólogo clínico en la promoción y prevención de la salud mental es limitada, evidenciadas en la población que recibe los servicios de este profesional cuando la situación es compleja. El propósito del presente trabajo consiste en identificar la participación del psicólogo clínico en la promoción y prevención de la salud mental en los habitantes; para la obtención de los resultados se realizó la búsqueda y selección de bibliografía actualizada, además se aplicó encuesta a 264 habitantes del cantón Portoviejo, entre 18 a 45 años de edad y una entrevista semiestructurada a diez psicólogos clínicos que laboran tanto en el sector público como privado. Se pudo constatar que la población desconoce temas relacionados a salud mental y lo poco que ha recibido es a través de las actividades que desarrollan las instituciones educativas, con reducida participación del profesional, quienes reconocen la necesidad de fortalecer este aspecto, ya que solo así a futuro se contará con una sociedad informada sobre temas de salud mental y capaz de reconocer problemáticas en diferentes ámbitos e intervenir en ella.
Palabras clave: promoción – prevención - salud mental – bienestar- psicólogo
ABSTRACT
At a global level, the promotion and prevention of mental health is a matter of interest that promotes the well-being of the population and improves the quality of life; that is, the physical, psychological and social well-being, where the individual can recognize their own abilities, abilities and feelings to face situations and actively adapt to society. In Ecuador, the Ministry of Public Health emphasizes the need to achieve personal well-being from psychological intervention; however, the participation of the clinical psychologist in the promotion and prevention of mental health is limited, evidenced in the population, which goes to the services of this professional when the situation is complex. The purpose of this work is to identify the participation of the clinical psychologist in the promotion and prevention of mental health in the inhabitants; In order to obtain the results, a search and selection of updated bibliography was carried out, and a survey was applied to 264 inhabitants of the Portoviejo canton, between 18 and 45 years old and a semi-structured interview with ten clinical psychologists working in both the public and private sectors. It was found that the population is unaware of issues related to mental health and what little has been received through the activities carried out by educational institutions with limited professional participation, who recognize the need to strengthen this aspect, since only in the future will have an informed society on mental health issues and able to recognize problems in different area.
Key Words: Promotion – prevention - mental health - well-being – psychologist
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Yita Maribel Briones Palacios, Verónica Patricia Gilces Bermúdez y Martha Cecilia Escobar García (2018): “La participación del psicólogo clínico en la promoción y prevención de la salud mental”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (marzo 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2018/03/psicologo-clinico-saludmental.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1803psicologo-clinico-saludmental
INTRODUCCIÓN
La salud mental es el bienestar físico, psicológico y social del individuo, y requiere que sea capaz de reconocer sus propias aptitudes, habilidades y sentimientos para afrontar situaciones a lo largo de su vida y lograr una adaptación activa en la sociedad. Es más que la ausencia de trastornos mentales, incluye aspectos biológicos y socioculturales; las situaciones cotidianas a las que se enfrenta se convierten en factores determinantes de su estado mental y constituyen una prueba de su capacidad de respuesta y adaptación (Rúa, 2003), (OMS, 2013).
La salud mental es tan importante como la salud física para la calidad de vida personal y de la sociedad. Se calcula que 450 millones de personas en el mundo padecen alguna forma de trastorno mental que les genera sufrimiento e incapacidad (Sánchez, 2008). Por lo que se establece que en el transcurso de su vida, una de cada cuatro personas se verá afectada por alguna forma de este y cada cuatro familias en el mundo tiene un familiar con algún trastorno mental (Saraceno, 2004).
Varias investigaciones revelan datos alarmantes; así, el Estudio Nacional de Salud Mental en Colombia, revela que el (40,1 %) de la población colombiana entre 18 y 65 años ha sufrido, está sufriendo o sufrirá alguna vez en la vida un trastorno psiquiátrico. Los trastornos de ansiedad, de estado de ánimo, por control de impulsos y los relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas son los más frecuentes (Posada, 2013).
Por otro lado el Plan Nacional de Salud Mental en Chile, identificó que la prevalencia de los principales trastornos mentales es de (36%) y los más frecuentes son la agorafobia, la depresión mayor, la distimia y la dependencia del alcohol (Minoletti & Zaccaria, 2005).
Según datos de Ecuador y de América Latina respecto a la prevalencia de enfermedades mentales relacionadas con trastornos neuróticos y trastornos del estado de ánimo no existen datos actuales; no obstante, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en vinculación con órganos estatales internos del Ecuador como Ministerio de Salud Pública (MSP) y el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) refieren que las cifras referentes a morbilidad y mortalidad, sobre todo en adolescentes, ha aumentado considerablemente, siendo así, que los casos de depresión, ansiedad y estrés, tienen una alta influencia en los problemas de salud (OPS/OMS, 2014).
En Ecuador existen otros datos registrados en las unidades de primer nivel, como son las áreas de salud, que a más de la depresión leve que ocupa el primer lugar con el 19%, existen otros como: trastorno de las habilidades escolares, problemas de comportamiento en niñez y adolescencia problemas de relación de pareja, abuso sexual infantil, violencia, maltrato, trastornos hipercinéticos e hiperactividad (Ministerio de Salud Pública del Ecuador, 2014b).
Para contrarrestar estos problemas de salud mental, son necesarias las actividades de promoción y prevención, ya que implican la creación de condiciones individuales, sociales y del entorno que permiten un desarrollo psicofisiológico óptimo para mejorar la calidad de vida de los individuos. Según Jané-Llopis (2004) es una estrategia adicional a la del tratamiento para combatir con éxito la creciente epidemia de enfermedades mentales que no solo hace frente a los problemas de salud mental antes de que estos aparezcan, sino que además puede ser aplicada en el ámbito comunitario.
Varios estudios demuestran que existen programas de promoción y prevención de salud mental con resultados satisfactorios; tales como una reducción en la incidencia de trastornos mentales como la depresión o la ansiedad, donde se nota la diferencia entre los grupos experimentales y de control en niños y adolescentes, después de un proceso considerable de intervención de programas escolares de prevención. Se ha demostrado también reducciones en suicidios así como en el consumo del alcohol, tabaco y drogas ilícitas a través de intervenciones políticas y comunitarias. De la misma manera se han logrado disminuciones en factores de riesgo como por ejemplo agresividad, problemas de aprendizaje, abuso de menores, así como incrementos en factores de protección como calidad de vida, competencia, autoestima y una mejor salud mental (Jané-Llopis, 2004).
La realidad de estos aspectos es diferente en cada lugar; así, en Bogotá se está dando prioridad a la promoción de la salud mental y prevención de la enfermedad mental, a través de temas como habilidades para la vida, fomento de la resiliencia, salud mental comunitaria y el fortalecimiento de redes familiares y sociales (Rúa, 2003); sin embargo, en España, al igual que en el resto de países europeos, apenas se realiza prevención primaria en salud mental que consiste en unos cuantos programas más o menos planificados, con limitados recursos prácticos, influenciados por componentes políticos e ideológicos que debilitan su carácter científico, realizados con un gran esfuerzo y escasa motivación de los profesionales, dada la sobrecarga laboral y el escepticismo hacia dichos programas, con resultados poco contrastables o inconsistentes (García, 2007).
La participación del psicólogo clínico es un desafío en el ámbito de la promoción y prevención, su rol es central en los contextos familiares, educativos y comunitarios (Venegas, 2016); estos profesionales mencionan el carácter novedoso de sus actividades en este campo y ponen de manifiesto los diversos escenarios de su asistencia profesional. La prevención de enfermedades mentales es, de entre todas las novedades de acción psicológica, la menos desarrollada y conocida (Fernandes, Carmo & Jiménez, 2009), ya que en la mayoría de los casos se ha centrado en curar antes que prevenir.
En consecuencia, a lo anterior esta investigación tiene como objetivo identificar la participación del psicólogo clínico en la promoción y prevención de la salud mental en los habitantes de la ciudad de Portoviejo.
Promoción, prevención y políticas de la salud mental.
La promoción de la salud mental se encarga de potencializar factores de protección que ayuden a mejorar la salud de manera positiva, apoyando a las personas a reconocer sus habilidades y recursos para mejorar sus familias, entornos y comunidades. Se educa a la población instaurando comportamientos que hayan probado ser realmente efectivos, para esto se requiere formar nuevas conductas, modificar actitudes y fomentar creencias favorables mediante formulaciones verbales, campañas de salud mental, desempeños efectivos, trabajo en grupo, intermediación en centros laborales que propicien la condición de salud (Reyes, Grau Abalo & Prendes, 1999), (Ministerio de Salud Pública del Ecuador, 2016).
Según (Mrazek & Haggerty, 1994 citado por OMS, 2004) la prevención en salud mental tiene como objeto reducir la incidencia, prevalencia, recurrencia de los trastornos mentales, el tiempo en que las personas permanecen con los síntomas o la condición de riesgo para desarrollar una enfermedad mental, previniendo o retardando las recurrencias y disminuyendo también el impacto que ejerce la enfermedad en la persona afectada, su familia y la sociedad.
La promoción y prevención no pueden tomarse como conceptos aislados, dado que la existencia entre ambos tiene cierta complementariedad, es decir, mientras se contribuye a prevenir una enfermedad mental, también se trabaja indirectamente en la potencialización de la salud mental. Y mientras se promociona al mismo tiempo se están evitando factores de riesgo que incitan al desarrollo potencial de patologías (Redondo, 2013).
Es necesario dar más importancia a la promoción de la salud mental y a la prevención con enfoque de riesgo, con énfasis especial en la vida temprana, desde la atención prenatal, pasando por la edad preescolar y escolar, reforzando así los factores protectores a lo largo de la vida. Mientras más influencia tengan los factores individuales sobre el desarrollo de los trastornos mentales y la salud mental, mayor será el efecto preventivo que se pueda esperar cuando se implementen exitosamente (Posada, 2013), (Irarrázaval, Prieto & Armijo, 2016).
Al respecto, la OMS (2013) menciona que las actividades de promoción de la salud mental y prevención de los trastornos mentales durante toda la vida pueden centrarse en: leyes contra la discriminación y campañas informativas, fomento de los derechos, las oportunidades y la atención de las personas con trastornos mentales; cultivo de los principales recursos psicológicos del individuo en las etapas formativas de la vida con programas para la primera infancia, preparación para la vida activa y educación sexual; intervención temprana en los problemas afectivos o de conducta, instauración de condiciones saludables de vida y de trabajo en los sectores públicos y privados; programas o redes comunitarias de protección que combatan el maltrato infantil y otras formas de violencia en el ámbito doméstico o comunitario.
De acuerdo a lo analizado, existen varias formas de hacer promoción y prevención relacionadas con la salud mental; sin embargo, para llevarlas a la práctica de manera sistemática, resulta necesaria la implementación de políticas que propicien y permitan su ejecución; mismas que se sustentan en determinadas leyes; y es así que recién a mediados del siglo XX el desarrollo de políticas en salud mental propone una apertura de los sistemas de atención con incorporación de acciones de promoción y prevención (Bang, 2014).
La promoción de la salud mental y la prevención de los trastornos mentales necesitan ser parte integral de las políticas de salud pública y promoción de la salud a nivel local y nacional; se deben integrar en un enfoque de política pública que abarque la acción horizontal a través de los diferentes sectores públicos, tales como ambiente, vivienda, bienestar social, empleo, educación, justicia penal y derechos humanos. Esto generará situaciones de “ganar-ganar” en todos los sectores, incluyendo una amplia gama de beneficios sociales, económicos y de salud (OMS, 2004).
En Ecuador, la Constitución de la República (2008) señala la importancia de la asistencia psicológica para garantizar estabilidad física y mental de la población, en el Art. 66 determina aspectos íntimamente relacionados con la salud mental como lo es el derecho a la integridad personal, que incluye: a) La integridad física, psíquica, moral y sexual. b) Una vida libre de violencia en el ámbito público y privado… c) La prohibición de la tortura, la desaparición forzada y los tratos y penas crueles, inhumanas o degradantes.
De igual manera, la Ley Orgánica de Salud (2012) tiene artículos relacionados directamente con la salud mental, dando importancia al plano psicológico en la atención integral de las personas, de este modo han diseñado planes de ejecución direccionados; y, establece en el Art. 14.- Quienes forman parte del Sistema Nacional de Salud, implementarán planes y programas de salud mental, con base en la atención integral, privilegiando los grupos vulnerables, con enfoque familiar y comunitario, promoviendo la reinserción social de las personas con enfermedad mental. En el Plan Nacional para el Buen Vivir se inscriben de manera tácita aspectos relacionados a la promoción de la salud mental. (Ministerio de Salud Pública del Ecuador, 2012)
Ecuador es uno de los pocos países en América Latina preocupados en la implementación de una Política de Salud Mental. Desde 2012, se ha venido desarrollando la propuesta de Política Nacional de Salud Mental en el Ministerio de Salud Pública, que da cuenta de las experiencias y logros a nivel local, pero también la necesidad de la inversión por parte del Estado en la salud mental de la población, que generaría beneficios en términos de reducción de la discapacidad y la prevención de muertes prematuras (Ministerio de Salud Pública del Ecuador, 2014b).
El rol del psicólogo clínico en la promoción y prevención
En la actualidad se ha logrado involucrar a la Psicología Clínica como parte fundamental de la salud mental de los individuos, los profesionales en esta rama son investigadores que estudian y tratan problemas mentales, conductuales y psicosociales, integrando conocimientos teóricos y prácticos con el propósito de entenderlos, prevenirlos, mejorarlos y promover así un bienestar y adecuado desarrollo en los individuos.
De acuerdo con Amoros (1980) la actividad profesional del psicólogo clínico se ha ampliado mucho, comprende no solo el trabajo en hospitales generales, psiquiátricos y neurológicos, sino también en centros de salud mental y social, orientación profesional, orientación infantil, servicios especializados para niños y adultos con limitaciones físicas, sensoriales, mentales y del lenguaje. En fin, en todo servicio asistencial y de salud pública o privada, este profesional tiene una importante función que cumplir, no puede permanecer pasivo frente a las problemáticas, debe convertirse en un agente de cambio, con actitud propositiva y plantear alternativas para la participación de todos los individuos que forman parte de los sectores sociales e incidiendo en su autoestima y desarrollo personal (Recalde, 2004).
La puesta en marcha de una adecuada educación sanitaria logrará ampliar la perspectiva de los ciudadanos sobre los problemas mentales, obteniendo al mismo tiempo una mejor concienciación respecto de actividades preventivas; el psicólogo clínico, con su experticia, logrará también participar en la modificación de actitudes sociales negativas y prejuicios en relación con la enfermedad mental, así como en la preparación e información de la población (Buendía, Coy & Esteban 1984).
Es necesario mencionar que la promoción y prevención es una herramienta necesaria dentro del contexto social, que permite posibilitar una mejor calidad de vida en los individuos y más aún cuando están expuestos a la vulnerabilidad del entorno, aspecto que implica trabajar a los psicólogos clínicos en la mejora de la salud tanto física como mental, por medio de situaciones rutinarias como la buena alimentación, el deporte y la forma en la cual meditan sobre su vida, que debe buscar un cambio en los pensamientos para que sean positivos y estén alineados en busca de la autorrealización del individuo (Arias, 2014).
Las actividades de los psicólogos clínicos referente a la promoción y prevención de la salud mental en las personas va desde programas de intervención comunitaria de la violencia de género, prevención del abuso sexual infantil en establecimientos educativos, identificación de factores de riesgo familiar, fortalecimiento de redes comunitarias de salud mental hasta las visitas familiares integrales, incrementar el nivel de conocimientos en las personas sobre enfermedades; fomentar y promover los hábitos de salud en la población general y una mayor accesibilidad a instrumentos preventivos (Colegio Oficial de Psicólogos, 1998), (Venegas, 2016).
MATERIALES Y MÉTODOS
Se desarrolló una investigación cuanti-cualitativa, se aplicaron los métodos de análisis, síntesis y estadístico, que permitieron la búsqueda y procesamiento de información, se aplicó una encuesta a la población y entrevista semiestructurada a los profesionales de psicología clínica del sector público y privado. La población y selección de los participantes fue intencional, estuvo conformada por 264 habitantes entre 18 a 45 años de edad, del cantón Portoviejo; y, diez psicólogos clínicos del sector público y privado.
RESULTADOS
Entrevista a psicólogos de entidades públicas y privadas.
El Ministerio de Salud Pública del Ecuador en la actualidad presta mayor importancia a la salud mental a través de capacitación a los profesionales en programas relacionados para que a su vez estos capaciten a la comunidad.
Toda institución debe contar con políticas que exijan promover la salud mental, donde estén involucrados tanto los profesionales como los usuarios.
Entrevista a psicólogos de entidades públicas y privadas
Las acciones de promoción y prevención que realizan son: la psicoeducación a los pacientes y familiares, programas de desarrollo infantil, campañas preventivas sobre temas más relevantes en la salud mental e información o capacitación a la comunidad sobre temas que aún se desconocen como la labor del psicólogo clínico o estigmatización de los problemas mentales.
Beneficios y eficacia de la promoción y prevención de la Salud Mental
Entrevista a psicólogos de entidades públicas y privadas
Beneficios
Eficacia
DISCUSIÓN
Para llevar a efecto el análisis de las variables de estudio, se tuvieron en cuenta los indicadores que se detallan:
Políticas, promoción y prevención
La Tabla 1, demuestra que la población no sabe o no conoce si el país tiene definidas las políticas de promoción y prevención referente a la salud mental. Los psicólogos entrevistados refieren que se da importancia a la salud mental a través de capacitación a los profesionales y a su vez se replican a la comunidad; de acuerdo con el Modelo de Atención de Salud Mental en el marco del Modelo de Atención Integral de Salud (MAIS), a nivel macro no existe una política de salud mental nacional e intersectorial. A nivel meso, limitado acceso a servicios profesionales de salud mental; a nivel micro, escasa participación del componente familiar y comunitario, limitada integración del sector formal de salud con organizaciones e instituciones locales. Si existe preocupación por el Ministerio de Salud Pública en la promoción y prevención de la salud mental de la población (Ministerio de Salud Pública del Ecuador, 2014a).
No obstante estos resultados permiten evidenciar que el sistema de salud específicamente en el área de salud mental aún tiene debilidades, estas se centran, en que la información sobre promoción y prevención no están siendo difundidas hacia la comunidad adecuadamente.
Acciones de promoción y prevención
La Tabla 2, evidencia que la población no ha recibido acciones de promoción y prevención. Sin embargo, los psicólogos realizan: psicoeducación a los pacientes y familiares, programas de desarrollo infantil, campañas preventivas sobre temas más relevantes en la salud mental e información o capacitación a la comunidad sobre temas que aún se desconocen como la labor del psicólogo clínico o estigmatización de los problemas mentales. La psicoeducación está considerada como un proceso que puede orientarse a la psicopatología o a las personas en general, que tengan o no una afección clínica. Por lo tanto, puede ser impartido en modo específico por los profesionales de la salud mental o bien, en modo indirecto por los profesionales de los distintos ámbitos de salud (Bulacio, Vieyra, Álvarez & Benatuil, 2004). Además, a los gobiernos les concierne analizar datos y factores de riesgo y protección para prevenir trastornos mentales y promover acciones de salud mental, en virtud que esta evoluciona a lo largo de la vida.
Lugares donde se desarrolla la promoción y prevención
Según la Tabla 3, la población manifiesta que, en las instituciones educativas a nivel básico y bachillerato, es donde han recibido promoción y prevención de la salud mental. De la misma manera, en Cuba se ha comprobado que, en las instituciones educativas, se pueden adquirir conocimientos y habilidades para promover y cuidar la salud mental. En estos espacios se pueden favorecer relaciones saludables y potenciar la adaptabilidad psicológica, social y cultural, facilitando así el desarrollo de la resiliencia natural desde tempranas edades (Estrada, Vinajera & Estrada, 2010). Es evidente entonces, que la promoción es limitada a la comunidad en general.
Beneficios y eficacia de la promoción y prevención de la Salud Mental
La promoción y prevención es importante, aporta en la reducción del estigma y discriminación de las personas que están afectadas por algún trastorno (Ministerio de Salud Pública, 2014) y la población que más se beneficia de estas intervenciones es la que tiene un mayor riesgo de sufrir problemas mentales. Por el contrario, los enfoques de salud pública argumentan que el dirigirse al público en general es más efectivo y contribuye a un mayor bienestar mental y aumentan la calidad de vida a nivel individual y comunitario. Se pueden mejorar considerablemente estas intervenciones y es necesario que estudios de investigación continúen descubriendo cuáles son los elementos que aportan a la eficacia de las prácticas preventivas (Jané-Llopis, 2004).
CONCLUSIONES
El psicólogo clínico es un agente participativo, que busca la comprensión de la salud mental y su relación con factores psicológicos; demuestra conocimientos teóricos y técnicos en psicología, salud comunitaria, políticas sociales, políticas públicas de salud, indicadores del desarrollo humano; desarrolla prácticas de promoción y prevención que se lleven a efecto durante toda la vida y diseña estrategias encaminadas a disminuir factores de riesgo, patologías, problemas psicosociales, discriminación de las personas con trastornos mentales. Para el efecto, trabajan en entidades públicas y privadas y realizan diversas actividades de promoción y prevención a sus pacientes y familiares; sin embargo, este beneficio no se extiende a la población en todos los niveles socioculturales y estratos económicos, y es deber de los organismos gubernamentales, establecer políticas, programas y/o proyectos que satisfagan las necesidades y mejoren la calidad de vida de los habitantes.
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